LA CANCIÓN DE LA CABRA – Frank Yerby

LA CANCIÓN DE LA CABRA - Frank Yerby«Tisífone, Alecto y Mégera, las Erinias o Furias, viven en el Érebo y son más viejas que Zeus o que cualquier otra deidad del Olimpo.  Su tarea es escuchar las quejas que presentan los mortales […] y castigar esos delitos acosando a los culpables implacablemente, sin descanso ni pausa, de ciudad en ciudad y de país en país.
Es una imprudencia mencionar su nombre en una conversación, de ahí que normalmente se las denomine con el apelativo de Euménides, que significa «las amables»».
(Robert Graves, Los Mitos Griegos)

«Lo que más me gusta de los griegos es su idea de que la vida, en el fondo, es irracional y sin esperanza.  Su religión es la única verosímil; en el Olimpo había una colección de granujas…» (Entrevista a Frank Yerby publicada en El País Semanal, 12 de agosto 1984).

La Canción de la Cabra es una magnífica novela histórica ambientada en la Grecia clásica. Aristón, su personaje principal, es un joven «merillán» espartano, un hijo de «ciudadano».  Sólo en dos aspectos resulta diferente de los demás jóvenes de su grupo: por una extraordinaria y exótica belleza de la que él mismo no parece ser consciente, y por la historia que acompañó a su nacimiento.  Su madre, pese a ser la esposa de un respetable miembro de la Gerusía, ha vivido siempre con la convicción de que Aristón era hijo de un dios.  Hijo de Dionisio. Aristón el bastardo debe su vida a los Inspectores de Eugenesia del Consejo de Estado, que le salvaron de la muerte argumentando que era un hermoso ejemplar de humano que había de ser preservado para mayor gloria de Esparta.

El mismo día en que Aristón conoce a la mujer que ha de marcar su vida, comete una impiedad: llama a las Furias por su verdadero nombre, y en consecuencia se gana su inmortal cólera. Ese día los dioses deciden que el destino de Aristón debe seguir caminos oscuros, crueles y temibles. O al menos así lo cree el joven espartano, a la luz de los trágicos sucesos en los que se ve inmerso. Pero a veces ponemos a los dioses sólo como excusa de nuestros propios desatinos, y Aristón no sólo es testigo de horrores que le trastornarán profundamente, sino que, dejándose llevar por sus propios demonios internos, también será causa de dolor y muerte.

La novela nos relata la canción de la cabra, la canción de la víctima cuya sangre exigen las Erinias, el sacrificio que es debido a los dioses. Una víctima que lo es en virtud del exacerbado sentimiento de culpa que embarga al espartano. «Las amables» exigen dolor, sufrimiento, y la pérdida de toda esperanza. Por más que busca la expiación, el joven espartano no encuentra el descanso en la dulce muerte. Es la vida la que le ha de servir de castigo, no la muerte.

La vida de Aristón conoce muchas y variopintas situaciones (de merillán a esclavo, de esclavo a meteco, director de una ergasteria, hoplita, trierarca…), arrastrado por su destino inexorable, en una época en la que se desarrolla una hermosa y espléndida civilización, la civilización helénica. La acción se sitúa en las guerras del Peloponeso, y los acontecimientos arrastran al protagonista desde Esparta hasta Atenas.

Aristón conoce el horror, la decepción, la tristeza y la traición, pero también en su vida hay lugar para «lo bello»: conoce a Eurípides y Aristófanes, escucha a Sócrates, se emociona en el teatro, vuelve a experimentar el amor por una mujer y a luchar con honor, descubre la lealtad de los amigos, participa en la vida de la polis. Personajes como Brasidas, Estifón, Demóstenes, Cleón, Alcibíades, Teramenes o Sófocles tienen un hueco en esta historia.

A través de las peripecias de Aristón (la vida en Esparta, Esfacteria, la esclavitud en Atenas, su resurrección civil y su posterior participación como meteco en la vida de la polis, su participación en Muniquia o Arginusas) Frank Yerby nos da su particular visión de la cultura helena. Mirando con los ojos del protagonista, un homoioi espartano que descubre la floreciente Atenas, el autor nos sitúa entre dos mundos contrapuestos, uno en decadencia y otro en auge, con un resultado claramente favorable para Atenas. La admiración de Yerby por Atenas se manifiesta ya en el preámbulo de la obra, donde afirma que Esquilo, Sófocles y Eurípides bastan para justificar eternamente cualquier civilización. Y así, dice un ilota espartano sobre los atenienses: «Ya sé que son afeminados, corrompidos sin esperanzas y un hato de necios charlatanes, pero hacen temblar al mundo con la inmortal fuerza de sus ideas».

