MEDIOHOMBRE – Alber Vázquez

MEDIOHOMBRE - Alber VázquezEntre 1739 y 1748, España e Inglaterra se vieron envueltas en la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins, que fundamentalmente se desarrolló en aguas del Caribe y el área territorial incluida. ¿Cuál fue el origen de tal nombre? Ocurrió que, en 1738, un pirata británico llamado Jenkins apareció en la Cámara de los comunes con un tarro donde en flotaba una oreja en alcohol, la que justamente faltaba de su cabeza. Y aseguró que en 1731 el capitán español Julio L. Faldiño apresó su nave, y le cortó una oreja a Jenkins diciéndole «Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve». Al parecer, la aparición de Jenkins blandiendo su oreja se debía a un manejo político, que buscaba la guerra con España y a la que Horace Walpole se vio obligado a declarar, contra su voluntad, tras este incidente. El asunto es que la guerra finalizó en aguas americanas con la derrota británica y el retorno a las posiciones previas al conflicto.

El episodio más importante de esta «guerra auditiva» fue, precisamente, el sitio de Cartagena de Indias en 1741, sitio en el que lo que parecía una victoria segura de la armada británica, comandada por el almirante Vernon y que contaba con 186 naves y casi veintisiete mil hombres, fue derrotada tras un combate absolutamente heroico por la dotación española que defendía la plaza con apenas tres mil quinientos hombres y sólo ¡seis! navíos de línea. Precisamente sobre estos lances trata la novela que veremos a continuación.

Mediohombre es una novela de aventuras, al más puro estilo de acción (Stevenson, Salgari, etc.) basada en los hechos históricos relativos al famoso sitio de Cartagena de Indias. Comienza con un breve capítulo en el que se describe al hombre cuyo valor y destreza como estratega hay que atribuir la victoria española: el almirante don Blas de Lezo; en realidad, lo que describe, con fuerza dramática evidente, es cómo Lezo pierde pierna, brazo y ojo en batalla naval. Y sólo con veinticinco años. Inmediatamente pasa a la siguiente acción, el asedio de Cartagena, tan emocionante que casi no nos deja un minuto de respiro. Don Blas de Lezo y Olavarrieta es, en 1741, un hombre demediado: con un solo brazo, una sola pierna y un solo ojo, resultado de sus años de bravas peleas y cañonazos en el mar. Pero a pesar de que sus principales órganos pares habían devenido impares, nuestro héroe conservaba un buen par de lo que los británicos llamarían guts, y en español se podría traducir por bemoles, por seguir con un tema sonoro y auditivo.

Narrada con un estilo ágil y rápido, pocas descripciones y muchos diálogos, que nos muestran el carácter de cada uno de los personajes, nos atrapa desde el comienzo, y nos lleva a seguirle entusiasmados como si participásemos en la batalla. Los capítulos están planteados a modo de diario o bitácora, y en parte nos hablan de las filas españolas y en parte de las británicas, tratando de desarrollar los puntos de vista de cada estratega, y los problemas a que se enfrentan las tropas, desde el momento en que como parecían esperar los británicos, la plaza no ha caído inmediatamente y los españoles no tienen intención de rendirse, sino todo lo contrario, defender cada metro de terreno con sus vidas.

Lo que se echa en falta es una introducción en la que se enmarque históricamente el relato, además de mapas, lo que parece ser mal endémico de las editoriales. El narrador en tercera persona, podría ser, por su lenguaje, un marinero o un oficial medio. No hay apenas reflexiones ni largas descripciones, prima, ante todo, la acción. El hecho de no incluir mapas es un fuerte handicap, ya que para entender realmente las maniobras sin conocer el terreno, nos vemos obligados a recurrir a mapas que incluso el propio autor ha generado en su web, consciente del problema, y que pueden consultarse aquí. De autor, Alber Vázquez (Rentería, 1969) poco podemos decir, salvo que tiene muchas publicaciones en su haber, sobre diversos temas, ensayo, novela y narración juvenil.

De cualquier modo, como novela de aventuras, la obra cumple sobradamente. El disfrute de la acción está garantizado. Como narración histórica, necesitaría, al menos, una introducción para ubicarla, como se ha dicho anteriormente. Si el lector se acerca al libro sin conocimiento ni del personaje, Lezo, ni de los hechos, puede quedarse algo confuso al principio, aunque quizás lo más grave sea la ausencia de mapas en la descripción de una batalla que tiene tantos frentes y en la que se usan diversas tácticas y los soldados de uno y otro bando se mueven constantemente por un terreno disímil, muy accidentado y complicado, combinando mar, playas, pantanos, selva, islas, distintas fortificaciones, etc.,lo que dificulta enormemente el seguimiento correcto de la acción. A pesar de todo, la lectura complace.

