LAS PUERTAS DE SEDA – Olalla GarcÃa
Olalla GarcÃa, (Madrid, 1973) autora del libro, es historiadora, y tras licenciarse realzó diversos cursos de especialización en el mundo de la Antigüedad tardÃa, sobre todo Persia y el imperio romano de Oriente medio. Ella misma describe sus motivaciones: «Me gusta mucho la Antigüedad TardÃa, durante mucho tiempo se ha considerado que era una época de declive entre el esplendor del imperio romano y el mundo medieval, cuando en realidad es un perÃodo interesantÃsimo, de gran efervescencia cultural y con profundos cambios sociales (debidos, en gran parte, a la consolidación del cristianismo». Tras estudiar en Salamanca, Bolonia y ParÃs, impartió clases en la Universidad de Alcalá, donde actualmente reside. Su primera novela, Ardashir ya fue ambientada en Persia, como Las puertas de seda. En la última, El JardÃn de HipatÃa, concentra la acción en la ciudad de AlejandrÃa, todo un mundo en la Antigüedad.
Las puertas de seda es, esencialmente, una novela de aventuras, con la dosis adecuadamente medida de intrigas, acción, viajes, luchas, amores y desamores, emoción y reflexión. Ambientada, y muy bien ambientada, eso sÃ, en el Oriente Medio: la Siria romana y la Persia sasánida, en plena guerra. En la primera parte de la novela tiene lugar la derrota y captura del emperador Valeriano frente a las ingentes tropas al mando del sasánida Shapur, rey de reyes. Hechos que ocurren en 260 d.c. y que conllevan la ocupación y destrucción de AntioquÃa, dando el marco histórico a la acción.
La estructura de la obra, tras un terrible prólogo persa, se divide en tres partes: La canción de AntioquÃa, La otra orilla del Tigris y Las puertas de seda, que van correspondiendo a un lado u otro del Tigris, según el momento. La narración parte de dos puntos opuestos, el romano y el persa, y sigue una lÃnea al principio paralela que poco a poco se convierte en convergente, hasta el momento en que las dos lÃneas se cruzan. Cada capÃtulo comienza con el nombre de un personaje, aunque la narración se hace en tercera persona, pero una tercera persona que nos hace entrar en los pensamientos, emociones y acciones de todos y cada uno de los pobladores de este mundo de ficción.
Además de esas dos lÃneas principales, hay una serie de ramas que hacen frondoso este árbol narrativo: las integrantes del harén persa y sus eunucos, con sus intrigas, sus envidias, sus odios; los miembros de la sociedad antioquena, la vida civil, las familias, los posibles matrimonios, la palestra, los sueños y los planes para el futuro; los miembros de la milicia con los que se relaciona EurÃmaco; los traficantes de esclavos… etc.
Dos hermanos, Heraclea y EurÃmaco, muy unidos emocionalmente, cuyos destinos se ven truncados por la guerra, inician un recorrido forzosa, brutalmente separados. Y ese periplo les lleva de la AntioquÃa romana, su patria natal, al paÃs sasánida. Al mismo tiempo, hay otra serie de personajes secundarios que recorren las ramas narrativas que he citado: Pulqueria, la criada de Heraclea, y amante de EurÃmaco. Aristodemo, el primo legal; Teogenes, el marido ideal para Heraclea; Temistio, decurión romano; Arzog, una esclava persa y también amante de EurÃmaco; Humay, el shabestán, eunuco que controla el harén del noble persa Tahmasp; éste y su hermano el azad Vahram, enamorado de Pulqueria; Morvarid, la primera dama del harén, intrigante y terrible en sus odios; Sem, el guÃa que conduce a EurÃmaco por los caminos persas; Dostag, el niño esclavo del harén; y unos cuantos más.
Ante la guerra inminente, EurÃmaco decide alistarse en el ejército de Valeriano y en el asedio de Edesa se le da por muerto. AntioquÃa es arrasada y Heraclea, con Pulqueria, apresadas y llevadas al harén del azad Tahmasp como concubinas. Pero EurÃmaco no muere e inicia una búsqueda desesperada de su hermana en territorio enemigo, guiado por Sem, un juzistanà de rudas costumbres. Las aventuras se suceden, el viaje se alarga, y mientras tanto, paralelamente asistimos a las intrigas del harén donde Heraclea y Pulqueria tratan de sobrevivir.
Es una historia donde prima el punto de vista femenino, en mi opinión; incluso en los pensamientos de EurÃmaco las mujeres ocupan un estatus y una libertad que quizás sea una manera de pensar demasiado actual. Los pensamientos de Humay, el eunuco, también conceden a Heraclea una posición especial. Por descontado, hay malvados y violentos, y hombres muy agresivos cuyo trato a las mujeres es lo que se espera en aquellos tiempos. Pero los razonamientos de Heraclea, los pensamientos de Arzog, los de Pulqueria impregnan de femineidad la narración.
