LLOVERÁ TIERRA SECA SOBRE ANNUAL – Santiago Díaz Morlán

Hacía tiempo que no leía nada referido al conocido como el desastre de Annual, acontecimiento militar acaecido a las tropas españolas en Marruecos, entre junio y agosto de 1921. La huella que dejaron en mí, textos como los incluidos en las novelas Imán de Raúl J. Sender, El blocao de José Díaz Fernández, El nombre de los nuestros de Lorenzo Silva, los trabajos más puramente históricos de la editorial Desperta Ferro Ediciones en su libro A cien años de Annual. La Guerra de Marruecos, escrito por una docena de autores bajo la coordinación de Javier Macías, y el número publicado por la sección de Historia Contemporánea dedicado al Desastre de Annual, han impreso en mi cerebro una especial querencia a seguir leyendo y experimentando historias sobre un tema en el que se mezclan términos tan humanos como desapego, patria, cobardía, valor, vergüenza, traición, honor, ambición, derrota, muerte, supervivencia… entre tantos y tantos otros. La experiencia vital y mortal de los hombres que estuvieron allí, marcó una generación y dejó para la memoria todo tipo de recuerdos, más allá de la desacertada y desastrosa política africana llevada a cabo por una España dolida y ambiciosa, en una situación que resultó estar muy por encima de sus posibilidades económicas, militares, materiales y, como no, humanas.

Ha llegado a mis manos una novela, recientemente publicada, cuya trama principal ocupa precisamente aquellos terribles días del verano de 1921 que se desarrollaron en Marruecos, entre la ciudad de Melilla y la posición de Sidi Dris, formado por un puñado de endebles fortificaciones y blocaos españoles, que fueron tomados por la fuerza por las cabilas y que terminaron siendo la tumba de miles de españoles. Santiago Díaz Morlán, de la mano de tres ficticios protagonistas principales, acompañados de un buen número de personajes secundarios, algunos inventados y otros reales y testigos directos de lo que allá sucedió, ofrece al lector una sólida novela histórica, en la que entrecruza dos tramas principales. Por un lado, la acaecida en el frente de Annual, a lo largo y ancho de los combates que se sucedieron y, por otro, una trama que tiene como escenario principal a Melilla y una oscura investigación sobre un presunto caso de corrupción en los cuarteles de intendencia del ejército. Debo decir, que ambas tramas casan a la perfección en una narrativa que fluye paralela entre sí, en un interesante proceso descriptivo de sucesos reales y ficticios que se dieron antes y durante aquella gran y vergonzante derrota que tuvo importantes consecuencias en la historia de nuestro país.

El autor presenta los hechos en base a lo sucedido históricamente a nivel de fechas, de decisiones y hechos que se sucedieron tanto en la vanguardia de las posiciones españolas, como en la comandancia de Melilla. En esta situación, enfrentados los generales Manuel Fernández Silvestre y Dámaso Berenguer Fusté, el novelista nos sitúa en la novela desde el momento en que llegan noticias de la orden del paso del río Amekrán por parte de Silvestre, afrontando una posición lejana y proclive a provocar un enfrentamiento con las cabilas más belicosas de la zona, como así sucedió en Monte Abarrán. A partir de ese momento, y con las sospechas de Berenguer relativas a las ambiciones del comandante general de Melilla, la posición principal del ejército español en Annual pasa a encontrarse ante una posición desesperada. Es aquí donde dos de los tres protagonistas, el soldado del regimiento de San Fernando, Ángel Eslava, y el capitán del regimiento de Ceriñola, Diego Olarte, son testigos directos de  la cadena de decisiones equívocas, derrotas y abandonos sin sentido de las posiciones tomadas, que llevaron al desastre al ejército español, hasta la última posición del Monte Arruit.

Mientras, el tercer protagonista, un teniente de intendencia y ex policía, llamado Manuel Altamira, es enviado a Melilla para investigar una acusación enviada a Madrid denunciando la corrupción descontrolada por la que las acémilas, las provisiones y todo el avituallamiento de sanidad, se encuentran en un estado deplorable, a cuenta de quienes se están lucrando con este negocio. Esta situación llevará al capitán a adentrarse en la sociedad melillense y a relacionarse con aquellos militares que, lejos del frente, aprovechan la situación de guerra en su propio beneficio. Conforme avanza la novela, todo parece querer confluir en los culpables, no solo de esa corrupción, sino también de la penosa situación de las tropas españolas en plena retirada bajo el terrible sol marroquí. En las últimas páginas todo termina por cerrarse, en una confluencia de los tres protagonistas, formando parte de la conclusión histórica de aquel gran desastre militar de una España en una búsqueda infructuosa de glorias y victorias militares.

