SUÁREZ Y EL REY – Abel Hernández
«Este nos dará el golpe».
Adolfo Suárez sobre Alfonso Armada.
Libro de agradable y rápida lectura, que se puede convertir en la ocupación perfecta para una tarde libre. No agota el tema tratado, ni se convertirá en el libro de referencia en la cuestión, pero se puede recomendar a todos cuantos quieran acercarse a la época y a estos dos hombres desde un estilo, una extensión y un planteamiento más accesibles que el de los voluminosos libros al uso.
Bien escrito, ágilmente narrado, supone una sucesión de anécdotas, de escenas, de episodios que van configurando la relación personal entre Juan Carlos de Borbón y Adolfo Suárez, y de cómo esa relación se convirtió en una piedra angular de la transición. No es una afirmación vacía. Juan Carlos era un jefe de estado absoluto, y como tal eligió libremente a su jefe de gobierno. Eligió al hombre que consideraba que llevaría a cabo su proyecto, y la decisión fue solo suya y basada en el conocimiento personal del político. Este apoyo terminó por marchitarse y desaparecer a medida que Suárez comprendió que su poder ya no derivaba del monarca, si no del sistema que había creado por orden de este. Llegaba el momento de volar solo, y eso no sentó bien en Zarzuela. La relación se rompió, y no pudo resolverse ni siquiera con la concesión del famoso Ducado de Suárez, con Grandeza de España, que tanto había ambicionado el político. Como bien apunta el autor, la corona ducal que el ex-presidente se dió prisa en bordar en sus camisas, ya no significa absolutamente nada para él.
No es una biografía de ninguno de los dos, y tampoco una historia de la transición. Es una historia de una relación entre dos hombres fundamentales en nuestra historia, pero que a la vez no puede evitar describirlos a ambos. Juan Carlos aparece como una persona con una fijación clara, asentar su dinastía en su persona y la de sus descendientes. Aparece como un hombre de gran cordialidad, pero capaz de olvidar a quién sea necesario para lograr su objetivo histórico. Suárez en cambio es un personaje destinado al fracaso de antemano. Desde el momento en que la transición queda asegurada y decide volar solo en la persecución de su propio programa político y de su obsesiva ambición de poder, Suárez se encuentra con que no tiene tierra bajo los píes. Su tragedia es creer que la base que la figura del monarca y los apoyos del funcionariado franquista más liberal le han proporcionado es suya. En los oídos del rey no deja de sonar una acusación que tenía mucho de cierto: «Suárez ya ha dado todo de sí».
Desde hace unos años Suárez ha entrado en una fase irreversible de una enfermedad mental muy grave. No deja de tener fundamente la sospecha de que esto ha animado la publicación de libros sobre su figura, que van goteando regularmente.
Igualmente menudean las declaraciones de admiración y respeto por el personaje, que resultan un tanto extrañas en aquellos que le acosaron sin piedad en su momento.
Pero como Suárez ya no tiene memoria, sus enemigos han reclamado el mismo derecho.
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Muy buena reseña, Urogallo, fundamentalmente por la parte de opinión personal que le añades. Buen apunte ese de que Suarez es un hombre destinado al fracaso, posiblemente porque este país es muy dado a comerse a sus hijos cuando son jóvenes. Cuando uno mira a la clase política española, a la importante, no a la calderilla, se da cuenta de como ésta desaparece de lo público cuando posiblemente esté por darnos lo mejor de si mismos. Suarez fue un hombre valiente en sus planteamientos en el periodo de la transición, pero que no fue capaz de arroparse en un partido de verdad, algo que la UCD nunca fue por ser un guiso con demasiados ingredientes dispares.
Alguna vez tendremos que reconocer que durante un periodo, breve, en este país hubo una serie de hombres que pusieron España y el Estado por encima de sus propias ambiciones y conformaron una democracia con muchas debilidades y con una transición que no acabó de finiquitarse bien, pero posiblemente sin ellos todo esto podría haber sido peor.
Felicidades por la reseña Uro, me has conseguido despertar interes por el tema. Buscare el libro en la biblio a ver si esta disponible pues promete. Gracias gracias
Estupenda reseña Urogallo, me encanta leerte porque tocas todos los palos.
Quiero decir que da igual leer un texto sobre la IIGM, sobre romanos o tercios de España, que ésta de carácter político, del pasado reciente. Todas las sabes explicar con elocuente claridad.
Felicidades.
Muy buena reseña, Uro. Muy buen comentario, Juanri. Un tema para reflexionar, y oportuno.
Gracias queridos, favor que vosotros me haceís.
