MEMORIAS DEL MARISCAL ROMMEL – Liddell Hart

Memorias del Mariscal Rommel. Liddell HartNo me ha quedado más remedio que reseñar este libro después de leerlo. No tenía grandes expectativas puestas en el, ya que hemos oído hablar tanto de Rommel que casi uno cree que ya lo sabe todo. Pero me he quedado impresionado por el libro, por su contenido y por la genialidad y personalidad del Mariscal.

Como he comentado, uno ha visto ya infinidad de documentales, películas, libros, fascículos, etc, donde se cuenta a grandes rasgos los logros de Rommel. Ya el libro comienza contando la epopeya sufrida por su familia y amigos para poder consevar la gran cantidad de los papeles, diarios y memorias que Rommel escribió. Todo un periplo digno de un libro de aventuras para poder esconder y rescatar los baúles con los documentos del mariscal, codiciados primero por los alemanes y luego por los aliados.

Entrando en las memorias propiamente dichas, uno se empieza a dar cuenta que tiene delante a un oficial distinto. Un hombre que su máxima es avanzar y llevar la iniciativa permanente. En la campaña de Francia demuestra, casi hasta la irresponsabilidad ésta máxima avanzando hasta detrás de las líneas francesas constantemente, quedando los franceses estupefactos al ver unidades alemanas tan adentro y rindiendose en masa. Su inventiva y capacidad de innovación con el nuevo formato de guerra acorzada móvil. El disparar al bulto concentrando toda la capacidad de fuego de sus carros cuando eran atacados desde bosques o escondrijos no solo servía para salvar la situación, sino que además pasaba de ser atacado a atacante disolviendo por completo y provocando daños en los enemigos.
En esta fase del libro se descubre que la campaña de Francia no fue en absoluto un paseo militar para Alemania. Se dieron una serie de circunstancias para que terminase la guerra como terminó pero en el libro nos muestra la crudeza y realidad de la guerra, con situaciones complicadas, muertes, heridos, etc..

En la campaña del desierto más de lo mismo. Lo que más me ha gustado es que no se escondía de nada, no era el típico oficial de estado mayor recorriendo el frente desde la retaguardia con los prismáticos. Era el primero en ir a reconocer el frente en persona, en ir a reconocer el frente!!, es que creo que eso no lo hacía ningún general. Montarse en un avión y hacer una misión de reconocimiento día tras día, o en coche haciendo multitud de kilómetros exponiendose. De hecho resultó herido en varias ocasiones y estuvo al filo de la muerte en otras tantas, cayendo muertos algunos de sus colaboradores a escasos metros suya.
Su nivel de inventiva causó estragos entre sus enemigos. Hacer la guerra en tierra con movimientos casi navales en el desierto o adaptar el Flak de 88mm antiaéreo como arma anticarro, convirtiéndola en el arma más temida hasta el final de la guerra por los ejércitos de tierra aliados, eso sí, en contra de toda la Luftwaffe.

Uno se va impregnando de sus dotes de mando y genialidad en el campo de batalla. Su impotencia al ver como no le hacían caso desde Roma o Berlín para proporcionarle todo lo necesario para mantener el frente y a sus hombres. Sus peleas con Mussolini o con el propio Hitler. Apoyado el texto con las cartas y misivas que mandaba a su esposa casi a diario, otro punto fuerte del libro. Su desencanto con la guerra según va dándose cuenta de quién dirige Alemania y lo que está provocando. Pero lo que más le aturdía y le dolía era la situación de sus hombres, de impotencia para conseguir lo necesario para poder salvarlos y sacarlos de la situación en que se había convertido el Norte de África con 2 frentes abiertos después de la Operación Antorcha.

Todo esto es a groso modo, el libro está lleno de infinidad de detalles de las vivencias y pensamientos de Rommel a lo largo de los años de campaña.

El final es bastante duro, su hijo relata los últimos días de su vida, casi de cautiverio y sus últimos momentos. Cuando llegan a buscarlo y le dan 15 minutos para despedirse. Muy duro. Un triste final para un gran general. Para los amantes de la II G.M. creo que es un título imprescindible, que 5€ más bien gastados.