Lloverá tierra seca sobre Annual, es una novela bien escrita, tanto en su narrativa como a nivel literario. Su autor no utiliza diálogos exprés, como se lleva tanto en la actualidad de la novela histórica, sino que más bien escribe con conciencia de contador de historias y sentimientos, meditados y sonsacados de la mente de sus protagonistas, quienes analizan y expresan sus pensamientos sobre situaciones tan desesperadas, como las que se allí se encuentran. Esto le lleva a narrar los hechos de manera meditada, utilizando párrafos largos, intermitentemente intercalados con los diálogos, para confluir pensamiento y narración, mediante las que los tres personajes y los secundarios nos desgranan lo sucedido a su alrededor. Y lo hace ahondando en el esfuerzo, el miedo, la responsabilidad, el honor, la supervivencia, las dudas y los errores, de quienes lucharon o huyeron en los áridos páramos que tuvieron que recorrer bajo fuego enemigo, sin agua ni provisiones y controlando bala a bala en el uso de la munición. Los actos de valor, no pocos y muy reseñables, se entremezclan con  otros en los que la cobardía y el miedo impera entre quienes se sienten aterrorizados y los que dan la espalda a sus responsabilidades, unos siendo imberbes y novatos jóvenes llegados a África, y otros, oficiales y veteranos reacios a morir en aquella tierra abandonada de la mano de Dios.

Conforme se lee la novela, el lector se integra sin esfuerzo en lo que cuenta el autor con gran detalle y aparente facilidad. A los hechos militares descritos, la trama situada en Melilla aporta un caso de investigación casi policial, que enriquece la novela sin despegarse un ápice de los hechos sucedidos en el escenario bélico de aquel territorio. Todo fluye hilado a los tres personajes, en una novela bien estructurada, tanto a nivel de tramas como de personajes, trabajados con cierta profundidad, incluso en el caso de aquellos protagonistas históricos que, si bien no ocupan mucho espacio en la novela, dejan su impronta por su proceder y toma de decisiones. En definitiva, es una buena novela donde ficción y realidad confluyen sin molestarse ni pisarse en absoluto.

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Santiago Díaz Morlán, Lloverá tierra seca sobre Annual. Ediciones Pàmies, 2023, 416 pp.

     

10 comentarios en “LLOVERÁ TIERRA SECA SOBRE ANNUAL – Santiago Díaz Morlán

  1. Rosalía de Bringas dice:

    Qué interesante libro y reseña!!!
    El tema, desde luego, lo es…
    Creo que se la voy a pedir a los Reyes :)

  2. Iñigo dice:

    La novela está muy bien construida, maneja los tiempos de los eventos de aquel desastre especialmente bien, y además le añade un toque de suspense que aporta un plus de interés a una serie de tramas que se cierran y se cruzan muy bien en su conclusión. Merece, merece.

  3. hahael dice:

    Buena pinta, sí. Gracias, Íñigo.

    1. Iñigo dice:

      Merece la pena si te gusta el tema. Una novela que atrapa y está muy bien escrita.

  4. juanrio dice:

    Gran reseña Íñigo. coincido contigo en tu análisis de la novela, muy bien construida, muy apegada a los hechos históricos sin que estos se apoderen de la trama. Todo un descubrimiento.

    1. Iñigo dice:

      Habrá que seguir de cerca a este escritor…

  5. Rosalía de Bringas dice:

    Comprados sendos ejemplares para regalar en Reyes:)

    1. Iñigo dice:

      A ver si acertamos ;-)

  6. Santiago Díaz Morlán dice:

    Gracias de todo corazón. No creo que exista mayor motivación para un autor que el haber conseguido entretener con cierto rigor a un lector. Si una novela no lo consigue, habrá fracasado. Me siento honrado de haberlo conseguido además con alguien de exigente juicio crítico.
    Un fuerte abrazo y gracias de nuevo

    1. Iñigo dice:

      No sabes lo que se agradece que un escritor se pase por esta su casa, para aportar su comentario a una web que ama la literatura histórica. Y como habrás leído no soy el único por estas tierras al que le ha gustado tu novela… Bienvenido y te esperamos por aquí más a menudo.

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