UN SIGLO DECISIVO – Michael Scott
4 dEurope/Madrid octubre dEurope/Madrid 2010«El poeta Lord Byron, uno de los primeros filohelénicos o amantes de Grecia, que moriría luchando por la independencia griega en el siglo XIX, dio con el león de piedra que coronaba la tumba de Filipo en Queronea en uno de sus viajes. El animal estaba caído y enterrado. Se maravilló por su majestad y energía y volvió a enterrarlo cuidadosamente para preservarlo hasta futuras generaciones.»
Isócrates el ateniense apenas tuvo la oportunidad de conocer a Pericles, y tampoco llegó a ver los logros de Alejandro Magno. Y eso que murió casi centenario. Qué vida más desaprovechada, qué pena de tiempo vivido, justo los años que van de la muerte de Pericles al ascenso de Alejandro. Porque si algo tiene prestigio y nombradía cuando se habla de Grecia, si algo se destaca por encima de todo lo demás, son los logros de Pericles y las conquistas de Alejandro. Y resulta que Isócrates nació y murió entre lo uno y lo otro. Ya es lástima, desde luego, haber ido a vivir en un tiempo intermedio, en una «edad media», en un valle entre dos montañas. Ya es mala suerte haber vivido en un tiempo de brumas en el que no pasó nada importante.