LOS ASESINOS DEL EMPERADOR – Santiago Posteguillo

TEXTOS PARA LA HISTORIA DEL PRÓXIMO ORIENTE ANTIGUO - Federico Lara Peinado ¡Así que ya sabéis: queráis o no, estáis en esta maldita guerra invisible, rodeados por un océano de barro y bajo un manto de lluvia perenne, pero os diré una cosa, una sola cosa importante esta mañana: yo estoy con vosotros en este mismo barro, bajo esta misma lluvia y en esta maldita guerra invisible, y sí, todo lo que ocurre aquí no lo sabrá nunca Roma, ni quizá nadie jamás, pero os aseguro que hay alguien que sí se fija en vuestras heridas y en vuestras manos encallecidas por el trabajo y el fango y la lluvia, alguien que sí admira vuestro valor cuando lucháis contra esos espectros del bosque, alguien que come lo que vosotros coméis y que bebe lo que vosotros bebéis y que sueña lo que vosotros soñáis! ¡Y ese alguien soy yo, Marco Ulpio Trajano! ¡Marco Ulpio Trajano, legatus augusti del Rin…!

M.U.T. dixit. GERMANIA, anno 837 ab urbe condita.Pág. 576 (Los asesinos del emperador)

 

Eran túneles demasiados poco profundos, a demasiada poca distancia de la superficie. Eso fue el principio de todo. De pronto los desagües de las paredes tenían salpicaduras rojas, espesas, sucias. También se empezaron a ver trozos de carne: primero de bestias, colmillos, pedazos de una garra, restos de pieles de fieras salvajes; luego venían algunos dedos, falanges humanas, dientes de hombre o de mujer o de niño. Estaban bajo el anfiteatro Flavio. […] La mayor parte de  los desechos humanos de los cadáveres de los juegos terminaban en los estómagos de las fieras, pero los trozos pequeños, los dientes, uñas a veces, caían al suelo y, arrastrados por la sangre, terminaban deslizándose hasta llegar a las cloacas de Roma, hasta terminar su macabro viaje en la gran Cloaca Máxima y el Tíber.

Pág. 953 (Los asesinos del emperador).


He querido empezar esta reseña copiando dos párrafos del mismo libro para intentar, a través de las breves líneas arriba citadas, explicar de manera sucinta las dos vertientes en las que —para mí— se divide la novela: en primer lugar la carga bélica y heroica del personaje central a quién está dirigido el texto (y recalco«dirigido», pues no será él quien acapare la atención en la mayoría de las páginas de la obra), y en segundo lugar la parte más escabrosa, reflejo de la Roma imperial y palaciega, de la sucesión de años que el escritor nos propone.

Dicho lo cual, y una vez ya me he explicado, intento hacer memoria de la primera vez que visité esta página: hace ya aproximadamente cuatro años creo recordar…, y cómo no, de mi primera reseña (eso es más fácil, con buscarla sé exactamente que han pasado tres años desde que la escribí entre nervioso e ilusionado, la mandé y la publicaron, qué cosas). ¡Si supierais lo que ha cambiado mi mundo desde entonces…! En fin, no es que haya sido especialmente prolijo en estas lides, sí que siguieron algunas reseñas más a la primera, aunque no muchas, en parte, por mi propia torpeza y falta de oportunidad al no encontrar libros adecuados sin reseñar y también —por qué no decirlo— por culpa de esos oscuros rincones del ciberespacio donde volcaba y vuelco mis iniciativas pseudo-literarias que de vez en cuando llenan mi atolondrada cabeza con ideas que creo se pueden intentar expresar escribiéndolas.

Esta parrafada de abuelo viene motivada por dos cosas, la primera es el recuerdo de mi primera reseña, Comentario a la guerra de las Galias de Cayo Julio Cesar. La elegí porque me encanta la historia de Roma —no le hago ascos a nada, entendedme—, pero Roma, ¡ay Roma! Qué gran favor me hizo el gran Robert Graves, con su Yo, Claudio y cómo no, la grandísima Colleen McCullough, con su serie sobre la caída de la república, qué gran favor me hicieron al novelar unos episodios de la historia que encendieron en mí una llama que, a día de hoy, sigue ardiendo aún más que el primer día. El hecho mismo de «novelar la historia», por sí solo, me abrió las puertas a un conocimiento y un «estudio» (entre comillas eso del estudio, que parece que me dedique a ello, y no, ya me gustaría…) al que de otra forma, el cocinero que de por aquéllas era un servidor, trabajador de 12 horas al día, no habría tenido acceso. Es difícil explicar lo que para muchos ha significado el género de la «novela histórica», cuánto nos ha dado y cómo nos ha permitido viajar hacia atrás en el tiempo, con mayor o menor fortuna dependiendo del escritor con el que nos hayamos topado… Y cómo no, estoy aquí para reseñar una novela, y cómo no, sobre la antigua Roma, y me siento extrañamente enlazado con aquel yo de hace tres o cuatros años que se moría de ganas de reseñar uno de los libros antes mentados y que no lo hizo por no repetir reseña, o quizás por qué no tuvo la osadía de hacerlo por la grandeza que consideraba tenían esas novelas y que terminó perdiendo la «virginidad hislibreña» con los Comentarios de César. Eso sí que fue un salto al vacío, qué inocencia la mía…

El vínculo que mencionaba con aquel yo del pasado viene dado por la experiencia en el momento presente de leer una novela que, para un humilde servidor, está a la altura de las que antes he mencionado, pero ya volveré a eso un poco más adelante; ahora quiero compartir más cosas del contexto de esta reseña.

Para mí —y voy a decir una obviedad— una reseña es esencialmente opinión. Sí, me reafirmo en lo dicho, no torzáis el bigote o frunzáis el ceño los que de manera asidua escribís para Hislibris, sé que todos estáis de acuerdo, pero quiero ir más allá. Y me explico: nunca quiero limitarme a explicar de qué va un libro; intento siempre contextualizar la lectura con diferentes historias que me imagino la rodean, siempre apoyo mi humilde opinión en un entorno ya sea ficticio o real, para no limitarme a dar un argumento que, por otro lado, ya suele estar bastante claro en la contraportada del volumen. Una reseña, como una lectura, tienen vida propia, enlazada de manera inexorable con el lector, y la mejor manera de hacer entender lo que he sentido al leer «mi libro», que no es el mismo que el que leen los demás aunque lo parezca, es intentando crear una historia paralela que se explique por mí, si no deja de tener sentido reseñar un libro. A eso venía la explicación de antes, ese vínculo con mis grandes lecturas del pasado reciente sobre la historia de Roma; es la intrahistoria que os propongo para que entendáis mi manera de ver este libro que acabo de terminar y que me comprometí en el foro a reseñar, o más que comprometerme, quizá, utilicé mis galones de soldado de primera, ganados con el tiempo y con alguna que otra reseña para adelantarme a algunos ilustres oficiales que también pretendían escribirla: gracias por respetar a la fiel infantería. Como me gusta Hislibris…, me pone.

Vamos con la novela, que como siempre se me va el santo al cielo (y perdóneme Sr. Posteguillo por arrogarme un poco de protagonismo en esta que debería ser su reseña). Los asesinos del emperador, es una novela ambientada en el Siglo I de nuestra era que empieza con la caída del último emperador de la dinastía Julio-Claudia, y termina con el ascenso al principado del primer emperador no nacido en Italia, Marco Ulpio Trajano, fundador de una dinastía que culmina con Cómodo (todos os acordaréis de él por la película ganadora de no sé cuántos Oscars). Será el segundo de los denominados «los cinco emperadores buenos». La mayor parte del libro centra su temporalidad y acción en el reinado de Domiciano, hijo del Divino Vespasiano, a la vez que nos conduce por la adolescencia de un joven Trajano apoyado en su padre, uno de los primeros hispanos que logra acceder al senado de la ciudad más poderosa del mundo.

No quiero extenderme mucho sobre el argumento de la novela, ya os he dicho antes que no es lo que me parece justo a la hora de reseñar un libro, estoy seguro que la contraportada os ayudará a eso si es lo que pretendéis; lo que sí diré es mi opinión personal al respecto: es una novela que con más de 1100 páginas se hace corta, es de lectura fácil, sin complicaciones, con una trama que engancha desde el principio hasta el fin, que te deja con ganas de más; no juega con ambigüedades en lo que respecta a sus personajes, desde el principio hay buenos y malos, como en cualquier novela de aventuras que se precie. Con esto consigue que te identifiques claramente con algunos de ellos y que quieras acompañarlos desde el principio al fin, que sientas tú también esas ansias de venganza que sienten ellos ante la injusticia del mundo que les ha tocado vivir, que odies, que admires y que te recrees en los diferentes escenarios descritos, que van desde el gran anfiteatro Flavio hasta las cloacas de la mismísima ciudad de Roma.

En sus más de mil páginas tienen cabida grandes batallas, como el asedio de Jerusalén, las diferentes defensas de la frontera del Rin, con la campaña del emperador Domiciano contra los Catos, la primera campaña Dacia, con una descripción de los escenarios de las contiendas acertada y vertiginosa, jugando para conseguirlo con una suerte de descripciones paralelas en los frentes de los bandos enfrentados, válgame la redundancia.

Aparte de las batallas, Santiago Posteguillo también recrea la vida en la Corte Romana, con sus intrigas y conjuras, con las locuras de su emperador, con su paranoia, su lascivia, sus ansias de sangre. Para mí, uno de los puntos fuertes de la novela es la caracterización que hace el autor de la personalidad del Imperator Domiciano, reconozco que es un personaje que me ha encantado, su sencilla complejidad, su locura, sus desmanes… han conseguido fascinarme, hasta el punto que ha motivado que un servidor, mientras leía, buscase por enciclopedias e internet, las diferentes interpretaciones que hacen los historiadores sobre esta personalidad tan desquiciada (según Posteguillo) que consigue mantenerse en el trono imperial 15 años y termina con una Damnatio Memoriae por parte del Senado.

Es evidente que, según a quién leas, o mejor dicho, según de quién leas opiniones, Domiciano fue o no fue un déspota loco que estuvo a punto de romper el Imperio en mil pedazos. Para algunos fue un emperador quizás excesivamente implicado en las tareas de gobierno; para otros lo contrario… En fin, los eruditos sobre la materia, que por estos lares haberlos haylos, tendrán su propia opinión, considerarán las diferentes acciones del personaje de una manera u otra; pero para mí, y teniendo en cuenta que una novela histórica siempre tiene que identificar personalidades, que es algo que evidentemente la historiografía no hace, es suficiente la interpretación del escritor. A mi parecer, tal y como está escrita esta novela requiere de mucha investigación y una base histórica muy trabajada para hacernos llegar a los lectores, y en muchos casos lectores sin apenas conocimientos, una visión realista de lo que pudo ser. Es evidente el trasfondo histórico de esta novela y la interpretación, no me cansaré de repetir esta palabra, consigue darle un dinamismo a la lectura que se agradece sobremanera, porque es la mejor manera de profundizar en una época a medias desconocida para muchos de nosotros que —como decía— nos abre una puerta parecida a la que hace ya un tiempo tuvimos acceso gracias a otros escritores antes mencionados.

Así pues, solo me queda resumir mi parecer por si alguien se quiere saltar todo lo anterior: novelón de lectura ágil, bien documentada, escrita por un novelista español sobre un personaje Hispano, que rellena huecos para los poco iniciados en la materia y que dejará un buen regusto a los ya iniciados. Solo me queda agradecer al sr. Posteguillo que nos ofrezca las llaves de esta puerta que se nos abre… Ahora, evidentemente queremos más.