Realmente Juanrio en Suárez hay una sensación muy pesada de desgaste prematuro. Tenía sus planes políticos, bastante ambiciosos ( Cercanía al tercer mundo, algo de neutralismo, progreso social, protección laboral más intensa, cierto conservadurismo moral…) pero apenas pudo más que esbozarlos en la medida que se le había adjudicado un papel concreto, y nadie tenía demasiado empeño en dejarle ir más allá.
Bueno Balbo, es un libro realmente recomendable. Si el tema te interesa, te servirá de excelente introducción. Si no te llena, no habrás perdido mucho tiempo.
Gracias Akawi, yo siempre he sido Omnivoro en temas históricos, ya lo sabes.
Estimada Ario, no dejes de comentarnos el fruto de tus reflexiones.
Me parece genial la última frase de tu reseña. En la próxima cena, siéntate a mi lado para no olvidarte.
ME LO COMPRO.
Nunca sé que regalarle a mi pareja por Sant Jordi, pero llevo tres (TRES) años dejandome aconsejar por vosotros… y no fallo.
Gracias por el consejo, seguramente se me habría escapado este título si no fuese por tu estupenda reseña, Mr. Uro.
En aspectos políticos, casi que prefiero no opinar…Pero creo que sin Suárez y sin Pujol, lo nuestro habría sido otro año 1934, o 36…
No son los únicos, pero sí los más representativos de una actitud.
Ahora, criticadme :-)
No te criticaré, pero te comentaré una cosa. La excelente foto de la portada que se ve en la reseña fué objeto de una demanda judicial por el hijo de Suárez. La ganó y cosiguió que se cambiase en la segunda edición, que es la que ahora está disponible, por una foto mucho más antigua de El Rey y Suárez bromeando cuando eran mucho más jovenes.
Gracias por el voto de favor, yo creo que es un libro breve, entretenido e interesante ideal para regalar.
Por cierto, que el tema de las nacionalidades/autonomías no aparece ni de pasada.
Urogallo, estás a la que salta!
No hablo de nacionalidades ni autonomías: simplemente señalar que aquí había un polvorín y que cierta clase de políticos echaron agua en la polvora para que no estallara… No siempre se consiguió, pero, por ejemplo, entre Suárez y Pujol, consiguieron que Terra Lliure se quedara en una «anécdota», un pie de página, en lugar de llegar a ser una banda terrorista como otras que aún tenemos presentes.
La transición fué dura. Yo la viví de cría… «xarnega» en Cataluña. Con 16 años pasó lo del Tejerazo. Y creo que allí desperté a entender lo que es la historia y lo que representaba la transición.
No digo que Suarez (ni Pujol) fuesen perfectos… Y seguro que se manipula su figura y su legado. Sólo digo que pusieron facilidades, engrasaron los railes de algo que pudo ser mucho más traumático.
«Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad». (Siempre nos quedará Máximo Décimo Meridio :-))
Y nunca hay que juzgar a nadie por las reacciones de sus herederos.
:-)
Bueno, que yo solo quería mencionarlo. El libro es estrictamente la relación entre el Rey y Suárez, y sí, al mencionar tú a Pujol recordé eso, que no trata realmente la cuestión de la descentralización, como tampoco entra demasiado en la política económica de la época.
Y lo de «No te criticaré» pretendía ser irónico mujer, juash. Es que tampoco ví nada criticable en lo que decías.
Gracias por la reseña Uro, perfecta para hacerse una idea del libro. A veces pensamos que solamente en España somos dados a enaltecer la figura de un político cuando ya resulta “inofensivo”, políticamente hablando. Creo que esto no es sólo propio de españoles, es algo innato a la condición de humanos. Tiempos difíciles los que les tocaron vivir al Rey y a Suárez, pero que superaron con nota a pesar de las adversidades. Tener las narices para intentar ir metiendo en cintura a una parte del Ejército e ir reconduciendo a la sociedad hacia una democracia desconocida en nuestro país no debió ser tarea sencilla. Ahora es muy fácil criticar la Transición, pero yo cuando veo en algún documental el ambiente político que se respiraba en España durante esos años siempre pienso que esta gente valía su peso en oro.
Saludos.
Hace poco vi la mini-serie de A3 dedicada a Suarez y he de decir que aunque me gustó bastante, omite los detalles más escabrosos: Ni menciona la concesión del título nobiliario a Suarez (y ni mucho menos que estuviese deseándolo) y al Rey lo pintan como un reformista democrático dispuesto a hacer lo que sea por su pueblo (y no tanto por su dinastía). Ya podían haberle dado algo más de chicha, que aburre que presenten siempre al Rey como un super-heroe en la TV.
