Los orígenes de la globalización, bien lo sabemos, se remontan a la era de las grandes exploraciones marítimas y la incorporación del continente americano a una red –por entonces embrionaria- de relaciones e intercambios a escala mundial. Desatada en el siglo XV la gestación de este proceso, la entrada de Inglaterra y Holanda en la competencia por la supremacía naval y comercial dio en el siglo XVII nuevos bríos a la progresiva interconexión planetaria. Detenerse en este intervalo del proceso –el siglo XVII-, dirigiendo el foco hacia uno de los actores involucrados –Holanda-, es una manera plausible de escudriñar algunas de las claves de la globalización. De tal suerte acotada la indagación, esta procederá conforme la metodología escogida por el observador. Timothy Brook, nuestro observador de turno, opta por un método ilustrativo a la vez que estimulante: sondear determinados aspectos de la escalada globalizadora a partir del escrutinio de un puñado de obras de arte o artesanía, procedimiento amparado por la idea de que la expresión estética obedece en grado considerable al contexto en que emerge, haciendo las veces –acentuadamente en el caso de la pintura figurativa- de representación del entorno y de las percepciones, creencias y contenidos simbólicos que imbuyen de sentido al mismo. La pintura neerlandesa del siglo XVII se presta de modo inmejorable para un ejercicio de esta índole, habida cuenta del que es uno de sus rasgos distintivos: la dignificación de la realidad cotidiana como suficiente motivo artístico, en tiempos en que la Biblia, el acervo legendario-mitológico y la épica histórica hegemonizaban el repertorio temático. En los términos planteados por Brook, los lienzos seleccionados –en número de siete, además de un plato de cerámica profusamente decorado- sirven como puerta de acceso a los caminos que, desde diferentes direcciones, convergían en la estructuración de un mundo cada vez más interconectado, en una época en que los Países Bajos disfrutaban de un efímero estatus de actor protagónico. » seguir leyendo