Lo que nos muestra el autor, además de describirnos la batalla propiamente, es el estado de cosas en el bando británico y en el bando español. Los británicos estaban absolutamente convencidos de su victoria, sobre todo el almirante Edward Vernon, y de una victoria sobrada, hasta el punto de que hicieron acuñar monedas conmemorativas, en las que se consideraba Cartagena como territorio británico. Por otra parte, entre el almirante, desde su buque insignia, y los generales que estaban sobre el terreno, como Wentworth, existían ciertas discrepancias. Wentworth veía a sus soldados caer enfermos de fiebre y morir en una tierra pantanosa, infestada de mosquitos y en plena temporada de lluvias. El conflicto entre la dirección de la Armada y la del Ejército era evidente. Y el mando supremo lo tenía la Armada. Claro que con tal supremacía de medios y de hombres era poco menos que imposible pensar de otro modo, pero el caso es que ante las dificultades crecientes, Vernon siguió ignorándolas y empeñándose en dar por seguro que la victoria era un hecho.

En el bando español, también se nos muestra un conflicto semejante: Lezo, nuestro demediado almirante, comanda sus barcos aunque también dirige la resistencia en tierra. Pero el Virrey Don Sebastián Eslava, ostentando el mando político supremo, sin mucha confianza en la victoria, pretende rendirse al ver que las cosas se ponen difíciles, y sólo tras la insistencia de Lezo acepta la estrategia del almirante. Es decir, que si Lezo no hubiera tenido la inoportuna presencia del virrey, probablemente la victoria hubiera ocurrido con menos pérdidas humanas por parte española, porque la estrategia del almirante se regía por su larga experiencia militar (más de veintidós victorias contra piratas berberiscos y británicos), su sentido común, y su ingenio natural como estratega, que le llevaron a aprovecharse siempre de las ventajas que le pudiera ofrecer el medio geográfico -Cartagena era un puerto natural magnífico, y uno de los mejores fortificados del Caribe-, las características del lugar y la climatología, que en este caso le sirvieron como muy buenos aliados. Pero ante todo, Blas de Lezo estaba convencido de que se podía y se debía ganar.

La novela acaba cuando la victoria ya es evidente, pero no da más detalles. Quizás un epílogo histórico no hubiera estado de más. Porque la verdad es que Don Blas de Lezo fue tratado un poco a la manera que los británicos trataron a Churchill tras llevarles a la victoria en la IIGM. Es decir, se le hundió social y económicamente, el virrey presentó al Rey Felipe V cargos contra él, denigrándole, y finalmente cuando murió, poco después, a resultas de las heridas o por la peste –no se sabe con exactitud- fue enterrado en fosa común. Y lo peor de todo: ha sido maltratado por la historia con el olvido, castigo que en ningún modo mereció.

Ariodante
Mayo 2010

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41 comentarios en “MEDIOHOMBRE – Alber Vázquez

  1. ARIODANTE dice:

    Nuru,¡la cabecera te ha quedado divina!

  2. Rodrigo dice:

    Si al menos cumple como narrativa de entretención, habrá que tenerla en cuenta. La comparación con Stevenson es alentadora.

    Buena reseña, Ario.

  3. Antígono el Tuerto dice:

    Pues he visto el libro por ahí, pero no le había prestado atención al tomo en cuestión.
    Estoy de acuerdo en que la falta de mapas es un fallo importante en un libro que narra una batalla, pero no es un fallo que no tengan otros libros.
    Lo que me echa para atrás al comprarlo es la temática naval, que temo que sea demasiado para mí (yo nunca me pude tragar ni un libro de Patrick O´Brian); y la ambientación, ya que el siglo XVIII no es uno de mis favoritos.
    De todas formas tomo nota de la referencia por sí acaso.

  4. Arturo dice:

    Bueno, bueno, qué interesante. Gracias por la reseña, Ario, me apetece un montón leer la novela. Hace unos años hice un viaje de trabajo a Cartagena de Indias y desde entonces ando con ganas de leer algo que transcurra en aquel escenario tan impresionante.

