VENGANZA DE SANGRE – Sebastián Roa
HacÃa tiempo que una novela no me hacÃa pasarme de mi parada en el metro o el autobús: ese es el gran mérito, aunque no el único, de Sebastián Roa.
Sebastián, además de contertulio hislibreño y buen amigo, es el autor de tres libros publicados: Casus belli, El caballero del alba y el presente Venganza de sangre, ganador del premio Comarca del Cinca Medio, del que ya tuvimos el placer de comentar su presentación en Valencia.
El principal punto fuerte de esta novela histórica es que es una buena novela independientemente de su componente histórico, y creo que todos estamos de acuerdo en que eso es lo principal. Hay una introducción (el exordio), un buen desarrollo y un correcto desenlace.
La introducción introduce lo que debe introducir, no sé si me explico: no hay nada superfluo en sus 60 páginas. Cada personaje del exordio tiene su función en la trama, bien en cuanto a la forja del carácter del protagonista, bien en cuanto a su futura reaparición como parte del entramado de la obra, bien cumpliendo ambas funciones. ¿Y cuál es la historia que se nos narra en esta parte? El pequeño Duran D’Avesnes se encuentra en Malta durante la guerra que enfrenta a aragoneses y angevinos por el control del Mediterráneo Occidental; su padre muere en combate y su madre es vilmente forzada y asesinada ante sus ojos. Él mismo es rescatado de la muerte por el honorable aragonés Artal de Exea, que jura vengar la ignominia de la que el muchacho ha sido objeto y educarlo como un caballero.
Durante el desarrollo vemos a Duran convertido en Blasco de Exea, hijo adoptivo del aragonés, que crecerá, amará, perderá, sufrirá, dudará y acabará convirtiéndose en un monje templario en el peor momento posible: se acerca la fecha infame de la disolución de la Orden. La novela nos llevará junto a Blasco hasta Cerdeña, Escocia, Aragón, Valencia y Sicilia, mientras la historia paralela de los «grandes hombres» nos mostrará los laberintos, las maquinaciones y las miserias del poder en las cortes aragonesa, francesa y papal.
No voy a contar nada del final, que para eso ya hay numerosos fastidiadores profesionales y aficionados. Es mejor que compréis la novela, cosa que os recomiendo vivamente.
Entre los valores literarios, destacar la acertada forma de acercar el lenguaje al siglo XXI pero respetando la mentalidad y la moral propias del medievo, evitando incurrir en peligrosos anacronismos éticos, polÃticamente correctos pero históricamente nefastos. También es de agradecer el ritmo: exacto, correcto, ni «trepidante» (odiosa palabra, odioso estilo, odiosa tendencia) ni lento, al que algunos (incluido el autor) pueden calificar de «cinematográfico», pero que no deja de ser aquel en el que todos nosotros hemos crecido, con las naricitas pegadas al televisor, viendo a James Mason batirse contra Stewart Granger. Y ese es otro de los méritos, la inigualable maestrÃa de Sebastián para hacernos sentir los duelos de esgrima, que ya nos sorprendió en El caballero del alba y que ha mejorado en la presente obra. El sentido de aventura rezuma de cada gramo de tinta impresa, tanto en los cierres individuales como en las escenas de batalla, sin descuidar los lances de Venus.
¿Es entonces una novela de aventuras? Non solus, sed etiam. El protagonista, Blasco de Exea, se debate continuamente entre lo que desea y lo que debe hacer, soportando el enorme peso de una «venganza de sangre» que es más una obligación que un derecho. El tratamiento psicológico del personaje y de su lucha interior es digno de obras supuestamente más profundas, pero sin la pesadez de estas. El protagonista, además, tiene una evolución gradual y verosÃmil, perfectamente justificada y dosificada, con una enriquecedora complejidad. Y no falta su descenso a los infiernos, haciendo de él un personaje realmente humano, al que apreciamos pese a sus defectos (que no solo toleramos sino que comprendemos), y no uno de esos arquetipos perfectos, maniqueos e increÃbles que pueblan tanto éxito editorial inmerecido.
Respecto al rigor histórico… Pues es Sebastián Roa, un hombre profundamente enamorado del medievo, que conoce la época a la perfección y que se documenta con el rigor y la perseverancia de un buen inspector de policÃa. Además de amena y hermosa, esta novela tiene el rigor de un ensayo y posiblemente supere a muchos de ellos. Hay además un epÃlogo («lo que fue y lo que no fue») en el que el autor se desnuda ante nosotros y confiesa las licencias que ha creÃdo necesarias y lo que de cierto hay en la obra.
