CINCO MIRADAS SOBRE LA NOVELA HISTÓRICA – Carlos García Gual, Antonio Penadés, Javier Negrete, Gisbert Haefs y Pedro Godoy

Cinco miradas sobre lanovela históricaTRES VISTAZOS SOBRE CINCO MIRADAS

  • Vistazo 1º; la búsqueda del amante de libros, por Koenig:
  • El súper agente HEA sonrió un poco. Fue aquella media sonrisa lobuna que tantos éxitos le había dado entre las mujeres. Era una sonrisa de triunfo. La misión «Cinco Miradas» había sido un éxito a pesar de la durísima oposición de la «Secta Misteriológica Neotemplaria y Contracultural de los Editores de Griales»; una poderosa organización secreta con ramificaciones por toda España, que había hecho todo lo posible para impedir que la verdad saliera a la luz.

    Todo había comenzado al sur, en Sevilla, en pos del Manuscrito de las Cavilaciones y Mortificaciones, escrito por el misterioso Petrus Godoyensis de Orange, cuyos textos, cuando vieran la luz, iban a dar mucho que hablar. La primera mirada era suya, un manuscrito que retrataba con precisión los límites de la Novela Histórica.

    De Sevilla a Plasencia, en el oeste, por la ruta de la plata, había viajado en pos del Manuscrito de las Batallas, la segunda mirada, una sublimación del arte de narrar batallas, escrito por el incomparable Señor del Olimpo.

    Su siguiente escala había sido en el extremo este de la península, la flamígera Valencia de los edetanos, donde escribe y enseña el Hombre de Esparta, un fino conocedor del mundo antiguo, redactor de un manuscrito que ilumina la novela histórica sobre Grecia y Grecia en la novela histórica: La tercera mirada.

    La cuarta mirada vino del norte, de Germania, de la pluma del gran narrador de historias que había redescubierto Aníbal, Troya y Alejandro. Afincado en el Jardín de Amílcar fue donde compuso dos pequeños tratados: uno sobre la Troya antigua y el otro sobre la creación de un Alejandro muy especial.

    Madrid, centro de la península, lugar de concentración de energías y conocimientos, fue el lugar donde dio con la quinta mirada. La mirada del traductor, del Hombre de Gredos, que le entregó la quinta mirada, sus textos sobre antiguas biografías y manuscritos redescubiertos.

    Sur, este, oeste, norte y centro. Cinco miradas que confluyen y observan el cielo. El viaje del agente HEA había terminado. Ahora sólo tenía que enviar las cinco miradas a la central de la organización Evohé, ellos se encargarían de lo demás.

  • Vistazo 2º; la reseña del lector, por Richar:
  • Esta ha sido mi primera aproximación al mundo del «ensayo literario» —si es que así es como se definiría un libro que analiza la novela histórica como género literario—, y desde mi perspectiva de lector aficionado a la literatura histórica he decir que me ha resultado muy interesante el acercarme a todo un género que me apasiona desde una perspectiva del conjunto, con visiones tan diferentes como la del lector, la del autor y la del académico.

    En líneas generales me ha gustado, aunque la sensación, en lugar de in crescendo, ha sido a la inversa. La distribución de los ensayos, de los más cercanos al sencillo lector aficionado hasta los más complejos y profundos con perspectiva académica y más teórica, me ha producido esa sensación, quizás reforzada porque el primero de los artículos me ha parecido impresionantemente bueno, lo que a mi entender ha penalizado al resto.

    El ensayo de «nuestro» Pedro Godoy me ha parecido buenísimo, de mucho nivel. Hace unas reflexiones acerca de la novela histórica que considero muy acertadas, citando gran cantidad de ejemplos que sin duda han generado en mí un ansia increíble por leerlos todos. En cuanto al estilo, creo que está también muy logrado, con un equilibrio perfecto entre la seriedad, el fino humor y el lenguaje cotidiano. Y sencillamente genial el final, con esa reivindicación de un género amado por muchos y denostado por muchos otros. Muy grande y muy Arauxiano. Mención aparte para el detalle de citar Hislibris, ¡olé!

    El de Javier Negrete también me ha gustado mucho. Se nota que es un tipo igual de friki que sus lectores y al que le encanta el tema de los combates. Me parece que aporta buenos argumentos sobre cómo se construyen las batallas y que ayudará especialmente a todos aquellos que tengan algún interés en narrar contiendas de altura.

    El de Antonio Penadés no ha terminado de gustarme tanto, aunque puede que en parte sea porque mis gustos como simple lector encajan más con los dos primeros ensayos que con los tres siguientes. Creo que la primera mitad es algo farragosa y que la segunda mejora bastante, cuando al igual que Pedro Godoy intenta romper una lanza a favor del género de la novela histórica, sólo que se queda en algo más edulcorado, como si le costara mojarse y ponerle a las cosas nombre y apellido.

    Los dos de Gisbert Haefs, bueno, escuetos y bien, pero tampoco me han aportado gran cosa. El de Troya está algo mejor, pero aún así se me han quedado en un «bah, no está mal».

    Los de Carlos García Gual creo que están demasiado alejados de mis capacidades. Bajo mi punto de vista, extremadamente teóricos y académicos, pero entiendo que puedan hacer las delicias de otros.

    Por último, decir que he echado en falta un cierre, que junto al prólogo sirviera para redondear el libro, quizás resumiendo los diferentes temas comentados a lo largo del libro o lanzando algunas preguntas a los lectores para que reflexionemos acerca de este género que tanto nos gusta a algunos. En definitiva, lo que a mi entender habría sido un buen broche para un gran libro de estupendos escritores.

