Les adjunto el último libro que he leído: «En el Bunker con Hitler» de Bernd F. Von Loringhoven. A pesar de ser pequeño de extensión (174 Págs.), es una autentico ejemplo de enseñanza. El autor, jefe de campo de Guderian en los últimos años del nazismo, nos narra de forma autobiografica su vida y, esencialmente, los últimos años del ejercito Alemán: 23 de Julio de 1944 y 29 de Abril de 1945 antes de la caida del gigante nazi.

En un principio pensé que este libro, como otros muchos de generales, soldados o civiles nazis que vivieron aquel tremendo horror, iba a ser una mera justificación para salvaguardar su propia conciencia. Pero no ha sido así. Loringhoven nos narra con minuciosidad los elementos de la vida cotidiana no solo en el Bunker, sino también en otros lugares donde se producían las reuniones de los gerifaltes del partido como por ejemplo La Guarida del Lobo, Zossen, Berlín… Reproduce con magistral maestría fotográfica las composiciones de los elementos que había en las habitaciones de las reuniones, como por ejemplo la gran mesa de mármol en donde el único que se podía sentar era Hitler mientras todos los generales, ayudantes de campo,… tenían que quedarse de pie hasta terminar la reunión (¡incluso podían duras seis horas!). También nos ofrece una gran descripción no solo física, sino también psicológica de los grandes personajes del ejercito: El temible jefe de la Cancilleria Martin Bormann, igual que un oso palurdo y cruel, el escurridizo y oportunista Himmler, el bufon extranbotico de Göring, el sumiso y ovejuno Keitel, el cerebral y seguidista Jodl, … De igual manera nos ofrece Loringhoven la vision de como Hitler odiaba a los grandes generales, cultos, refinados y hechos, de verdad, para el ejercito, como Von Manstein o Guderian.

El hilo conductor del libro es esencialmente como Loringhoven, a través del contacto casi diario con Hitler pudo observar como el ejercito y la población civil había sido objeto de un gran engaño a través de un hombre engañado con su propio destino. Considera que todos fueron marionetas de un hombre enfermo y más de una vez se lamenta que el atentado efectuado a través de la conspiración Valkyria no hubiera tenido éxito. Loringhoven siempre se muestra critico, pero a mi modo de ver es critico debido a que se siente engañado por un autentico loco.

El libro termina como es de suponer con la caída de Berlín en 1945, su huida y posterior detención. Fue encarcelado en diferentes partes de Europa como Bélgica, Hamburgo o Bremen. Los continuos traslados fueron debido esencialmente a «A los británicos les costaba mucho creer que yo no era nazi». Fue liberado en 1948.

Como nota final, es curioso que Loringhoven durante todo el libro se siente como un hombre que ha sido tocado con la varita de la buena suerte. No solo lo nombra en un principio sino que al final del libro nos muestra este texto:

«Sesenta años después, me sigo repitiendo que tuve mucha suerte de poder escapar del búnker y salir vivo de aquella guerra. Una legión de Ángeles custodios velo por mí. La voluntad de vivir y la oración me ayudaron a sobrevivir. Todavía me despierto por la noche pensando en anécdotas que podrían haber terminado mal, momentos en que todo dependió de un golpe de azar. Por ejemplo, aquella noche en la hondonada de Stalingrado cuando prolongue mas de lo habitual la charla con mis oficiales en el pequeño bunker de tierra donde tenia mi despacho. Diez metros más allá, exploto una bomba en el bunker donde yo debería haber estado durmiendo… Decididamente, de los rusos siempre logré salvarme».

Personaje curioso.

«En el Bunker con Hitler»
Bernd F. Von Loringhoven
Altaya (Colección Memorias de Guerra)
2007.

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