«MUNDUS MULIEBRIS» ÉLISABETH LOUISE VIGÉE LE BRUN, PINTORA DEL ANTIGUO RÉGIMEN FEMENINO – Marc Fumaroli
20 dEurope/Madrid mayo dEurope/Madrid 2024
“¿Pero y si el incendio de Troya no fue el final? ¿Y si nosotros, los griegos, tenemos que sufrir la misma condena que infligimos a los troyanos? ¿Y si está predestinado que Asia invada Europa, igual que Europa invadió Asia? ¿Y si el mundo está destinado a arder de nuevo?”
Los niños griegos no tenían miedo del hombre del saco ni del coco; estas son invenciones demasiado modernas. Ellos temían a las empusas y las lamias. Luego crecían, se hacían adultos y esos miedos desaparecían, o bien aprendían a vivir con ellos. Pero también surgían miedos nuevos; al menos así fue durante un cierto período de la historia griega. “¡Que vienen los persas!”, se oye aquí y allá por las calles de Esparta y de Atenas. Estamos a finales del siglo VI a.C. Y los persas no son una amenaza infantil e intangible como las lamias. Los persas son el enemigo. Un enemigo real, muy real. » seguir leyendo
Loco o loca, según la RAE es alguien que ha perdido la razón, de poco juicio, disparatado e imprudente. La mayoría de estas definiciones han sido utilizadas para degradar y señalar a las mujeres a lo largo de la historia. La locura, la histeria, la falta de seso, se usan como calificativos de forma reiterada en nuestra literatura. Una manera vil de menosprecio con la que se apartaba al género femenino de un plumazo. Poco más hay que decir. Loca y mujer la mayoría de las veces son sinónimos. » seguir leyendo
“Afirmo que tú debes ser el bienhechor de los griegos, reinar sobre los macedonios y mandar sobre el mayor número posible de bárbaros. Si haces esto, todos te lo agradecerán, los griegos por los beneficios que reciban, los macedonios porque los gobernarás como un rey, no como un tirano, y los demás pueblos porque, libres de la dominación bárbara, tendrán un gobierno griego”. Isócrates, Filipo, 155.
En principio y pensándolo fríamente, que algunos libros sean esperados con mucho interés no parece buen asunto. Las expectativas del lector crecen de manera directamente proporcional al temor a verse defraudado. Además, la etiqueta de “esperado” a menudo —aunque no siempre— se fragua en torno a un hecho que en sí mismo tampoco es bueno: el de que existe un vacío en algún tema específico, el cual va a ser llenado por el libro (en el caso de los ensayos, claro; rara vez una novela vendrá a “llenar un vacío” sobre un tema). El caso que nos ocupa cumple estos preceptos citados: las expectativas eran muy altas y existía un vergonzante vacío que llenar. Pues bien, el resultado de semejante ordalía impuesta por el lector, tal vez injusta (qué ordalía no lo es, en el fondo), es la absolutio summa cum laude. » seguir leyendo
Tenochtitlán, 1528. Tras enrolarse en la segunda expedición hacia las islas de la Especiería junto a su admirado Juan Sebastián Elcano, dejando atrás Castilla y a su amada Auristela, el patache Santiago en el que navega Diego de Soto se aleja del resto de naves, debido a una fuerte tormenta, y termina con el aprendiz de cronista cayendo por la borda. Cuando abre los ojos, meses después, se encuentra en un hospital construido en una tierra conquistada años atrás por Hernán Cortés, sin memoria de lo que ha ocurrido y a merced de los intereses de los capitanes que acompañaron al conquistador a Nueva España, tan resentidos como ávidos de poder. Diego deberá, de nuevo, esclarecer cuál es la verdad, embarrada bajo el velo tejido por las mentiras de aquellos que anhelan desacreditar a Cortés para ostentar su cargo, y descubrir qué fue del oro perdido por los castellanos durante aquella noche triste. Un oro que le abrirá la puerta a desentrañar otro secreto aún mayor que puede poner en peligro el destino del Imperio español. » seguir leyendo
“¡Son dioses! Maravillosamente singulares,
que eternamente vuelven a generarse
sin jamás saber aquello que son”.
Goethe, Fausto II 8075
Hablar de Karl Kerényi es referirse a una institución en el mundo de los estudios clásicos. Junto con el prusiano Ulrich von Wilamowitz y el sueco Martin P. Nilsson, sus trabajos sobre religión, historia de la religión y mitología griegas dominaron el panorama de finales del siglo XIX y durante casi todo el XX. Bajo el nombre de Imágenes primigenias de la religión griega, la editorial Sexto Piso recoge cuatro breves ensayos del erudito húngaro: El médico divino. Estudios sobre Asclepio y sus lugares de culto, Hermes. El conductor de almas, Misterios de los cabiros y Prometeo. Imagen arquetípica de la existencia humana. Se trata de cuatro textos independientes entre sí pero que tienen un evidente nexo común, y que ya fueron publicados por separado con anterioridad por la misma editorial hace unos años. » seguir leyendo