Esparta es la virilidad, la camaradería y la fuerza de voluntad, pero también la sangre, la irracionalidad, la tradición inmovilista. Atenas es la fuerza de la razón, la innovación, la organización política democrática, y el arte en cualquiera de sus manifestaciones.

Pese a lo que acabo de decir, no sólo son Aristón, los ciudadanos de Atenas o los acontecimientos políticos del Peloponeso los protagonistas de esta historia. La novela gira toda ella alrededor de las mujeres, siendo extraordinaria no sólo su presencia, sino el detalle y el cuidado con que el autor perfila la situación de la mujer en la Grecia antigua. Todas las sendas en la vida de Aristón están pobladas de personajes femeninos sin los cuales no se entienden las decisiones que ha debido adoptar en todas y cada una de sus encrucijadas vitales, para bien o para mal. Tal vez en este punto Aristón mantiene una manera de pensar ciertamente «moderna», que el autor trata de excusar con la afirmación del protagonista de que las mujeres de lacedemonia eran las más libres del mundo antiguo. Resulta contradictorio, sin embargo, que en la primera parte de la obra, que transcurre en Esparta, el propio Aristón reduzca su papel al de engendradoras de soldados y ni siquiera se plantee como posible que una mujer pueda ser objeto de sentimientos amorosos, y en su madurez advierta con pesar que en su adorada Atenas no son más que seres anulados en una particular y sofocante esclavitud. Todas por igual, ciudadanas, esclavas, heteras, son prisioneras de unas convenciones absurdas, seres a los que se les niega la capacidad de pensar, de sentir, de aprender, de apreciar las artes o la filosofía.

Esa «modernidad» resulta llamativa con respecto a la mentalidad de Aristón hacia lo femenino, pero también respecto a la valoración general de la novela, tratándose de una historia escrita en 1966.

En cualquier caso, creo que Frank Yerby no sólo es -debería decir era, pues falleció en 1991- un gran escritor y un magnífico contador de historias, sino uno de los escritores de novela histórica que con más acierto, elegancia y riqueza de matices retrata el universo de lo femenino, teniendo en cuenta que hablamos de una novela centrada en una época de la Historia en la que los personajes femeninos suelen dar muy poco juego, y pese a ello Yerby aborda con maestría esta cuestión y no sólo los borda, sino que además su número es considerable.

La nota negativa: lamento comunicar a los interesados que este libro no es de los que se encuentran habitualmente en cualquier librería o centro comercial.

En resumen: una novela absolutamente recomendable, aunque para encontrarla debamos de pasar algunos trabajos, como Hércules.

«Ojalá herede también la convicción de que el destino de un hombre, por muy extraordinario que éste sea, está en manos de los dioses, pero la voluntad de éstos, querido Tiglath, está en manos de las mujeres».
(Cavilius, en la reseña de la novela El Asirio.)

La canción de la Cabra.
Colecciones Populares Planeta
Edición 1968
413 páginas
ISBN 84-320-2704-9

[tags]La canción de la cabra, Frank Yerby, erinias, Aristón, femenino, Euménides[/tags]

 

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69 comentarios en “LA CANCIÓN DE LA CABRA – Frank Yerby

  1. cavilius dice:

    Estupendísima reseña, Vale, de una estupendísima novela, de las mejores que he leído sobre Grecia. Y mira que no recordaba muchos detalles de ella (ya hace tiempo que la leí), y por eso tu reseña ha hecho que me entren unas ganas enormes de releerla, y eso que yo releo poco.

    Y supongo que pronto vendrá Uro con más fanfarrias y alabanzas sobre la novela y el autor.

    (Qué detalle que cites esa frase de ese tal Cavilius, así la gente pensará que somos el mismo).

    Saludos.

  2. Urogallo dice:

    Aquí llegan las fanfarrias.

    Exhaustiva, exhaustiva, exhaustiva reseña sobre un magnífico, magnífico, magnífico autor.