A estas alturas, los lectores pensarán que el nombre del reseñador está equivocado. ¿Josep no se queja de ningún fallo? Bueno, nos quejaremos de algo, venga, que también tengo una (mala) reputación que mantener.
Empezaremos por el personaje de Suhaila/Catalina, la superarquera. Sebastiane, tu quoque? ¿Otra vez la mujer arquera, a lo «Ginebra» de «Arturo»? ¿Era necesaria la mujer en papel de varón, algo polÃticamente correcto en toda novela o pelÃcula del siglo XXI? Estoy seguro de que se podrÃa haber ligado la trama sin recurrir a ella.
Otra cosa que no me ha gustado es el excesivo número de notas a pie de página. Ya sé que es difÃcil hallar el equilibrio entre el uso de términos especializados y su comprensión para el lector, y que algunos hechos históricos colaterales son difÃciles de insertar en el texto, pero creo que podrÃa haberse reducido considerablemente el recurso a estas molestas notas.
Finalmente no me ha gustado, y esto no es culpa del autor, la edición. Los mapas son para superdotados visuales. Falta la separación entre algunas escenas. Hay un par de frases que quedan agramaticales, como si se hubieran saltado alguna palabra. Pero, sobre todo, me ha molestado la supresión de las «comillas españolas» en los diálogos: es algo que provoca gran confusión, porque a veces no sabes cuándo continúa un personaje y cuando pasa al narrador.
De todos modos, quejas josepianas aparte, es de lo mejor que he leÃdo en los últimos años, justo por debajo de La luz de Egipto y El águila en la nieve.
Ficha técnica.
TÃtulo: Venganza de sangre.
Autor: Sebastián Roa.
Editorial: Tropo Editores. Zaragoza, 2010.
Rústica. 845 páginas.
PVP: 28 euros
[tags]Venganza, sangre, Sebastián Roa[/tags]
Ayuda a mantener Hislibris comprando VENGANZA DE SANGRE en La Casa del Libro.
Estupenda reseña, Josep. Ya me quedé con ganas de leer la novela tras conocer a Sebastián en los fastos de Valencia, pero tras tus elogiosos comentarios no me queda otra que ir ahora mismo a comprarme el libro.
¡¡¡Guaaauuuu!!! Josep, te has lucido. Tengo el libro a mano y en cuanto pueda, verifico si te has pasado o realmente es tan buena como dices.
Yo, para ir un poco a contracorriente, Josep: ¿no crees que las notas a pie de página, amén de innecesarias, son un lastre en las narraciones?
Yo no me he leÃdo la novela aún, pero sà la he (h)ojeado y me han sorprendido mucho (por la enorme cantidad y por lo innecesario de muchas de ellas aun siendo un ensayo). Ya sabes de mis tirrias a toda esa corriente de rigorismo extremo en una novela y, sobre todo, de esas piedras en el camino que son las dichosas notitas.
Por lo demás, tu juicio se aproxima al de otros hislibreños (el jurado, por ejemplo, de los premios), que han coincidido respecto al valor de la trama y la construcción de personajes.
Salud.
Una gran novela de un autor cuya obra pide a gritos una editorial más grande. Como dijo Posteguillo en la presentación de la novela, Venganza de sangre ha llegado para quedarse.
No tengo la novela delante, asà que hablo de memoria, pero creo que son 27 notas a pie de página. 27 notas en más de 800 páginas…
Me temo, Pamplinas, que son bastante más que 27.
La novela es tal cual la describe Josep. Acción, aventura, rigor histórico en cuanto nos narra, personajes creibles, situaciones impactantes a veces, con recogimiento en otras. Los personajes históricos tienen el caracter que se espera de ellos, los ficticios podrÃan pasar por históricos. Tiene batallas, pero el libro no es un libro de batallas. Nos situa en los grandes conflictos del momento, nos habla de los templarios o los almogavares, pero no pretende contarnos la leyenda, aunque parte de ella sÃ, pretende narrarnos su historia sin caer en el Danbrownismo o el Ikerjimenismo.
Los defectos, por supuesto que los tiene. Tiene razón Josep, en parte, en el personaje de la arquera, pero, tengo la impresión, de que es la mejor manera que encontró Sebastián Roa para cumplir con esa parte de la novela.
