UN DÍA DE CÓLERA – Arturo Pérez-Reverte

Un día de cóleraRaro sería que alguno de los que andamos por aquí no conociéramos a día de hoy la existencia de la última obra de Arturo Pérez-Reverte, Un día de cólera, porque guste o no el autor, hay que reconocer que se ha convertido en un escritor noticiable como pocos, y más si a su estilo, sus columnas y el resto de sus apariciones, añadimos que el tío sabe aprovechar el momentum como pocos, subiéndose esta vez casi el primero a la ola de libros sobre el bicentenario del levantamiento contra los franceses.

Dicho esto, y reconociendo que soy un auténtico friki de los libros de Pérez-Reverte en su versión novela histórica (reconozco que con alguno de los «otros» no he podido), la lectura de su última obra se ha parecido más a un ataque de epilepsia bibliófila, tal era la velocidad con la que he pasado las hojas. Vamos, que para los que aún no se han enterado, el libro me ha alucinado por completo. Genial.

El libro se centra única y exclusivamente en el desarrollo de los acontecimientos ocurridos en Madrid durante el 2 de mayo de 1.808, jornada durante la que los madrileños, hartos de la dominación francesa en su propia casa, deciden sacar sus tijeras, navajas de Albacete y sables oxidados para enfrentarse a las mejores tropas del planeta. Con un par.

Durante las cuatrocientas y poco páginas viviremos la más que heroica resistencia del cuartel de artillería de Monteleón, donde dos capitanes del cuerpo de artilleros, Luis Daoiz y Pedro Velarde (por cierto, los únicos militares que «oficialmente» movieron un dedo contra los franceses, tan jiñados estaban los demás), dirigirán durante horas una espectacular resistencia, contando con un par de docenas de soldados y otro par de centenas de paisanos, armados con lo que tenían a mano. De locos. Y el momento del cañonazo final, fuera de serie.

Si la defensa de Monteleón es el hilo conductor del libro, con él se entrelazan un sinfín de pequeñas historias que le dan un dinamismo y ritmo espectaculares, llevando al lector hasta la extenuación, y dando a entender que el autor esta vez se lo ha currado de verdad, mamando de sabe dios cuántas fuentes. De hecho, y si no recuerdo mal, creo haber leído en el comentario de Urogallo sobre la presentación del libro, que en el mismo aparecen los nombres y apellidos de más de 500 personajes, unos históricamente conocidos y otros, los más, anónimos para la Historia pero fundamentales para el desarrollo de aquella «surrealista» jornada en la que los franceses, aparte de cabrearse bastante, no llegaban a dar crédito de los redaños que podía mostrar un pueblo al que imaginaban sumiso y al que descubrieron de muy mal pronto.

Aparte de lo enriquecedor que ha sido redescubrir este momento memorable de nuestra historia, lo que más me ha impactado del libro es su estilo, sorprendentemente similar al de escritores especializados en otras temáticas como Cornelius Ryan o Stephen Ambrose (esto creo que se lo he visto comentar a alguien, pero no puedo más que suscribirlo y resaltarlo). Para los que hayáis leído a alguno de los citados, sabréis de qué hablo, y para los que no, hacedlo y lo sabréis.

En definitiva, un libro muy recomendable para repasar una jornada épica y que brote un poquito ese sentimiento patrio tan adormilado normalmente entre nosotros. Además, ahora que tenemos letra para el himno, qué mejor momento :-)

Editorial: Alfaguara
Páginas: 408
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788420472805
Nº Edición:1ª
Año de edición:2007

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241 comentarios en “UN DÍA DE CÓLERA – Arturo Pérez-Reverte

  1. Laurence dice:

    Debe de ser efecto del cansancio….pero estoy viendo la portada del último libro de Pérez Reverte…y parece una reseña ¡¡¡ Tú todavía despierto a esas horas, Richar??. Bueno, entonces de Friki de Pérez-Reverte a Friki de Pérez-Reverte, te diré que me están haciendo rabiar mucho para darme ya mi libro, que hasta sueño con él porque por lo que ha ido comentando el reportero Urogallo y otros tantos, y ahora tú con tu reseña no quiero pasar un día más sin mi libro por mucha sorpresa que sea que te esperen tus regalos a solo semana y media y de que te los den en un ambiente creado especialmente para ello…¡¡no sé si podré resistir más!! Felicidades Richar, por tu agilidad lectora y por ese ataque de epilepsia bibliófila que te ha llevado a culminar el proceso con entusiasmo y una pasión desbordante, como en los mejores tiempos, como en las mejores obras de Pérez Reverte. Felicidades.

    Un saludo.

  2. Anthos dice:

    Bravo, Richar. Te encuentro enardecido y vibrante con las epopéyicas gestas hispanas; no es para menos. Permíteme, no obstante, una observación: la no intervención en un primer momento de otros militares de cierta graduación quizás no se debió tanto a su falta de valor -a los soldados se les presupone por principio- sino a las instrucciones dictadas por el capitán general Francisco Negrete. El propio Daoiz tuvo sus dudas e indecisiones, pues el seguimiento de los naturales impulsos de enfrentarse a las tropas de ocupación se contraponía al acatamiento de las órdenes recibidas. Al final prevaleció el fervor patrio frente a la disciplina militar.

    Gloria para Luis Daoiz y Pedro Velarde, sin olvidar al no menos heroico Jacinto Ruiz y tantos otros.

  3. marbenes dice:

    Gracias, Richar, por esta estupenda y rápida reseña (aún está calentito el libro en las librerías). Después de leerte, creo que retomaré mi afición por este autor al que abandoné tras la serie de Alatriste.

  4. Verdoy dice:

    Muy bien Richar! No haces más que confirmar la sensación que tuve hace un par de días, cuando decidí echarle un vistazo a las primeras páginas. Me temo que tendré que aparcar los libros que estoy leyendo para dejar paso a éste.

    saludos

  5. Vorimir dice:

    Estupenda reseña Richar, este es el próximo libro que voy a leerme en cuanto acabe el que tengo entre manos.
    Además la semana que viene me toca hablar de él en la tele de mi pueblo y tu reseña me viene de perlas :).

    Estoy seguro de que me gustará y ando ansioso por empezarlo.

    Saludos!

  6. pepe dice:

    Enhorabuena por la reseña, Richar. El libro de marras me lo han regalado por reyes y lo está leyendo mi mujer. Según parece, le está gustando. Yo no pienso leerlo todavía, quizá más adelante, cuando no esté tan de moda, porque la sensación de de estar leyendo lo que otros quieren que lea le resta mucho placer a la lectura.

  7. Valeria dice:

    Es de agradecer -y lo digo aunque ya me he zampado el libro- que las reseñas de estas novedades editoriales se publiquen cuando más las necesitamos: cuando empiezas a ver el libro en las librerías, y te preguntas una y otra vez si lo compras, o no lo compras, si le haces un hueco en la lista de pendientes, o lo dejas a la colas aguardando su turno. Gracias, Richar, por la reseña. Y por la oportunidad de la misma.

    Lo que es evidente, como dices, es que el autor sabe cómo proclamar a los cuatro vientos que tiene libro nuevo. Dudo que haya alguien que no conozca esta publicación.

    El libro me ha gustado, aunque reconozco que tiene algunos altibajos. El principio me recordó por su estilo -y salvando las distancias- a un libro que en mis tiempos de estudianta me había impactado mucho, y me había gustado más: La Colmena.

    Me atrevo a realizar una sugerencia, especialmente a quien le resulte interesante este acontecimiento histórico: Complementad esta lectura con los episodios nacionales de Galdós sobre 1808. Son la guinda para una buena tarta.

  8. Giustiniano dice:

    He de decir que ayer noche cometí el «error» de empezar el libro en la cama antes de dormir. A las tres lo he dejado porque hoy lo iba a pagar caro. Me está gustando mucho y eso que yo, gran seguidor de Arturo, estaban empezando a resultarme cansadas sus últimos títulos.

    Anthos, tienes razón, y precisamente en el libro vienen muy expresadas las dudas de Daoiz y las órdenes de Negrete de permanecer en los cuarteles.

    Gracias por la reseña, me anima todavía más a acabar el libro.

  9. Jerufa dice:

    Bravo Richar. Hacía tiempo que no te prodigabas por aqui.
    ¡Grandes Daoiz y Velarde! El primero, trás decidir empuñar sus armas contra los franceses ese dia, vivió tres horas. Velarde, algunas más. Los dos cayeron ese día. ¡Gloria a ambos!
    Me lo han traido los reyes y caerá, claro que caerá. Lo que no sé es cuando.
    Yo, como Pepe, a contracorriente.
    Adiodió.

  10. Urogallo dice:

    «Oigo patria tu aflicción…»

    Personalmente, espero con ansiedad que esta sea la primera de una saga que vaya jalonando los bicentenarios que van a empezar a producirse: 2 de Mayo-Bailén-Cádiz-San Marcial…¿Unos episodios nacionales de Reverte?.

    ¡Ojalá!.

    Y no es descabellado, si el propio autor reconocer que tarda aproximadamente unos dos años en escribir cada libro, los 6 años de la guerra de Independencia le permiten escribir al menos 3 más.

  11. Epaminondas dice:

    Enhorabuena jefe. Una reseñaza.

    (boing, boing, boing…)

    Uro: se advierte comparativamente la monstruosa capacidad de trabajo de don Benito Pérez Galdós. ¡Que monstruo!.

    saludos

  12. Casio dice:

    Estupenda reseña, así da gusto.

    Yo, como Pepe y Jerufa, lo tengo esperando, en la recámara.
    Aunque lo de ser ya tres a contracorriente le quita parte de la magia, ¿no?

  13. richar dice:

    Pues gracias por las felicitaciones, que no las merezco por ser mediocre reseñador. Eso sí, espero haber transmitido -y casi estoy seguro- lo mucho que me ha gustado el libro de marras.

    Por partes y respondiendo algunos puntos:

    Laurence, no es que me haya acostado/levantado tan tarde, es que es Anthos el que publica las reseñas y las pone a esas horas intempestivas.

    Anthos, cuando decía que Velarde y Daoiz eran los únicos que oficialmente habían movido un dedo contra los franceses, no pretendía decir que el resto fueran unos cobardes. Efectivamente, y el libro lo deja bastante claro, sólo obedecían las claras órdenes, emitidas sin cesas incluso en mitad de los altercados, de no hacer nada contra las tropas francesas.

    marbenes, híncale el diente, que este libro no tiene mucho de Alatriste, si no son algunas expresiones sueltas o conversaciones creadas por el autor. Se nota un cierto deje revertiano pero en pequeñas dosis.

    Verdoy, aparaca el resto de libros. Es curioso, pero desde el primero de Alatriste que me regalaron unas navidades hace un eón, cada vez que me hago con uno de este autor, paro el resto para darle prioridad.

    Vorimir, ¿la tele de tu pueblo? ¿se puede ver por internet?

    pepe, léetelo ahora hombre, que es un buen comienzo para el bicentenario.

    Valeria, anoto tu recomendación sobre Los Episodios; de hecho el domingo lo estuve comentando con Anthos, para completar esta lectura.

    Giustiniano, no me suena haberte visto por aquí, así que bienvenido. A mi me ha pasado lo que a ti, que he robado unas cuantas horas al sueño porque no podía soltar el libro. Al menos sólo han sido tres días.

    jerufa, idem que pepe.

    Uro, tu propuesta suena muy cañera, y la verdad es que conociendo un poco a este hombre, que sabe aprovechar las corrientes como pocos, no me extrañaría que se le hubiera pasado por la cabeza. Estaría bien, la verdad.

    Epa, no te pases, hombre :-)

    Un saludo,
    Richar.

  14. Curistoria dice:

    Justo hoy he comenzado con él :)

  15. Urogallo dice:

    A mi me gusta eso de publicar las reseñas a primera hora del día, así tenemos toda la jornada para debatirlas.

  16. Krieg dice:

    He leido por ahí arriba, creo que lo escribió urogallo lo de » Episodios Nacionales de Reverte» por favor, ¡¡¡¡que horror!!!! si no le llega a Don Benito Perez Galdós ni a la suela del zapato, ya le gustaría a el, y nunca le llegará, lo que tiene desde lo del Capitán Alatriste es un montaje editorial de cuidado, (muy gratificante economicamente para la editorial y para el, haciendolo coincidir con Navidades por supuesto) ¿dos años? menudo morro, este se apunta a lo que sea, y además muchos margenes, letra bien gorda…….
    Salu2

  17. Incitatus dice:

    Koenig, por fín, creía que nadie iba a pensar como yo… De Reverte a Galdós hay muchas leguas. Reverte es divertido y ameno, y sabe aprovechar tirones editoriales, pero no pasa de ahí.
    De todas formas con tantas alabanzas supongo que me leeré el libro.

    Saludos

  18. Incitatus dice:

    Perdona Koenig y perdona Krieg por confundiros, eso pasa por leer muy rápido

  19. Eva dice:

    Pues te voy a decir una cosa, Krieg (extensiva a Incitatus), con todo el afecto que mereces (mereceis). Lo de las suelas y el horror es personal de cada cual, y ahí no me meto. Pero soy lectora de Galdós desde la más tierna infancia, y éste libro, al estar escrito cien años depués del abuelo Benito, manejando información posterior, mas precisa y, abundante y privilegiada (ver bibliografía al final), tiene cosas que Galdós ni sabía ni imaginó. Es un extraordiario libro que completa, complementa y en algunas cosas mejora al de Galdós (te acerca más a la gente y a la realidad de la lucha, que la vives). Galdós nunca vivio una guerra, y Reverte si, y se nota una barbaridad. Reverte emociona como no llega ya a emocionar Galdós, porque tambien la literatura se hace vieja, aunque clásica y venerable, y necesita que la renueven y pongan a punto para nuevas generaciones de lectores. Por otra parte, el propio Reverte ha declarado que no pretende reescribir lo que Galdós escribio «mejor que nadie» (sic), sino «ponerle nombre y apellidos a los cuadros de Goya». Añadiré además que en mi opinión, que es tan respetable como la de cualquiera, el estilo de Reverte es má adecuado a la narración, más perfecto y mas moderno que el de Galdos (algunas cosas del abuelo Benito, escritan hace cien años para un público de entonces, me aburren a veces, Reverte nunca). Añadiré también que nada tengo contra los montajes editoriales si el producto es bueno (también se hacen montajes publicitarios del Golf y es un coche estupendo), y a estas alturas ya está muy visto eso de que Reverte lleva veinte años triunfando porque le hacen un buen marketing, como si sus cientos de miles de lectores fuesemos memos. Ya está bién de prejuicios y tópicos, hombre. Que aquí somos lectores de verdad, yuno puede decir que algo no le gusa razonado, pero no es de recibo entrar a saco sin conocer la materia. Porque una última cosa: tengo la sospecha (casi la seguridad) de que no te has leído el Dia de Colera. Nadie que lo haya leído abordaría así la cuestión. Creo que hablas de oidas, con los prejuicios de siempre (con Reverte ya están muy vistos, por cierto) y eso no es honrado. Deberias echarle un vistazo antes de hablar de morro del Reverte, como si vender libros y ganarse la vida bien con eso fuera censurable, e insultar la inteligencia de quienes lo seguimos con respeto e interés. Dicho sea con todo respeto para tì, claro. Un saludo afectuoso de lectora a lector en este estupendo foro.

  20. nando dice:

    Pepe: no te lo leas, deja a tu mujer que te lo cuente.

  21. pepe dice:

    Nando: ayer le pregunté cómo iba la cosa y su respuesta fue menos entusiasta de lo que yo esperaba. Me dijo, textualmente y con desgana, que ni fu, ni fa. Al inquirir más detalles acerca de tan críptica -a la vez que simpática- opinión, tuvo a bien informarme de que no se trata de una novela sino de una especie de recuento de nombres, lugares y acciones diversas, salpimentadas con alguna gracia. Esto último no es textual, porque yo estaba ya medio dormido, pero es bastante aproximado.

  22. pepe dice:

    Eva, me ha gustado mucho tu comentario, es muy valiente. No hay que avergonzarse de lo que uno lee y hay que ser capaz de defenderlo honradamente, si llega el caso. Has planteado una discusión bastante seria acerca del valor literario de la obra de Reverte, en la que pienso entrar cuando tenga un rato de tranquilidad.

  23. horacio dice:

    Al hilo de lo que dice Pepe comentar que la primera mitad del libro me parece más crónica que novela, y la lectura se hace un poco más trabada, no se profundiza demasiado en cada uno de los lances y personajes que aparecen. Pero a medida que toman protagonismo los sucesos de Monteleón el texto se vuelve más ágil, más novela, y la historia se cohesiona. El desenlace es más sombrío y triste, invitando a reflexionar sobre lo contado y lo que desencadenó después.
    A mi modo de ver es un buen libro, diferente. Hay gente que esperaba una novela al uso, pero no lo es, y quizás sea este su atractivo principal.

  24. nando dice:

    Yo me quedo con el «ni fu, ni fa» de la señora esposa de Pepe.
    Aún así, hay que reconocerle a este señor el gran mérito del oportunismo:
    Trafalgar hace unos años, el 2 de mayo ahora…

    saludos revertianos

  25. diotima dice:

    Gracias a la reseña y comentarios, espero con ansia que el libro llegue por acá donde vivo, también yo me declaro fan de los libros de Pérez Reverte que, encuanto vemos alguno en la librería lo compramos. Estoy de acuerdo con el comentario que Eva hace al respecto entre la diferencia de Galdós y Reverte, especialmente desde que conocí a este último autor a través del Capitán Alatriste.
    Gracias a Todos.

  26. pepe dice:

    He leido unos cuantos libros de Reverte y todos me han resultado entretenidos. En algunos incluso hay momentos muy inspirados. Si tuviera que dar un ejemplo ahora mismo elegiría, casi sin dudar, el episodio de la entrevista en la Carcel Real en El oro del rey. Tiene inteligencia e ingenio para la trama, maneja bien el ritmo de la narración y ciertos toques de humor. Sin embargo, me desagrada el tono a veces desabrido de sus personajes, gentes que lo han visto todo, lo saben todo y están de vuelta de todo, hombres viriles y mujeres fatales con muy pocos detalles psicológicos. Es también a veces muy insistente con una idea, cuando le parece especialmente afortunada. En El pintor de batallas descubre la geometría del caos y se pasa toda la novela repitiendo que si el orden está en el desorden, que si el mar era cielo, que la noche la mañana, que las estrellas, rocío, que la calor, la nevada, se equivocaba …

  27. pepe dice:

    Lleva razón también Eva en lo de que un libro no tiene que ser necesariamente malo por el hecho de que tenga mucha publicidad. Pero, en mi caso, insisto, no puedo evitar la sensación de que estoy yendo por donde otros me dice que vaya. Esta regla, como todas, tiene su excepción: acabo de leer el último de Harry Potter -que tiene toda la publicidad del mundo y más- y he disfrutado mucho con el, la verdad. Lo de la regla con excepción me trae a la memoria el chiste de ése que va a Francia a pasar unas vacaciones y se encuentra a la vuelta con un amigo.
    -Qué, ¿cómo te ha ido por allí?
    -Cojonudo, es un pais estupendo.
    -¿Cómo te entendias con ellos?
    -Muy fácil, las palabras son iguales, pero acabadas en «é».
    -Entonces, ¿la mesa?
    – La mesé, …
    -¿Y la silla?
    -La sillé, …
    -¿Y la mama?
    -La mamaste, que ese es irregular …

  28. Incitatus dice:

    Estoy de acuerdo Eva en que todo esto es una opinión personal. Así que perdona si he intentado asentar cátedra.

    Yo considero que Reverte es un autor decente e irregular, como todo escritor de bestsellers, con todo el mérito que tiene vender tantos libros en un mundo donde cada vez se lee menos. Pero de ahí a que esté en la RAE me parece una exageración.

    No le quito su mérito, pero personalmente la serie del capitán Alatriste me pareció muy ligera (me leí los tres primeros y ahí me quedé por falta de más interés) y sus otras novelas, como he dicho, me parecen irregulares. Con la Tabla de Flandes me divertí pero con la Carta Esférica casi me abró las venas del aburrimiento. obviamente es una opinión personal y no tengo nada contra los escritores de bestsellers (me lo he pasado teta con algunas novelas Stephen King, Forsyth, McCullough…)

  29. Laya dice:

    Entusiasta reseña, jefe, eso se llama en bibliotecas «animación a la lectura».
    Yo estoy en un momento poco apropiado para emocionarme con los acontecimientos del 2 de mayo, así que voy a apuntarme a la panda de Jerufa, Pepe y compaña y pospondré la lectura «sine die». Eso sí, pienso disfrutar con los comentarios de los revertianos de pro.
    Pepe, ¿¿a ti también te gusta Harry Potter?? ¡Un amante de la poesía que comparte mi admiración por la Rowling! Jomío, acabas de fulminar mi incipiente complejo de friki, ¡ole y ole!

  30. akawi dice:

    ¡Estupenda reseña, Richar! No podía ser menos, claro está.

    Ahora me ha picado la curiosidad y me has contagiado tu ánimo, así que iré a comprarlo para leerlo antes del 2 de Mayo.

    A mí el cartagenero, sí que me gusta, al menos lo que he leído de él, incluido el famoso capitán, aunque esté basado en el folletín.

    ¡Ala! Vamos a hacer patria.