Para mí, y termino ya, aunque algo más ligera de fondo, es perfectamente comparable a las ya famosas de la sra. McCullough.

Por último, buena edición la de Planeta, con mapas de situación y de las batallas con las posiciones y evolución de los ejércitos, con un apéndice tipo «cómo se hizo» incluido que leí con interés y a un precio que —dentro de lo que cabe— me sorprendió porque esperaba que fuese más cara.

Reseñado por Nes.

LOS ASESINOS DEL EMPERADOR
Santiago Posteguillo
Ed. Planeta
1185 páginas

[tags]Vespasiano, Domiciano, Trajano, Santiago Posteguillo[/tags]

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114 comentarios en “LOS ASESINOS DEL EMPERADOR – Santiago Posteguillo

  1. Akawi dice:

    Estoy de acuerdo contigo en la exposición que haces de esta novela, querido Nes.

    A mí me ha encantado, yo no soy de las que saben mucho sobre Roma, quizás por eso me haya gustado tanto porque además de entretenerme e intrigarme he aprendido mucho a lo largo de sus páginas.

    He oído comentarios de que tiene muchos «latinajos», eso es cierto, pero llega un momento en que no te das cuanta porque se integra perfectamente en el contenido de la frase y la mayoría se comprenden sin tener que ir a los apéndices finales.

    Por otro lado también se excede en repeticiones de una misma frase o exclamación, esto es para darle más énfasis a esas palabras, sin embargo en ocasiones me parece que ha incluido demasiados y se hace un poco repetitivo.

    Por lo demás a mí me ha gustado mucho, es de lo mejor que he leído últimamente y como tú Nes, ya espero la próxima novela de Santiago Posteguillo.

    Desde aquí quiero agradecer al Sr. Posteguillo que siga incluyendo a esta humilde página de Hislibris en su biografía, con el primer premio que obtuvo desde que comenzó su carrera como escritor.

    Saludos

  2. Vorimir dice:

    Que gran reseña Nes, sobre todo que gran prólogo, jejeje.

    Hum… sobre la novela… Emociones encontradas. En general no me ha disgustado, pero no me ha emocionado tanto como las Legiones Malditas y La Traición de Roma. Por desgracia casi ningún personaje protagonista ha llegado a interesarme realmente (ni siquiera Trajano) y algunos hasta me cargaban -como el gladiador protagonista, el siempre invencible y perfecto- así como su historia de amor y su perro. No sé, quizás esperaba más de la novela y he visto los fallos que encontré en las anteriores (maniqueismo en sus personajes, la ultra perfección de Trajano…joe es que Trajano el super bueno heroico lanzándose a la arena a ayudar a Acilio Glabrión… no se lo cree nadie). A Posteguillo le sigue perdiendo el heroizar-beatificar tanto a sus protagonistas…
    Y demasiado «relleno» o capítulos que ni fu ni fa. Y el final… se me hizo largo y de poco interés -quizás por mi falta de empatía con los personajes.
    Pero ojo, la novela me ha entretenido en la mayoría de sus 1100 páginas. Pienso también, que al igual que con El Hijo del Cónsul -la que menos me gustó de la anterior trilogía- los siguientes volúmenes subirán en el escalafón de mi propio, único e intransferible gusto literario.
    Repito, que creo que es una novela más que correcta, que quizás peca de demasiado larga.
    Pongo aquí también algunas «erratillas» que un tikismikis como yo ha encontrado:
    -Durante la lucha en las murallas interiores de Jerusalén, Tito desenvaina su espada dos veces y los jinetes singularis luchaban con gladios y no con spathas (quizás por lo que sea y desconozco resulta que los singularis aun a caballo usaban gladios, pero creo que no es el caso).

    -Un poco «rara» (por no decir incorrecta) la presentación del «famoso» legionario Tiberio Claudio Máximo. Bueno, ya se hará famoso en las Guerras Dacias.
    Se preguntaba Trajano que hacía un miembro de la familia Claudia de legionario raso en la última cohorte de una legión…
    Yo también. Se supone que el nombre de Claudi le viene de cuando su padre o su abuelo consiguieron la ciudadanía luchando como auxiliares en las legiones. Se piensa que fue su abuelo bajo Claudio y su padre ya como ciudadano era legionario y no auxiliar.
    Para empezar, Tiberio Claudio Máximo ya era legionario cuando Tetio Juliano derrota o al menos consigue unas tablas con los dacios en Tapae y fue condecorado por su valentía en esa batalla (donde no sale). Y servía en la VII Claudia Pia Fiedlis, con base en Viminacium (y no en Aquincum -Budapest). Además nos dice que en el 95 tenía menos de 19 años… pero… ¡si era ya legionario en el 87! En el 95 ya estaba curtido.

    -Tampoco me gustó la muerte de Tetio Juliano, totalmente innecesaria. Aunque Santiago la «justificó» en la entrevista sigue sin convencerme -la muerte, Santiago no tiene que convencerme de nada, ni mucho menos XD- en absoluto. :(

    Pero que conste, pese a todo la novela me ha gustado, aunque con reservas. A esperar la próxima.

  3. Farsalia dice:

    Compararla con la Macu… ¡herejía!

  4. Vorimir dice:

    Hombre, a mi la Macu me aburrió muy mucho en cuanto aparece César y termina con Mario y Sila.

  5. Farsalia dice:

    Tres primeros volúmenes excelsos, incluso los dos siguientes son magníficos. Y a ella sí que no le sobran cientos de páginas…

  6. Valeria dice:

    He reseñado la última novela de Posteguillo de la trilogía de Africanus, así que no tengo que repetir lo que me pareció esa trilogía. “Las legiones malditas” me la bebí, prácticamente, aunque reconozco que la última parte, “La Traición de Roma”, es superior como novela. Esperaba con muchas ganas la nueva obra de Posteguillo, y lamento decir que no ha colmado mis expectativas. Mi opinión general es que es una obra a la que le sobran muchas páginas, pero en ocasiones le falta mucha vida. En resumen, que a Nes se le ha hecho corta, y a mí larga, larga.

    Hace poco, buscando información sobre el combate de Trafalgar, tuve la ocasión de leer en una vieja entrevista formulada al señor Reverte una especie de metáfora que espero me sirva para transmitir mi decepción: decía APR, citando a Eslava Galán, y yo transcribo de memoria, que la documentación previa, la investigación, es un andamio que necesitas para construir la historia. Un andamio técnico, histórico, lingüístico, que se basa en muchísimos datos y en muchísima información que sostiene la novela, pero que no se debe ver. Cuando el autor acaba la obra hay que retirar ese andamio, pues el error del novelista es no ocultarlo. La sensación que tengo es que, a medida que leía, he ido dándome golpes con ese andamio. Hay frases, circunloquios, expresiones e incluso páginas enteras que en mi opinión son parte del andamio que no debía verse. No hay necesidad de describir las losas sobre las que caminan unos soldados que acompañan a un visitante para contarnos que jugaban en el pretorio a las tabulae lusoriae. Todo ello me resultaba excesivo y superfluo. También me pareció totalmente prescindible para la historia, por muy coral que sea ésta, todo lo relacionado con el perro. El personaje supuestamente principal, Trajano, me pareció demasiado parecido al personaje de W. Breem, el protagonista de “El águila en la nieve”, aunque de tan sobrio se quedó seco y plano; su padre me resultaba un personaje más creíble, de mayor calado emocional. Trajano es, para mí, de papel y no de carne y hueso, al igual que los gladiadores.

    En los aspectos positivos, por supuesto Domicia. ¡Qué gran Domicia!. Me gustó mucho este personaje, mucho más que cualquier otro. Me parece que es una gran creación, llena de matices y de humanidad. Se merece el protagonismo que tiene, y en mi opinión es la que da valor a la novela. Y también el curator de las cloacas, pese a su escasa importancia en la trama. Tienen vida y la transmiten, probablemente porque pudieron volar sin el lastre del andamio. Y por supuesto, es muy de agradecer toda la documentación que acompaña a esta edición: mapas, planos, cuadros genealógicos… Ha sido emocionante ver a Hislibris citado en la banda.

    A ver si con la siguiente me pasa como con Africanus, y acabo enganchada.

  7. Vorimir dice:

    Los dos o tres primeros muy buenos, el resto cada vez me aburría más así que para mí sí que le sobraban páginas. :(
    Pero bueno, hablemos de la novela del Sr Posteguillo, que hay tela de donde cortar. :P

  8. Nes dice:

    Pues la verdad es que a mi se me ha hecho corta, y es extraño que la mayoría de opiniones que he leido o me han dicho, van en la línea de que es demasiado larga, y yo precisamente si algo no tengo es paciencia, en fin, misterios de la vida o estadós de ánimo temporales supongo. Reitero, para mi, novelón, de principio a fin, me he quedado con ganas de más.

    En cuanto a los detalles que comenta Voromir, pues seguro que tiene razón, yo, sinceramente ni idea, ya me gustaría atesorar el conocimiento suficiente como para encontrar esas erratas… (Gracias por lo del prólogo ; ) )

    Farsalia, ya sabia yo que no ibas a dejar pasar la referencia a La Macu, jeje, es un tema de sensaciones, me ha mantenido en la historia y me ha provocado algo parecido, aunque con la diferencia que cuando leí la serie de CMc, ya estaban los cinco publicados (los otros los obvio adrede) y tenían mucho más recorrido que este, demosle tiempo a que termine esta serie que tiene muy buena pinta.

    Akawi a mi lado del muro de escudos y Valeria en frente, veremos como sigue.

    Salud.

  9. Farsalia dice:

    Ya, sensaciones, pero claro, vas provocando… XD

  10. Javi345 dice:

    Buenas que tal,
    Tengo la novela aqui para leer en cola de espera, pues me estoy leyendo todos los de CMc ahora (voy por «Cesar»), anteriormente me lei la trilogia de Posteguillo sobre el Africano.
    Para mi son dos novelistas de estilos muy distintos, me encantan los dos, pero en lo único en que se hacen similares es en que escriben de Roma. CMc centrada más en la política y tambien en la parte rosa. También sin juzgar demaciado a los personajes aunque se notan cuales son sus preferidos.
    Posteguillo por otro lado, su punto fuerte es el debil de CMc que es la descripción de las batallas a las que ella no les da mucha importancia. Y si pone claro siempre quien es el bueno y malo de la historia.
    Por hacer una referencia al cine, para mi la primera seria El Padrino y Posteguillo La jungla de cristal. jejeje
    Pero bueno, yo me los intento leer todos… Así que me despido que queda trabajo por hacer…

  11. Akawi dice:

    Lo que yo creo, es que aquí no se trata de comparar a dos escritores como Colleen Mc.Cullough y Santiago Posteguillo, para mí dos grandes autores con estilos diferentes y que cada uno hace hincapié en momentos de la historia distintos según sus gustos.

    De lo que aquí tratamos es sólo y exclusivamente de la novela «Los asesinos del emperador» de si te gusta, si no te gusta o si te ha dejado frío, de lo mejor o lo peor de la novela, etc….

    Me gustaría leer más opiniones diferentes.

  12. Farsalia dice:

    Ah, libertas, eres sólo un vocablo gastado…

  13. Vorimir dice:

    Hum, poquita gente de por aquí parece haberlo leído por ahora. ¿Donde estará maese Urogallo?

  14. Nes dice:

    Pues si, poca gente… En fin, espero que la reseña motive a revertir la situación.