    Un abrazo.

  5. Juan dice:

    Hola.
    Hay otra novela del mismo tema que se llama «El día que España derrotó a Inglaterra» de Pablo Victoria, Ed.Altera.
    El libro está muy bien, os lo recomiendo. No os defraudará.
    Solo mencionar que en el aniversario de la victoria inglesa de Trafalgar, el ministro de Defensa español, José Bono, mandó el buque de guerra español «Blas de Lezo» para participar en el evento. Imagino que los ingleses lo entendrian.
    Saludos y felicidades por el blog, suelo comprarme los libros que recomendais y no queda defraudado en absoluto.
    Juan

  6. Germánico dice:

    El Blas de Lezo de la imagen, ¿está picarón o tuerto?

  7. Pintaius dice:

    Muy buena reseña Ariodante! Creo que queda bastante claro el enfoque de la novela. Coincido con Juan en la apreciación sobre «El día que España derrotó a Inglaterra», del colombiano Pablo Victoria, aunque más que una novela es un ensayo novelado, aunque tan bien escrito que se lee como una. Ese libro sí que cuenta con diversos mapas que ayudan a comprender mucho mejor los diversos frentes creados en la batalla y la estrategia de Lezo, un auténtico ejemplo de optimización de los escasos recursos de que disponía. El papel de Eslava en todo ello queda bastante malparado, así como su mezquina actitud durante y después de la batalla. En ese libro sí que se puede encontrar también una interesante contextualización del conflicto, y del pasado militar de Lezo antes de su recalada en Cartagena. Llama poderosamente la atención que haya tenido que ser un colombiano quien rescatase a don Blas de Lezo de tanto ostracismo, y no un español («país cainita», que diría el maestro Arturo Pérez-Reverte). Esperemos que con esta nueva obra y alguna otra más recientemente publicada, se contribuya a rescatar su memoria, injustamente olvidada. Saludos.

  8. Tasos dice:

    Se agradece la reseña, Ariodante. En su momento leí el capítulo 1º y ni fu ni fa, y el final se aleja de la historia un tanto. Ya veremos… Aunque también había leído la estupenda obra de Pablo Victoria; es muy completa en todos los aspectos. A mi esta última me pareció más historia novelada
    -con unas pizcas de ficción- que novela histórica.

    En Colombia y en concreto en Cartagena se admira a Don Blas mucho. Lezo defenció con españoles y neogranadinos una ciudad de Nueva Granada y mucho más. Es lógico que allá lo rememoren porque les tocó más de cerca el asunto. Y a Pablo Victoria hay que agradecerle el detalle de recuperar para nosotros esa gran figura. Esa historia es común a ambas orillas.

  9. ARIODANTE dice:

    No he leído el libro de Pablo Victoria, que varios citáis, y que probablemente sea más detallado en cuanto a los hechos reales. Este que hoy reseño lo veo más al revés: como una aventura ¡y una gran aventura! histórica.
    Antígono: la parte propiamente naval en proporción es menor que la acción que se realiza en tierra, si eso es lo que te preocupa… a mi, justamente como amante de O’Brian y del tema marino y del siglo XVIII , casi hubiera echado en falta un poco más de mar. Pero no, la aventura es un todo compacto que funciona muy bien. Se lee de un tirón.
    Lo que siento es no haber podido aportar más datos del autor, pero es que no los he encontrado.

  10. Antígono el Tuerto dice:

    Gracias por aclarar el tema Ariodante; si el tema de la batalla terrestre es más importante (al fin y al cabo fue una operación anfibia de la Armada Británica) en la narración quizá sea más asequible su lectura para los que somos «legos» en temas navales.

  11. Nuruialwen dice:

    Mil gracias, Ario, me alegro de que la cabecera te pareciera buen «acompañamiento» a tus letras. Enhorabuena por las mismas, por cierto.

  12. Valeria dice:

    Yo he buscado durante mucho tiempo el libro de Pablo Victoria, sin éxito. Me tocará bucear por internet en alguna librería especializada en casos perdidos. Sabía que Ario iba a hacer la reseña de este libro, y estaba esperando sus comentarios. Me parece que va a ser uno de esos libros que me lleve para leer en la playa en mis próximas vacaciones, porque le tengo cierta devoción a Don Blas. Y parece una lecturas ligeritas para disfrutar con los pies entre la arena.