    Abrazos

  31. Krieg dice:

    Eva, es la primera vez que leo una opinión tuya, y por lo tanto, no dudo de ella, es tan respetable como la de cualquiera de nosotros, unicamente he manifestado mi opinión, con la cual se puede o no coincidir (y tampoco soy infalible).
    Perez Reverte no es precisamente un ejemplo de comedimiento y corrección, al menos en sus articulos del suplemento «el semanal» de los domingos.
    No creo que sea intocable o no criticable, me da la sensación de haber entrado en el Sancta Santorum de su templo, y haber roto su muy adorada estatua de oro.
    Hice una referencia a margenes y tamaño de letra porque es así, especialmente en la serie del «Capitán Alatriste», con un tamaño de letra normal y unos margenes y entrerrenglonaduras menos generosos hubiera cabido toda la serie en un solo tomo, a esto me refiero en cuanto a montaje editorial, (mucha apariencia y poco contenido) y como se suele decir «gato escaldado del agua fria huye».
    La comparación con Perez Galdós me pareció excesiva, además Galdós nació en Las Palmas el año 1843 y llegó a Madrid el año 1862, por lo que pudo conocer todavía testimonios de primera mano de personas que lo vivieron directamente, y vivió pronunciamientos militares etc (no voy a entrar en detalles).
    Cada escritor es producto de su tiempo, pero ¿quien ha dicho que la literatura envejece? si es así que diremos de Cervantes, Shakespeare, Lope de Vega o Quevedo por no hacer un listado interminable, que son más antiguos que Galdós. Un escritor actual ¿es mejor porque utiliza un vocabulario más actual? ¿más fresco? los temas, problemas y situaciones que plantean ¿no son en muchos casos extrapolables a la actualidad? otra cosa son las apariencias.
    Por otro lado ¿quien ha dicho que el producto es bueno? en ventas quizá si, (y el Capitán Alatriste es el ejemplo) pero ya se verá, el tiempo pone a cada uno en su sitio.
    Y que conste que yo he sido un seguidor de Perez Reverte, y lo sigo siendo en su faceta columnista, de cuyas opiniones participo muchas veces y otras no, y hay libros suyos que me han gustado mucho como «la tabla de Flandes», o «La piel del tambor», pero esto no me impide a la vez ser muy critico.
    El libro ¿es producto de su investigación directa en archivos? o por el contrario ¿hecha mano de bibliografía? ………, dos años en una investigación historica no es nada de tiempo, otra cosa es ser un divulgador, y además ahaciendo juicios de valor historicos.
    Salu2

  32. pepe dice:

    Estimado Krieg: en tu comentario te diriges a Eva (de la que yo también he leido únicamente la opinión anterior y me gustaría leer más a partir de ahora) pero como planteas algunas cuestiones interesantes me voy a tomar la libertad de contestar alguna. ¿Que si la literatura envejece? Por supuesto que sí. No todas las obras lo hacen del mismo modo, unas envejecen mejor que otras. Las que no envejecen en absoluto, que las hay, se conocen como clásicos y obras maestras.

    Absolutamente de acuerdo en que Reverte no es un modelo de comedimiento. Los artículos que escribe en El Semanal, de ABC,
    son a veces buena muestra de ello. Los que no sepan a qué me refiero pueden echar un vistazo al publicado el 22 de julio, intitulado Mujeres como las de antes o su continuación el 9 de septiembre, Ava Gardner Nunca Mais. O al del 23 de septiembre que empieza así: Una vez, hace ya algunos años, estuve a punto de darme de hostias con un periodista de la prensa guarra porque me llamó compañero.

  33. Clío dice:

    Pepe eres genial, lo de «la paloma» me ha llegado al alma, con respecto a Harry Potter, Laya, ya somos tres. De Reverte no voy a decir nada nuevo que no hayaís comentado unos y otros, el libro supongo que en su momento lo leeré, sinceramente sólo he leído de él los tres primeros de Alatriste, la carta esférica (que me aburrió) y la tabla de Flándes, con lo cual mi opinión no cuenta con suficiente conocimiento de causa, sobre los articulos de las revistas esas que aludís, pues me resultan bastante cargantes algunos y llenos de soberbia y pedantería, claro que tampoco los leo asiduamente, pero Richar me fascina tu entusiasmo a la hora de reseñar algo que te gusta, los demás opinamos como diría Koenig….

  34. Koenig dice:

    Ya que mientan a la bicha…

    A mi Pérez Reverte, como escritor, me gusta. Me gusta como escritor de novelas «de aventuras», como puede ser la saga de Alatriste o Trafalgar, y también como escritor de novelas «mas sesudas», como La Tabla de Flandes o La Carta Esférica. En otro ámbito, como el periodístico, sólo he leído Territorio Comanche. Y recuerdo que me pareció un buen relato de lo que sucedía en la antigua Yugoslavia.

    Pero por otro lado, como «opinador», Perez Reverte no me gusta. No me gusta porque creo que es excesivamente desaforado. Como el mismo dice, tal vez inconscientemente, se comporta como si tuviera patente de corso, escirbe demasiado a menudo con ánimo de ofender, lográndolo, y no, mas le vale que no le cojan vivo. Y, personalmente, es una actitud que no me gusta, sobre todo cuando se queja de otros hacen, exactamente lo mismo que él.

    El resultado de todo esto es que suelen molestarme las novelas en que opina descaradamente, esas que rezuman patrioterismo excluyente por todos los poros (y no tengo nada contra el patriotismo, siempre que sea sereno, crítico y no consista en atacar a otras patrias), esas que al final resultan ofensivas para sensibilidades que no sean como la de Pérez Reverte.

    Por eso este último libro me da un tremendo repelús. Por un lado estoy convencido de que el libro tiene todas las virtudes que richar comenta. Pero por otro ya me escaldé con Trafalgar. Si en este los franceses también van a hablar como memos, se van a comportar como malos malísimos cometiendo todo tipo de barbaridades y tropelías, van a resultar ser mediocres cobardes, se les va a colgar el sambenito de ser culpables de todo, y además el valiente pueblo madrileño les va a soltar una soberana paliza al ritmo de «gabachos go home». Pues la verdad, como que no me apetece.

    Pero todo es que yo esté equivocado, espero los comentarios de quienes hayáis leido el libro.

    Saludos.

    Koenig.

  35. pepe dice:

    Mis muy admiradas Laya y Clío: dado que los seguidores de Harry Potter somos aquí ya legión quizá tendríamos que empezar a organizarnos como grupo fáctico, al estilo de Ascanios y Torrelodonios. Hay que reclamar nuestros derechos históricos largamente pisoteados por la Dirección de ésta página y restablecer el imperio de la justicia y la literatura.

    Laya, reina mora, dado que aún estás por estrenarte como reseñadora y que tal situación es ya insostenible, sugiero que lo hagas con la última novela de la Rowling. Estoy seguro de que hará las delicias de los amantes de la épica, la homérica y la iliádica, y ya nos ocuparemos luego nosotros de aupar la reseña al topfive y echar de allí a los cagagrupen, como dice Ascanio.

  36. Incitatus dice:

    ¿Ey y no hay un grupo de centronios madrileños?

  37. nando dice:

    Pepe: como acaba la novela. ¿Te lo contó tu mujer o sigues durmiendo?

  38. pepe dice:

    Nando: aún no la ha terminado y ayer no le pregunté cómo iba la cosa. Sí recuerdo que, cuando abrió el libro, dijo algo así como vamos a ver cuántos mueren hoy. Después me pareció que leía con más concentración que otros dias, o a lo mejor estaba disimulando para no entrar en la discusión sobre el uso de la acupuntura entre los filósofos neoplatónicos que yo le planteaba…

  39. jerufa dice:

    Buenísimo, pepe!
    Eso de vamos a ver cuantos mueren hoy me ha provocado un descojone de aúpa.

  40. richar dice:

    Saludos y disculpas por la ausencia…

    Koenig, entiendo tu punto, especialmente porque es cierto que Trafalgar rebosa de «antifranchutismo», pero sinceramente, en este último libro no se permite estas salidas de tono, ya que pretende ser más fiel a la historia. De hecho, diría que los franceses salen mejor parados que los dirigentes españoles y son tratados con mayor naturalidad, asignándoles el papel que debieron representar ese día, como fuerza extranjera en una ciudad muy cabreada; ni más ni menos lo que habrían hecho cualquier otras tropas (me imagino).

    Así que si eso te preocupaba, creo que pondría la mano en el fuego (especialmente si es la de pepe) a que el libro no te iba a causar urticaria.

    Pepe, sobre el comentario de «a ver cuántos mueren hoy», la verdad es que tu señora esposa tiene toda la razón, porque en el libro hay muertes a cascoporro. Pero caben otros enfoques como «a ver cuántas historias personales sorprendentes encuentro hoy», porque estas son más que las muertes, diría yo.

    Y en cuanto a Reverte en sí, ya lo comentaba al comenzar la reseña, porque el tipo es de lo más polarizante, como escritor, como periodista y como persona. A mi la verdad es que me la trae bastante al pairo como individuo, pero sus novelas y algunos de sus artículos me encantan.

    Un saludote,
    Richar.

  41. akawi dice:

    Koenig, puede ser que tengas razón. En Trafalgar, que es el que ahora estoy leyendo, no deja muy bien a los franceses.

    En términos generales los españoles y los franceses hemos estado enfrentados durante muchos siglos, ¡Vamos! que no nos hemos caído bien.

    Creo que si cambiáramos a Pérez-Reverte por un escritor francés, desde su punto de vista acabaríamos peor parados los españoles que en «Un día de Cólera» los franceses.

    Opino(Copy) Abrazos.

  42. jerufa dice:

    Pepe, ¿que ha dicho tu mujer hoy?
    Adiodió.

  43. Huguete dice:

    Estimado Jerufa, si te refieres a cuál ha sido su comentario final sobre la novela, ha insistido en el carácter de crónica minuciosa y en que no es la novela de Pérez-Reverte que más le ha gustado. Y eludiendo entrar en más detalles, enseguida se ha preguntado, como quien se cuestiona si lloverá hoy, ¿y ahora cuál me leo…?

  44. Koenig dice:

    Buenos días.

    En primer lugar muchas gracias por la aclaración, Richar. Aclaración que por cierto me devuelve a la duda de si lo leo o no lo leo (entre otras cosas porque tengo ahora mismo la mayor pila de mi historia).

    Con respecto a tu comentario, mi estimada Akawi, es cierto que franceses y españoles han andado enfrentados durante siglos, no si si porque la bistatarabuela de un francés le vendió al tatara, tatara, tarabuelo de una española un burro que resultó no ser un burro sino una mula, o si es porque somos todos tan vagos que por no ir a buscar donde enfrentarnos mas lejos nos enfrentamos con el vecino y listos.

    Pero opino que ya está bien. Y, sinceramente, que hayamos andado enfrentados no me parece motivo para perpetuarlo hasta el día del juicio final.

    Con respecto a los autores franceses que se meten con los españoles, seguro que los hay, pero yo prefiero no leerlos, igual que me sucede con los autores españoles que se meten con los franceses, y de paso, con los autores tonkineses que se meten con los aimarás. Lo de meterse con un grupo nacional o con otro «porque mola», no es algo que me atraiga.

    Pero en el caso de reverte, aunque parece que no sucede así en esta última novela, me parece especialmente sangrante que se meta con los franceses, en bastantes de sus escritos, cuando él es el primero que se queja (y tira al mar los libros) cuando se meten con los españoles. Robar porque mi vecino roba no me parece una excusa. Predicar con el ejemplo, me parece de señores y damas. Ese es el motivo por el que, lo que no pasaría de ser una tontería en algunos autores, me resulta difícil de tragar en el caso del que nos ocupa.

    Claro que todo es que se esté enmendando, en cuyo caso yo seré el primero en alegrarme.

    Opino, claro.

    Saludos.

    Koenig.

    P.D. Estimado Pepe-Huguete, te acompaño en el sentimiento. Porque a la frase ¿y ahora cual me leo…? suele acompañar la negativa a los tres o cuatro primeros libros que propones, por motivos varios, hasta que acabas repasando la biblioteca como un loco en busca de un libro que cumpla los complejísimos requisitos que se han ido definiendo mientras tanto. Todo ello tras haber interrumpido tu propia lectura en mitad de un parrafo interesantísimo, por supuesto.

  45. pepe dice:

    Joder, y el Huguete éste, ¿cómo demonios sabe lo que ha dicho mi mujer? Koenig, ella se hacía esta pregunta de un modo retórico, como hablando consigo misma. Dado que no me hace mucho caso, no suelo hacerle recomendaciones literarias.

  46. Koenig dice:

    Suerte tienes…

  47. Clío dice:

    Pepe se te ha visto el plumero, compañero revolucionario, andan todos en la reseña de Cavilius como locos…pensando si llaman al Richar para correr al tal Huguete, ji ji

  48. Rodrigo dice:

    Es que no tenemos foro: todo el cachondeo se deriva a la muy seria y honorable Página Principal…

    Ja.

  49. richar dice:

    Saludos Koenig,

    me alegro de haber movido levemente tu opinión al respecto de leer o no el libro de Reverte. Ahora bien, lo de que se esté enmendando, lo dudo mucho, me temo que sólo se debe a que el estilo de este libro no tenía demasiado espacio para sus clásicas puyas…

    Saludos,
    Richar.

  50. Koenig dice:

    Nunca hay que perder la fe…

  51. Elisa dice:

    Sobre lo que comenta Krieg: «El libro ¿es producto de su investigación directa en archivos? o por el contrario ¿hecha mano de bibliografía? ………, dos años en una investigación historica no es nada de tiempo, otra cosa es ser un divulgador, y además haciendo juicios de valor historicos».

    Hace exactamente 100 años un señor llamado Juan Pérez de Guzmán publicó un libro titulado «El dos de mayo de 1808 en Madrid. Relación histórica documentada». Tiene 867 páginas, tamaño folio. En él figura una lista de los muertos y heridos y señala edad, lugar de nacimiento, estado civil, profesión y para muchos de ellos dónde y cómo fueron heridos o murieron. Total 571 personas entre muertos y heridos, con nombre y apellidos. Así que solo con que Pérez Reverte se haya leído este libro (detallista en extremo y con un gran apéndice de documentos justificativos, como les gustaba a los historiadores del XIX) y fusilado la lista (nunca mejor dicho), no hace falta que haya ido a ningún archivo a consultar los legajos de documentos que, por otra parte, también están señalados en este libro.
    De toda maneras, sin haber leído a Pérez Reverte, porque leí el primer libro de Alatriste y me pareció bastante malo, yo creo que no se trata de comparar a Reverte con Galdós. Cada uno tiene su público y la historia de la literatura pondrá a Reverte en su lugar. El de Galdós ya lo sabemos… Yo me quedo con Galdós, pero el de la segunda serie de los Episodios Nacionales que me gusta más que la primera. De lo que se trata es determinar hasta qué punto Reverte plagia a Pérez de Guzmán, o mejor dicho, para decirlo de manera más suave, novela lo que este historiador escribió. Es bastante curioso que todo el mundo comente que se trata de una novela acumulativa en la que pone nombres a los personajes anónimos…

  52. davide dice:

    Al hilo de tu comentario, Elisa. ¿Por qué muchos autores de novela histórica no indican la bibliografía utilizada?.

  53. jerufa dice:

    Yo tengo un ejemplo muy clarito de eso que afirmas davide. Por ejemplo, la argentina Yolanda Scheubert.

  54. akawi dice:

    Hola a todos,

    Bueno Elisa, todos los autores de novela histórica se apoyan en libros de ensayo, archivos y otra documentación existente para narrar su novela. No veo por qué Pérez Reverte iba a ser menos, de ahí a que se dedique a plagiar, va una larga diferencia, además por lo que comentas el libro de Pérez de Guzmán debe ser un ensayo, nada tiene que ver con la narración de «Un día de cólera». Pienso yo.
    Si no te gusta este autor, pues no pasa nada pero no creo que se deba lanzar adjetivos des-calificativos sin justificación.

    Abrazos.

  55. Elisa dice:

    A mi me parece muy bien que Reverte utilice las fuentes que quiera, ahí están y, en este caso, libres de derechos de autor. Pero debería citarlas y reconocer lo que es investigación propia o uso de bibliografía. Lo que me parece mal es que en la entrevista de la Vanguardia 11/12/2007 diga: «Recorrer ese día con la limpieza que te dan las fuentes originales es muy ilustrativo, casi higiénico» y luego cuando le preguntan: «¿Qué materiales ha manejado?» responda: «Se trata de un periodo muy documentado. Desde Galdós hasta los testimonios de las propias víctimas y sus familiares, necesarios para acceder a unas compensaciones anunciadas por Fernando VII que no se dieron en todos los casos. El material estaba ahí, pero no se había juntado en un libro». Vamos que parece que hasta ahora no se había metido entre los legajos del 2 de mayo nadie más que él… cuando se llevan 200 años escribiendo sobre el tema, desde testigos presenciales a historiadores, políticos, escritores,…

  56. Krieg dice:

    Hola de nuevo,

    Quería decir que cuando hablo de que hace juicios de valor historicos (discutibles a mi juicio) es cuando por ejemplo en una entrevista que tengo a mano dice:

    «esta gente si hubiera sido culta no se habría sublevado por una monarquía corrupta, sino por la libertad y por la decencia»

    eso me parece despreciativo, en ese momento, los que participaron en la sublevación, no pensaban nada más que en el hecho ignominioso de verse invadidos por un ejercito extranjero, es muy facil llegar a conclusiones como las que llega Perez Reverte a toro pasado doscientos años despues.

    Dice en otra entrevista simultanea:

    «lo que motivó la sublevación del dos de mayo fué un impulso generoso por una causa equivocada»

    Si ellos en aquel momento pensaron que era una causa justa y que merecía la pena ¿quien es el para juzgarles? ¿por que les menosprecia llamandoles incultos? tenían verguenza y no sufrían una invasión ni que les impusieran nada pura y simplemente.

    Pero antes (en la misma entrevista) dice contestando a otra pregunta:

    «No sabes la cantidad de cartas que me llegan con el tema de Alatriste sobre todo, en las que me dicen – pero es que yo de esto no tenía ni idea o en el colegio no lo he estudiado – a chicos ávidos de saber les están robando aquelo que les justifica»

    En la ultima parte parte tiene razón, pero que pretensiones en cuanto a su obra, ¿de verdad se cree que lo que escribe en la seri Alatriste es historia? he escuchado a personas dar credibilidad a la historia que pretende contar en Alatriste, pero eso si, no se molestan en leer a los autenticos historiadores, prefieren que se lo den mascado y manipulado, y coincido en que me parece bastante mala esta serie, por eso compararle con Galdós me parece fuera de lugar.

    Salu2

  57. Incitatus dice:

    Con lo que decís de Pérez Reverte estoy plenamente de acuerdo: tiene una ligera tendencia a creerse el hombre más listo del planeta.

    Respecto a lo de sublevación se deba al hecho ignominioso de la invasión francesa, lo mismo que fuera espontánea, tiene bastante de mito, por mucho que las furias se vayan a desatar y empiecen a lloverme mamporros.
    Según teorías recientes, basadas en gran parte en el libro que cita Elisa, el Dos de Mayo fue una sublevación orquestada en gran parte por los mismos que dirigieron el motín de Aranjuez, es decir los aristócratas que apoyaban a Fernando VII. El libro de Juan Pérez Guzmán da nombres y lugares de procedencia de los muertos en combate y fusilados del 2 al 3:

    Relación de municipios a los que pertenecían las víctimas del Dos de Mayo.

    Ajofrín (Toledo)
    Albarracín
    Aldaya
    Algete
    Almería
    Almonacid de Zorita
    Antequera
    Aranjuez
    Arequipa (Perú)
    Astorga – 2
    Asturias – 6
    Avilafuente (Salamanca)
    Badajoz – 2
    Baracaldo (Vizcaya)
    Barcelona
    Bárcenas
    Bargañán (Burgos)
    Bazán (Sevilla)
    Benavides
    Berlú
    Bilbao
    Bujalance
    Burgos
    Cádiz
    Calahorra – 2
    Calatayud – 2
    Cangas (Asturias)
    Cangas de Tineo – 2
    Cantalapiedra
    Caracas (Venezuela)
    Carranque (Málaga)
    Cartagena
    Caspe
    Ceuta
    Cienpozuelos
    Ciudad Real
    Ciudad Rodrigo
    Colmenar de Oreja
    Córdoba
    Crevillente)
    Cuenca
    Daimiel
    El Álamo
    El Barco de Ávila
    El Bierzo
    Elgueta (Navarra)
    Entuña
    Folgueiras
    Fuentelaencina
    Gijona
    Ginebra (Suiza)
    Godine (Francia)
    Granada
    Huesca
    Huete
    Humanes
    Hungria
    Queto (Polonia)
    La Alcarria
    La Habana (Cuba) – 2
    Lastrillas (Asturias)
    Leganés – 4
    León
    Lima (Perú)
    Llanes
    Lugo
    Luzaya
    Madrid – 54
    Magán (Toledo)
    Málaga
    Mallorca
    Manresa
    Menorca
    Mielga
    Miraflores de la Sierra – 2
    Módena (Italia)
    Mondoñedo – 5
    Mondragón (Guipúzcoa)
    Motalvo
    Moral (Cantabria)
    Murcia – 2
    Muriedas (Cantabria)
    Nápoles (Italia) – 2
    Navalcarnero
    Olivenza
    Oteiro
    Oviedo – 5
    Palencia – 2
    Paredes
    Pasajes (Guipúzcoa)
    Pedro Muñoz – 2
    Perales del Río
    Puebla de Montalbán (Toledo) – 2
    Rambla de Montalván
    Renedo
    Ronda
    Salamanca
    San Clemente (Cuenca)
    San Fernando de Henares
    San Juan (Panamá)
    San Mateo (Valencia)
    San Pedro de Andes (Asturias)
    San Salvador (Galicia)
    San Vicente de Ávila
    Santander – 3
    Santiago de Compostela – 2
    Santo Domingo de Silos
    Santurdejo (Burgos)
    Segovia – 3
    Selaya
    Sevilla
    Suiza
    Terrillo (Teruel)
    Tineo – 2
    Toledo – 2
    Torrejón de Velasco
    Uclés
    Valdemoro
    Valencia
    Valladolid
    Villanueva de los Infantes – 2
    Villarroya
    Villarubia del Guadiana
    Villaseca de la Sagra (Toledo)
    Vivel
    Vizcaya
    Yébenes (Toledo)
    Zaragoza – 4
    Zornoza (Guipúzcoa)

    Total: 413 muertos y 169 heridos.

    Estas teorías hacen hincapié en que solo 54 de los 413 muertos eran residentes en Madrid y muchos de los otros venían de tierras de estos aristócratas que dirigían, desde la comodidad de la sombra, la sublevación.

    Por lo menos dejar lo que piensan muchos historiadores modernos, y dar pie a la polémica.

    saludos
    Incitatus

  58. Miles dice:

    Muy bien la lista, un buen trabajo de investigación, sólo un pero. Primero que se ve que está mal trabajada, de Asturias trae seis, luego varios pueblos de Asturias, algunos lo explicita, pero otros no, debería haberlos puesto a todos bajo el epígrafe Asturias. En segundo lugar, que de Asturias, supongo que en el resto de España pasaría lo mismo, emigraba mucha gente a Madrid, en el siglo XIX era habitual que en el gremio de aguadores fueran asturianos la mayoría. Por tanto, la teoría de que fueron los aristócratas quienes enviaron a esta gente a una asonada en Madrid, está cogida por los pelos. Se necesitarían más datos históricos para sostener esa afirmación.

