ENTREVISTA A LUIS MANUEL LÓPEZ ROMÁN

Entrevistamos hoy a Luis Manuel López Román, autor de la (hasta ahora) trilogía de novelas protagonizadas por Marco Lemurio y formada por Oscura Roma, La sangre de Baco (ambas publicadas por La esfera de los libros y reseñadas en nuestra página) y Ojos de Venus (en HRM Ediciones). No sólo escribe (y brega en el día a día como profesor en la educación pública): también tiene un podcast, Libera Res Publica, y colabora en medios como Gente Despierta de Radio Nacional de España. Por tanto, pasad, leed y conocedle un poco más.

1. ¿Quién es Luis Manuel López Román?

Un profesor apasionado por la escritura y la lectura. Alguien que ha disfrutado tanto como lector que aspira a compartir las historias que crea en su cabeza con personas de todo el mundo. Un historiador que decidió hacerse filólogo clásico para poder leer las fuentes latinas y griegas en su lengua original. Un enamorado de la Roma antigua que sueña con llevar a sus lectores de la mano por la Roma republicana para enseñarles sus rincones más desconocidos y ocultos

2. ¿Se puede vivir en España de la escritura? ¿Es complicado compaginarla con otros menesteres como el trabajo, la familia, etc?

Poder vivir se puede. La clave es cuántos pueden hacerlo y cuántos lo hacen. Las cifras nos dicen que son muy pocos los que consiguen hacer de la escritura su modo de vida exclusivo, y menos aun los que consiguen alcanzar cifras de ventas millonarias. Hace poco leí un artículo en el que se decía que la inmensa mayoría de los escritores que publicaban su obra con editoriales no llegaban ni a acercarse a la cifra de mil ejemplares vendidos. En ese sentido, me siento un privilegiado, porque sí me muevo por encima de ese umbral. Pero teniendo en cuenta lo que el autor se lleva por cada ejemplar vendido, vivir de la escritura en exclusiva sigue siendo un sueño para mí, como lo es para muchos colegas escritores. Por suerte o por desgracia es un mercado copado por unos pocos.

Esto supone que además de escribir la mayoría tenemos otros trabajos que son los que pagan las facturas. Y compaginar la escritura con otra labor profesional resulta complicado. En mi caso, soy profesor de secundaria, un trabajo que no solo requiere tiempo sino ante todo energías y fuerzas mentales. Vivo una constante lucha para arañar a cada día un poco de tiempo y dedicarlo a la escritura. Pero para escribir no basta con sacar un rato, no es como darle a una manivela: tienes que tener la cabeza fresca y en condiciones para que de ella salga algo interesante… El propio Stephen King decía que mientras fue profesor le costaba mucho escribir, porque sentía como si sus alumnos le absorbieran todas sus fuerzas y no quedara nada en su cabeza después de una jornada para su labor literaria. Y si esto le pasaba al gran maestro del terror, a uno de los escritores más prolíficos de nuestro tiempo, podemos imaginar en qué lugar quedamos los que estamos a años luz de su talento. Además de profesor, colaboro en la radio, tengo algunas páginas webs, intento hacer divulgación en redes sociales… y todo ello reservando tiempo de calidad para mis hijos y para mí mismo. Reconozco que a veces se hace cuesta arriba.

Pero, hay que seguir, no queda otra. Hay que ponerse delante del ordenador y obligarse a teclear, incluso cuando no estás inspirado, incluso cuando has tenido un mal día y además sientes que lo que estás escribiendo no vale absolutamente nada. Hay que escribir, seguir con la historia… y después ya habrá tiempo para corregir, modificar, recortar, añadir. Escribir es un oficio, y como tal requiere tanto de perseverancia y tesón como de talento. Si esperas a ponerte a escribir cuando las musas te sonrían estás perdido. Hay que plantar el culo en la silla y teclear, con inspiración o sin ella. Sin excusas. Y esa es mi lucha de cada día.

3. ¿De dónde nace tu pasión por el Mundo clásico? ¿crees que está hoy día sobrevalorada su influencia en el mundo actual o por contra se está dejando de lado su importancia?

Me enamoré de la Roma clásica en la primera clase de latín del antiguo 2º de BUP, cuando tenía quince años. Antes de eso yo estaba completamente convencido de que mi camino era la ciencia, la biología en concreto. En aquel entonces hasta me grababa los documentales de animales que echaban a mediodía para volver a verlos por la noche. Pero me mordió con fuerza la pasión por Roma, y todavía hoy no me ha soltado.

