LA GUERRA DE FRISIA. LAS CAMPAÑAS DE FRANCISCO VERDUGO EN EL NORTE DE FLANDES (1579-1594) – Hugo A. Cañete

Hubo una era en la que el imperio español se extendía por la mayor parte del mundo conocido. En aquellos años, en los que se dieron todo tipo de grandezas y bajezas, el gran dominio de los reyes de la casa de Habsburgo se basó, a grandes rasgos, en el oro que llegaba de América y el soldado de infantería de los Tercios. Fueron estos ejércitos los que forjaron la leyenda de la invencibilidad de la infantería española a lo largo de los siglos XVI y XVII. El temor que provocaban sus banderas ha podido ocultar, sin embargo, a los hombres que las llevaban y mataban o morían por ellas.

Con frecuencia, la Historia de los grandes hechos ha ocultado las pequeñas historias individuales de aquellos hombres, y nos han negado la posibilidad de conocerlos mejor. Las hazañas de los Tercios, difícilmente igualables por cualquier ejército posterior, eclipsan con facilidad las historias de sus miembros. Historias de miseria, de valor, de lealtad infatigable. Aquellos hombres que sirvieron en los campo de batalla de Francia, Italia, Alemania, Holanda, el Nuevo Mundo y hasta el Pacífico, disolvieron su vida en el humo de la artillería y la sangre derramada sobre los campos de batalla. Hubo grandes literatos entre ellos, pero la inmensa mayoría apenas tenían letras, y aprendieron la disciplina de las armas desde antes de dejar de ser niños. Por lo tanto, hay pocas voces que contaran desde adentro qué vivencias tuvieron aquellos hombres. De ahí el valor de los testimonios en primera persona que de aquellos días se guardan. Y de ahí la ilusión que me hizo recibir este libro por Reyes, pues de eso se trata. De un testimonio en primera persona de uno de los mejores oficiales de los Tercios: el coronel Francisco Verdugo.

Enrolado en el ejército desde su juventud, en poco más de dos años ascendió a la oficialidad, en virtud de sus méritos en el campo de batalla, pues ningún otro, ni por nombre ni por fortuna, estaban a su favor. Veterano de San Quintín, Jemmingen, las Gravelinas y otras batallas legendarias. Vivió en primera persona las primeras hostilidades en Flandes, y sirvió a las órdenes del Duque de Alba, Margarita de Parma, Requesens, don Juan de Austria y Alejandro Farnesio. Por todos ellos fue reconocido y honrado, llegando a casarse con una hija del conde de Egmont, y llegando a ser gobernador provincial en Flandes. Estamos pues ante un hombre asombroso, lleno de ingenio, arrestos, valor y habilidad, y dotado de esa lealtad que ahora nos puede resultar tan ajena, y que a pesar de recibir tan magras recompensas, guardaron aquellos soldados de los tercios a la causa de unos monarcas que desde luego no pudieron nunca recompensar en la misma medida a aquellos hombres el servicio tan extraordinario que les hicieron.

Verdugo era un soldado, y nunca dejó de serlo a pesar de sus cargos, y si tomó la pluma, fue para contar el periodo final de sus servicios, los quince años que sirvió como gobernador de la Frisia entre 1579 y 1594, periodo en el que tomó el encargo de mantener aquella difícil región escasamente fiel a la Corona, con tropas excelentes pero mal pagadas, burgomaestres de lealtad dudosa, rebeldes implacables y toda las intrigas de la Corte en contra. Casi quince años llenos de todo tipo de dificultades y angustias.  Quince años en los que Frisia parecía que se iba a perder, pero «nunca terminaba de perderse». Y temiendo precisamente todo lo que las malas lenguas dijeran de él desde la corte, lejos del sufrimiento que vivió en Flandes, el coronel Verdugo se dispuso a redactar sus memorias para dejar testimonio de todo lo que él vivió. Este es el texto que nos ha llegado. Un relato asombroso, año por año, de todas las acciones que emprendió: socorros a ciudades, asedios, emboscadas, negociaciones, añagazas, encamisadas, batallas sobre los diques, fango, minas y mucho sufrimiento. Gracias a este texto, seremos testigos de todo lo que vivieron los soldados de los Tercios en Flandes, así como las intrigas en las que se veían los nobles locales, siempre cambiantes en sus lealtades, y las ingerencias de las potencias extranjeras, como Francia e Inglaterra.

Las guerras de los Tercios es un tema sobre el que numerosos historiadores han escrito libros estupendos, pero este texto es un libro escrito por un oficial de los Tercios para un lector contemporáneo, lo cual siempre otorga al texto la cualidad de trasladarnos directamente a este periodo tan fascinante. Y eso que Verdugo no tiene un estilo especialmente lucido, sino funcional. No es un escritor de hermosos uniformes ni banderas, sino de coleto de cuero, toledana y vizcaína: austero y efectivo.

La edición de Ediciones Salamina fue preparada por Hugo A. Cañete, al que conocemos bien los seguidores de Histocast. Cañete hizo una excelente labor actualizando el castellano del siglo XVI de Verdugo, y, sobre todo, haciendo una excelente labor buscando todos los topónimos y usando su nombre actual, y elaborando más de veinte mapas con todas las campañas de Verdugo. Mucha y buena información. Lo único que no termina de convencerme es el haber intercalado las aclaraciones a lo largo del texto en lugar de dejarlas como notas a pie de página, pues interrumpe el fluir del documento.

Por lo demás, estamos ante una labor de edición excelente que ha permitido recuperar para nosotros un testimonio de grandísimo valor histórico, que los aficionados a los Tercios no podemos perdernos.

Hugo A. Cañete, La Guerra de Frisia: Las campañas del coronel Verdugo en el norte de Flandes (1579-1594). Madrid, Ediciones Salamina, 2015, 342 pp.

     

3 comentarios en “LA GUERRA DE FRISIA. LAS CAMPAÑAS DE FRANCISCO VERDUGO EN EL NORTE DE FLANDES (1579-1594) – Hugo A. Cañete

  1. Iñigo dice:

    La serie de libros de Cañete que publicó Salamina junto a éste que hoy reseñas, me parecen una genial manera de acercarse a la época, y el trabajo de actualización y revisión de los textos originales por parte del autor resultan perfectos y efectivos para facilitar meterle el diente…

  2. Casandro dice:

    Muy interesante. Gracias por la reseña. Otro para la lista.

  3. Antígono el Tuerto dice:

    Sí, Cañete tiene varios libros dedicados al tema, y artículos publicados en GEHM…y varios Histocast sobre temática similar, así que, para mi, no es un desconocido.
    Sobre eso que comentas de «difícilmente igualables por cualquier ejército posterior»…bueno, es cuestión de perspectiva, pero los soldados de los Tercios eran tan profesionales y eficientes como muchos ejércitos anteriores y posteriores. En nada se diferencia (o diferencio yo) al soldado de los Tercios del soldado asirio, del falangita macedonio, del legionario romano…o del soldado napoleónico, el británico victoriano o el marine estadounidenses. Todos son la materialización del poder hegemónico en su época.
    Gran reseña caliban, y el libro la merece ciertamente.

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