ESPAÑA CONTRA EL IMPERIO OTOMANO: LA LUCHA POR EL CONTROL DEL MEDITERRÁNEO DESDE EL SIGLO XVI AL XVIII – Juan Carlos Losada

Juan Carlos Losada, veterano escritor, nos presenta un digno y solvente relato, que si bien tiene poco de novedoso, está ágilmente narrado y sin florituras. El título en sí es engañoso, pues si bien los choques directos entre España y el imperio otomano se dan por terminados a mediados del siglo XVII (con el famoso combate naval del cabo Celidonia), la lucha contra Argel aún duraría dos siglos más, hasta su caída en manos francesas a mediados del siglo XIX.

El gran fracaso de la política de Carlos I fue el enemigo otomano. El Emperador basó su política defensiva en el control de diversos enclaves en el norte de África (Orán, Argel, Túnez, Trípoli…), alternando los éxitos (Túnez) con los fracasos (Argel, donde se ignoraron los valiosos consejos de un veterano Hernán Cortés). Felipe II reconoce (con acierto) el fracaso de la costosa estrategia de enclaves norteafricanos y cambia a otra (casi igual de costosa) consistente en mantener una potente flota, que aparte de la jornada gloriosa, no consigue ampliar ni reconquistar territorios. Felipe III expulsa a los moriscos e indirectamente alimenta el fenómeno de la piratería, pues las poblaciones expulsadas y asentadas en el norte de África, a duras penas encontraron medios de subsistencia viables más allá la piratería.

Sólo los alfilerazos del Duque de Osuna inquietan brevemente a la Sublime Puerta. Con Felipe IV y Carlos II, ya se ha abandonado el Mediterráneo al enemigo, pues todos los recursos se vuelcan en el frente europeo y el Nuevo Mundo. Si bien el resto de naciones europeas que ya campan por el Mediterráneo comienzan a sufrir en sus propias carnes la devastación berberisca. Los Borbones mejoraron la flota pero tampoco supieron dar con la tecla (se volvió a fracasar ante Argel). En esta época las ciudades berberiscas ya funcionaban con independencia de Estambul (su control era apenas nominal). Y para el caso de la República de Salé, Larache o la Mamora, el control de Estambul fue siempre inexistente, pues dependían de la connivencia de los sultanes marroquíes.

La conclusión del autor y de los gobiernos europeos de la época, apunta a que resultaba menos costoso pagar rescates de cautivos que mantener una potente flota disuasoria, cuya efectividad era relativa (las incursiones berberiscas alcanzaron las lejanas costas de Inglaterra, Islandia e incluso el mar del Norte).

Los tres siglos de piratería norteafricana se los «comió» España casi sola, con la digna pero insuficiente ayuda de Génova, Malta (pasado que los malteses actuales parecen haber olvidado) y los estados pontificios. Francia fue aliada de facto de Solimán, Venecia miraba hacia Grecia y los Balcanes y no tenía ningún interés en las costas norteafricanas. Ingleses y holandeses enseñaron los principios de la navegación atlántica sin remos a berberiscos, les vendieron cañones, armas de fuego y pertrechos navales (no fueron pocas las ocasiones que los españoles apresaron a los berberiscos cañones de fabricación europea). El fenómeno de la piratería berberisca fue devastador para España (e Italia). Destruyó el comercio naval y la pesca, arruinó familias, causó gran dolor a los cautivos y sus familias, devastó poblaciones y despobló la costa (algunas  tardaron décadas en recuperarse), vació las arcas del Estado y dejó un doloroso legado en el inconsciente colectivo.

Juan Carlos Losada, España contra el Imperio Otomano: la lucha por el control dl Mediterráneo desde el siglo XVI al XVIII. La esfera de los libros, 2021, 384 páginas.

     

6 comentarios en “ESPAÑA CONTRA EL IMPERIO OTOMANO: LA LUCHA POR EL CONTROL DEL MEDITERRÁNEO DESDE EL SIGLO XVI AL XVIII – Juan Carlos Losada

  1. Iñigo dice:

    Lo leí el pasado verano y si bien no aporta mucho a lo estudiado por eminentes hispanistas que todos conocemos, me parecieron interesantes los capítulos dedicados a los siglos XVII y XVIII, periodos menos trillados por otros manuales dedicados al pulso militar entre ambas potencias. Como libro de acercamiento a la temática, fantástico, pero poco más. Comparto la reseña que publiqué en su momento en mi blog. Con permiso:
    https://elpuentelejano.blogspot.com/2021/12/espana-contra-el-imperio-otomano-juan.html

    1. Santi dice:

      Estamos de acuerdo en que es un buen trabajo divulgativo, poco novedoso (si queda algo por contar, deberían hablar las fuentes otomanas), y que el autor no pretende presentar un sesudo estudio (que por otra parte tendría poca acogida entre el lector no especializado).

      E insisto en que el título es engañoso porque ambas naciones no vuelven a combatir de forma directa después de cabo Celidonia, y que no toda la piratería berberisca actuaba bajo el paraguas de Estambul, como los piratas «atlánticos» de Sale, Larache o la Mamora.

    2. Iñigo dice:

      Yo a estas alturas preferiría un estudio un poco más sesudo, porque como digo, éste se queda en la superficie. Bien para no iniciados y ya está… Que no es malo, pero hay que decirlo, tal y como es.

  2. Antigono el Tuerto dice:

    De Juan Carlos Losada tengo su libro Historia de las Guerras de España, una panorámica general de las guerras en las que se vio implicada España desde el reinado de los Reyes Católicos hasta la vuelta de la democracia a España, es un libro que me gustó bastante y que recomiendo fervientemente a cualquiera que se diga aficionado a la Historia militar.
    Así que el hecho de que el autor haya escrito esta obra ya hace que me interese, y mucho, por esa reseña; lo cierto es que, frente a la más atractiva, mediáticamente hablando, piratearía del Caribe, los piratas berberiscos han sido el patito feo de los aficionados a los piratas. Tal vez porque es más comercial que el pirata se llame Jack Sparrow a que se llame Jeireddín Barbarroja o Turgut Reis, tal vez porque la piratería en las costas de Berbería es un tema que solo ha interesado a españoles o italianos, siendo dejado de lado por otros autores europeos como un asunto menor.
    De una forma o de otra, siempre viene bien un nuevo aporte sobre este tema.

    1. Santi dice:

      A estas alturas del baile, lo único novedoso sería que hablaran las fuentes turcas (en el Lepanto de Desperta Ferro sí se encuentran algunos capítulos de autores turcos).

      Losada explica bien que ciudades como Estambul o Argel eran mucho más dinámicas y cosmopolitas que la mayoría de ciudades europeas. Por otra parte la piratería berberisca fue devastadora para las poblaciones costeras, hasta límites que hoy apenas podemos intuir y eso es algo que Losada explica bien.

      Por último, yo tambien preferiría un estudio más sesudo, pero por desgracia las editoriales existen para vender libros y los lectores escasean cada vez más.

    2. Iñigo dice:

      Hay editoriales valientes que rompen la norma, gracias a Dios.

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