SAN QUINTÍN – Juan Carlos Losada
Juan Carlos Losada. San Quintín. Aguilar 2005.
Del autor: Del autor y a modo de corta reseña, decir que es Doctor en Historia y Catedrático de Instituto. También ha impartido clases universitarias. Como escritor ha publicado varios libros de historia, siempre con España como trasfondo. De él son títulos como : Weyler, nuestro hombre en La Habana; Aunque me tires el puente y Batallas decisivas de la Historia de España (estos dos en colaboración con Gabriel Cardona). No me extiendo porque es lo único que he leído de él (este libro, no los que cito).
Del libro: el libro nos habla de los sucesos que acaecen en Europa (vaaaale, con algún salto al norte de África), durante la vida del protagonista, que no es tal protagonista, sino quien marca el inicio y el fin de la historia contada, en realidad el paradigma de la época. Lamoral de Egmont, noble flamenco a medio camino entre la edad media y la moderna. El personaje es un caballero, que iniciará sus días como militar junto a Carlos I y los terminará en la célebre batalla de San Quintín, comandando la caballería de Felipe II. Morirá años más tarde trágicamente en medio de la vorágine integrista y antiprotestante de la época. Dicho de una forma sencilla, porque hay mucho más, pero si cuento yo el libro, luego no interesa.
Mi opinión sobre el libro: Se trata de un libro bien escrito, ameno, ágil, lleno de acción y de novelación. El autor lo califica como historia, no es una novela, todos los hechos que se narran son históricos. Pero la historia es en sí la inmensa novela de la humanidad. Esta filosofía la aplica el autor en su libro, tal vez saliéndose de los cánones, más en la tradición de los «contadores de historias» o de historia en este caso. Así oímos el galope de los caballos, los gritos de batalla de los ejércitos y los arcabuzazos de los hombres de Julián Romero. También conocemos los pensamientos íntimos del Duque de Alba (el del brandy no, el de verdad), o de su católica majestad Felipe II, o del propio protagonista: Lamoral de Egmont. Lo único que podría criticarse al libro es un cierto «sabor a instituto». Es como si no estuviera escrito para empedernidos devoradores de historia militar, sino para futuros empedernidos devoradores de historia militar.
Otro punto del libro que me ha gustado es su objetividad y distanciamiento. En todo momento el autor se posiciona desde un lugar todo lo apartidista que puede. Los hechos se presentan de una forma en que no nos extraña nada de lo narrado, por bárbaro que parezca desde la perspectiva de hoy. Cada hecho es fruto de la situación y de la época y como tal el autor consigue que el lector lo entienda, o al menos las razones por las que seceden las cosas como suceden.
Se podrían decir muchas cosas mas: que es un libro de libros. Me refiero a que no bucea en fuentes originales, sino que se sube a hombros de otros para acercarnos la historia, lo cual no es necesariamente malo, si los otros elegidos son serios. Pero no voy a seguir extendiéndome porque al final nadie leerá esta crítica.
Desde luego es un libro que le sube a uno Lamoral.
Es mi opinión y la comparto.
Gracias por la crítica Koenig, suena bien el libro.
Una pregunta, ¿es real también el protagonista o es inventado? Imagino que será un personaje histórico si comanda la caballería de Felipe II. Claro, que Reverte se inventa un barco entero en la batalla de Trafalgar…
En fin, que es parece un libro entretenido y animado. Puede que caiga en la pila.
Saludos,
Richar.
Por supuesto, Lamoral Egmont, conde de Egmont, existió y fue todo un personaje histórico de gran relevancia, paradigma de la fidelidad en el servicio a su señor (Carlos I y, en mayor medida, Felipe II) para quien obtuvo el triunfo bélico de San Quintín y un año después el de Gravelinas, y de la fidelidad también a sus rectos principios, lo que le valió morir ajusticiado por el duque de Alba en la plaza de Bruselas. Estas virtudes cívicas del inisgne militar impresionaron a Goethe, que le dedicó un espacio en su obra literaria, y a través de él a Beethoven, que compuso en su memoria la famosa <Obertura Egmont>.
¿Por qué huye Alicia con Arturo?
pero que bueno y que corto se hace este libro
gracias juan carlos
Ji, ji, ji… Koenig de jovencito. ¿Este fue tu primer opino? Apuntabas alto ya por entonces. Uf, hace casi tres años de esto.
¡2 comentarios hasta mayo de este año!
Que duros debieron ser los comienzos de Hislibris.
Y encima no le contestó a Richar. Que poca educación.
Aquà éramos… cuatro gatos, la verdad. Y el Koenig, además, se nos tomó por esa época un año sabático.
Gatos, gatos… más bien tigres de Bengala
TÃiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimidos gatitos, Aretes. Después, claro, crecimos.
Eso fue cuando Richar dijo aquello de eramos pocos y pario la abuela….
¡¡Anda leches!!
Si resulta que esta reseña es mÃa. Y yo que entraba para opinar.
Pues lo dicho, no voy a desdecirme ahora. Y no fue un año, fueron seis meses (lo necesario para acabar unas discusiones y comenzar otras). Y a mi no me parió mi abuela Jerufa, que te leo. Y mejor leones que tigres, por la melena digo, y la barba. Y no se si queda alguien a quien llevarle la contraria, asà que, saludos.
(Creo que una valeriana va muy bien para estas cosas)
¿Para llevar la contraria?
Koenig, abueloooo!
Yo no he hecho ningún comentario sobre tu abuela. Pregúntale a un tal juanrio.
¿Pero a que te habÃas creÃdo el comentario de JuanrÃo?