La editorial Ático de los Libros lleva algunos unos años publicando una serie de excelentes ensayos dedicados a los llamados Hombres del Norte, a aquellos conocidos popularmente como vikingos y todo lo que implica su universo geográfico, social, comercial, guerrero y diplomático. Me refiero a obras tan importantes como Vikingos. La historia definitiva de los Hombres del Norte de Neil Price y Los reyes del río. Una nueva historia de los vikingos desde Escandinavia hasta la Ruta de la Seda de Cat Jarman. Pues bien, a estos se ha unido recientemente la publicación del libro que hoy reseño, escrito por Eleanor R. Barraclough, profesora de Historia y Literatura Medieval de la Universidad de Durham. Su trabajo aporta una novedosa visión de aquellos hombres y mujeres que irrumpieron a escala internacional en la Alta Edad Media.
En primer lugar, su puesta escena se basa en los movimientos geográficos y la visión del mundo de aquellos viajeros, encauzados por los cuatro puntos cardinales como destino de viajes y exploraciones, y embarcados desde los puertos de Escandinavia, las Islas Británicas e Islandia. Pero además, la autora realiza una análisis comparativo de los factores y las características históricas de estos sorprendentes viajes realizados a los confines del mundo conocido, con las sagas nórdicas que se escribieron tomando como protagonistas a aquellos míticos y extraordinarios viajeros, conjuntando fantasía y realidad hasta casi confundirse irremediablemente. De esta manera, se refleja en las páginas de este libro una novedosa visión de aquel salvaje y atractivo mundo vikingo en el que arqueología y las sagas confluyen con la única misión de prestar luz y conocimiento a aquellos increíbles viajes.
Tras una escueta introducción en la que se presenta históricamente y geográficamente a aquellos Hombres del Norte, la autora pasa a dividir el ensayo en cuatro grandes capítulos, titulados y dedicados a los cuatro puntos cardinales que marcan en la historia de estos pueblos navegantes y viajeros, el destino de sus viajes y los conquistas en sus exploraciones por mar, ríos y tierra. De la misma manera, en cada uno de ellos se analizan una serie de sagas, no pocas, en las que la realidad histórica y arqueológica se ve reflejada en algunas de las escenas allí descritas, por muy borrosas que pudieran parecer. De esta manera, la autora pretende hilar y anclar la realidad de sus experiencias, no solo a los yacimientos encontrados o a los hechos históricos y comerciales con otros pueblos, algunos de ellos suficientemente documentados, sino también a los rocambolescos y llenos de fantasía relatos que han llegado hasta la actualidad.
De esta manera, el lector se sumerge en los viajes y las sagas que aquellos vikingos acometieron enfilando los cuatro puntos cardinales. El Norte se enmarca a sus contactos con los samis, en una tierra helada y llena de magia y monstruos, en un imaginario mítico, donde el comercio y la relación conflictiva con los señores de aquellas tierras al norte de Escandinavia, se mezclan con la mención en las sagas a terribles orcos, gigantes y trols asimilados a las rocas de los acantilados, salpicados por las olas y la nieve de una meteorología extrema. El Oeste se impregna de los viajes a la lejana Groenlandia, donde valientes y solitarios hombres y mujeres conformaron un bastión donde la Europa Medieval se conformó hasta su posterior total desaparición, por causa de una climatología adversa y a una vida dependiente del exterior y abocada al exterminio. Importante la referencia que hace a la estancia vikinga en Vinlandia, la costa de Terranova, y la referencia a sagas en los que pueblos inuit y otros nativos desconocidos convierten los relatos en historias lejanas y casi míticas.
El Este se caracteriza por la navegación por los grandes y extensos ríos como el Volga, que llevaron a los protagonistas de sus viajes, desde el sur de Suecia hasta las grandes estepas, para conformar el conocido y poderoso territorio del Rus de Kiev y consolidar sus relaciones comerciales con oriente. En este caso, sus sagas se llenan de mercenarios y extraños pueblos en los que la figura del dragón forma parte de ese imaginario exótico que definiría un territorio tan extenso como inexplorado. Y para terminar, el Sur señalado por dos lugares definitorios en la Historia medieval. Roma y Jerusalén fueron durante siglos reconocidos como el centro del mundo. La cristiandad también llega a los vikingos, quienes peregrinan en busca de penitencia y combaten en las cruzadas. Esto marcará dos contactos inevitables para ellos. Por un lado, el enfrentamiento con el mundo árabe conocido como Serkland y, por otro, el encuentro con Bizancio, conocida como la Gran Ciudad, llena de riquezas y centro de la cristiandad en Oriente, donde forman parte de la famosa Guardia Varega del emperador. Más al sur, solo queda el Paraíso Terrenal como objetivo inalcanzable de quienes en las sagas, buscan aquel lugar extraordinario y de belleza sin igual.
Con el transcurso de los años, de los siglos, estas historias notables se transforman en extraordinarias, muchas de ellas señaladas por rocas rúnicas y sagas coloridas. Las épicas travesías realizadas, en ocasiones se ven refrendadas por el descubrimiento de yacimientos arqueológicos, muchas veces relacionados en relatos míticos, de donde surgen leyendas que conforman las sagas que han llegado hasta nosotros. Todas estas pistas, desde las más fortuitas o anónimas hasta las más reconocibles históricamente y palpables por no pocos historiadores que las rebuscan y estudian, forman un conjunto de fragmentos que, reunidos en recónditas bibliotecas o territorios inexplorados, se reúnen en las páginas de este libro, a sabiendas de lo mucho que hay aún por descubrir. Como dice la autora al final de su magnífico estudio, «Mientras el pasado se desmorona por el paso del tiempo, las historias sobreviven. Lo demás es silencio»
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Eleanor Rosamund Barraclough, Más allá de las Tierras del Norte: los viajes vikingos y las antiguas sagas nórdicas, traducción de Joan Eloi Roca. Barcelona, Ático de los Libros, 2023, 384 páginas.
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La editorial Ático de los Libros lleva algunos unos años publicando una serie de excelentes ensayos dedicados a los llamados Hombres del Norte, a aquellos conocidos popularmente como vikingos y todo lo que implica su universo geográfico, social, comercial, guerrero y diplomático. Me refiero a obras tan importantes como Vikingos. La historia definitiva de los Hombres del Norte de Neil Price y Los reyes del río. Una nueva historia de los vikingos desde Escandinavia hasta la Ruta de la Seda de Cat Jarman. Pues bien, a estos se ha unido recientemente la publicación del libro que hoy reseño, escrito por Eleanor R. Barraclough, profesora de Historia y Literatura Medieval de la Universidad de Durham. Su trabajo aporta una novedosa visión de aquellos hombres y mujeres que irrumpieron a escala internacional en la Alta Edad Media. 
Pues a este libro le tengo que echar el ojo. ¿Menciona por un casual a Enrique Bernárdez, autoridad en el tema de sagas vikingas en nuestro país? ¿En la bibliografía quizá?
Efectivamente lo nombra como traductor de algunas de las Sagas más importantes. También a M. González Campo y S. Ibáñez Lluch. La bibliografía, mayoritariamente anglosajona, la incluye en las notas aportadas al final del libro sobre cada capítulo.
Hala, hala, otro a la saca. Vosotros queréis arruinarme.
Lo merece ;-)
Este tema me interesa, a ver si me agencio un ejemplar. Gracias, Íñigo por la reseña.