«La fuente que transmite esta noticia de Demetrio es un erudito de la antigüedad poco conocido, Marcelino, el biógrafo de Tucídides. Marcelino, que posiblemente ni siquiera podía leer directamente la obra de Demetrio, recoge a su vez un célebre comentario alejandrino, el de Didimo. ¿Habrá sido, por tanto, Didimo el lector de Demetrio?»
La investigación histórica es una aventura apasionante, por los peligros que encierra y por las maravillas que permite descubrir. Tratar de reconstruir el pasado entraña, en efecto, un alto grado de complejidad y de riesgo, y requiere un considerable nivel de librepensamiento y de ausencia de prejuicios, y también de responsabilidad. Porque el resultado de esa labor es la obtención de una pieza a colocar en el gran puzzle que es la Historia de la Humanidad, del que por desgracia no tenemos ni todas las piezas (pues es infinito) ni tampoco un modelo en el que fijarnos para colocarlas.
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