El lenguaje es muy atractivo, incluso altamente poético en algunos tramos, introduciendo tanto términos romanos como persas, para lo que se dispone de un glosario de términos al final del libro. Los diálogos son ágiles, aunque quizás introduzca algunos temas que quedan un tanto en el aire, como las referencias filosóficas y religiosas al cristianismo, mazdeÃsmo, los dioses grecorromanos… Hay una pulsión entre Oriente y Occidente, que se detecta no sólo por la contraposición de los personajes y sus costumbres, sino por las ideas que unos y otros mantienen. Quizás esto serÃa lo que flojea un tanto, porque parece venir un poco a contrapelo. Las inclinaciones filosóficas de Heraclea no son demasiado creÃbles, y podrÃan ser prescindibles.
En resumen, la narración mantiene el interés muy bien dosificado, y el marco histórico tiene un exotismo oriental que le da un carácter muy sugestivo, pero es un escenario de la ficción. Los únicos hechos históricos reales son la batalla de romanos y persas, la toma de Edesa y de AntioquÃa. Pero la historia personal de los integrantes de la acción es pura ficción, una ficción imaginativa, llameante, emocionante, que mantiene al lector pegado a las páginas sin saber hasta el último momento cómo va a acabar.
La edición de Espasa es muy cuidada: tapas duras, tacto agradable, bonita portada, un único mapa en la contraportada, y un tipo de letra muy visible.
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Me ha gustado mucho la reseña Ario, aunque por lo de el peso de lo femenino en la novela quizás no me acabase de enganchar. Aunque parece que está bastante bien conseguida. Un par de preguntillas:
-¿Hay mucha acción? ¿como está narrada?
-Cuando dices lo del «terrible prólogo persa» a que te refieres?
Interesante reseña Ariodante, de una novela que tengo por ahà guardada (regalada por mi suegra) y a la que no me habÃa atrevido a hincarle el diente.
Tal vez ahora.
Terrible por lo violento, Vorimir, al menos para mi tierna sensibilidad…Pero soportable. Y si, hay acción. Ya digo que es una novela de aventuras, no de disquisiciones filosóficas.
Cuando me preguntas cómo está narrada, me planteo si es que no habré escrito bien mi reseña…¿A qué te refieres, exactamente, Vori?
Me referÃa a como estaba narrada la acción, no la novela.
Si era muy cruenta, superficial, en primera persona, en plan batallita…
Hay algunas escenas cruentas, sobre todo por parte persa, (la de la castración del eunuco es bastante tremenda), pero por lo general, hay un equilibrio entre violencia y otras escenas, unas más tiernas, otras más de tensión psicológica (las del harén, por ejemplo)…Ciertamente que no se profundiza en exceso en el interior de los personajes, y está narrada en tercera persona, aunque la narración vaya sltando de unos personajes a otros, para que la acción se siga de modo paralelo.
Batallitas no hay, …bueno, hay una batalla, pero sólo una, y vista desde el punto de mira de EurÃmaco, que participa en ella.
Pero de ningún modo es una novela «para mujeres», ojo; cuando digo que prima el punto de vista femenino es porque creo que es asi, que predomina sobre el masculino, pero existen ambos. Quizás la autora no haya sabido o querido dejar de translucir esa femeneidad. En su obra posterior, El JardÃn de HipatÃa, el protagonista principal y la mayoria de secundarios son masculinos y le queda impecable…de hecho creo que es mejor novela. pero vamos, que ésta se lee muy bien, la acción funciona y los personajes, si bien no están tan cuidados como en la siguiente, están correctos.
A mi modesta opinión me parece una obra muy buena. Hay poco novelado sobre la cruel y refinada Persia Sasánida, y Olalla, experta en el Oriente clásico, borda la apatÃa anÃmica de la sociedad romana de la época. Además muestra como se impone el incipiente feudalismo persa a un débil estado romano incapaz de mantener intactas todas sus fronteras al mismo tiempo. No es una novela de batallas, es una novela de aventuras que engancha desde el principio por su exotismo y calidad.
Olalla u Olaya ??????
Hombre, Ipi, ¡cuanto tiempo sin leerte! ¿qué es de tu vida?
Olalla, of course!
Enhorabuena por la reseña Ariodante. Confieso que desde que leà la primera novela de esta autora me siento irremediablemente subyugada por su prosa y su estilo narrativo. No sólo me transmite, me transporta a la época que narra y la vivo al tiempo que la disfruto. Me encandila su lenguaje, sus matices, la riqueza de términos que siempre emplea y la brillantez en su uso. No sé cómo, pero en las dos novelas que he leÃdo de ella (Ardashir y ésta ahora reseñada), he acabado prendada de alguno/s de sus personajes «secundarios» y me he quedado con ganas de saber mucho más de su historia.
También reconozco que prefiero su «Ardashir» a «Las puertas de seda», y que estoy dándole algo de tiempo a su Hipatia para leerla con objetividad (en la medida de lo posible) y no bajo el «prisma de un prejuicio positivo» dando por sentado lo mucho que me gusta el estilo de Olalla.
En fin…. qué más decir……. que buena reseña para una buena autora que combina con rigor y credibilidad la historia y la narrativa. Al menos yo disfruto con ella muchÃsimo.
Felicidades Ariodante.
Saludos.
Gracias, Lauren. Oye, supongo que sabes que tengo hecha la reseña de El jardÃn de HipatÃa, tambien en estas páginas…