LAS GUERRAS PÚNICAS – Adrian Goldsworthy

LAS GUERRAS PÚNICAS. Adrian GoldsworthyAdrian Goldsworthy -Historiador británico, autor de este ensayo, uno de sus primeros libros- nació en 1969, doctorándose en 1994, por lo que aún no se le puede considerar un «cuarentón» y ya está considerado como un gran estudioso de la historia militar antigua, reconocido así por los críticos y por el público (frecuentemente, aparece como experto en documentales de Canal Historia relacionados con su especialidad. Wikipedia®).
Sus biografías y ensayos sobre César en Caesar: Life of a Colossus, o estudios como su The Complete Roman Army, o The Roman Army at War y sus Grandes generales del ejército romano. Campañas, estrategias y tácticas, han obtenido grandes elogios. Un escritor que promete pues tiene muchos años por delante para deleitarnos con nuevos ensayos sobre grandes batallas y personajes militares, que son las historias que nos gusta leer a los hislibreños.

Compré este libro sin gran entusiasmo, lo tenía en mi pila de amontonados para el futuro, pensando que resultaría una obra densa y pesada. Tras leer dos novelas de un autor español basadas sobre el mismo tema, sentí la necesidad imperiosa de conocer los hechos de mano de un erudito en la materia y poder contar con una base más fidedigna de las Guerras Púnicas, no quedarme sólo con las novelas mencionadas.

Cuál fue mi sorpresa al encontrarme ante un relato ameno y de lo más didactico. No se limita a narrar las batallas con precisión, sino que describe con minuciosidad el arte de la guerra, el sistema militar cartaginés, la formación de los ejércitos romanos, etc.

Basándose siempre en los textos antiguos de Polibio y Livio, contrasta situaciones con hipótesis pausibles, dentro del marco de lo razonablemente lógico. No dando demasiado crédito a lo que pudieran ser propaganda romana en beneficio o detrimento de Roma o Cartago y sus generales.

De la misma manera describe las formaciones del ejército púnico de Aníbal, más convencionales y la composición de las legiones romanas, desde los triarii o los velites, a los manípulos de hastati y principes. Acabando el libro con una cronología de personajes de la época, unos apéndices sobre el sistema político republicano y el ejército consular.

Para mí ha resultado ser un libro muy completo, ya que no se limita a la narración de las tres guerras, sino que además nos sitúa en esa época histórica con un estudio analítico de lo que ocurrió en el Mediterráneo, desde la muerte de Alejandro Magno hasta la destrucción de Cartago, un siglo de duración en el que acaecieron la división de las conquistas de Macedonia, la caída de los púnicos y el comienzo del imperio romano.

La edición de Ariel nos obsequia con 16 mapas y esquemas de las batallas más trascendentales, que aunque no son muchas, vienen muy bien para una mejor comprensión del texto. Con 447 páginas de rigor histórico, escrito con cautela.

Lo dicho, un libro muy interesante, agradable e instructivo. Os lo aconsejo.

Un abrazo.

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72 comentarios en “LAS GUERRAS PÚNICAS – Adrian Goldsworthy

  1. farsalia dice:

    Qué suerte, Akawi: yo no lo encontré para nada ameno, sino denso, farragoso en las descripciones de batallas y tremendante aburrido…

  2. Incitatus dice:

    A mi Goldsworthy me encanta así que no digo nada más.

  3. farsalia dice:

    «tremendante» no, tremendamente… leñe.

  4. juanrio dice:

    Gracias, Akawi. Has encendido en mi la bombillita de «leelo». Lo anoto en mi libreta de pendientes y espero que me guste tanto como a tí.

  5. Rodrigo dice:

    Pues si te ha parecido didáctico, ameno y completo, Akawi, me parece una gran recomendación. Más para un lego, como servidor. Me apunto al libro.

    Saludos.

  6. Aretes dice:

    Akawi, te vas a acabar especializando en esto de las guerras, tácticas, ejércitos y armamentos.

    Tu recomendación tiene más valor por venir de alguien que no le apasionan esos temas y entiendo que si el libro es tan ameno, se puede leer sin la sensación de ir cargando con un ladrillo al cuello.

    Lo apunto. Gracias

  7. Akawi dice:

    ¡Hombre Farsalia! Siempre hay que tener en cuenta que es un ensayo pero para mí no ha sido nada farragoso, lo mismo es que lo leí con mucho interés.
    He leido otros ensayos mucho más densos y con demasiados datos, tanto en el texto como a pie de página, que te dejan un poco aturdida de tanta información.
    A mí me ha venido muy bien, entre otras cosas para saber la composición del ejército romano, el senado y tal y tal………..

    Gracias a todos por los comentarios, esto me anima.

  8. sanpifer dice:

    A mi me encanta este libro, de hecho, cuando apareció la reedición con tapa blanca y título distinto, estuve a punto de comprarlo pensado que era una novedad, pero al ojearlo me sonaba demasiado, demasiado (¿marketing de Ariel?)

    Tengo también el de Generales, y desde mi humilde punto de vista, Goldsworthy y Fernando Quesada son los referentes obligatorios que todo «romano» debe conocer….

  9. Derfel dice:

    Una duda, Akawi: ¿Cómo una apache ha llegado a interesarse por lo ocurrido en otro continente tantos siglos antes?

    Muy amena tu reseña. Hau.

  10. cavilius dice:

    Pues sumo tu honesta y sincera opinión sobre el autor a las de otros que piensan lo mismo, y lamento que este buen hombre haya aplicado su genio e ingenio al mundo romano en lugar de al heleno.

    Saludos.

  11. Sargalab. dice:

    Seguro que tambien es otro tocho antirromano.Que ahora está muy de moda ir contra Roma y su legado.

  12. Max Staub dice:

    Esque Roma hizo mucho daño… (léase con risitas de fondo y cara pícara)
    Imagínate tu todo lo que podria haber pasado sin los romanos conquistando medio mundo…

  13. Sargalab. dice:

    Si, fijaos qué pupa. Trajo el imperio de la ley, la primera administración moderna, el desarrollo de una lengua de cultura comun millones de personas repartidas por 3 continentes, una excelente red vial…¡qué cosas más feas!

