LA GUERRA EN EL FIN DEL MUNDO – Ian Ross

5 dEurope/Madrid octubre dEurope/Madrid 2016

9788490605080Aurelio Casto, centurión de la VI Legión Victoriosa, es un hombre corpulento, parco en palabras, inculto y aficionado a los burdeles. También es un soldado eficiente y un líder duro y severo, de esos que acatan las órdenes de sus superiores sin chistar y espera que las suyas sean atendidas de la misma forma. No pierde el tiempo en debates internos ni posee un pasado trágico ni un peligroso enemigo mortal que lo siga allá donde va. Es, simplemente, un curtido centurión de las legiones de Roma. Y el protagonista de la novela.

 Y esto es un punto a favor, ya que se aleja del arquetipo de héroe perfecto, culto, de pasado complicado, perseguido por sus fantasmas. Para nada. Casto es un hombre de su época, con sus peculiaridades; parece un buen reflejo de lo que debía ser un oficial de bajo rango de las legiones en los primeros años del siglo IV d.C.  » seguir leyendo

TOLKIEN Y LA GRAN GUERRA – John Garth

3 dEurope/Madrid octubre dEurope/Madrid 2016

9788445002070La semilla del gran ciclo tolkieniano (El Silmarillion, El hobbit y El Señor de los Anillos) estaba plantada un poco antes de que estallara la Primera Guerra Mundial, cuando su artífice, llevado de un espíritu lúdico y de su amor por las primitivas lenguas nórdicas (el meollo de sus estudios filológicos), fundaba los rudimentos de lo que sería el idioma élfico. Poco después concebía sus primeros relatos y poemas de temática épico-fantástica, que presentaba a un público compuesto por sus tres mejores amigos, Christopher Wiseman, Rob Gilson y Geoffrey Smith, con quienes conformaba un cuarteto bautizado por ellos con el nombre de Tea Club and Barrovian Society, o TCBS, por el salón de té que frecuentaban (el Barrow’s Stores, de Oxford). Estudiantes universitarios que apenas se empinaban sobre los veinte años, al grupo se sumaban algunos camaradas ocasionales, el “círculo exterior” del TCBS, pero la guerra decantó al núcleo duro como un círculo cerrado de amigos que permanecieron en contacto por vía epistolar, tras verse dispersados los cuatro por el cataclismo que hizo presa de Europa. Según las estadísticas oficiales, la proporción de muertos en la Gran Guerra provenientes de Oxford y Cambridge superó con creces a la proporción nacional, y esto se reflejó en el círculo íntimo de Tolkien: Wilson y Smith, jóvenes de prometedor futuro como intelectuales o académicos, se contaron entre los caídos; también fallecieron varios de los barrovianos ocasionales. En cuanto a Tolkien, su intervención directa en el conflicto fue más bien breve, pero intensa, pues arribó a la zona del frente justo para tomar parte en la muy cruenta batalla del Somme (1916) como oficial de señales. Después hubo de ser evacuado a la retaguardia víctima de la “fiebre de las trincheras” (causada por los piojos), y allí lo retuvo una mala racha de enfermedades que prácticamente lo redujeron a la condición de inválido. Físicamente derrengado, espiritualmente deshecho por la muerte de la mayoría de sus amigos, el Tolkien de las postrimerías de la Gran Guerra –que cuando no estaba convaleciente era destinado a unidades de defensa en la costa británica- ardía en deseos de retomar el hilo de su actividad creativa. ¿Nos extrañará el saber que Tolkien declaró, siendo ya un escritor famoso, que la guerra había acentuado su afición por la literatura de fantasía? Así pues, la amistad, la guerra, los gérmenes de una celebrada obra literaria, el capítulo con seguridad más decisivo en la trayectoria vital de su autor: todos estos temas se entrecruzan y compenetran orgánicamente en Tolkien y la Gran Guerra, libro que John Garth publicó en 2003.  » seguir leyendo

ROBERT LOUIS STEVENSON – Gilbert Keith Chesterton

30 dEurope/Madrid septiembre dEurope/Madrid 2016

978-84-8191-397-21Nacido veinticuatro años después de Stevenson, Chesterton aún era un veinteañero cuando Stevenson murió. Pudo apreciar su éxito inicial pero también la reacción modernista contra él. En este ensayo biográfico, publicado en 1927, el autor lucha por sacar a la luz a un escritor injustamente desdeñado y olvidado. Para el escritor londinense, que pensaba que la literatura (y no sólo ella)  había entrado en una época de pesimismo tras la guerra, Stevenson representaba el optimismo, un optimismo insolente y opresivo. Un optimismo que muchos no podían soportar. Ante la disyuntiva de elegir entre arte o vida, Stevenson elegiría siempre la vida. “Porque contra la bandera negra del pesimismo, su bandera era realmente un emblema moral”.  » seguir leyendo

REIVINDICACIÓN DE LA ILUSTRACIÓN – Stephen Bronner

28 dEurope/Madrid septiembre dEurope/Madrid 2016

reivindicacion-de-la-ilustracion-stephen-bronnerStephen Bronner es estadunidense, profesor de ciencia política en la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey).  Por lo que he podido ver e intuir al leerle, es un pensador liberal, en el mejor sentido del término. Diría incluso que quizás a mitad de camino entre el liberalismo y el socialismo,  en cierto modo  en la senda de Galbraith, Rawls; pensadores sin barreras, críticos y abiertos a considerar lo bueno de otras opciones.