  59. Terminus dice:

    … y por eso es tan apasionante la historia.
    Todo el mundo puede opinar lo que quiera porque no estábamos allí.

  60. Incitatus dice:

    Hola Miles,

    Desde luego la lista la he recogido de una página web que utiliza la fuente del susodicho libro, faltarían también 6 personas de Leganés, que aquí no aparecen por que estaban en otro lado de la web. Esta lista simplemente es una de las pruebas en las que se fundamentan estas teorías que menciono. Yo no las tengo muy estudiadas (yo soy de antigua y alta edad media,vamos un freaky), simplemente las he leído y me han parecido interesantes dado que tiendo a no creer en la espontaneidad de las sublevaciones ni revoluciones… ¿por qué no se sublevaron cuando Fernando VII se fue a Bayona? ¿por qué no ocurrió antes con cualquira de los desmanes de las tropas de Murat en Madrid…? No creo tampoco que esto quite valor a los hombres que se enfrentaron con las mejores tropas del mundo en aquel momento…

  61. Eva dice:

    Me revienta, la verdad, tanto enterado que habla de lo que no tiene ni idea. A ver si os enterais los que no os enterais: «Un dia de cólera» tiene al final una exhaustiva y amplísima bibliografía donde Reverte cita todas sus fuentes, que son numerosas y apabullantes, incluido Perez de Guzmán entre muchas otras cosas. ¡Y hay aquí alguien (Elisa) que se atreve a criticarlo «por no citar sus fuentes», y otro que asegura, a palo seco y sin justificación ninguna (y menos para quienes conocemos el libro), Que Reverte sólo ha usado la lista de Pérez de Guzmán. Y encima se polemiza a partir de esa afirmación gratuita (y no sé si bien intencionada) sobre lo tramposo que es Reverte. ¡El colmo! Leed el libro (que es soberbio, se mire por donde se mire) antes de meteros a hablar de plagios y descalificaciones de oídas o cerrar la boca, diantre. No insulteis a los que sí lo hemos leido y sabemos de qué hablamos. Este es un lugar serio, de lectores serios, no de gente que cotorrea a base de prejucios sobre lo que todavía no conoce ni por lo visto (descalificando antes de ver una sóla página) tiene intención de conocer. En cuanto a las declaraciones que reverte ha hecho estos días sobre el 2 de mayo, a mí me parecen coherentes, inteligentes, lúcidas y las comparto. (Más abajo, si me da tiempo, reproduciré un artículo suyo publicado hoy en El pais). Un saludo, pero hoy sólo, con permiso, a quienes lo merecen. Que mucho me temo que no son todos los que opinan esta vez. Disculpad el tono, pero estoy indignada de leer las cosas que acabo de leer. Un abrazo.

  62. Eva dice:

    Ahi va el artículo que decía antes. ¡Y aún hay quien dice que este hombre se limita a plagiar la lista de Perez de Guzman!:

    Cólera de un pueblo, certeza de una nación
    En este año se cumple el 200 aniversario del 2 de Mayo en Madrid, una fecha políticamente incómoda, manipulada históricamente y usufructuada por los distintos regímenes, partidos e ideologías desde entonces
    ARTURO PÉREZ-REVERTE 24/01/2008

    Pocas fechas han sido tan interpretadas y manipuladas como el 2 de Mayo de 1808. Aquel estallido de violencia en Madrid tuvo consecuencias extraordinarias que hoy marcan todavía la vida de los españoles. Esa es la razón de que, durante 200 años, esa jornada haya venido siendo caudal histórico abierto a diferentes interpretaciones, materia apropiable por unos y otros, instrumento ideológico para las diversas fuerzas políticas implicadas en el proceso de construcción, consolidación y definición del Estado nacional.

    Fue el pueblo humilde quien se hizo cargo, a tiros y puñaladas, de una soberanía nacional

    Esa fecha tiene hoy más actualidad que nunca: clave para entender la certeza de esta nación
    El 2 de Mayo es una fecha políticamente incómoda. Lo fue ya desde el primer momento, aquel mismo día. Los madrileños, que como el resto de España habían sido incapaces de reaccionar ante la invasión napoleónica, estaban perplejos, también, ante la invasión de las ideas. Lo único claro para ellos era que las tropas francesas actuaban como enemigas, y que la paciencia ante tanto desafuero y arrogancia desbordaba el límite de lo sufrible por aquel pueblo inculto, sujeto a la tradición monárquica y religiosa. Su ira era más visceral que ideológica.

    Como han señalado historiadores lúcidos que vieron más allá del lugar común de la nación en armas, sólo dos minorías perspicaces, la profrancesa y la fernandista -unos mirando hacia el futuro y otros hacia el pasado-, advirtieron lo que estaba ese día en juego; del mismo modo que más tarde, en Cádiz, sólo otras dos minorías inteligentes, la liberal y la servil, comprenderían la oportunidad histórica de aquella guerra y de aquella Constitución. La gran masa de españoles, el pueblo ignorante que peleó en Madrid y luego en toda España durante seis años más, intervenía sólo como actor, voluntario o forzoso, en la cuestión de fondo: no se trataba de la lucha de una dinastía intrusa frente a otra legítima, sino de un sistema político opuesto a otro. La pugna entre un antiguo régimen sentenciado por la Historia y un turbulento siglo XIX que llamaba a la puerta.

    La épica jornada de Madrid ha sido trastornada por su propio mito. La gente que salió a combatir lo hizo por su cuenta y riesgo. Fue el pueblo humilde quien se hizo cargo, a tiros y puñaladas, de una soberanía nacional de la que se desentendían los gobernantes. La relación de víctimas prueba quiénes se batieron realmente: chisperos, manolas, rufianes, mozos de mesón, albañiles, presidiarios, carpinteros, mendigos, modestos comerciantes. El 2 de Mayo fue menos un día de gloria que un día de cólera popular que apenas duró cinco horas. Eso limita el ámbito inicial del mito, pero engrandece la gesta. Además, hizo posible lo que vino después: una epopeya nacional extraordinaria. Aquella jornada callejera, con sus consecuencias, dio lugar al 3 de mayo. Y a partir de ahí, de modo espontáneo y solidario, una nación entera se confirmó a sí misma sublevándose contra la invasión extranjera, y arrastró a los tibios, a los indecisos y a muchos de los que, por sus ideas avanzadas, estaban más cerca de los invasores que de los invadidos.

    Un hecho singular es que, en estos 200 años, el 2 de Mayo no ha sido patrimonio exclusivo de ninguna fuerza política española; todas procuraron hacerlo suyo en algún momento. En los primeros tiempos, no sin cierta prudencia, la monarquía absolutista y la Iglesia católica lo reclamaron como propio. Luego tomaron el relevo los liberales. La España fiel a la Constitución de Cádiz volvió a hacer suya la insurrección, planteándola de nuevo como hazaña cívica de un pueblo soberano que habría peleado, heroico, para labrar su destino: una nación moderna, responsable, hecha por ciudadanos libres de cadenas.

    También resulta esclarecedor el modo en que se han considerado las figuras de los capitanes de artillería Luis Daoiz y Pedro Velarde. Ya desde el primer momento, el absolutismo halló en ellos un argumento que oponer al del pueblo de Madrid como protagonista único de la jornada. Lo paradójico es que, del mismo modo, los militares liberales que durante el siglo XIX se pronunciaron por las nuevas ideas y el progreso también se justificaron mediante Daoiz y Velarde: modelos de oficiales que, poniendo a la nación de ciudadanos por encima de reyes y jerarquías, abrazaron la causa de la libertad y dieron la vida por ella, junto a un pueblo fraterno, protagonista de su destino. Lo mismo harían luego, con opuesto enfoque, Primo de Rivera y el general Franco.

    Con el tiempo, la fecha del 2 de Mayo quedó, a menudo, englobada en el marco general de la guerra de la Independencia, como simple primer acto de ésta. Eso era más fácil de asumir por todos, y ahorraba debates. Frente a la realidad de unos pocos madrileños ignorantes, fanáticos del trono y la religión, saliendo a pelear ese día contra los franceses mientras el ejército permanecía en sus cuarteles y la gente de orden se quedaba en casa, el marco general de la guerra, la espontánea solidaridad épica y el esfuerzo común contra los invasores proporcionaban, en cambio, un espacio sólido; una indiscutible certeza de nación en armas y consciente, o intuitiva, de sí misma. De ese modo, hasta los carlistas hicieron suya la fecha. Tranquilizaba recurrir a palabras como abnegación, sacrificio y lealtad al Estado, al trono, a la tradición. Para los conservadores era más conveniente hablar de libertad de la patria que de libertad a secas. Hasta los mismos liberales, una vez alcanzado el poder, procuraron diluir el protagonismo del pueblo, distanciándose a favor de la burguesía en la que ahora se apoyaban. Todo esto habría de plantearse, desde diversos puntos de vista, en la agitada vida política española del reinado de Isabel II, la primera República y la Restauración, en términos de interés partidario. Ni siquiera el primer centenario, en 1908, hizo posible una auténtica conmemoración nacional, más allá de los actos puntuales y la retórica de unos y otros. Sólo los republicanos siguieron confiando en la fuerza del mito popular como ruptura revolucionaria. Y esa interpretación se mantendría, con altibajos y matices diversos, hasta la Guerra Civil.

    En el primer tercio del siglo XX, el 2 de Mayo siguió sujeto a interpretaciones varias, tanto de la izquierda revolucionaria como de la derecha defensora de la religión y las tradiciones nacionales. En el País Vasco, donde el discurso reaccionario sabiniano aún no había cuajado en los extremos que alcanzó más tarde, el primer centenario se planteó como parte de un esfuerzo patriótico, incuestionablemente español, con las batallas locales de Vitoria y San Marcial. En Cataluña fue diferente. Allí, carlistas y católicos se ocuparon de los combates del Bruc y de los sitios de Gerona, con una lectura distinta: el somatén luchando en su tierra y por su tierra. Y es significativo que el catalanismo político prefiriera centrarse en la celebración del séptimo centenario de Jaime I el Conquistador.

    La Dictadura, la Segunda República, la Guerra Civil y el régimen franquista hicieron también sus interpretaciones particulares del 2 de Mayo. La izquierda radical asumió esa fecha para aplicarla al concepto del pueblo como protagonista de su propia historia -en la defensa de Madrid, un cartel republicano recurrió a la imagen del parque de Monteleón-, mientras el bando nacional también hacía suyo el símbolo, identificándolo con una España tradicional y católica, basada en el tópico de la indomable y valerosa raza.

    Los últimos años del franquismo, la democracia y la Constitución de 1978 situaron otros asuntos en primer plano. Contaminado por la fanfarria patriotera del régimen, el 2 de Mayo fue víctima del nuevo discurso político. La insurrección madrileña y la guerra de la Independencia fueron arrinconadas por quienes, olvidando -y más a menudo, ignorando- la tradición liberal y democrática de esos acontecimientos, simplificaron peligrosamente el asunto al identificar patriotismo y memoria con nacionalcatolicismo; atribuyendo además, en arriesgada pirueta histórica, una ideología de izquierda a los ejércitos napoleónicos.

    Ahora, al coincidir el segundo centenario con el desafío frontal a la Constitución de 1978 por parte de los nacionalismos radicales vasco y catalán, un interesante debate sobre las palabras España y nación española se anuncia en torno a cuanto el 2 de Mayo hizo posible e imposible. Esa fecha tiene hoy más actualidad que nunca: sugerente para nuevos tiempos y nuevas inteligencias, clave para entender la certeza de esta nación, discutible quizás en su configuración moderna, pero indiscutible en su esencia colectiva, en su cultura y en su dilatada historia. Antes de que la actual clase política convierta, como suele, también la fecha del segundo centenario en pasto de interés particular, mala fe e ignorancia, convendría tener todo eso en cuenta. El 2 de Mayo, con sus consecuencias, a ningún español le es ajeno.

    Arturo Pérez-Reverte es miembro de la Real Academia Española y autor de Un día de cólera, novela-documento sobre el 2 de Mayo de 1808.

  63. Incitatus dice:

    Sintiéndolo mucho Eva, yo no he dicho nada del libro que no he leído, solo he dicho del autor, por el que no tengo especial estima y ya lo he dejado reflejado, y solo he intentado reflejar alguna de las corrientes de pensamiento que hoy existen sobre el tema del dos de Mayo.
    He leido el artículo de Reverte al que te refieres y no está mal. Da una visión general de como se ha querido interpretar este día tan especial para España y para Madrid. ¿Pero no podemos lo demás también expresarnos?
    E insisto si me lees bien yo SOLO he querido hablar de lo que en ciertos círculos históricos se opina y que ni siquiera Carmen Iglesias (académica de la Historia) puede negar la existencia de un cierto dirigismo en este acontecimiento, del que insito hablaba, y no del autor.
    Siento que hayas reaccionado con tanto ímpetu y yo si considero que merezcas un saludo, aunque tú me lo hayas retirado. Y si molesta cierto grado de polémica, no te preocupes que me largo… adiós

  64. davide dice:

    Oye Eva. Con todos mis respetos, haz el favor de bajar revoluciones que parece que te vaya la vida con el libro de marras. Aquí todo el mundo es libre de dar su parecer siempre que lo haga con respeto, y la crítica es algo muy sano y adecuado. Si a tí te gusta mucho ese autor, de acuerdo. Yo, por ejemplo he leído Un día de cólera, y no recordaba que tuviese bibliografía, ¿me vas a crucificar por ello?. Tranquila mujer, tranquila, que no hace falta sulfurarse tanto. Yo no creo que tú admirado D. Pérez Reverte, quisiese ver a gente que se retira el saludo, por culpa de su libro.
    Venga, que ya hubo bastante sufrimiento el 2 de Mayo, como bien relata el excelente libro que nos ocupa.
    Un abrazo, con afecto.

  65. Jerufa dice:

    Yo también soy un fan de la literatura de Reverte (véase la reseña publicada en este blog El club Dumas) y no me irrito tanto con aquéllos que discrepan de mis opiniones.
    ¿Te ha cogido en mal momento, no?
    Yo que tú, le pediría a Incitatus que no nos abandone en el hilo, porque aunque algunos no intervengamos con asiduidad -por pura ignorancia unas veces y otras, por falta de tiempo- seguimos con sumo interés los hilos y nos encantan los comentarios.
    Saludos para tod@s y, en especial, para Incitatus.

  66. marbenes dice:

    Jobar, Eva, parece que vayas a comisión o que seas como esas «fans-áticas» tipo gritar y tirarse de los pelos ante su ídolo. Mujer, que opinar con respeto, y nunca he visto nada escrito de Incitatus que no sea así, a favor o en contra, es perfectamente lícito. A mí me gustan algunos libros suyos, mucho, y otros no me gustan, ni un poquito, así son las cosas y así deben ser, diversidad al poder! Pero incluso de aquellos autores que soy incondicional, admito críticas, cómo no!

    Incitatus vuelve, que sí nos gusta la polémica sana!!!!
    Saludos a todos/as

  67. Rodrigo dice:

    Eso mismo, Incit: que no te desanimen los desmadres. Adelante, y retorna al hilo, que tu punto de vista es muy interesante.

    Saludos.

  68. Eva dice:

    Siento si se me subió el tono, y de hecho me disculpaba por ello en el mismo mensaje. Lo siento de verdad, pues si algo me gusta de esta lugar es el intercambio de opiniones y la polémica. Realmente, la defensa apasionada no la hago del autor (cada uno puede opinar lo que quiera, y yo no soy nadie para meterme) y ni siquiera en realidad del libro, por mucho que me haya gustado, y aquí se trata precisamente de debatir y oponer. Sólo que, sinceramente, al ver tanto comentario basado en premisas inexactas o falsas que algunos aceptaban como buenas, y en la ignorancia evidente del texto que comentamos por alguno de quienes se referian el, se me fue un poco la cosa. Creo que hablar de un libro que no se ha leído, condenándolo (o elogiándolo, da igual, aunque condenarlo por boca de terceros es peor) es una falta de respeto. Ahí sigo pensando lo que dije, aunque reconozco que se me fue el genio. Resumiendo, me retiero en el fondo, aunque me disculpo por las formas. Espero no haber sido descortés, sino sólo indignadilla. Perdonadme todos, y por supuesto no retiro el saludo a nadie. Un abrazo a quien se haya sentido molesto. Para desagraviar a quien lo esté, un par de regalos: puestos a leer sobre la guerra de la Independencia, aparte el maestro Galdós, hay una novela poco conocida y estupenda: «Un siglo llama a la puerta», de Ramón Solis, sobre la guerra en Cádiz. Es difícil de encontrar, pero creo que han hecho una reedición los de la Asociación de la Prensa de Cádiz. Otra novela curiosa intereante es «Aventuras de Juan Lucas», de Manuel Halcón, sobre un contrabandista enamorado de una terratienente rica que se hace guerrillero (hicieron película nada buena con Fernando Rey). Otra novela muy interesante y hoy poco conocida, es «El cañón», de C.S. Forester (el autor de las serie naval Hornblower), que fue llevada al cine en película malísima pero curiosa de ver llamada «Orgullo y pasión» (está en dvd) rodada en España en los años 60 con Cary Grant haciendo de oficial inglés, Sophia Loren de española racial y Frank Sinatra, nada menos haciendo de jefe guerrillero. Saludos y que aprovechen.

  69. davide dice:

    Tus disculpas te honran, Eva. Recuerdo la película que mencionas, la ví hará un par de años y la verdad muy buena no era, eso sí, pero salían monumentos de media España. Era muy gracioso, porque en sí el viaje era sólo de Santander a Ávila, pero se ve que tenían ganas de hacer turismo, así que aparecía Santiago, El Escorial, y vamos, yo creo que hasta Sevilla. Y siempre con aquel cañón monstruoso a cuestas. Era simpático.
    Por otro lado, acabo de ver una novela que se acaba de editar, EL CANTARO ROTO: BAILEN 1808, de CARDENAS, ANDRES. Por si alguien está interesado en esa batalla. Creo que va, de una entrevista que le hacen al general Reding, un año despues de la batalla, para subirle el ánimo a los españoles.

  70. Miles dice:

    Gracias por tu respuesta Incitatus. También tengo algunas preguntas, no pretendo que las contestes por supuesto, sólo planteo preguntas para que alguien que tenga un conocimiento mejor que el mío de la Guerra de Independencia pueda aportar algo. Si la aristocracia hubiera montado un complot tuvieron que ser muchos nobles, en Llanes sería el Conde la Vega del Sella quien incitaría al natural de Llanes a ir a Madrid, en Cangas de Tineo, podría haber sido, algún Queipo de Llano, es decir de esa lista se deducirían unos 40 o más nobles implicados, y de ese complot tan amplio en geografía y miembros ¿no quedó huella en algún documento?, otra cuestión es que el ejército borbónico se nutría para el cuerpo de oficiales de nobles, ¿por qué no se sublevaron más que tres oficiales?, ¿por qué sólo eran de artillería, y los de caballería, infantería y la Guardia Real?, en cuanto a Fernando VII y Carlos IV, fueron voluntarios a Bayona, si no recuerdo mal la sublevación estalló cuando se quisieron llevar a los infantes, y nunca mejor dicho, porque eran unos críos y lloraron cuando salían de Palacio y la multitud allí congregada empezó la revuelta.

  71. Miles dice:

    Y puestos ya, a mí de Pérez Reverte me gustan algunas obras. Leí El club Dumas, La Tabla de Flandes y están bien, se leen bien, pero más de lo mismo, tenía la impresión que ya había leído algo parecido. La sombra del Águila me hizo reír, aparte que está basada en un hecho real, igual me pasó con Trafalgar. La serie Alatriste, dígase lo que se quiera, es muy buena, está muy bien documentada, cuando leí el Oro del rey, me recordó mucho, pero mucho, a Cervantes en Rinconete y Cortadillo, la delincuencia sevillana y su modo de vida. Sin embargo, Corsario de Levante, me pareció el más flojo, creo que está explotando demasiado la serie, debería haberse sujetado al plan que ideó al principio. Además, Alatriste me gusta porque no es ese cargante héroe anglosajón que está en toda batalla, terrestre o naval, para mayor gloria del imperio, Master y commander, y toda esa épica de la guerra e imperial que me asquea. Sí creo que es demasiado duro en su lenguaje, la crítica no necesita hacerse de forma tan brutal, decían los romanos suaviter in modo, fortiter in re, suave en la forma, duro en el contenido, hay ocasiones que opino como él y otras no.

  72. Urogallo dice:

    A mí Corsarios de Levante, aparte de una sobre-explotación de la saga Alatriste, me pareció de lo más correcto. No entiendo por que «El sol de Breda» es considerada la mejor novela por los mismos que luego critican una obra clónica como «Corsarios de Levante».

  73. jerufa dice:

    Para mí, la mejor por lo novedoso, el primero El Capitán Alatriste. El peor, el último Corsarios de Levante, creo que se dedica a exprimir más de lo mismo, con lo que acabará quemando a los que seguimos esperando el siguiente libro. Es más, pienso que aprovechó la publicación de ese libro para enseñarnos lo bien que domina el tema naútico y para recordarnos cómo nos paseábamos por el Norte de Africa.
    Adiodió.

  74. Urogallo dice:

    Hacía falta recordarlo, hacia falta. Ahora se multiplicado por 10 ( al menos) el número de gente que sabe algo de la guerra en el mediterraneo en los tiempos gloriosos de la hegemonia imperial.

    Hacia falta recordarlo.

  75. Vorimir dice:

    Está claro que cuando vio el éxito, Reverte comenzó a estirar la saga y metiendo libros de relleno como «Corsarios de Levante».

    Eso si, yo lo disfruté mucho y mejor me parece aun que tengamos una saga historica y de aventuras con un «héroe» patrio.

    Para mi gusto, mil veces mejor que la saga nautica de O´Brien, la del fusilero Sharpe y similares.