    Y esta es una de sus mejores novelas. Yerby tenía un toque especial, y en algunas de sus novelas brillaba con especial intensidad.

    Esta es una de ellas.

    Verdad, verosimilitud, credibilidad…Esta es la Grecia de verdad. La Grecia que sabe donde acaban los esclavos atractivos y no tiene verguenza en ocultarlo.

    Según iba leyendo la novela se me aparecía el mundo griego como debía ser, no como cuentan las novelas al uso. Son los mismos datos, pero las consecuencias son distintas.

    Los personajes son tan reales que asustan.

  3. akawi dice:

    Bueeeenoooooooooooooo, otra que apunto para ver si la encuentro.

    Teniendo en cuenta que la reseña de Valeria es francamente buena y con el apoyo de esos dos grandes lectores, como son Cavi y Uro, no tengo más remedio que hacerme con ella.

    Gracias a los tres.

    Abrazos.

  4. Rodrigo dice:

    Magnífica, extraordinaria reseña, Valeria. De este autor no he leído absolutamente nada y es cierto que la novela no casa mucho con mis propias tendencias lectoras, pero ya me da por pensar que me he perdido algo interesante. Mi experiencia reciente es que en libros de los que antes no hacía mucho caso, como Yo, Claudio y Espartaco de H. Fast por ejemplo, he encontrado joyas muy apreciables, lo que ya es buen antecedente. Me fío además de tu buen criterio, así que haré caso de tu recomendación y me dedicaré a uno que otro trabajo hercúleo en pos de la novela.

    Saludos.

  5. Valeria dice:

    Me han moderado, supongo que por poner un enlace a bibliolimpo. Que lo sepáis.

  6. ARIODANTE dice:

    Valeria, guapaaa! ¡Vaya peazo reseña que nos has endilgado! ¡Fenomenal, oye! Me ha gustado muchísimo y no he leído naada del autor (por cierto no has dicho nada de él, me toca mirarlo en Google…). En fin, habrá que buscar. ¿Dices que no es fácil? ¿de que año es la edición?

  7. ARIODANTE dice:

    Eeeey! Acabo de descubrir que Yerby es el autor de «La semilla del Diablo»…No tenía ni idea..

  8. Urogallo dice:

    Ariodante hija, que es casi un autor español.

  9. ARIODANTE dice:

    ¿Casi?¿Cómo que casi? ¿hablamos del mismo autor? ¿Es éste: http://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Yerby ?
    ¿Por qué dices que es casi español? A ver, me lo expliquen…

  10. ARIODANTE dice:

    Y ya he mirado tu reseña de «La risa del diablo», Uro,…hago los deberes rápido, está claro que es un autor que debía conocer hace tiempo y me has pillado, ¡jolín! No se puede una relajar…

  11. Urogallo dice:

    Terrible, Terrible…Como penitencia deberás conseguir varios libros de Yerby en Cuesta Moyano.

  12. ARIODANTE dice:

    Bueno…a ver, ponme una lista:
    La canción de la cabra
    Mientras la ciudad duerme
    La risa del diablo
    ¿…y?
    En la Cuesta de Moyano ya veremos, primero lo intento en París-Valencia, que lo tengo más cerca. Hoy justamente he conseguido «La máscara de Dimitrios», de eric Ambler, por 3€.

  13. Urogallo dice:

    Si, pero Paris-Valencia vende libros nuevos de saldo.

    Dificil encontrar alguno de la colección RENO nuevo.

  14. ARIODANTE dice:

    No sólo, no sólo; tambien vende libros viejos. Y tengo localizadas un par de librerías de viejo-viejo donde podría ser…Y si no, cuando vaya a Madrid, está claro. ¿Colección Reno, dices?

  15. juanrio dice:

    Ario, La semilla del diablo es de Ira Levin, no de Yerby, que por cierto fue un autor prolífico.

    Valeria, sin palabras…que gran reseña.

  16. Valeria dice:

    Ariodante, no puse nada sobre Yerbi por no alargar la reseña y porque de eso ya se había encargado Urogallo cuando reseñó La risa del diablo: https://www.hislibris.com/la-risa-del-diablo-frank-yerby/

    Además, pensé que con el enlace a la entrevista también podía quedar saciada en parte la curiosidad de los lectores.