    Ahora mismito estoy con el libro de Añón ,»El Queche Hiena», y pasando por uno de esos trances en los que ves, una vez más, como en la historia de la Armada buenos vasallos estaban sometidos a malos señores, y me llevan los demonios. Apetece algo con final glorioso.

  13. ARIODANTE dice:

    Aaaah, mira que casualidad! Yo lo tengo a puntito; el primero de la lista para leer y reseñar. En cuanto acabe con el de Gabriel.

  14. Vorimir dice:

    da gusto ver que se hacen buenas novelas sobre personajes históricos de nuestro país poco conocidos pero que merecen ese reconocimiento.
    Sin duda Blas de Lezo es uno de ellos.

    ¡Buena reseña, Ario!

  15. Tasos dice:

    Hola, Sebastián.
    No tenía ni idea de que A. Vázquez hiciese esos comentarios tan desafortundos sobre los recién finados y que estuviese en esos dimes y diretes. Ahí le falla, si es así, «la sana deportividad». Saludos

  16. Tasos: Gracias por tu comentario. Más que por el tema de la poesía, puse el link por el último párrafo del post, donde hablo de la parte de la novela que se puede leer online y que, francamente, deja bastante que desear en cuanto a escritura.

    Ejemplo: «si el pánico no le dominaba ahora, para siempre con él estaría la ira». ¿Qué problema tiene la frase «la ira estaría para siempre con él», digo yo? Ahí no es cuestión de actitudes, sino de técnica, de capacidad.

  17. ARIODANTE dice:

    Vaya, Sebastian, al parecer sabes tú mucho más que yo de Alber Vázquez, y no parece derrochar simpatía…Los poemas me han parecido absolutamente inninteligibles y algo oníricos. pero la poesía no es mi fuerte.
    Sin embargo, sigo opinando que el texto de Mediohombre funciona bien como novela de aventuras. Al margen de que nos pueda caer más o menos simpático el autor, que, desde que he leído esos comentarios que citas, la verdad es que no me parecen muy afortunados.

    1. Javi_LR dice:

      Bienvenido, Bit. Creo que son tus primeros mensajes por acá.

      No sé muy bien a qué son debidas esas «actitudes», pero quizá busquen lo que en ti han generado. En cuanto a la frase, bueno, literatura ingrávida, supongo.

      Un abrazo.

  18. Tasos dice:

    Repito que no puedo juzgar porque no la he leído, pero ese primer capítulo me pareció abrupto y hacia el final hay una comparación o una metáfora, no recuerdo bien, «sobre la boca de un lobo» o algo así que me quitó las ganas momentáneas de hacerme con la obra. Pero ya veremos, abrá que leerla entera, no sé. Saludos.

  19. Valeria dice:

    Esperaba bastante más de esta novela. Tal vez por eso me ha quedado ls sensación de que he leído una novela «incompleta». Y no sólo por la falta de mapas en condiciones (me reconozco especialmente repelente con este tema, y asumo que mis necesidades no son las del editor o el lector común) sino por la abrupta forma de empezar y de terminar la historia. Los personajes apenas se pincelan con tópicos, y es verdad que el hilo de los hechos es el que te mantiene enganchado a la lectura. Pero aunque no le falta interés, le falta emoción.

    Y en absoluto es una novela de literatura naval. Si alguno la miraba de reojo pensando en encontrarse con eso (con bergas, estayes, guardias de cuatro horas y zafarrranchos de combate), puede dejar de lado sus temores. Otra cosa será que lo que busque no lo encuentre.

    Lástima, porque la historia, para mí, se merecía algo más.

  20. Valeria dice:

    Disculpen la falta de ortografía, me refería a vergas.

  21. ARIODANTE dice:

    Bueno, creo que ya lo decía yo en mi reseña: no es novela de mar, en absoluto, es novela de aventuras. Y falta una explicación histórica del marco, porque entra demasiado directo en la acción y acaba abruptamente, desde luego. Pero la aventura engancha, al menos a mi me enganchó. Lo que pasa es que tanto al principio como al final hube de ir a buscar información a la red, a ver si conseguía tapar huecos. Y de mapas, nada, monada. pero me temo que es un asunto de editoriales. No sé qué problema tienen con la geografía.