  15. Vorimir dice:

    Por cierto, que estoy de acuerdo en casi todo con Valeria. Me gustó bastante más el padre de Trajano que el propio Trajano. hasta Vespasiano y Tito parecían más vivos.
    Trajano queda sólo como en bueno perfecto cuasi destinado a ser el emperador, y poco más. Plano. Pero estoy seguro que en la siguiente novela eso cambiará, ya digo que en «El hijo del cónsul» pasaba lo mismo con Escipión, era un personaje muy perfecto y muy plano y en las siguientes novelas ya se le van viendo las sombras.

  16. Nes dice:

    Sacto, seguro que evoluciona, a diferencia de la primera trilogía, este primero si que me ha gustado, desde luego para mi, el hijo del cónsul, nada tiene que ver con los dos siguientes, más bien parece una novela juvenil, en el caso que nos ocupa, empieza esta serie con, a mi entender, bastante más fuerza; Supongo que el «los asesinos del emperador» busca ponernos en situación, lo que a mi parecer es de agradecer.

    Y por ceirto, me pregunto cómo recordaría el mundo a Trajano si en vez de ser un emperador Hispano, hubiese sido Britano o galo… Trajano no deja de ser una piedra angular de la evolución del Imperio, ¿cuántas estátuas y menciones y libros y demás habría si hubiese sido originario de otras latitudes…?

  17. Uther dice:

    Complicado esto de hablar del libro. Por un lado la trilogía de Escipión me encantó y disfruté enormemente leyéndola. Este libro no diré que no me ha gustado, me duró apenas 10 días, a pesar de su grosor, pero hubo momentos en los que, personalmente, creo que no estaba a la altura de los 3 anteriores. Trajano, demasiado bueno, Domiciano, demasiado malo; eso para empezar mosquea un poco. El trabajo psicólogico de los personajes podría haberse perfilado un poco mas, sobre todo de los principales. A la trama principal le sobran algunas escenas poco creibles (como las explicadas por Vorimir), que no afectan al desarrollo, pero que te dejan un mal regusto; y sí, Valeria, se le nota demasiado el andamiaje. Cosa que por otra parte también se le notaba en la trilogía, pero que allí no chirriaba y aquí si. En cualquier caso, la considero una buena obra, recomendable su lectura, y si me he atrevido a realizar esas pequeñas críticas, es porque habiendo aparecido Hislibris en la solapa, lo hago con cariño y con visión constructiva. Gracias y Saludos

  18. Nes dice:

    Pues a vueltas con la Macu, y si, salvando las distancias (perdona Farsalia) y haciendo una comparación para entender la novela que nos ocupa (perdona Akawi)… ¿No había buenos y malos en su famosísima serie? No había un Cesar o un Mario o un Sertorio o incluso un Craso (dejando casi al margen con lo que significó la batalla de Carrahe…) superlativos?, y no había un Bíbulo o un Catón, etc etc, malos malísimos? ¿Por que ella si (super reconocida mundialmente) y Posteguillo no puede interpretar a los personajes para construir y ambientar la novela?

  19. Farsalia dice:

    Bueno, Nes, Trajano era un emperador romano cuya família, de origen itálico, procedía de Hispania… pero de ahí a ser hispano (qué daño ha hecho Gladiator…), hay un trecho. No hagas mucho caso de esa propaganda sobre los «emperadores hispanos».

    Por supuesto que había buenos y malos en la saga de la Macu, los hay en toda novela que se precie. Ahora bien, ¿eran tan buenos esos buenos (César aparte? ¿Y tan malos los malos? El Sila maculense, su Catón, su Bíbulo, su Catulo, incluso su Mario… ¿eran malos sin matices? De hecho, ¿eran tan malos? La literatura es literatura y ahí el autor puede hacer lo que le convenga con los personajes, luego hay que ver si funcionan y si los lectores perciben su solidez como personajes.

    Yo puedo hablar de los personajes de Posteguillo en función de su saga escipiónica, pero por comentarios que hacéis aquí y en otras partes, parece que sigue cayendo en los mismos defectos: personajes planos, excesivamente maniqueos, poco sólidos, sin matices. Los personajes de la Macu son todo lo contrario: son muy sólidos, y desde el primer volumen. Son, de hecho, los tres primeros volúmenes donde mejor están construidos los personajes. También el estilo de Posteguillo es muy diferente del de la Macu: ella obvia las secuencias de batallas (no le interesan, a mí tampoco), pero profundiza en la psique de los personajes, en la ambientación, en el desarrollo de los grandes problemas políticos y sociales de la Roma de sus novelas. En comparación, que siempre es odiosa (pero ya que la sacáis..:), Posteguillo no profundiza en cuestiones que no sean la pura batalla (de un modo cansino en no pocas ocasiones). Ojo, que me falta La traición de Roma, donde por lo comentado ahí sí produndiza en ese ambiente político (y no es para menos, es apasionante el período del Escipión civil).

    En lo que se parecen Posteguillo y la Macu es en la idealización de sus héroes: Escipión (y parece que Trajano aquí) y César, respectivamente. Posteguillo prefiere capítulos cortos (no siempre, con todo), la Macu nos regala largos capitulos, con secuencias dilatadas (especialmente en las sesiones del Senado). Posteguillo potencia el vibrar de la acción pura y dura, la Macu prefiere sondear el alma de sus eprsonajes y el modo en que actúan.

  20. Vorimir dice:

    Yo es que soy un viejuno y me encantan las batallitas. :D

  21. iñigo dice:

    Lo de las batallitas es una razón más que suficiente para comprarlo… creo yo.

  22. iñigo dice:

    A ver. No hay que tomar al pie de la letra los comentarios. Por supuesto si la historia es buena y la manera de contarla es entretenida, estupendo… y si además hay buena descripción de batallas pués muchísimo mejor… ¡Que ajustas muy fino, Farsalia…!

  23. Nes dice:

    Bufff, como nadie decia nada del libro, he tenido que despertar al Gato con alusiones a la Sra Macu, a ver ahora quien es capaz de aplacar su furia.
    Mañana en un ratillo contesto que a estas horas solo existe el peque y hay cosas que no comparto con lo que has dicho, Farsalia.

    Salud

  24. Vorimir dice:

    Pa empezar que cuando a la Macu le da por aburrir, aburre de verdad. :P
    y que yo recuerde, César era el más mejón del mundo entero y sus rivales una jartá de inútiles, Pompeyo a la cabeza, que parecía que sólo ganaba alguna vez y de chorra. Al menos ese es el recuerdo que me dejó; la saga de la Macu la dejé después del 2º libro con César de prota. Los de Mario y Sila son realmente buenos, los de César…
    Y fíjate que cosas que echaba en falta con la Macu eran batallitas…

  25. Farsalia dice:

    Ya, Íñigo, ya, es lance dialéctico…

    ¿Aburrir la Macu? Ni siquiera en sus novelas más flojas (que aún así siguen siendo infinitamente mejores que mucho de lo que se publica ahora en el género) aburre. Otra cosa es que acabemos de César un poco hasta los inris. Y hablando de batallas, precisamente en el 5º volumen es cuando más batallas hay: los asedios de Avaricum y Alesia, Farsalia,…

  26. Vorimir dice:

    Pues sí, pero para mí pasaron sin pena ni gloria, quizás estaba ya un poco cansado. Ya te digo que a mí, los dos primeros libros de César llegaron a aburrirme, tanto que no seguí leyendo.

  27. Farsalia dice:

    Ah, qué poca constancia… ;-)

    Eso sí, nadie puede decir que Posteguillo no entretiene. Sus novelas tienen muchos defectos, pero no que sean aburridas.

  28. Valeria dice:

    Bueno, yo la serie de la Macu la tengo en un pedestal. Como dije en su día, cuando los encontré fue como descubrir que se había escrito algo que había buscado siempre. Pero aún así puedo reconocer y reconozco que sí que me aburri con la lectura de la novela «Antonio y Cleopatra». Pero el buen sabor de boca de las tres primeras novelas de la serie aún me dura, casi me acuerdo más de lo que me gustó que de lo que no me gustó.

  29. Publio dice:

    Tengo muchísimas ganas de leer esta novela de Posteguillo, ya que, la trilogía de Escipión me dejó un buen sabor de boca, y, me resultó corta a pesar de su extensión. El defecto mayor que encuentro en ella es el maniqueísmo de sus personajes, el bueno de Escipión y los malos malísimos de Fabio Máximo y catón. Aunque es cierto que, según avanza la trilogía van apareciendo las sombras de Escipión mostrándonos a un personaje más humano, más real.

    Por cierto, os agradezco que me digáis el orden de las novelas en la saga de la Macu porque en la ONCE hay varios grabados pero en el catálogo no especifican el orden. Muchas gracias de antemano.

  30. Vorimir dice:

    Según la wiki:
    El Primer Hombre de Roma (1990), La corona de hierba (1991), Favoritos de la fortuna (1993), Las mujeres de César (1996), César (1998), El caballo del César (2003) y Antonio y Cleopatra (2008).

  31. Uther dice:

    Creo que no es justo entrar en esa comparación de la Macu y Posteguillo. Sobre todo por una cuestión de respeto a éste último, ya que de lo que se trata es de comentar su obra, con sus defectos y virtudes, pero la suya. Compararlos es mas un tema del foro. Creo y Opino. Saludos

  32. Farsalia dice:

    Todo en la Papri es comparación y comentario, Uther. Nadie le ha faltado el respeto a Posteguillo en ningún momento.