  14. Akawi dice:

    Derfel, porque soy ciudadana del mundo mundial. Y me gusta aprender un poquito de cada sitio, lo cierto es que me gusta más lo griego que lo romano, pero para hablar con conocimiento de causa, tengo que conocer lo que ocurrió con Roma.
    De acuerdo completamente con Cavilius, ja, ja, ja,….

  15. lola2 dice:

    Hola a mí me encanta este autor y el libro me parecio muy completo.

  16. Clío dice:

    Bueno, Akawi, te veo guerrera, pero me gusta ese espíritu tuyo, no sé si algún dia leeré algo de esto, pero me ha parecido estupenda la reseña por lo clarita que es. En una de estas te veo pintando soldaditos romanitos…..

  17. Koenig dice:

    Buenos días.

    He tardado un poco en felicitarte por tu reseña, Akawi, porque no estaba seguro cual de los libros sobre el tema, de los bastantes que leí en tiempos, era este. Localizado en la biblioteca de casa, concuerdo en todo lo que dices. Interesante, bien escrito, con datos a porrillo y sobre todo con un especial cuidado a la hora de relatar la primera y la tercera guerras púnicas, así como la parte de la segunda que no tiene que ver directamente con Aníbal. Que si, fue un tipo estupendo que cruzó los alpes con sus elefantes, pero… ¿No acaba por resultar un poco pesado?

    En fin, antes de terminar, recomendarte tan solo que tengas cuidado, o podrías ser abducida por el lado oscuro de la historia.

    Saludos.

  18. Uther dice:

    De este autor he leido, El Ejercito Romano, Grandes Generales de Roma (A quien se le ocurriría quitarle el nombre original «En el nombre de Roma») y César. Y tengo en la «pila» éste que comentáis, bueno el que han publicado recientemente con otro nombre.

    Así que ya podréis imaginar cual es mi opinión sobre el Sr. Adrian…

    Buena reseña Akawi.

  19. Sargalab. dice:

    Akawi:
    Los griegos eran turbulentos, tornadizos y consumados maestros de la bronca facil.Mucha leyenda rosa.

  20. Aretes dice:

    Otro romano…

  21. Clío dice:

    Sí, otro…..

  22. Valeria dice:

    Yo no diría «otro romano», sino «otro que no sabe que entre el blanco y el negro hay una infinita gama de grises».

  23. Germánico dice:

    Me gustó mucho su biografía de César, y me gustaron el de los generales romanos y el del ejército. Pero este que comentas, Akawi, me aburrió soberanamente.

  24. farsalia dice:

    Vaya, menos mal, me sentía un bicho raro, jiji.

    La biografía de César es soberbia.

  25. Uther dice:

    Vaya Germánico, precisamente el que me queda pendiente.

  26. Akawi dice:

    Sargalab, creo que cada uno tenemos nuestros buenos criterios para optar por una época u otra de la historia, pero eso no es lo importante, lo realmente interesante es que nos apasiona la historia y leémos historia.

    Por cierto Koenig, ya estoy abducida desde que empecé en Hislibris.

    El libro es el primero que leo de este autor, tendrá mejores y peores, pero insisto, a mí me ha gustado. Le eché mano después de leer Africanus y Las legiones malditas, por eso me apetecía saber algo más fidedigno sobre el tema, y leí el ensayo.
    Aunque no debo descartar el buen consejo que me da Germánico y tendré que leer la biografía de César para hacer comparaciones.

    ¿Es qué una griega no puede leer cosas de romanos? ja, ja, ja, …
    Lo de pintar soldaditos Clío, decididamente no; estoy un poco mayor, con poco pulso y menos vista. je je je..

    Gracias por los ánimos a todos.
    Abrazos

  27. Sargalab. dice:

    Hombre, es dificil negar a estas alturas de la investigación historica, lo inflado que esta el «mito griego», ya sea la tan mentada «democracia ateniense» como la historieta de Alejandro «el grande».De todas formas, mis antiguos preferidos siempre han sido los sumerios.

  28. cavilius dice:

    Oooooye… ¿Cuánto hace que al final de cada reseña hay un enlace a la imagen de su cabecera original?

    Qué adelantos técnicos, qué progreso, qué todo…

  29. Aretes dice:

    ¿me lo repite?

  30. Rodrigo dice:

    Qué bonito, ¿eh, Cavi? Lo noté recién esta mañana. Opera desde la reseña del pasado 6, la de «El Príncipe del Renacimiento».

    Aretes, Cavilius se refiere a que al pie de cada reseña ahora aparece su correspondiente cabecera en escala reducida. Y haciendo click sobre ella, se la puede ver en su tamaño original.

    (Traductor del griego al castellano ofrécese. Tarifas muy convenientes. No se garantiza misma fiabilidad en traducciones del castellano al griego.)

    ;-)

  31. Akawi dice:

    ¡¡Anda mira tú!! Pues no me había fijado.
    Es magnífico poder ver las reseñas con su imagen original. Felicidades a los que corresponda.

  32. cavilius dice:

    Gracias, Rodrigo. Pero no es una cuestión de idiomas; es que a Aretes hay que dárselo todo mascadito…

  33. Aretes dice:

    Desde luego, Cavi. Hay días que me tienen que traducir hasta los mimos.

    Gracias Rodrigo.

  34. juanrio dice:

    Pués yo no veo el cuadradito. No sé si será el idioma, o que la papilla tiene grumos, pero no lo veo….

  35. Aretes dice:

    Al pie de la reseña, no es un cuadradito, más bien la miniatura de la imagen de cabecera que había en su día.

  36. juanrio dice:

    Me temo que en mi caso es un cuadrado con una equis roja y si pincho en ella me deniega el acceso. Ya sabéis, los filtros que ponen las empresas…

  37. Koenig dice:

    Buenos días.