La Guerra Civil y la Transición son dos temas con los que todo ciudadano español debería estar familiarizado.
Si este libro ayuda, bienvenido sea.
Gran reseña Urogallesca.
Ese es otro de los problemas de la transición, que todo se edulcora, todos parecen un grupo de amigos majísimos, el rey es un santo varón y todo es perfecto, y sin embargo…..Si lo miramos con detenimiento es más un tiempo de espinas que de rosas, un camino dificultoso lleno de mezquindades pero, afortunandamente, aparecieron en los momentos fundamentales unos pocos hombres que intentaron tomar las decisiones que nos condujeron a lo que somos hoy, imperfectos, con un sistema deficitario en muchos sentidos, pero que difícilmente estaríamos dispuestos a cambiar sin la voluntad común. Al menos eso es lo que espero yo.
Gracias David L. Y sí que creo que todos tenemos esa misma sensación, la de que en algún momento un tanto impreciso se ha dado un pistoletazo de salida para enaltecer la figura de un Suárez que estuvo olvidado de todo y de todos casi 20 años. Aunque otra moda reciente es criticar la transición, estoy de acuerdo con tu opinión: Muchos debemos mucho a muy pocos. ¿Se pudo hacer más?. Muchas veces me pregunto porque se critica a Suárez por los pocos años que está en el poder y no se reflexiona sobre lo más obvio: Que también los líderes posteriores podrían haber continuado su camino, y que ninguno de ellos tuvo que enfrentarse a un ambiente tan volátil. Aquí entraría lo que comenta Juanrio, que alegremente muchos consideran que Suárez debería haber montado en su escaso periodo de gobierno un sistema democrático y social perfecto y sin carencias. En España lo de compartir la responsabilidad nunca se nos ha dado bien.
Gracias Vorimir. A mí también me ha llamado la atención que en las últimas tres grandes series sobre la transición ( Todas muy meritorias), el Rey siempre aparezca como un ser revestido de todas las virtudes al estilo de los viejos relatos del antiguo régimen sobre los poderes mágicos de la sangre real. Y mucho más acusadamente en Antena 3. En la serie de la 1 sobre el 23-F se le revestía solo de todas las virtudes morales, permitiéndole pecar un poco de exceso de confianza y sobrevaloración de la amistad.
Se ve un excelente libro para complementar la Anatomía de un instante de Javier Cercas.
No he leído el de Cercas, pero la cuestión golpista creo que merece un estudio propio, y no ser enfocada como el final de la estapa Suárez.
Hola Uro. Felicidades por la reseña.
Yo a-lu-ci-no con la Transición. Me tocó vivirla a los 17-18 añitos, recién estrenado en la Universidad. Lo que viví y pasé durante esos años es algo que quedará grabado en mi retina siempre. Y cuando con el paso de los años, lees cosas -que desconocías- sobre lo que pudo pasar en realidad y no pasó, gracias a la habilidad política de unos pocos llamados a la historia y a la mesura de unos muchos ávidos de cambio, acabas frotándote los ojos de pura perplejidad.
Pero ¡qué paradoja!, de esto me doy cuenta ahora.
Cuando viví aquellos momentos, veía el paso a la democracia como algo absolutamente normal, no entrándome en la cabeza la posibilidad, ni de lejos, de una revuelta civil. Y estuvimos cerca.
Un saludo a tod@s.
Adolfo Suarez. 1932-2014
Hace poco me leí el libro de Fernando Ónega, «Puedo prometer y prometo», una de las mejores personas que conocieron al ex presidente Suárez, y me emocionó el leer como la enfermedad que tuvo le arrasó los recuerdos de una vida interesantísima. Cuando le presentaron la famosa foto en que el rey Juan Carlos y él estan andando juntos, preguntó quién era esa persona. Y una vez que el propio rey le fue a ver, Suárez, un tanto enfadado, no le reconoció y le dijo si era otra persona que venía a pedirle dinero. ¡Se me puso un nudo en la garganta!.
Y pensar, que ahora ahí nuevos y jovenes «politicos» (por llamarlos algo) que reniegan de que aquella época fuera posible y que ellos, nuevos salvapatrias de rastro a todo a cien, nos va a salvar de aquella década que nos dejó sin aliento.
No deja de ser responsabilidad de esos grandes políticos de la Transición y sucesores no haber logrado construir una política educativa que diera solidez y futuro al sistema. Hoy España no tiene una sola Universidad entre las mejores del mundo y las nuevas generaciones, como estudiantes y votantes, dan pena ajena.