NORMANDOS. LOS VIKINGOS QUE CREARON EUROPA – Levi Roach

Quizás al lector, nada más leer la cubierta del ensayo que hoy reseño, le llame la atención el subtítulo no poco grandilocuente que resalta en ella, asegurando que los llamados vikingos crearon Europa. Quizás sea demasiado valiente, incluso arriesgado, lanzarse a propagar esta especie de arenga histórica en favor de aquellos hombres nórdicos que se asentaron en el siglo X en tierras de Normandía. Sin embargo, si recuperamos la edición original, podremos observar que semejante subtítulo también aparece en su cubierta. Y esto es así porque el autor, más allá de preocuparse solo de realizar un viaje histórico de casi dos siglos tras las huellas de aquellos hombres que iniciaron un increíble viaje desde el norte de Francia, propone al lector demostrar la existencia de un mundo que aúna en ellos una influencia común en la Europa que trasiega por la Historia entre los siglos X y XIII. No sé si consigue convencer en este punto al lector, pero desde luego, el detalle de los datos que maneja, el estudio promenorizado de las fuentes y la pasión que desborda en llevar a cabo su misión, es más que suficiente para dejar imbuirse y volcarse en la lectura y disfrutar de una época tan apasionante, como llena de aventuras, que es testigo de algunos hitos de gran importancia en la historia medieval.

Al afianzamiento de aquellos hombres en Normandía, Inglaterra, Tierra Santa y el sur de Italia y Sicilia, eventos reconocibles por los aficionados al periodo histórico de la Alta Edad Media, Levi Roach, doctor por la universidad de Ruprecht-Karls de Heidelberg y profesor en la Universidad de Exeter, suma en su estudio, con cierta profusión de detalle, la menos reconocida presencia normanda en los Balcanes, el norte de África, la península ibérica, Bizancio, Alemania, Gales, Irlanda y Escocia. Y lo hace con la capacidad, nada sencilla, de condensar todo ello en apenas trescientas veinte páginas, a las que se suman cincuenta más en las que incluye notas, bibliografía y un índice analítico. En este corto pero profundo recorrido, recopila un no muy extenso número de nombres propios, normandos todos ellos, que consiguen hacerse un hueco en las Historia en base a no poca suerte, mucho valor, ambición y pericia, y también, cierto oportunismo. A lo largo de sus aventuras e intervenciones en todos aquellos lugares, vemos que en muchas de las ocasiones su aparición se realizó en la forma de tropas mercenarias a la búsqueda de aventuras y guerras en las que su valor y espada inclinaron la balanza a favor de sus pagadores, para después, en ocasiones, enfrentarse a aquellos que les contrataron para lograr, con su esfuerzo y traición, tierras y señoríos donde poder asentarse.

Levi Roach realiza un viaje cronológico y geográfico a lo largo de los veinticuatro capítulos que completan el libro. Comienza en el siglo X con la presencia del legendario Rollo en su asentamiento en Normandía. Desde la expansión por el norte de Francia hasta la famosa invasión normanda de Inglaterra en el año 1066, correrán apenas ciento veinte años, durante los cuales, las ramificaciones normandas en esta última nación echaron raíces gracias a la presencia de una mujer normanda, la reina Emma. Porque tal y como el autor explica conforme avanza su viaje página tras página, los matrimonios convenientemente acordados dieron alas y poder a los normandos para afianzar posiciones y relaciones familiares en su expansión. El autor no duda en tomarse su tiempo y espacio para estudiar con cierto detalle, las conexiones entre Normandía e Inglaterra y los acontecimientos que llevaron a Guillermo a conquistarla y reinar sobre ella, con mano dura y la propuesta de una política geoestratégica ciertamente inteligente. Su base para cimentar su posición en la Isla se apoyó en estos cuatro pilares: la espada, los castillos, el Estado y la Iglesia, tal y como desarrolla el autor a lo largo de casi ciento cuarenta páginas del libro.