    Y mención aparte para el editor, Javi, «nuestro» Javi_LR, por el esfuerzo realizado a la hora de reunir a semejante cartel para que nos transmitieran unas reflexiones que tal vez no interesen a una gran mayoría, pero que a nosotros, los hislibreños, nos aportan y mucho. Gracias, Javi.

  • Vistazo 3º; el artículo del practicante, por Cavilius:
  • Tan largo como bueno. Ni lo dudes, visita la reseña de Cinco miradas sobre la novela histórica en L2R y lo podrás comprobar.

    CINCO MIRADAS SOBRE LA NOVELA HISTÓRICA. Carlos García Gual, Antonio Penadés, Javier Negrete, Gisbert Haefs y Pedro Godoy.
    Ediciones Evohé, 2009
    Rústica, 144 páginas
    ISBN: 9788493690861

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    61 comentarios en “CINCO MIRADAS SOBRE LA NOVELA HISTÓRICA – Carlos García Gual, Antonio Penadés, Javier Negrete, Gisbert Haefs y Pedro Godoy

    1. farsalia dice:

      Me reciclo a mí mismo y añado lo que puse en el foro cuando devoré, en apenas unas horas, este libro:

      Me ha gustado mucho la «mirada» de Pedro Godoy, una interesante «cavilación» sobre el género: perspicaz, irónica, mordaz y todo un repaso a lo que ha detrás de la NH. Apenas nada que objetarle; si acaso, que confunda a Pierre Grimal con Nicolas Grimal (que sí es egiptólogo), cuando dice del primero «latinista, romanista y egiptólogo» (?). Nada, una minucia que no empaña su excelente análisis, que realmente sucribo en la mayor parte de lo que comenta.

      El texto de Negrete, que desmenuza, desde su punto de vista de escritor/lector, lo que hay detrás de narrar batallas, también me ha resultado interesante, aunque no siendo yo un fanático de las descripciones militares en las novelas.

      Como siempre, los textos de Haefs me encantaron, con esa mordacidad tan propia de él. Y de García Gual, especialmente el primero, sobre el papel del narrador en la novela histórica. Añadamos el sugerente texto de Pendadés, muy herodotiano, y tenemos un volumen corto, que se lee en una tarde, pero intenso y diría que excepcional.

      ¡Enhorabuena por el libro, un enorme acierto!

    2. pepe dice:

      Me suelen gustar los libros de crítica literaria de modo que supongo que éste me gustará cuando lo lea, a pesar de que mi entusiasmo por el género hace tiempo que dio paso a una actitud que está dos puntos por encima de la indiferencia y tres por debajo del rechazo. Mi más sincera felicitación a los autores de las miradas, que no sé si resulta adecuado llamar miradores, espectadores, observadores, oteadores o mirones, y no sigo porque se me agota el castellano y me tengo que pasar al francés -voyeurs- que suena mucho peor. Enhorabuena también a los reseñadores y a los editores. Salud (y República).

    3. cavilius dice:

      ¿Practicante? ¿Esos no son los que ponen inyecciones?

    4. Vorimir dice:

      Compra obligada de los próximos meses para mi. Aun estoy ahorrando para reponerme, pero en cuanto lo haga caerá este y un par de libros de griegos de la Evotheca. :)

    5. richar dice:

      Joer cavi, este párrafo tuyo no tiene desperdicio. Lo he releído un par de veces y me parece magistral:

      Manojo de artículos es este libro, y nunca mejor dicho lo de “manojo”, pues el término viene de “mano” y de “ojo”, y la primera tiene cinco dedos y los segundos van siempre a pares, como a pares van las manos de los cinco autores –salvo manquedad no constatada por este humilde reseñador–, como articulados son sus diez dedos, como artículos son los cinco escritos que contiene el libro, como diez son los ojos que observan a la novela histórica desde su interior, como los ojos del manojo de artículos. Y siendo manojo y no compendio, salta a la vista que la mano izquierda no ha sabido lo que ha hecho la derecha, pues basta ojear las cinco miradas y hojear las cinco ojeadas para percibir la heterogeneidad y heterodoxia de los temas, la diversidad de profundidades de abordamiento y la variedad de enfoques. Sólo un punto en común enlaza y encuaderna el conjunto, el único necesario: la novela histórica.

      Gracias,
      Richar.

    6. Clío dice:

      Ya presagiaba tan bella cabecera, el interesante libro y las consiguientes tres nuevas miradas, felicidades chicos! estupendas reflexiones.

    7. juanrio dice:

      Gran libro, aunque un tanto irregular al ser de diversos autores, y gran idea ésta de las varias miradas sobre él.
      A igual que a los demás, seguramente porque suscribiría cada palabra, el texto que más me ha gustado ha sido el de Pedro Godoy. Pone sobre blanco lo que pensamos una gran mayoría de lectores y encima le da ese tono equilibrado que necesita para que no nos echemos a llorar ante el panorama, ni se pasa de frenada en el humor, lo que habría ocultado la erudición que desprende.

      Los textos de Negrete y Haefs nos trasladan a sus novelas, y ambos son de los que consiguen que uno agarre un libro y se traslade al universo que crean con su genio.

      De Antonio Penadés, confieso que aún no le he leído, salvo éste texto, pero tuve la suerte de compartir conversación el día de la presentación de Evohé y me confirmó lo que me habían dicho de él, gran persona y gran narrador, así que sólo me queda leer su novela para comprobar si «su» hombre de Esparta está al nivel de su creador.

      Carlos García Gual nos lanza dos lecciones que para los que amamos éste género de la crítica y la enseñanza de la literatura se nos hacen imprescindibles.

      Así que, me pongo de rodillas ante vosotros, reseñadores y reseñados, y sólo me queda esperaros dónde siempre para lo de siempre. Pago la primera.

