LOS OLVIDADOS DE FILIPINAS – Lorenzo Mediano
En los años que llevo siendo un asiduo seguidor de Hislibris he sentido ganas de reseñar alguno de los libros que he leÃdo a lo largo de ese tiempo, pero nunca habÃa conseguido dar el paso. En unas ocasiones porque alguien se me adelantaba, en otras porque, tras leer algunas de las magnÃficas reseñas que salpican continuamente la web, no sabÃa si serÃa capaz de poner por escrito unas impresiones que describiesen con exactitud lo experimentado al leer un libro, y que éstas tuvieran la capacidad de evocarlas en otras personas, sirviendo con ello para animar a su lectura.
Aunque esta última razón siga pesando sobre mà cuando escribo estas lÃneas, en esta ocasión he tomado la decisión de dar ese paso tantas otras veces pospuesto. ¿Cuáles han sido las razones que han pesado entonces para hacerlo asÃ? Sin duda que el libro que reseñaré a continuación me ha entusiasmado, pero esto es algo obvio porque la mayor parte de los libros comentados por los hislibreños reúnen esa condición (aunque unas cuantas crÃticas negativas también se hayan podido leer por estos lares). La condición anterior es pues necesaria, pero no suficiente. El motivo adicional para decidirse ha sido el de querer compartir con más personas la lectura de un libro que por la editorial que lo ha publicado (pequeña y de ámbito regional), y su alejamiento de los convencionales circuitos de difusión y publicidad, está condenado a pasar desapercibido para la gran mayorÃa de sus potenciales lectores. De hecho, su primera edición data de 2001, y la que yo he tenido ocasión de leer (la 5ª, sorprendentemente) es de 2007. Pero precisamente Hislibris ha posibilitado para mà en muchas ocasiones esta labor de prospección e identificación de obras maravillosas a las que difÃcilmente hubiera llegado si alguno de vosotros no las hubiera dado a conocer a muchos de los demás hislibreños.
Pero, ¿por qué querer colaborar en el conocimiento de un libro asÃ? Sin duda por la única razón que existe en este tipo de ocasiones, ya aludida más arriba. Porque narra una historia apasionante (o al menos esa sensación me ha causado a mÃ) que sin duda es digna de ser conocida y que habrá de conmover a muchos de sus futuros lectores. Su tÃtulo, tan esclarecedor, os habrá puesto en la pista de su contenido: una narración ambientada en los estertores del Imperio Español y su colapso tras la guerra hispano-yanqui de 1898 que condujo a la pérdida de los últimos retazos de aquel, en otro tiempo, inmenso imperio. Aquella contienda, que ha pasado a la Historia Española como «El desastre del 98» (uno más de los que la jalonaron en los dos siglos anteriores al mismo, y que todavÃa habÃan de prorrogarse en otros escenarios en las décadas siguientes) tuvo como escenarios el Caribe y las Islas Filipinas, pero tan sólo éste último forma parte de la novela, como su tÃtulo ayuda a recordar.
Para los que puedan estar pensando que esta es una novela dedicada a los legendarios «Últimos de Filipinas», aquellos héroes (o locos, o tercos, según se mire) defensores del fortÃn de Baler que resistieron más de un año tras la capitulación española y la pérdida de las islas en favor de los norteamericanos, ni más ni menos que porque no se creÃan ese final, y que cuantas noticias se les hicieron llegar en ese sentido durante todo el sitio no eran sino tretas de los filipinos para que se rindiesen, tengo que decirles que no es esa la historia narrada en esta novela, recogida por otra parte en diversas obras literarias como el Yo te diré de Manu Leguineche, o antes en Héroes de Filipinas, de Ricardo Fernández de la Reguera y Susana March, en su serie de novelas Episodios Nacionales Contemporáneos.