  76. Urogallo dice:

    Hombre, en mi opinión lo que le falta a Reverte es, por ejemplo, lo que ha conseguido Calvo Poyato con Pedro Capablanca…Crear un personaje humano. Alatriste siempre, siempre, siempre está amargado, desilusionado…Me resultó muy agradable el cambio cuando me encontré a un personaje del siglo de oro que tiene hambre a medio día, que le gustan las fulanas, el vino y el dinero…

  77. Incitatus dice:

    Gracias, y perdón por el pique, pero cuando algo me parece injusto y fuera de tono y de lugar, a parte de sin sentido se me hinchan mucho las narices. Así que Jerufa, Miles, Rodrigo, Marbenes… volveré, que en no se diga que este equino senador es rencoroso.

  78. Incitatus dice:

    Miles tus apreciaciones son justas, y obviamente un, digamos, romanista no te puede contestar con exactitud documental. Sino a través de estudios muy posteriores que he leído con el tiempo y la impresión que de ello me ha quedado.

    y de ese complot tan amplio en geografía y miembros ¿no quedó huella en algún documento?: A esto no te puedo responder, pero intentaré ver si alguién ha recogido esta información exacta

    el ejército borbónico se nutría para el cuerpo de oficiales de nobles, ¿por qué no se sublevaron más que tres oficiales?¿por qué sólo eran de artillería, y los de caballería, infantería y la Guardia Real?, : No he dicho que toda la nobleza, muy amplia, estuviera implicada. Simplemente algunos grandes aristócratas, como el mismo Duque del Infantado, defensores acérrimos del partido fernandino e impulsores del motín de Aranjuez, pudieron estar detrás de la incitación a la revuelta. Por otro lado el ejército tenía órdenes de no actuar en ningún caso contra los franceses, que por otro lado debían ser muy superiores en número, organización y material y estaba, en teoría controlado por la corona y no por estos aritócratas. No dudo que Daoiz y Velarde fueran grandes heroes que se sacrificaron por intentar ayudar al pueblo de Madrid.

    A la última cuestión te puedo plantear ¿qué sabía realmente el pueblo de Madrid?

  79. Incitatus dice:

    Esta teoría sobre el 2 de Mayo como digo simplemente me parece atractiva. No la defiendo a ultranza pero me sugiere muchos visos de realidad. No creo en la generación espontánea de revoluciones o sublevaciones por parte de la masa, siempre hay detrás propagandista, manipuladores y políticos con intereses por movilizar a esa masa. Desde las revueltas de los estratos menos privilegiados de la sociedad romana conducidos por Saturninos, Gracos etc. Hasta la misma revolución rusa conducida habilmente y con mano ferrea por Lenin y sus «camaradas»; pasando por la misma revolución francesa y su famoso 14 de Julio.
    Todo esto no quita valor a las fechas señaladas pero me lleva a creer que por lo general la masa por si misma no actuá unánimemente contra cualquier poder, a riesgo de su cuello, salvo en condiciones extremas.

    pero vamos es una visión que simplemente me parece interesante y obviamente discutible

    saludos
    Incitatus

  80. Eva dice:

    A Miles: hay un detalle que a algunos se nos escapa, y es que La Tabla de Flandes y el Club Dumas no son más de lo mismo, sino antecedentes de lo mismo. Quiero decir que son obras pìoneras, pues cuando Reverte las escribió (1990 y 1992, creo recordar) aún no había estallado la moda del trhiller cultural. No se unió a una moda, sino que la creó él, etre otros pocos como Vandenberghe con su capilla Sixtina y la neville con el Ocho, y casi para de contar, Eco aparte. Fue reverte quien la inauguró esa moda precisamente en España, y de ahí su éxito en todo el mundo con esas dos novelas que, recordemoslo, fueron las primeras españolas de venta masiva en todo el mundo. Luego, cuando vino el éxito del genero y los imitadores (Club Dante, etc hasta el propio Zafón, que citaba a Eco y a Reverte en la primera edición de la Sombra, aunque ahora ya no lo haga, el muy desagradecido) Reverte dejó de escribir sobre eso y tocó otros palos. Creo que eso le honra, pues ahí si habría podido seguir explotando la fórmula hasta hoy, y no lo hizo. Alguna vez dijo en una entrebista que ya había demasiada gente jugando a lo mismo y no le interesaba autoparodiarse ni repetirse. En uanto a Urogallo, con todo el afecto y el respeto, debo decir que afirmar que el Capablanca de Calvo Poyato (autor muy agradable, por otra parte) está más conseguido que Alatriste es como decir que Bruce Willis consigue sus personajes mejor que Robert de Niro. Además de ser una secuela, desde mi punto de vista mediocre, de Alatriste (por no hablar ya de Forcada, que no era el espía más honesto ni el más así pero era no sé qué, hay que tener morro) creo que Calvo Poyato no le llega a Alatriste ni a la altura de las espuelas. Pero esto es una opinión, claro. Y para gustos hay colores.

  81. Urogallo dice:

    Yo no estoy de acuerdo en la mayor, pero si en la menor. Capablanca es una copia, pero de otros personajes, para empezar y respecto a Alatriste, Capablanca es un emboscado de retaguardia ( el mismo presume de haber evitado ser reclutado para Flandes) y no tiene aventuras fisicas, ni traumas psicologicos…Alatriste es un Bogart, y sí, Capablanca es un Bruce Willis en Luz de Luna.

    Esto, por supuesto, dejando de lado lo sobrevalorado que está un actor tan limitado como De Niro.

    De hecho, y es muy curioso, Alatriste es un personaje amargado en una época de plenitud como es el principio del reinado de Felipe IV, y Capablanca es un pesonaje vitalista y satisfecho de sí mismo en una época de crisis y caos, como el reinado de Carlos II.

  82. Vorimir dice:

    Pregunta de examen:

    ¿Que recomendaríais antes? ¿Capablanca o Forcada?
    Razona tu respuesta.

  83. Urogallo dice:

    Yo todavía no he leido a Forcada, estoy en ello ahora que ha salido en bolsillo por 9 euros.

  84. Incitatus dice:

    Yo no he leído Capablanca, pero tengo ahí el segundo de Forcada esperando en la pila de libros, así que no puedo comparar. Pero si bien reconozco que Forcada es un aprovechamiento claro por parte del autor y de la editorial por seguir la estela triunfadora de Alatriste, si me pareció una novela bastante redonda, muy bien escrita con un aire del siglo XVI (ver la reseña escrita en esta página maravillosamente por Valeria) y con la que me divertí mucho.

  85. Koenig dice:

    Pues yo recuerdo la historia de unos herretes de diamantes…

  86. Terminus dice:

    Una nueva pregunta a Incitiatus:
    ¿A Kennedy le mató Lee H. Oswald o fue una confabulación judeo-masónica con implicaciones comunistas y el apoyo de los halcones de Washington? (perdona, es una bromna en torno a la teoría que expones).

    En cuanto a la teoría en sí no es si es interesante (de hecho la teoría en base a la que he hecho la broma me parece mucho más interesante que la verdad oficial) el problema es si es posible urdir una conspiración como la que propones sin que se conozca nada de ella (porque del resto de conspiraciones que nombras sí que se sabe y se sabía en la época). Los problemas con la historia (y cuanto más nos vamos al pasado más problema) son, por un lado, que nos basamos en las fuentes que nos han llegado, y por otro lado, que nadie de los que hablamos sobre ello estábamos vivos en aquellos tiempos (creo). Sólo podemos especular sobre lo que pasó en base a lo que nos ha llegado. Que yo sepa nadie de la época afirmó lo que dice esa teoría, y además date cuenta que tampoco hablamos de una gran revolución (que eso vino después) sino de un levantamiento de una ciudad contra lo que consideraba un ejército de ocupación. Como se dice en el mismo libro las tropas francesas ya habían tenido en otras muchas ciudades que acabar con levantamientos semejantes, por lo que tampoco parece que fuera algo extraño en esa época.

    Es más, teniendo en cuenta lo desesperado del levantamiento, lo poco organizado que estaba y las nulas posibilidades de éxito que tenía, a mi me parece más lógico pensar en algo espontáneo de un pueblo de berracos, incultos pero valientes y no en algo organizado con el fin de conseguir lo que vino después (o crees posible prever que de esos lodos (2 de mayo) viniesen aquellos barros (expulsión de los franceses).

    En fin, esto, al fin y al cabo, no deja de ser mi humilde opinión y no (espero que así lo entiendas) ningún ataque personal, ni mucho menos. Un afectuoso saludo.

    Saludos varios.

  87. Ariodante dice:

    Sólo he leído algunos comentarios por encima, porque no tengo mucho tiempo, pero por lo visto ha habido polémica Galdós versus Perez-Reverte.
    Mi opinión puede que no sirva, ya que reconozco de antemano que Perez-Reverte me cae fatal, desde sus tiempos de reportero de guerra y de periodista de semanal, y eso que creo que es murciano como yo…pero no lo aguanto. Me dirá Eva, que parece muy batalladora, que es un prejuicio: efectivamente, lo es. Por eso empecé diciendo que mi opinión no cuenta mucho, aunque me apetece darla, y como este es -todavía- un país libre…ja jaja, pues la doy. Yo prefiero a Galdós, por supuesto, si hubiera que elegir. No creo que lo hubiera, porque cada uno tiene su público, como dijo alguien (soy incapaz e recordar todas las intervenciones).
    Y respecto a si la literatura envejece o no, diré que es como en el cine: puede que envejezca, pero hay quien envejece genial como -por ejemplo- Paul Newman o Sean Connery, que ganan con los años, y hay quien envejece fatal, como Robert Redford o Warren Beatty. Quizás el símil no es muy adecuado, lo siento, y me anticipo a las críticas.
    Pero ¿envejece La Odisea? ¿envejece El Quijote? ¿ Hamlet? Los grandes no envejecen nunca. Y yo creo que, humildemente, Galdós es grande. Y Pérez Reverte, con vuestro permiso, habrá que esperar unos años, porque, por ahora, no hay color.
    Eso no quita para que, como dijo no-se-quien, sea un buen escritor de bestsellers y está en su derecho de serlo, jolín, además eso se le da divinamente y ha sabido salir adelante y dejarse el periodismo de guerra y trabajar mas tranquilo y probablemente ganar bastante más . O sea, que el hombre vale, solo que…vale para lo que vale. Y tiene su público, que todos no se tragan los Episodios Nacionales asi como así. A mi me parece estupendo. Siempre repetiré que todos, afortunadamente, somos desiguales y diferentes. ¿Por qué todos tenemos que leer al mismo escritor? Pues no, señor, unos a Don Arturo y otros a Don Benito. Y tan felices.
    De todas forma, Richar, enhorabuena por tu reseña, que no te he dicho nada hasta ahora.

  88. Krieg dice:

    Hola,
    Aun a riesgo de aburriros (espero que no) voy a hacer una aportación que puede hacer comprender mejor el clima que se respiraba en aquel momento, como me parece natural que fuera un levantamiento popular, y como homenaje a estas primeras victimas.
    Efectivamente, no fué el de Madrid el unico levantamiento, ¿sabeis donde fué el primero? ¿donde se produjeron los primeros cuatro muertos de la guerra de la independencia? pues fué en la revuelta popular que se produjo en Burgos el día 18 de abril de 1808, si, cuatro burgaleses, lamentablemente no tuvieron un Goya que lo plasmara.
    Aún existe una lápida que lo recuerda, aunque en ella falta el nombre de uno de los que murieron aquel día.
    La Placa dice:
    «Al pueblo burgalés, que antes que ninguno de España se alzó contra los franceses invasores en esta plaza donde murieron por la patria. Manuel de la Torre, Nicolás Gutierrez y Tomás Gredilla, el 18 de abril de 1808»
    La placa no está situada donde se produjo la descarga de fusilería que lo fué en realidad en la Calle Huerta del Rey.
    El pueblo burgalés estaba más que harto de las tropas francesas, y de la presencia oficial de Manuel Godoy (regidor de la ciudad por nombramiento real), aunque de hecho apenas había puesto los pies en la capital castellana.
    En octubre de 1807 llegaron a Burgos 25.000 soldados de infantería y 4.000 de caballería, de todos los cuales dispuso Napoleón se quedasen en Burgos 3.000 infantes y 1000 jinetes.
    Naturalmente el primer problema planteado fué el alojamiento y abastecimiento, pues una ciudad pequeña como Burgos, donde abundaban los conventos pero no los cuarteles, no tenía ni haciendo milagros alojamiento para cerca de 30.000 soldados franceses, que desde el primer momento empezaron a dar muestras de chulería y prepotencia, lo que provocó un fuerte malestar en la población. A duras penas se pudo alojar a los soldados en pueblos cercanos.
    Los problemas más comunes eran los relativos a la entrega de alimentos y caballerías para las tropas francesas. Por ejemplo, el ayuntamiento de Burgos se dirigió al intendente general de la «Ciudad y Provincia» el 27 de marzo para advertirle que del 29 al 30 de ese mes llegarían 1200 hombres de caballería y 1850 de infantería y que todo estaba ocupado.
    Murat, a la sazón allí, prometió reembolsar todos los gastos ocasionados por las tropas francesas. Para calmar la situación, se recibió una carta del Rey Carlos IV exhortando a todos a mantener la paz, «pues no hay mejores amigos de España que los franceses» a la que seguía su abdicación en su hijo Fernando VII.
    El 19 de marzo, se produjo un hecho que puso en vilo a la población burgalesa y con el que se empezó a madurar el clima de la opinión acerca de los franceses. Artulez, el interprete, se presentó en el Ayuntamiento con dos arrieros que contaron a los regidores lo que les había sucedido. Salieron de Vitoria con 11 cargas de fusiles por orden de las autoridades españolas para llevarlos a Madrid, fueron sorprendidos por un grupo de franceses que los apresaron , hicieron entrar en el pueblo, y desde allí a Burgos, donde les presentaron al comandante fgrancés que había ese día, quien les quitó las armas y amenazó. Todo esto se corrió por la capital burgalesa.
    A finales de marzo llegaron más tropas francesas y como general en jefe Bessieres, mariscal de Francia, acompañado de varios generales franceses que lo primero que dieron a entender a las autoridades locales era la inminente llegada de Napoleón , lo que obligaba a ir preparando un digno alojamiento, sobre lo cual convinieron que el mejor era el palacio arzobispal. Pero quienes se presentaron antes fueron el Infante Carlos María Isidro el 6 de abril, y Fernando VII el 12, que se hospedó, al día siguiente el 13 sin avisar abandonó Burgos direción Vitoria.
    Para esas fechas el descontento en Burgos era algo generalizado. El 11 de abril, Mariano Villalaín, vecino de Villatoro, pueblo cercano, fué encargado de llevar a Lerma un coche con seis mulas del cuartel general francés, pero le obligaron a seguir hasta Madrid, donde lo único que le dieron como pago fué un vale. Al día siguiente a Jerónimo Gonzalez de Villasana, de Arecillas de río Pisuerga, a quien ordenaron transportar equipajes franceses, le obligaron a la fuerza a seguir hasta Lerma y le quitaron su carro. Abusos de este tipo unidos a que las escasas subsistencias existentes que eran consumidas por las tropas francesas, así como el embargo de granos, ganado, y leña en los pueblos más o menos cercanos colmaron la paciencia de los vecinos de la capital.
    El 18 de abril se produjo un inesperado y espontaneo motín en la Plaza del Mercado por las gentes que allí había. Vendedores y compradores de productos alimenticios en su mayoría, menestrales y artesanos, que con palos, aperos de labranza y algún fusil marcharon por la calle Gallinería hasta la cercana calle Huerta del rey, en una de cuyas casas residía el Mariscal Bessieres, para pedirle cuentas del comportamiento de la tropa francesa.
    Los centinelas impidieron el paso a los burgaleses y salió el resto de la guardia, a la que se unió el General Lefebre con sus soldados, que dispararon. Allí mismo murieron los tres que figuran en la lápida: Manuel de la Torre, Nicolás Gutierrez y Tomás Gredilla. Días despues falleció José Apesteguía a consecuencia de las heridas. Inmediatamente llegó el Regimiento Calatrava, español, las autoridades burgalesas, y varios generales franceses para restablecer el orden. Los soldados franceses heridos fueron atendidos en el Hospital Barrantes, lo cual soliviantó aun más a los amotinados, que quisieron lanzarse contra los médicos españoles.
    Estos datos los he extractado de un articulo publicado por el Doctor Pedro Pascual, en su investigación en el archivo Municipal y en la obra del historiador Anselmo Salvá en su obra de 1913, hay otra versión de los hechos a la que se le dá menos credibilidad, pero con el mismo final.
    Salu2

  89. Ariodante dice:

    Krieg, tío, ¡¡¡estás enteradísmo!!! ¡Qué pasmoso! Es interesantísimo todo lo que relatas, y cómo has dado con ese artículo y toda esa información. Ha sido una aportación estupenda por tu parte.

  90. Aretes dice:

    Krieg, resulta de lo más interesante pero además bien contado.
    Da la casualidad de que mi bisabuela, a la que conocí, que nació a finales del siglo XIX, siempre me contó que lo del 2 de mayo lo tomaron del ejemplo de un levantamiento en Burgos… yo siempre pensé que era pasión por la tierra o inicios de los desvaríos de una anciana.

    Respecto a Reverte… me sumo a la postura de Ariodante. No le aguanto como persona, ni los comentarios, ni las actitudes, aunque eso es lo de menos…. me hacía gracia esa cara de «me aprietan los zapatos» cuando era reportero. Me leí algún libro suyo, otros no los he podido acabar… Alatriste, pues ni fú ni fá. Entretenido pero no pasa de ser una novelita sin más. No creo que sea merecedor de tantos honores… simplemente es el escritor de moda. Veremos si aguanta el paso de años y siglos.
    Aún así, no sé si superare tantos reparos después de los comentarios y leeré éste. Pero tendrá que ser dentro de un tiempo, cuando no sea el centenario ni nada parecido, me molesta ir a lo que toca.

  91. Urogallo de los Julios dice:

    Hombre, Reverte lleva tantos años siendo el «escritor de moda» que hay que reconocerle que la moda ya debería haber pasado…

  92. Aretes dice:

    Pero no tanto como para ser un clásico, categoría a la que se le eleva sin reparos…

  93. Urogallo de los Julios dice:

    Dificil ser un clásico en vida, en todo caso digamos que es un mito viviente de la literatura popular española, puesto que no se le puede negar.

  94. Aretes dice:

    Hummmm, me rindo.

  95. Urogallo dice:

    Vae Victis

  96. Aretes dice:

    Ya, pero no eres el de los Julios…

  97. Urogallo dice:

    Es que estoy esperándo alguna novela de Reverte sobre la Antigua Roma…Queda aquí apuntada la idea para el futuro novelistico de Reverte, un tanto de capa caida con sus últimas y flojas novelas.

  98. Eva dice:

    ¿Reverte de capa caida, para quien?… Urogallo habla como si últimamente le fueran mal las cosas a Reverte. ¿Capa caida? ¿Futuro novelistico? Cada libro suyo se sitúa en la lista de más vendidos desde hace quince años, vende cuatrocientos mil ejemplares de cada libro en el primer año de su salida, está traducido a 38 idiomas y hay lectores y lectoras como yo que nos bebemos cuanto escribe. ¿Eso es estar de capa caida? Y no me vengais, por favor, con el insulto a la inteligencia de que como se vende mucho es malo, o es malo lo que mucho se vende y demás. Puede haber quien discuta cosas (cada uno es libre) sobre como escribe y lo que escribe, pero hablar de capa caida es cuando poco gratuito. Ahora bien, si a lo de capa caida se refiere Urogallo con su gusto particular y personal, en eso no me meto. Pero que no confunda sus gustos ni sus capas con los de otros. A mi, por ejemplo (y veo que no soy la única aquí) sus ultimas novelas me parecen no sólo no flojas, sino las mejores. El Pintor de batallas es una estremecedora obra maestra, Corsarios de levante lleva a Alatriste a un extremo maravilloso de madurez de personajes y ritmo y de lenguaje y aventura, y El día de Cólera es a mi juicio un reportaje literario inigualable. Y en efecto, soy una fan. Es que ese tío es tan bueno que hace fans como yo. Y otros cientos de miles de fans más. El día que en vez de capa caida esté de capa alta, no sé qué va a pasar. Saludos.

  99. Rodrigo dice:

    En lo personal, no creo que el índice de ventas sea el mejor criterio para evaluar la calidad de una obra literaria. Si no me equivoco, Alexandre Dumas fue el escritor más vendido en la Francia decimonónica, y a nadie se le ocurriría considerarlo un verdadero maestro -no a la altura de Stendhal, Balzac o Flaubert, por ejemplo-. Paul de Kock y Paul Bourget vendían muchísimo, y hoy casi nadie los recuerda. En nuestros días Isabel Allende es toda una superventas, ¿y qué? Jamás estará a la altura de los mejores.

    Saludos.

  100. Urogallo dice:

    Eva habla como si «El pintor de batallas» fuese una obra superior a «El club Dumas» y no una especie de monólogo autocomplaciente, o como si en «Corsarios de Levante» no se estuviese copiando así mismo en «El sol de Breda», incluyéndo además un capítulo no planificado en su saga por motivos puramente mercantiles…

    Eva habla como si Reverte, al que glorificaba por su atrevimiento a probar algo distinto, no se mostrase cada vez más repetitivo y menos fresco.

    Todos los cientos de miles de fans que quiera Eva…Pero Reverte cada vez se muestra menos novelista y más artículista, yo que he asistido 2 veces a su presentación de «Un día de Cólera» ( Poco que esos de cientos de miles de fans pueden decir) puedo decir con conocimiento de causa que su lenguaje, su mundo personal, su pensamiento, cada vez es más claro y más impactante, y tal vez por eso sus novelas cada vez sean peores.

    Reverte cada día adquire un dominio del lenguaje más completo, y una lucidez histórica más clara…y cada día es peor novelista.

    Las cosas como son.

  101. Urogallo dice:

    Sorry ( Algo que pocos de esos cientos de miles de fans pueden decir).