  17. richar dice:

    Ou yes, qué gran reseña, Vale. Este lo quiero, sí, así que el que vea 20 ejemplares por ahí descarriados, que los trinque todos y los reparta. Gracias.

    Un saludo,
    RIchar.

  18. juanrio dice:

    En la Cuesta de Moyano suelen tener bastantes ejemplares de la Colección Reno, así que, tu que trabajas cerca….

  19. ARIODANTE dice:

    Ya, Juanri, creo que me he confundido con «La risa del diablo», jajaja…(todo queda en casa); estoy demostrando una ignorancia supina, pardiez! y me he dejado llevar por wikipedia, en vez de comprobar en mejores fuentes.

  20. ARIODANTE dice:

    Valeria, efctivamente, entre la reseña de Uro y el enlace que incluyes, tengo información para poner una tienda. Reconozco que me salté la entrevista olimpicamente…y ahora entiendo por qué dice Uro que es casi español.

  21. Clío dice:

    Magnífica reseña Valeria, y el libro es tentador a ver si lo encontramos, yo de este autor creo, y digo creo, que leí Mientras la ciudad duerme pero no lo recuerdo mucho también debió de ser hace muuuuucho tiempo, pues está en casa de mis padres o ¿me lo he traido? uffff que memoria!

  22. ARIODANTE dice:

    «Mientras la ciudad duerme» ¿sirvió de base a la peli «La jungla del asfalto»? Porque con esto de que luego les cambian el título original y les ponen lo que les rota, pues me llevo un lío…

  23. cavilius dice:

    Pues mira que Mientras la ciudad duerme a mí me suena a título de película…

  24. ARIODANTE dice:

    Es que lo es… pero se llevan un lío entre los títulos originales y los que ponen que no tienen nada que ver cuando traducen, (que no traducen, claro) Acabo de ver que no, la novela se llama origiunalmente The foxes of Harrows. Vete tu a saber por qué dicen en Wikipedia que ambas son la misma. Bueno, ya me canso de esta historia. Intentaré conseguir algun libro de Yerby, ya que parece un gravísimo error por mi parte esta ignorancia supina en la que me encuentro respecto a él.

  25. Urogallo dice:

    En Cuesta Moyano es muy habitual verlos, y normalmente por un euro o dos ( Si están en buen estado).

    Mi favorito seguirá siendo «El capitán Rebelde». El mundo del Sur norteamericano, que era el suyo, es donde mejor se desenvuelve. Aunque en «La canción de la Cabra» también lo bordó el individuo.

  26. juanrio dice:

    Por cierto que es un título como para salir corriendo….Si no te han explicado de que va, claro.

  27. Valeria dice:

    Totalmente de acuerdo, juanrio. Yo escuché este título por primera vez en la reseña de Uro. Y me picó la curiosidad, porque además me sorprendía una novela de Yerby centrada en Grecia. Le tenía un poco encajonado en los USA. Pues es de las mejores novelas sobre Grecia que he leído.

    Ahora a buscar por ahí los que tenéis mercado de segunda mano, o en el enlace que os he dejado…

  28. cavilius dice:

    Respecto a lo que comentáis acerca del título de la novela, La canción de la cabra: efectivamente, como dice Vale en la reseña, bien podemos interpretar el título como referido al canto o sonido que emite el animal sacrificado a las Erinias vengadoras para calmar su cólera. Pero también puede hacer referencia a lo siguiente (y para todo lo que sigue ahora que venga Javi_LR y lo corrobore-amplíe-corrija-desmienta, que para eso es especialista en cosas evohéticas):

    Los griegos tenían unas celebraciones festivas en las que se cantaba y danzaba en honor a Dionisos, el dios del vino y la fertilidad; en esas celebraciones dionisíacas, en las que se lanzaba a diestro y siniestro el grito de «evohé, evohé«, y en esas danzas, llamadas ditirambos, los participantes solían cubrirse con pieles de machos cabríos o disfrazarse de ellos, quizá como símbolo de cercanía con la naturaleza, con la fertilidad, y también con la locura. El dios Pan, dios de los bosques, de la naturaleza, también de la fertilidad, igual que Dionisos, se representaba siempre como un macho cabrío de aspecto terrorífico (de ahí la palabra «pánico», por cierto); los sátiros, habituales acompañantes de Dionisos, también solían representarse con aspecto cabruno. Y ni el dios ni los sátiros, por tanto, eran ajenos a las celebraciones dionisíacas. Los ditirambos eran pues algo así como «canciones y danzas de machos cabríos». Con el paso de los años, los ditirambos fueron evolucionando: el coro que cantaba acentuó su papel dramático y su importancia creció. Pero a lo que resultó de esa evolución, siendo ya otra cosa, se lo siguió llamando «canción del macho cabrío». Y esa expresión en griego se dice con una única palabra: τραγῳδία, es decir: tragedia.