    «Por cierto Koenig, ya estoy abducida desde que empecé en Hislibris.»

    Me refería al lado oscuro, Akawi, ese que trata de soldaditos, y batallitas y que no dsitingue entre griegos y romanos… :-)

    Saludos.

  38. Urogallo dice:

    Buen libro y buena reseña Akawi.

    Yo, sinceramente, lo encontré bastante interesante. Siendo tremendamente fácil encontrar material sobre la guerra de Aníbal y la segunda caida de la poderosa Cartago, no lo resulta tanto conseguir algo decente sobre las otras dos guerras púnicas.

    Especialmente, encontré de lo más interesante el prologo con su descripción del combate en la edad antigua. Revelador.

  39. Akawi dice:

    No Koenig, al lado oscuro no creo que caiga, todavía me siento bastante coherente, al menos eso creo yo. Y tengo otras muchas cosas mejor que hacer, ja, ja, ja…. Eso te ha pasado a tí con los feegles esos y libros filosóficos-destructores de la personalidad

    Sr.Urogallo, me gusta ver que apareces de vez en cuando, eso es que sigues vivo.
    Con respecto al libro, lo que digo yo, que en general es interesante
    a mi me encantó su descripción de la composición de los ejércitos, sobre todo del romano.
    Gracias, un abrazo.

  40. Ascanio dice:

    Hola, Akawi.
    Me ha encantado tu reseña, y la verdad es que anima a leer el libro. De este buen señor he leído el de «Grandes generales blablabla» que me gustó mucho (aunque le faltaban mapitas), y tengo pendiente el de César (que me costó sólo 14 euros en El Rastro, gracias a pepe). Te ha pasado como a mí en otras ocasiones: termino de leer una novela (a veces ni la he acabado del todo) y ¡pimba! me dedico a coger todos los ensayos que puedo para ampliar. Con lo cual, la pila de libros a medio leer empieza a convertirse en una obscenidad…

    (PS: sí, ya sé que lo de los 14 euros lo he dicho antes, pero es que no puedo evitarlo…ji…)

  41. Akawi dice:

    Gracias Ascanio, que suerte tuviste al encontrar el de César por ese precio, no creo que yo tenga la misma suerte.
    Aunque, pensándolo bien, ahora en Murcia está la Feria del Libro y pienso darme una vuelta con mi lista de «próximas comprar», a ver si encuentro algo a buen precio.

    Por otro lado deciros que el libro de Las Guerras Púnica, reseñado en esta página lo tenéis disponible en Ediciones Evohé, lo acabo de ver, por si a alguno os interesa comprarlo.

    Abrazos

  42. César dice:

    Hola, Akawi

    Agradezco el resumen sobre la obra de Goldsworthy, a quien no conocía. Normalmente los historiadores anglosajones tiene una visión algo parcial de la historia antigua pues ellos se reivindican los hacedores de la modernidad por sus conquistas militares. Creo que es importante, si citamos a Polibio y Livio (que significa «malignidad», en latín), también debemos citar a los historiadores del «otro lado»: hablar de un Barça-Madrid contando sólo con la opinión de Ramón Calderón no sería justo para los culés… por eso creo que para hablar de las guerras púnicas, resulta indispensable consular a Polibio y también a Gisbert Haefs. Al haber nacido en Alemania, al otro lado del Rhin, tiene un cierto distanciamiento para hablar de las guerras en este lado de Europa. Sobre las supuestas bondades romanas propondría leer a Howard Fast (Espartaco) pero creo que cualquier civilización que impone sus dioses, su moneda y su lengua, así como su sistema administrativo con el único fin de lucrar a su nobleza -cargándose a todas la culturas distintas a la suya- no creo que sea un gran ejemplo de grandeza. Si me obligaran a leer el Corán, confiar en la Sharia para mis relaciones con los demás y manejar dirhans, y todo esto en árabe, con la única opción de hacerme papilla si no lo hago… creo que no me gustaría mucho.
    Un dato más sobre las guerras púnicas, Akawi, si es que no he agotado tu paciencia: los púnicos estuvieron 17 años en territorio peninsular romano. Las batallas de lago Trasimeno o Cannas todavía se estudian en las academias militares de todo el mundo por su brillantez táctica. Es cierto que cuando se enfrentaron en la llanura de Cannas los púnicos fueron vencidos, pero debo recordar que Escipión detuvo CINCO veces la batalla, una vez comenzada, y Ánibal no se aprovecho de esa oportunidad. Ese dato creo que no lo menciona Polibio. En cambio, Antony Beevor, en su obra Stalingrado, cuenta como la conjunción de pequeñas unidades lograron exitos en el cerco de la ciudad sovietica. Esas eran algunas de las tácticas militares de Ánibal, por lo que discrepo de la frase «formaciones más convencionales en el ejercito de Ánibal».
    Ah! para hablar de los conflictos entre griegos y persas, Herodoto está muy bien si a continuación leemos la versión del lado persa. Gore Vidal, en el libro «Creación», da vida a Cyrus Spitama, embajador de los persas en Grecia en la época de Demócrito. ¿Para qué querrían los persas unas pocas islas con algunas vides y ovejas teniendo a China y la India a sus espaldas?

  43. Koenig dice:

    Buenos días a todos.

    Algunas puntualizaciones que se me ocurren.

    No estoy del todo de acuerdo con el comentario respecto a las fuentes.
    Comentas, amigo César, que los historiadores anglosajones tienen una visión algo parcial de la historia antigua. La verdad es que se me ocurre añadir que todos los historiadores, con tan solo raras y honrosas excepciones, tienen una visión parcial de la historia (de todas las épocas). Parcialidad que, puede venir influenciada por muchos factores que se interrelacionan: formación académica, ideología personal, fuentes consultadas, sociedad en la que viven, etc., . Simplificarlo a que “se reivindican los hacedores de la modernidad por sus conquistas militares” me parece reducir en exceso la razón de la parcialidad.