No creo que la importancia del mundo clásico esté sobrevalorada hoy en día. De hecho, considero que sobrevalorar la importancia del mundo clásico en nuestra sociedad resulta difícil. Es tanto lo que hemos heredado de Roma y, en menor medida, de Grecia, que es imposible entendernos a nosotros mismos sin pasar por los clásicos. Nuestra forma de ser, de amar, de reír, de odiar… todo es herencia más o menos directa del mundo clásico. En ocasiones me he encontrado con gente que me ha acusado de eurocentrista por pretender que los estudios sobre Grecia y Roma tengan más presencia por ejemplo en el ámbito educativo que otros como los estudios africanos, amerindios o islámicos. La realidad es que vivimos en un mundo globalizado, y que ha sido Occidente quien ha dirigido y dirige esa globalización, nos guste o no. Occidente es un producto de Grecia y Roma con otros añadidos, y por ese motivo considero imprescindible la cultura clásica para entender el mundo. El mundo está lleno de tradiciones culturales ricas, fecundas y maravillosos, pero en términos absolutos su influencia no es comparable con la de Homero, Platón o Séneca. Sé que es una opinión polémica que no gusta a muchos, pero no entiendo el mundo de otra manera.

4. Como profesor, ¿qué tal ves la enseñanza de lo Clásico y las Humanidades hoy día? ¿y la enseñanza en general, siempre tan envuelta en problemas y polémicas? ¿a qué desafíos crees que se enfrentan las Humanidades y la Historia (o su enseñanza) hoy día?

Por desgracia, vivimos en un mundo en el que el conocimiento humanístico parece ser despreciado por todos. Hay una parte de la derecha que se ha entregado al pragmatismo más liberal y que considera que los estudios humanísticos no generan riqueza, no producen nada en el campo de los negocios, y por tanto hay que apartarlos de los sistemas educativos y dejarlos, en el mejor de los casos, arrinconados al tiempo de ocio. Al otro lado tenemos una parte de la izquierda que considera los estudios humanísticos y clásicos como algo ligado al mundo conservador, algo muy antiguo y muy rancio que no aporta nada a las clases obreras del siglo XXI y que también hay que dejar atrás. Sobra decir que no estoy de acuerdo ni con unos ni con otros. Los estudios humanísticos forman seres humanos en su sentido integral, seres libres, con criterio, con conciencia de sus raíces, con herramientas mentales para abordar los grandes retos del futuro. Estudiar robótica o programación no debería estar reñido con estudiar a Cicerón o a Platón. Hay que atender a lo material, sin duda, pero sin descuidar lo que nos hace esencialmente humanos. Creo incluso que los estudios humanísticos pueden ser defendidos desde un punto de vista pragmático si es necesario. Siempre pongo el ejemplo de la oratoria, el arte de hablar en público, que es una habilidad muy demandada hoy en día en el ámbito de la empresa, sea cual sea el sector al que se dedique. Los grandes maestros de la retórica y la oratoria fueron los clásicos, así que incluso el director de una multinacional tiene cosas que aprender en ellos. Sin embargo y por desgracia, no es este el camino por el que transitamos hoy en día…

5. ¿Cómo nos presentarías tu obra? ¿De dónde nace Marco Lemurio?

Las novelas de Marco Lemurio son las obras que a mí me habría gustado encontrarme como lector. Una mezcla de novela histórica ambientada en la Roma republicana y de novela de terror y misterio con elementos sobrenaturales. El protagonista, Marco Lemurio, sigue la estela de otros muchos detectives de lo sobrenatural que han aparecido en novelas, cómics o en el cine. Quería jugar con este arquetipo y situarlo en la Roma clásica para ver qué nacía de ahí. Pero lo que empezó siendo un juego acabó suponiendo la creación de un universo propio en el que los elementos históricos se mezclan con personajes inventados… y en el desarrollo de ese universo sigo inmerso. Veremos hasta dónde llega.

6. Para el tercer volumen has colaborado con la HRM Ediciones. ¿Qué puedes contarnos del mismo? ¿qué tal el cambio de editorial?

Apostar por una novela que es la tercera de una saga ya empezada es siempre una jugada muy arriesgada para una editorial, y en ese sentido no puedo estar más agradecido a HRM por haber creído en mí y en mi trabajo. Desde que llegó a sus oídos que la saga de Marco Lemurio se quedaba huérfana, editorialmente hablando, me abrieron sus puertas y me dieron todo tipo de facilidades. Estoy muy orgulloso de haber entrado a formar parte de su proyecto, porque más allá de lo que puedo haber vivido con ellos como escritor, como lector considero que tienen un catálogo muy interesante que merece la pena dar a conocer.

7. Y para terminar tienes espacio en blanco para comentarnos cualquier cosa que crees se ha quedado en el tintero…

Siempre aprovecho estas oportunidades para hacer un llamamiento a los lectores a que se animen a comprar libros de autores menos conocidos. Los grandes escritores de best-sellers ya tienen sus carreras hechas y sus cuentas bancarias más que repletas. No les va a pasar nada si en lugar de comprar la enésima novela de Ken Follet alguien se anima con un libro de un autor que está empezando o que tiene menor difusión. Es desolador ver que colegas con un talento inmenso no encuentran editorial o no terminan de ver despegar sus carreras simplemente porque las cifras de ventas no les acompañan.

FRIKI-TEST:

1.Tus tres libros favoritos.

It de Stephen King. Fortunata y Jacinta de Galdós, la Ilíada de Homero. Es una mezcla curiosa de títulos y géneros, pero creo que refleja a la perfección quién soy y mis gustos como lector.