    8. ARIODANTE dice:

      A ver, como ya he dicho lo que tenia que decir en La2reve, no me repito. Pero quería daros la enhorabuena por esta reseña-articulito-miradas, ojeadas o como queráis llamarle. ¡Bravo por HEA! (Koe-Rich-Cav).
      Pero apostillo a propósito de lo que dice Juanri: acabo de leer -casualidades de la vida) precisamente hace un par de días, El hombre de Esparta, de Penadés. Y me ha gustado mucho.
      Es cierto que en la primera parte, o en los primeros capítulos peca un poco para mi gusto de excesivos datos, pero lo hace tan elegantemente, y conforme va adentrándose es la narración va realmente narrando algo, que conseguí entrar en la historia y emocionarme con ella. Es una novela elegantemente escrita, y eso, para mí, es muy importante. Combina bastante bien la ambientación histórica con la narración propiamente dicha; ya digo que quizás en un primer momento sobrepase un poco los límites de la documentación, pero lo compensa perfectamente, y finalmente resulta un todo armonioso. Otra cosa son las propias teorías de Penadés sobre la novela histórica. pero como escritor, ha mantenido un equilibrio -in mitus, virtus- que a mi juicio es lo que determina que una novela sea una buena novela, sea histórica o no.

    9. Pamplinas dice:

      Yo me lo leí recientemente y me pareció interesantísimo. Aunque en cierto modo Pedro Godoy y Antonio Penadés exponen ideas opuestas, yo estoy de acuerdo con los dos. Así de extraño soy :)

      Buen y recomendable ensayo para los aficionados al genero (y para los que lo mancillan a ver si aprenden).

      Gran reseña del maestro reseñador maese koenig.

    10. Koenig dice:

      Ejem, amigo Pamplinas.
      Coincido contigo en que la reseña es estupenda, pero yo sólo he escrito las chorradas del principio.
      La parte con enjundia se la reparten Richar y Cavilius.

      Saludos.

    11. Pamplinas dice:

      Tienes razón, solo felicité a uno de los tres autores. Craso error, pero las tres partes me han gustado. Si bien la tuya es más ligera, el tener tu «toque», hace que sea una introducción muy agradable. No menosprecies el poder de una chorrada pequeño padawan. Además, seguro que también te ha llevado un rato escribirla, así que, a compartir méritos los tres.

      Enhorabuena Richar y Cavilius (al galo ya se la dí antes)

    12. cavilius dice:

      Pos gracias por la parte que me toca. Pero que conste que si Koenig ha escrito las chorradas del principio, yo he escrito las del final (vía La2Revelación, fíjate tú). Así que richar, apechuga tú con todo.

      Saludos.

    13. Aretes dice:

      Magnífica la cabecera (que luego dicen que no hay colores), el vistazo de Koenig y el microscopio de Richar.
      De Cavilius no opino, porque no me sale el comentario en la Revelación. ¿A alguien le pasa lo mismo?

      Y muy oportuna. Justo el día que me hago con el libro.

    14. Pamplinas dice:

      Parece que no sale la reseña de Cavilius pero si bajas con el ratón, al rato aparece a mitad de página. Al menos a mí me paso eso y me confundió un poco. No sé si será lo que le ha pasado a Aretes. Inténtalo otra vez que merece la pena.

    15. Rodrigo dice:

      Espléndida iniciativa de Evohé y en particular de su editor, Javi.

      Estupendo, el resultado: un libro -en mi opinión- capaz de gustar a cualquier aficionado al amplio universo de la literatura. Cada artículo y cada autor aportando lo suyo (¡sabrosísimo trabajo el de Pedro Godoy!), “Cinco miradas…” ofrece una lúcida y amena aproximación al género de novela histórica.

      Buenísima la triple reseña, compañeros.

      Saludos.

    16. Valeria dice:

      Pues yo no debería hablar porque me falta por leer la última mirada. Pero leído lo leído hasta este momento, opino:

      A veces el libro en su conjunto recuerda a un muñeco «articulado» en el que las piezas funcionan todas, pero cada una se limita a hacer sólo su función y eso le resta un pelín de coordinación al muñequito. Dicho esto, Don Pedro es, sin ninguna duda, el corazón del muñeco, el que hace las demás tuercas y engranajes funcionen y tengan un sentido. Supongo que por eso su relato está al principio.

      Una lectura, como ha dicho Farsalia, corta pero intensa. Gracias a los tres reseñadores, y felicitaciones a todos lo que estamos en la plaza.

    17. jerufa dice:

      El libro se lee en un plis-plas.
      Coincido con Richar (debemos ser carne de populo, macho) pero es cierto que las miradas decaen en interés a medida que se leen.
      Extraordinarias las cavilaciones de Pedro Godoy. ¡Jó, yo no me hubiera expresado mejor!
      A partir de ahí, la cosa afloja y se desinfla, más que nada porque se nota quien ha puesto toda la carne en el asador a la hora de manifestar sus inquietudes y alarmas.
      La opinión de Cavi, de 10.
      Koenig, ¡que arte tienes!

      Espero con ansiedad el próximo trabajo de D. Pedro Godoy.

    18. Urogallo dice:

      Deberiamos entrevistarle para que nos comente sus nuevos proyectos artisticos.

    19. jerufa dice:

      Eso, eso, propongo un friki-test al Sr. Godoy.

    20. francisco dice:

      se puede adquirir este libro en librerias convencionales…? que extension aproximada tiene cada articulo…?
      por cierto y perdonad mi ignorancia… que novelas o ensayos ha escrito Pedro Godoy…?