    El problema de las fuentes en historia antigua es que son las que son. Citas a Polibio y a Livio, y luego a Gisbert Haefs. A Herodoto y después a Gore Vidal . A mi, personalmente, me parece un error mezclar estos autores.

    En primer lugar porque estamos mezclando fuentes primarias, o al menos las mas primarias de que disponemos, como son Polibio, Livio y Herodoto, con fuentes secundarias, como Haefs y Vidal, es mas, en el caso del último, citas “Creación”, una novela, con todo lo que la novela tiene de derecho a la invención.

    En segundo lugar porque tanto Gisbert Haefs como Gore Vidal beben de los autores clásicos en un gran porcentaje de lo que narran. Es decir, que lo que saben Gisbert Haefs o Gore Vidal de lo que sucedió en tiempos de Aníbal o de Temístocles, es lo que nos han narrado los clásicos. Complementado, ciertamente, por la arqueología, aunque a un nivel distinto.

    En tercer lugar, creo que el debate no debe estar en las fuentes, que como ya he dicho son las que son, sino en la interpretación que se hace de ellas. Es en el campo de la interpretación donde podemos hablar de escuelas y de influencias, de anglosajones, alemanes o chinos si se tercia. Ahora, nacer a un lado a otro lado del Rhin no creo que imponga un distanciamiento con respecto a la conquista romana. Creo que el verdadero distanciamiento lo pone el tiempo, y en eso todos los historiadores contemporáneos son iguales. No vamos a enfadarnos a estas alturas con Italia porque César conquistó las Galias ¿No?. J

  44. Koenig dice:

    Bueno.

    Con respecto a que “creo que cualquier civilización que impone sus dioses, su moneda y su lengua, así como su sistema administrativo con el único fin de lucrar a su nobleza -cargándose a todas la culturas distintas a la suya- no creo que sea un gran ejemplo de grandeza.”

    Personalmente me parece un comentario muy loable. Hoy, en un mundo que se encoge a toda velocidad y en que la pluriculturalidad (bonito palabro) está de moda, la forma de actuar de los romanos es poco admisible.

    Sin embargo debemos planteárnoslo desde la época en que hablamos. Ciertamente en aquellos tiempos los romanos ¿Impusieron su cultura? Habría que definir tal vez en primer lugar que es eso de imponer.

    Los romanos fueron un pueblo sumamente práctico, y en muchos aspectos alcanzaron niveles técnicos envidiables. Es mas, aunque ellos inventaron pocas cosas, siempre tuvieron la amplitud de miras suficiente para apreciar lo que habían inventado otros y unirlo a su civilización. Por poner algunos ejemplos que se me ocurren ahora, tomaron las artes de los griegos, la espada de nuestra península, la navegación de los cartagineses… y seguro que habrá muchas cosas mas.

    Que todo este acervo de conocimientos útiles calara en las sociedades que sometían no me parece extraño. Pero que ese cambio cultural fuera impuesto, es decir, por la fuerza (de cualquier tipo), es algo que no tengo tan claro.
    Desde el punto de vista de la religión las admitieron todas, salvo el cristianismo. Pero claro, es que el cristianismo pretendía cargarse la suya, y de paso todas las demás.
    Desde el punto de vista de la administración, emplearon el latín. Y el que quería administrarse, pues ya sabía lo que tenía que hacer. El latín empezó a extenderse a través de las élites y locales y de los gobernantes, pero en el común, la gran mayoría, de la gente, el proceso fue mucho, muchísimo mas lento. Desde luego y en todo caso la desaparición de los idiomas autóctonos fue muy lenta, si es que llegaron a desaparecer por completo.
    Con respecto a la moneda habría que analizar primero qué porcentaje de la economía se mantuvo a través del trueque y qué porcentaje lo hizo mediante la circulación monetaria. Lo que si parece claro es que la moneda romana, con todo lo que de incierto tenía la moneda en aquella época, debía ser mucho mas segura que la moneda local, aunque sólo fuera por los controles a que la sometían los propios romanos. Y en última instancia y volviendo a la modernidad, si queremos apreciar el beneficio de tener una sola moneda en un amplio espacio, no hay mas que fijarse en el euro.

    Supongo que en todo caso a lo que se quiere llegar es a que los romanos extendieron (si por imposición de los invasores o por conveniencia de los invadidos es algo que no tengo claro), una cultura uniforme por todo su imperio. ¿Qué hubiera pasado de vencer Aníbal? La idea romántica es que sobrevivirían todas las culturas prerromanas, pero vaya usted a saber. A fin de cuentas, la cultura romana del norte de África fue barrida por los árabes, y tal vez la cultura celta hubiera sido eliminada mucho antes por la germánica, o por la mongola, o por… Pero el resultado final es que no sucedió así. La cultura romana se impuso sobre las diferentes culturas locales. Y uno de los resultados es nuestra cultura europea occidental, que a fin de cuentas, no está tan mal.

    Y con respecto a ese pequeño fleco, que fue para lucrar a la nobleza. Bueno son escasísimos los seres humanos que emprenden acciones para lucrar al vecino. Vamos, que si la magnitud de la acción emprendida depende del poder de quien la emprende, el resultado buscado es casi siempre el propio beneficio.

  45. Koenig dice:

    Y terminando.

    En cuanto a la brillantez púnica en algunos aspectos, es innegable.
    Aníbal fue con seguridad un gran táctico, manteniendo en jaque en varias batallas a las legiones romanas y sosteniendo su presencia en la península itálica del 218 al 202 aC.

    Sin embargo se me ocurren algunos peros.

    El sistema consular romano en los primeros años de las guerras púnicas permitió que accedieran al mando de los ejércitos personas que no eran, ni de lejos y a pesar del entrenamiento al que se sometía todo patricio romano, militares expertos. Es como si aquí nombráramos comandante en jefe sobre el terreno a un ministro, solo porque hizo la mili y su padre fue general.

