PEREGRINO A LA MECA – Domingo Badía «Ali Bey»
«La santa ciudad de La Meca, capital del Hedjaz o Arabia desierta de los antiguos, centro de la religión musulmana, a causa del templo que Abraham fabricó allí al Ser Supremo, es el objeto del amor de todo fiel creyente».
Este es un viaje sin riesgos, sin aventura. Prueba evidente de la capacidad del autor para disimular su origen y su verdadera nacionalidad a lo largo de una expedición que se prolonga durante meses y numerosas provincias, habitadas en muchos casos por feroces enemigos de todo lo extranjero, como los wahabitas.
Badía inicia el relato en Tripoli y los termina en Bucarest, recorriendo entre tanto todas las provincias musulmanas del mediterráneo y peregrinando a la Meca. Su viaje parece prácticamente ausente de peligros. Incluso en presencia de los terrible wahabitas no siente temor ni es objeto de ninguna ofensa, lo que le permite dedicarse a construir un relato lleno de información, y carente de tensión o de intriga. Y es que Badía, aún es un hombre ilustrado, del siglo de la razón, para el cual lo importante son sus mediciones geográficas, sus descripciones del comercio y la moneda, de las rutas transitables y de la duración de las jornadas. Es un avanzado de la política y del comercio, no de una sensibilidad romántica por el descubrimiento y lo diferente que no siente, o que al menos, no hace expresa. Su libro tiene la aridez docta del XVIII antes que la pasión aventurera del XIX.
La narración cae por eso en la monotonía. Se aprecia incluso una cierta autocensura, o quizás una discreción de tono moral, cuando no menciona nunca a las mujeres, o si lo hace, como en el caso de las esclavas negras que se le ofrecen en Arabia, “según la costumbre”, es para negarse a adquirir una. Badía es un hombre de una época y una cultura, y es desde ellas desde las que escribe una vez finalizados sus viajes. Pero no cabe duda de que en el ardiente desierto de Arabia, no habría puesto en peligro su bien construido personaje permitiéndose escrúpulos que ni siquiera tenían lugar en el propio París.
Su descripción de los países musulmanes, como admiradores de lo occidental y bien dispuestos hacia los extranjeros, casa mal con el comportamiento de los reinos piratas como Trípoli, o con el amargo recuerdo que aún debía permanecer a consecuencia de la invasión francesa en Egipto (no en vano Badía se encuentra con algunos mamelucos de origen francés, prisioneros nunca liberados del ejército repúblicano), pero incluso aunque consideremos que Badía escribe para animar el comercio con estos pueblos, no es menos cierto que muy pronto, bajo Mohamed Alí, Egipto se llenará de occidentales llamados por el propio gobierno.
En suma, es un libro lleno de datos interesantes, de descripciones muy pormenorizadas (con especial interés en lo relativo a los rituales de la peregrinación a la Meca y la disposición de la Ciudad Santa), pero sin la magia y el espíritu que guiará a los aventureros en las décadas que entonces estaban por venir.
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Qué cosas más raras lees, Urogallo.
Ahhhh, el famoso Alí Bey de quien tanto se ha escrito; famoso explorador español al servicio de Godoy…y de Carlos IV (por este orden). De él se dijo que tuvo un plan para apoderarse de Marruecos, o de que fue el primer europeo en ver la Meca (esto último es falso, ya hubo un explorador europeo en la Meca en el XVI), estuvo al servicio de los Bonaparte y luego al de Luis XVIII, para morir en Damasco a manos de los ingleses. Una vida muy agitada como se puede ver…nada que ver con el frío y desapasionado texto que menciona Urogallo, pero que hay que entender en su contexto, sus coetáneos europeos (ingleses y franceses) escribían tostonazos similares. Cosas del Racionalismo dieciochesco.
Es, como comento, ejemplo de un tipo de literatura, la que menciona Vori, no de un tipo de hombre.
Creo que querias escribir «reales» dulce Cavilius.
Buena biografia Antigono, y logico final a manos de los perfidos.
Reales, reales, sin duda. Cof, cof…
Lo cierto es que pasa muy por encima sobre las olvidadas ruinas del helenismo.
Grrr…
Ibn Battuta hizo un viaje bastante más largo y su relato es muy entretenido. También en la Casa del Libro, «A través del Islam», de Ibn Battuta.
Y unas décadas después nuestro amigo Burton.
De Ibn Battuta no he leído nada, pero las citas de su libro que he leído son amenas. También lo fue Marco Polo (este sí me lo he leído); está claro que los racionalistas del siglo XVIII eran incapaces de hacer ameno un libro de viajes.
Lo suyo eran las luces.
Claro. Eso demuestra que es mejor un relato literario bien adornado que la asquerosa realidad. Después de todo, si ponemos suficiente empeño, la Naturaleza imitará al Arte.
Hombre, a su manera Domingo también hace encajar la realidad dentro de las convenciones de su literatura: Ahí está la imagen edulcorads de los nativos ansiosos de ciencia y comercio europeos. Lo que ocurre es que su género literario ya no es de nuestro gusto. Y eso, mediciones astrales aparte.
Hay una novela muy interesante (en realidad son tres novelas agrupadas en un único volumen, me parece) de Albert Salvadó, titulada «La sombra de Alí Bey» sobre las peripecias de este personaje casi novelesco. A mí me encantó cuando la leí, aunque recuerdo que una de las partes (puede que la tercera), la de su vida en París, me entretuvo algo menos. Sin embargo, la primera de ellas, en la que los británicos siguen sus pasos cuando espía para Godoy, me pareció extraordinariamente amena. Cada una de las tres partes (novelas independientes originalmente) tenían unos curiosos títulos, en referencia a las diferentes «vidas» de Domingo Badía: «Maldito catalán», «Maldito musulmán» y «Maldito cristiano». La publicó la extinta editorial El andén y se podía conseguir muy asequiblemente cuando saldaron su catálogo.
Un hombre poco querido.
Buena reseña, Uro. He estado investigando sobre todos los libros que habéis ido citando y finalmente me he decidido por el que narra todos los viajes de Ali Bey, incluido el de la Meca. Pero ahora que dices eso, Pintaius, hay una versión digital en tres partes del libro de Salvadó, que, si me aseguras que está bien, me la descargo. En Amazon la tienen por tres eurillos cada una…
A mí me gustó mucho, Ariodante, en especial «Maldito catalán». Salvadó tiene un estilo muy atractivo y un sentido del humor muy fino. De todas maneras creo que puedes acceder a versiones en papel del volumen que integra las tres novelas. Por ejemplo aquí: http://www.todocoleccion.net/la-sombra-ali-bey-por-albert-salvado-articulo-nuevo~x40152959, y por un dinero similar o incluso menor, me parece.
Desde luego, ¡cúanto se aprende por aquí! (No tenía ni idea de este personaje).
Gracias, Don Uro :)
¡Favor que usted me hace!