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36 comentarios en “MEMORIAS DEL MARISCAL ROMMEL – Liddell Hart

  1. Licurgo dice:

    Hunm, ¿sólo 5 €?.
    Una pregunta; ¿son las mismas memorias que se publicaron en dos tomos por Luis de Caralt o están algo reducidas?.
    Respecto al triste final, flaco favor le hicieron sus colegas al designarle como jefe del Estado alemán a la muerte de Hitler en el atentado del 20 de julio de 1944. Eso le involucró en el complot aunque no participara en él.
    No era el único mando que se informaba en el frente de combate de las novedades y tomaba decisiones inmediatamente; la Blitzkrieg, por definitición, exigía a los mandos ser así. Guderian, Manteuffel, etc… recopilaban información directa y obraban en consecuencia. Es producto de la rápidez de la misma, la rapidez en la transmisión de la información, la rapidez en la toma de decisiones…

    Por último, Rommel se vio en medio de, por un lado la germanofobia de Mussolini al respecto de que fueran los alemanes los que salvaran la situación en Africa, y la desidia de Hitler y el OKW respecto a Libia y Egipto por ser un escenario secundario en el que se vieron envueltos por la inadecuación y el fracaso de los italianos en sus colonias.
    Es un tema muy interesante (en realidad todos los son aunque tal vez no sean apropiados para un blog de libros y sí para un foro) por qué se desaprovechó una buena oportunidad para acceder al Oriente Medio y cortar la línea de suministro aliada de petroleo.
    Hum. Muy interesante.
    Saludos.

  2. Krieg dice:

    Sargon, muy bien por esta reseña, si no me equivoco, creo que es el mismo que acaba de editar Altaya en sus «Memorias de guerra», no se si en esta colección está completo, pero pone que es de la edición de Luis de Caralt 1953 y Collin Publishers 1953. Me lo voy a leer en breve.
    Sargon, acabo de terminar de esa colección de Altaya el dedicado al Almirante Canaris, que es interesantisimo, y deja ese mismo sabor de boca, que comentas al final, en el caso de Canaris, ademas le asesinaron pocos días antes del final de la guerra. Si se ven las memorias de muchos de los grandes militares alemanes de la SGM, muchos simplemente luchaban por su pais como patriotas, y se vieron en una situación loca que no querían y que finalmente les arrastró.
    Salu2

  3. Raul dice:

    Perdonar la ignorancia pero me podeis indicar si este libro es el mismo que se ha editado en la coleccion Memorias de Guerra? Gracias!

  4. Sargon dice:

    Hola,

    El libro que yo he leído es el de la colección de Memorias de Guerra de Altaya, que fue el primer libro que lanzaron, de ahí lo de los 5€, creo recordar que fue eso lo que me costó.
    Yo creo que no es una edición reducida, pero no os lo puedo confirmar por que no tengo el otro para contrastarlo.
    Sobre lo que comentaba Licurgo es cierto que la propia naturaleza de la Blitzkrieg hacía que los oficiales se implicasen en las operaciones y estuvieran a pie de campo controlando todo, por la rapidez de los movimientos y la necesidad de ir dando órdenes sobre la marcha. Sobre todo cuando la cosa iba muy bien, Polonia, Francia, Barbarroja,etc…
    Otra cosa era cuando las tornas cambiaron y andaban en retirada, aun así Rommel subía a su avión y salía al amanecer a reconocer las líneas enemigas con el riesgo que eso suponía, o en coche. De hecho, cuenta como se adentraron en su vehículo de reconocimiento y fueron atacados por un caza inglés y murió su ayudante e hirieron al chofer, lo gracioso de la «anécdota» para Rommel no fue el ataque o que por poco perdiese la vida, lo anecdótico es que él mismo tuviera que conducir el coche para volver a su cuartel.

  5. Licurgo dice:

    Sí, en eso tienes razón; Rommel era especial dentro de una oficialidad ya de por sí especial.
    Ahora me cuadran los precios, aunque creo que estaba en los 3 ó 3’5 € (yo también lo tengo en casa pendiente de lectura).
    Gracias.

  6. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Alejesé de mi la tentación de meterme con el gran Rommel.
    Y sin embargo.

    Hay aspectos de la personalidad y de la vida de Rommel que han quedado un tanto oscurecidos por su actuación en el Norte de África.