    Otro de los peros que se me ocurre vuelve a las fuentes. Todas elogian a Aníbal, lo cual nos da una pista de lo que fue. Sin embargo elogiar al enemigo una vez que ha sido vencido es de lo mas conveniente. A ver si me explico, eso de llegaron tres púnicos enclenques, les pegamos un par de bofetadas y los mandamos de vuelta para casa, no tiene mérito. Queda mucho mejor si fueron miles, y tras durísimo combate al final resultamos ser superiores y los derrotamos.

    Y vuelvo ahora a Aníbal. Si excluimos el periodo que va desde el encuentro del Ticino hasta Cannas, la actuación de Aníbal en la península itálica es de mera supervivencia. Tomó algunas ciudades, como Capua y Tarento (menos la ciudadela), pero no fue capaz de mantenerlas. Su ejército erró de un rincón a otro del sur de Italia, derrotando a los romanos en algunos encuentros, pero siendo derrotado lentamente mes tras mes. Llega un momento en que Aníbal parece mas el jefe de una numerosa banda de forajidos que un general (ya estoy oyendo los gritos: ¡Sacrilegio!). Una de las pistas clave es la escasa asistencia que le prestó el senado cartaginés, teniendo en cuenta que se supone que estaba ganando la guerra, que tenía a los romanos acogotados, que estaba a punto de acabar con ellos y todo eso. Justificarlo en la enemistad entre familias está muy bien, pero también en Roma se daba esta circunstancia.

    Y llega el campo de Zama. Donde Aníbal es derrotado de forma definitiva, y con él Cartago, nótese bien. Los cartagineses no fueron capaces de resistir la derrota como años antes lo hiciera Roma. En esa batalla, que también es sumamente interesante, Escipión demostró tener mas habilidad táctica. ¿Detuvo cinco veces la batalla? Hay teorías que sostienen que las batallas se detenían de forma periódica, y probablemente sean correctas. Entre otras cosas porque nadie puede sujetar un escudo que pesa varios kilos mientras golpea con una espada durante horas y horas. Sospecho incluso que ya una hora era mucho. Esos parones, además hubieran permitido la maniobra de cambio de filas en las legiones romanas sin que cundiera el caos. Así que tal vez las detenciones de la batalla no se citan porque era lo normal, y Aníbal no lo aprovecho ¿O si? Tal vez sus hombres descansaron tanto como los romanos. Por otro lado, si Polibio no habla de los parones ¿Cuál es la fuente?.

    En fin. Hasta aquí y no me enrollo mas.

    En todo caso dejar claro que todo esto no son mas que opiniones, todas discutibles, y algunas discutibles con razón.

    Feliz Navidad a todos.

  46. Urogallo dice:

    En realidad los romanos no impusieron nunca su moneda, acaso todo lo más, el tipo de cambio. Y mucho menos sus dioses, en todo caso, imponían la levísima obligación de quemar un poquito de incienso en honor del emperador.

    Y por último, jamás impusieron su lengua, ya que eso resultaría bastante contradictorio con el triunfo final del griego en el oriente imperial.

    Felicito también a Koenig por su recien adquirida capacidad de síntesis.

  47. Akawi dice:

    Gracias César por leer la reseña e interesarte por este ensayo.

    No sé si te he comprendido bien, ¿No te gusta el autor o no te gusta el libro? Por otro lado, das a entender que lo que no te gusta es lo sucedido en esa parte de la Historia.
    Como ya digo arriba, el autor se apoya en los clásico antiguos Polivio y Livio para su documentación , también nombra a un historiandor aleman que ahora no recuerdo su nombre, para comparar textos de los tres. Ya que alguno pudiera esta influenciado por la propagranda romana.
    Esto es un buen apoyo, no sé qué tienede malo.
    El hecho de que Anibal fuera un gran general y sus ejércitos practicaran la rudeza y la fuerza, no quiere decir que fueran tropas bien adiestradas en el sentido estrictamente militar, como lo estaban las Legiones romanas, desde mi punto de vista, mucho más ordenadas.
    Mi personaje favorito en estas batallas es Anibal, sin genero de dudas, pero ni tuvo apoyo desde Cartago, ni lo supo (pudo) rematar en Italia.

    Y sobre la cultura, la religión, la moneda, o el derecho romano….etc, de no ser ellos, quizá hubiese sido cualquier otra nación que en un momento determinado se sintiera fuerte. Pero las cosas pasaron así y ahora somos Europa.
    Un abrazo y felices fiestas.

  48. Akawi dice:

    Koenig y Urogallo, muchas gracias por vuestras aclaraciones.

  49. Radhotep dice:

    La obra me ha parecido estupenda. Completa. Para evitar empacho, por la gran cantidad de información, hay que leerla poco a poco. Aunque yo la devoré en quince días. Además de compartir muchos de los comentarios, añadiría que interesa por la descripción de las guerras navales, que no son frecuentes. Buena descripción.
    Goldsworthy se está convirtiendo en una autoridad en los temas bélicos, sin duda.

  50. César dice:

    Y yo que pensaba que me había extendido demasiado…

    Salivo de emoción con las ganas de comenzar a escribir algunos comentarios a los comentarios, parte por parte. Aprecio enormemente vuestros conocimientos y vuestras opiniones (por eso me interesa este foro) pero una respuesta adecuada exigirá revisar algunos datos en casa…donde ahora no estoy (navidades dixit). ¡Esperadme, romanos, que ya llego!

    En cualquier caso, perdonad mi brusquedad, si se ha notado mucho.

  51. Akawi dice:

    Nada hombre, no te preocupes. Estamos en Navidad y por otro lado sólo es cuestión de puntos de vista, que cada cual tiene el suyo.
    Saludos.