  33. Nes dice:

    Bueno bien, está claro que el origen de la familia Ulpia era romana, pero hay que tener en cuenta que son emigrantes que se establecen en Hispania y que Marco Ulpio Trajano Imperator, nació en Hispania, nos guste a algunos o no, y estoy convencido de que eso debió de marcar su carrera política, ¿no hacía referencia la Propia Macu a Mario como el paleto de Arpino? Haciendo hincapié en que la sociedad romana de la época, SI tenía en cuenta los orígenes del gran general? , de recursos, evidentemente iba sobrado, pero¿ no tuvo que emparentar con una familia romana de Roma para poder acceder a los puestos que por su valía merecía? (Y eso que él era Romano de Italia) Así que me estás diciendo que como que he visto “Gladiator” y resulta que le llaman el Hispano tengo que pensar que había una identidad de grupo por ser de ahí… pues no, en ningún momento se me ha ocurrido pensar en la película, en la que además, creo recordar que no había en ningún momento referencia alguna al hecho de ser hispano como condición, más bien era anecdótico; pero SÍ, estoy convencido que Trajano se sentía diferente por su origen, más por como lo trataban los demás romanos de Roma que por él mismo y nada tienen que ver la oscarizada película con mi razonamiento y también estoy convencido de lo que he dicho en el anterior mensaje con menos, en otros países habría muchas más referencias si tuviesen en su historia a un emperador romano con el peso histórico del que nos ocupa habiendo nacido en su territorio….
    ¿De verdad me estás hablando de la profundidad de los personajes de la Macu? Pues me hace gracia, por qué solo de memoria recuerdo a un Mario excelso, lleno de virtudes, hasta el punto que la escritora excusa su comportamiento final (sangriento y cruel a más no poder) con que sufre algún tipo de embolia creo recordar que hace que se vuelva loco… ummm, ¿ no sería más razonable pensar que le pudo la soberbia y el orgullo? No sería menos plano el personaje si la Macu explorase el lado oscuro del personaje? Que estoy convencido que como ser humano lo tenía… Por no hablar de Cesar… otro que tiene muchísimo juego y lo que hace la escritora es obviar cualquier matiz de su personalidad para convertirlo en un Semi Dios, lástima de desperdicio, seguro que puestos a especular, aunque más complicado de escribir, sería mucho más interesante un Cesar como ser humano, con sus defectos y sus virtudes y no tan plano que parece hasta divino…(como ejemplo el episodio de las botas rojas de los reyes Romanos que describe, que seguro que tú te acuerdas de cómo lo excusa, aún me hace gracia recordarlo…), y podemos continuar con su Augusto y el episodio de la muerte de Cesarión, en fin, para los que lo halláis leído seguro que recordáis… que manera de simplificar personalidades… otra pena no explorar más el lado oscuro y humano de ambos… Por no decir, claro, los personajes contrarios a Cesar en la serie, sin querer extenderme: tacha repetidamente a Pompeyo como un tontín a Catón como un ex alcohólico loco, a Marco Antonio, por un lado alcohólico y medio lerdo, pero por otro según le convenga como un hábil manipulador, en fin…
    La Macu, no explora la realidad del ser Humano en sus personajes, o sea, su lado oscuro, sus debilidades, los crea con un patrón preestablecido y de ahí no se mueve, aunque la historia diga lo contrario, si hasta pinta a un Cicerón un poquito tonto…
    Por otro lado, volviendo al tema que nos ocupa, la evolución de Escipión en la serie de Posteguillo sí que es humana, es terrenal, al final, en” la Traición de Roma”, precisamente le pierden sus pecados más humanos, a saber: el orgullo y la soberbia, vamos, que le pierde el poder que ha acumulado (lástima que no lo hallas leído Gato…) en ningún momento vi esta evolución en los protagonistas de CMcC.
    En esta novela “los asesinos del emperador” (otra vez, lástima que no la hallas leído) es verdad que Trajano, aparece en su juventud, como un personaje frío, distante, cuasi perfecto, por eso precisamente me ha recordado a la Macu, por su poco “recorrido humano”, por su simpleza; aún así, como pasa con el Africano en la trilogía, démosle tiempo a hacerlo evolucionar, al fin y al cabo, no es el protagonista de esta novela, cuando le toque el turno, ya veremos cómo le afecta el poder a su personalidad, que seguro y viendo los antecedentes, lo humaniza, no como pasa con César…
    Ah y las batallas, me encantan… sobre todo cuando se alternan con los episodios políticos y palaciegos, para mí en la novela de Posteguillo muy bien compensado, no obvia detalles en ninguna de las contingencias, acelera la lectura y la ralentiza y reposa…
    Termino, que vaya rollo. Seguro que no es la novela perfecto, como tampoco lo son las de la Macu, si quisiese perfección no me iría a una novela, no se puede coartar la interpretación de los autores, si para la Macu, Cesar era Divino hasta el punto de hacerlo empalagoso, pues bien por ella, a mí me encantó su Cesar y su Mario y demás aunque tengo el suficiente criterio (a pesar del daño que me hizo en su momento “Gladiator”) como para saber o intuir que no fue así, por lo tanto, de Posteguillo se puede decir lo mismo, me encanta su Escipión, y me encanta su Domiciano y estoy seguro que me encantará su Trajano, ¿por qué no? Al fin y al cabo, cometió solo un error, a saber, aún siendo romano, que eso nadie lo dude, nació en territorio Hispano… pecado venial supongo…

  34. Nes dice:

    Joer, perdonar por el rollo, no me había dado cuenta que ocupaba tanto…

    Salud

  35. Vorimir dice:

    Nada Nes, muy buena exposición y estoy de acuerdo contigo en muchos de tus puntos.

  36. Farsalia dice:

    Ya, Nes, pero Arpino es un municipio romano en Italia, y Trajano se veía a sí mismo como romano, no como alguien de provincias. Ni él ni Adriano (ni mucho menos Séneca un par de generaciones antes) se veían de otra manera que no sea como romanos. Si desde aquí se pretende exaltar la hispanidad de Trajano es que no se comprende bien qué significa ser romano en la época… La referencia de Gladiator es genérica, no va por ti.

    El Mario de la Macu es ambicioso desde el principio. ¿Es bueno? ¿Es malo? Son etiquetas que no permiten ver los matices del personaje. Pero se le caracteriza (como personaje) con ambición, resquemor hacia esa nobilitas que le mira por encima del hombro. En ese sentido, las novelas de la Macu reflejan muy bien como las actitudes hacia los itálicos cambian: del desprecio que Cepión siente hacia ellos en los dos primeros volúmenes se pasa pcoo a poco a una aceptación en el cuerpo cívico romano en los volúmenes centrales. Y es normal: es como hoy día, por poner un ejemplo, que no vemos el divorcio con el grado de escándalo que ciertos sectores de la sociedad española veían hace treinta años.

    Por otro lado, las novelas son eso, novelas. No pretendamos ver a los personajes históricos con los caracteres que una novelista les confiere en una serie de novelas; veamos a los personajes de ficción basados en personajes reales como lo que son, es decir, como personajes. Y como tales funcionan: son sólidos, para nada planos, con motivaciones muy marcadas, no son personajes planos, evolucionan (o involucionan). Por eso son creíbles, verosímiles. Y los asumimos como tal. Dentro de la ficción, claro. Y con los personajes de la novela de Posteguillo debe pasar lo mismo… sólo que, por lo ya apuntado, el autor sigue cayendo en esos defectos de anteriores novelas.

  37. Farsalia dice:

    Uno de los grandes personajes de la Macu es Sila. De principio a fin es un personaje sólido, que navega entre ese lado oscuro, un cierto patetismo, una ambición ilimitada, un sentido del humor (y de la parodia) innato, y una enorme crueldad y al mismo tiempo una capacidad para amar (la peculiar relación con Aurelia, por ejemplo). Es un personaje con fuerza. Catón es mucho más que un borracho, y Pompeyo bastante más que un botarate. Lo interesante de la Macu son como sus personajes reflejan actitudes muy humanas con verosimilitud. Y capta muy bien la época de cambios, tanto en la política como en la sociedad. Son muchos elementos que a Posteguillo no parecen interesarle, pero claro, a él le interesan otras cosas, y las potencia.

  38. Nes dice:

    Si, Trajano se veía a si mismo como Romano, eso lo tengo claro, pero, ¿y los demás?, ¿cómo lo veían sus coetanios y camaradas de la clasa alta romana? Eso a mi entender lo hacía diferente, no como se veía a si mismo, sino como lo veían los demás… es tan plausible esta posibilidad, que seguro que influyó su «hispanidad» a la hora de sobrevivir a las purgas paranoicas de Domiciano… a modo y permitirme la licencia, claudiano…

    Ahora especulo… ¿hubiese llegado a emperador si en vez de romano de Hispania, hubiese sido Romano de Italia?, NO, al ser de origen hispano no se le consideraba una amenaza. La mayoria de la clase senatorial romana de Roma, había sido ejecutada, pero él, no, conservaba el mando de sus legiones y su poder, por que al fin y al cabo ¿cómo podía llegar a ser Imperator un NO nacido en Roma?

  39. Nes dice:

    Capitulo aparte es tratar la evolución de Escipión en la trilogía,por lo que te conozco, seguro que la leeras tarde o temprano, si no lo estás haciendo ya y entonces hablamos del tema de los personajes y su evolución, yo te la recomiendo encarecidamente, es la mejor de las tres novelas sin duda.

    1. Javi_LR dice:

      Bueno, yo rebajaría un poco eso de «sin duda» ;o)

      1. Javi_LR dice:

        Ah, y ya que estoy, creo que las pretensiones de ambos escritores son completamente distintas: a la Macu le interesa pintar un cuadro, lo más completo posible, de Roma y sus intrigas; tiene más de vida cotidiana y sus novelas están repletas, más llenas y, opino, su estilo es más paciente. Santiago es más de acción, de una narrativa que es más centrada y mucho menos tangencial, de una narrativa a la que, incluso, no le importa el estilo sino la estructura, que necesita imperiosamente contar algo y contarlo ya, por lo que, inevitablemente, a mí al menos, me resulta de una menor perspectiva y hondura que la de la Macu. Roma, en ella, adquiere cuerpo; el Senado es algo vivo y los personajes (muchos) pululan por el texto con relativa normalidad.

  40. Nes dice:

    Ah, Sila… Sublime, tienes razón, de lo mejor de la serie, por no decir lo mejor, el más trabajado de los personajes a mi entender genial.

    PD. Cómo decía por allá arriba en la reseña, huelga repetir que la Serie de la Macu, sobre todo en sus cinco primeros volúmenes me encantó, maravillosa.

  41. Nes dice:

    Se me olvidó el poner antes del «sin duda» el «para mi». Pero pensé que como a Farsalia le gusta más la política que la guerra, se sentirá más inclinado a apreciar el tercer volúmen que el segundo… pero no deja de ser una apreciación personal Javi, tienes razón.

  42. Publio dice:

    Muchas gracias Vorimir. Ahora ya iré bajando y leyendo esta saga para poder comparar.

  43. Farsalia dice:

    ¿Cómo lo veían los demás? Lo suficientemente bien como para que adopción por Nerva fuera vista con absoluta normalidad y que la sucesión al trono fuera aceptada sin problema alguno. Lógicamente, la sociedad romana había mutado lo suficiente en el último siglo y medio como para que alguien que no pertenecía a las ya desaparecidas familias de la nobilitas pudiera ser gobernador en Germania, comandante de legiones muy decisivas y luego princeps. La hispanidad no contaba gran cosa, Nes, básicamente porque no le veían como un hispano.

    De la trilogía escipiónica me falta leer el tercer volumen (sale este mes en formato Librinos), y a priori es el que más me interesará. Pero no espero gran cosa, leídas las dos anteriores, sobre las que ya he comentado bastante.

  44. Nes dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices Javi, cuando hacía mención a la Macu o a Graves en la reseña no lo hacía para comparar estilos sino sensaciones, ¿a qué me refiero? hablo en ella de dos puentes sobre un mismo río, son diferentes pero el río es el mismo… no he comparado forma sino fondo, La Macu, me provocó suficiente como para ponerme a buscar información sobre lo que hablaba, a la par que me entretuvo y dejando de lado su estilo que a mi me gustó mucho y lo disfruté, además fue de las primeras novelas historicas que leía y las leí las 5 del tirón, tanto es así que acabé leyendo los comentarios de Cesar e hice la reseña para Hislibris. Pues con este, dejando de lado comparaciones, me ha psado lo mismo, lo poco que conocía de Domiciano o de Tito ha resultado una ventaja al leer este libro y ha provocado el afán de buscar (ahora mucho más fácil que antes cuando leí a la Macu gracias a san google) sobre este periodo de la historia de Roma, es como si alguien te enseñase una puerta y te diese las llaves, a eso me refería. evidentemente salvando la distancia en estilo y todo lo que haga falta.
    «Los asesinos de emperador» a mi entender, no desentona, es una herramienta muy útil para aprender (creo que está suficientemente fundamentado) y entretener, ¿qué más se puede pedir? lo mismo que la Macu, cuanto aprendí con aquellos libros…
    Supongo, claro, que cuanto más conocimeintos tengas adquiridos sobre el contexto histórico de la novela y más formada una idea propia, menos te podrá gustar la novela y las conclusiones que extrae Posteguillo. A mi, me ha parecido redonda por todo ello, demos gracias a lo poco que se y a lo mucho que me queda por descubrir.