En el caso que nos ocupa, los protagonistas principales son un grupo de militares españoles que, como se nos señala al final de libro, formaron parte de los verdaderos «últimos de Filipinas», o como el autor ha querido bautizarlos «los olvidados de Filipinas», aquellos miles de soldados y oficiales que cayeron prisioneros de los independentistas filipinos en la última fase de la guerra, posterior a la destrucción de la escuadra española en Cavite por la yanqui de Dewey, que supuso la entrada norteamericana en la contienda. Esas tropas acabaron cercadas y sometidas a sitio en todo el archipiélago, y acabaron aniquiladas y prisioneras cuando la carencia total de suministros, las enfermedades, el hambre y la superioridad del enemigo les derrotaron. La consecuencia fue el apresamiento de más de nueve mil hombres, que en condiciones deplorables soportaron un cautiverio espantoso que para los supervivientes duró hasta el año 1900, dos años largos tras el final de la guerra y el traspaso de las islas a los yanquis, olvidados por sus gobernantes, utilizados como moneda de cambio por los filipinos y vÃctimas de la oposición de la nueva y poderosa potencia a que su rescate pudiera reportar una fuente económica para los patriotas de la efÃmera República Filipina.
Pero esto no constituye sino la última parte de la novela, basada según el autor, Lorenzo Mediano, en hechos reales en los que participó uno de los principales protagonistas de la historia que se narra: su abuelo (al que nunca llegó a conocer, como nos cuenta en el conmovedor epÃlogo del libro), el teniente Mediano, un coloso pelirrojo aragonés, tozudo como el estereotipo regional, un personaje humano y conmovedor, como el resto de la galerÃa de personajes principales del libro, compañeros de armas en su mayorÃa: el capitán Orihuela, los tenientes Gómez (el atÃpico oficial de la coleta malaya), Estadella (el poeta) y MartÃn (el novato que nos hace reÃr con su torpeza ignorante durante su inicial aprendizaje por parte de Mediano al comienzo de la novela, tras su llegada a las Filipinas); y el soldado anarquista Roselló, todo un contrapunto a los elevados (y nada realistas) ideales de los oficiales en cuyo periplo acompaña, de cuya boca salen algunas de las perlas que ayudan a mantener al lector una amplia sonrisa a lo largo de muchas páginas, incluso en algunos de los momentos más terribles de esta historia, que como el propio subtÃtulo de la obra recoge, incluye amor, guerra y traición, pero también amistad, miseria, sufrimientos sin cuento, desesperación y tristeza. Junto a ellos, transitan por sus páginas numerosos personajes españoles (militares, polÃticos y eclesiásticos, bastantes de ellos resultando considerablemente malparados); norteamericanos (a los que se presenta en general bajo una imagen muy negativa), filipinos (entre los que se alternan seres abyectos y otros de gran nobleza), e incluso renegados españoles de una categorÃa moral despreciable. Todos estos personajes, sin estar trazados en una profundidad psicológica muy amplia (en la novela predomina la acción por encima de todo) son una de las grandes bazas de la novela, con su variabilidad que los diferencia tan ampliamente unos de otros. La foto que ilustra la portada de la novela recoge a los seis protagonistas principales, tras su liberación y en las horas inminentes a producirse su repatriación. Durante la lectura de sus peripecias no pude evitar en muchos momentos cerrar el libro para contemplar sus rostros, y volver a fijarme en aquellos hombres de los que acababa de leer tal o cual hecho en el relato, y conmoverme, cuando durante la lectura del epÃlogo, conocà la suerte que la vida acabó por depararles a cada uno de ellos en el futuro que siguió a los hechos narrados.
