LOCURA NUCLEAR. LA CRISIS DE LOS MISILES DE CUBA – Serhii Plokhy
En octubre de 2022 los amigos de la editorial Turner publicaron, aprovechando el sesenta aniversario del suceso, Locura nuclear. La crisis de los misiles en Cuba de Serhii Plokhy, historiador de origen ucraniano y catedrático en la Universidad de Harvard. El tÃtulo, de casi quinientas páginas, aborda de manera pormenorizada uno de los capÃtulos trascendentales de ese conflicto latente y no declarado que fue la Guerra FrÃa (1946-1991) entre Estados Unidos y la desaparecida Unión Soviética. Pese a que este evento contemporáneo es bien conocido y sabido en la cultura popular es, como bien se puede leer en la contraportada, «una historia que siempre nos contaron desde la perspectiva estadounidense». Y es que en este ameno a la vez que intenso volumen, Plokhy hace una magnÃfica disección de todo lo que ocurrió desde los tres campos (estadounidense, soviético y cubano) brindando asà una deliciosa visión de conjunto que no deja indiferente.
Entrando en materia, Locura nuclear comienza con la presentación de dos de los personajes principales de libro: John F. Kennedy y Nikita Jrushchov. El primero, un «principiante» que acababa de llegar a la presidencia de los Estados Unidos; el segundo, el «amo del juego» tras llevar casi una década liderando la URSS. El autor desgrana con fluidez las conexiones previas a lo ocurrido en Cuba entre Kennedy y Jrushchov. Por ejemplo, en la propia carrera por la presidencia en Estados Unidos donde el dirigente soviético hizo cierto tipo de declaraciones públicas para beneficiar al joven candidato demócrata. Asimismo, Plokhy se acerca a ambos hombres para dibujar cuál era su perfil polÃtico y qué esperaban el uno del otro. Ganado su puesto en el despacho oval, las conversaciones iniciales entre los dos mandatarios sobre la cuestión alemana favorecieron ante todo a Jrushchov. Diplomáticamente, la inexperiencia del norteamericano en asuntos internacionales fue una de las razones de esto. El viejo zorro soviético creyó poder doblegar al joven presidente estadounidense: la significativa diferencia de edad fue un aspecto que afectó de modo indirecto a las conversaciones.
Entre los rifirrafes ocurrió el hecho desestabilizador que llevará casi a la confrontación directa entre ambas superpotencias. A cincuenta millas de las costas estadounidenses, el guerrillero Fidel Castro con sus barbudos de Sierra Maestra consiguieron derrocar al dictador Fulgencio Batista. Desde entonces la polÃtica cubana dio un giro de ciento ochenta grados. Las relaciones con Estados Unidos, cordiales al principio, se agriaron hasta que el lÃder guerrillero proclamó el carácter socialista de su revolución. Es justo aquà cuando hay una especie de cuenta atrás. La verdad es que Plokhy se sumerge en estos sucesos con brillantez. Tanto Kennedy como Jrushchov se vieron obligados a hacer algo con Cuba: uno no querÃa una revolución de este tipo a la puerta de casa, otro pretendÃa usar la isla como cuña contra su enemigo. Y es que al igual que los estadounidenses tenÃan misiles en TurquÃa apuntando a Moscú, la URSS aspiraba hacer un tanto lo mismo.
El deterioro de las relaciones entre Cuba-Estados Unidos llegó a su punto álgido en abril de 1961 cuando el estado norteamericano intentó una invasión de la isla con un ejército de exiliados. Rechazada, Castro se ve contra la espada y la pared. Es ahora cuando los pactos con la URSS se intensificaron. Jrushchov se erige como defensor personal de la revolución cubana y se propone el envÃo de material ofensivo para la defensa de la isla. El autor vuelve a sorprender con sus análisis. Personalmente, es una maravilla poder leer todo lo referente a las conversaciones que hubo dentro del Kremlin. Se trata en profundidad todo lo que concierne a tema militar. Al final, el dirigente soviético decidido a apoyar a su pequeño aliado y ordenó preparar la expedición que llevará al Caribe a 43.000 soldados y los famosos misiles balÃsticos con capacidad nuclear.
A partir de aquà los hechos se precipitan y la narración coge velocidad. Una vez en Cuba, el objetivo era preparar el terreno instalando las armas antes de que los estadounidenses se dieran cuenta. Por supuesto esto fracasó estrepitosamente y no porque no hubiera advertencias dentro del Kremlin. Dentro del gobierno de Estados Unidos y el cÃrculo Ãntimo de Kennedy la conmoción golpeó a todos, hay que responder, pero, ¿cómo? Se inició asà a mediados de octubre de 1962 una crisis internacional que llevó al mundo al borde del holocausto nuclear. Cuando uno avanza en las páginas y observa cómo se descubren los misiles y la posterior reacción de unos y otros, solo puede imaginárselos con las frentes sudorosas. Y es que la lectura te atrapa desde el primer momento, algo de agradecer en una obra de estas caracterÃsticas.
