ÚLTIMA ROMA – León Arsenal
Esta novela de León Arsenal nos traslada a una época no muy conocida por el gran público, pero de una tremenda trascendencia para la historia de nuestros antepasados. Viajamos a la segunda mitad del siglo VI, cuando el Imperio Romano de Occidente ya hacía un siglo que había caído y en la península solo quedaba una provincia costera, llamada Spania que, seguía formando parte del vigente Imperio Romano de Oriente, constituyendo su frontera más occidental. El resto del territorio estaba dominado en su mayoría por los visigodos, los suevos en el noroeste y algunas zonas independientes del norte.
Es a partir de esta premisa cuando el escritor nos cuenta qué pasos se pudieron dar para conseguir la “Renovatio Imperio” en Hispania, es decir, los intentos por restaurar los restos del Imperio Romano Occidental. Si bien originalmente se planteó a nivel global a mediados de siglo bajo el mando de Justiniano I y su general Belisario, el autor de la novela nos presenta esta intención de “Renovatio” como un residuo de esta restauración, situándolo en la península en el año 574.
Nos encontramos ante una novela coral, en la que una serie de personajes protagonizan los acontecimientos narrados. Un representante del Imperio Oriental en la península, ya mayor y anciano, sueña con la renovación del Imperio Romano en Hispania y para ello concibe una alianza entre los distintos pueblos no visigodos para intentar que renazca la antigua provincia. Para ello Flavio Basilisco, con ayuda de un militar, que manda un antiguo cuerpo de caballería, de una britona que forma parte de un grupo de descendientes de exiliados de las Islas Británicas, y de un representante de la ciudad de Cantabria, en la que todavía se mantienen las antiguas instituciones romanas, pretenderá organizar la reconquista del territorio frente al rey Leovigildo, que aspira a consolidar para los visigodos toda la península.
La novela, en su comienzo, plantea cierta expectación al lector, que conforme avanza la primera mitad del libro, sigue las conjuraciones dedicadas a unificar la resistencia frente a los visigodos. El texto se divide en capítulos cortos, lo que facilita mucho la lectura. Con esto consigue abrir varias tramas que poco a poco se irán entrecruzado y que posteriormente intentarán justificar la existencia de una alianza de ámbito casi “nacional” (romanos, cántabros, britones, vascones…) frente a la preponderancia deseada por el rey Leovigildo.
Si bien es cierto que se profundiza en la personalidad, sobre todo de los cuatro protagonistas a los que me refería anteriormente, los otros personajes resultan bastante desdibujados e incluso, aparecen y desaparecen a lo largo de la novela sin conseguir entramarlos de manera convincente en la narración. Posiblemente, la estructura narrativa de la novela hubiese mejorado si se hubiese centrado solamente en los protagonistas principales. El autor se vuelca especialmente en describirnos la personalidad del poderoso Flavio Basilisco, posiblemente el personaje más completo y mejor construido de la novela. Su veteranía, junto al conocimiento de la situación romana y visigoda, así como de las instituciones del momento y el dominio sobre la situación política en la península, es el mejor instrumento para ponernos al día y trasladarnos a la trama de la novela. Incluso el uso de sus visones, por medio de un águila imaginaria que sobrevuela el territorio o sus conversaciones con el espíritu de su antiguo comandante Belisario, son herramientas útiles aunque quizás artificiales, para describirnos distintos momentos de la narración que de otra manera no conoceríamos.
La novela tiene 640 páginas y este es uno de sus hándicaps. Creo que con menos páginas se hubiera contado la historia, concretando mejor los hechos y las vicisitudes de los personajes. Sin utilizar páginas de relleno, en mi opinión, la novela hubiera ganado mucho. Pero nos encontramos con una práctica, desgraciadamente muy extendida en la novela histórica actual. Sigo sin entender la necesidad de que algunos libros pasen de las 400-500 páginas, cuando generalmente, lo que cuentan se podría contar en menos espacio. Entiendo que esto va en detrimento de la calidad de la novela.
En definitiva, pienso que la idea original de retratar el periodo histórico alrededor de Leovigildo y la preponderancia del poder visigodo, visto desde el punto de vista de la provincia de Spania, la más occidental del Imperio Romano de Oriente, es suficientemente atractiva y está bien elegida por el autor. La pena es que la novela va de más a menos, cayendo en algunos momentos en la monotonía y resultando repetitiva en varias de sus tramas. Da la sensación de que la concreción de lo que cuenta en un principio va desapareciendo y que su segunda mitad, avanza a trompicones buscando un final que parece no quiere llegar.
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Interesante reseña, Iñigo. Lo cierto es que me interesaba la novela esta. Leí algo bastante más negativo sobre ella, pero con lo tuyo me voy a animar. Gracias.