    Para empezar la pregunta que me hago siempre ¿Hasta que punto simpatizó con el nacionalsocialismo? Parece que en un primer momento de la guerra, bastante, o al menos lo suficiente como para que se le nombrara jefe de la guardia personal del Führer y luego jefe de Seguridad del Cuartel General del mismo. Es decir que debió ser persona de confianza de la cúpula dirigente de Alemania, cosa que no obtenía cualquiera.

    Por otro lado, sin quitar brillantez a su actuación en el Norte de África, es importante remarcar que nunca tuvo demasiado en cuenta la logística en sus operaciones, sus grandes ofensivas iban, demasiado a menudo, mas allá de donde su capacidad logística le permitía.

    También en el aspecto operativo cometió algunos fallos. Su gran avance hacia la frontera Egipcia durante Crusader alejó sus fuerzas blindadas de la zona de Sidi Rezegh, donde se estaban reorganizando los británicos, casi derrotados. Cuando volvió, después de haber gastado casi todo el combustible disponible, y tras haber perdido un porcentaje importante de sus carros de combate por desgaste, se encontró frente a un enemigo reorganizado que lo acabó derrotando.
    Otro ejemplo. Su movimiento de rodeo del flanco sur británico en la batalla de Gazala dejó a todas sus fuerzas acorazadas detrás de las líneas británicas. Si estos llegan a organizar un asalto en masa contra él en ese momento, la derrota habría sido estruendosa.
    Su avance hacia el Alamein, y su segundo intento de romper la línea fueron, igualmente errores graves de juicio. Debió retirarse tras enfrentarse a la línea británica y esperarlos mas cerca de sus bases de suministro, en Líbia. Es cierto que pesaba la prohibición de Hitler de llevar a cabo retiradas. Pero precisamente él había desobedecido órdenes superiores en otras muchas ocasiones. En este caso decidió no hacerlo.

    Mas adelante también le falló el genio. Tal vez demasiadas responabilidades, o demasiadas interferencias. Probablemente la conclusión es que Rommel no era un Manstein y donde dio su mejor medida fue como jefe de división.

    Opino.

    Saludos.

  7. Koenig dice:

    ¿En moderación? Que tiempos corren

  8. Licurgo dice:

    Perdone moi?.

  9. Saint dice:

    Sargon excelente reseña.

    Koenig resumió en forma brillante muchas falencias del Zorro del Desierto en África. Ahora no recuerdo en donde leí que muchas de las victorias /sorpresas de Rommel eran por su casi nulas comunicaciones con Berlín y el escaso uso de la máquina Enigma. Equipo que permitía a los Aliados anticiparse y conocer muchos detalles de las tropas del Eje a nivel táctico y estratégico.

    Pero en lo personal considero la historia de este General como una de las más fascinantes de los comandantes militares de la 2GM. No se si será por los historiadores, documentos, los relatos de amigos enemigos pero el hombre tiene un algo no se que…

    También pude leer este libro y lo recomiendo.

    Saludos

  10. Licurgo dice:

    Creo que el mayor error de Rommel consistió en considerar que el enemigo estaba derrotado y que un simple empujón le abriría las puertas de Egipto en el 42. Eso le llevó a posponer la conquista aerotranspotada de Malta y trasladar a la Folgore y a la Brigada Ramcke a Africa.
    Por otro lado, considero que su perspectiva de la defensa ante la invasión aliada de Normandía era la correcta.

    Saludos.

  11. Sito dice:

    A mi me pasó igual que ha Sargón. Rommel es un personaje muy interesante y fascinante. Lo que más me sorprendió al leer de él fue la muerte que tuvo, era el o su familia. Este tipo de cosas son las que quizás causaron la caida del régimen, ya que los grandes generales fueron sustituidos porque no estaban deacuerdo con las órdenes locas de Hitler, y siempre por generales de poca experiencia militar.
    Si a Rommel le hubiesen proporcionado los refuerzos y combustible suficientes en la campaña africana las cosas hubiesen sido muy diferentes y fue Rommel quien y casi sin tiempo ni medios organizó la defensa del Atlántico, las costas de Normandía, también sin medios materiales como humanos.