  22. Magnífica reseña Ariodante. Pero la novela de Vázquez no pasa de novela de aventuras. A nivel histórico deja bastante que desear. «Fabrica» un Blas de Lezo, una batalla de Cartagena de Indias y un siglo XVIII irreales por cuestiones de fondo.
    Vamos, que poco falta para que los ingleses aparezcan en la batalla con un submarino atómico y Blas de Lezo salga a repelerlos con un tirachinas.
    Cae, al final, en el mal endémico de toda la novela histórica española: un absurdo complejo de inferioridad que se perpetúa ignorando, chulesca y olímpicamente -y de eso Alber Vázquez sabe lo suyo-, el trabajo que hemos hecho en los últimos veinte años muchos historiadores poniendo las cosas en su justa medida.
    Vernon, sabía bien, o debía saber bien, que iba a meterse en la boca del lobo. Cartagena de Indias era una auténtica trituradora de carne humana gracias a sus defensas abaluartadas defendidas nada menos que por 3.000 hombres -aunque teóricamente, y mientras se demuestre lo contrario, eran cerca de 6.000-, más que de sobra para defensas de ese tipo en el que las ataca lleva las de perder y el que las defiende las de ganar. Es por esa razón táctica elemental por la que Vernon aparece ante la plaza con tantos barcos y hombres: no es que Inglaterra tuviera más recursos que España, es que, en buena lógica militar del siglo XVIII, sabían que para intentar, sólo intentar, tomar Cartagena de Indias iban a necesitar mucha carne de cañón. Esos son los justos términos del asunto que poco o nada quedan reflejados en la novela de Vázquez.
    Para saber más de esto, leed el número se septiembre de 2011 de «La novela antihistórica». Ahí tenéis todos los detalles. Un saludo.

  23. Antígono el Tuerto dice:

    Eso no es nada nuevo, lo mismo lleva haciendo Pérez Reverte hace años en sus novelas; y aunque soy fan de la saga de Alatriste lo cierto es que empieza a cansar que en sus novelas repita el autoflagelamiento español permanente.
    Lo cierto es que sí tienes razo´n; muchas veces se repiten el famoso cliché de «que buen vasallo si tuviese buen señor» cuando en España hubo de todo, buenos señores y malos vasallos, valientes y cobardes, hombres honorables y codiciosos, etc…
    Los españoles no hemos sido tan diferentes a franceses e ingleses.

  24. NOMBRE dice:

    ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII TUVO DOS GUERRAS CONTRADICTORIAS. LA GUERRA DE SUCESION DE 1707 A 1714 Y LA BATALLA DE CARTAGENA DE INDIAS DE 1741.
    FUERON DOS GUERRAS CONTRADICTORIAS, POR INTUICION SE DEDUCE LA FALTA DE MEDIOS QUE DEBIERON TENER EN 1741 Y QUE LOS MARINOS DEBIERON SER MUY BUENOS PROFESIONALES.
    PERO NADIE HABLA EN ESPAÑA DE ESAS DOS BATALLAS, TAN CONTRADICTORIAS. SE PASA APRISA Y CORRIENDO POR ESAS DOS GUERRAS. UNOS CAEN EN EL VICTIMISMO, EN LA EXAGERACIÓN, O INCLUSO LA MANIPULACION DE LA GUERRA DE SUCESION. Y LOS OTROS NO QUIEREN VER LAS CONTRADICCIONES QUE ESPAÑA TENIA EN EL SIGLO XVIII, ANOMALIAS.
    EL REINO DE VALENCIA DESAPARECIO A RAÍZ DE LA BATALLA DE ALMANSA, Y DE LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA. HASTA LAS CORTES DE CADIZ DE 1812 XÀTIVA NO RECUPERO SU ANTIGUO NOMBRE. EN VALENCIA HUBO UNA CIUDADELA HASTA BIEN ENTRADO EL SIGLO XIX. PERO LOS FUEROS DEL PAIS VASCO Y DE NAVARRA SIGUEN AHI, ESTAMOS EN EL AÑO 2012 Y SIGUEN TENIENDO LOS FUEROS MEDIEVALES. EL PAIS VASCO, INCLUSO DISFRUTA DEL CUPO VASCO.
    LA REINA BORBONICA, EN EL SIGLO XIX, EN 1830 DECIDIO QUE LA SANTA INQUISICION TENIA QUE SER ABOLIDA. Y CREO LA GUARDIA CIVIL. ES UN INSTITUTO ARMADO, REALIZA FUNCIONES DE FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO, Y AL MISMO TIEMPO ES UN CUERPO MILITAR. EN OTROS PAISES ESTA BIEN SEPARADO LO QUE ES EL EJERCITO, DE LO QUE SON LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO, QUE SON CIVILES.