  52. Ann-Tharez dice:

    comentario sobre un comentario:leer a Gisbert Haefs como fuente primaria de historia es una error, pero no tan grueso, recuerden aque Schliemman creyo encontrar Troya solo leyendo a Homero, tuve la oportunidad de leer varios libros de este autor y corroborrar su informacion, la que se puede debatir, pero creo en lineas generales es correcta, pero ahy que leer teniendo en cuenta que es una novela historica o sea la historia, poblada de letras que sobran, y no es lo mismo que un articulo redactado por un historiador para ser ledio como fuente de informacion, se me entiende?
    sobre la obra en cuestion, me encantaria leerla pero aun no la he encontrado en las librerias de mi ciudad.
    un abrazo y felices fiestas!

  53. Urogallo dice:

    Me ha gustado lo de revisar datos, eso siempre genera debates más interesantes.

    Yo mismo estoy interesado en el tema de las pre-jubilaciones por baja en el ejército romano, pero esa es cuestión para el hilo de armas de Grecia y Roma.

  54. Akawi dice:

    ¡Mira tú, qué casualidad!

    Yo también estoy muy interesada en las prejubilaciones por bajas.
    Urugallo si te enteras de algo no dudes en decírmelo. jejeje,…
    Un abrazo.

  55. César dice:

    Hola, Akawi

    Quisiera comenzar por tu argumentario pues me parece que das una clave sobre la raíz de mis opiniones: es cierto, no es el libro ni el autor, es que sigo buscando otras explicaciones para esa época, que tanto ha delimitado la nuestra. También coincido en que si los romanos no se hubieran apropiado del mundo, otros imperios lo habrían hecho. Cuando la URSS cayó, por ejemplo, Sadam pensó que era su oportunidad. Temo que mi desazón pasa por la lógica de los estados: siempre hay alguno que quiere dominar a los otros. Mi pregunta es: ¿siempre fue así? Según la historia oficial de los vencedores, sí. ¿Y las otras versiones?

    Aquí pasó a Koenig: cuando dices, amigo, que las fuentes son las que son, me encuentro ante una evidencia puramente empírica, pero precisamente por eso me interesa la historia: ¿es que los pueblos derrotados no tenían historiadores? ¿O es que la practicidad romana consistía también en despreciar la versión de los vencidos? Y es esa versión la que me interesa para completar una visión global, y no parcial, de los acontecimientos. Es cierto que los romanos incorporaron las espadas cortas de los hispanos y los conocimientos arquitectónicos de los griegos… pero después de esclavizarlos. Por eso me cuesta mencionar con mayúsculas el progreso de entonces hasta el de nuestros días. Resulta interesante una noticia que apareció hace pocos días en El País: un oftalmólogo mexicano encontró, dentro de una imagen casi de tamaño natural de un santo católico, un pergamino mexicatl con datos de la conquista española. Los Mexicatl sabían que su historia desaparecería, y no encontraron mejor modo de trasmitirla a las generaciones futuras que usando como correo las imágenes que sabían que perdurarían (una pequeña marginalia: los mexicatl hacían lo mismo con los pueblos conquistados: borraban su historia. A lo mejor, por eso merecieron ese destino). Por ello no descarto incorporar a mis análisis la versión novelada de Gore Vidal (“Creación”).

    No quiero que me cuenten la historia, su historia, para simplemente repetirla: quiero que me den elementos para reflexionarla, para sacar mis propias conclusiones.

    Aquí paso al segundo punto: la equidistancia. Es cierto, amigo Koenig, que el distanciamiento no garantiza la imparcialidad. Podemos haber nacido muy lejos del Tiber… Junto con la ideología y las escuelas en las que uno se nutre, está la forma como nos posicionamos en el mundo. Temo que siempre estaré del lado de Vercingetorix, Caractato, Viriato… todos los que lucharon por la independencia de su territorio. ¡Incluso Asterix!. Koenig menciona que nadie lucha para lucrar al vecino –en contraposición a mi comentario de que las águilas romanas luchaban para lucrar a su nobleza, principalmente-. Pero entre el vecino y la nobleza hay un segmento que se llama el pueblo, o los ciudadanos, de cada región. La conquista romana orientaba toda la producción y todo el comercio de las zonas conquistadas hacia el pago de tributos a las arcas imperiales. Y el que no pagaba, al mercado de esclavos. Y todas las transacciones importantes se hacían con moneda romana, claro. Y todos los documentos oficiales dirigidos al gobernador romano no se hacían con traductores. No era necesario sacar un edicto imponiendo la moneda o la nueva religión. Pero cualquier forma cultural o económica debía estar abocada a cimentar la nueva situación. ¡Alea jacta est!

    Sobre Keenu Baal, o Aníbal, coincido con Koenig (J) sobre que finalmente erró por el sur romano. Resulta curioso que la gerusía cartaginesa jamás confió en Aníbal: este salió hacia Hispania cuando tenía nueve años y nunca fue considerado de los suyos. La clase gobernante púnica eligió entre Aníbal y los romanos, y ya sabemos lo que pasó en el año 146 a.c.

    Un último apunte: la fuente sobre la batalla de Zamma –las cinco interrupciones- es de Haefs. No había leído antes que podía ser una práctica habitual detener las batallas en cualquier momento. Tácticamente, lo considero peligrosísimo. Pero si hay teorías que lo sostienen…

  56. Akawi dice:

    César dijo:
    Mi pregunta es: ¿siempre fue así? Según la historia oficial de los vencedores, sí. ¿Y las otras versiones?

    No soy ninguna experta ni historia, ni en el tema concreto que preguntas, pero desde mi punto de vista, si nos fijamos en los perdedores de guerras mucho más modernas, han tardado años en aportar sus opiniones.
    Por ejemplo en la II GM o en la GCE, hemos tenido que aguardar bastante tiempo para que se publicaran o se filmaran películas vistas desde el otro ángulo.
    Me imagino que cuando un imperio como Cartago queda totalmente destruido y su ciudad arrasada, lo inmediato si queda alguien vivo, sería sobrevivir. Además no creo que a nadie le satisfaga hablar de sus propios fracasos.
    Por otro lado pienso que para tener una opinión más exacta habría que leer a los clásicos, teniendo siempre en cuenta la cantidad de textos que se han perdido.
    Un ejemplo de lo que tú preguntas podría ser El Paso de las Termópilas, que ha llegado a nuestros días gracias a esos 300 espartanos que frenaron la embestida y fueron los derrotados.
    De todas formas, me da la sensación que tu miras un poco la historia desde la perspectiva del siglo XXI.
    Siento no poder ayudarte en tus dudas.
    Un saludo.