    En cuanto a lo que dices Farsalia, pues si tu lo dices, será así, a mi personalmente me cuesta creer que hubiese tanta «normalidad» de por medio y me cuesta creer que la sociedad romana, siempre elitista, en un siglo y medio se hubiese transformado en un remanso de normalidad, pero, lo dicho, será como tu dices por que seguro que lo habrás leido, pero me cuesta imaginar todo tan perfecto (hablando además de Poder…), así que si me explicas como llegas a esa conclusión te lo agradeceré.

  45. CalpurniaT dice:

    Muchas Felicidades Nes por la reseña!! Con un principio muy sentido y que demuestra que los libros son más que un conjunto de hojas de papel con historias a explicar.

    Yo tengo por leer ambos libros, éste de Posteguillo y el primero de la Colleen McCullough (no me atrevo a llamarla Macu hasta no haber léido su saga!!), pero sólo el ver que podeis debatir sobre ambos escritores en cuanto a forma y fondo ya dice mucho de este libro de Santiago Posteguillo.

    Me ha parecido muy interesante el debate que habeis establecido y los que estamos en «pañales» con respecto a la historia apredemos casi tanto con los propios libros como con vuestras opiniones, así que hislibreños nunca os canseis de debatir!!

    Yo entré en Hislibris por la reseña de Africanus, así que agradecida quedo a Posteguillo, por sus libros y por descubrirme este mundo!!

    Lo dicho, que felicidades a todos en general y a Nes en particular!!
    saludillo, CalpurniaT

  46. Uther dice:

    Farsalia, probablemente no me he explicado bien, no he querido decir que le hayamos faltado el respeto a Posteguillo, sino que el debate deberiamos centrarlo en su obra y no en una comparación con otra. Pero después de enviar el mensaje, yo mismo me dije, !pero si esto es Hislibris! y aquí se empieza hablando de la Guerra de Independencia y se temina comentando la forma de cocinar caracoles. Así que retiro mi comentario anterior. Saludos.

  47. Javi_LR dice:

    Xacto, Uther. Digamos que Hislibris es un antro de literatura comparada ;o)

  48. Iñigo dice:

    Yo por si acaso ya me lo he comprado. Será porque estoy en hislibris.

  49. CalpurniaT dice:

    Me apunto a lo de antro! ;-)

  50. Farsalia dice:

    Normalidad no, Nes, pero la sociedad romana no era estática: piensa en lo que «evolucionó» (por ponerle una palabra que no refleja, con todo, el significado que quiero darle) en la cuestión itálica en apenas una generación, como asumió que Augusto estableciera una élite ecuestre para gobernar en las provincias militares y comandar legiones, como aceptó incluso en época republicana que el viejo sistema permitiera los grandes poderes provinciales y militares de personajes a priori al margen de la nobilitas como Pompeyo. Y como el principado de Augusto era sensiblemente diferente del de Vespasiano, ya no digamos de la época de Trajano.

    Y, sin embargo, había cosas que sí eran permanentes. Y uno de ellos es la ciudadanía y la propia concepción del civis Romanus. Si hasta Pablo de Tarso apeló a su ciudadanía romana para que no lo juzgaran como provincial en los años 60 d.C. Ser romano, no judío o para el caso de Trajano haber nacido en Hispania, era lo que contaba. Trajano se veía así, como romano y de pleno derecho. No pertenecía a las grandes familias (que en todo caso eran nuevas, pues las viejas familias senatoriales habían desaparecido apenas un siglo antes), pero era alguien con influencias en Roma (las suficientes como para que Nerva le eligiera precisamente a él como sucesor y no a cualquier otro gobernador provincial).

    Por otro lado, estamos ante una novela, no ante un ensayo, así que el autor puede escribir lo que quiera (siempre y cuando sea, por lo menos, verosímil y plausible). Pero ojo con tratar de concebir hechos históricos en función de lo que nos cuenta una novela. Por muy buena que sea, sea de Posteguillo o de la propia Macu.

  51. Valeria dice:

    Sobre la desaparición con Augusto de la vieja y añeja nobilitas romana es muy interesante el libro de «La revolución romana», de Syme.

    Y a mí me encantan las novelas históricas que, como dice Nes, me abren una puerta a buscar, leer e investigar aspectos de la historia que desconozco. Pero decir que una NOVELA es una herramienta de aprendizaje me parece un pelín…arriesgado. Si acaso puede ser un instrumento para espolear el aprendizaje, la curiosidad. Nada más.

  52. Nes dice:

    Estamos totalmente de acuerdo a la hora de distinguir entre ensayo y novela, de verdad, lo digo con conocimiento de causa, hace ya más de diez años que leí «El primer hombre de Roma» y siendo totalmente neófito en estas lides de por aquellas, me costó años asimilar que Julio Cesar no era un super heroe, al final, por fin descubrí su humanidad, o lo que yo con mi propio criterio acepté como tal….Aún así, no quiero obviar la interpretación que puede hacer un buen novelista de la historia que está describiendo, siempre que parta de una base de hechos objetivos y se dedique a rellenar esos espacios vacíos , así, en cuanto a la Macu, es innegable el cursus honorum que sigue Cesar o el matrimonio de Cayo Mario con Julia o su Aquae sixtiae o así un sinfín de detalles y datos constatables de los que parte para construir una historia de, sobre todo, “personalidades”. Así que a partir de aquí, y teniendo en cuenta que los buenos novelistas de novela histórica suelen partir de datos contrastados, cada cual es libre de asumir como propia la interpretación que hace el autor de las diferentes circunstancias, al fin y al cabo, te ha hecho el favor de documentarse previamente. En el caso que nos ocupa, por un lado, la perfección descrita por Posteguillo en cuanto a la personalidad de Trajano que es lo que molesta o chirría para algunos, pues solo añadir que es uno de los pocos emperadores romanos del que no se puede extraer ni una mala palabra de sus coetáneos, nada he encontrado sobre este personaje que me lleve a pensar lo contrario, solo he encontrado admiración por sus rotundos éxitos militares y su gestión política… si hasta instauro el “alimenta” para favorecer a los niños pobres y huérfanos…
    Por otro lado intento darte la razón Farsalia con el tema de la evolución de la sociedad Romana para asumir en su “elite” a ciudadanos romanos provincianos. Sigo pensando que es evidente que Trajano se sentía un Romano como el que más, pero… entonces para empezar, no me cuadra la figura de Nerva en todo esto, Marco Concello Nerva, un emperador que llegó a tal a la nada desdeñable edad de 65 años, uno de los pocos senadores sobrevivientes a las purgas de Domiciano, emparentado nada más y nada menos que con la familia Julio Claudia, vamos, un romano hecho y derecho, UN CATALIZADOR perfecto para la llegada de su hijo adoptivo, la pregunta que me corroe es, ¿qué pintaba Nerva, un personaje demasiado mayor, con poca influencia real en el ejército y al final de su vida política, si no era por qué era la persona indicada por su gens, para adoptar a un romano de provincias y así “normalizar” su ascenso? . La lógica decía que tal y como había quedado el imperio, se escogiese a un emperador con un poder real,¿ por qué pasar previamente por Nerva?, pues la conclusión que se me ocurre es que lo dicho, era un catalizador perfecto para la ascensión al poder del que lo tenía realmente depositado en su experiencia militar y sus legiones, no hacía falta más que disfrazarlo previamente de Romano “auténtico” con su adopción… Dion Casio, en su historia de Roma, aproximadamente un siglo después cuando se debe de suponer que si en los tiempos de Trajano, estaba asumido en la sociedad que la procedencia del poder podía ser diversa, más si cabe en los tiempos de casio dice así cuando habla de Nerva y Trajano:
    «Así Trajano se convirtió en César. Pues Nerva no estimaba la relación familiar por encima de la seguridad del Estado, ni estaba menos dispuesto a adoptar Trajano, por la condición de este último de hispano en lugar de italiano o itálico, debido a que ningún extranjero había ostentado jamás la soberanía romana; pero Nerva buscaba un hombre por su capacidad, y no por su nacionalidad”
    Esto lo dice Dión Casio, historiador y senador romano, incluso cónsul hacia el año 200, como se ve, recalca la condición de hispano en lugar de italiano o itálico como un hecho diferencial, cosa que tu gato, me niegas… y añadiré que incluso en esa época, la del historiador, Caracalla promulgó la Constitutio antoniana, que concedía la ciudadanía romana a todo ciudadano libre del imperio…
    Por otro lado Valeria, lo de herramienta quizás sí que sea algo exagerado, pero no deja de ser un matiz de interpretación, la idea de fondo es la que tu comentas, lo describas con la metáfora que se te ocurra, puerta, herramienta, puente…

    Salud

  53. Vorimir dice:

    Hombre Nes, Trajano tuvo buenos publicistas. De todas formas sabemos que le daba bastante al vino, sobre todo desde que era Emperador. Es cierto que fue muy discreto con su vida sentimental, aunque todos conocían sus gustos por los muchachos jóvenes, aunque nunca hizo nada que fuese demasiado escandaloso. Fue un gran gobernante y un gran general, pero de ahí a pensar que fue la perfección personificada, hay mucho.
    Añadir unas pocas sombras al personaje lo habría hecho más humano. Esperaré al segundo libro.

  54. Nes dice:

    Claro Voromir que no pienso que fuese perfecto, así es como en el primer volumen lo describe Posteguillo, yo no asumo su interpretación pero si que la entiendo como un primer planteamiento del personaje central de la serie. Lo utiliza como «el bueno», por qué dentro de lo que hubo, es de lo mejor. Conclusión que ya me estoy liando, doy por buena su manera de novelar el personaje.

  55. Farsalia dice:

    Los buenismos de Posteguillo… rivalizando con el panegírico de Plinio el Joven.

  56. Radhotep dice:

    De acuerdo con muchas opiniones, espcialmente las de Valeria. Novela, de antemano, muy elaborada, excesivamente larga para lo que se pretende; demasiado didactista y le sobra mucho «andamio». La he leído en 10 días; eso indica la voracidad por la obra. No obstante, como crítica negativa: larga, le faltan matices a algunos personajes, especialmente los más importantes; y como positiva: engancha por la trama central (el asesinato de Domiciano) y por la buenísima documentación (a pesar de los pequeños errores). Sin duda, esperaré con ansiedad la 2ª parte y la recomiendo. Soy fan de Santiago Posteguillo, aunque me quedo con «La traición de Roma», en ella consigue un excelente personaje en Escipión.

  57. Farsalia dice:

    En cuanto a lo que comentas sobre Nerva y Trajano, Nes (lo siento, se me pasó tu último comentario), piensa que si el primero adoptó al segundo no fue para que sirviera de catalizador de nada. Nerva era anciano y sabía que no duraría demasiado en el trono. Tuvo la prudencia de adoptar a alguien que sería bien aceptado por el Senado de la época, perteneciente a una familia romana y con influencias (el padre de Trajano ya había sido gobernador en Siria y comandado tropas veinticinco años atrás). Nerva escogió a alguien capaz y que fuera bien aceptado por todos.

    Por otro lado, ¿por qué Dión Casio incide en el origen hispano de Roma? Para que los romanos de su época acepten con mejores ojos a la dinastía Severa, mezcla de africanos y sirios. Si aceptasteis a Trajano, que era hispano (dice), cómo no haréis lo mismo con Septimio Severo y sus hijos… Claro que él no remarca que, a diferencia de Trajano, ni Septimio Severo ni sus hijos pueden apelar a origenes romanos, ni siquiera itálicos (como es el caso de Trajano), sino meramente provinciales. Pura propaganda, Nes, y viniendo además de un historiador de origen griego que escribe en griego y que se lo debía casi todo a esos Severos africano-orientales.