Volviendo algunos años atrás, digamos a la década del 1030, Roach dirige su mirada a Italia. En apenas cien años, otra estirpe de caballeros normandos se hizo con el poder del sur de Italia y de Sicilia; los Huateville y un importante pero no especialmente extenso número de normandos, entraron con fuerza en la compleja política de luchas geoestratégicas de una Italia en la que lombardos, bizantinos, musulmanes y el papado, pugnaban por dominar una tierra profusamente dividida, hasta conseguir coronar a uno de los suyos en el reino de Sicilia, y años después, ver a uno de sus descendientes, bendecido como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, asunto del que no perderá detalle el autor en el último capítulo del libro. En este caso, de nuevo los matrimonios concertados llevaron al establecimiento normando hasta las últimas consecuencias, si bien, la rama normanda de esta historia, como de otras tantas, desapareció tras conseguir semejante hito.

A partir de la mitad del libro, Roach comienza a atender episodios menores en los que la aparición normanda resulta más anecdótica, aunque en algunos casos, especialmente importante históricamente hablando, como con la oportunidad de la Primera Cruzada a Tierra Santa, en la que uno de sus caballeros se convirtió en cabeza visible del primer señorío cristiano en aquellas tierras. Me refiero Balduino de Bolougne y al condado de Edesa. Pero hay otras situaciones en las que la presencia normanda, como decía antes, es más corta, como en el caso de sus luchas y rebeliones en Siria en contraposición al emperador bizantino, la intervención en la conquista de Lisboa de unos pocos caballeros y su posterior presencia en Tortosa, el avance por los Balcanes, de nuevo en lucha contra Bizancio, en un épico enfrentamiento de Roger Guiscardo y Bohemundo de Tarento contra Alejo I en el complejo entramado del Mediterráneo Oriental. Incluso caballeros normandos batallaron en el norte de África, en la actual Argelia, contra aquellos almohades que luego saltaron a la península ibérica.

Es en el último tercio del libro cuando Levi Roach, demuestra porqué es un especialista en el universo normando. Es a partir de aquí cuando profundiza en la expansión y las ramificaciones normandas en Gales, Irlanda y Escocia, quizás el terreno menos abonado y publicado en nuestro idioma. El asunto no es baladí y es especialmente complejo. Una vez afianzado Guillermo en Inglaterra, las alianzas, las traiciones y las relaciones de los señores de aquellas tierras, a veces inhóspitas, desequilibraban la paz en las zonas fronterizas y en las marcas que separaban el reino normando de sus vecinos, culturalmente diferentes, no solo por sus propias peculiaridades, por sí importantes, sino también por la presencia nada nimia de nuevas incursiones de daneses y noruegos. Las relaciones entre vecinos y la presencia de los caballeros normandos en las fronteras conformaron durante medio siglo, rencillas, guerras y situaciones no especialmente fáciles de seguir por los historiadores, por todo lo cual esta parte del libro resulta particularmente interesante.

Termina este adictivo y goloso libro, con dos capítulos que cierran la sugerente y reseñable presencia normanda en la Europa medieval, de la mano de dos grandes personajes de su Historia. Por un lado, Juan de Inglaterra, aquel rey tan manoseado por la cultureta novelesca y cinematográfica de nuestro siglo, hermano de Ricardo Corazón de León. Reconocerle su importancia en la Historia de Inglaterra, así como vislumbrar sus profundas debilidades, resulta importante para el autor a la hora de zanjar la impronta normanda en las Islas Británicas. Por otro, el emperador Federico II, heredero de aquel soleado y rico reino de Sicilia del que se habla más atrás y coronado emperador del Sacro Imperio tras años de luchas y desmanes. Con este último protagonista se cierra una transformación europea en la Historia, siempre según el autor, basada en los normandos y su influencia aportada entre los siglos X y XIII. Roach, incluso llega a decir que el mundo moderno sería irreconocible de no haber sido por ellos, para luego incidir, por otro lado, que los propios normandos terminaron diluyéndose entre los pueblos que en su día dominaron, demostrando lo resbaladiza de su realidad en el escaso periodo de tiempo que dominaron desde el norte al sur de Europa. En definitiva, y para terminar, el autor utiliza una frase lapidaria para definir aquel mundo que analiza, apostillando que los normandos fueron víctimas de su propio éxito al introducirse de tal manera en el tejido de las sociedades en las que dominaron, para terminar por desaparecer y casi, ser olvidados. En mi opinión y con toda humildad, creo que en este caso, los extremos pueden resultar equívocos. Me atrevería a decir que, ni tuvieron tanta trascendencia histórica a nivel europeo tal como pretende plasmarse en el libro, más allá de su seña de identidad grabada en Inglaterra y en Sicilia, ni serán nunca olvidados, especialmente por el conjunto de importantes improntas estampadas en el continente por su característica cultura caballeresca, la construcción de sus castillos y, como no, por su nada baladí relación con la Iglesia de la época.