  12. Sargon dice:

    Hola,

    Sin pretender abrir un debate, sobre lo que opina Koenig discrepo en cierta medida. No te quito razón en algunas cosas pero sobre el Norte de África si algo le quitaba el sueño a Rommel, hasta hacerle enfermar, era el tema de los suministros. Se reunió con Mussolini en varias ocasiones y con el propio Hitler para suplicar que le mandasen suministros. Sus superiores no hacían más que pormeterle el envío de suministros que nunca llegaban o que llegaban a puertos lejanos y que luego se consumía todo hasta llegar al frente. No se si habrás leído el libro, pero te aseguro que te transmite el sufrimiento que padecía con este tema y el vacío que le hacían sus superiores desde Roma y Berlín, hasta se hace un poco pesado por que es un tema muy recurrente durante unos cuantos capítulos. Con respecto a sus operciones, quizás su genio consistía en eso, en conseguir victorias con unos movimientos que en caso que el enemigo se diera cuenta supondría un estrepitoso fracaso, pero esto no ocurrió, el enemigo no reaccionó y el ganaba las batallas. En Francia pasaba lo mismo, como comento en la reseña, avanzó hasta la irresponsabilidad pero con ello conseguía tal efecto en los franceses que al ver los carros alemanes tan adentro les entraba el pánico y se rendían en masa.
    Saludos.

  13. Sargon dice:

    Se me olvidó, sobre el tema del «nazismo» ya me imaginaba que saldría. Yo creo que todos estaban implicados de una manera u otra, eran alemanes luchando en una guerra iniciada por Alemania jolín!! pero las cosas van cambiando con el tiempo y muchos se dan cuenta de lo que tienen, al final muere por estar implicado en el atentado de Hitler, algunos intentaron rectificar algo. Pero sobre esto ya sabemos que hay opniones para todos los gustos y lo mejor, creo yo, es centrarse en el libro, creo.

  14. David L dice:

    Muy buena reseña sargon.

    Está claro que Rommel no pudo haber estado presente en todos los frentes de batalla europeos, pero me queda la duda( jugando a especular) de imaginar qué hubiera sido de nuestro protagonista en el frente del Este. Seguramente, como ha comentado Koenig, su «desinterés»en cuestiones logísticas le habrían pasado factura.

    Por cierto, yo también tengo la edción que ha publicado Memorias de Altaya.

    Un saludo.

  15. Saint dice:

    Si Rommel hubiese estado en el Frente del Este se amoldaría a la situación local (tanto logísticamente/operaciones guerra) y sería otro General de ese montón que combatieron en el mas importante Teatro de la guerra. Claro a menos que ganase notoriedad por alguna acción en particular
    Personalmente siempre pensé que Rommel fue un gran táctico pero un pésimo planificador de recursos logísticos. Pero hay que reconocer que la llegada de recursos a su África Korps no dependía de el.
    Hace unos mucho leí el libro de Luis de la Sierra “La Guerra Naval en el Mediterráneo 1940-1943” (material que recomiendo leer para complementar las acciones terrestres en África) el mismo se centra en las operaciones navales pero nos muestra en forma magistral las dificultades de la Regia Marina y en menor grado la kriegsmarine para hacer llegar los materiales a Rommel. La flota mercante/militar italiana fue devastada por la mas moderna Royal Navy (ventaja radar, mejor inteligencia) y la aviación basada en Malta. Los convoyes con suministros fueron casi todos hundidos o diezmados mientras que los de los Aliados recorrían casi todo el Mediterráneo casi sin sufrir perdidas.
    Creo que Rommel perdió su guerra en el agua y no en las arenas del desierto…

  16. Daniekes dice:

    Muy interesante reseña. Mi primer acercamiento a la figura de Rommel fue con la excelente película protagonizada por James Mason (que naturalmente recomiendo). Las memorias las tengo pendientes de leer, y esta misma semana ha salido el libro de la colección de Osprey de El Alamein, Rommel en retirada.

  17. Sargon dice:

    Bueno, yo creo que si Rommel hubiera estado en el frente del Este no creo que hubiese cambiado nada. El invierno les hubiera pillado igualmente, llebaban 2 meses de retraso por culpa de tener que intervenir en Grecia y eso da igual quien estuviera al frente, antes del invierno era imposible tomar Moscú y hubiera pasado lo mismo.
    Con respecto a la logística y el apoyo de los Italianos en el libro lo deja bien claro. Primero sufría el vacío y la ignorancia sobre sus peticiones de recursos, sin los cuales no podía hacer frente al enemigo, muchas veces logró avanzar gracias al material capturado a los ingleses, y con respecto a los Italianos estaban desesperados con su derrotismo y armamento, más que unos aliados eran un estorbo, esto a grandes rasgos claro, como siempre hay matizaciones.