  58. Eurogallo dice:

    Esto si que es una señora reseña, un pedazo de reseña diría yo, y se nota que siempre que uno encuentra verdaderamente apasionante escribe una buena reseña, como es toda reseña que transmite un opinión personal.

    Respecto al libro, estoy menos ilusionado. Es un libro entretenido y de fácil lectura ( Algo que no puedo decir de sus antecesores ) pero coincido con Vorimir y Valeria en que la carga «doctoral» es excesiva, y que el texto se alarga innecesariamente para dotar a la novela de un volumen innecesario.

    Por otra parte, la necesidad de «anclar» muchos acontecimientos históricos, lastra demasiado la trama, que en muchas ocasiones no deja de recordar a otras novelas anteriores, con el malo, malísimo, loco y demente, que se entretiene haciéndole la vida imposible a todo el mundo con su locura, frente a la educación del héroe, dechado de virtudes…

    Respecto a la querella historiográfica, hay que decir que es difícil encontrar un emperador con menos puntos oscuros que Trajano ( Eso ya lo han dejado claro generaciones de historiadores) lo que no quiere decir que no tuviése debilidades…A partir de ahí, ya todo es opinable. Solo hay que recordar que Trajano comienza su mandato con un halago a Nerón…

  59. Akawi dice:

    Farsalia, yo me pregunto: ¿Has leído «Los asesinos del emperador»

    Pues veo que hablas mucho sobre Roma, sobre Trajano, Augusto o Pompeyo pero nada, de nada sobre Posteguillo, su forma de redactar, su documentación y en suma, sobre esta obra.

    Dices que no has leído «La traición de Roma» la última de su trilogía, entonces debo entender que sólo te apoyas en sus dos primeras novelas para hacer una crítica, un tanto negativa de toda su obra. Y de paso para darnos una lección de conocimientos y ensalzar las novelas de la Macu.

    Pues amigo Farsalia, a mí esto no me vale para hablar sobre una novela en concreto y sobre un escritor que por ahora es de lo mejor que tenemos en España de novela histórica.

  60. Farsalia dice:

    Y a mí no me vale que, estando donde estamos, escribas lo que acabas de escribir…

    Y es todo todo lo que te voy a responder.

    1. Javi_LR dice:

      Yo también he opinado, india, y he pecado. Penitentiágebo.

  61. Vorimir dice:

    Y yo no me he leído las dos últimas novelas de la saga romana de la Macu…

  62. Nes dice:

    Pues yo me he leido todas la verdad, las siete de la Macu y las cuatro de Posteguillo y me reafrimo en lo que decía en la reseña, por otro lado, reconozco que metiendo a Farsalia en la discusión de manera deliberada (mentando a la Macu jjeje) buscaba sus interpretaciones a unos hechos históricos, que de eso sabe un rato, no su opinión de la novela, así que mea culpa , esta vez he participado cual provocator…
    Aún así no deja de alegrarme vatir el recor de participación en una reseña mía, joe que simple soy.

    Salud

    PD. Gracias Uro por lo de la reseña.

  63. Nes dice:

    Y ya que estamos Gato, si interpretas las intenciones de Dion Casio en su historia de Roma al hablar de Nerva y Trajano, pues poco que decir, hasta ahí ya no llego y sería hablar por hablar por mi parte.
    Aunque con dudas, que creo razonables, doy por bueno lo que comentas.

  64. Akawi dice:

    Javi _LR opinar se puede y se debe, lo que no creo que sea correcto es comentar sobre una novela y un escritor, sin tener una base firme propia de uno mismo, no dejarse llevar por lo que otros han comentado.

    Estoy de acuerdo con los que han dicho que es excesivamente larga, que tiene demasiados latinajos, que los buenos son buenísimos y los malos malísimos, que es muy didactica y se nota, sin embargo y a pesar de esto, a mí me ha capturado desde el principio, me ha entretenido maravillosamente y me ha enseñado mucho sobre Roma. (Destaco los gladiadores y las cloacas).

    Opino, claro. copy Koenig.

    1. Javi_LR dice:

      Es tu opinión, Akawi, ok, pero no la comparto en absoluto en este caso. Te estoy leyendo y recuerdo otros tantos comentarios de ese tipo ante los cuales gran parte de los hislibreños hemos saltado. Pero… vaya, que no pasa nada. ¡Mañana es lunes! ¡Ñam, ñam!

  65. Farsalia dice:

    ¿Sin tener una base firme propia de uno mismo? ¿Y de qué hemos estado hablando aquí, si no es de Posteguillo y sus novelas? La verdad, ayer mencioné lo que mencioné dejando bien claro que era todo lo que iba a decir, pues no tenía deseo alguno de iniciar ninguna polémica, pero vamos, claman al cielo algunos comentarios vertidos. ¿No he hablado de Posteguillo, de su estilo, de su manera de hacer novela histórica? ¿No lo hemos hecho todos? ¿No se ha hecho, yo incluido, en otra reseñas de sus novelas? ¿No es acaso la salsa de la Papri, un lugar donde comentar a autores, sus novelas, la que se reseñaba y otras, donde discrepar y donde coincidir? ¿A qué jugamos, pues? Insisto que huyo de toda polémica, pero, con perdón, vamos a dejar de decir tonterías… así que, como decía cierto personaje televisivo, un poquito de por favor.

    Reinterpreto las intenciones y la obra de Dión Casio, Nes, por supuesto, y con eso entramos en los lindes de la historiografía. Y hay que tener presente cuándo escribe Dión Casio (un siglo después del reinado de Trajano, en este caso, y varios siglos posteriores a los hechos de la República, en concreto dos y medio respecto el final de dicho período); con qué fuentes (su relato bebe mucho de Tito Livio, sin la solidez ni la profundidad de éste); quién lo escribe (quien es Dión Casio y quien le concede un consulado en el año 229), y bajo qué dinastía escribe. Aparte de que dos siglos no pasan en balde desde la muerte de Augusto, y la sociedad de la época de los Severos es muy diferente de la de los Julio-Claudios o los Flavios. La extensión de la ciudadanía a todos los habitantes del imperio supone un mazazo a la exclusividad de dicha ciudadanía… aunque para entonces ya pocos valores podía decir alguien mediante la expresión civis Romanus sum, así que imagínate en cuanto a detentar el poder supremo.

  66. Antígono el Tuerto dice:

    Tras leer la inmensa reseña, y la impresionante cantidad de comentarios, me han quedado un par de dudillas:
    a) ¿El libro es autoconclusivo o es simplemente el inicio de una saga?, estilo sagas interminables, ya me entendeis.
    b) Aunque por los comentarios se deduce bastante el estilo del autor (y por la entrevista que le hicisteis), tengo otra duda: ¿no será del estilo de Simon Scarrow?, leí uno de Scarrow y no me gustó, es más me resultó indigesto con tanto cliché del soldado romano totalmente identificado con su causa más allá del deber y del valor, etc…
    c) ¿Entonces la Macu mejor, no?…perdón, este era broma, je, je, je
    d) Por lo que se ve es demasiado descriptiva sobre la vida romana en esta época, la duda es ¿lastra la lectura a los que no estan puestos en el tema romano o se hace amena de leer?
    PD: Es que se acercan las Navidades y Reyes y hay que pensar en regalos ;-)

  67. Nes dice:

    Hola Antígono,

    Voy a intentar responderte, aunque hay alguna de tus dudas que son difíciles de contestar por que dependen de las percepciones de cada cual…

    A la pregunta a: Si, se podría decir que es autoconclusivo pues narra la historia de Domiciano y el escritor no la deja a medias… Y si, es el inicio de una saga, aunque no de esas interminables, tengo entendido que es una trilogía, Posteguillo no parece ser uno de esos escritores de sagas interminables, por lo menos por ahora.

    A la b: Nada que ver con Scarrow, como lo diría, Scarrow, simplemente utiliza un contexto histórico para ambientar sus historias de aventuras, a mi me encanta Scarrow, pero la aventura es el quid de sus libros, lo demás es artificio bien utilizado según mi opinión, pero nada más que eso. Posteguillo, es de esos escritores que utiliza la historia, como ciencia (bien documentao además) como hilo narrativo, es verdad que añade bastante más que «la Macu» de su propia cosecha, pero no deja de ser un episodio real de la historia con personajes reales…
    La C: Aquí, que cada uno haga su propia valoración, son diferentes (Para mi no tanto como dicen otros ; ) ) Para mi personalmente, son dos magníficos escritores… Si tengo que decantarme por alguno de ellos, hoy por hoy por La Macu, pero claro, Posteguillo apenas lleva escritos 4 libros, veremos en unos años por que promete y mucho, por otro lado posteguillo tiene un fallo, a saber, que se llama Santiago… Si se llamase Mikel o Jon o Colleen, vete tu a saber…
    en cuanto a la pregunta d… pues también depende de la percepción de cada cual, para mi, en absoluto lastra la lectura, no le sobra nada, yo no es que esté puesto, no ando sobrado en el tema romano pero si que es verdad que tampoco soy neófito, creo que las descripciones, ayudan a ambientar bien la trama si eres neófito, si eres algo versado, no desentona…

    Espero haberte ayudado. Salud

  68. Antígono el Tuerto dice:

    Gracias por la aclaración Nes.
    De todas formas puestos a escoger entre Posteguillo y Scarrow, yo siempre me inclino por autores españoles. También es cierto que el estilo de Scarrow no me gustó.

  69. Akawi dice:

    ¡Ah, perdona Farsalia! Creí que hablabamos de la Macu y sus novelas.

    Repito: a mí no me vale lo que hayas escrito en otros sitios y en otras reseñas sobre el autor, no te sigo tan de cerca. Es en esta reseña donde hay que dejar los comentarios sobre este libro y el escritor.

    Aunque yo creo que hay que leer el libro honestamente antes de hacer los comentarios negativos.

    Bien vale, dejémoslo así.

    Saludos.

  70. Farsalia dice:

    A mí no me vale el no me vale.

  71. capadx dice:

    Creo que existen grandes maestros y maestras como Colleenn Maccullough, Antony Richard Birley, Gisbert Haefs, consagrados ya, que se lo piensan dos veces antes de meterse en una novela de tantas paginas si no encuentran la fluidez en el desarrollo que haga mantener un vínculo permanente entre el lector y la novela. Creo que el error del número de páginas, que no aportan cuestiones relevantes, puede evitar que lectores que acceden a este escritor por primera vez, no queden enganchados para otras novelas que seguirán a ésta y en la que de verdad podamos conocer una versión importante de la vida de un emperador de origen hispano. Particularmente, si esta novela no fuera de Santiago Posteguillo me habría saltado muchas paginas en un intento buscar lo verdaderamente interesante y completar la lectura.

  72. capadx dice:

    En cuanto a la Editorial Planeta. He leído la primera edición y posteriormente he revisado la tercera muy rápidamente para ver si la Editorial había corregido sus errores. Cómo es posible que contengan todas las ediciones los mismos errores, es que nadie de la editorial se lee y revisa cómo sale el libro de sus talleres.?? Errores que no son de impresión, sino que los contiene la maqueta, errores con letras que faltan o que no son las gramaticalmente correctas en algunas palabras e incluso una falta de ortografía. Si esta novela fuera una traducción podría entenderse que realizada por un extranjero ha producido estos fallos, pero no es el caso. A parte que incluso si fuera una traducción creo que incluso se revisa más concienzudamente.
    La encuadernación es deficiente para la manipulación de una novela tan extensa, en mi caso, se me ha despegado hasta la mitad. No es suficiente que remarquen que utilizan papel ecológico, que está muy bien.