El fundamental, el señalado, las notas. El autor lo sabe, hablamos de ello en Valencia, asà que todo ese conocimiento que tiene estoy seguro que lo plasmará de otra manera en su próxima novela. Yo dejé de leer las notas, me estorbaban, me cortaban el ritmo y eso es fundamental en una novela. Creo que no son fundamentales para entender lo que nos está contando, y lo dice un ignorante sobre el periodo.
Mis felicitaciones al autor, y al reseñador, y a por la próxima.
Son 216 (pie arriba, pie abajo).
No lo habÃa hecho antes, y en Venganza se me presentó la posibilidad. Lo calibré durante un tiempo y, metido en harina, me decidà a probar. Es un experimento, al igual que lo es incluir una bibliografÃa o ese apéndice histórico.
Hay alguno que otro que me ha dicho que le gustaban los pies (son los menos, la verdad). Otros me dicen que simplemente se los saltan. Realmente la idea es que sean suplementarios, o sea, que se lean o no al gusto del consumidor y con la idea general de que hacerlo no reste conocimientos esenciales para seguir la trama. El problema es que el lector no tiene por qué saber eso. Por lo demás, son mayorÃa quienes me dicen que no les gustan los pies. La principal razón, el hecho de tener que abandonar la lectura y salirte de la trama para consultar un dato técnico, es suficiente como para convencerme de que no debo hacerlo más. Coleridge no me perdonarÃa que volviera a atentar asà contra un principio tan fundamental como el de la suspensión del juicio.
Asà que, como efectivamente comenté con Juanrio tras la entrega de premios, adios a los pies. Ya en lo que tengo entre manos (y llevo más de dos años con ello) prescindo totalmente de ellos. Lo que no pueda explicar en la trama no es preciso explicarlo, y en caso de necesidad puedo recurrir a un socorrido glosario final. Más o menos con estas palabras me lo aconsejó el maestro Posteguillo el dÃa de la presentación en Bibliocafé.
Y aparte de pies, no me resta más que agradecer al wanax Josep este pedazo de reseña que ha hecho. Él ya sabe que su opinión es muy importante para mÃ, asà que se imaginará cuánto orgullo me causa leer esto. Y en fin, con el micro en la mano y la emoción a punto de estallar, agradecà en general a todos el premio que Hislibris tuvo a bien otorgarme. Aprovecho ahora repetir mi agradecimiento, sobre todo al jurado, que se zampó el ladrillÃsimo vengativo y sobrevivió. Ya lo dije, pero ahora mismo, volviendo noventa grados la cabeza a la izquierda, tengo el Celedonio a mi vista. Está ahà el cachoperro, vigilándome mientras escribo.
Ah, en caso de que lleguemos a la segunda edición, intentaré por todos los medios recuperar los separadores entre secciones y las comillas de seguir en los diálogos, que desaparecieron en el proceso de corrección.
Siguiendo con el tema de la notas al pie, la verdad es que hay que tener una mano muy firme para decidir las que son necesarias y las que no. Hay ediciones crÃticas que es una tortura leerlas.
Otro tema interesante serÃa el de las notas que hacen avanzar la acción, las necesarias narrativamente (por llamarlas de algún modo), que pueden ser un recurso sorprendente.
Es buen ejemplo —¡que viva el ingenio!— el de El gato sobre la cacerola de leche hirviendo.
Lo bueno de esperar a la noche para leer tu reseña es que los comentaristas se contestan unos a otros…
27… 216… SÃ casi acierto…
Yo he escuchado crÃticas magnÃficas de la novela, que todavÃa no he leÃdo. Lo que significa que antes o después la zamparé. Felicidades, Sebastián, y que sigas creando historias.
Ahora bien, mi opinión sobre las notas a pie de página la conoce todo el mundo a raÃz de cierta reseña, asà que no insisto en indicar que me parecen un peligro siempre, y máxime en esas cantidades. No hay mejor manera de romper la magia de la historia, el ritmo, el vÃnculo entre el autor y el lector.
Buenas. Primero felicitar a Josep. Excelente reseña que subscribo casi al completo.
