EL VIAJE Y SU SENTIDO. CUANDO LOS FILÓSOFOS SE HICIERON NÓMADAS – Emily Thomas
25 dEurope/Madrid mayo dEurope/Madrid 2022«Las gentes de los Caribes, la bahía de Soldania, Perú y Mingrelia pueden ser tan buenos hombres como las mejores gentes de Europa, a pesar de sus extrañas costumbres a la hora de cocinar y luego comerse a sus propios hijos.»
Henry Lee, Anti-Scepticism, 1702.
¿Qué sentido tiene viajar? ¿Por qué el género humano decide desplazarse de un sitio a otro? Quédense al margen las motivaciones relacionadas con la supervivencia, por supuesto. Los animales se mueven sobre la superficie del planeta, de modo individual o en grandes migraciones, en busca de alimento o de un clima mejor para subsistir; pero nosotros abrimos la nevera o nos ponemos un abrigo, y lo tenemos solucionado. Las preguntas tampoco se refieren a la ambición que subyace al ejercicio del poder. Alejandro Magno viajó a la India, pero es que quería conquistar el imperio persa y sus aledaños. Ni se refieren al viaje como huida: Darío III viajó al este de su imperio, pero no por antojo sino porque Alejandro Magno le perseguía como un poseso. La cuestión es, por tanto: si uno tiene cubiertas sus necesidades vitales y sus ansias de poder están razonablemente satisfechas, y está en paz con todo y con todos, ¿a qué viene plantearse un viaje a otro lugar? Pues de eso, de buscar las respuestas a estas preguntas, va este libro.