    21. cavilius dice:

      Aretes, me ha pasado lo mismo que a ti: he puesto un comentario en la reseña de La2Revelación y ni rastro, oye…

      Bienvenido, francisco. Sí, en principio yo diría que el libro se puede adquirir en librerías convencionales, dando título y editorial sería suficiente para encargarlo. La extensión de los artículos oscila (así, de memoria) entre las 10 páginas y las 30; en total son unas 130 páginas.

      Saludos.

    22. Javi_LR dice:

      Estabas moderándote en las entrañas de LR, Cavi. Ya sabes, por poner publicidad de no sé qué hislibris, de contenido poco conveniente a todas luces.

      Francisco, Pedro Godoy es autor novato (relativamente), pero con tanto futuro como él mismo quiera y Cronos le deje.

      Yo me declaro godoyista hasta la médula.

      Y ya que estoy, agradezco un millón de veces a los autores que hayan podido formar este pequeño volumen, desde Carlos García Gual, a mi juicio uno de los mejores ensayistas, prologuistas y lectores que se pueda encontrar y del que surgió la idea, pasando por Antonio Penadés, que la hizo suya con su acostumbrada ilusión y dio brío al conjunto, por Haefs, tan amable y divertido como buen escritor y persona, por Javier Negrete, quizá el más cercano a todos nosotros por sus pasiones, hasta llegar a Pedro Godoy, que contra viento y marea creó esa joyita con una valentía y una honestidad envidiable. Y a los que se quedaron por el camino por no disponer de tiempo, que de ellos me acuerdo constantemente.

      Y a Hislibris. El libro es un pequeño homenaje a esta página y a los hislibreños, tanto por concepto y diseño como por pluralidad y amor a los libros.

      Un saludo.

    23. Antonio Penadés dice:

      Muchas gracias, Javi. Enhorabuena por este proyecto, cuyas riendas has llevado con maestría y mucha habilidad. Evohé es ahora un poquito más grande aún.

      El resultado final del libro, en mi opinión, es magnífico. Acaso tenga un solo pero: el texto de Godoy-Arauxo es tan bueno que eclipsa al resto.

      La crítica de Cavilius, como siempre, no tiene desperdicio. Yo también he leído varias veces la introducción y me parece cosa de magia.

      Y gracias, Juanrio y Ariodante, por vuestros comentarios.

    24. francisco dice:

      eso de bienvenido es relativo… ya llevo un tiempo por hislibris… en el foro aparezco con mi nombre completo…

    25. Octavius dice:

      Bueno, me han gustado las cinco visiones, especialmente la de Antonio Penadés. Con Pedro Godoy estoy de acuerdo en casi todo con él y también me gustó bastante la de Javier Negrete. La de Gisbert Haefs me decepcionó un poco, pero la verdad es que ahora mismo no recuerdo por qué :). La de Gual bien , pero demasiado «técnico» para este cerebro de pocas luces que tengo. En cualquier caso una lectura muy recomendable todo el libro. Por cierto, me interesa mucho la siguiente publicación de evohé que viene anunciada en el libro.

    26. Javi_LR dice:

      Hola, Octavius. ¿Te refieres a Mitología e iconografía en la pintura del Museo del Prado de Pilar González Serrano? La primera semana de septiembre estará en las librerías. Es un recorrido de 380 páginas por todos los cuadros de esa pinacoteca que contienen, de una u otra forma, temática mitológica. Se narran los mitos, se explica la pintura y se hace un esbozo general del autor y del contexto histórico. Aparecen todas las obras a color junto a su explicación y el apéndice es rico en bibliografía y en cuadros explicativos de los personajes mitológicos. Richar y Cristoria ya han tenido al proto-cucón en sus manos.

      Un saludo

    27. Ascanio dice:

      Uy, sí, a ese que dices le tengo yo unas ganas tremebundas desde hace tiempo.
      Y nos debes un correo, jefe.

    28. cavilius dice:

      ¿Y tú crees, Ascanio, que alguno de los autores -además de Antonio Penadés, que ya lo ha hecho- se pasará por aquí para saludar a la audiencia?

    29. Octavius dice:

      Si, Javi_LR, a ese me refería( es que no tenía el libro a mano). Gracias por la información y la verdad, por lo que cuentas, tiene una pinta estupenda. Procuraré no gastar mucho en verano para poder comprarlo en cuánto salga. ¡¡¡Ahhh, esta economía ruinosa mía, que lata!!

    30. Ascanio dice:

      Pues no sé, Cavi. ¿Por qué me lo preguntas a mí? Si yo no conozco a ninguno…

    31. pepe dice:

      Muchos de los lectores de este hilo no hemos tenido aún la oportunidad de leer las miradas. Aunque los reseñadores han hecho un magnífico trabajo, no tengo claro por ejemplo cuales son los argumentos que Pedro utiliza para su defensa de la novela histórica. Richar dice que rompe una lanza, pero no aclara más, y Cavilius, que da más detalles, informa de que la mirada de Pedro es limpia, honesta y célibe, y tiene la virtud de decir a las claras lo que todos pensamos…en silencio. También añade, a modo de sentencia o apotegma final, que la novela es novela, y la Historia es Historia. Ante tal derroche de claridad, me atrevo a pedir que alguno de los reseñadores exponga, sucintamente, los argumentos del alegato en favor de la novela histórica para poder iniciar la discusión que el tema y los autores sin duda merecen.

    32. francisco dice:

      ya esta pedido en mi libreria habitual… puede verse este libro de alguna manera como una Novela historica, guia de lectura…?

    33. Joaquin E. Meabe dice:

      La novela como obra abierta
      y taxidermia histórica
      Acerca de Uruguayos, esos argentinos de antes de Nelson Ferrer

      Por
      Joaquín E. Meabe

      Si es cierto que cada época y cada sociedad demanda de sus literatos y de sus artistas una perspectiva o un horizonte temático cuyo escorzo solo puede proceder del acto creativo, entonces los rioplatenses deberíamos considerar a la novela de Nelson Ferrer una de esas escasas y sobresalientes respuestas que, más allá del estupendo ingenio narrativo, se ofrece como un extraordinario instrumento para el ejercicio de una necesaria autopsia de nuestra formación histórica.