    De modo que el título alternativo de la novela de Frank Yerby sería, con todo derecho, el de Tragedia, tragedia en el más puro sentido griego.

    Cielos, pero qué ganas que tengo de releerla, por las barbas de Zeus…

    1. Javi_LR dice:

      Y yo de leerla, snif.

      No pienso desmentir ni corregir nada, Cavi, porque lo has explicado de maravilla. Sólo ampliar un poco lo de Pan, porque es una versión a modo de chascarrillo que me gusta mucho. Efectivamente, la palabra pánico viene de tan lúbrico especimen, pero hay quien cuenta que el verdadero pavor provenía de cuando le despertaban de la sieta. Era entonces cuando Pan agarraba tal cabreo (qué maravillosas son las palabras) y eran tan terribles sus chillidos que los que rondaban la escena no podían más que echarse a temblar.

      Dioses alegres, sin duda. Había una gran tradición en la Arcadia, región griega bastante agreste y propicia para los cabreros y sus τράγος, y llena de valles como el del Alfeo, tan adecuados para las ninfas. La festividad estaba servida.

      ¡¡¡EVOHÉ!!

  29. juanrio dice:

    El título es desafortunado, porque requiere una explicación. Hoy, no habría una editorial que lo publicara con él.

  30. cavilius dice:

    Pues yo discrepo, juanrio, a mí me parece un gran título, de los mejores que he visto. Independientemente de lo que etimológicamente pueda significar la palabra «tragedia». Pero sí que es verdad que hoy no habría ni una editorial que lo publicara tal cual. Bueno, quizá sí habría una…

  31. Valeria dice:

    Efectivamente, la canción de la cabra también hacía referencia a PAN, y al rito dionisíaco. El título tiene muchos sentidos, y ninguno es escogido al azar. Por un lado, tenemos el supuesto origen divino de Aristón. Por otro, las decisiones vitales de Aristón encaminadas a tratar de aplacar a las benévolas expiando con su vida su impiedad. Pero también hay un guiño a esa interpretación que hace Cavi. En un momento determinado, dice el protagonista: Soy vuestro fármaco, vuestra cabra de sacrificio, y eso supongo que es la tragedia, la canción de la cabra

  32. Urogallo dice:

    Yo apoyo a Juanrío. El título es un horror, comercialmente hablando. Por supuesto que Yerby podía contar con el tirón de su nombre, es como si Brown/Coelho/King escriben hoy algo con un nombre incomprensible. Vendería lo mismo.

    Pero objetivamente, cuando yo veía el título de la novela, ya os podreís imaginar las posibilidades que se me pasaban por la cabeza.

    ¿Una historia ambientada en un entorno pastoril?.

    1. Javi_LR dice:

      Y digo yo: si hablamos del título del libro, ¿no es indicativo de que es bueno?

  33. Urogallo dice:

    Es un título excelente y apropiado, solo que poco comercial.

    Por cierto, esta portada tampoco me gusta mucho. La de mi edición era más descriptiva.

  34. Valeria dice:

    Bueno, el título es feo y poco comercial, efectivamente, pero al menos tiene la virtud de suscitar el interrogante de a qué se referirá tan horrendo encabezamiento. Lo peor viene cuando , interesado por esa cuestión, le das la vuelta al ejemplar y te encuentras con una contraportada como esta: «La canción de la cabra, es decir, la canción del dios Pan -la deidad que representa a la Naturaleza- es el símbolo de una época, en la que mientras unos se entregaban a los placeres más frenéticos y desordenados, estaba naciendo una gran cultura…»

    Cuánto daño hacen algunas contraportadas.