  57. Koenig dice:

    Buenos días.

    Siguiendo con el debate, a ver si puedo aportar mi granito de arena.

    Con respecto a las fuentes.

    Creo que estamos totalmente de acuerdo en valorar lo interesante que sería que hubiera una descripción de las guerras púnicas escritas por alguno de los contemporáneos de Aníbal (citando este como ejemplo de otros muchos casos similares). Desde luego aportaría una alternativa a las fuentes romanas que son, que yo sepa, las únicas que han perdurado.

    Supongo que la ausencia de fuentes de uno de los contendientes, en el caso de las guerras púnicas y en muchos otros, depende de toda una serie de factores.

    Si nos fijamos en como y quienes transmitían la historia, muchos pueblos de la época romana lo hacían de forma oral, bien a cargo de cualquiera, bien a cargo de grupos sociales, o profesiones, concretas. La desaparición de estos grupos que supuso la romanización implicó, en gran medida, la desaparición de esas historias orales tal y como eran conocidas entonces, y su transformación para acercarlas a la nueva cultura dominante.

    La alternativa a la transmisión oral es la escritura, mucho mas difundida en la costa mediterránea. Así los griegos, los romanos y seguramente los cartagineses (no estoy al corriente de cuanto nos ha llegado de ellos, aunque creo que no gran cosa). En este caso también hubo personas mas o menos especializadas en escribir la historia: historiadores como Herodoto, Tucídides, Tito Livio o Apiano de Alejandría. Supongo que entonces (igual que ahora si queremos ser irónicos) los historiadores escribían para un patrón (o para una sociedad): alguien que los protegía, que los mantenía y que leía y difundía sus obras. Esto hace que lo mas lógico es que se escribieran aquellas cosas que interesaban al patrón (o a la dicha sociedad), y no otras.
    Adonde nos lleva esto. Pues supongo que en Roma, en el Siglo I aC. Una historia que cantara las bondades de Cartago y la malicia del senado queriendo provocar a los pobres cartagineses a una guerra debía ser un pasaporte directo a la calle.

    Tal vez los cartagineses escribieran algo sobre el tema (me atrevería a decir que seguro, incluso), pero como bien dice Akawi, aquellos textos debieron perderse cuando cayó la ciudad y su civilización fue destruida, y si alguno sobrevivió nadie debió concederle importancia suficiente como para guardarlos. Aunque quien sabe, tal vez algún día algún arqueólogo con suerte encuentre algo.

    Por ahora tendremos que conformarnos con la perspectiva de los hechos que ofrecieron unos romanos interesados en quedar bien con quien les pagaba.

    Con respecto a las novelas que citas, amigo César, he leído tanto “Creación” como “Aníbal”. Son magníficas novelas. Pero, al igual que cualquier otra novela, no creo que puedan usarse como fuente. En dos sentidos.
    En primer lugar porque lo que saben los autores de las novelas sobre la época es lo que escribieron esos romanos interesados de los que hablaba antes. Sumado a lo que han corroborado los restos arqueológicos. Y todo lo demás son deducciones no necesariamente correctas.
    En segundo lugar, y lo mas importante, porque un novelista tiene todo el derecho del mundo a enamorarse de su personaje, a otorgarle una serie de virtudes y a adornarle una serie de acciones para convertirlo en un modelo positivo de persona. A fin de cuentas, es el novelista. Porque, vaya usted a saber, igual el tal Aníbal era un canalla de primer orden y fue una suerte que los romanos lo derrotaran.

  58. Koenig dice:

    Con respecto a Vercingetorix, Caractato o Viriato como luchadores en la defensa de su territorio, su fracaso y la posterior romanización.

    La verdad es que es una planteamiento que se me hace, dicho sin malicia y sin pretender ser ofensivo en absoluto, un tanto romántico.

    Creo que en los líderes que surgieron entre los pueblos celtas para oponerse a la invasión romana encontramos una serie de características comunes:

    Todos llegaron a algún acuerdo con los romanos: Vercingetórix había sido uno de los “contubernales” de César, y se separa de él y pasa a ser antirromano tras la derrota en Bretaña. Caractato era hijo del rey de los Catuvelaunos, una de las tribus mas expansionistas de la isla antes de la conquista romana, tras resistir durante años sobrevivió y tras ser capturado por los romanos fue liberado. Y Viriato parece que acabo por ser nombrado “amigo del pueblo romano”, en el 140 a.C. Lo cual lo deja, por cierto, a un nivel similar al de Astérix (si me puedo permitir la broma), que luchaba por su aldea, pero jamás se planteó liberar toda la Galia.

    Ninguno de ellos estuvo dispuesto a dejarse la vida en la resistencia antirromana.

    Tampoco fueron gente de baja extracción. Todos pertenecían a las elites locales. Eran precisamente el tipo de gente que, de haber sido romanos, hubieran mandado al pueblo a luchar para enriquecerse.

    Ninguno luchó por defender su territorio, sino sus privilegios. Ni su cultura, sino su posición preeminente dentro de ella.

    Es mas, pasada la fase inicial de resistencia, fueron las propias elites locales las que ayudaron al proceso de romanización cultural. Roma, ni siquiera Italia si añadimos las ciudades con el estatus “latino”, eran capaces de aportar todos los cuadros para gobernar las provincias que componían el imperio en torno al final de la república. Junto a un gobernador romano, y una guardia romana, el resto de la provincia la siguieron gobernando los mismo jefes locales, aunque ahora integrados dentro del mundo romano. La burocracia, las cecas, el comercio, los mercados de esclavos, la producción artesanal, los pesos y medidas: todo eso era ejecutado por los propios conquistados mucho mas que por Roma. Roma se limitaba a cobrar impuestos, a dar órdenes desde lo alto de la pirámide y a mantener la amenaza de la fuerza en caso de disensión organizada. Pero en Lugdunum, por ejemplo, el burócrata que hablaba en latín, el que controlaba las balanzas, el que cobraba las tasas a los mercaderes por seguir el río o el que vendía esclavos en el mercado: eran de origen galo. Aunque romanizaran sus nombres.
    La historia nos ha enseñado muchas veces que a largo plazo ningún pueblo puede imponerse sin que el otro se someta.