      La valoración del horizonte temático en el que nos coloca la obra de Nelson Ferrer no tiene, por cierto, ningún específico sesgo interpretativo. Por el contrario, a partir de esa modalidad de abordaje nos proponemos llamar la atención tanto por su peculiar composición literaria como la notable riqueza de asuntos que nos traslada a un escenario cuyo recorrido culmina en una singular invitación para recuperar mucho de aquello que, en nuestra propia historia, resulta ser una agenda de asuntos pendientes del pasado y deudas conscientes del presente.

      En el plano estrictamente literario Uruguayos, esos argentinos de antes se encuadra en una curiosa y a la vez estimulante composición que combina el relato policial y la narrativa histórica dentro de un dispositivo de obra abierta. Sin embargo, la obra no se propone como un mero artefacto de vanguardia que, en el ámbito rioplatense a lo largo del último medio siglo, ha acumulado una abundante muestra de aburrida retórica. A diferencia de esos ejercicios fallidos la novela de Nelson Ferrer presenta un atrapante relato en un doble orden de secuencia en el que se combina el presente y el pasado como dos vías paralelas, en cuyo recorrido cada una remite, en la intriga y en los sucesos narrados, a la recíproca, dando así cada una las sucesivas claves de la otra.

      De una parte la novela es la historia de un presente inquietante, en el Uruguay de la época del último gobierno militar, cuando un singular grupo de jóvenes insatisfechos y rebeldes se proponer, a través de la reconstrucción de la vida de Lucas José Obes, montar una protesta teatral contra la dictadura. Y para semejante empresa contratan a un viejo policía que, en el mejor estilo de la novela policial dura, emprende una serie de indagaciones que desembocan en varios impensados descubrimientos y en otros no menos singulares infortunios que el crítico no debe narrar, para no quitarle al lector la extraordinaria experiencia y la personal satisfacción que la lectura produce al revelar cada secuencia de la intriga.

      En forma paralela la novela nos introduce en la época y en los diversos avatares de la vida de Lucas José Obes que es, a la vez, una historia de la disgregación rioplatense y el itinerario de una vida signada por el anhelo, el interés y la desdicha. En esa secuencia se nos presenta, sucesivamente, el Montevideo de 1815 con toda su impronta de rutinas y antagonismos, la emergencia de la incorporación de la Banda Oriental al Reino de Portugal, Brasil y Algarbe bajo el titulo de Provincia Cisplatina en 1821, la singular experiencia de la vida en el Imperio junto a José Bonifacio y la ulterior caída que lo lleva a la muerte en el destierro.

      Curiosamente la obra tiene un desenlace que sirve de revelación de la secuencia de enigmas y que al mismo tiempo ofrece la puerta para otros recorridos que el relato solo ha insinuado y que este mismo desenlace convoca de la mano de uno de sus personajes más logrados.

      Para cualquier lector el atrapante relato de Nelson Ferrer colma de por sí la experiencia estética, pero, para los rioplatenses de este vacilante nuevo milenio, la resolución de los sucesivos enigmas de la obra constituye un imperioso desafío para el que nuestro autor ofrece una abundante sumatoria de referencias explícitas de suceso, sitios, hechos, libros y circunstancias que aparecen en la novela como puertas que cada lector puede o no atravesar para adentrarse en las incertidumbres del pasado o en los desafíos del presente. Esto último le da a la novela un inusual sesgo de originalidad que la transforma no solo en una peculiar obra abierta sino también, y principalmente, en una extraordinaria autopsia histórica de aquella parte del agregado social rioplatense que después de 1828 se configuró bajo la nueva identidad de uruguayos, justamente esos argentinos (para decirlo de algún modo) de antes (de 1828). Hasta el título, al remitir a una identidad previa que tampoco estaba consolidada pero que ya era incuestionable en 1827 tras la batalla de Ituzaingó, es una singular puerta que abre y cierra la novela si nos atenemos a los hechos históricos en el que se alimenta el relato.

      Este sinóptico comentario es apenas un escorzo que deja para otros trabajos más puntuales en examen de las cuestiones de detalle. Parece mejor así para dejar al lector la experiencia originaria que genera el placer de descubrir los rasgos peculiares de los numerosos y atrapantes personajes como el gordo Peña, la esclava Minerva o el propio Lucas Obes.

      También pueden decirse muchas cosas de su autor, el talentoso periodista y narrador uruguayo que nació en Montevideo el 20 de marzo de 1959 y que, por su activa participación en la lucha contra la dictadura militar uruguaya fue secuestrado por los servicios de inteligencia del gobierno, y que luego de sucesivos avatares se radicó en Buenos Aires donde publicó El MTA y la resistencia al liberalismo de los noventa (Bs. As., ed. Dos orillas 2005) y la Historia de los Gráficos Argentinos (Bs. As., ed. Dos orillas, 2008). No obstante, y aunque el resto de la obra de un autor siempre resulta de interés, Uruguayos, esos argentinos de antes no requiere otro soporte de apoyo que el de su propio y deslumbrante texto.

      Corrientes, 25 de septiembre de 2009.

    34. juanrio dice:

      Me parece que me he debido perder un capítulo de ésta reseña….

    35. Pamplinas dice:

      Es una reseña dentro de una reseña… innovador.