La parte central del estudio nos adentra en lo que ocurrió cada dÃa que pasó una vez los yanquis descubren los misiles con capacidad nuclear. Es una narración marcada por una creciente tensión en la que el historiador da voz no solo a los principales lÃderes, también a los subalternos. Es más, una las partes más interesantes es la recopilación de testimonios de los expedicionarios rusos, oficiales y soldados, algo que le aporta más profundidad al texto.
Pese a la sorpresa que produjo en la administración Kennedy el descubrimiento de los misiles ocurrió una cosa curiosa: ninguno de las dos partes cerró las lÃneas de contacto en un intento de que el embrollo acabara solucionándose por la vÃa diplomática. La crisis de los misiles, como se la conoció y se la conoce todavÃa, fueron dos largas semanas de tira y afloja entre soviéticos y estadounidenses. Los cubanos por su parte, pese a ocurrir todo dentro de su territorio nacional, fueron un mero peón en estas conversaciones. Aun no estando en el gran juego entre Estados Unidos y la URSS, Fidel Castro se reveló como un aliado soviético poco controlable, pero una pieza importante dentro del dialogo interno entre soviéticos y cubanos, sobre todo para aumentar la tensión durante los hechos como bien demuestra Plokhy.
El paso del tiempo hizo que el pánico a que un movimiento en falso causara un apocalipsis nuclear melló sobre todo el ánimo de Jrushchov, que empezó a forzar la maquinaria para llegar a un acuerdo. Mientras esto se hacÃa, la crisis llegó a su punto álgido cuando una baterÃa soviética derribó un avión U-2 el 27 de octubre, designado como el Sábado Negro. El cÃrculo de Kennedy le instó a tomar represalias. Mientras este grupo de halcones pedÃa usar la fuerza, los cÃrculos diplomáticos siguieron maniobrando con cada vez menos margen. El 28 de octubre, apenas un dÃa después y contra todo pronóstico, la esperanza de no llegar a una guerra nuclear vuele a aparecer después de la marcha atrás y ofertas soviéticas.
Llegados a este punto, el autor empieza a cerrar el volumen con las consecuencias. Estadounidenses y soviéticos llegan a un acuerdo, en parte secreto, en el que realmente ambos ganan y pierden, por lo que hay un empate. Sin embargo, de cara al mundo, la victoria recayó en las manos de Kennedy, ya que todos veÃan como los navÃos, misiles y tropas soviéticas apostados en Cuba abandonaron las aguas del Caribe para regresar a su patria.
La verdad, y siendo sincero, la obra me ha parecido muy redonda. Una magistral investigación por parte de Serhii Plokhy, del que no habÃa leÃdo nada. A todo esto, se une que la edición y traducción realizada por Turner es canela en rama; conteniendo además un pequeño apartado gráfico para que conozcamos de cerca los rostros de los protagonistas. AsÃ, y por todo lo que se ha contado en esta reseña, se me hace imposible no recomendarla muy mucho. La forma de narrar y tratar todo el episodio ha hecho que se convierta en uno de mis libros favoritos de 2022. Un trabajo concienzudo al igual que ameno y entretenido que es apto para cualquier lector interesado.
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Serhii Plokhy. Locura nuclear. La crisis de los misiles de Cuba, traducción de Verónica Puertollano. Madrid, Editorial Turner Libros, 2022 492 páginas.
Leà este libro, en su edición original, cuando salió en abril de 2021: espléndido. Relata muy bien el proceso del envÃo de los misiles a Cuba, su descubrimiento por los yanquis y el lÃo armado en la crisis. A destacar el papel de Castro, que no se limitó a ser convidado de piedra y, cuando soviéticos y estadounidenses empezaban a ponerse de acuerdo (yo los retiro, tú haces lo mismo con los que tienes en TurquÃa), presionó para que lo tomaran muy en serio (a fin de cuentas, Cuba está a 100 km de las costa de Florida). Bien por la reseña.
El volumen de Hastings indaga más en detalle en los prolegómenos en los tres paÃses en liza y echa mano de la inteligencia británica y de personajes muy cercanos a los hermanos Kennedy, como McGeorge Bundy. Ambos son excelentes estudios.
Bien por la reseña… Muy interesante.
Un tema que me ha interesado desde que era un chaval y empezó mi afición por la historia. ReenvÃo la reseña a los Reyes Magos. ;)
MuchÃsimas gracias por los comentarios.
Debo decir, siendo fiel a la verdad, que lo leà después de una recomendación que Farsalia me hizo en el foro. No me ha decepcionado. Fue uno de mis libros fav del año pasado.
Ahora no dudes en hacerte con el libro de Hastings…