    Creo que la editorial debería ser responsable, cuidar al escritor y darse cuenta que el dominio de la novela histórica está totalmente en manos de los escritores de lengua inglesa, no hay más que ver como los escenarios de sus novelas, en su mayoría, son extraídos de la época de Vespasiano o en general de personajes que han tenido algo que ver con la ocupación de Britania y sus héroes nacionales. Cuesta mucho esfuerzo a cualquier foráneo, sea español, francés o alemán, que sus novelas sean traducidas y vendidas en otros países. Por ejemplo, entre dos novelas con el mismo título, “Marco Aurelio”, una de Anthony Birley y otra de Pierre Grimal (francés), cuál pensáis que es más vendida?.

  73. Vorimir dice:

    Capadx, las dos obras que mencionas sobre Marco Aurelio son ensayos, no novelas.
    De todas formas tienes razón en que la editorial debería mimar más la obra molestándose en corregir erratas.
    Opino lo mismo con la extensión de la novela, pero por desgracia parece existir la obligación editorial de publicar tochos, y a esta novela le ha perjudicado.

  74. capadx dice:

    Vorimir, tienes razón en cuanto a que son ensayos, en mi pataleta me he dejado llevar por la falta de atención de la editorial a ciertas formas. No sé si son por las próximas navidades y las presiones comerciales de la editorial pero, particularmente he quedado un poco decepcionado de la novela en general. Cuando comencé a leerla, tras conocer su trilogía anterior y ver el titulo que encontraba muy sugestivo, pensé que encontraría otra cosa.

  75. Farsalia dice:

    Fíjate que siguen saliendo las mismas erratas en La corona de hierba de la Macu, y lleva tropecientas ediciones… En fin.

  76. Pintaius dice:

    Ayer, jueves 19 de enero, Santiago Posteguillo estuvo presentando su novela en la librería Cervantes, de Oviedo. Durante algo más de una hora nos estuvo deleitando con una charla sobre el proceso seguido para la construcción de la misma, con abundantes referencias a los análogos en el caso de sus tres anteriores novelas, y numerosas deliciosas digresiones durante su disertación. La verdad es que me resultó muy estimulante escucharle, al igual que lo que se advertía en el resto del público asistente. Supuso una estupenda experiencia, porque pocas veces tiene uno la oportunidad de escuchar una exposición tan bien trenzada, narrada con tan amplia amenidad y con capacidad para captar al oyente, cumpliendo con creces el principio clásico de «enseñar deleitando». Sin duda se advierte que posee muchas tablas como docente, y de los buenos. Posteriormente, durante la firma de ejemplares, estuvo tremendamente cordial. Sin duda, un hecho para recordar con agrado.

  77. Antígono el Tuerto dice:

    ¡Leches!, ¿por qué estos eventos que pasan en Oviedo no me entero yo de ellos?; es como para los premios Príncipe de Asturias, nunca me invitan ;-)

  78. Pintaius dice:

    Antígono, en http://cervantes.com/modulos/226/agenda/ puedes ver los que se celebran periódicamente en esta librería, e incluso puedes suscribirte a su servicio de información por correo electrónico, que permitirá que te envíen, entre otros, un mensaje cada domingo con la agenda de actos de la semana que comienza. Saludos.

  79. Antígono el Tuerto dice:

    Gracias Pintaius, raudo y veloz acudo a registrarme ;-)

  80. Publio dice:

    Vaya por delante dejar claro que la trilogía de Escipión me gustó muchísimo y que tenía muchas ganas de leer esta nueva novela de Santiago Posteguillo, y quizá por ello no he quedado del todo satisfecho.

    Esperaba más de ella, a ratos se me ha hecho larga, y falta en ella la emoción, que había en la trilogía de Africanus, o mejor dicho, no es que falte totalmente porque la emoción existe sobre todo al principio, donde quedas atrapado por la acción, y aunque paulatinamente la trama baja en intensidad, vuelve la emoción en elfinal donde quedan atados todos los cabos de la conjura y de la llegada de Trajano al poder. Existen partes prescindibles, y otras en las que el autor se detiene en exceso. Es coral, algo que en si no es negativo, pero en momentos concretos más que coral es dispersa lo que hace que baje el interés.

    Es una novela bien escrita que tiene en líneas generales una buena ambientación histórica. Con respecto a los personajes coincido con Valeria, Trajano es un personaje plano y difícil de creer, Domicia es un personaje soberbio y con él la novela gana enteros.

    Como he dicho al principio esperaba más de la novela y quizá ese ha sido mi error, el tener unas expectativas basándome en la gran trilogía de Escipión, con la que a mi entender no resiste la comparación.

    De todos modos, confío en que al igual que con la trilogía ya citada, suceda ahora lo mismo, y que con cada volumen vaya mejorando.

  81. Aretes dice:

    Pues a mí me ha pasado al contrario: vistos los comentarios tenía menos expectativas y me ha resultado entretenido y ameno.
    Será que las famosas sensaciones epidérmicas (incluyendo el lector, el momento y todo lo que rodea al libro antes de abrir la cubierta) son las que al final inclinan la balanza en un sentido u otro.
    Aún así, espero que Trajano vaya evolucionando.

  82. Rodrigo Gothorum dice:

    Yo no me he leido ningún libro de Santiago, asi que este es el primero que cae en mis manos.
    Además de ser muy entretenido, estoy aprendiendo partes de la historia de Roma desconocidas para mi. Muy bien explicadas las partes que tienen que ver con las batallas, que caras vendieron su piel los judios, cuanta sangre y sudor costó, me está resultando memorable el asedio a Jerusalem.
    La imagen que dá de Trajano, un guerrero leal, con principios, ética y honor.

    No lo he acabado de leer, voy por el capítulo 58, pero me está gustando… me está gustando:)

  83. tiglath dice:

    Queridos amigos, no os habeis parado a pensar que lo que pasa es que la historia de Anibal con Roma es simplemente insuperable, y que lo que nos pasa con esta historia es que la época que transcurre es mas aburrida que la segunda guerra púnica?
    Por lo tanto es dificil compensar ese handicap.

    saludos.

  84. Antígono el Tuerto dice:

    Puede, pero lo mismo puede decirse de la historia de Roma desde el ascenso de Augusto hasta la muerte de Cómodo; sólo empieza animarse con su caída. Una historia llena de victorias no atrae a nadie.

  85. Bueno no he leído esta obra pero hago el comentario por lo fascinante de su título.
    Siempre han esxístido , asesinos , magnicidas que tratan de pasar a la historia por medio de actos infames ,Hay un libro fascinante «El Crimen como una de los Bellas Artes «. Muy agredecido por su reseña .

  86. Aretes dice:

    Y ahora que me acuerdo… ¿no os hizo gracia la descripción del nacimiento del libro?. Parecid a más de una conversación sobre los electrónicos del siglo XXI.

  87. iñigo dice:

    Lo primero adelantar que no he leído la trilogía sobre Escipión… con lo que no puedo comparar esta obra con las anteriores del escritor.
    La primera sensación es que la novela me ha gustado, pero ¿qué me ha gustado de ella?.
    Primero, que me ha resultado una lectura agil y entretenida, en general, teniendo en cuenta que son 1.100 páginas. La narrativa es suficientemente buena para que su lectura no resulte pesada.
    Segundo, se nota un estudio importante al respecto de los personajes y la época que los ocupa, así como la vida de la corte y de las legiones en campaña y las distintas batallas que se suceden en el libro.
    Tercero, respecto a los personajes, entiendo que Trajano hijo, resulta plano, con la idea de que vaya creciendo a lo largo de los dos libros que seguirán al presente. Pero eso no me ha pesado para su lectura, porque no veo a Trajano hijo como protagonista de la novela. Es una novela de varios protagonistas, de muchos… significándo sobre todo a Partenio, Domiciano y Domicia… sobre los que se basa el argumento principal (en mi opinión) de la novela, y para mi los más interesantes. Otros secundarios son muy importantes para la historia y tienen cierta profundidad, como son Vespasiano, Tito, Trajano padre…
    Para mi, estas condiciones ya hacen justificable su lectura.
    Ahora lo que no me ha gustado.
    Entiendo la necesidad de incluir la vida y quehaceres del gladiador Marcio en la novela, y se justifica, en mi opinión, en la excitante ocasión en que los gladiadores atacan el Aura Flavia… pero creo que la redacción de los capítulos donde trata la vida de este y los demás gladiadores dejan mucho que desear… y por lo menos son 150 páginas… que no me han interesado nada, incluida la desafortunada aparición de la gladiatrix.
    Tampoco me ha gustado la idea de retratar a Domiciano como un emperador deprabado sin límites, pero entiendo que además de basarse en fuentes romanas tiene que existir la figura del malísimo en esta novela, y le ha tocado a Domiciano.
    Para no extenderme, finalizar diciendo que espero la segunda parte con ganas de seguir la trayectoria de Trajano y el desarrollo del personaje; pero mi pregunta es ¿qué lugar tendrán en la novela el gladiador Marcio y Alana? Porque si no se anda con cuidado y da demasiado protagonismo a estos personajes, no se si el escritor acertaría con ello, por que, en mi opinión, es lo peor de la novela.

  88. Farsalia dice:

    La fuente fundamental es Suetonio (y Tácito en menor medida), y de ambos no se puede decir que fueran mínimamente benevolos con Domiciano. Pero Posteguillo carga en exceso las tintas, como ya hizo con Fabio y Catón en la trilogía.

    Imagino que en la siguiente entrega Posteguillo se centrará ya en las guerras dácicas, dejando de lado a un Marcio que sobra. Pero ya no me pilla, no…

    Me lei la novela en apenas cuatro días y medio, por trabajo (en cierto modo) y por quitarme de encima el tocho. Y ni lo disfruté, ni me pareció tan entretenido como la trilogía escipiónica. La novela naufraga en las últimas doscientas páginas (todo el asunto de la conjura, mal planteado y cansino a la postre)… y le sobran al menos quinientas a todo el texto. Lo del perro, bueno… ya fue la gota que colmó el vaso (no me importó la escena de los muertos en el final de Las legiones malditas, la encontré incluso bonita, un merecido homenaje a esos personajes, pero aquí todo el asunto del perro sobra sobra sobra). En esta novela, Posteguillo explota al límite sus peores defectos (el andamiaje, que dice Valeria). Exceso por todos lados, esa manía de los capítulos cortos, de querer abarcarlo todo, de latinajos a saco que deberian sonar extraños en los personajes («¿saben aquel que diu?»). Tanto dar la vara con Manio, y al final poca cosa.

  89. iñigo dice:

    Pues no se si desaparecerán Marcio y su novia, por que al final de la novela pasan el Danubio y vuelven a Dacia… ya verás que seguro que Alana será la hija o familiar de algún personaje importante de Dacia algo así… y me da que seguirá con estos personajes, por lo de las guerras dácicas. Sería una pena incidir demasiado en ellos.
    Al perro ni lo he comentado, ya te digo que la parte donde aparecen los gladiadores me han dado la sensación de que sobraba, y son muchas páginas.
    Sin embargo la parte digamos más de la corte imperial o de las campañas en el Rhin y el Danubio me ha parecido lo mejor de la novela…

  90. Valeria dice:

    Releyendo ayer el libro titulado «Apostillas a El Nombre de la Rosa», de Umberto Eco, he descubierto un adjetivo que me ha hecho recordar ésta y otras novelas de ambientación histórica sobre la antigüedad Romana. Habla Eco del «salgarismo» de la novela histórica, y cuenta más o menos lo que sigue (lo escribo de memoria): Cuando Salgari escribía sus novelas, y narraba las aventuras de su protagonista por la selva, escribía que el héroe avanzaba junto a un baobab, y a continuación paralizaba la acción para introducir un tratado de botánica sobre el baobab.