  18. Koenig dice:

    Buenos días.

    Lo primero estar de acuerdo en dejar aparte las cuestiones ideológicas, tema delicado y que ya ha suscitado bastantes conflictos, a pesar de ser interesante.

    Volviendo al tema de los suministros. Es interesante observar los dos puntos de vista. Desde el punto de vista de Rommel efectivamente los suministros fueron siempre escasos. Tanto por el tonelaje real que le llegó, como por el hecho de que el propio Rommel, como todo oficial al mando de un teatro de operaciones, siempre exigió mas de lo que recibía. Los suministros nunca sobran.

    Por otro lado, desde el punto de vista de Roma o Berlín, aparte del hecho de que para los segundos el teatro de operaciones africano era secundario, debe tenerse en cuenta que el coste de mantener a las tropas en África fue muy superior al coste de mantener esas mismas tropas en cualquier otro frente.
    Me explico. Si comparamos los medios empleados para abastecer, por ejemplo, a una división blindad, en el frente del este. Y no sólo el suministro en si, sino también el suministro necesario para trasladarlo, los hombres empleados, las pérdidas producidas por los ataques partisanos, etc. Sigue siendo inferior a los medios empleados para abastecer a esa misma división blindada en África. El combustible empleado para trasladar un litro de combustible al frente de Rommel era muchísimo (no tengo a mano la cifra, pero era mas el que se gastaba que el que llegaba). Los suministros y refuerzos que se perdieron en el trayecto naval llegaron a porcentajes altísimos, por no hablar de los barcos que fueron hundidos.

    Concuerdo pues en que el problema no fue, específicamente, el desinterés por enviar combustible, o la desidia de Roma. El problema fue Malta. El gran error del eje fue no hacerse con la isla. Y es un error del que el propio Rommel habla muy poco en sus memorias. Es mas, el mismo participó en el error cuando en la euforia de la victoria solicitó que se le enviaran la división Fólgore y la brigada de Ramcke (como muy bien ha apuntado Licurgo).

    Así pues se me ocurre concluir que no eran mas tropas lo que hacía falta en África. En ese sentido Rommel se las apañaba muy bien contra fuerzas superiores en número. Y en cuanto a enviar mas suministros, probablemente el coste hubiera sido prohibitivo. Debe tenerse en cuenta que el tonelaje mercante disponible era limitado, y un aumento de los viajes sólo hubiera supuesto un aumento del desgaste, y una pérdida mas temprana del tonelaje imprescindible.

    Opino.

    Saludos.

  19. Licurgo dice:

    Es una muy buena observación, Koenig; es cierto que lo que Rommel necesitaba no era más tropas, si no una mayor autonomía.
    Bien dicen los poetas al afirmar que el éxito tiene muchos padres pero el fracaso es huérfano. Todos los autores de memorias «olvidan» ciertas cosas.
    En la URSS no creo que Rommel hubiera destacado significativamente, hemos de tener en cuenta que era mando de un Cuerpo de Ejército y eso hubiera pasado desapercibido en el magno despliegue de Barbarroja (allí lo llamativo eran los Ejércitos Panzer, no los cuerpos de ejército). Aunque también es verdad que sus carencias como logístico no se hubieran puesto en evidencia.
    Malta, por otra parte, y esto resulta sorprendente, se daba por perdida en 1940, es más, los británicos la evacuaron y, como defensa aérea sólo se disponía de Fé, Esperanza y Caridad. Al ver que los italianos no se lanzaban a su ocupación, regresaron los británicos.

    Lo que resulta más desesperante de la campaña africana, es el envío masivo de recursos y tropas cuando la derrota ya era algo cantado; es decir, tras la operación Torch. Bien es verdad que las líneas de suministro se habían acortado considerablemente, pero si sólo una parte de los envíos hubieran llegado a Rommel en el 42, es probable que hubiera llegado al Canal de Suez. Para colmo todos esos recursos se perdieron en Túnez.

    Una última cosa; ¿se habla en el libro del mando que obtuvo para ocupar Italia en cuanto ésta se rindiera?.
    Saludos.