Intenté leerla! No pude pasar de la página 150…. Y eso que después de leer «Sombras de Mariposa» (novelazo) me pareció interesante ampliar mis conocimientos sobre esa época. Pero no pude, no me transmitía nada. Y si me dices que va de más a menos Ufff.
Gracias Íñigo!
Íñigo me gustaría saber tu opinión sobre los videos añadidos a los capítulos. La verdad, no me convence que ahora hasta para leer una novela tenga que tener el móvil encima. Y pienso que habrá mucha gente todavía (por increíble que parezca; llamadme anticualla si queréis) que no tenga lector de los código esos en el móvil. Y gente mayor apasionada de la lectura de novela histórica (mi abuela por ejemplo,je,je) que ni móvil usa, ¿qué pasa entonces: pago la novela y me quedo sin acceso a una parte, si no vital, al menos sí interesante de los contenidos?
En mi opinión la época en la que transcurre la historia es interesante. La situación de la provincia romana de Spania frente al cada vez más fuerte reino visigodo merece muchas páginas. Lo que pasa es que una vez planteada esta premisa, la narración va perdiendo fuelle durante el transcurso de la novela y va resultando más endeble conforme pasan las páginas, y no es un libro corto, como ya he dicho. Te deja con la idea de que podía haber sido otra cosa.
Yo no he seguido en la novela los códigos que te llevan a determinadas páginas de internet. En mi opinión cortan la lectura y el ritmo. Prefiero notas a pie de página o unos buenos apéndices. Se ojean rápido y no pierdes el tiempo de lectura. En determinados momentos acudía a consultar alguna cosa puntual, pero nada más. Las novelas necesitan sobre todo ritmo, siempre además de una buena fundamentación histórica, claro.
Al menos la temática parece interesante, lástima que vaya de más a menos, sobre todo si le sobran páginas, un defecto que, como ya has dicho, está muy extendido por la novela histórica. Tenía curiosidad por ver que tal, pero me sigo quedando indiferente ante la novela.
¡Comando Spania al rescate!
La alianza de un decurión, una britona y un edil parece una fuerza apabullante para arrebatar un reino a los fieros godos :S
Pues aquí trasncribo lo que en su día opiné de esta novela, que ya que tengo el trabajo hecho, tal vez a alguien le pueda interesar el comentario.
Cuando descubrí que mencionaba a los britones y a los suevos pensé que me iba a tocar el corazoncito; parte de un planteamiento interesante y novedoso, centrando la historia en ese período borroso entre el fin del imperio de occidente y el advenimiento de la edad media, lejos de esas imágenes de películas antiguas en las que el imperio se derrumba como por un terremoto, en apenas un instante. Pero el argumento se ha quedado en insustancial. Los personajes se pierden en divagaciones, se difuminan en la nada (el bardo por ejemplo). El final de la novela parece que llegó por aburrimiento. Decepcionante. Cero grados de emoción.»
Disculpen la errata: transcribo.
No puedo decir añadir más a lo dicho por Valeria. Prometía… pero…
Totalmente de acuerdo con Valeria. Daba para mucho mas. No me acaba de gustar casi nada, aunque todo esta correcto, pero le falta alma. Ni la historia de amor me seduce ni los britones, ni siquiera la lucha contra los visigodos me emociona, mas bien da un poco igual. Una pena, porque el tema daba, pero no acaba de arrancarY los personajes interesantes no acaban de coger el protagonismo. Leon Arsenal siempre toca buenos temas y me gustaron mucho un par de sus libros, pero este me lo lei porque soy persistente….
Leído por fin tras años de esperar turno en la Pila.
Aún estando de acuerdo con parte de las opiniones recogidas en los comentarios anteriores, tengo que decir que en mí caso el balance ha sido bastante más positivo que negativo. Aunque coincido con que hay elementos de la trama que parecen quedarse en menos de lo que quizás podían haber sido, y que hay otros que no acaban de cuajar, como el papel de los britones, o algunas de las digresiones mentales del ciego Flavio Basilisco, la novela tiene la virtud para mí de acercarnos un poco más una época muy oscura de la historia de la Península, al menos para los no especialistas, rellenando las enormes lagunas de ese período que va desde la pérdida de Hispania para el Imperio de Occidente y la consolidación del Reino Visigodo por obra de Leovigildo y sus sucesores. La sensación que yo tengo es que para el autor ha supuesto un esfuerzo suplementario armar una novela en un contexto histórico apenas conocido por la mayoría de lectores comunes, y que tener que contrarrestar ese handicap es lo que puede hacer parecer que a la novela le falte alma, como se decía en uno de los comentarios previos, quizás porque en algunos momentos las explicaciones de los personajes para lograr la contextualización necesaria hace que existan fragmentos más próximos al ensayo novelado que a la ficción. Sin embargo, cuando León Arsenal se libera un poco de todo ello, permite apreciar el mucho oficio que tiene como escritor, y resulta un deleite leerle.