    Pues eso que Eco llama salgarismo es defecto cada vez más habitual en nuestra novela histórica actual, y especialmente en las novelas «de romanos».

  91. iñigo dice:

    Si y también lo estoy notando en la serie de Banu Qasi… y creo de manera más acentuada. La conclusión es que en esta novelas de entre 700 y 1000 páginas por término medio les sobra entre 200 y 300 páginas… cuanto papel desperdiciado.

  92. Farsalia dice:

    Si sólo fuera el papel… le decía Robert de Niro, el conductor de autobuses de ‘Una historia del Bronx’ a su hijo Calogero: «En esta vida no haya nada más triste que el talento malgastado».

  93. Antigono el Tuerto dice:

    Y a mi que me gustaba Salgari…claro que don Emilio no escribía tochazos tan monumentales. ¿No os habéis fijado que últimamente en las librerías muchas novelas históricas aparecen en formato tochazo monumental aterrador?, ¿las venderán al peso?

  94. Balbo dice:

    Ken Follet y Stephen King dicen que les dan más pasta las editoriales si escriben tochos grandes de más de 1000 páginas.

  95. Antigono el Tuerto dice:

    Viendo lo inmensos que son sus libros no me extraña; El Cazador de Sueños podría usarse como munición en una batería de costa.

  96. Pintaius dice:

    Aprovechando las vacaciones para afrontar esta lectura largamente esperada, acabo de concluir el libro, y tengo que decir que yo me alineo con aquellos a los que les ha gustado la novela, y a pesar de haber leído la trilogía de Escipión, no he pretendido compararla con aquella en ningún momento, a pesar de que entiendo que sea para muchos inevitable hacerlo. Eso no significa que no comparta en parte algunas de las críticas vertidas, pero para mí en el balance global, triunfan los aspectos positivos frente al resto. Sin embargo sí que me han acabado por molestar las abundantes erratas a las que ya aludía en su momento Capadx, algo que para mí siempre lastra una lectura y que sin duda deben ser achacadas a un deficiente labor editorial. También he advertido algunas otras que sin embargo hay que anotar en el debe de Santiago Posteguillo, como diversas escenas en las que quien las protagoniza pasa de manejar un gladius a una spatha según el párrafo, por ejemplo, ocasiones en la que creo que más que un campamento legionario debería tratarse de cuarteles, o la repetición de un mismo vocablo en la misma frase o en dos consecutivas.
    En cuanto al relativo poco peso que Trajano parece tener en la novela, pienso que pueda corresponder a un proceso análogo al que Posteguillo desarrolló en la trilogía anterior, en la cual el personaje de Escipión tampoco poseía en «El hijo del cónsul» la entidad de la que disfrutaría en las dos restantes. Al igual que entonces, creo que la primera novela sirve de presentación del personaje, que sin duda cobrará todo el protagonismo en la próxima entrega, esperando que también como allí, incremente notablemente el interés narrativo.

    En cualquier caso, para mí se trata de una novela muy recomendable, de la que espero con ansia su esperada continuación.

  97. Nausícaa dice:

    Abordé esta novela con ganas, pues al ser la primera que leía del autor y con la fama que le acompañaba, pensaba que me iba a encontrar una buena novela. La verdad es que no ha sido así. Dejando al margen el tema del «Salgarismo», que sí lo tiene, y mucho, y el tema de las páginas sobrantes, que también son muchas, a mí, lo que me ha decepcionado y mucho, ha sido el estilo, que me ha parecido de una gran pobreza literaria.
    Me he encontrado con una prosa muy pobre, cargada de repeticiones, escasa de vocabulario y de recursos estilísticos. Y los pocos que utiliza los explota hasta la saciedad. A mi, personalmente, me ha decepcionado muho como escritor. Y si a eso le sumamos los dos graves errores que ya se han comentado, como la paja supérflua y el academicismo (o Salgarismo) exagerado, dudo mucho que le de otra oportunidad.

  98. Carloto dice:

    Llevo doscientas páginas así que esto no se puede entender como una cítica completa. Pero veo que hay cierta tendencia en el hilo a sacudirle esto a Santiago Posteguillo. No lo repruebo cuando se hace con educación y argumentos. Todos los que escriben lo saben: «No voy a poder gustarle a todo el mundo».
    Dicho esto comentar que tan poco he visto ensañamiento.
    Posteguillo es lo que es y no engaña a nadie. O por lo menos a mi que me he leído su anterior trilogia. Y me encantó.
    Es cierto que no es un escritor con demasiados recursos literarios, no es Luís Landero el hombre.
    Es cierto que tiene a clonar a sus protas buenos, este Trajano lleva camino de ser un replicante de Escipión. Sus buenos son modélicos. Pero a cambio te da unos malos bastante apañados y complejos. Además no nos pongamos divinos, Posteguillo escribe novela de evasión donde los clichés siempre funcionan. Y el tipo lo hace con mucha decencia.
    Y no rompo mas lanzas por Posteguillo que me quedan 800 págs. por deglutir, y que hasta el rabo todo es toro. Y a ver si al final voy a tener que volver al hilo este para ponerle de «Chupa et Domine» al Posteguillo.

  99. Carloto dice:

    «Los asesinos del Emperador» de Santiago Posteguillo es lo mi última lectura veraniega, que por su extensión, mas de mil páginas se me ha colado en septiembre.
    Santiago Posteguillo es un escritor «tramposo», todos los que novelan hechos his
    tóricos lo son. Digo «tramposo» porque el guión del libro ya lo tiene hecho antes de empezar, se lo da la Historia. Santiago solo tiene que aderezarlo. Y eso el tío lo hace muy bien. Leerse un tocho de mil páginas no es tarea sencilla, y este se lee sin demasiados agobios, incluso con ganas.
    Posteguillo sabe de la Roma de los Césares mucho, ya nos lo demostró en la trilogía de Escipión el Áfricano y Ánibal. Ahora toca Trajano, el primer emperador hispano. Y nos vuelve a contar la Historia muy bien contada y muy entretenida. «Aprender deleitando» podría ser el lema de Posteguillo. Un escritor que va madurando y empieza a usar con mucho oficio recursos como el «suspense» y la «tensión».
    El gran handicap de una novela histórica es que ya sabes como va acabar, como lo del Titanic, pero el como te cuentan hasta que se hunde es la fina línea entre el fracaso y el éxito. Posteguillo vuelve a estar en el lado bueno de la línea.
    Una lectura muy recomendable para los que os guste la Historia.

  100. iñigo dice:

    Pero entonces son tramposos todos los escritores de novela histórica. De acuerdo con el planteamiento de fondo pero creo que tramposo, aún entendiéndolo en la acepción que propones, no es un adjetico muy acertado. Con todos los respetos.
    Y si es una lectura entretenida, con sus peros, pero entretenida.

    1. Javi_LR dice:

      Bueno, Íñigo, de base muchas veces se llama (y se autodenominan en algunos casos), de forma figurada, «tramposos» a todos los escritores de ficción, pues su trabajo consite en engañar al lector con «trampas» y recursos. Tampoco pasa nada.

  101. iñigo dice:

    No, si no lo digo en mal plan… solo lo he comentado por participar en la Papri, pero no de manera negativa… sino por comentar. ;P

  102. Antígono el Tuerto dice:

    Discrepo con la afirmación de que en la novela histórica ya sabes cómo va acabar, de ninguna manera. Si la novela en cuestión sigue a un personaje historico, por supuesto que sabes como acabará….pero no todas las novelas se basan en personajes históricos, muchas novelas tienen personajes totalmente ficticios en entornos históricos cuyas biografías son totalmente inventadas, por lo cual su final no es conocido por el lector.

  103. espectacular soberbio magistral, crei que con la trilogia del gran escipion africanus habia leido lo mas pero este libro es mas, cuando vos lees un libro mas de una vez es por que es bueno pero cuando lo lees mas de tres vecces es inmortal glorioso, para los q somos amantes de S.P.Q.R es lo mas es mas te cuento hay pasajes en el cual se me piante una lagrima de la emocion, sera por que amo a mi pater de forma inconmensurable que los dialogos entre trajano padre (mi idolo total) y su joven hijo como los del divino vespasiano y supoderosisimo hijo tito que corre de prisa al encuentro de su padre y pretende arrodillarse ante su padre el emperador es conmovedor dice vespasiano «tito jamas se arrodillara ante el emperadpr»

  104. JAVILISO dice:

    Buenas. A mi, personalmente, me encantó este libro y me enganchó muchísimo pero ya con el tiempo y la mente más fría le sacaría algún defectillo que otro: en primer lugar que podría ser más corto, estoy seguro de que a mucha gente le echa para atrás un «tocho» de más de mil páginas y no todas estrictamente necesarias.
    Por otra parte, los personajes o son muy buenos o son muy malos.
    Domiciano parece ser que, realmente, estaba loco pero no siempre lo estuvo y nada se habla de la gran gestión económica que hizo en el Imperio al principio de su gobierno, nada, ni una sola cualidad de esa época en la que la moneda romana y su economía en general alcanzó su máximo esplendor.
    De Trajano, todo son parabienes pero nada se menciona tampoco de su gran afición a la bebida, tanto que cuando fue emperador dictó leyes para que no se tuviese en cuenta lo que hacía o decía estando bebido, que solía ser a menudo…además, se rodeó de un personaje como Adriano, el siguiente emperador, que aunque idealizado por Yourcenar en sus «Memorias de Adriano» fue una de los personajes más rencorosos, vengativos, déspotas, soberbios y prepotentes de su época…
    En fin, que me gustó mucho pero peca de ciertos excesos.
    saludos

  105. GARIVICIO dice:

    Bueno, pues para mí, la novela es brutalmente buena. Contrario a los que muchos dicen, me parece que tiene el tamaño perfecto. Mi historia es un tanto diferente a la de los comentarios que he visto, yo soy aficionado a las novelas de misterio y a los clásicos universales, cualquier día estaba paseando por la librería y me encontré este titulo,»Los asesinos del emperador», de Santiago Posteguillo, un autor totalmente desconocido para mi, ya que soy colombiano y además físico, lejos de España y lejos de la historia en mi profesion. Bueno pues por pura curiosidad lo compre, y su impacto fue tal que gaste bastante dinero comprando la trilogía de Escipion en edición especial!, aun no la he leído, solo la admiro desde lejos mientras termino los asesinos del emperador.

  106. Juan D dice:

    Tiene algunos errores históricos: La muerte de Vespasiano en Roma, el murió en su villa del norte de Roma; la muerte de Agrícola en el 85, murió en el 93…

    A pesar de esto, muy entretenida. Después de haber leído 2 veces la serie de Colleen McCullough solo puedo decir que Santiago Posteguillo no tiene que ruborizarse a su lado. Muy buena

  107. M.Paz dice:

    A mí también me gusto mucho y aparte de bien documentada todas las historias son agradables de leer y te hace introduces como debe ser en aquella época y en la vida de los emperadores

  108. M.Paz dice:

    Me gusto la manera de enfocar la historia no te aburre en ningún momento porque combina muy bien las vidas familiares los combates y la política

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