  102. marbenes dice:

    Ey, Rodrigo, con la iglesia hemos topado, que dice el refrán. No me toques a Isabel Allende, eh? Como que no es de las mejores?, entonces que hago yo con mi pasión por La casa de los espíritus? ;-)) Por cierto, Eva, yo tampoco creo que el índice de ventas sea significativo de la calidad literaria de una obra ni de su autor, y si no, ahí tienes a Dan Browm (es que Arauxo lleva mucho tiempo sin entrar y alguien tenía que decirlo)

  103. Eva dice:

    Tengo la impresión de estar perdiendo el tiempo con argumentos, la verdad. No sé si merece la pena discutir así. ¿Cuando he dicho que el indice de ventas sea sinónimo de calidad? Lo que he dicho es que no siempre vender mucho significa literatura facilona, que es muy distinto. Por otra parte, negarle a Dumas la condición de maestro, como si tuviera más magisterio parir Mademe Bovary que Los trus Mosqueteros o el conde de Montectristo (todas obras maestras en su género, pues Dumas no pretendía competir con Flaubert, ni viceversa) es saber muy poco de qué estamos hablando, que es de Literatura con Mayúscula Donde Cabe Todo Lo Que Es Bueno, desde Agatha Christie a Dostoievsky, como una vez dijo Reverte. ¿Vale más Raskolnikov que Sherlock Holmes? ¿Influyó más en las vidas de sus lectores? Todo es literatura y buena, chicos. Y tampoco se puede criticar a Conrad diciendo que es más flojo en Bajo la mirada de occidente o el Agente secrewto que en Lord Jim o elCorazón de las Tinieblas. Todo es Conrad. Todo es literatura. Sólo los limitados limitan y delimitan. Hay mejores y peores obras, claro. Pero a un autor se le juzga según el conjunto de ella. Y sigo diciendo muy alto y claro que el Pintor de batallas es una novela de madurez increíblemente buena, de las que hace falta toda una vida lúcida y dolorosa para destilar. Otra cosa es que un lector joven o con otros puntos de vista, u otros gustos, no la entienda o la comparta. tampoco a mí me gusta Bajo el Volcán de Lowry, que me parece una lata. Pero comprendo que ese hombre tenía algo que yo no soy capaz de captar, así que me callo con humildad y prudencia y se lo dejo a los que saben y les gusta, a ver si me ayudan a comprenderlo y disfrutarlo, en vez de decir que iba de capa caida (era alcohólico) o es una piltrafa. A esto se llama ser lector y tener respeto. En cuanto a lo de repetirse a si mismo, si fuera verdad (que para mi no lo es) tampoco nada malo en un atuor. Ahí está John le Carre, que eso si es repetirse, y es un escritor enorme. O Patrick O’Brian,. Las series suelen repetirse en las líneas generales, amigos. Por eso se llaman series. Saludos.

  104. Jerufa dice:

    Muy bien Eva, muy bien.
    A mí este debate me está encantando, así que no lo dejeis.
    Yo no he leído El pintor de batallas -que además lo tengo en casa- pero sí El club Dumas que me encantó. De hecho mis impresiones las reflejo en la reseña de esa novela, que significó mi estreno como reseñador en esta ilustre página.
    Adiodió.

  105. Rodrigo dice:

    Estimable Eva:

    Tú misma hiciste referencia al tema de las ventas como presunto referente de calidad de la obra de un autor, al tratar de desmentir el aserto de que Pérez-Reverte esté de capa caída. Por cierto, mi argumento tenía –y conserva- sentido genérico, no referido necesariamente al caso de Pérez-Reverte sino a todos los escritores cuyos méritos residan primordialmente en un alto índice de ventas.

    En mi opinión, Dumas es un maestro en su género, y puede ser considerado un buen escritor, vale, pero en modo alguno es comparable a los mejores del siglo XIX. Era un maestro en lo de concebir literatura popular altamente comercializable, ciertamente. Explotó en alto grado el estilo folletinesco de los relatos por entregas, tan típico de su tiempo. Y montó una verdadera fábrica de hacer literatura: llegó a emplear a 73 colaboradores (lo que en Europa llaman ‘negros’); uno de ellos de nombre Auguste Maquet, quien trabajó con muchísima independencia –Maquet intervino a fondo en la redacción de “El Conde de Montecristo” y “Los tres mosqueteros”-. Llevado Dumas a juicio por este ‘colaborador’, se comprobó que aquél no era el autor exclusivo de su obra y fue condenado al pago de una multa. Dumas hizo de la literatura un producto comercial, una mercancía, en toda la rotunda significación del término.

    El argumento de Pérez-Reverte sobre la literatura de calidad donde quepa de todo no me parece válido. Por lo menos, no es cierto que en literatura esté todo al mismo nivel. Pretender equiparar a Agatha Christie con Dostoievsky es todo un disparate. Es cierto que el ruso fue un escritor sumamente irregular y que su obra está llena de defectos, pero sus logros son tan altos que eclipsan los fallos y lo ponen en el más alto rango de la literatura. Y, por cierto, Raskólnikov vale cien mil veces un Sherlock Holmes. Creo que hay que conservar la distancia que separa a la literatura seria de la literatura comercial y de entretención. Agatha Christie y Arthur Conan Doyle eran buenos (hasta muy buenos) en lo suyo, la literatura de entretención, y nada más. En otro ámbito, ¿pondrías a un creador de cancioncillas populares al mismo nivel de Beethoven? No lo creo. El argumento de Pérez-Reverte me suena a una especie de relativismo cultural que no casa bien con la aplicación de criterios de excelencia, y parece una burda autojustificación de un autor que debe estar muy consciente de que su obra difícilmente podrá estar a la altura no ya de los clásicos, sino de lo mejor de su tiempo.

    Con respecto a Conrad –escritor a quien tengo entre mis favoritos-, yo no evaluaría cada una de sus obras según supuesta pertenencia a uno u otro género, sino por sus propios méritos. A mi entender, “Bajo la mirada de Occidente” es efectivamente más floja que otras novelas de su autor no por pertenecer a un género de relato político presuntamente inferior a la novela de aventuras o la novela a secas, sino simplemente porque peca de un cierto maniqueísmo y de un notorio prejuicio antiruso, y porque el relato no está tan bien llevado como en “Lord Jim” o “El agente secreto”. Todo es Conrad, como bien dices, Eva, pero no todo Conrad es igualmente excelente.

    Tratándose de literatura, lo de ‘todo es literatura’ parece redundante. Todo es literatura, obviamente, pero no todo es literatura del mismo nivel o igualmente comparable. Créeme Eva: no soy partidario del elitismo en literatura –por lo mismo es que no tengo un muy buen concepto de “Ulises” de Joyce, tan abstrusa que parece elaborada sólo para disfrute de la camarilla de escritores y de desmenuzadores profesionales de la literatura-; pero tampoco creo que hayamos de hacer tabla rasa con todo lo que en literatura existe. Diantre, es que si legitimáramos una tentativa similar estaríamos comparando a un Dan Brown con Tolstói o con Cervantes, lo que a mí al menos me provocaría arcadas.

    Ojalá no desistas de participar en este sitio porque se rebatan tus planteamientos. Todos corremos el riesgo de que se nos contradiga, la cuestión es dialogar o debatir con respeto y altura de miras.

    Saludos.

  106. Rodrigo dice:

    Puchas, Marbenes, parece que ahí sí que topamos. A mí me parece que Isabel Allende es una escritora mediocre, aunque «La casa de los espíritus» está bastante bien -creo-. Otras obras de esta autora me parecen de muy bajo nivel. Demasiado facilona, comercial y apegada a una receta garcíamarquiana.

    En fin, todo es cuestión de gustos, y como dicen Uds.: para gustos, colores.

    Saludos.

  107. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Por meter mi granito de arena en la maquinaria, se me ocurre pensar que la mejor forma de «medir» la «calidad» de la literatura es puramente subjetiva, y se basa en la satisfacción: intelectual, sentimental, imaginaria… etc. que uno obtiene de un texto literario.

    Siempre habrá autores que sean capaces de transmitir mas que otros. Supongo que estos son los que ascienden, con el tiempo, al escalafón de clásicos. Pero hay que tener cuidado con esta idea. Un texto que en un momento dado puede resultar insoportable puede ser pura delicia en otro, y el lector no ha cambiado. Con mas motivo deberemos ser cautelosos si cambia el lector.

    Con esto sólo quiero subrayar lo subjetivo (muy subjetivo) que resulta lo que estáis comentando, motivo por el cual es mas necesario el tono pausado que en otros debates. Porque lo que para uno puede ser clarísimo, para otro puede ser tan opaco como el betún.

    Y para terminar, quedarme con la frase de Pennac: «No hay libros malos, sólo malos lectores».

    Saludos.

    Koenig.

  108. Jerufa dice:

    Pues discrepo Koenig.
    Hay malos libros y desacostumbrados lectores.

  109. Krieg dice:

    Hola a todos,

    La polémica siempre es buena, si no la hubiera, sería un aburrimiento, ¿no creeis? todos todo el tiempo de acuerdo en todo.

    Perooo Nerea, ni que fueras su hija ….., ja ja ja, lo defiendes con uñas y dientes, que por otro lado, si te gusta tanto, está muy bien que conste.

    Pero hay que poner a cada uno en su sitio, si no, dentro de poco leeremos algo asi como «Reverte, el nuevo Cervantes» ja ja ja, o Reverte supera a los clasicos ja ja ja.

    Yo opino que el más consciente de su propio tamaño como escritor es el mismo Perez Reverte, y el lo sabe muy bien, que es lo bueno, pero se debe al tinglado editorial de ventas que tiene montado, además peca de pretencioso, por que si no es por el, las nuevas generaciones nunca sabran la verdad de la historia, pobre incultos, y claro, como tiene un coro alrededor que le pone por las nubes, al final se lo cree, es humano ja ja ja.

    Yo creo que uno de los sintomas de lo comercial que es el libro «un día de cólera» (hubo más como he escrito más arriba) es aparte del momento en que ha salido al mercado, tambien la propia edición en si misma, el tamaño de la letra es grandisimo, ¿que ocuparía ese «tomo» como ya dije, si estuviera maquetado (distancias entre renglones, tamaño de letra, etc como debiera? pues se quedaría en nada, como dije, mucho ruido y pocas nueces, o mucha apariencia, menos mal que le ha llevado dos años que si no…… ja ja ja, y todo para justificar un precio.

    Y por cierto, pienso que no hay malos lectores y si malos libros, y no estoy de acuerdo con la subjetividad al medir la calidad de la literatura, para mi existen parametros para calificarla.

    Salu2

  110. Valeria dice:

    Yo creo que el único argumentario que vale a la hora de medir la calidad de la literatura es el criterio personal. Y el criterio personal puede defenderse a capa y espada o con misiles nucleares, pero «mi» criterio personal no será nunca el criterio personal de otro. Puede coincidir con otro criterio personal. Pero el mío, es mío. Puede argumentarse, justificarse, explicarse, ponerse en común o debatirse, pero no puedes obligar a nadie a compartirlo.

    A lo que voy, que me lío: como no sé dónde dan el título de crítico literario, siempe he creído que cada lector, por el mero hecho de serlo, se convierte en un crítico: con sus filias y sus fobias (su bagaje como lector, sus traumas infantiles, sus anhelos secretos, su personalidad , sus estudios, su capacidad crítica, sus experiencias vitales en) el lector realiza una valoración de una obra en la medida en que obtiene un resultado, «algo», de la lectura. Hay lectores que buscan información, otros entretenimiento, otros que les hagan pensar, otros que les resuelvan dilemas morales…. lo que sea. Y desde ese punto de vista, todos y cada uno tienen algo que decir de una obra en concreto.

    Así que todos tan amigos, opinando que es gerundio, y para gustos, colores.

  111. cavilius dice:

    El otro día leí un texto que me encantó: estaba escrito en gaélico (lengua ancestral que aún se utiliza en Irlanda) y me pareció una maravilla. Qué musicalidad, qué poesía, qué hermosura. Y eso que yo no tengo ni idea de gaélico.
    Por cierto, el texto eran las instrucciones de funcionamiento de un móvil.

    Si tengo oportunidad, volveré a leer algo en ese bello idioma.

    Saludos.

  112. Vorimir dice:

    ¿Las instrucciones de DVD por ejemplo? :P

    Por otra parte, yo soy Revertiano y el debate está muy interesante.

  113. Rodrigo dice:

    Qué tal, Koenig.
    Lo tuyo más parece un peñascazo que el aporte de un granito de arena. Lo cual habla muy bien del nivel de tu intervención. ;-)
    Concuerdo contigo en que los criterios para evaluar literatura son subjetivos –como ocurre en casi todo, tal vez-. Por lo mismo es que desconfío de los intentos de formular cánones literarios sacralizantes. Pero no creo que se haya de exagerar el alcance de la subjetividad al extremo de desacreditar todo intento de establecer criterios generales de evaluación.
    Es cierto que de ciertas obras literarias de escaso mérito intrínseco un lector avispado puede extraer elementos interesantes, acaso extrapolar algunos de ellos a problemas importantes, o desarrollar un nuevo punto de vista. Pero esto daría una mejor medida del lector que de la obra en sí. Pienso que en el inmenso volumen de obras de todo tipo que se han escrito y se escribirán, bien se puede extraer el grano de la paja. No da lo mismo cualquier obra, ni cualquier género. Si yo tuviese ambiciones literarias –a sabiendas de mi falta de todo talento literario- y dispusiese de los recursos necesarios, bien podría pergeñar alguna novelucha de ínfimo valor y publicarla por no sé que medios –extorsión de un editor o autoedición, por decir algo-; pero nada impediría que mi obrilla hubiese de ser calificada como mala. Esto no es más que un ejemplo caricaturesco, ya lo sé, pero es que a veces me he topado con cosas que dan la impresión de que sólo han podido ser publicadas por vías semejantes a las de la caricatura, y cuyos autores deben carecer de todo sentido de la autocrítica.
    Supongo que ya has anticipado, estimado Koenig, mi total desacuerdo con la frase de Pennac. Enlazando con lo que señalaba antes, yo diría que hay lectores tan perspicaces que hasta de libros malos extraen algo bueno, extraño a las intenciones y capacidades del autor. Y que hay libros tan malos que nada de ellos haya de sobrevivir.
    Por supuesto, todo esto no es más que mi parecer, uno entre tantos.

    Saludos.

  114. Koenig dice:

    Ah, pero a lo mejor los buenos lectores son aquellos que no disfrutan de determinados libros…

    O los malos lectores los que si obtienen algo de ellos…

    O son malos lectores los que no son capaces de darse cuenta del nivel de lo que leen…

    Y los buenos lectores son aquellos que son conscientes de la calidad de un texto…

    Tal vez son buenos lectores los que pueden hacer una crítica cabal de un libro…

    Y los lectores que consideran buena cualquier cosa son malos lectores…

    Tal vez todos los los libros son buenos porque siempre hay un mal lector que los califica como tales…

    Tal vez ningún libro es malo porque los buenos lectores sólo leen libros buenos…

  115. Koenig dice:

    Por cierto Cavilius, que en tu último comentario demuestras ser, realmente, un buen lector, y me das mucha envidia. Yo el gaélico lo mas que he conseguido disfrutarlo es cantado.

    Limitaciones que tiene uno.

    Saaludos.

    Koenig.

  116. marbenes dice:

    Cavilius, me has dejado impresionada. El francés me parece un idioma muy musical y si no se sabe pronunciar suena fatal, cómo te las has apañado para apreciar su musicalidad sin conocerlo?

  117. Rodrigo dice:

    Hola Valeria.

    En mi réplica a Koenig creo que respondo un poco a tu comentario.

    Suscribo a la idea de que todo lector es un crítico de lo que lee, y estoy de acuerdo en defender la autonomía de cada cual para evaluar lo que lee. Lo que no comparto es el subjetivismo absoluto en cuestiones como ésta, algo parecido a un relativismo que en este punto al menos no me parece muy fundado. Creo que sí es posible establecer criterios más o menos generales y comunes para evaluar un libro. Los profesionales de la literatura saben de esto mucho más que yo. No me fío tanto de mi caudal de conocimientos ni de mi capacidad crítica como para dictaminar -aunque sólo fuese para mí- lo que está bien y lo que está mal en literatura. Por demás, algo hay en los tratados e historias de la literatura. No es que yo sea muy aficionado a leer libros de este tipo, pero creo que se puede concluir algo: de una revisión somera de libros de esa estirpe se extrae listados bastante parecidos de autores y de títulos, que son por lo general los que merecen ser considerados en las historias generales de la literatura (aparte las recurrentes omisiones y discrepancias). Y es que a estos estudios les subyace una cierta universalidad en materia de criterios de evaluación. Por demás, el tiempo decanta bastante la calidad de cada obra literaria y de cada autor; lo que no impide que de cuando en cuando se reivindique o se rescate de un injusto olvido a autores y libros merecedores de un mejor destino.

    Espero que no se crea que esté tratando de pontificar. No soy un crítico literario ni he leído tanto como para asumir una conducta tan soberbia. Precisamente porque admito sin problemas que hay quienes están muchísimo mejor preparados que yo para detectar méritos y defectos en los libros, es que leo reseñas y críticas literarias como una manera de procurarme ayuda y orientación.

    Saludos.

  118. Rodrigo dice:

    Hum, Koenig, por lo menos has logrado marearme con tu réplica.
    Mucho de este asunto depende del criterio que se emplee. Y bueno, puede haber casi tantos criterios como subjetividades. Con lo cual estaría dando al traste con mi argumentación, pero no.
    Mientras tanto, quede constancia de mi opinión.

    Saludos, nuevamente.

  119. Terminus dice:

    Perdón por meterme en esta estupenda discusión sobre qué es buena o mala literatura; en este caso estoy completamente de acuerdo con Koening y Valeria, en contraposición a la opinión de Rodrigo (con perdón).

    Porque…¿Quién debe dar el título de buena literatura? Quizás unos sesudos estudiosos, «mucho más listos que yo», que supuestamente me van a indicar lo que es bueno y lo que es malo. Como en todo en esta vida, creo que prefiero elegir por mi mismo y decidir si algo es bueno o no en función de mis gustos propios (que además, para mi, son los más importantes). De hecho, es algo parecido a lo que ocurre con el arte, que algunos críticos deciden lo que es bueno o malo (y a veces acaban decidiendo que poner un water en el suelo es una gran obra de arte conceptual).

    Saludos varios.

  120. Rodrigo dice:

    Vale, Terminus: sin desdecirme -por ahora- de lo que he opinado, comparto tus aprensiones respecto de los poderes que muchas veces se arrogan los críticos profesionales.
    En todo caso, no de dicho que haya q

  121. Rodrigo dice:

    (Continúo)

    … No he dicho que haya que someterse pasivamente a los dictámenes de tales críticos, sino únicamente que hay que tenerlos como referencia. Vamos, que no es cosa de largarse a opinar sobre cualquier tema como si no hiciesen falta formación e información previas.

    Saludos.

  122. Terminus dice:

    Toda la razón, Rodrigo.

    Por supuesto que nos influyen las opiniones de otros, sino no leeríamos reseñas (ni siquiera tan magníficas como la de Richar).

    Saludos.

  123. Rodrigo dice:

    Quiero hacer hincapié en que no pretendo dar por sentadas mis afirmaciones como si intentase dictar cátedra en ésta o en cualquier otra materia. Nada de eso. Sólo se trata de opiniones, y si a veces me paso de terminante les pido disculpas: creo que a todos nos cuesta evitar la vehemencia cuando opinamos sobre temas que nos interesan mucho, como este de la literatura. Así pues, Marbenes, si he opinado que Isabel Allende es una escritora mediocre, ten en cuenta que lo he dicho de manera harto respetuosa y cautelosa, enfatizando que se trata de mi parecer, nada más.

    (Si de repente me dijesen que Dostoievski o Conrad son malos escritores, asomaría mi yo desquiciado cual Mr. Hyde con sus instintos asesinos desatados, y mi yo apenas cuerdo, un vulnerable Dr. Jeckill, tendría mucho trabajo para contenerlo. Así que entiendo que los revertianos quieran cargar conmigo… Mientras lo hagan con prudencia… Glup.)

    Por otra parte, téngase en cuenta que cuando intento refutar la idea de que el único argumento que valga como medición de calidad literaria sea el criterio personal, lo hago en buena medida por tener presentes mis propias limitaciones como lector y –por tanto- como crítico de una obra. Señalé antes que no me fío tanto de mi caudal de conocimientos ni de mi capacidad crítica como para dictaminar -aunque sólo fuese para mí- lo que está bien y lo que está mal en literatura. Precisamente es esto: una cuestión de humildad. Pero tampoco he pretendido claudicar de mi responsabilidad de criticar todo lo libremente que pueda, cosa que compete a todos por igual. Por esto prestaba mi acuerdo a la defensa de la autonomía del juicio -autonomía de cada cual para evaluar lo que lee-. Creo que se trata, una vez más, de la búsqueda de equilibrios.

    Koenig: no creo que haya mucha contradicción entre lo que he sostenido y tu réplica de las 5:01 pm. En particular, las dos penúltimas frases me representan del todo:
    “Y los lectores que consideran buena cualquier cosa son malos lectores…

    Tal vez todos los libros son buenos porque siempre hay un mal lector que los califica como tales…”

    Saludos a todos.

  124. cavilius dice:

    Por ilusiones (perdón: alusiones):

    Yo también conozco el gaélico cantado, Koenig: Enya, Lorena McKennitt, Clannad… Y suena como los ángeles (la música que acompaña también ayuda, claro). En cuanto a lo de apreciar su musicalidad sin conocerlo, marbenes, pues creo que precisamente por eso: porque no sé ni el significado de las palabras ni cómo se pronuncian. Mira si tengo así libertad para imaginarme musicalidad en el texto. Si supiera gaélico, dudo mucho que hubiera encontrado disfrute leyendo las instrucciones de un móvil.

    Y bueno, en realidad el comentario pretendía sólo ilustrar una idea que va tácita (¿demasiado tácita?) en él pero que ya se ha mencionado por ahí arriba: que cada lector es un mundo, que a cada uno le gusta lo que le gusta como le gusta por lo que le gusta, que no sé yo si no será imposible establecer criterios absolutamente válidos de lo que es bueno o malo en literatura. Koenig aboga por el extremismo de que todo vale en literatura porque en algún rincón del mundo seguro que habrá algún lector a quien le gustará (incluso quizá le gustará sin entender ni una sola palabra, como en el ejemplo del gaélico), y Rodrigo prefiere establecer unos mínimos y quedarse con que casi todo vale en literatura. Atendiendo a estas dos posturas, si es que las he sintetizado bien, las instrucciones de un móvil escritas en gaélico ¿serían literatura según Koenig? Puede que sí. ¿Y según Rodrigo? Seguramente no. ¿Y según Eva? Si las hubiera escrito Pérez-Reverte, sin duda (es broma, es broma). A donde quiero ir a parar es a que quizá el problema de qué literatura es buena o mala quizá cuelgue de otro problema mayor: el de qué debemos considerar literatura y qué no.