Su obra analiza las diferentes etapas y circunstancias en torno de la Ilustración, si bien se detiene especialmente en la Dialéctica de la Ilustración de Adorno y Horkheimer debido al enorme impacto que supuso y porque es la crítica  más razonada y argumentada que ha soportado la Ilustración. Él considera que esas críticas eran (acertadas muchas) excesivas, valora errado de ese planteamiento, y por ello decide reivindicar el valor de este movimiento.  » seguir leyendo

RECUERDOS DEL FUTURO – Erich Von Däniken

26 dEurope/Madrid septiembre dEurope/Madrid 2016

892Con este paradójico y sugestivo título se daba a conocer, allá por finales de los 60, un curioso personaje de sonoro nombre, hostelero suizo para más señas, reconvertido en investigador y divulgador de, llamémoslo así, anomalías históricas y fenómenos no explicados. No fue el primero pero sí seguramente uno de los de más éxito de una saga de escritores en la que figuran nombres como Charles Berlitz, Peter Kolosimo, Immanuel Velikovsky, Andreas Faber-Kaiser, J.J. Benítez y otros muchos. Hoy en día, a sus 81 años y con cerca de treinta libros escritos, sigue defendiendo sus polémicas tesis acerca de las visitas alienígenas a la Tierra en épocas remotas y las explicaciones que ha dado del origen de ciertas piezas arqueológicas, según él no suficientemente bien documentado por la ciencia oficial.  » seguir leyendo

OPERACIÓN EDELWEISS. CARRERA HACIA EL CÁUCASO – Juan Campos Ferreira y José Ignacio Pasamar López

23 dEurope/Madrid septiembre dEurope/Madrid 2016

71krtrelxllDurante la Primera Guerra Mundial, los ejércitos del Kaiser alcanzaron Rostov del Don sobre sus cansadas piernas. Los ejércitos de Hitler, a un coste muy superior, en bajas y gasolina, avanzaron hasta el Volga encabezados por sus falanges mecanizadas. Y avanzaron aún más allá, hacia las nieves del Cáucaso, hasta sentir casi el olor del salitre del Mar Caspio… Estaban sedientos. Prodigiosamente sedientos.

Sedientos, como sus máquinas, de Petroleo.

» seguir leyendo

LOS HERMANOS OPPERMANN – Lion Feuchtwanger

21 dEurope/Madrid septiembre dEurope/Madrid 2016

9788441435278Con frecuencia asimilados, amorosamente identificados con lo alemán y tan embebidos de orgullo patrio como sus compatriotas, los mal llamados “arios”; distantes en lo emocional, lo social y lo cultural de sus correligionarios los judíos del este; escépticos ante la posibilidad de que la civilizada Alemania incurriese en actos de barbarie como los pogromos, tan propios de la atrasada Rusia; habituados, por otra parte, a los arrebatos de agitación antisemita, que consideraban una fatalidad de ocurrencia cíclica, sí, pero esporádica y fugaz: incluso en la proliferación de señales de lo que estaba por suceder, a comienzos de los años treinta, la mayoría de los judíos alemanes se creían a salvo de la terrible amenaza que se cifraba en el ascenso de los nazis, de cuyo arraigado antisemitismo no cabía dudar (ni siquiera porque su líder, hábil táctico además de ideólogo, hubiese morigerado su verborrea judeófoba). El sionismo solía parecerles una idea estrambótica; ¿qué podía ofrecer la perspectiva de un estado hebreo en el desierto palestino, comparada con la pertenencia a un país como Alemania?; ¿qué más representativo del sentir de la mayor parte de los judeo-alemanes que la frase del archiasimilado Walther Rathenau: “Que sean otros los que se vayan a fundar un reino en Asia; Palestina no nos atrae para nada”? Ni siquiera el fatídico 30 de enero de 1933, cuando Hitler accedió a la Cancillería, les hizo vacilar en su subestimación del peligro; después de todo, los nazis no monopolizaban el gobierno (bien que se tardarían poco en hacerlo), y la común opinión era que los conservadores sabrían domeñarlos y manipularlos sin dificultad. En verdad, no era una bicoca el considerar seriamente una alternativa tan radical como la emigración, esto es, el autoexilio, que supone enajenarse la tierra firme que se ha pisado toda la vida, arrojándose a las simas de lo extraño y a la bruma de la inseguridad. ¡Someterse por cuenta propia a los rigores materiales y espirituales del desarraigo! Se dice fácil, hacerlo es otra cosa. Negarse a la cruda realidad o abandonarse al fatalismo eran opciones más llevaderas; además, lo que hubiere de ocurrir no resultaría peor que los estallidos de judeofobia del pretérito: la historia de los judíos europeos era una genuina escuela de resignación… Judíos o no judíos, pocos como Lion Feuchtwanger, por entonces una de las figuras más prestigiosas de las letras germanas, podían preciarse de haber sondeado y expuesto la profundidad del mal hitleriano, finalizado 1933. Su novela Los hermanos Oppermann, publicada el mismo año, es una prueba cabal de su capacidad de observación y de su compromiso con la verdad.  » seguir leyendo