2. Un libro que no hayas podido terminar.

Soy muy testarudo con ese tema: si empiezo un libro lo tengo que terminar aunque me esté costando un universo. Reconozco que por ejemplo con Moby Dick no llegué a disfrutar…

3. ¿Cuántos libros tienes?

Creo que alrededor de quinientos, y eso que desde hace unos años compro muchos en formato digital por una cuestión de espacio en casa. Cada vez que hago una mudanza me juro a mí mismo que no voy a acaparar más libros o que voy a deshacerme de algunos… pero a los pocos días me encuentro comprando más… Es un vicio contra el que no puedo luchar.

4. Un libro que te ha gustado pero te da vergüenza reconocerlo.

Reconozco que en algún momento he leído a Federico Moccia y lo he disfrutado… Supongo que sería una etapa de mi vida en la que mi cabeza estaba amueblada de otra manera, porque años después intenté volver a leer algo suyo y me pareció algo completamente lamentable en todos los sentidos.

5. El último libro que has leído.

When Paris went dark: the city of light under German occupation de Ronald C. Rosbottom (Back Bay Books), una historia del París ocupado por los nazis que consulté por la novela en la que actualmente estoy trabajando y que acabé por leer entero porque me enganchó por completo.

6. El que estás leyendo ahora.

Alfonso XIII. El rey polémico de Javier Tusell y Genoveva García Queipo de Llano (Taurus). En este me metí por una consulta para una sección que hago en Radio Nacional, y al final lo estoy leyendo entero también.

7. El último que has comprado.

Soror. Mujeres en Roma, de Patricia González Gutiérrez (Desperta Ferro Ediciones). Compré un ejemplar para mí hace mucho, pero la semana pasada volví a hacerme con uno para un regalo. Acierto seguro, porque es un libro magnñifico.

8. Tapa dura, bolsillo o digital.

Últimamente leo mucho en digital por comodidad, pero reconozco que nada sustituye el placer de tener un libro de bolsillo en tus manos, poder llevarlo contigo a todas partes… Es el formato perfecto.

9. El libro escrito por ti del que te sientas más orgulloso.

La tercera parte de la saga de Marco Lemurio, Ojos de Venus. Creo que es la novela que he escrito de forma más consciente y en la que he puesto más de mí mismo. Sin duda es la que más he disfrutado escribiendo y también durante el proceso de corrección.

10. ¿Dónde lees?

En todas partes. Nunca salgo de casa sin un libro en la mochila porque en cualquier momento pueden surgir ocasiones para leer. Sin embargo, si puedo elegir el contexto perfecto para entregarme a la lectura es una bañera de agua caliente en una tarde de invierno. Ahí se me pueden ir las horas con un libro entre las manos.

11. ¿Cómo ordenas los libros?

Ficción y no ficción en primer lugar. Después, dentro de no ficción los organizo por temática y autores. Los de ficción separo literatura en castellano y literatura en otros idiomas, y dentro de estas categorías organizo por autores en orden alfabético.

12. Tu libro más valioso.

Desde un punto de vista puramente económico tengo una edición de las poesías de Píndaro de mediados del siglo XIX que encontré en un mercadillo de La Habana y que entiendo que puede ser el ejemplar más valioso que tengo. Desde un punto de vista sentimental sin duda mi ejemplar de El retorno de los dragones, posiblemente el libro que con once años me convirtió en lector voraz y apasionado.

13. ¿Qué usas para marcar la página?

Tengo la casa llena de marcapáginas de todo tipo: de los que dan las editoriales, de librerías, de promoción de marcas…

14. ¿Escribes anotaciones en los libros?

No, no suelo anotar nada en los libros. Incluso cuando estoy investigando algún tema prefiero hacer las anotaciones en el móvil o en otro sitio. Me gustan los libros inmaculados, sin anotaciones. Otra rareza mía.

15. ¿Has recibido mensajes raros de tus fans? ¿Alguna anécdota?

Un lector me escribió muy indignado por un error que había encontrado en Oscura Roma. Resulta que hay un momento en el que Marco está en la azotea de su casa y el sol le da en la cara. Pues bien, este lector había calculado que a esa hora de la tarde, en el barrio de la Subura, teniendo en cuenta la altura del edificio de Marco y la de las colinas en Roma era imposible que el sol incidiera de forma directa sobre la azotea. Me achacó una terrible falta de rigor, y yo no pude menos que darle la razón porque mis conocimientos de trigonometría están un tanto oxidados y no calculé todas las variables posibles.

16. Y, por supuesto, la tortilla de patata, ¿con o sin cebolla?

Con cebolla y poco cuajada. Todo lo demás, barbarie.

     

Un comentario en “ENTREVISTA A LUIS MANUEL LÓPEZ ROMÁN

  1. Balbo dice:

    Tenía ganas de leérmelos pero gracias a esta tan buena entrevista un día de estos lo pillo en la biblio. Gracias, y enhorabuena al autor.

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