Novedades libros de Historia – 04 diciembre 2006
Muchas son las novedades que se me acumulan en el e-mail con vistas a las más que próximas fiestas navideñas.
La esfera de los libros nos presenta:
– Mentiras de la Historia… de uso común, César Vidal.
Alianza por su parte nos recomienda:
– La paz simulada: Una historia de la Guerra Fría: 1941-1991, Enrique U. Da Cal y otros.
Por último, Crítica viene cargada con sus recomendaciones para regalar estas navidades:
– Ideas. Historia intelectual de la humanidad, Peter Watson.
– Un escritor en guerra, Antony Beevor.
– Moscú 1941, Rodric Braithwaite.
– La soledad de la República, Ánge Viñas.
– Contra el olvido, Francisco Espinosa.
– El atroz desmoche, Jaume Claret.
– Cristianos, judíos y musulmanes, Julio Valdeón.
– Jesús no dijo eso, Bart D. Ehrman.
– Genghis Khan y el inicio del mundo moderno, Jack Weatherford.
– La máscara de hierro, Roger Macdonald.
Je, el de «Mentiras de la Historia…» de Factorías Vidal se lo regalé a un amigo por su cumple el pasado fin de semana. Para quien le interese parece una colección de ensayos y no me extrañaría que anteriormente los hubiera publicado por separado. De las «mentiras» que recuerdo: las fuentes antiguas no mencionan a Jesús; el «rey» Arturo fue rey; Abderramán III fue un monarca ilustrado; Cataluña es una nación, los Vascos no son españoles; los republicanos de la 2ª república eran demócratas, Ariel Sharón provocó la 2ª intifada, etc.
Dejando eso aparte, es el libro más «hinchado» que he visto en mi vida. ¡Que modo de abusar del tipo de letra, de los márgenes, de las sangrías, del punto y aparte, de las páginas en blanco, de los títulos…Todo para ganar espacio y darle consistencia al libro.
Hombre, Uro, no protestes tanto que te pareces a Arauxo cada vez más… Si en vez de ser así, el libro tuviese letra menuda, apenas unos centímetros de márgenes, sin sangrías, sin puntos y aparte y sin páginas en blanco, estaríamos refunfuñando por la porquería de edición de colección que intentaban vendernos…
Por cierto, Poveda, que muchas de las que citas son, efectivamente, grandes mentiras de la Historia; algunas son mentirijillas y otras… no las citas tú ni Vidal pero también son mentiras…
Un saludo críptico
Nop, es una cuestión de peso, el libro no «pesa», no tiene entidad, es más bien una revista maquetada de otra forma.
Buenas tardes.
No los he leído, pero la verdad es que títulos del tipo «Mentiras de la historia», «Contra Pio Moa» (o algo por el estilo) «La guerra que había que ganar» o «Por qué ganaron los aliados» (este último intenté leerlo) no me llaman. Me parece que definen un contenido sesgado. Que en el mismo título el autor reconoce su parcialidad, y para parcialidad ya tenemos la vida diaria.
Por otro lado de la selección que cita Richar si hay un par de libros que si he leído, y no me han disgustado en exceso.
El de «Un Escritor en Guerra» me parece que es interesante a la hora de narrar las vicisitudes de una persona en el frente. Puede ser la historia de alguien que intenta saber en medio del caos, que se encuentra con que la vida corre más que él, y escapa a veces por pura suerte de verse engullido por el frente que él mismo quiere alcanzar (1941, sobre todo). También pienso que por otro lado algunas de sus anotaciones son un testimonio de pensamientos íntimos de la persona que era Grossman (esos pensamientos que uno escribe para si mismo y por razones que sólo uno mismo comprende). Aunque por otro lado se notan carencias. Cosas que tal vez no quiso confiar al papel. Cosas que tal vez era peligroso confiar al papel. Tal vez esperaba que esos diarios se leyeran. Tal vez no… A la hora de aclarar esto una de las «pegas» (entre comillas porque no lo tengo claro) del libro son los comentarios que hace Beevor. Me parece bueno que explique el contexto en el que Grosmman escribió sus diarios. Me gusta menos que tenga que explicar el significado de algunas de las cosas que escribió. Si el lector viene con la mente vacía, Beevor lo influye. Pero también es cierto que muchas veces sin la explicación de Beevor algunos párrafos de los diarios de Grossman serían difíciles de entender ¿Cómo ha hecho Beevor para entenderlos y poder explicarlos? Puede que el sea historiador y yo no, o que sea Luba Vinogradova quien aporte esa información (aunque si se busca el libro en internet no siempre aparece ella, lo que me parece lamentable). También puede que un poco de habilidad interpretativa ayude.
