La editorial HRM sigue apostando por ofrecernos en castellano la historia de esos frentes o batallas no tan conocidas, lo que siempre es de agradecer. En este caso el historiador Antonio García Palacios nos traslada a Rumanía, en concreto a la primavera de 1944, un país que, no olvidemos, fue al mayor aliado germano en el frente del Este. Según un anexo que recoge el propio libro, la participación rumana en la campaña contra la URSS desde su inicio en el mes de junio de 1941 hasta verano de 1944 costaría a los rumanos entre muertos, heridos y desaparecidos más de 500.000 hombres, una cifra que demuestra la implicación máxima de Rumanía en su lucha contra la Unión Soviética de Stalin. Este país, junto a Italia o Japón, por poner ejemplos destacados, fue otro de esos casos en los que una nación que había ocupado un lugar entre los vencedores de la Gran Guerra acabaría tomando las armas contra sus antiguos aliados; esos difíciles años treinta abocaron por conducir a Rumanía a una dictadura militar encabezada por un personaje que sería siempre un fiel aliado de Hitler, Ion Antonescu, y al que el dictador alemán siempre tuvo en gran aprecio. 

Después de una excelente introducción del contexto histórico, teniendo a Rumanía como eje central del mismo, la descripción de la potencia militar rumana es analizada detalladamente. Ofreciéndonos una buena perspectiva de su verdadero valor, el autor menciona algunos aspectos que son muy a tener en cuenta a la hora de estudiar posteriormente la campaña de 1944, por ejemplo la ratio excesivamente baja entre artillería e infantería, sobre todo a nivel divisional, hecho que conllevaría elevadísimas bajas; también un detalle muy curioso: siendo uno de los países europeos con mayores reservas petrolíferas de Europa, el ejército rumano basaría su movilización no en fuerzas motorizadas, sino en los caballos asociados a sus unidades de infantería, un dato que dice mucho de la capacidad logística del país. Pero también podemos destacar algunas virtudes, por ejemplo sus unidades de caballería y de montaña rindieron excelentemente bien en combate; además, los pilotos rumanos demostraron una extraordinaria destreza, tanta que las propias autoridades militares germanas acabaron por reconocer sus méritos. El libro transcurre describiendo el papel rumano desde Barbarroja, con hechos muy destacados como su participación muy costosa en sangre en Crimea y en la campaña de Stalingrado, ambas con éxitos y fracasos incluidos, para centrarse ya en aquella primavera de 1944 que, como muy bien menciona el autor, traería la guerra a suelo rumano.

Entramos en la parte más interesante de este trabajo, aquella en donde la confrontación toca ya de lleno a Rumanía. Las victorias del Ejército Rojo del invierno-primavera de 1944 empezaron a hacer mella en la moral rumana, hasta el punto que el dictador Antonescu decide presionar a Hitler para ubicar las unidades rumanas en la defensa exclusiva de su propio territorio. Stalin se dispone a sacar a Rumanía de la guerra y con su 2º Frente Ucraniano de Konev y el 3º Frente Ucraniano de Malinovski afronta la primera ofensiva de Iasi-Chisináu ( 8 de abril-6 de junio de 1944), campaña que se expone al detalle en este trabajo y ofrece un excelente análisis de la misma, apoyado a su vez por un material cartográfico muy bien presentado que permite seguir el desarrollo de las operaciones bélicas con más criterio, en concreto la batalla de Targul-Frumos, donde una vez más los alemanes mostraron su capacidad para armar eficaces contraataques y con los que evitaron al Ejército Rojo llevar a cabo sus ambiciosos planes sobre suelo rumano. Más adelante, los acontecimientos político-militares que se estaban sucediendo en Rumanía afectarían al desarrollo de las operaciones militares; García Palacios nos sumerge ya en la que se denominaría segunda campaña de Chisináu (operación Iasi-Kishinev), transcurrida en agosto de ese mismo año de 1944, de nuevo apoyado por unos mapas muy trabajados; es un placer poder seguir las distintas operaciones militares que acabaron por desmantelar la resistencia germano-rumana. A destacar también la compleja situación por la que tuvo que atravesar Rumanía al pasar de ser aliado del Eje a combatir contra este último en cuestión de días; resulta apasionante leer cómo los mandos militares germanos tuvieron que dirigir sus ejércitos en una situación tan complicada. Y por último, un capítulo sumamente interesante también, la retirada de Transilvania que conducía al Ejército Rojo hacia la capital húngara Budapest en el otoño de 1944. Las llanuras húngaras quedarían abiertas a las unidades blindadas soviéticas, la Rumanía de Antonescu comenzaría a pasar a la la historia y la defensa encarnizada de las mermadas unidades Panzer germanas, que habían sido desplazadas a Hungría desde otros frentes importantes, pasarían factura a Hitler. El desastre se acercaba a pasos agigantados, pero eso ya dará para posteriores trabajos.

En definitiva, esta obra sigue la línea de los anteriores trabajos publicados por HRM ediciones en su vertiente de Historia Militar, un trabajo de apenas ciento cincuenta páginas, con un material gráfico muy a destacar, un cartografía acorde a la importancia que requiere un ensayo de este tipo, una síntesis muy lograda ante operaciones militares muy complejas y, como he mencionado anteriormente, muchas de ellas desconocidas o, por así decirlo, no tan tratadas en lengua castellana, además con la virtud de ser un libro muy bien escrito. Por todos estos motivos, creo que esta obra debe tener un lugar destacado en la bibliografía de la Segunda Guerra Mundial de cualquier aficionado a la misma. Los autores españoles, como es el caso de García Palacios, demuestran que pueden aportar trabajos de calidad a la historia militar sin ningún tipo de complejo.

Esta entrada fue enviada el lunes, 17 d+02:00 septiembre d+02:00 2018 a las 08:31 y está archivada bajo Grandes contiendas. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.