LOBEZNO EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: SANGRE, ARENA Y GARRAS – Larry Hama y Marc Silvestri
“1937. Los Red Wings están ganado la copa, los Yankis están asegurando el título y yo estoy conteniendo a fascistas en un paso en mitad de la guerra civil española”, nos dice Lobezno mientras despedaza a unos cuantos nazis y legionarios en las montañas del País vasco. ¿No sabéis quién es Lobezno ni que hace en esta web? Por si sois de los primeros decir que es uno de los X-men, un famoso grupo de super-héroes de la editorial Marvel, ese de las garras y la inmortalidad de las películas con cara de Hugh Jackman. Y si sois de los segundos, pues en este cómic el famoso mutante termina envuelto en el conflicto español por antonomasia. Y así ya tengo excusa para colar un cómic de super-héroes en esta sacrosanta web.
Con eso de la inmortalidad uno pensaría que lo mismo en los años 30 vino dentro de las Brigadas internacionales o algo así, pero claro, si ese fuera el caso no podrían dibujarlo con su famoso traje con máscara. Así, el pobre Logan (su nombre real) está en Vancouver (Canadá) visitando a su amigo Puck (otro mutante pero mucho menos poderoso) cuando los villanos que acechan a Lobezno sin que este lo sepan lanzan un hechizo místico para localizarlo pero se le va de las manos y termina abriendo un vórtice temporal que engulle a los dos canadienses y los envía a la España de la guerra civil mediante una foto y el libro Por quién doblan las campanas que andaba leyendo Puck. Como se ve, un argumento super currado y trabajado, pero bueno, es un cómic de super-héroes, la suspensión de la incredulidad tiene que venir de fábrica.
Total, en un momento Lobezno derriba un Stuka que estaba haciendo pasadas para ametrallar a la multitud tirándole un estoque de torero que atraviesa al fuselaje y al piloto. ¡Olé! Bueno, y antes de eso, el vórtice temporal interrumpe una corrida de toros para distraer a las tropas republicanas, con tal mala suerte que el torero es mortalmente corneado. Sin embargo Puck recoge el capote y la espada y sigue con la corrida como si nada pero al final piden que indulten al toro por ser un animal muy valiente (¿un guiño a corridas sí pero sin matar animales?).
¿A quién se le ocurrió todo esto? Al famoso guionista Larry Hama, padre de Bucky O´Hare y quién antes de hacerse cargo de las historias de Lobezno a finales de los 80s había llevado con gran éxito las historias de los cómics de G.I. Joe, ese grupo de super soldados americanos. Todo muy bélico. Y la sensación que queda es que esto es una historia corta y en la que quizás Logan no llegaba tan rocambolescamente sino de manera natural pero le fue más fácil insertarla en la colección de grapas de Lobezno. Y se nota porque la historia en sí no tiene mayores consecuencias para los protagonistas y funciona perfectamente como una mini serie de cuatro números.
De hecho, cuando termina la historia propiamente dicha aun hay unas páginas de los villanos quejándose que Logan haya escapado y mostrando al nuevo villano que les ayudará (un clon malvado de Lobezno) y que poco pintan en un tomo autoconcluso tal y como ha sido editado este.
Estamos ante un cómic divertido de aventuras y luchas encarnizadas entre Lobezno, Puck y un grupo de soldados formados por miembros de las brigadas internacionales y republicanos contra nazis y tropas nacionales. Y sí, aquí no hay grises. Los buenos son Lobezno y los suyos y los otros los malos (que van con los Nazis, leches). Con todo el sabor de esas películas de Los doce del patíbulo, Los violentos de Kelly y compañía. Por cierto que dos de esos acompañantes son un escritor llamado Ernesto muy aficionado a los toros, al vino y a las mujeres y otro cuyo nombre nunca se dice pero no es otro que George Orwell.
Ya he dicho que todo son buenos o malos, pero no. Orwell protagoniza un momento muy intenso cuando un republicano se dispone a ejecutar aun niño porque sospechan que es un espía del bando nacional, pero Orwell se ofrece a ejecutarlo él y lo deja marchar. Vamos, que se muestra al menos que barrabasadas se podían hacer aquí y allí (aunque claro, más allí que aquí). El niño, que sí era un espía, decide no contar nada pero finalmente es obligado a hacerlo bajo amenazas.
Y es que los alemanes acaban de bombardear una ciudad llamada Guernica y Logan y unos amigos deben huir a las montañas perseguidos por los nazis y los refuerzos del bando nacional. Lobezno y su grupo deberán defender un paso montañoso para que no alcancen el campamento secreto. Y bueno, al menos desde l futuro llega también Lady Deathstrike, una archivillana enemiga de Logan, para igualar las cosas ya que da igual que haya 20 o 100 soldados y un tanque, no podrían hacer mucho contra un tipo indestructible con garras que lo cortan todo.
Marc Silvestri acompaña con unas estupendas ilustraciones muy de la época y tanto él como Hama pusieron cierto interés en documentarse en cuanto a armas, uniformes, etc. Y no deja de ser curioso ver a Lobezno liarse a garrazos con un puñado de legionarios.
En definitiva, puro entretenimiento ochentero del año 1991 (sí, es un cómic aun de estilo ochentero, para lo bueno) de manos de dos reputados artistas, cada uno en su campo, Larry Hama al guion y Marc Silvestri, uno de los grandes dibujantes de Lobezno y los X-men, a la pluma. Si os gustan los cómics de super-héroes y la historia sin duda os divertirá un rato. Pero no vayáis con la piel fina a indignaros porque es que ponen de malos a unos y los otros son los buenos, es que siempre los malos los mismos, blablabla bua bua bua o Lobezno irá a por vosotros. Estáis avisados.
Título: Lobezno en la guerra civil española: Sangre, arena y garras.
Autores: Marc Silvestri (dibujo) y Larry Hama (guion)
Editorial: Panini (2018)
Páginas: 80 (color).
Lo quiero…..
Pues aun no está descatalogado. ;)