MASONES EN LA NOBLEZA DE ESPAÑA – Javier Alvarado
¿Qué interés puede tener una historia de los aristócratas masones españoles? Aunque solamente fuera para tratar de poner algunos puntos sobre sus respectivas Ães, o matizar asertos que a fuerza de repetidos han sido dados por verdaderos, merecerÃa la pena el esfuerzo.
Algo asà es lo que trata de hacer el Catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UNED Javier Alvarado Planas con este libro.Â
Desde mediados del XVIII hay noticias de cierta actividad masónica en España, si bien muchas veces circunscrita a personas individuales que en sus viajes habÃan sido iniciados. Pero habrá que esperar al siglo XIX para que la masonerÃa tome carta de naturaleza en nuestro paÃs y comiencen a funcionar logias en diversas ciudades. La masonerÃa española siempre ha tenido sus particularidades y ha funcionado de una manera peculiar, de hecho durante los siglos XIX y XX se solicitó en varias ocasiones el reconocimiento de la Gran Logia Unida de Inglaterra, pero no ha sido hasta una fecha tan tardÃa como 1987 cuando las masonerÃas españolas han alcanzado este reconocimiento.
El autor va desgranando a lo largo del libro no solo la pertenencia o no de nobles a las diversas logias, sino también el devenir de estas en el contexto nacional. La nobleza siempre tuvo representación entre los masones, bien que no eran todos de los que se ha hablado, pues en ocasiones las propias logias daban a entender que tal o cual personaje pertenecÃa a la misma en busca del prestigio que su solo nombre otorgaba.
Los nobles (supongo que igual que otros estamentos), no siempre actuaban por mero convencimiento, sino en busca de prerrogativas, promoción social o por simple diversión, en el sentido de que eran lugares de debate y encuentro con personas de cierta relevancia y condición cultural, en unas épocas en las que no era fácil encontrar foros de este tipo. A partir del Sexenio Revolucionario (último cuarto del XIX), la nobleza prefiere otros cÃrculos de sociabilidad más tradicional (casinos, academias, cÃrculos literarios…) o directamente los partidos polÃticos.
Precisamente sobre estos: relata Javier Alvarado que una de las razones de la negativa al reconocimiento internacional de las masonerÃas españolas es que las logias, durante algunos periodos, jugaron el papel de facciones polÃticas cuando los partidos aún no existÃan, algo que va contra el espÃritu y la norma de la masonerÃa que prohÃbe expresamente debatir sobre ideas polÃticas o religiosas.
De cualquier modo, el autor trata de desmontar algunos de los argumentos que han alcanzado cierto eco a través de los tiempos como es la influencia de los masones en la pérdida de las colonias o el carácter izquierdista de sus miembros, sobre todo a partir de 1868. En algunos casos, apunta a todo lo contrario, pues en cuanto a la pérdida de las colonias, muchos de los masones de Cuba y Puerto Rico eran unionistas y en cuanto al carácter izquierdista o, al menos, progresista de los iniciados, idea que se extendió de forma interesada, sobre todo durante el franquismo, por razones obvias, relata la cantidad de masones que fueron fusilados o sufrieron persecución por el Frente Popular, y que, en algunos casos, tras librarse de una muerte segura, se enfrentaron a purgas en la Zona Nacional, precisamente por su condición de masones. En cualquier caso, parece demostrado que habÃa persona de las más diversas ideologÃas entre los masones, incluso militantes de Falange y, desde luego, monárquicos o simplemente conservadores que habÃan formado en las filas de la CEDA o el lerrouxismo.
Es una lástima que los editores no hayan tenido un poco más de atención con el libro en un aspecto que dado el carácter de la edición pensaba que estarÃa más cuidado, cual es el de las notas. Estas figuran al final, tras un breve diccionario de términos masónicos, y te puedes volver loco al consultarlas, hasta que descubres el error en que han incurrido, capÃtulos que tienen 30 notas, cuando vas a buscar alguna de ellas, resulta que solo aparecen 8 o 10, ¿cómo es esto?, pues porque se las han adjudicado al capÃtulo anterior o al siguiente. Un pequeño caos.
En cualquier caso, gran trabajo de Javier Alvarado, documentadÃsimo, con una bibliografÃa exhaustiva y mucho más ameno de lo que en principio pueda parecer.
Un gran trabajo, se perdona el lÃo con las notas pero ojalá lo remedien en una próxima edición.
Se disculpa, cómo no, pero da un poco de pena en una edición tan bien presentada.
Estoy de acuerdo con Espina, con que es un gran trabajo y con las notas.
Yo no soy muy aficionada a los libros de historia en general ( prefiero fantasÃa, acción, caballerÃa…) pero este me gustó mucho desde el principio. Lo considero un libro muy interesante, sobre todo si os gusta este género.