    Según el Diccionario de la Real Academia Española (si es que lo que allí diga tiene algún valor en esta discusión, que también sería discutible), literatura es, en la acepción que más se ajusta a la noción de literatura que por aquí venimos manejando, el «arte que emplea como medio de expresión una lengua». O sea, que le pasa el muerto de qué sea la literatura al arte. ¿Y qué es el arte? Pues, de nuevo según la RAE, el arte es la «manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros». Y reconozco que a mí me cuesta entender esta definición. ¿Las instrucciones en gaélico de un móvil serían arte? ¿Una tortilla de patatas sería arte? ¿Silbar sería arte? ¿Un escrito sobre lo que pienso sobre los políticos sería arte? ¿La programación de la tele sería arte? ¿Este comentario sería arte?

    Yo no soy amigo de las etiquetas, así que en el fondo tampoco me importa demasiado qué pueda ser llamado arte y qué no, o qué sea literatura y qué no lo sea. Creo que lo importante es si nos gusta o no. A mí me gustaron esas instrucciones en gaélico. ¿Son literatura? Pues no lo sé, pero ¿qué importa? Immanuel Kant definió, creo que perfectamente, qué es la belleza: lo bello es aquello que place sin concepto, o sea, aquello que nos gusta y no sabemos explicar por qué (porque si supiéramos sucedería que no es que aquello nos guste sino que nos resulta razonable, justo, correcto…, y eso ya no tiene que ver con el sentimiento de gusto o disgusto sino con la razón). Y creo también, y en esto me alineo con Koenig y Valeria, que difícilmente no existirá alguien a quien aquello que a mí más me repugne le parecerá bello, y por tanto le parecerá que es arte, y si ese algo consiste en palabras plasmadas en un papel, hasta le parecerá literatura. ¿Y quién se lo va a discutir, y con qué autoridad?

    En fin, ahí dejo el asunto.

    Saludos.

  125. Eva dice:

    Rodrigo, aquí no se ha rebatido nada. Se han discutido mis puntos de vista, como yo los tuyos. Rebatir es otra cosa. Tú no me rebates nada, sino que estás en desacuerdo conmigo, y viceversa. Mis argumentos siguen siendo válidos y no has desmentido ninguno, sino que te has mostrado en desacuerdo, como yo con los tuyos. Punto. Haría falta un árbitro superior para dictaminar quién rebate a quién. Por cierto, te recuerdo que el Club Dumas, aparte de una novela fascinante y «un juego endiabladamente inteligente» (The New York Times Book Review dixit) es todo un tratado sobre literatura culta y literatura popular, en el que el propio Reverte lo argumenta todo, por boca de Lucas Corso y de Boris Balkan, mejor de lo que yo lo haría nunca. Otra cosa: Raskolnikov vale PARA TI más que Sherlock Holmes, pero para otros lectores, no. Incluso algunos no saben quien es Raskolnikov, pero todos conocen a Sherlock, o a Poirot, o a Dartagnan. Eso que para ti no tiene valor, para mí lo tiene inmenso. Operar en el imaginario del lector y extendersee más allá del límite de la propia literatura solo es dado a unos pocos. Negar, por ejemplo, que Alatriste es el único personaje español que en el siglo XX ha trascendido esos límites en la historia de nuestra Literatura (el Gabriel de Galdós es otro, y pocos más) es negar lo innegable. Aunque los menguados fdigan ja, ja, ja, y lo atribuyan a letras gordas y a operaciones de marketing. Nadie, ni el mismo Reverte (que parece mucho más listo que todo eso) pretende compararlo con Cervantes. El mismo ha dicho alguna vez «la posteridad me importa un carajo. dentro de veinte años nadie me recoirdarà ni a mí ni a nadie e quienes publican ahora». ¿Por qué ese sospechoso afán en criticarle aquello de lo que nunca presumió?Otra cosa es lo que digamos sus lectores incondicioanesl (que los veo muy callados en este debate, por cierto, aunque sabemos que están ahí), pero esa es nuestra responsabilidad, no la suya. De cualquier manera, negar su influencia en los lectores españoles de los últimos veinte años, y por tanto en la literatura española de esos últimos veinte años, es absurdo. Lo de la calidad puede discutirlo uno, negarlo otro y afirmarlo otra como yo. Vale. Es cuestion de gustos, y a veces de intereses a favor o en contra (aunque eso e que el éxito se debe al marketing editorial me da mucha risa. ¿Imaginais el marketing si no tuviera éxito? Además, recuerdo que cuando empecé a leerlo, con el Maestro de esgrima, obra maestra, año 88, de marketing nada de nada, pues ni siquiera salió en la prensa) Pero si hablamos de la influencia de un autor en su entorno y su tiempo, ¿Tiene más influencia literaria Ferlosio que Reverte? ¿Torrente Ballester que Reverte? ¿Marías que Reverte? ¿Millas que reverte? ¿Umbral que Reverte?¿Marsé que reverte? Yo no me atrevría a afirmarlo en ninguno de los casos, ni siquiera en el de Marsé. Influencia no es prestigio, ni dinero, ni ventas. Es número de gente cuya vida recibe influjos de una obra determinada. ¿Calculas la influencia, por ejemplo, de La Tabla de Flandes o el Club Dumas? ¿La de Alatriste en los millones de lectores, incluidos chicos de los colegios, y las secuelas que tiene, y no solo novlescas? ¿Lo que ha arrastrado detrás la publicación de Un día de Cólera como en su momento arrastró Cabo Trafalgar? (por no hablar de los cuatro millones y medio de lectores que tiene cada domingo). Un libro de un autor potente es mucho más que un simple libro. A eso me refiero. En mi vida, por ejemplo, debido al momento en que los leí y a mis circunstancias personales, influyó más Walter Scott y Verne, por ejemplo, que Proust. Y AMO a Proust, a ver si me entiendes. Todo libro ue llega a tu vida en el momnento oportuno es bueno. Y tan oportuno puede ser Eugenie Sue como Corin Tellado, Isabel Allende, Buzatti o Pynchon. Lo ue dije arriba de Le carré (que nadie me ha rebatido) siguo diciéndolo quí. Hammet, Chandler, Ed McBain, Ellroy. ¿Literatura sub? Según y como. Y un mismo lector, en diferentes momentos de su vida, puede amarlos a todos ellos, sin excluir a unos por otros. Por eso es peligroso situarse en posición olímpica pretendiendo hacer dogma de la subjetividad. Insisto en que al hablar de libros y de autores que han cruzado cierta línea (de sombra) conviene ser prudente y respetuoso. Saludos.

  126. Eva dice:

    Prueba de lo subjetivo que es el acto de leer es que, mientras ahí arriba alguien habla del tipo de letra de Un dia de Cólera y del marketing y de lo presumido que es Reverte y ja, ja, ja(apasionante análisis) otros hablan de otras cosas, como este comentario (que no es mío) que adjunto:

    «Un día de cólera», el Dos de Mayo sin artificios

    Un día de cólera, de Arturo Pérez-Reverte, es una novela extraña por singular. No cabe calificarla de novela histórica porque merece ser catalogada como recreación histórica. Hay ficción, sin duda, cosa por otro lado inevitable; pero no hay protagonistas centrales en el sentido clásico de la novela contemporánea, concepto este que de un tiempo acá ha sido prostituido por los narradores que confuden hacer literatura con aplicar los criterios propios de los más vulgares guiones de cine hollywoodianos.
    La recreación del Dos de Mayo –sin olvidar que circunscribir los hechos a una fecha es un tic ahistórico– que hace Pérez-Reverte tiene el mérito de otorgar todo el protagonismo al colectivo; es decir, al conjunto de los madrileños que se vieron implicados, muchos de ellos involuntariamente, en un levantamiento popular cuyo único objetivo era derrocar la monarquía bonapartista. Pero aquel confuso enfrentamiento iba más allá porque –aunque duela reconocerlo– fue un enfrentamiento esencialmente civil. De hecho, la presencia francesa –o bonapartista– era en gran medida aleatoria.
    Curiosa y significativamente, a la hora de vender el libro, los textos comerciales o publiciatarios hablan de una narración en la que hay hay héroes y cobardes, víctimas y verdugos… En definitiva, hablan de tipos vulgares, típicos y tópicos de las novelas posmodernas de corte hollywoodiano; pero resulta que el libro de Pérez-Reverte es ajeno a ese esquema y es rico en personajes breves pero muy matizados, pues hay reaccionarios y revolucionarios, dirigentes de la elite y líderes del pueblo llano, mujeres comunes y hembras oportunistas, valientes patriotas y patriotas de cartón piedra… Todo un mundo de personajes.
    Una vez leída la narración, cabe subrayar que yerran quienes simplifican y restan significados a los numerosísimos protagonistas secundarios del relato. Es más, resulta chocante que alguien quiera recomendar el libro obviando una de sus más valiosas características, pues Pérez Reverte consigue reflejar con singular acierto la ecléctica y variopinta composición social del Madrid de la época.
    El Dos de Mayo ha sido reiteradamente presentado como un hito de la patria española; pero, ¿fue realmente una revuelta patriótica o nacionalista, en el sentido moderno de estas acepciones?, ¿o fue un movimiento organizado por la nobleza y el clero ante la evidencia de que el bonapartismo –como vehículo de la Ilustración– aspiraba a liquidar prebendas medievales?
    Arturo Pérez-Reverte no entra en ese asunto –el notable retraso que sufrió en España el tránsito del viejo régimen al Estado moderno–, pero su ficción histórica ofrece datos y retratos que son útiles para entender unos hechos que han sido y son instrumentalizados e interesadamente difuminados.

  127. Aretes dice:

    Me parece un debate de lo más interesante, aunque creo que se habla de conceptos distintos.

    Cualquier libro, pintura, música, escultura… cualquier manifestación de arte ¿puede ser considerada como tal?. Difícil respuesta.

    Una cosa es que al receptor adecuado le pueda mover una fibra que le emocione, que llegue a sentir esa expresión que el artista pretende o cualquier otra que ni siquiera estaba en su pensamiento (¿en qué pensará el cocinero de la tortilla de patatas?), dependerá del que lo contemple, incluso del momento en qué lo haga… En ese sentido, el corazón, me mueve a pensar que sí, porque todo tiene un poquito de arte, como la belleza. Cualquier objeto es susceptible de parecer bello, a nosotros o a otros, en este momento o en otro…

    Pero la cabeza me dicta que hay otro arte, quizá un arte con mayúsculas, indiscutible. Igual es injusto decir que es el que consigue mayor consenso, que aguanta el paso del tiempo, que te deja con la boca abierta y no una mera sonrisa… pero es un hecho que existe, aunque no por unanimidad. No a todo el mundo le fascina todo el arte por el mero hecho de serlo.
    Y ahí, le doy la razón a Rodrigo.

    No creo que sean incompatibles, en ningún modo. Lo que pasa es que existe una gran cantidad de obras entre esos dos extremos, unas más cerca de uno que del otro y bajo los mismos criterios subjetivos del que los disfruta… o los sufre.
    A mi juicio, ahí es dónde un buen crítico hace su labor. Descubre otro punto de vista, otra luz… y es que hay arte que hay que saber leer, mirar, oir… (¿educar esa sensibilidad?¿saber apreciar más a fondo esa obra?). Reconozco que cuesta más, me gusta la idea de algo que te impacte sin intermediarios, pero hay que ser justos. Hay libros que se leen mejor después de una reseña, edificios y pinturas que se entienden después de una explicación, esculturas que se aprecian mejor bajo otra luz… Para mí ésa es la buena crítica, no la que juzga sumarísimamente, sino la que aporta algo nuevo.

    En fín… lo que da la noche de sí!

  128. Rodrigo dice:

    Eva: por ahora, cuatro puntos.

    Según el diccionario de la R.A.E., estas son las acepciones del vocablo ‘rebatir’:

    1. tr. Rechazar o contrarrestar la fuerza o violencia de alguien.

    2. tr. Volver a batir.

    3. tr. Batir mucho.

    4. tr. Redoblar, reforzar.

    5. tr. Rebajar de una suma una cantidad que no debió comprenderse en ella.

    6. tr. refutar (‖ contradecir con argumentos lo que otros dicen).

    7. tr. Resistir, rechazar tentaciones, sugestiones y propuestas.

    8. tr. Esgr. Desviar la espada o sable del contrario, haciéndole bajar la punta, para evitar la herida.

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?LEMA=rebatir

    He usado la palabra en el sentido de refutar (=impugnar, contradecir, discutir). Yo trato de rebatir tus argumentos, tú tratas de rebatir los míos. Eso es todo.

    No creo que venga al caso la disputa sobre la popularidad de los personajes. El que Sherlock Holmes, Poirot o Dartagnan sean más conocidos que Raskólnikov no dice cosa alguna sobre la calidad de las respectivas obras que ellos protagonizan. Popularidad no es sinónimo de calidad, como no es cierto que estos elementos estén necesariamente disociados (me refiero a que no albergo el prejuicio de que lo popular sea inexorablemente malo. Oye, en su momento disfruté un montón leyendo novelas de Dumas, pero no por eso iría a considerarlo equiparable a Stendahl o Tolstói. Por otra parte, soy un fan total de «El Señor de los Anillos», y vaya que sí se trata de una obra popular y, a mi juicio, de gran calidad.)

    El que Pérez-Reverte no se compare con Cervantes ni pretenda convertirse en un clásico lo honra muchísimo.

    Y cuarto: consideras que el de la influencia en el imaginario de las personas y la popularidad de temas y personajes es un factor decisivo para medir la calidad de una obra literaria. Me parece un punto de vista válido y sobradamente respetable, pero no lo comparto del todo. Creo que es más bien cosa de estudios sociológicos y antropológicos que de un abordaje estrictamente literario del asunto. E insisto: en mi opinión, popularidad no es sinónimo de calidad, aunque pueda serlo de impacto simbólico-social. Una época y una matriz cultural pueden estar fuertemente marcados por ciertos personajes y entramados ficcionales, pero eso no los convierte necesariamente en altos logros literarios. Y conste que no soy partidario del elitismo cultural, como señalé antes, como tampoco lo soy del esteticismo o del ‘arte por el arte’.

    Saludos.

  129. Rodrigo dice:

    Cavilius: muy interesante tu intervención, aunque no estoy seguro de que represente enteramente mi posición el ‘casi todo vale’ que me atribuyes.

    La delimitación de lo que es arte y lo que no lo es: tan complicada como Cavilius señala. Terminus ponía el ejemplo famoso del inodoro (seguramente se refería al de Duchamp, quién otro); tú, Cavilius, el de las instrucciones del celular en gaélico. Menudo embrollo. Diantre, esto daría para una animadísima conversación en varias sesiones.

    Aretes: comparto enteramente tu postura. Precisamente he tratado de evitar los extremos. Y admito que el tema soporta casi todo tipo de perspectivas. Entre otras, la de que la percepción de lo bello es tan volátil, maleable y subjetiva como señalas.

    Saludos a todos.

  130. Jerufa dice:

    No entiendo que está haciendo Nando en estos momentos ni en estos días…

  131. Miles dice:

    Lo de «thriller cultural» no lo sabía, este foro me enseña mucho y eso me gusta. Pero, dígase lo que se diga, estas novelas con protagonista antihéroe, sagaz, sarcástico, o automarginado de vuelta de todo y amargado por un pasado, etc, etc, con trama complicada, que al final no lo es tanto, y el culpable es quien menos se piensa (a veces es más bien previsible también), ¿cuántas veces no se ha visto en películas y novelas policíacas?. Importa poco que el objeto o fin sea algo cultural, libro, tabla de Flandes… la trama, argumento y protagonistas a mí me dan la impresión de dejá vu (es que me incitáis), y no digo que sean malas, no, que a mí me dejaron esa impresión. Alguien lanza la cuestión de los irreductibles de Reverte, pues ni de Reverte, ni de nadie, todos los autores tienen libros que gustan más o menos, o incluso son malos, decidídamente. Y la discusión (que no riña) de qué es arte y qué no lo es, … vosotros mismos deberíais saber cuánta tinta se agotó en ella y lo que queda. KOENIG muchas gracias por la información de Burgos.

  132. Koenig dice:

    Krieg, el de Burgos ha sido Krieg.

  133. davide dice:

    Eva, como fan de Reverte que eres me gustaría hacerte una pregunta. Hace años leí La piel del tambor, ¿qué te parece su final?. Yo me pille un berrinche tremendo, pues después de tragarme 500-600 páginas, que la novela acabase de aquella manera tan insustancial. Vamos, me resultó muy decepcionate.
    P.D. No soporto a Proust. ¡Vaya peñazo!, con todos mis respetos.

  134. Valeria dice:

    Verás Rodrigo, cuando he defendido el derecho de todo el mundo a emitir su propia valoración respecto de una creacion literaria no estaba pensando que «todo vale» a la hora de considerar como de calidad una creación. Simplemente manifestaba que tanto respeto merece la opinión de un lector como la de otro.

    Mencionando la figura de los críticos literarios: si me ha parecido horrorosa una obra, porque fulanito de tal me diga que esta es una obra de arte, pues me seguirá pareciendo un horror. ¿No han muerto escritores sin ver renocido en vida su talento? ¿No ha habido libros que fueron denostados en un tiempo y reivindicados después? ¿Opinan todos los críticos con criterio unánime? Que yo sepa, no existe un baremo objetivo en función del cual declarar que tal obra ha superado con creces el criterio de la exelencia literaria.

    Las afirmaciones categóricas y las realidades innegables me parecen (me parecen a mí) sólo una forma vehemente de defender una opinión personal. Al menos en tanto hablamos de manifestaciones artísticas.

    Y comparto la opinión de los que han manifestado que el número de lectores o la supuesta «influencia» de una obra no me parecen elementos decisivos para medir la calidad de la misma. Además, ¿En qué consiste esa influencia? ¿y cómo se mide?¿Tiene más calidad una obra traducida a diez idiomas que una obra que se ha escrito en urdu y no se ha traducido?¿Es de más calidad una obra porque te obliguen a leerla en el cole?¿Es indicio de calidad que hagan un cómic o una película de un libro?¿Se puede utilizar el mismo criterio para valorar una novela de Agatha Christie o una tragedia de Esquilo?

    Repito -que ya lo había dicho- que me ha gustado «Un día de cólera». Más que otros libros de Reverte (por ejemplo, La carta esférica, que me decepcionó enormente). Y menos que otros que me han gustado más. Nadie es perfecto.

    [Por cierto, me disculpo anticipadamene por no pasar en los próximos días por este lugar, pero el trabajo manda; me ausento por motivos laborales]

  135. Rodrigo dice:

    En general estoy muy de acuerdo contigo, Valeria.
    Entre otras cosas, compartimos el criterio de que el número de lectores o la popularidad de una obra literaria no es el mejor parámetro para evaluar calidad. Tampoco su impacto en los imaginarios sociales.

    Que haya fortuna en tu trabajo. Saludos.

  136. Terminus dice:

    Rodrigo, me es imposible estar en desacuerdo contigo después de decir que te gusta «el señor de los anillos» (es que eso une demasiado y nos hace almas comunes, ;-) )

    En cuanto a Eva, aunque en general me gusta casi todo lo escrito por Reverte y también un día de colera, pero lo de lectores incondicionales es muy difícil de decir. Entiendo la postura de todos aquellos que después de leer dos o tres libros seguidos de un autor y no les han gustado (aunque sean del gran Reverte) dejen de leerlo (de hecho, yo mismo lo haría, lo que pasa es que hasta ahora me han gustado todos). En todo lo demás estoy de acuerdo contigo, salvo en lo de Prost (vaya coñazo, con perdón. Supongo que aquí Rodrigo diría que es que no lo he entendido, y que sus personajes son mucho mejores que Sherlock Holmes y tal y pascual. Puede ser, pero a mi me aporta más Sherlock, lo siento por ser tan prosaico, infantil o como quieras llamarlo, aunque desde el punto de vista que yo defiendo, yo soy mi mejor crítico, porque lo critico bajo mi punto de vista y mis intereses para un único lector, que además soy yo mismo. ¿Toma ya, si alguien es capaz de entender este galimatías que me lo explique).

    Saludos varios.

  137. Rodrigo dice:

    Terminus: nada, que tras mostrarte como admirador de “El Señor de los Anillos” no hay cómo seguir lidiando. Entre cofrades de una misma hermandad no es lícita disputa alguna. ;-)

    Aclaro que no soy un admirador de Proust ni de su obra. Para mí es casi tan insoportable como el “Ulises” de Joyce. Ojo, que no digo que me parezcan malas novelas, sino que no me interesan (y este es un juicio que emito después de varios y frustrados intentos de lectura). Seguramente son tan fundamentales en la historia de la narrativa moderna como dicen por ahí, pero prefiero pasar de ladrillos tan tediosos. Prefiero “La montaña mágica”, de Thomas Mann, o “Al este del Edén”, de Steinbeck -entre otras-.

    Saludos.

  138. marbenes dice:

    Pues a Germánico le gustó el Ulyses de Joyce, Rodrigo, sí, sí, como te lo cuento!

    Por cierto, me uno a vuestra cofradía de El Señor de los Anillos, un libro maravilloso.

  139. Rodrigo dice:

    Bienvenida, estimada Marbenes, a la más señalada de las cofradías.

    Supongo que lo que me informas sobre Germánico debería extrañarme, pero tratándose de él, asumo que cualquier extravagancia es posible. ;-)

    (Con el océano y la cordillera por delante, jeje, no hay romano que me atemorice…)

  140. davide dice:

    ¡Oh, Rodrigo!, el gran Steinbeck. Ahí le has dado. El sábado pasado salía en el suplemento cultural de El País, un estupendo artículo de Rosa Montero sobre el proceso de gestación de «El rey Arturo y sus caballeros», obra inconclusa de el autor. Se vé que el hombre era demasiado exigente consigo mismo.
    ¡Valeria!, esa reseña.