    36. Ascanio dice:

      En la revista Historia National Geographic de este mes (nº 71) viene un mini comentario sobre Cinco miradas… en su sección de «Libros del mes» (pág. 92). Como es pequeñito, lo transcribo:

      La actualidad de la novela histórica es analizada en este volumen por el filólogo Carlos García Gual, los novelistas Antonio Penadés, Javier Negrete y Gisbert Haefs y un lector entusiasta pero crítico, Pedro Godoy. Cinco miradas contrastadas que analizan la evolución, las claves y los desafíos actuales de un género hoy más popular que nunca.

    37. Javi_LR dice:

      (Viene de https://www.hislibris.com/la-fragata-andorinha-luis-delgado-banon/)

      Yo, como opino de manera casi idéntica a Arauxo, al tal Pedro Godoy y a Ascanio, me veo sin palabros. Añadiría que si una novela no puede leerse de manera frívola, pierde parte de su esencia, que es, ya conocéis el lugar común, la de conmover y entretener, sin mayor aspiración. De hecho, cuando el género tiende a colapsarse es por eso mismo, porque los autores creen que la novela es vehículo de filosofías varias, de Historia o de alegatos sociales, por poner tres ejemplos. Quizá la culpa de esto la tengamos los lectores, muchos de nosotros incapaces de leer otra cosa que no sea novela, transmitiendo al mercado, no sin razón, que el único medio masivo de expresión escrita es ese, la novela. Ni ensayos ni relatos ni artículos ni teatro ni poesía. Llama la atención esta última, que cuando la oralidad triunfaba era el medio tanto de la narrativa como de la filosofía y el drama. ¿Nos deparará el mundo digital un cambio similar?

      La fidelidad a la Historia ha de ser algo más próximo a la honestidad del escritor que a una regla no escrita, y el resultado, a mi juicio, dependerá de la verosimilitud que vea el lector en esa obra. Que no parezca tampoco que la investigación histórica carece de sentido, como no se puede pensar que en una novela policíaca el autor no sepa del hampa. Pero al igual que éste último no hace un análisis pormenorizado de la mafia de Chicago, con cientos de notas a pie de página, explicaciones detalladísimas escritas en larguísimas digresiones y un glosario de términos que haría enrojecer al más fiel estudio, no lo queramos tampoco en la novela histórica.

      Un abrazo

    38. juanrio dice:

      Esa reflexión que haces sobre la poesía y el cambio que nos puede deparar el mundo digital ya se ha hecho y, creo, que ha quedado demostrado lo erroneo del plateamiento. Algún teórico, de esos aficionados a decir que la novela está muerta, ha dicho que con los nuevos formatos cambiaría el concepto de literatura y que iríamos a textos más híbridos, más cortos en extensión y con menos carga de profundidad, debido a la inmediatez de su consumo. Ante eso sólo cabe poner la mano en posición y hacer una pedorreta. Cualquiera, que no se haya pasado en Marte el último añó y medio, sabe que la novela es el genero que más se consume y que admite cualquier extensión o capacidad reflexiva. Se ha vendido, y leído, como churros una trilogía con 800 páginas por tomo y a nadie se le ha pasado por la cabeza pensar que debían tener 700 menos.

      Los otros géneros parten con una gran desventaja en esto. La poesía es algo muy personal, el cuento, en España, nunca ha funcionado bien a nivel editorial, y el teatro es para representarlo. Sí creo que el ensayo tiene un gran mercado y un público muy fiel y debe de estar en el segundo lugar en cuanto a preferencias.

      Por otro lado, como hemos discutido alguna otra vez, una novela plagada de notas a pie de página es para matar al autor…

      1. Javi_LR dice:

        No estoy tan seguro como tú de las cosas y no me atrevería a hacer ninguna pedorreta, pero vengo opinando como tú. Hace tan sólo un par de días se lo comentaba a Rodri y Ario, les decía que mientras la novela siga estando así de masificada tiene un enorme futuro. Es de cajón. Pero yo no iba por ahí.

    39. pepe dice:

      La revista Trama y Texturas trae en su número 9 un artículo del escritor y editor Robert McCrum, que fue editor literario del semanario The Observer durante más de diez años. Es bastante instructivo, sobre todo para los que tienen interés en el mundillo editorial anglosajón. No he encontrado ningún enlace en el que se pueda leer el texto traducido (la revista tiene que vivir de algo) pero el que tenga interés y paciencia lo puede leer en inglés aquí:
      http://www.guardian.co.uk/books/2008/may/25/fiction.culture

    40. Valeria dice:

      Bueno, pues por seguir «aquí» y no «allí», mi pensamiento sobre la novela histórica es un poco hibrido, en relación a las categorías señaladas por Ascanio. Parafraseo al señor Godoy, y opino que pueden formularse tantas novelas históricas como lectores. Porque, partiendo de la base que la novela nunca debe ser un instrumento de aprendizaje de la historia (si acaso, puede tener como efecto secundario el despertar el interés por aprender historia, o la curiosidad por la historia) cada uno reacciona ante una novela histórica dependiendo de lo que espera de ella, de sus propios gustos personales, etc.

      Por un lado, efectivamente, si está bien escrita, si el relato transmite emociones, si es verosímil, yo puedo perdonar que pongan un estribo donde no se debe, o maíz donde debía ser espelta. De hecho, una novela puede ser absolutamente escrupulosa con el entorno, y no gustarme porque le falta «vida». Alguna experiencia he reseñado. Pero cuando el escenario es una parte importante del relato, pues he de reconocer que sí, que bufo si leo que en el siglo V aC había códices en Esparta, o si leo que una mujer se viste de pretoriana con sus hermanas y como es la hija del César cabalga por el imperio al mando de una cohorte en el siglo II. Que eso lo he leído. Porque se cruza esa raya que mencionaba Aretes.