Otro punto fuerte de la novela lo constituyen sus escenarios: las Islas Filipinas, y más en particular la de Luzón, la mayor de todas y la de más acusada presencia española, que es en la que transcurre la mayor parte de la acción. Estas islas, a pesar de haber estado 350 años en manos hispanas, son casi unas desconocidas para los españoles de hoy en dÃa, en lo que habrá influido sin duda que la huella española en los momentos narrados en el libro no era ni remotamente parecida a la dejada en las Américas, seguramente por algunas de las razones expuestas en la propia novela, posiblemente no desconocidas para muchos de los que leáis esto. A través de sus páginas podemos conocer un poco como eran aquellas selvas impenetrables, su paisanaje, y las condiciones de una guerra poco convencional, que no nos resulta ahora tan difÃcil de imaginar por haberla visto reflejada tantas veces en el cine posteriormente, en otros escenarios similares: el Vietnam en el que combatieron los norteamericanos muchas décadas posteriormente. También nos enteramos (al menos yo) de los numerosos pueblos que las habitaban (no todos tagalos ni mucho menos), con culturas tan diferentes entre sà y costumbres ancestrales y salvajes (como el canibalismo), explotadas hábilmente por los españoles para ser capaz de someter durante tanto tiempo a una población que les superaba abrumadoramente en número.
En último lugar destacaré su estructura y formas de novela de aventuras a la antigua usanza, con ritmo trepidante, donde ocurren muchas cosas (combates, emboscadas, traiciones, actos de crueldad infinita, etc.), golpes de efecto, flashbacks, traslación de la narración a otros ámbitos para poder entender una serie de inquietantes sucesos que explican (según la versión del autor) por qué los hechos sucedieron como lo hicieron… En esto último reside una de las originalidades de la novela, resultado según su autor (de lo que yo no he querido dudar en ningún momento) de la conservación de un secreto familiar que se ha ido trasladando de generación en generación, asà como de la investigación histórica realizada con la ayuda de otros miembros de la familia para posibilitar la escritura de esta novela que es un tributo a su abuelo y sus compañeros, y el cumplimiento de una promesa hecha por el autor a su propio padre.
Me encantarÃa extenderme en más detalles, pero soy consciente de que posiblemente ya haya rebasado los lÃmites permitidos en estos casos. Sólo deseo que a quien pudiera leerlo en el futuro, le produzca el mismo placer que yo he experimentado al hacerlo. Sé que al recomendar con tanta rotundidad la lectura de un libro siempre se corre el riesgo de decepcionar a algunas personas que tras acercarse al mismo motivados por ello, no consigan ver satisfechas sus expectativas, pero no me importa asumirlo porque estoy convencido que muchos otros disfrutarán como yo lo he hecho con la lectura de esta apasionante novela ambientada en un pedazo tan mal conocido de nuestra Historia, que empieza a desvanecerse lentamente en la memoria, en la que se narran unos hechos tan inverosÃmiles, que con frecuencia más parece, como ya he comentado, una novela de aventuras que una novela histórica, pero de la que sin duda tiene toda la vocación.
Para cerrar, sólo unas breves palabras sobre el autor, Lorenzo Mediano, aragonés, de profesión médico, autor de diversas obras tanto de ficción como de otros ámbitos, y que seguramente por ello no resultará del todo desconocido a algunos que quizás ya le ubiquen por ellas, en especial por El secreto de la diosa, novela ambientada en la Prehistoria.
DATOS TÉCNICOS
TÃtulo: Los olvidados de Filipinas. Amor, guerra y traición.
Autor: Lorenzo Mediano
Editorial: Onagro Ediciones, 5ª edición
322 páginas

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Excelente y detallada reseña Signifer. Recuerdo que durante los sobrios y escasos fastos del Centenario ( Que se llevó al cajón de los proyectos frustrados una serie guionizada por Pérez-Reverte) se habló, por esa moda de hablar de los vencidos y los olvidados antes que de los héroes, del espántoso cautiverio de los prisioneros españoles a manos de los tagalos, y de los intentos frustrados por parte de los yankees de hacerse con ese capital de cara al tratado de paz.
En realidad, el tÃtulo no podÃa ser mejor. Doblemente olvidados.
Pues felicidades por tu primera reseña Pintaius, ya verás como te animas y te conviertes en todo un Hislibrireseñador, el libro parece tener buena pinta!
Tiene buena pinta esta novela.
He estado a punto de comprarla un par de veces, pero a pesar de tenerla a mano (figurativamente, por que la compra era online), nunca me he decidido. La pondré en mi lista.