Coincido con casi todos (¿todos?) los comentaristas en la excelente calidad de la novela, y en el sentimiento de Josep con que encabeza la reseña: ¡yo tampoco podÃa parar de leer! Es una novela que te retrotrae a tus inicios de lector cuando de niños disfrutábamos con las novelas de aventuras. Yo, no sólo la recomiendo, sino que es el regalo perfecto que no dejo de hacer, para grandes y chicos. Es un volver a disfrutar de aventuras noveladas. Respecto a la crÃtica de las notas a pie, es cierto que podrÃan ralentizar la lectura a algún lector (no es mi caso) , pero me permito indicar a los hislibreños que una novela como esta puede perfectamente ser muy amena y viva (¡tiene un ritmo vertiginoso!) y a la vez instructiva. Para muchos hislibreños las notas a pie pueden ser superfluas, pero quizás yo no amarÃa tanto la literatura histórica si no hubiese aprendido muchas cosas con esas notas a pie, en esta y otras novelas. Pensad que no todos los lectores saben de entrada qué es una loriga, por ejemplo. Para gustos, los colores, pero a mà no me parecen mal. Lo del glosario puede ser una solución intermedia interesante. Respecto a lo de la arquera, me da que pensar. Quizás haya algo de verdad en lo que apunta Josep, y se lo agradezco, porque tengo una «personajilla» a medias en uno de mis múltiples proyectos que quizás peque de lo mismo. Me encantarÃa leer más comentarios respecto a este asunto.
En resumen, una novela genial, y Sebas ha hecho un trabajo extraordinario. Y coincido con Josep: es lo mejor que he leÃdo en los últimos años. ¡Enhorabuena!
Aunque yo apuntarÃa un punto negativo -con perdón- de la editorial, no de Sebas, por supuesto: el formato del libro. Si me lo apoyo en el estómago, para leer en la cama…me hago polvo el estómago. Si lo mantengo con el brazo al aire, me hago polvo el brazo y la articulación…Y no soy la única que lo dice. Y si lo abro del todo, probablemente me quede con el libro despanzurrado. Y por supuesto, el tamaño de la letra…pero en fin, no quiero fastidiar. Lo importante es la novela. Aunque me jorobe el estómago la leeré, ¡lo prometo!
Pues felicidades a ambos: a autor y a reseñador. A Sebastián le tengo ganas desde que publicó «El caballero del alba». De modo que, en cuanto leà que habÃa publicado nueva novela la encargué. Tardó en llegar a la librerÃa… y para colmo con un buen golpe. Asà que de vuelta y a esperar el siguiente envÃo. Y ya sólo queda pasarme por la librerÃa, que ya me han avisado, y … leerla!!
En cuanto a las notas a pié de página… opinaré cuando tenga el libro entre mis manos. A mà me suelen gustar (sin excesos, claro). Lo que no me gusta nada es cuando vienen al final.
Suerte con la novela!
Leà la novela hará dos meses, antes del encuentro en Valencia y antes de conocer al autor y me encantó, tiene todo lo necesario para ser una buena novela histórica. La trama, la intriga, la aventura, las dudas de Blasco de Exea, las luchas de la corona de Aragón con la Iglesia, todo ello bien narrado, bien trazado y excelentemente documentado. De ahà que se le otorgara al autor el Premio de Mejor Autor 2010 por parte del jurado de Hislibris y que nuevamente vuelvo a felicitar.
Felicito asà mismo, a Josep por su magnÃfica reseña con la que coincido plenamente.
Las notas a pÃe de página creo que no hubo nadie en Valencia que no se lo comentará al autor con lo cual ha debido de salir de los hislisbreños hasta las cejas. ja,ja,ja.
Yo soy incapaz de dejar de leerlas aunque me interrumpan un poco el ritmo, pienso que si estan ahà será por algo, pero comprendo que serÃa más cómodo un glosario al final del libro.
Abrazos
Yo voy por la página 575 y estoy enganchado… pero prefiero hacer el comentario final cuando acabe.
Aunque algo si puedo decir ya, me está gustando mucho y el ritmo es trepidante y las novelas de aventuras me apasionan y esta lo es.
Como te dije Sebas, en pocas páginas me enganchaste y no lo he podido soltar. Menos mal que han venido las Pascuas y he podido meterle caña con tranquilidad.
Bueno pues eso que ya opinaré. Y estoy con Ario, la edición no es muy cómoda para leer la verdad. Menos mal que la novela en sÃ, suple este inconveniente con creces…
El papel de esta edición es un poco fino y deja ver las letras de la página posterior con lo cual tienes que fijar más la vista y además amarillean, en fin que me costó, pero su lectura supera los pequeños inconvenientes.