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Levi Roach, Normandos. Los vikingos que crearon Europa, Editorial Crítica, 2023, 384 pp.

     

16 comentarios en “NORMANDOS. LOS VIKINGOS QUE CREARON EUROPA – Levi Roach

  1. Arturus dice:

    Estupenda reseña, Iñigo. No voy a decir que me has incitado a comprarlo porque de hecho y casualidad ya lo hice ayer, antes de leer tu entrada. Seguiremos comentando cuando lo haya leído.

    1. Iñigo dice:

      A ver qué te parece. Corto pero intenso.

  2. cavilius dice:

    Me interesa, me interesa el tema. Y por tanto, también el libro. A ver si le echo el ojo.

    1. Iñigo dice:

      Tiene jugo y del bueno, Cavi.

  3. Juan dice:

    Un libro más escrito desde una perspectiva anglófila. Esos que se creen que siempre han estado en el lado correcto de la historia. No creo que el legado normando en Sicilia tenga en cambio tanta trascendencia e importancia o al menos es la impresión que me quedó tras leer, hace muchos años, a Runciman y su libro Las Vísperas Sicilianas.

    1. JOSE SEBASTIAN dice:

      «Las Vísperas Sicilianas» de Sir Steven Runciman es uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Imprescindible.

  4. Iñigo dice:

    Como he dicho la aportación que hace el autor, especialmente sobre las historia normanda en Gales, Irlanda y Escocia es muy interesante y necesaria, ya que son localizaciones sobre las que no se ha traducido casi nada en castellano, en referencia a ese mundo normanda… Y bienvenido sea. No es una perspectiva anglófila, es que el autor domina el entorno anglosajón, que es distinto. Para ahondar en los normandos en Italia y Sicilia recomiendo fervientemente «Los normandos en Sicilia» y «Un reino bajo el sol» de John Julius Norwich, donde se cuenta todo sobre su estancia y reino en aquellas tierras del Mediterráneo.

  5. Farsalia dice:

    Estupenda reseña. Lo tengo en anglo para un día de estos… no sé cuándo. Al margen de subtítulos pomposos y frases lapidarias, sí que pienso que los normandos fueron relevantes en la historia de los siglos medievales del XI en adelante, y no sólo hasta el siglo XIII: que desaparecieran de los reinos que gobernaron no significa que no dejaran huella. Y esa huella perduró de Inglaterra a Francia, pasando por el sur de Italia y Sicilia, y sin duda influyeron en la «evolución» de muchos otras entidades (del Sacro Imperio al Papado romano), y sin olvidar su papel protagonista en la Primera Cruzada y los lugares donde se asentaron en el Próximo Oriente. Todo pasa, pero algo permanece, y la Plena Edad Media no sería la misma sin ellos…

    1. Iñigo dice:

      Gracias por el comentario.

  6. Luis dice:

    Otro de misticismo nórdico como tantos libros de vikingos que hay últimamente, además de series… ufff que empacho…

    1. Farsalia dice:

      ¿Misticismo? Pero, ¿lo has leído?

    2. Iñigo dice:

      Luis, creo que vas desencaminado.

  7. VTS dice:

    Las prespectiva anglofila, o el entorno, según se consideré, es muy común en los libros, pero la calidad de éste, a mi modo de ver, no es tan común y es muy recomendable, obviamente no es «Las visperas sicilianas», pero me parece que trata en español o castellano, según se prefiera, cuestiones no muy comunes.

    Me ha gustado mucho la reseña, gracias por la misma.

    1. Iñigo dice:

      Coincido… Gracias por el comentario.

  8. Caín dice:

    Precisamente estaba retomando la lectura del segundo tomo de la «Historia de la Decadencia y Caída del Imperio Romano» de su señoría Gibbon y me encontré con los capítulos dedicados a la invasión normanda de Italia, a Roberto Guiscardo y a Roger II, y mira lo que me encuentro hoy acá! Apuntado para compra!!!

    1. Iñigo dice:

      Si te entusiasma la presencia normanda en Italia y Sicilia no te pierdas la dupla escrita por John Julius Norwich… merecen mucho.

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