Leguineche también toca el tema de los prisioneros españoles en Yo te diré.
Felicidades Pintaus, excelente inicio «reseñeador» el tuyo. Además te has acordado de incluir los datos técnicos, se echan de menos en algunas reseñas.
SabÃa yo que te pasarÃas por aquÃ, don Pamplinas.
¡Bienvenido al mundo reseñÃstico hislibreño, Pintaius! Que sea la primera de muchas.
Ya apesto a filipino ¿eh? (Qué mal suena dicho asÃ)
También escribà el otro dÃa en la de Espartaco, pero no me lo publicó, pensé que estaba en moderación pero no ha salido mi breve apunte.
Hum… Eso es que falló la conexión o similar. A veces pasa y es una faena.
Puse un enlace a Youtube ¿puede tener algo que ver?
Volviendo a la reseña, esta mañana al entrar y ver que en la imagen de cabecera salÃan soldados del 98 y más concretamente de Filipinas, se me han erizado las orejas. El año que viene tendré que hacer el relato de otra época…
Un tema tan interesante como olvidado. leà algo hace tiempo impelido por un artÃculo de Pérez-Reverte y el tema da para mucho. Lástima de patria ingrata que olvida a los valientes que la defendieron, que dirÃa aquel…
GrandÃsimo estreno Pintaius y esperemos que sigas por aquÃ.
Pues desde luego te has estrenado a lo grande, Pintaius. Enhorabuena por la reseña.
A mà me has convencido, Pintaius, si te sirve de algo saberlo. Además, esto de novelar las historias de los abuelos le pone un punto de nostalgia a la reseña que me atrae especialmente. Me ha recordado las historias que me contaba mi abuela de cuando mi bisabuelo estuvo en Cuba.
Mis felicitaciones por esa primera reseña.
Muchas gracias a tod@s por vuestros amables comentarios! Me alegro que el tema os haya picado la curiosidad a muchos de vosotros y ojalá que sirva (mi verdadero objetivo, como os decÃa) para que más hislibreños se animen a leerla. Gracias también a Javi por crear una cabecera con la foto de la portada del libro, en la que asà se puede leer el cartel que sostiene el joven teniente MartÃn («Al salir del cautiverio»), y se puede apreciar mejor los rasgos de los inolvidables protagonistas, destacando sin duda la imponente barba del abuelo del autor, que habÃa prometido no recortarse hasta abandonar la cautividad. Además ese efecto de mostrar al lado parte del rostro del autor (Lorenzo Mediano), me parece una gran idea. Saludos a tod@s!
Mi más sincera enhorabuena, Pintaius. Es una alegrÃa encontrar un estreno entre los reseñadores, y encima das con un tema que me llama la atención y del que he leÃdo menos de lo que quisiera. Me apunto tu libro entre los futuribles y te animo a que continues reseñando tus lecturas. Desde luego tu estreno ha sido con nota alta.
Gracias por la reseña, normalmente no es el tipo de libro que compro aunque no lo dudaré si lo veo en alguna de las librerÃas en las que suelo pasar mi tiempo libre.
MagnÃfica reseña Pintaius. Felicidades. Y encima de estreno!! No se yo si algún dÃa daré el salto, pero desde luego tu reseña me ha encantado, transmite perfectamente el deleite que te ha supuesto su lectura, y encima me has picado la curiosidad. Hummm, y además me da que se donde conseguir el libro sin mucho esfuerzo. Perfecto!
Saludos.
En la página web del autor podéis leer alguna curiosidad de lo más intrigante relacionada con la gestación de esta obra. La verdad es que una situación tan rocambolesca como la que describe en la misma no puede sino reafirmar la sospecha de que algunas de las explicaciones a ciertos hechos históricos que cuenta en la novela, no deben ser nada inverosÃmiles… Os dejo el enlace directo: http://www.lorenzomediano.com/obra-los-olvidados-de-filipinas.html. Saludos.