  20. Sergio Flashman dice:

    Excelente reseña Sargon. Comparto tu interés sobre este personaje (a ver lo que tarda Erwin en aparecer).

    Yo tengo la edición de Luis de Caralt de los años 60 en dos volúmenes en tela.

    Al hilo de lo expuesto, es cierto que siempre se ha debatido acerca de la gran capacidad táctica de Rommel y su menos capacidad estratégica. Yo no voy a adentrarme más en ello, pero si hay que aclarar el concepto de frente «secundario» de Africa: su objetivo según Berlín no era otro que «fijar» a los británicos en ese frente y, más importatnte aún, evitar el derrumbe de las fuerzas italianas y en consecuencia la posición de su aliado Mussolini.

    En cuanto a los italianos, a pesar de lo dicho por Sargon, Rommel siempre dejó claro su opinión sobre ellos, que eran unos excelentes soldados siempre que estuviesen bien dirigidos por oficiales menos incompetentes que los propios italianos.

    Respecto a Malta, Rommel siempre insistió en su toma, a pesar de la caída de Creta.

    Sobre su simpatía con el Nacionalsocialismo comentado por Koening, es cierto que Rommel admiraba a Hitler (sobre todo al principio), pero en ningún caso eso quiere decir que simpatizase con el régimen nazi, al contario, lo detestaba, y todas sus biografías así lo comparten. Otra cosa es su responsabilidad ética, etc, como oficial etc, tema en el que no voy a entrar por estar muy trillado en otros hilos.

    El libros de sus Memorias excelente, se mire como se mire, y, a pesar de la abundancia de libros sobre su persona, yo recomendaría como complemento a este el siguiente : «Con Rommel en el desierto» de Schmit , Ed. Juventud; no lo dudéis, magnífico a la par que barato.

    Un saludo.

  21. Krieg dice:

    Sergio Flashman, hace tiempo en otro hilo lo recomendé («con Rommel en el desierto) es muy bueno, a mi me gustó mucho, tengo un ejemplar de esa edición, y me da pena porque es un libro de bolsillo, es una lastima que en las colecciones que han salido últimamente no lo hayan reeditado.

  22. Sergio Flashman dice:

    Krieg, yo creo que Juventud sigue editando “Con Rommel en el desierto” en tela. Compruébalo porque aseguraría haberlo visto en Fnac o en la Casa del Libro. Merece la pena adquirirlo en tela y no creo que cueste más de 18 euros.

    De todas maneras lo miraré en la próxima Feria del Libro de Madrid y te contaré. SI tienes mucho interés puedo indagar incluso en la tienda que la editorial tiene en Príncipe de Vergara.

    Un saludo.

  23. Krieg dice:

    Muchas gracias Sergio Flashman, ultimamente he comprado unos cuantos libros de la editorial inedita o de las colecciones de «grandes batallas», «memorias de guerra» y este que tengo de Juventud se queda con un formato demasiado pequeño, Voy a mirarlo en el Fnac y la casa del libro aqui en Bilbao, tengo otros dos de juventud que compré entonces, uno sobre el atentado contra Hitler, y otro sobre los barcos corsarios alemanes.
    Con Rommel en el desierto me dejó muy buen sabor de boca, sin embargo por ejemplo el titulado «El Alamein» de grandes batallas, no me gustó.
    El próximo que coja será este de las memorias del Mariscal Rommel.
    Está muy bien que las editoriales se hayan interesado en el tema de guerra, hoy mismo he estado en dos librerías y he visto unos cuantos libros de diferente tematica historica que me han interesado, (cada vez que voy saldría con una docena de libros.
    Sería muy interesante saber por ejemplo en estas colecciones de memorias estadisticamente cuales son las que más interesan a la gente, al menos en ventas.