      Conozco gente que no soporta los libros de Falco porque , aunque se desarrollan las historias en un marco histórico estudiado con minuciosidad, se emplea como recurso narrativo un lenguaje actual, en el que se utilizan expresiones como detective o sex symbol.

      Conmover y entretener, como dice Javi_LR.

      Pero yo soy optimista con respecto al ensayo y a la poesía. Que la novela sea un medio de expresión mayoritaria no desluce el interés cada vez mayor que se percibe ante obras de no ficción, incluso aunque sean pensadas para un público no especializado. Creo yo.

    41. Valeria dice:

      Vaya, acabo de advertir en el primer párrafo una omisión y dos letras que sobran: «Pueden formularse tantas definiciones de novela histórica como lectores»

    42. Ascanio dice:

      Lo lamentable de la mayoría de las editoriales de gran presupuesto es que hoy, desgraciadamente, se publica para los no lectores. Es decir, se hacen tiradas de miles de ejemplares de libros carentes de calidad, simplemente porque los no lectores, o los que sólo leen un par de best-sellers al año se llevan el típico mamotreto que forma una pila que llega hasta el techo. ¿Por qué? Pues porque suelen ser novelas facilonas, de intrigas, catedrales en construcción, griales, diálogos tipo guión de cine, amoríos varios y poca profundidad. Si, además hablamos de la calidad literaria, entonces viene la pedorreta de juanrio. Nasty de plasty.
      Hace poco, Arauxo y yo hablábamos con un escritor de novela histórica -bastante conocido en estas páginas- y él nos comentaba que bueno, que qué más nos daba a los lectores que los espacios de las librerías estuviesen copados de cientos y cientos de libros-basura. Yo le contesté que sí que nos da, que ese mercado es el que hace que los buenos libros no estén ocupando espacios de honor, que las buenas novelas desaparezcan a los dos días de las tiendas, y que los buenos autores se vean relegados al olvido gracias a los tejemanejes editoriales.
      Hoy se publica para los que no leen, porque el 90% de los libros vendidos son puro marketing, porque con lo que venden de un mamotreto simplón tienen sus ventas cubiertas para todo el año, sin tener en cuenta a los auténticos lectores (que somos todos los que asomamos por aquí) que al final tenemos que acabar rebuscando joyas olvidadas en ferias de ocasión o en librerías de viejo, hartos de tropezarnos las mismas boñigas por todas partes.
      ¿Y quién tiene la culpa de esto? ¿Las editoriales? Pues no, yo creo que no. Las editoriales viven de su negocio (aunque las pequeñas editoriales son punto y aparte por el mimo y el cariño que ponen en sus publicaciones), y cuanto más vendan, mejor. ¿Que gusta el libro basura? Pues a vender libros basura. ¿Es entonces culpable el autor? Pues tampoco, porque de algo tiene que vivir, aunque algunos sería mejor que se dedicasen a la agricultura, por ejemplo. Ellos venden porque hay público. En mi opinión el verdadero culpable es el lector, o el pseudo-lector, que carece de criterio, de noción de lo que es bueno o es malo, de capacidad de reflexión, de profundidad, de ganas de aprender, de sensibilidad, de cultura, en suma. Ese es el verdadero culpable. Cuando el burro quiere comer, se le da de comer. Es lo mismo que ocurre con los engendros varios que nos atormentan desde la caja tonta. ¿Quieres Gran Hermano? Pues toma hasta que te salga por las orejas.
      En fin, lamento el tono, pero es que este asunto me cabrea. Me hierve la sangre la ignorancia y la incultura de la gente, y sus pocas ganas de remediarlas.

      Acerca del tema de la novela histórica, un comentario escrito ayer en la reseña de «Leonor de Aquitania» de Flori me viene al pelo para resumir lo que pienso. El comentario era éste (textual):
      Si quereis enteraos de quien era Leonor de Aquitania, leeros dos libros entretenidos a la vez q conocemos algo de historia uno es Reina de Trovadores de Tanja Kinkel y La boda de Leonor de Mirielle Camill

      Faltas de ortografía aparte (además de haber escrito mal el apellido de la segunda autora) este comentario no tiene desperdicio. O sea, que si queremos enterarnos de quién era Leonor de Aquitania… ¡tatachán! ¡Señoras y señores! ¡Leamos dos novelas! Esto es la repera…

      Esto es lo que se consigue cuando la gente confunde novela con Historia. Hacerse un cacao mental de tomo y lomo. No, mujer (era mujer la que escribió esta «perla») no, si usted quiere conocer a un personaje histórico no acuda a una novela, ni a dos, ni a tres, acuda a un ensayo o biografía rigurosos.
      Y más si nos fijamos en una figura como la de Leonor de Aquitania. Como para fiarse de una novela…
      En fin, perdón por el sabanón. Voy a ver si se me pasa el subidón de bilirrubina haciendo un bizcocho de zanahoria. Ya os contaré el experimento.

    43. juanrio dice:

      Que razón tienes, Ascanio. En la librería en la que compro el 90% de mis libros, en mi barrio, regentada por amigos y donde desarrollamos más actividades que la simple compra-venta, se funciona de otra manera. Por supuesto que tienen que vender best-sellers, cuantos más mejor, libros de texto y material escolar, ojala más que el que venden ahora, pero la apuesta es por la buena literatura, por las editoriales pequeñas, por los escritores menos mediáticos. El problema es que aunque existen esas librerías, tendemos a lo cómodo, a la compra en gran superficie, a primar la cantidad de libros contra la calidad….Y los lectores, los buenos lectores, debemos hacer un esfuerzo y buscar las buenas librerías, y que no nos pasen cosas como que te vendan libros como te podrían vender unos pantalones…hay que pedir ese plus que pedimos en otras cosas y no sólo el 5% de descuento….