  35. juanrio dice:

    Terrible daño, Valeria. Yo hace tiempo que dejé de hacerles el menor caso.

  36. cavilius dice:

    Pues hablando de títulos, el colmo del mal gusto sería usar alguna palabra en un idioma que casi nadie conozca, y que además sea intraducible; no te digo nada si es una lengua muerta.

    No caigo ahora en ninguna novela así pero alguna habrá, seguro…

    1. Javi_LR dice:

      Y lo peor de todo: un editor al que le parezca buena idea.

  37. juanrio dice:

    Estaríamos hablando del Criptonomicon…¿no?

  38. Nacho dice:

    A mí en cambio sí que me parece un título excelente. Acompañado además de otra genial portada del gran Riera Rojas, portadista habitual en las ediciones de Goliat y Omnibus de Planeta. Me habéis picado la curiosidad con esta reseña (enhorabuena Valeria) y va a ocupar un puesto de honor en mi lista de espera.

    En su día empecé para ver qué tal pintaba «Olor de santidad», del mismo autor, y se ve que detrás hay un buen escritor.

    Un saludo.

  39. Ascanio dice:

    Esta mujer me va a matar. No contenta la individua con ponernos los dientes largos con libros que no tenemos dinero para comprar ni tiempo para leer, ahora resulta que, con esta manía de Indiana Jones de las librerías de segunda mano que le ha entrado, hace que éstas se aprovechen de nuestra voracidad para subir el precio de los libros usados.

    Para muestra, un botón: una librería con nombre de morada de los dioses vende «La canción de la cabra» -por supuesto, de segunda mano- al nada despreciable precio de ¡¡20 euros!!

    ¡Valeria, que nos arruinas! ¡Que cada vez que reseñas sube el precio del pan digoooo de los libros!

    (Ah, se me olvidaba. El título del libro es original, llamativo y, en mi opinión, acertadísimo).

  40. Valeria dice:

    Pues cuendo yo colgué el enlace había un ejemplar por 15. Y yo lo encargué en el mismo sitio por menos……
    Pero la culpa de todo la tienen Urogallo y Cavi, que yo nunca había oído mentar esta novela hasta que apareció mencionada en la reseña de Yerby que hizo Uro. Me llamó la atención el título.
    Y la pena que yo tengo es que aquí , en mi pueblo, solo hay dos librerías de segunda mano, y nunca tienen nada de nada. Yo creo que incluso han adelantado la hora del cierre por no verme entrar con la lista.

  41. Urogallo dice:

    Bah, en mi pueblo las vendían a 2 euros y me parecían caras.

  42. Ascanio dice:

    ¿Ves como tengo razón? Antes de publicar la reseña valía 15 euros o menos. Sale tu reseña y ¡pimba! Sube el pescao.

    Sí, Uro, las del oeste yo las he visto por 1,5 ó 2 euros, pero la de la cabra ésta, no.

  43. Berta dice:

    Hola a todos:

    Me veo en la obligación de escribir algo, ya que debido a vuestros últimos comentarios, me siento aludida de alguna manera ya que fui yo la persona que se llevó el ejemplar de 15 € y que lo pedí junto con el ‘Soportal de los malos pensamientos’. No me arrepiento de ninguna manera haberlos pagado, porque la novela me está gustando mucho, aunque aún me falta mucho para acabarla. Aún así, el ritmo de la novela es trepidante, ya que en el primer tercio de la novela aproximadamente, suceden tantos acontecimientos, que en si podrían ser un libro completo.

    Agradezco a Valeria su reseña, porque por ella he conocido una novela de las mejores sobre griegos (copyright Cavilius). Cuando lo acabe de leer, haré algún comentario más detallado sobre ella.

  44. Ascanio dice:

    ¡Que le cooooooorten la cabeza!

  45. juanrio dice:

    Los libros de segunda mano de la antigua Editorial Reno suelen ser muy baratos, su calidad material es muy mala. El problema es que cuando vas buscando uno en cuestión no hay manera de encontrarlo…..Lo que me imagino es que el de Berta será alguna otra edición, porque servidor no paga 15 euros por aquellos libros…

  46. Urogallo dice:

    Estoy con Rivers. El problema de las ediciones de RENO es que ya eran malas en su época. ( El auténtico libro de bolsillo, tamaño bolsillo y muy barato).