    Salu2

  24. marbenes dice:

    Hola Sargon, muy buena reseña, enhorabuena. Este personaje siempre me ha llamado la atención, pero nunca he leído nada que trate expresamente sobre él. Ahora estoy empezando a leer Rommel, el zorro del desierto, de Desmond Young y me gustaría saber si alguien lo ha leído y qué opinión le merece.
    Saludos

  25. Sargon dice:

    Hola Marbenes,

    Gracias por tús comentarios. El libro que comentas yo no lo tengo, tengo otro que se titula igual, «Rommel, el zorro del desierto» pero es de David Fraser y no lo he leído entero. Mientras leía las memorias recuerdo haber consultado este ensayo, sobre todo la parte final, a ver si coincidía lo que contaba el hijo de Rommel sobre el desenlace final con lo que se contaba en este de Fraser. Todo coincidía, contado de distinta forma claro, la parte del hijo de Rommel de una forma más cercana y el de Fraser pues contado en plan ensayo histórico, como es normal. Pienso que cualquier ensayo sobre el mariscal, por muy bueno que sea, siempre será distinto a leer directamente sus memorias, las escritas por él, sus cartas enviadas a su esposa, sus escritos y sus anotaciones sobre todo lo que le rondaba la cabeza durante las campañas.
    De todas formas, simpre es bueno tener varios puntos de vista y acercarse a otras obras, ya nos contarás.

    Un saludo.

  26. Licurgo dice:

    El libro de Desmond Young es, sencillamente, EL PIONERO.
    La película Rommel está basada en este libro.
    Young es especialista en commandos y cayó prisionero del DAK.
    Es dinámico, divertido y casi contemporáneo de los acontecimientos.
    Creo que te lo pasarás muy bien leyéndolo.
    Saludos.

  27. marbenes dice:

    Gracias, Sargon y Licurgo, la verdad es que sí parece bueno y ameno, pero como no soy entendida en la materia de batallones, regimientos y demás me la paso buscando información sobre casi todo lo que menciona ;-(

  28. Sergio Flashman dice:

    Marbenes, tal como dice Licurgo, la biografía de Rommel escrita por Desmond Young es un clásico ineludible sobre este personaje.

    Creo que te gustará, y, si puedes, remata la faena viendo la película «El zorro del desierto», de James Mason, basada en este libro.

    Un saludo.

  29. Tramus dice:

    Saludos.
    Mi comentario sera breve-padezco de una cronica «falta de tiempo»-.
    Rommel no era el encargado de la logistica, en el norte de Africa , sino sus aliados impuestos:los italianos.En cuanto a estos como aliados, mucho se ha hablado del caracter del soldado italiano; sin embargo el mismo generalfeldmarshall no escatima alabanzas en cuanto a su calidad como soldados, mermada desgraciadamente por su pesimo armamento, anticuada artilleria , y deficientes medios blindados-en su mayoria tanques ligeros-.sin embargo, el Afrika Korps , no andaba tampoco sobrado de medios-3 divisiones en total de las cuales solo una era blindada: el ejercito panzer-como para suplir las carencias de sus aliados.
    Resumiendo: Rommel , encorrió a gorrazos , a los ilustres representantes en el norte de Africa del no menos ilustre Imperio Britanico ,que le superaron en todo momento, y por gran margen en numero de hombres , cantidad de tanques y vehiculos blindados , artilleria , y no digamos aviacion . Sin embargo , sin gasolina , no funcionan los motores , y se quedó sin ella , a las puertas del misero apeadero de ferrocarril que era El Alamein…

  30. Koenig. dice:

    Buenos días Tramus.

    Me permito una rectificación y unas aclaraciónes.

    Los alemanes desplegaban en África cuatro formaciones de tamaño divisionario en el verano de 1942: la 15ªy la 21ª´división Panzer, la 90ª división Motorizada y la 164ª división ligera.
    Además de elementos de menor tamaño.

    Por otro lado, en el Alamein Rommel se quedó sin fuerzas, además de sin combustible.
    Quedándonos en el combustible, no era la primera vez. Le sucedió lo mismo durante la ofensiva «Crusader», británica, que lo derrotó contundentemente mandándolo de vuelta hacia Tripolitania, en buena parte debido a su arriesgada maniobra de ataque hacia la frontera egipcia (la famosa carrera hacia la alambrada), que llevó a cabo cuando el verdadero punto neurálgico de la batalla era otro y sus reservas de combustible muy escasas. Fue un importante error de apreciación,ya que alejó a sus blindados de la batalla y gastó mucho combustible esperando que los británicos se desmoronaran. No lo hicieron.

    También en la batalla de Gazala se vio en apuros de cuando sus tropas móviles se vieron copadas detrás de las posiciones británicas y sin líneas de suministro. Se libró de otra derrota mas por la descoordinación de sus enemigos que por su propia habilidad.