    44. jerufa dice:

      La culpa la tiene el lector.
      Hummmmm…
      Y, lamentablemente, los que estamos detrás. Y ahí, querida hermana, hay mucha gente y mucho fracaso. Nos faltan años, muchos años para corregir este desfase y, desde luego, un cambio de actitud de la noche a la mañana.

      En fin, palabras que se las lleva el viento. Que cada palo aguanta su vela y chupe con su parte de responsabilidad. Por ahí debemos empezar.

    45. Ascanio dice:

      ¿Quién está detrás del lector, jerufa? ¿La lamparita?

    46. jerufa dice:

      Tú misma lo has dicho.
      «El lector que carece de criterio, de noción de lo que es bueno o es malo, de capacidad de reflexión, de profundidad, de ganas de aprender, de sensibilidad, de cultura, en suma».
      El lector no nace, se hace. Y un lector sin criterio, irreflexivo, superficial, insensible e inculto no se transforme de la noche a la mañana. Hay mucho trabajo por hacer, que se inicia desde pequeñitos. Y si lo que ve y se vive es irreflexivo, superficial y carente de sensibilidad, es muy dificil apartarse de esa senda y descubrir nuevos caminos. No imposible, desde luego, pero en ese esfuerzo todos debemos implicarnos.
      Y la educación, no ya la familiar, sino la profesional, la que se nos enseña desde niños debe empezar por cambiar.
      a eso me refiero. No hay ninguna lamparita aqui, sino esfuerzo e implicación de muchos sectores de la sociedad.
      Chao.

    47. jerufa dice:

      ¿Ya está?, ¿se acabó aquí? ¡Jó!, para una vez que discuto.
      ¿Se habrán ido todos de puente?
      Bueno, pues el que sí se va soy yo. A la playita, a ver si cojo algo de color.
      Adiodió.

    48. Germánico dice:

      Puente pa’quien lo tenga. Aquí, en Las Afortunadas, el lunes se curra…

    49. cavilius dice:

      Sastamente, puente para quien lo tenga. Además, pero si el día de fiesta cae en domingo…

    50. juanrio dice:

      Estos andaluces, tienen una fiesta y se creen que es mundial….el siguiente fin de semana se alarga en Madrid….el 9 es fiesta, ¿la Almudena?

    51. Ascanio dice:

      Sois unos envidiosos de tomo y lomo.
      Y más me vais a envidiar cuando os diga que he estado tomando pescaíto en El Puerto de Sta. María y en Sanlúcar de Barrameda.
      Ah, y he visitado el Palacio de los Duques de Medina Sidonia en Sanlúcar. Está lleno de obras de arte de iglesias. Atención, ahí va la explicación: cuando la Guerra Civil, la duquesa se enteró de que las iglesias estaban siendo expoliadas, y lo que hizo fue coger todas las obras de arte y llevárselas a su casa. Peeeero, las obras de artes siguen allí. Es decir, que en vez de devolverlas luego a la Iglesia, o donarlas a un museo, etc, se las quedó. O sea, que para protegerlas de un expolio las expolió ella.
      Ea, con dos narices.

    52. cavilius dice:

      No hay como ser duque. O incluso duquesa.

    53. Aretes dice:

      No hay nada como tener caradura, seas duque o duquesa.

      ¿Pescaito frito? Yo estuve en el Casino de Torrelodones. Buffet libre.

    54. Clío dice:

      Pero quien las expolió, la madre de la Duquesa Roja?, porque ésta hizo la fundación Medina Sidonia.. a ver voy a mirar más la página del palacio..

    55. juanrio dice:

      Ascanio, ten cuidado con la digestión, no te vaya a caer mal el pescaito…envidiosos dice….

    56. Tiopuas07 dice:

      Pues aunque ya ha llovido desde esta reseña, me toca ahora comentarla pues, en mi opinión, esa es una de las cosas por las que frecuento hislibris, porque te descubre textos que en su día no te llamaron o incluso andabas en otros géneros y, cuando te llega la llamada de los griegos o los romanos o el medievo o las guerras mundiales, buceamos aquí en busca de recomendaciones que ya abandonaron los estantes de «novedades de historia» y que vacían nuestros bolsillos al mismo ritmo que llenan nuestras estanterías. De momento solo he leído el primer ensayo, el de Carlos García Gual y me ha gustado mucho por cuanto que ofrece una visión que, pudiendo tener mucho de discutible, a mí me ha convencido o, mejor dicho, me ha reafirmado en la mía. Y es que (y aquí voy abrir la caja de pandora) en los comentarios vistos en decenas de reseñas hislibreñas, observo críticas recurrentes sobre anacronismos, uso desmedido o falta de uso de pabras griegas o latinismos para según algunos ambientar o, según otros sacarte de la narración o dificultándotela sin necesidad, el empleo de términos como general para hablar de un procónsul, modernismos como chaval, uso de de un lenguaje castrense y cuartelario en soldados de la antigüedad que para algunos debían ser Shakespeares dando mandobles. Y es que, según el autor, muchas veces estas críticas furibundas del historiador vocacional, obligan al autor a sacrificar la prosa en virtud de la milimétrico exactitud convirtiendo el argumento o ficción de una narrativa en una simple crónica y forzándole igualmente a sumergirse en una interminable, exhaustiva y desproporcionada labor de documentación que acaban constriñendo la poética, la literatura y la belleza a la historia y la verdad. Y es que, aunque esté de más, parece que siempre hay que recordar que la novela histórica eso eso, novela, aunque se le haga blanco de críticas propias de los ensayos académicos.

    57. Tiopuas07 dice:

      Autocorrijo: el primer ensayo, el que comento es de Pedro Godo.

    58. Tiopuas07 dice:

      Godoy! Porras, que no doy una.

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