  25. NOMBRE dice:

    EL REINO DE VALENCIA SUFRIO MUCHA REPRESION A LO LARGO DEL SIGLO XVIII. XÀTIVA FUE BAUTIZADA COMO NUEVA CIUDAD DE SAN FELIPE, Y HASTA LAS CORTES DE CÁDIZ NO RECUPERO SU ANTGUO NOMBRE. PERO LA CIUDAD DE VALENCIA TUVO UNA CIUDADELA HASTA BIEN ENTRADO EL SIGLO XIX.
    HAY OTRA ANOMALIA EXTRAÑA, DE LA QUE POCA GENTE HABLA EN ESPAÑA. LA OBSESION POR QUERER CONVERTIR EL IDIOMA VALENCIANO EN UNA VARIANTE DE LA LENGUA CATALANA. ES MENTIRA, ES UN ROMANCE DE ORIGEN LATINO. EL CATALAN, ES UN DIALECTO DEL PROVENZAL, Y RECIBIO MUCHA INFLUENCIA DEL VALENCIANO CLASICO, PERO EL ORIGEN ES DISTINTO. Y DESDE LOS PARTIDOS DE IZQUIERDA, LA DERECHA, HASTA LA REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA TODOS ESTAN INTERESADOS EN CONVERTIR EL VALENCIANO EN UNA VARIANTE DE LA LENGUA CATALANA.

  26. NOMBRE dice:

    OTRA MENTIRA DE LA QUE POCA GENTE HABLA EN ESPAÑA, NO SE PUEDE VIVIR DE LOS LIBROS QUE SE PUBLICAN EN VALENCIANO, EN CATALAN. APENAS SE LEE UN CINCO POR CIENTO EN VALENCIANO, EN LA COMUNIDAD VALENCIANA. Y SE LEE MUCHO MENOS EN CATALAN. AL MENOS, EN CATALUÑA, SON MAS COHERENTES, ESTAN EMPEÑADOS EN QUE LOS NIÑOS DOMINEN LA LENGUA CATALANA. PERO YA SABEN, QUE DE LOS LIBROS EN CATALAN, NO VAN A VIVIR. Y QUE LOS NIÑOS, CUANDO ACABEN EL BACHILLER NO VAN A ENTENDER BIEN EL ESPAÑOL, Y QUE VAN A TENER SERIOS PROBLEMAS EN LEER EN ESPAÑOL.

  27. NOMBRE dice:

    ES EVIDENTE QUE NOS ENTENDEMOS CON EL VALENCIANO, EL CATALAN, PERO MIENTEN EN LO QUE SE REFIERE AL ORIGEN DE AMBOS IDIOMAS. EL VALENCIANO, ES UN ROMANCE DE ORIGEN LATINO, CON CIEN AÑOS DE ADELANTO CON RESPECTO AL CATALAN. EL CATALAN, ES UN DIALECTO DEL PROVENZAL, CON MUCHAS INFLUENCIAS DEL VALENCIANO CLASICO.
    PERO HAN PRESIONADO DE MANERA BRUTAL, POR LA IZQUIERDA, POR LA DERECHA, PARA DECIR UNA MENTIRA ESTUPIDA; QUE EL VALENCIANO ES UNA VARIANTE DE LA LENGUA CATALANA.
    YO NO LE DEDICABA MAS DE UNA HORA A LA SEMANA AL ESTUDIO DEL VALENCIANO, DE MANERA OBLIGATORIA, ENTRE PRIMARIA, SECUNDARIA, BACHILLER.
    LA GENTE QUE ESCRIBE LIBROS EN VALENCIANO YA SABE QUE NO VA A VIVIR DE LA VENTA DE LIBROS EN VALENCIANO, SE LEE MUY POCO EN ESTE IDIOMA.
    ÉSTAN EN UNA POSICION QUE SE PUEDEN PERMITIR ESTOS LUJOS, ESCRIBIR EN UN IDIOMA QUE TIENE MUY POCA SALIDA.
    YA ES DIFICIL VIVIR EN ESPAÑOL DE LOS LIBROS, ES IMPOSIBLE VIVIR DE LOS LIBROS EN VALENCIANO, DE MANERA PROFESIONAL, COMO ESCRITOR.