Me gustarÃa preguntarle a Sebastián el por qué de llevar al protagonista a Escocia cuando todo el meollo de la historia estaba entorno al Mediterráneo occidental.
Abrazos.
Antes de nada quiero dar las gracias a todos por vuestras amables palabras. Especialmente a mis paisanos (valencianos en este caso), tengo que decirles que estamos «creciendo» en el entorno adecuado y me da la impresión de que hay una constante retroalimentación entre nosotros.
Pues nada, Akawi, te explico: cuando estaba metido en la fase final de la anterior novela, El caballero del Alba, y todavÃa esbozaba el proyecto de la siguiente, estuve leyendo sobre Bannockburn. Yo sabÃa que querÃa escribir sobre el siglo XIV, asà que andaba «desintoxicándome» de ese primer cuarto del siglo XIII para empaparme de conceptos nuevos (aunque mucha gente toma como un solo bloque la Edad Media, hay importantes diferencias entre periodos, y me gusta tener claro el contexto temporal sin ceñirme a localismos). Total, que me pareció muy interesante la epopeya escocesa. Bannockburn tiene todos los ingredientes caballerescos y aventureros de un gran relato épico: la inferioridad escocesa frente al pavoneo inglés; el duelo singular (histórico) previo a la batalla; la presencia de los dos reyes, el inglés y el escocés, con esas personalidades tan opuestas; el personaje inexplicablemente desconocido (y también histórico) de Giles d’Argentan… Busqué más sobre ese periodo y entorno, el de Bannockburn y sus antecedentes inmediatos (1312, 1313) y me encontré con una teorÃa bastante floja pero plausible acerca de la presencia de ex templarios entre los adeptos a Bruce. Al fin y al cabo, Robert I Bruce era un rey excomulgado y realmente hizo caso omiso de los mandatos de arresto e inquisición del papa. Solo un ejercicio: introduce en tu buscador las palabras «templarios» y «Bannockburn». Mezcla también el nombre de la batalla con «templars»… De maravilla: una batalla fascinante que cabÃa en el relato del templario buscador de venganza. En el entorno de la época, la trayectoria espacio-temporal de Blasco de Exea pedÃa a gritos un lugar de paso como Escocia para poder desarrollar el personaje. Hay además un punto de inflexión al que intento dar importancia en la novela, y está relacionado con el hecho de que los templarios tenÃan prohibido derramar sangre cristiana. AsÃ, mientras ellos eran perseguidos y en algunos casos masacrados, los pobres, a pesar de su capacidad combativa, se limitaban a aceptar su destino o huir. Esto casa muy bien con una contingencia que parece cósmica, y es que Bannockburn y la quema del gran maestre Molay en ParÃs ocurren el mismo año: 1314. Todo este núcleo de acción y transformación personal topó enseguida con otro personaje, el escocés James Douglas (también histórico y en el que se mezclan lo sublime y lo abyecto), que aproveché de inmediato como catalizador para domar ese sentimiento de resignación cristiana e impulsar la evolución del protagonista. Douglas era todo un vengador. Bueno, creo que ya entenderás por dónde quiero ir…
Aiiiiis, estuve a punto de comprarlo… pero casi 30 euros me echaron para atrás. Estos meses entre alquiler, seguro del coche, cosas para la casa… tengo la cuenta al rojo. A ver si poco a poco me recupero y cae (una edición de bolsillo ayudarÃa XD) ya que tiene una pinta excelente.
Muchas gracias Sebastián (Lacedemonia) por sastisfacer mi curiosidad con tu aclaración.
Es interesante saber de primera mano el por qué un autor narra unos hechos en lugar de otros. La verdad es que es la parte más épica de la novela y tal y como estaba el Mediterráneo lo más lógico era refugiarse en las Islas Británicas, si además es un hecho verÃdico, tanto mejor. Aunque creo que esa época histórica da para otra buena novela.
Te deseo que sigas cosechando grandes éxitos.
Un abrazo.
Yo tampoco entiendo que no haya más novelas sobre la independencia escocesa. Supongo que alguna tendrán por allà (igual a los ingleses no les hace tanta gracia, je, je). Gracias, Akawi.
Extraordinaria novela histórica.