    Finalmente, tras tomar Tobruk, inició una ofensiva hacia Egipto con combustible mayoritariamente capturado a los británicos. Una fuente potencialmente finita. Obvió la dificultad de reabastecerse a tan larga distancia mediante camiones, y obvió la toma de Malta, pidiendo que se le enviaran las fuerzas destinadas a tal fin.

    Para concluir, concuerdo en que el suministro era una labor mayoritariamente italiana, pero también pienso que en ocasiones Rommel era escasamente realista con respecto a sus disponibilidades, actuando como si dispusiera de mucho mas de lo que realmente tenía, y abogando mas por el envío de tropas a su escenario, que por la toma de Malta, que era el verdadero problema italoaleán en el norte de África.

    Opino. ;-)

    Saludos.

  31. APV dice:

    Bueno la carrera hacia la alambrada, aunque erronea, pudo haber salido bien porque Cunningham estuvo a punto de ordenar la retirada lo que la hubiera convertido en un tremendo éxito. Tuvo que Auchinleck detenerlo y despúés sustituirlo por Ritchie.

    Respecto a Malta él ya había insistido en que se tomara, cosa que no se había hecho en 2 años de guerra. Además la decisión final sobre Malta no era suya.

  32. juanrio dice:

    Creo que el mayor error que cometió el eje en el norte de Africa fue el no tomar Malta. Claro que eso lo digo hoy, no se lo que opinaban ellos en ese momento.

  33. Antonio dice:

    Buenas noches:

    Lo he leído y creo que está bien logrado; especialmente los capítulos dedicados al frente en África, que es el que el autor desarrolla íntegra y detalladamente. Los otros los pasa más por encima, seguramente por la pérdida de los escritos.

    En lo que respecta al asalto a Francia me ha dado la sensación que aquello fue más suave que un paseo de «hare krisnas» por la playa.

    Impresionan los mapas, muy sencillos pero muy explicativos a la vez, y muy bien colocados entre el texto.

    Cortémente.

    P.S.: He visto hoy en un kiosco la entrega de «Estalingrado» de la colección de GRANDES BATALLAS; a lo mejor es una reedición de la colección.

  34. David L dice:

    Acabado el libro, la verdad es que ya había leído la segunda parte de estas memorias hace ya tiempo, era una edición de Luis de Caralt, pero ahora he tenido la oportunidad gracias a la publicación en un sólo tomo de estas memorias por la editorial Altaya.

    ¿Qué puedo decir? pues que se leen tan rápido como parece ser que era la propia personalidad del autor: un puro nervio.

    Este hombre fue un brillante militar, creo que no se quedó solamente en un magnífico táctico, que lo fue, sino también podría calificarse de un buen estratega. Su descripción de la campaña francesa ha sido emocionante, este hombre no tenía límite, avanzaba, avanzaba y seguía avanzando rebasando a franceses casi a un metro de ellos y no había quien lo frenase…bueno sí…la falta de combustible…

    En el Norte de África mostró todo su buen hacer militar, un terreno perfecto para aplicar su táctica basada en movimientos envolventes y golpeó rápido en la zona más débil del enemigo para seguir maniobrando hasta aniquilar al mismo. Durante todo el relato se queja prácticamente en cada página del mismo sobre la falta de suministros apropiados para la campaña. Los italianos, en especial sus altos mandos, salen muy mal parados….prometían combustible y demás pertrechos y al final no eran capaces de cumplir. Malta desde luego fue el gran talón de Aquiles de Rommel, él apostó por su conquista, pero no parece que se le tuviera muy en cuenta.

    A mí me parece que en inferioridad de medios, cumplió con creces en África y, tal vez, si se le hubiese suministrado el material que solicitaba, o al menos, una parte importante, podría haber llegado lejos. Cuando el hace mención a la ocupación de Malta está mostrando una clara visión estratégica y a los hechos nos podemos remitir visto como acabó todo.

    Un saludo.

  35. cavilius dice:

    ¿Ein?

    ¿Alguien ha dicho Aquiles?

  36. Iñigo dice:

    Coincido con David. Un excelente libro para un excelente militar. Y si, efectivamente con más apoyo de materiales otro gallo cantaría. Todo ronda la misma idea. Si Hitler no hubiera atacado la Unión Soviética esos materiales habrían llegado a África y Alemania no habría caído en su frontera más oriental.

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