    Muchas veces se me han deshecho ( sic) los libros de RENO en las manos, por que la cola se ha secado y desmenuzado, y el papel ya estaba quebradizo.

  47. Ascanio dice:

    A mí me suena que yo tenía Chacal y Los perros de la guerra (era mi época de la literatura de espías), y no conservo ninguno. ¿Andeandarán? De Reno creo que sólo tengo actualmente El otoño del patriarca, de García Márquez.
    Ahora, que si hablamos de calidad de papel deplorable, ahí tenemos a Austral…

  48. Berta dice:

    Yo tampoco pago 15 Euros por un libro de la colección Reno. En mi caso el libro es de la colección Omnibus de Planeta con carátula y todo. Lo que sí me ha llamado la atención es que hubiera dos libros a 15 Euros cuando yo lo compré y después lo hayan subido a 20 Euros. Ojalá pudiéramos subir en la empresa donde trabajo los productos en la misma proporción. Eso si que es visión de mercado.

  49. Valeria dice:

    Y yo sin ver ni un céntimo de comisión, ni un librillo de regalo, ni un jamón de guijuelo….. (y gracias por la confianza, Berta).

  50. Maite dice:

    Por casualidad he encontrado esta magnífica reseña de un libro que leí hace años y me impresionó. Os felicito también por los comentarios.

  51. Valeria dice:

    Pues muchas gracias, y bienvenida por estas páginas. Espero que encuentres más cosas que te gusten.

  52. Aretes dice:

    Discrepo en lo del título. Si no llega a ser tan original, no me habría acordado de este libro y no me habría hecho con una magnífica edición el otro día en la Feria del libro antiguo.

    Sólo por eso mereció la pena.

  53. juanrio dice:

    Te lo dije, Aretes, había un libro esperándote…

  54. Valeria dice:

    Pues espero que te guste, para que no sientas nunca la necesidad de atizarme con el libro en la cabeza.

  55. Valeria dice:

    Y por cierto, esta reseña es una de las que se vio afectada por no sé qué duendes informáticos del pasado, y aún mantiene algunas palabras indebidamente «amancebadas» unas con otras. Si alguien me dice cómo, aquí hay una voluntaria para darle un repasito.

  56. juanrio dice:

    ¿Has probado a entrar a editarla? por la puerta de atrás…..

  57. Aretes dice:

    Sólo espero que haya un nuevo reto como éste, aunque cada vez que salta una de estas joyitas en Hislibris sube el pan, los ejemplares desaparecen y comienzan las leyendas urbanas.

  58. Valeria dice:

    Yo con la puerta de atrás me encuentro como Gandalf buscando la entrada de Khazad-dûm. Como no entro desde los albores de la Primera Edad…

  59. Nuruialwen dice:

    Ya íbamos a echar un vistazo al entuerto al leerte pero con comparaciones tan majas, más… Dame un ratejo, en breve lo solucionamos, tranquila.

  60. Valeria dice:

    Hola, guapísima. Gracias por hacer de real academia (limpia, fija y da esplendor). Eso sí, relajadamente, con calma.

  61. Nuruialwen dice:

    De nada, ahí lo tiene usté arreglado (otro saludiño, Vale, y con ese piropo, más bien gracias a ti…)

  62. Juan Carlos Goez patiño dice:

    Donde se consigue este libro.la canción de la cabra

  63. HÉCTOR ARMANDO IKONICOFF dice:

    quiero recuperar adquiriéndolo de nuevo este y otros ejemplares del mismo autor. Al libro lo leí hace ya muchos años, pero sufrí una entradera y perdí casi todos mis libros, además de otras cosas de valor. He visitado librerías en Moreno, provincia de Buenos Aires, Argentina y no lo tienen. ¿sabrían decirme cómo puedo hacerlo? Me cuesta salir de casa, por mi edad, pero eso no me impide atesorar libros. saludos a todos los amantes de la buena literaturaa

  64. Urogallo dice:

    Hace poco tiempo lo vi de saldo en una librería. Que pena no haberlo adquirido.

  65. Jose dice:

    Si no os importa leer en pantalla, hay un PDF compartido en Emule. Todavía funciona… Yo he conseguido unos 20 libros de Frank Yerby, cada cual mejor que el anterior.

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