Completa reseña, sà señor. la verdad es que me has metido el gusanillo en el cuerpo. Algun dÃa caerá. Desde luego el tema me es sugerente. Gracias signifer astur.
Estupenda reseña para un libro que parece de lo más interesante. Pintaius, te estrenas en Hislibris con galones de buen reseñador, no dejes de hacerlo.
Bienvenido al gremio.
Impresionante novela que pude comprarme y devorar hace ya unos cuantos años. Tuve la ocasion de hablar en la feria del libro de Monzon (Huesca) con el autor, una persona increible.
Un libro que recomiendo a todo el mundo, muy ameno y lleno de aventuras.
No se arrepentiran si deciden leerlo, yo desde luego lo tengo como uno de mis favoritos.
Muy buena reseña.
Saludos.
Acabo de leer el libro y coincido totalmente con lo que dice Pintaius en su excelente reseña. Es un libro maravilloso, apasionante, emocionante. Narra las aventuras de seis heroes que corren mil y una aventuras y sufren un duro cautiverio por defender heroicamente a su pais, además nos cuenta la realidad de uno de tantos acontecimientos bochornosos dentro de nuestra historia, que siempre se ha pretendido olvidar. La foto de la portada es increible y te hace identificarte durante toda la historia con los personajes y más que una novela histórica parece un libro de aventuras de los que leia cuando tenÃa 15 años, aunque hay episodios que ponen los pelos de punta por su excesiva crueldad ya el lector sabe que esta basado en hechos reales. Yo me he leido la sexta edición y me lo recomendo Fernado Jimenez, el responsable de Onagro Ediciones y escritor de entrañables libros en la última edición del libro de Aragón. Yo se lo recomiendo a todo el mundo. Aun estoy emocionado ya que lo acabo de terminar, pero estoy seguro que dentro de unos años lo volvere a leer.
Es una grata noticia que tú también hayas disfrutado enormemente con este estupenda novela, Jorge, y que coincidas plenamente con mi opinión. Ojalá más personas en el futuro tengan el mismo placer que que merece la pena que conozca mayor difusión.
Yo soy un descendiente de uno de los sitiados en Baler. Me habÃan vendido en la radio que este era un libro de los «últimos de Filipinas».
En la solapa del libro de la ed. onagro dice que el autor es hijo de un último de Filipinas. No creo que sea posible si nació en 1959.
El autor es descendiente de uno de los tenientes del libro, basado en hechos reales, pero no en el asedio de Baler.
Iván, como bien comenta Pamplinas, el autor es nieto del teniente Mediano, no hijo, como yo señalo en mi reseña. Si eso dice en la solapa del libro se tiene que tratar de un error. Yo no tengo ahora a mano mi ejemplar para comprobar si en mi edición también figura asÃ. Tampoco se dice que este sea un libro sobre los conocidos como «últimos de Filipinas», los héroes de Baler, algo que yo también recojo en la reseña, sino sobre los «olvidados de Filpinas», como reza el propio tÃtulo de la novela. Sin embargo, en rigor sà que todos esos prisioneros españoles, como los protagonistas de esta novela, deberÃan ser considerados como´»últimos de Filipinas», en el sentido de que su salida del archipiélago en 1900 aún fue posterior a la del teniente MartÃn Cerezo y los demás supervivientes del fortÃn de Baler.
Aunque hay muchos libros escritos sobre la gesta de los sitiados en Baler, puede que el que publicó Manu Legineche, allá por el año del centenario, que lleva por tÃtulo «Yo te diré…» pueda ser de tu interés, porque en él recogÃa entre otras contenidos, a caballo entre el reportaje y el relato novelado, diversos testimonios e investigación de la peripecia vital de algunos de los supervivientes, si mal no recuerdo, aunque hace bastantes años que lo leÃ.
En cualquier caso creo que no te arrepentirás de su lectura, pues proporciona una visión inestimable de la situación bélica a la que se tuvieron que enfrentar aquellos hombres y las duras condiciones que les tocó vivir, sin duda exportables a las padecidas por los hombres de Baler.