  141. Incitatus dice:

    JO, me dejo de conectar unos días y esto se convierte en un fantástico debate sobre: ¿qué es el arte? y mucho más…

    Rodrigo, para variar tiendo a estar de acuerdo contigo, incluso en lo de el Señor de los Anillos en cuya cofradía pido sitio como gran admirador de Gimli.

    Eva, por estar por una vez de acuerdo contigo, soy un gran admirador de Proust, aunque reconozco que es francamente dificil y a veces incluso aburrido, pero merece la pena.

    En cuanto a la cuestión en cuestión, ¿qué es el arte?, quiero meter un pullita polémica: ¿el arte no es aquello que nos quieren vender como arte, desde siempre a través de lo que hemos llamado marketing?

    saludos

  142. Rodrigo dice:

    Qué bueno Steinbeck, ¿eh Davide? Aunque sea, en mi opinión, harto irregular. Tiene cosas muy buenas y otras…, ejem, no tan buenas. ¿Sabes?, en esto lo encuentro parecido a Dostoievski -uno de mis favoritos-: capaz de escribir unos portentos de novela pero también ciertos engendros lamentables. Y en cuanto a las grandes novelas del susodicho Fiódor Mijáilovitch: a pesar de lo mucho que me gustan, no dejo de reconocer que padecen de algunos defectillos notorios (de estilo, puede que de contenido también). Me parece que algo similar ocurre en las novelas de Steinbeck (y eso que «Al este del Edén» y «Las uvas de la ira» me gustan mucho). Con todo, las prefiero mil veces a obras que presumen de muy cuidadas y cuasi perfectas (Proust, Nabokov, Yourcenar, hummm…).

    Leí «El rey Arturo» y al final me gustó bastante, después de un arranque que -en su momento al menos- me pareció poco auspicioso.
    Buscaré el artículo de Rosa Montero.

  143. Rodrigo dice:

    ¡Eh, bienvenido de vuelta Incitatus, que te echaba de menos!

    Tu puesto como admirador del gran Gimli está más que asegurado. Yo me reservo el de Pippin (sobre todo por sus segundos y terceros desayunos).

    Y como para hacer sentir tu presencia, nos largas un temita poco turbio, ¿eh?

    Saludos.

  144. Rodrigo dice:

    (A propósito, ¿dónde se habrá metido Epaminondas? La búsqueda del vil metal lo debe tener absorbido. ;-) )

  145. Incitatus dice:

    Ya sabes que me gustan las polémicas fuertes ;-)

  146. Valeria dice:

    Por alusiones. Davide: la reseña está hecha hace tiempo. Su destino está ahora está en manos del jefe
    Y hablando de El Señor de los Anillos, no me resisto a contaros una acécdota: Recuerdo una cordial comida con unos compañeros, entre los que se encontraba una profesora de literatura en la que hablando de libros saqué a relucir éste. Recuerdo la voz de acero y la mirada asesina cuando dijo «estoy hablando de literatura de verdad».
    Ahora sí que me largo, que mañana me voy. Saludos, y hasta otra.

  147. Rodrigo dice:

    Pues ahí se me habría salido el Mr. Hyde…

  148. Krieg dice:

    Hola de nuevo a todos,

    Ariodane, Arietes y Miles, me alegro que os haya gustado, hay cantidad de circunstancias poco conocidas que ayudan a comprender los momentos historicos, quería hacer ver que las cosas llegado un momento, si que pueden ser espontaneas, ¿porque no? el no incluir estos y otros datos es ya una manipulación, Madrid en aquel momento no era una isla.

    En lo relativo a la historia, a la gente hoy en día le gusta fantasear, o descubrir causas ocultas, (como en este caso en relación a la supuesta organización del levantamiento) o misterios, a mi no me gustan las especulaciones, me gustan los datos demostrados con documentos, por eso no me gustan en general las novelas historicas actuales, no hay que inventar y especular hay que demostrar.

    Desde luego todo el mundo tiene derecho a opinar, por ejemplo en otro tema, mucha gente dice, es que yo no entiendo de pintura, seguido le preguntas ¿te gusta tal cuadro? y te responden si, o no, pues entonces ya tienes un criterio, tu criterio, que puede coincidir con más o menos numero de personas, otra cosa es que sea valido, ser capaz de discernir si una obra se destaca y hace que ese autor sea fuera de serie es otra cosa, y el tiempo hace mucho, de los actuales escritores ¿que se dirá dentro de 100 o 200 años?

    Hoy en día se tienden a hacer comparaciones exageradas, (en cine, literatura, pintura etc) a sobrevalorar obras basandolo simplemente en el factor economico y en este caso en particular en las ventas, (vende luego es bueno) cuando en realidad son producto del marketing editorial o de otro tipo, y no del valor real de esa obra, que puede ser más o menos graciosa o resultona, ¿podían soñar muchos en otras épocas, en toda su vida, con la publicidad que se da actualmente solo en la campaña de Navidad? puede haber una obra muy mala pero que se anuncia en tv y vender muchísimo, y otra buena que no se anuncia tanto que nada

    Se juzga a escritores clasicos muy solidos, con sus carreras terminadas en pie de igualdad con otros más o menos de moda que tienen que demostrar mucho.

    Salu2

  149. Rodrigo dice:

    Respecto del tema que has planteado, Incitatus, hay entre nosotros una conocedora e involucrada directa en el asunto. Esperemos a que acaben los trajines de su mudanza para que nos dé su opinión -si es que se anima-…

  150. Aretes dice:

    Krieg, suscribo punto por punto… excepto lo de Arietes.

  151. Incitatus dice:

    Hola Krieg,

    Con respecto al tema del dos de mayo yo no quiero buscar conspiraciones ocultas e imaginarias, solo presento ciertas teorías que me parece francamente interesantes. Acabo de leer esta noticia sobre un libro que acaba de salir (me lo agenciaré para ver que dice daqo que tuve a Emilio de Diego en la facultad y me pareció un profesor muy cabal e interesante, en cuanto me haya leído esa parte intentaré contarte con más fuentes) y de la que te extracto una parte:

    A pesar del romanticismo que se le suele dar, y no exento del verdadero significado del Dos de Mayo, la sublevación no fue un acto improvisado, sino el fracaso de una serie de conspiraciones previas con simbolismo militar que dejó en la estacada a los que, llegado el momento, quisieron dar marcha atrás.

    En cambio, los protagonistas del levantamiento, formados en su mayoría por criados del entorno de Fernando VII, se sintieron parte activa ante la ‘violencia privada’ practicada por los franceses —familiares de los asesinados y dueños de ganado robado— sufriendo el salto cualitativo que desembocó en insurrección política.

    «Un levantamiento como el del Dos de Mayo no tenía ninguna probabilidad material. Para los participantes fue un fracaso, pero para el país fue un éxito», explica el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, que apunta al reconocimiento de la hazaña a través de los años.

    La crónica completa de la presentación (a saber como lo ha transcrito el periodista) la puedes ver en: http://www.elmundo.es/elmundo/2008/01/29/cultura/1201626022.html

    saludos
    Incitatus

  152. Javi_LR dice:

    No sé por qué, pero con determinados autores siempre se termina hablando de los mismos tópicos, ‘qué es la literatura’, ‘la belleza’, ‘el arte’, ‘la popularidad versus calidad’, ‘cualidad versus cantidad’…

    Perdonad que vuelva a ese tema, pero para mí tiene un interés grande, como casi todo lo que suene a teoría.

    Habláis de la respetabilidad de las distintas opiniones, cuando no de su validez. Bueno, yo ahí disiento: habrá opiniones que no puedan ser jamás respetadas (pocas), y las habrá no válidas (muchas): yo soy libre de opinar que Pericles fue un gran político de la Revolución francesa, y como es mi opinión y mi sentir, lo defiendo a capa y espada, pero no es válido. Al menos si nos queremos acercar a la verdad. Y sé que la literatura es otro cantar, no es un campo en donde la objetividad de los hechos vaya a triunfar, pero así debería ser, tan siquiera con ciertos principios. Y no quiero ser positivista (que estoy muy lejos de ello), pero sin ciertas certezas siempre nos perderemos en el mar de la opinión. Hay escritores que no saben escribir, que van abriendo hilos sin cerrarlos, y cuando los cierran… uno preferiría que no lo hubiera hecho. Esto, objetivamente, no es literatura, no es ningún arte, por ejemplo, ya que el trabajo no se realiza bien. Luego hay otros que son copia y pega de otros, un cúmulo de tópicos y una llamada a los instintos más sensibles y facilotes; estos pueden ser literatura, pese a lo que piense alguno, puede ser arte; que sea una “bella arte” es otra cuestión. Sí, creo que hay ciertos mínimos que se han de cubrir.

    Decía un antiguo profesor mío de retórica que “el arte” no deja de ser un trabajo que se realiza mediante unas reglas preconcebidas, o algo parecido; a mi es la definición que más me gusta. Es pura etimología, el origen del palabro: tejne (al final siempre acabamos en lo mismo, ¿eh, Cavilius?; donde empezamos); técnica, lo propio de un arte. Con el tiempo ha ido adquiriendo otros significados, siempre, o casi siempre, subjetivos. Pero a mi no deja de parecerme arte el de un funambulista, o el de un médico cirujano. Luego ya Velázquez me parece un arte bello, y en “bello” es donde entra, más que lo subjetivo, la opinión.

    Reverte es literatura, Neus Asensi (que me perdone ella y su ascendencia y descendencia) no. Reverte es arte. Que sea buena literatura o mala, arte bello y estético o feo y mundano, eso ya es la opinión quien lo juzga, cada uno con la suya, y muchas veces válida, y casi siempre respetable.

    Y luego llegan Joyce, Alfred Döblin o Kerouac, por ejemplo, y demuestran que se puede hacer otra literatura, rompiendo las reglas. Aunque si os fijáis, son más metódicos aún en su arte, aunque nazca de lo espontáneo o de otras cuestiones. Como Picasso. Y por supuesto, eres muy libre de que te parezcan un coñazo, horrible de leer, de ver, o carente de toda belleza, y en este caso es respetable e incluso válido, porque son cuestiones subjetivas, pero para decir que es malo o que no es arte… te tienes que cargar de razones.

    Valeria, ¿ves?, no toda opinión es respetable. La de tu profe de literatura no era respetable. El Señor de Los Anillos no es que no sea literatura, sino que es “buena literatura”. Y bella.

  153. Rodrigo dice:

    Saludos, Javi_LR (LR: La Revelación, ¿no?)

    Celebro el que te hayas animado a intervenir en este debate. Ciertamente, la tuya es una contribución relevante, con la que tiendo a coincidir.
    Cómo no, se dirá, si has salido en defensa de «El Señor de los Anillos». Aparte lo jocoso del asunto, lo que me parece curioso a propósito de esta novela es que aun siendo tan consistente y maravillosa como es -pues leerla es sumirse en un estado de maravilla- necesite en cierto modo de estas ‘defensas’ que solemos hacer los entusiastas de la obra de Tolkien ante quienes le imputan escasa seriedad y un presunto ánimo evasionista. Que puede que lo tenga, pero diantre, aunque así fuera, quién no quisiera retraerse siquiera por unos instantes de la hosca realidad. Sin embargo, toda acusación de evasionismo respecto de “El Señor de los Anillos” parece insustancial cuando se constata el impulso ético que inspira la novela -y el impulso ético que inspira EN el lector-. Por otro lado, si la belleza (tema que por lo general eludo por parecerme algo manido), o bien el disfrute de la belleza, es indisoluble de una cierta inmovilidad extática y contemplativa -un cierto ‘retirarse del mundo’-, habría que acusar de evasionismo a toda manifestación artística más o menos digna de llevar este nombre (con toda la amplitud y ambigüedad del asunto, según se ha señalado); y en razón de esta acusación, rechazarla de plano, alternativa que jamás se me ocurriría secundar. Antes me he planteado adverso al elitismo y al esteticismo en literatura –y amplío: en cultura-, pero aclaro ahora que no lo soy en términos extremos. De lo contrario incurriría en un ideologismo reduccionista y negador, por ejemplo, de la importancia de la música y la poesía, por referirme a dos artes en que la gratuidad y el esteticismo tienen un lugar preponderante aunque no excluyente. Pienso que en novela el ‘compromiso’ con la realidad, el arraigo en la cotidianeidad, es más fuerte que en aquellas disciplinas, o al menos es mi opción gustar más por lo general de novelas ‘comprometidas’, por decirlo de algún modo: menos afincadas en el principio del ‘arte por el arte’. Con todo, no comulgo con el propósito de desarraigar o denunciar todo despunte de gratuidad en arte o en cultura. Como ya antes he propuesto –en consonancia con dictamen memorable del contertulio Incitatus-, lo importante es la búsqueda de ciertos equilibrios.

    Por si es necesario, quede sentado que no ha sido mi intención restarle todo valor al arte de la entretención. Ea, que no soy un tonto grave ni un misántropo.

  154. Rodrigo dice:

    (Por si ‘fuera’ necesario, etc.)

  155. marbenes dice:

    A propósito de lo que comentáis sobre qué es arte, el año pasado, en Madrid, hubo una exposición de pintura a la que se dió mucha publicidad para que fueran «todos los públicos» (no reucerdo cuál fue, sinceramente, nunca he entendido de pintura aunque, como dice Krieg, debo tener algçún tipo de criterio porque algunos cuadros me gustan, otros no, y otros ni fu ni fa). El caso es que unos reporteros de Telemadrid se acercaron a la exposición para demostrar que a estos actos van muchos «enteradillos». Cogieron a unos cuantos niños y les dieron un lienzo enorme y unos cubos de pintura para que «desparramaran». Luego, presentaron el resultado a cuantos iban entrando en la exposición y, excepto unos pocos que dijeron no entender nada y que no les gustaba, el resto, en serio, tendríais que haber oído los comentarios: que si se entrevé la angustia del pintor, que si se nota que está pasando de un período a otro, que si la profundidad de los colores, que si el estilo depurado….

    Es sólo una anécdota, pero me chocó mucho ;-))

  156. Javi_LR dice:

    Marbenes: yo vi ese reportaje y me parece un montaje totalmente censurable de la cadena de marras. Los que hemos pintado al óleo, aunque sea como en mi caso mero pasatiempo, sabemos la dificultad que puede entrañar el tipo de composición que mostraba ese cuadro. Yo lo vi, era completamente abstracto (casi expresionista), y tenía una PERFECTA combinación de colores, los cuales iban perfectamente dispuestos de fríos a cálidos, con una intención clara y con un método del que carecen los niños de esa edad, y más teniendo en cuenta que fue realizado en la anarquía propia de un conjunto de peques. Además, ese cuadro tarda días enteros en secarse (era muy graso y con gran cantidad de pintura), y la reportera lo enseñaba terminado y seco en la misma aula. En fin, es mi opinión. Es lo que tiene la tele.

  157. davide dice:

    Valeria, espero esa reseña emocionado. Y buen viaje.

  158. Clio dice:

    Lo que a mi me parece increible es que en pleno siglo XXI aún sigamos preguntandonos: si el arte abstracto es arte o no, si el cubismo es arte o no, que si esto lo puede hacer mi hijo, que si se rien de nosotros, esto hace un siglo tenía su lógica pero hoy en dia!; me ha gustado tu comentario sobre el arte y la literatura JaviLR, la técnica es fundamental y si a ello le añades un poco de inspiración (entendiendo por ésta como el efecto de sentir el escritor, el orador o el artista el singular y eficaz estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo) tendremos, como no, una «obra de arte»

  159. marbenes dice:

    En serio, Javi_LR, quieres dar a entender que ese cuadro no lo habían pintado unos niños? Te lo pregunto sin doble intención, eh?, ya sabes que partimos de la base de que a mí los cuadros de Miró, por ejemplo, me dejan indiferente, como si viera manchas en una pared que debe ser pintada de nuevo. Ya he dicho que no entiendo de arte pictórico ni un ápice, sé cuando algo me gusta y cuando no, pero para de contar. Y como no entendida de arte, pues no comprendo el arte abstracto en absoluto.

    Ni siquiera se me hubiera ocurrido nunca dudar de la veracidad de esa broma, pese a que conozco de cerca los medios de comunicación y sé de lo que son capaces, ya que no puedo apreciar esos detalles que tú comentas y que a mí me pasan por alto.

    Una pregunta: ¿es una apreciación tuya personal o la has contrastado con otros -como decirlo sin que suene irónico, que no es mi intención- entendidos que coinciden con tu sospecha?

  160. Javi_LR dice:

    Marbenes, como dije: es solo una opinión. Pero atenta a dos detalles, bueno, a tres, el último te lo doy al final (y es definitivo):

    Los colores están difuninados de manera perfecta, yendo, respectivamente y de forma muy elegante, del azul al rojo, pasando por el verde. Esto es obra de una mano; es imposible que un grupo de niños se ponga de acuerdo en hacer esto.

    Si te fijas, la reportera a la salida del centro de preescolar dobla el lienzo para introducirlo en un bolso. Pregunta a cualquiera que sepa cómo va esto si se puede hacer eso con un óleo (porque lo que utilizan es óleo) que se acaba de pintar. Hacen falta al menos un día y la utilización de un secante, y ni con esas. Además, ¿tú has visto la que montan para colocar el cuadro en una exposición con cámaras de seguridad y con cientos de cotillas…

    Y la última, y ya te digo que más importante: el programa de marras era «El Buscador», y la cadena TeleCinco.

    En fin.

    Entre que en el mundillo del Arte hay mucho espabilado y que fuera de él nos muestran estas cosas, es normal que a la gente le llegue una visión poco clara del Arte moderno. Y que lo rechace.

    Gracias, Clio. Coincido contigo. Por esas cosas, se han de buscar principios y bases para delimitar ciertas cosas, aunque sean básicas. Además, tendemos a confundir «Arte» con «Expresión», y deberían estar ambos términos no separados, porque conviven, pero sí delimitados.

  161. Vorimir dice:

    Yo tb vi ese reportaje y había otro de un cuadro pintado por los propios reporteros que lo colgaron en el Gugemheim (o como se escriba) y pasó más o menos lo mismo.
    Eso si, vista la calidad y objetividad de nuestra TV no me extrañaría nada lo que dice Javi_LR, el amarillismo es lo que domina en la caja tonta.

    Y yo so de los que en Dalí, Picaso y compañía solo ven garabatos sin sentido.

    para mi gusto personal, eso no es arte, son pajas mentales.

    Arte (OJO; REPITO: PARA MI) es un cuadro de Velazquez, el Coliseo, el David, la Capilla Sixtina, un temlo griego, y no un puñado de dibujos y garabatos que simbolizan talocual…

  162. Javi_LR dice:

    Pero Vorimir, es a lo que voy. Puedes decir que no te gusta; puedes, incluso, opinar que son pajas mentales (que lo pueden ser y no por ello deja de ser Arte); puedes decir cualquier adjetivo subjetivo que se te ocurra. Pero para decir que no es Arte… Esa afirmación debería ir acompañada de más razones que no sean tan personales. ¿Dalí hacía garabatos? ¿Picasso no tenía sentido? Uf, qué atrevido. ¿Conoces toda la reflexión que hay detrás de alguno de los cuadros de Picasso? Es un trabajo, sin duda, costoso el del malagueño. Costoso y lleno de genio además.

    Deberíamos disociar también la necesidad de representar la realidad como premisa para que un objeto sea considerado arte. El objeto artístico no tiene por qué ser un ejercicio de mímesis.

  163. Vorimir dice:

    Pero a veces, Javi_LR, llevan una abstracción tal que no significan nada o bien que aquello que supuestamente su autor quería expresar queda totalmente difuminado.

    Quizás es que caerzco de algún tipo de sensibilidad particular, no lo se, pero ante el arte «moderno» y abstracto paso de largo sin inmutarme para detenerme ante otras obras más mundanas, pero más llenas de significado.

    y si, es raro que un malagueño cirtique la obra de Picasso… ¡Pero no me gusta!

    Rectifico, me ustan algunas, pero mi gusto por ellas decrece confirme aumenta el subrealismo.

    y el arte es algo tan subjetivo… que cada cual lo entiende a su manera, y esa e sla mia.

    Para mi, debe transmitir algo no solo a un gurpo elitista que quieran ver tal o cual cosa en tales o cuales colores o imagenes.

    Lo siento, pero es que entre las Lanzas de Velazquez y el Guernica… para mi no hay duda Ppse a que el Guernica sea el símbolo que es y pueda llegar a enternder en él lo que el autor quiere decirnos).

    y bueno, esto sin entrar en el arte a base de: un maniquí con una gorra, un WC, una muñeca hinchable atacada por un cocodrilo de plastico…

    En fin…

  164. Vorimir dice:

    No se si he sonado borde, pero no es esa mi intención Javi_LR.

    Es que soy un poco bruto y por eso alo mejor no se apreciar el arte moderno…
    ¡Y a mucha honra! :P

  165. marbenes dice:

    Gracias por la aclaración, Javi, la tendré en cuenta por supuesto, ya que entiendes más que yo de esto seguro. Además, coincido contigo en la “des-apreciación”, en líneas generales, sobre el programa y la cadena.

    Respecto a lo que comentas sobre el arte abstracto, Clío, no dudo que seguramente tengas razón pero, como no entendida que me he declarado ya, debo decir que cuando me veo, por ejemplo, delante de un lienzo completamente en blanco, con un cartelito debajo que reza su título, y éste es “Silencio”, colgado en una exposición y valorado en un montón de dinero, no puedo evitar sentirme estafada y profesar a la vez una gran admiración por el autor que es capaz de hacer algo así sin sentir vergüenza y vivir a costa del esnobismo imperante en el siglo XXI. Seguramente opino así porque soy zafia en esta cuestión, pero te aseguro que es una opinión más común de lo que se podría creer.

  166. Javi_LR dice:

    No, Vorimir, en absoluto. Además, comprendo tu opinión y la respeto. Todo el mundo está en su derecho de que algo le guste o no. Tan sólo disiento contigo en un punto, en aquel que supone el objeto artístico como algo subjetivo.

  167. Vorimir dice:

    Bueno, poniendonos más filosóficos, el objeto en sin sería algo subjetivo (la obra del artista como tal y lo que el quiso plasmar); lo subjetivo viene a raiz de lo que la gente pueda pensar/interpretar a raiz de ella.
    Y cuando hay obras que sólo tienen siginificado en base a interpretaciones personales… llegamos al arte subjetivo y abstracto que impera hoy dia, que como bien ha dicho Marbenes, parece hecho para un grupo de elitistas que se rien sus gracias entre ellos.