  28. Pamplinas dice:

    Por favor, intenta escribir los comentarios en minúsculas.

  29. Antígono el Tuerto dice:

    a) Escribir en mayúsculas se considera hablar a gritos, lo que no es recomendable en el código de urbanidad en Internet.
    b) No veo que relación tiene lo que comentas con el libro.
    c) España no tenía anomalía ninguna en el siglo XVIII, tenía una estructura similar a otros reinos europeos, como Francia o las Dos Sicilias.
    A ver si empezamos a quitarnos el «Spain is different» que nos impuso Franco.

  30. JA dice:

    He leido el libro. Esta relativamente bien escrito. Se nota que debe ser de los primeros libros que escribe. Por otro lado, sorprende positivamente la capacidad de mantener el ritmo y la tensión hasta el final. En resumen, un libro recomendado. De esos que aumentan la autoestima colectiva de ser Español, últimamente tan denostada y socavada.

  31. Antígono el Tuerto dice:

    Yo preferiría que se centrasen más en los hechos reales, y que evitasen el autobombo patrio.

  32. Javier Monteagudo Soriano dice:

    Ariodante felicidades por tu reseña y me hecho con el libro lo que pasa es que en la Casa del Libro me han dicho otro título «Blas de Lezo el almirante patapalo» y el que cita por ahi Pintaious así que leeremos los tres y veremos a ver cual es mejor históricamente. Lástima que Luis Delgado no narre esto pero bueno de entre los tres se puede sacar una buena síntesis del tema. Te recomiendo la lectura de «La Colina de las Piedras Blancas». Esto de leer tanto Luis Delgado y tanto Salgari al final me voy a hacer un as en vocabulario y matería naútica. Excepcionales el ciclo de «El Corsarion Negro» que me lo calzado entero y extraordinario hasta ahora lo que he leido de «Sandokan». Gracias Salgari por escribir narrativa de esa forma.

  33. Muy buena reseña Ariodante. Me parece un libro correcto, sin más. Estoy de acuerdo con el tema de los mapas, aunque quizás para alguien que de verdad guste del tema puede echar mano de internet, aunque en ese caso dependeríamos de la tecnología. Sobre la narración, para mí, altibajos, con momentos brillantes y otros en donde, creo, el hilo argumental va un poco a la deriva, para hacer uso de la jerga marinera. Como bien dices el final me resultó algo abrupto, dejando muchas cosas en el aire, la reacción de Vernon ante la derrota, por ejemplo. Por lo demás, una novela interesante, si no tanto de aventuras como dices, más al estilo ficción histórica, con cierto toque Pérez-Reverteriano, si se me permite la comparación. Un saludo a todos.

  34. Vorimir dice:

    ¡Cuanto tiempo sin verte Capitán Daniels! ¿Por donde navegas?

  35. Saludos Vorimir! Cuánto tiempo! Emulando al Holandés Errante, apareciendo y desapareciendo entre la niebla. Encantado de volver a saludarte y a todos los demás (al menos los que recuerden a este humilde marinero).

  36. Ariodante dice:

    Vaya, Capitán Daniels, enhorabuena por tu retorno, aunque sea fugaz! Te vamos a llamar Capitán Guadiana…¿Qué tal todo?
    Pues sí, creo que desde que salió este libro han habido otros intentos de narrar esta historia, pero no los he localizado ni leído. No sé si mejores o peores. En fin, es un tema magnífico para una novela. Buenos vientos, Capitán!

  37. Antígono el Tuerto dice:

    Sí Ariodante, El Aventurero Vivar narra el asedio de Cartagena de Indias (vale, con flashbacks de los personajes en otros lugares). Aunque desde una óptica distinta creo yo, el protagonista no es ni Lezo ni el Virrey.

  38. Pintaius dice:

    También se ha publicado no hace mucho otra novela más que la que apunta Antígono, titulada «El héroe del Caribe», centrada en la defensa de Cartagena de Indias, aunque no puedo opinar de ella por no haberla leído.

  39. Nieves dice:

    Mediohombre es una novela histórica sobre la batalla de Cartagena de Indias en la que la potente armmada inglesa fue vencida por el estratega militar Blas de Lezo. El tema es tan interesante que casi puedes soportar la nula calidad literaria, con incorreciones y un lenguaje vulgar sin calidad artística. Un tema apasionante y un ordenador no son suficientes para crear una obra literaria.

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