Hay no obstante párrafos que se explican perfectamente solos. Sus comentarios sobre Treblinka deberían ser de lectura obligatoria para cualquier interesado en el periodo (por no incluír también a los no interesados). Y ni afirmo ni niego que sean ciertos, mi conocimiento no es tan preciso, pero son una magnífica descripción de cierta clase de mal.
El otro libro que he tenido la ocasión de leer es el de Moscú 1941. Puede tener relación con el de Grossman, sólo que los «protagonistas» no son necesariamente personas destacadas (en el de Grossman el protagonistas es él, y sí fue y es una persona destacada). El libro parte de una serie de entrevistas realizadas a personas que vivieron el acontecer de la invasión alemana de la Unión Soviética en 1941. Habla un poco de historia, pero sobre todo relata las experiencias de las personas, esas mismas que salieron a la calle como cada día, para encontrarse repentinamente escuchando por megafonía el discurso de Molotov anunciando la guerra. Es pues mas un libro sobre la «intrahistoria» (creo que era unamuno el que la llamaba así) que sobre grandes acontecimientos. El defecto que le encuentro es que el libro es, al final, un compendio. Las operaciones militares, un poco, la realidad política, algo, las experiencias de las personas (lo mas interesante) mucho, la represión, tal vez demasiado. Y esto porque no es un libro que parezca centrado en operaciones militares, o política, o represión. Sino en las experiencias de Juan Martín, que un día salió a la calle y se encontró con un «desmierde» de impresión (si puedo permitirme la expresión).
No obstante lo escrito y por si ha dado la impresión de lo contrario, decir que ambos libros son de lectura agradable, y muy interesantes, y que cada cual obtenga de ellos lo que desee.
Opino.
Un saludo.
Koenig.
P.D. Nada como verse las caras…
… y con excelentes resultados. Muy buen comentario, Koenig.
Saludos.
Saludos Koenig y bienvenido de nuevo :-)
Por lo que he entendido de tu comentario, el libro de «un escritor en guerra», ¿no es de Beevor? Entonces, ¿cuál es su papel? Es que hoy ando pelín espeso y no me he enterado bien.
Un saludo,
Richar.
P.D. ya se echaba de menos tus «opino» o «es mi opinión».
Buenas noches.
El libro «Un Escritor en Guerra» es la edición y la traducción de los cuadernos de notas escritos por Vassili Grossman mientras trabajaba como corresponsal de Guerra para Estrella Roja de 1941 a 1945.
El papel de Beevor es que el fue el descubridor (mis reservas sobre los descubrimientos hacen pitar mi sentido arácnido, pero probablemente sea mi desconfianza habitual) de los cuadernos de notas. Esto sucedió mientras preparaba su libro sobre Stalingrado.
Con Beevor, que es el que descubrió los diarios y los comenta (y también el que los vende) trabajó una tal Luba Vinogradova, que debió encargarse de la traducción, entre otras cosas (no recuerdo mucho mas de ella).
Un saludo.
Koenig
La tal Luba creo que es la documentalista rusa que le ayudó a hacer el reportaje sobre la caída de Berlín. Ojo, no hablo del libro sino del documental que echaron en La 2 hace como un año.
Saludos.
Gracias Koenig,
lo cierto es que suena cuanto menos extraño el descubrimiento de Beevor. Pero bueno, independientemente de que sea verdad o no, si dices que está bien, habrá que tnerlo en cuenta.
Un saludo,
Richar.
hola muy bueno lastima q no trae la informcion q yo quiero jweje
pero no importa
chau!!!!
Bueno, dicen por ahí que lo importante es participar…
¿O no?
El del imperio fracasado, es un buen tocho, y bastante caro, pero no he podido ojearlo por que venía envuelto en celofán.
El de las ordenes militares en los reinos hispánicos si lo he visto, y parece obra seria y muy recomendable.