    No, no me gusta el arte moderno, ¿se nota mucho? :)

  168. Javi_LR dice:

    Marbenes, no todo el arte moderno es así, por ventura. Un lienzo en blanco es un lienzo en blanco. Evidentemente, eso no es Arte, creo yo.

  169. Javi_LR dice:

    Borimir, no estoy del todo de acuerdo. Y me remito a lo que antes dije acerca de separar «Expresión» y «Arte». La «Expresión» es subjetiva, pero eso no hace al objeto, es un complemento al mismo. La técnica, esa sí que es meridianamente objetiva y en eso ha de basarse la apreciación del objeto artístico de cualquier índole.

  170. marbenes dice:

    Según se mire, Javi, porque si nos remitimos a esta acepción de la RAE «Arte: 4. amb. Maña, astucia”, desde luego algunos de estos pintores modernos sí que se dan maña y poseen astucia para vivir del morro, sí.

    Yo me sigo situando en la posición de Vorimir; para que yo considere una obra como arte tiene que coincidir con la segunda acepción de la RAE “Arte: 2. amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”.

  171. marbenes dice:

    Había puesto «expresa» y «desinteresada» en cursiva pero no ha salido ;-(

  172. Javi_LR dice:

    Con esa definición, Marbenes, seguro que no estás posicionada con Borimir…, pues si manifiestas una actividad humana (el sufrimiento en el Guernica o la sociedad, en una supuesta mancha sin ningún sentido) mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada (la visión de Picasso o del supuesto autor -que por cierto, desinteresada, hmmm…, Velázquez, desde luego, en muchos de sus cuadros no sería artista), que interpreta lo real o lo imaginado (tanto realismo como abstracto entrarían en este apartado) con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros (que yo sepa, Picasso utilizaba bastante bien estos recursos, pero por el hecho de utlizarlos ya cumple la premisa), es evidente que muchas cosas a las que no llamáis arte lo son.

    Es más sencillo basarte en la técnica, que además es el origen primigeneo de la palabra.

  173. marbenes dice:

    Cierto, Javi, he debido decir que me posiciono más cerca de Vorimir. A mí hay muchas cosas de Picasso que sí me gustan, incluido el Guernica, aunque no le saque ni mucho menos el jugo que debe tener, porque me sobrecoge; no sé si me explico, me transmite algo y es evidente para mí que el autor ha querido expresar sus emociones de forma desinteresada y personal. Por otra parte, hay cuadros de Picasso que no me gustan pero los sigo considerando manifestaciones artísticas porque tienen estilo, técnica, y emoción (aunque a mí no me transmitan). Sin embargo, ante una mancha roja con contornos difusos en el centro de un lienzo, que al parecer representa la soledad del sol en el universo, siento que no hay desinterés sino todo lo contrario (algo así como «verás como me forro y me hago famoso con esta chorrada») y tampoco expresión de sentimientos ni emociones. No sé si me explico, no es que n considere arte lo que no me gusta, sino lo que me hace sentir estafada.

  174. Urogallo dice:

    38 comentarios después…

    Yo ni soy joven, ni tengo humildad, ni me callo: El pintor de batallas es una disgresión que no aporta nada a territorio comanche, y que por la edad del autor tendría que ser bastante más que de «madurez».

    Por cierto, que nadie se ofenda, pero esto me lo comentaron el otro día: «Es fácil saber cual es la intervención de Urogallo, la que tenga menos de 200 líneas». Toma conceptismo.

  175. Krieg dice:

    Hola,

    Marbenes, Javi, yo no he visto ese programa en particular, pero recuerdo un experimento similar, creo que era en Austria o Alemania, y se trataba de poner a un orangutan con una serie de botes de pintura y unos lienzos, luego hicieron una exposición, y creo que vendieron no se cuantos, ja ja ja.

    Para mi Picasso era un genio, y es indiscutible, en cambio Pollock por poner un ejemplo, es un pintor de la casualidad a base de manchas, y es mucho menos comprensible.

    Como contrapunto, para mi por ejemplo, otro artista que actualmente está muy valorado como Manolo Valdés, es un montaje comercial, una especie de Perez Reverte, muy agradable, muy comercial, que tiene muchos seguidores, por ejemplo de sus grabados de las meninas, Reinas Marianas, (esa es otra, por que han encontrado en el grabado una mina) versiones de cuadros antiguos, imagenes que ya de por si son conocidas y tienen la publicidad hecha….., etc etc, pero nada, nada que ver con un autentico genio como lo fué Picasso.

    La sociedad actual es así, valora lo economicamente rentable, lo consume mucha gente luego es bueno.

    Un ejemplo pueden ser los premios planeta, calculados para ventas millonarias, recuerdo el del año pasado, el de Alvaro Pombo, «La fortuna de Matilda Turpin» menudo tostón.

    Salu2

  176. Vorimir dice:

    Bueno, me toca retractarme un poc, a veces para exponer a una idea de la forma más clara y rápida exajero un poco.

    No digo que Picasso y algunos otros autores no sean artistas (aunque mayormente su obra no me guste e incluso me disguste), pero es cierto , y como bien se ha comentado aquí, que la mayoría de arte moderno es malo y sin sentido claro, algo muy «snob».

    Y lo del orangután tb lo había odio yo.

  177. Terminus dice:

    Me gusta esa definición del arte como técnica. Ahora mismo acaba de irse de casa un fontanero que por lo que me ha cobrado me ha hecho una auténtica obra de arte, y que sin duda usaba una técnica que yo soy incapaz de imitar (sino me lo habría ahorrado)…Perdón por la broma.

    Ya en serio, el problema con el arte, bajo mi modesto punto de vista (soy un simple aficionado sin conocimientos enciclopédicos sobre el tema) está en que a un verdadero genio no sólo se le pide una magnífica técnica (de hecho, cuando ves dibujos de Picasso te das cuenta de que podía hacer obras realistas increíbles) sino además algo novedoso (creo que hay magníficos ejemplos de pintores que copian obras de arte famosas de manera casi indistinguible, pero no son capaces de pintar nada original con la misma calidad). Ahí es dónde está el problema, cada vez es más difícil hacer algo original y además bueno. Por ello auténticas bazofias pasan por arte POR EL SIMPLE HECHO DE SER ORIGINALES (perdón por las mayúsculas). Existe el caso de un artista que guardaba sus desechos sólidos (oseasé mierda) en frascos de vídrio con una etiqueta, «auténtica mierda de artista». Vendió muchos por una pasta y hay quién lo defiende por ser original y usando argumentos como: «es un genio, a nadie se le había ocurrido»; afortunadamente (esto último es mío).

    Por eso la dificultad de hacer algo distinto pero que además signifique algo. Y he tenido grandes discusiones por ejemplo sobre kandinsky, que si sus cuadrados de colores los hago con el pwpoint y me salen igual, que si esa mezcla de colores resalta la soledad del pintor, que si a nadie se le había ocurrido hacer una exposición con cuadros con cuadrados de colores dentro, que si…

    En fin, quizás mi cuadriculada mente científica me hace preferir el arte que entiendo sin necesidad de una explicación razonada de 40 folios (cualquiera lo diría viendo mis intervenciones,:-) )

    Saludos varios.

  178. Curistoria dice:

    El libro es una delicia. Imprescindible :)

  179. Eva dice:

    Tiene cierta gracia, Urogallo, lo que dices de El Pintor de batallas, sobre todo en mitad de una discusión interesantísima sobre Arte. Eso demuestra una vez más que hay (habemos) lectores de todo tipo. Precisamente el Pintor de batallas es, o me parece a mí, y no sólo a mi, claro, permiteme la inmodesta modestia, la más lúcida reflexión sobre el arte moderno que he leído en mi vida. Definirlo como una mera disgresión territoriocomanchiana me parece una simpleza. Y discúlpame el término simpleza, que no lo pretendo ofensivo en absoluto. Quuero decir que es simplificar mucho, reducir esa complejísima reflexión sobre el arte, la guerra y la condición humana, a sólo eso: una historia de reporteros y guerra. ¿También el Pintor sería un libro repetitivo, oportunista y comercial, con mucho «dejá vu» o «dejá lu» tal vez, de los que no le gustan a Krieg y de los que demuestran que «Reverte está de capa caida en sus ultimas novelas»? Alégrame el día y saca la pistola, que diría Harry el Sucio. Saludos.

  180. Urogallo dice:

    Es que yo soy muy simple, y en las mentes simples está la verdad…Y ya que me citas, a mis citas me remito, es lo que es, y no hay más cera que la que arde ( ni peor novela que la que hay que defender solo desde el dogmatismo de la admiración incodicional).

  181. davide dice:

    A mí, Un pintor de batallas, no me dijo gran cosa, tengo que reconocerlo. Eso sí, tiene un final soberbio.

  182. Incitatus dice:

    Hola interesantísimo debate sobre arte en todos sus aspectos, pero como siempre terminamos limitando el arte a la pintura… donde queda la escultura, la música, la arquitectura, la poesía, el cine…

    Yo, hace años no entendía nada del arte pictórico contemporáneo, pero reconozco que hoy en día me gusta, no soy un especialista pero me gusta, y poco a poco cada vez más. Recordar que a mitad del XIX los impresionistas eran muy mal considerados o que Van Gogh (que personalmente no me gusta demasiado pero reconozco su valía artística) nunca vendió un cuadro. E incluos retrayéndonos muchos años atras el desarrollo artístico de época de Akenatón, comparable en muchos aspectos al primer desarrollo griego, horrorizó a los egipcios y un largo etc. El arte es algo vivo, es algo que evoluciona y lo que nos tenemos que acostumbrar y finalmente solo pervivirá en la memoria colectiva lo que realmente se considera arte.

    A mi me abrió los ojos un libro: HISTORIA DEL ARTE, de Gombrich, maravillosamente publicado por Debate. Este libro sí que verdaderamente es un lúcida, a la par que amena, reflexión sobre el arte.

    saludos

  183. Eva dice:

    A Urogallo:
    Mira “dogmatismo de admiración incondicional”: Patrick Secheret, Journal des ecritures (Te lo traduzco lo mejor que puedo)

    “Faulques, el fotógrafo de escenas de guerra más crudas, no se parece a ningún otro: “voyeur” de los horrores del mundo, pasamos con él el tiempo mascando las imágenes que nos reenvían los medios de información, que nos llevan a la culpabilidad y al silencio cómplice. Faulques cuza el mundo como todos nosotros, obtiene y fija imágenes de seres humanos en los que se adivina la muerte o el calvario que les espera. Entre los verdugos, esencialmente actores oficiales de un conflicto nacional étnico o religioso, el testigo ocular no toma partido pero asume la frialdad de la mirada sobre el momento, sobre el acto que se fija como una estatua de sal sobre la película fotográfica. ¿Es inocente esa mirada, ese gesto automático? ¿Una vez retirado, puede distanciarse el fotógrafo del campo de batalla igual que un pintor se distanciaría de su propia galería de retratos? ¿O no?
    El autor escribe: “Hoy, incluso el niño que levanta las manos en la célebre foto del ghetto de Varsovia tendría la cara tapada, para no contravenir la ley de protección e menores”. Y luego: “Las fotos han dejado de ser testimonio para formar parte del decorado banal que nos rodea”. En la fotografía moderna hay a la vez verdad y mentira, horror y falsificación, puesta en escena donde el autor asiste a la puesta en escena sin tomar partido ni por el verdugo ni por la víctima, a veces ella misma cómplice de su propia tragedia.
    Faulques, fotógrafo, pintor, nos turba. Trabaja sobre un fresco que pretende recoger como un puzzle el conjunto de las tragedias presenciadas, las fotos tomadas en los conflictos de todos los rincones del mundo y la mirada que los pintores han dirigido sobre otros crímenes, otras masacres, a través de la historia de la Humanidad: “Faulques nunca usaba el negro puro. Ese color dejaba agujeros; era como un impacto de bala o de metralla sobre un muro”. Faulques pinta su propia desencarnación.
    El autor no es nunca pedante. Por pinceladas sucesivas, es la historia del arte, de la pintura, otra mirada sobre las brutalidades del mundo lo que se desarrolla ante nuestros ojos: amor, decepción, renuncia a vivir normalmente después de lo que se ha vivido. Faulques no tiene apenas necesidad de Markovic para sentirse culpable pasivo. Uno y otro llevan consigo su parte de remordimiento, su memoria: “Nuestro mundo no fabrica ya ruinas sino escombros, y en cuanto puede envía un bulldozer que lo barre todo para dejar espacio al olvido. Las ruinas son incómodas. Y así, sin libros de piedra para leer el porvenir, nos encontramos en la orilla, un pie en la barca, sin moneda para Caronte en el bolsillo”.
    Esta novela es una viva incisión sobre el papel del testigo en la era del Todo va Demasiado Rápido. Ya no se trata de informar, de explicar o testimoniar, sino de mostrar en crudo: Kmers rojos, Bosnia, Kosovo. Puintar, sin embargo, lleva su tiempo, dura más que un clic. El Pinor de batallas es precisamente un asunto de reflexión sobre la vida, la porción de vida sobre el tablero de ajedrez. Perez-Reverte nos entrega aquí un libro redondo, vigoroso, a la vez intimista y universal, hecho de obras de arte para iluminar sobre la capacidad humana de belleza y salvajismo. Su novela es de una actualidad evidente: su sobria belleza logra pintar al hombre tal cual es, víctima o verdugo, oscilante de circunstancias entre deber, orden, convicción y supervivencia. Sabíamos que existen pocos héroes, pero la conciencia, como escribió Hugo, estaba en la tumba y miraba a Caín”.

    Como puedes ver, hay otras formas de leer los libros y de ver cosas en ellos. Y no hay mayor dogmatismo que el de quien pretende imponer a otros sus propias limitaciones. Por cierto, te llamo la atención sobre el párrafo de las ruinas, por ejemplo. A ver quién tiene agallas para decir que eso no es literatura. Saludos.

  184. Rodrigo dice:

    Pues así como pintas este libro en particular, Eva, a mí por lo menos me dan muchísimas ganas de leerlo. Y acaso lo apunte a mi lista de posibles adquisiciones.

    Lo malo es que insistes en sostener una actitud arrogante y mordaz que no se condice con el tono de respeto y conciliación que se ha tratado de mantener en el hilo –tono al que yo en particular he procurado ceñirme. Imputas a otros supuestos dogmatismos en circunstancia que tal vez no haya postura más dogmática -y fanática- que la tuya. No te has dignado admitir que cometiste una equivocación al interpretar el uso que hice del término ‘rebatir’ –uso completamente carente de la soberbia que me supusiste-, ni te has dignado contestar a mi última réplica dirigida a ti. Creo poder suponer que me acusas –veladamente- del intento de imponer mis propias limitaciones a los demás; aparte de ser un reproche falto de fundamentos, apunto que yo al menos tengo la humildad de reconocerme limitado, de admitir mis errores y de pedir disculpas. Y no soy yo quien quita el saludo sólo por discrepancia de opiniones.

    Por último, vuelves a incurrir en la redundancia de justificarlo todo bajo el mote de ‘literatura’. Como si todo lo escrito en materia de literatura (cualquiera sea el alcance que des al término) fuera bueno, sólo por ser literatura. Ten en cuenta que en el transcurso del debate no se le ha mezquinado a la obra de Pérez-Reverte su carácter de literatura. Lo que ha habido es una crítica a la calidad de la obra literaria de este autor -o de parte de ella-.

    Buenas noches.

  185. Jerufa dice:

    Bueno, Rodrigo, tampoco es para tanto…
    Un poquillo de «picante» al hilo tampoco le viene mal, mientras os comporteis como caballeros/damas en este entretenidísmo duelo a cinco bandas que yo sigo desde la barrera.
    De todas formas, te diré que desde que estoy en hislibris con asiduidad no he conocido obra reseñada de Reverte que esté exenta de este tipo de discusiones. Lo llevará su ego, ¡que se le va a hacer!. Lo que está claro es que este hombre levanta pasiones…como en los gavilanes.
    Adiodió.

  186. Urogallo dice:

    Ah, gracias Eva, tendré entonces que debatir con el Sr Scheret ya que veo que tu criterio se forma a partir de las opiniones de otros.

    ¿Viene en la guia telefónica?.

    Será cuestión de buscarlo. Seguro que el estará de acuerdo conmigo en lo mismo que los pre-socráticos: «El hombre, por entero, es limitado para todo, excepto para la ambición y el orgullo».

  187. Incitatus dice:

    Siento mucho decirte Eva que aquí solo hay persona que está intentando imponer a otros su visión sobre un autor. NADIE está diciendo que no sea literatura, NADIE está diciendo que no sepa escribir… leñe pareces su agente o su abogado.

  188. Urogallo dice:

    Es más, yo mismo escribí más arriba ( por no decir en mi reseña de sus charlas) que posiblemente sea el autor español que mejor maneja el idioma y que mejor se expresa. Lo que pasa es que, y esta es la opinión que siempre he defendido, a Reverte se le da mejor que a nadie exponer sus ideas o contar una historia, pero cada vez le cuesta más montar tramas o desarrollar personajes. ( Solo hay que ver sus artículos de opinión semanales, que en lugar de empeorar, mejoran cada año).

    Y posiblemente no por que no sepa construir una buena novela ( ahí están sus primeras obras), si no por que ha perdido el interés. (Veánse sus propios comentarios respecto a la «obligación» de continuar la saga Alatriste).

    Y esto se nota en que cada vez se sienta más comodo en este curioso género que ha inventado, y del que «Un día de cólera» es un ejemplo tan acabado y fascinante: «El reportaje histórico» ( Cómo el mismo lo definió).

    Espero que Eva no sea su agente ( aunque lo parece) por que a su agente la conocí superficialmente y me pareció una persona especialmente agradable y educada.

    Y para terminar, y rompiendo con esta falsa idea de que un fan tiene que admirar todo lo que un autor escribe, diré que yo soy fan de Reverte, y por eso tengo el mismo derecho a quejarme cuando escribe algo que no me agrada ( Y siguiendo con los méritos sobre quién tiene derecho a llamarse fan suyo, yo tengo un montón de números de la carísima y dificilísima de encontrar «Researching & Dragona» de cuyo consejo editorial formaba parte destacada Pérez Reverte).

  189. Urogallo dice:

    Perdón, quería precisar que Reverte tiene un agente en cada editorial que le publica, ergo, tiene montones de agentes, por lo que resulta casi un trabajo en sí mismo reconocerlos a todos. ( Cómo el mismo recuerda en muchas ocasiones).

  190. Krieg dice:

    Hola,

    Ja ja ja Nerea, que batalladora ja ja ja, Urogallo ten cuidado que si le alegras el dia…… ja ja ja

    Es curioso, pero hay otro libro actualmente en librerías sobre el 2 de mayo de 1808 en Madrid, lo edita INEDITA, y su autor es Arsenio García Fuertes, ¿porque cuando llega esta efemerides solo se habla del que edita Perez Reverte? ¿es casualidad?

    Salu2

  191. Urogallo dice:

    El mismo lo dejó claro en la conferencia: «Publicándolo con tanta antelación me aseguro abrir el debate y en cierta forma dirigirlo».

    89 intervenciones en menos de 4 días, adecuado a las 3 ediciones en menos de 15 días.

  192. Rodrigo dice:

    Modesto el hombre…

    Todo un as del marketing.

  193. Urogallo dice:

    Hombre, aquí no se trata de modestia, si no de una percepción bastante razonable de lo que es el mercado editorial. El primero es el que consigue que todo el mundo hable de él en los medios…los siguientes lo tienen dificil para llamar la atención.

  194. Incitatus dice:

    Bueno me parece que Pérez Reverte acabaría llamando la atención hasta celebrando la efeméride del invento de las berenjenas rellenas y aunque fuera el cuarto en hacerlo…

  195. Rodrigo dice:

    Uro, iba en sentido irónico.

  196. Eva dice:

    Arrogante no es la palabra, chicos, lo siento. Lo de mordaz, puede, pero sólo a ratos. Lo de fanática, sí, y he intentado razonarlo. Pero ya me aburro. Besos a todos sin excepción y hasta otro libro.

  197. Urogallo dice:

    Que malo es el aburrimiento.

  198. Soldadito Pepe dice:

    Lo malo, Uro, es cuando se dan argumentos a una pared, y rebotan. He seguido calladito todo el debate -que no el rebate- y me temo que Eva perdía el tiempo intentando razonar con según quien y cómo. Como dijo ella misma por ahí arriba, lo malo de algunos es que aplican sus propias limitaciones intelectuales a los argumentos de los demás. Y claro. Al final el debate termina no siendo elevado sino de ese nivel. Comprendo que se aburra al final. Espero verla en otro libro, como ella dice. Me gusta esa pavita. Será porque también yo juro por el alma de Reverte, del que soy fan irredento e irracional. Qué se le va a hacer. Ah: y el Pintor de Batallas, cojonudo. Contiene, cuando lo de Olvido y Faulques en Venecia, la mejor comida de coño de la literatura universal. Si eso no es escribir como Dios, que baje Dios y lo niegue.

  199. Krieg dice:

    Soldadito,

    Tu intervención es muy elevada…….. ja ja ja ja ja ja.

    El decir ser «fanatica» o ser «fan irracional» califica por si solo al que se representa así, eso indica la capacidad de dialogo que posee, y paradojicamente acusa al que no lo es de lo que peca ¡¡¡ja ja ja!!!. Además hay algun otro calificativo que incluyes en tu «exposición» que se califica por si solo.

    El problema es que no se han dado argumentos, porque no hay argumentos que dar, dices elevados ¡¡¡ ja ja ja ja!!! por favooooorrrrrrr, si la defensa fanatica sin nada de critica se considera que es argumentar, es de risa ¡¡¡ ja ja ja!!! si se parte de la base de que Perez Reverte es el Dios Perez Reverte en un pedestal e intocable, y no se le puede criticar, esplicame ¿sirve algun argumento a esa premisa? Eva no ha razonado de ninguna manera, y al no conseguir imponer su idea, le resulta aburrido, normal, esto creo, es un lugar de opinión libre ja ja ja. Quizá teníamos que haberle dado la razón y lo hubiera pasado en grande.

    Salu2

  200. Incitatus dice:

    A tus pies Krieg, que razón tienes

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