LA CAMPAÑA ALEMANA EN POLONIA – Robert M. Kennedy
21 dEurope/Madrid julio dEurope/Madrid 2023
“El hombre nacido de mujer no puede escapar a su destino. Por eso, es mejor no preguntar a los inmortales, ni afligirse en vano por lo que digan ellos. Nuestra inteligencia tiene un límite y la sabiduría consiste en no rebasarlo. Los hombres sólo son hombres”.
Cada lector es un mundo y cada libro un viaje. Es más: un lector encierra muchos mundos dentro de sí mismo, y cada lectura contiene en realidad una infinidad de ellas. Por eso de vez en cuando no va mal aplicarse a la sana práctica de la relectura: nosotros ya no somos los mismos que aquella primera vez, y de ese modo el libro, que sí es el mismo, ofrece nuevos matices, nuevas sensaciones, nuevos viajes. Leí El rey debe morir de Mary Renault hace décadas, más o menos tantas como El toro del mar. Leídas ahora de nuevo, ha sido casi como si se tratara de novelas inéditas. Y la experiencia, es decir, el viaje, ha valido la pena. » seguir leyendo
La capacidad de mirar es inherente al ser humano, así como la de observar, percibir e incluso admirar. Pero la predisposición con que miramos un cuadro o cualquier otra manifestación artística, sin duda, está condicionada por un legado cultural que resulta un lastre para el género femenino. Hoy en día la mayoría de los que admiran una obra de arte da por sentado que el autor es un hombre y esto se extrapola a otras disciplinas, por supuesto. Más allá de las disquisiciones de género o de dar visibilidad a las grandes artistas es necesario mirar y, para ello, necesitamos conocer. Los retos a los que nos enfrentamos quienes consideramos una prioridad el mostrar el trabajo de tantas mujeres invisibilizadas por su condición sexual son muchos. Un trabajo lento y difícil que, a fuerza de tesón, va tomando forma en las mentes, primero de los comunicadores culturales como son profesores y medios de comunicación, hasta alcanzar a una creciente parcela de la población. La misión es un tanteo a ciegas, con lupa y precisión de arqueólogo, la mayoría de las veces. Es necesario excavar en las fuentes y a veces solo conseguimos intuir cómo fue la vida de estas mujeres, cuyo espacio estaba vetado en el ámbito público. Se trata de justicia histórica. Ni más ni menos. » seguir leyendo
“Con el tiempo, se difundió la verdadera historia de sus orígenes, de modo que tanto soldados como civiles conocían a Mickey Free como el muchacho cuyo secuestro había dado inicio a la guerra por la Apachería”.
El rapto de un niño tuerto de casi doce años es el luctuoso suceso con el que comienza el libro. Se lo llevaron los apaches de una granja situada en algún lugar de Arizona, donde vivía con sus padres; ellos nunca más volvieron a verle. Se llamaba Félix Ward, pero con el tiempo tuvo otros nombres, Mickey Free fue uno de ellos. Creció con sus secuestradores, los apaches de la tribu de los aravaipas, quienes por alguna extraña razón prefirieron criarlo en lugar de matarlo; les debió de caer en gracia. En cambio, para la tribu apache de los chiricahuas el muchacho siempre fue “el coyote cuya captura trajo la guerra a los chiricahuas”. » seguir leyendo