La verdad es que leer una novela de más de 700 páginas y llegar a la conclusión que apenas le sobran páginas, es un lujo.
Lo que más me ha gustado de ella, es lo mucho que he aprendido de un periodo histórico, como el de la conquista de Cerdeña, del que no tenÃa apenas conocimiento. Me parece muy creÃble la descripción de algunos personajes, sobre todo los históricos, en referencia basicamente a Jaime II y al Infante Alfonso. Por supuesto, el personaje de Blasco tiene la suficiente entidad y humanidad para soportar el peso de la novela. Aparte, la completÃsima manera de contar y describir las batallas y los asedios hacen que corran las páginas.
No me han gustado los personajes, demasiado tópicos, del Obispo, el mercenario ex-teutón y sintiéndolo mucho, Catalina (que en realidad me sobra totalmente)… Aún asà entiendo su posición dentro de la novela y la necesidad de sus roles para el buen desarrollo de ella.
Enhorabuena a Sebastián.
Nada que añadir a todo lo que se ha comentado: Me ha encantado la reseña, coincido totalmente con Josep, y creo que esta novela es uno de los mejores libros que he leÃdo este año, por no decir el mejor.
Espero con ganas la siguiente. Esa loba promete mucho :)
TenÃa aún pendiente de lectura Venganza de sangre y he disfrutado como un gorrino. Lo he leÃdo en la nueva edición de bolsillo de B. Creo que es una grandÃsima novela de aventuras con rigor histórico en su contextualización. Enhorabuena al autor, suerte con la Loba de Al-Andalus y que sigas asà muchÃsimos años.
¡Bienvenido a este hilo! 3500 lecturas para Sebas, que se las merece.
Yo aún le darÃa más. Este mes sale su nueva novela. Sólo puedo decir que es mejor que esta.
Bueno, acabo de leer este libro y me ha encantado, vaya pedazo de pelÃcula que podrÃa salir de aquÃ…bien hecha y con presupuesto suficiente, claro.
Lo único que me chirriaba un poco eran algunas de las licencias del autor, en parte reconocidas, por cierto, como el papel de Teresa de monja en una encomienda templaria (muy poco probable por no decir imposible del todo lo de que una mujer conviviese con templarios en sus encomiendas, por muy «recomendada» o «importante» que fuese…). Otra licencia es la de Catalina, la arquera, también muy improbable su existencia en medio de un gran ejército y tan próxima al prÃncipe de Aragón…pero vamos, que estas licencias están tan bien descritas, tan bien integradas en el contexto general que hasta parecen creÃbles y no desmerecen, en nada, un gran libro como este maravillosamente escrito, además.
saludos
Recién terminada la novela no podÃa resistirme sin dejar aquà también mi comentario, no tanto por ser capaz de aportar nada nuevo a lo ya dicho por el resto de hislibreños que lo han hecho anteriormente en el hilo, cuanto por desear sumarme sin reservas a todos los anteriores comentarios elogiosos vertidos. He disfrutado su lectura enormemente y la historia de la venganza de sangre llevada a cabo por Blasco de Exea me ha atrapado por completo. Sólo lamento no haber podido tener la oportunidad de leerla de más tirón como sà pude lograrlo con las últimas 200 páginas que casi me tuvieron pegado a su páginas hasta terminarla.
Además de gozar con una lectura de esas que como algunos de los anteriores comentarios decÃa permite retrotraernos a algunas de las más clásicas novelas o pelÃculas de aventuras (también comparto la opinión de Javiliso sobre la enorme pelÃcula que podrÃa salir de esta novela), me ha permitido aprender con deleite sobre algunos episodios de la epopeya de la expansión aragonesa que conocÃa muy superficialmente.
Mi crÃtica en este caso va para la edición de Ediciones B, que aunque puede que corrija algunas de las deficiencias que achacáis muchos de vosotros a la de Tropo Editores, creo que no le hace justicia a esta estupenda novela, ni por su formato de bolsillo, ni por las numerosas erratas que contiene, la falta absoluta de mapas o la presencia de un glosario incompleto en el que se echan en falta muchos términos, hechos o lugares de interés para el lector.
Estoy terminando de leer la que es mi primera novela de Sebastián Roa (El caballero del Alba), y de tanto que me ha gustado, no he podido resistirme a comprar ya la que aquà se menciona.
Me gustarÃa darle las gracias y mi enhorabuena al autor por el excelente trabajo.