  59. Koenig dice:

    Y con respecto a los parones en las batallas. Me parece una teoría que, si aún debe ser corroborada, no deja de ser una explicación para algunas verdades históricas.

    Hablaba antes del cansancio. Supongo que simplemente la lucha en la primera línea iba decayendo con el avance del tiempo, hasta que los contendientes se separaban de forma mas o menos natural y tácita. Es posible que en esto encontremos la verdadera razón de la derrota de ejércitos que según narran algunas crónicas, llevaban muchas horas levantados antes de entrar en combate, o que no habían desayunado. El estado de cansancio general era mayor, el tiempo de resistencia de la primera línea, mas corto. Todo ello daba primacía al enemigo, pues era capaz de presionar alargando el tiempo de combate antes de que el cansancio obligara al guerrero a detenerse.

    Otra de las cuestiones que explicaría era el relevo en las líneas de las legiones romanas. ¿Cómo hacían los hastati para retirarse y ceder la línea a los principes? Seguramente no darse la vuelta en mitad de la pelea y colarse entre las líneas de los que esperaban detrás. Mucho menos en masa. El resultado hubiera sido un inmenso desorden. Ahora bien, si se aprovechaba una de estas pausas para hacer el relevo, la cosa cambia.

    Y por añadir una puntilla mas al asunto y callarme ya por hoy. También podría ser un importante aliciente para la moral, sobre todo la de los guerreros en primera fila, saber que no les esperan seis horas de combate a muerte en el que la única manera de conseguir unos minutos de respiro es que te abran en canal. Sino que saben que tienen que luchar un tiempo, y que luego serán relevados por sus compañeros de la segunda fila.

    Terminar insistiendo en que esto son opiniones, seguramente con errores, y muy resumiditas, que diría Urogallo.

    Saludos.

  60. César dice:

    Sobre Vercingétorix: Celtillos, rey del pueblo de los arvernos, intentó retomar la cabeza del «partido antirromano» en la Galia, pero fue capturado y ejecutado por el procónsul romano. Su hijo Vercingétorix probablemente entró en este momento en los cantones militares (conturbenales) de César, quien le enseñó los métodos de guerra que emplean los romanos a cambio de su cooperación, sus conocimientos del país y de las prácticas de la Galia cabelluda. Los documentos históricos que testimonian su vida son escasos y están sujetos a una amplia crítica, ya que todos ellos son escritos de romanos que lucharon en la invasión. Vercingétorix es conocido sobre todo por los comentarios que Julio César hace de él.

    El nombre celta Vercingétorix está compuesto por el radical «ver» (el /lo más), el nombre de persona Cingetos, y el radical «rix» (rey), significado Cingetos Rey Supremo.

    De Bello Gallico fue escrito alrededor del 50 a.c., bajo la forma de memorias, con un cuidado aparente de objetividad, pero finalmente revelan su intención de apología personal.

    Entre las victorias de César se cuentan la toma de la ciudad de Avarico seguida del exterminio de 40 000 de sus habitantes (las mujeres jóvenes y los niños fueron enviados como esclavos a Roma).
    Julio César llevó a Roma a Vercingétorix como trofeo de su larga campaña militar en la Galia, donde estuvo cinco años en la Cárcel Mamertina hasta que le hizo desfilar en su cortejo de triunfador. Murió estrangulado poco después de la victoria de César en el año 46 a.c.

    Y sobre Viriato: Sólo después de derrotar a Serviliano, en el 140, Viriato firma un tratado de paz por el que recibe el titulo de Amicus Populi Romani. Pero un año después el Senado rompe el tratado de paz y Viriato es asesinado por Audax, Ditalco y Minuro, por orden de Q. Servilio Escipion, seis años antes de la caída de Numancia.

    ¿Dentro de cincuenta o cien años, quién crees tú que contará la historia de los palestinos en la franja de Gaza?

  61. romano dice:

    me he leído este libro y me encantó. ahora las guerras punicas son mi periodo favortito

  62. Germánico dice:

    ¿Como consecuencia del libro? vaya, si es así, desde luego que ha cumplido su función.

    Saludos.

  63. plaucio dice:

    Hace tiempo que quiero comprarme el libro de el ejercito romano de goldsworthy, pero aca en Argentina aun es como comprar una joya x su valor… estoy esperando que baje un poco su precio. En estos momentos estoy terminando de leer claudio el dios y su esposa messalina. Me parecio increible, no estaba muy familiarizado con la epoca de claudio y la verdad me ha sorprendido para bien, de ahora en mas leere mas sobre estos años. Sobre la segunda guerra punica, recientemente he terminado Anibal, el orgullo de cartago de David Anthony Durham, aunque entretenido lo he encontrado un poco fabuloso.En cuanto al ensayo de las guerras punicas, no es posible encontrarlo aqui, tendre que adquirirlo en algun proximo viaje x el viejo continente, saludos a todos

  64. Akawi dice:

    Saludos también a tí, plaucio y bienvenido a Hislibris. No sé si será tu primer mensaje pero yo acabo de encontrarte.

    Insiste en buscarlo pues antes o después seguro que lo encuentras y desde mi punto de vista merece a pena tenerlo. Es un ensayo puro y duro, aun así a mí me gustó y Adrian Goldsworthy, te lo deja todo bien claro.
    Ánimo, un abrazo.

  65. Davout dice:

    – Gracias por la reseña Akawi. A mi me gustó mucho el libro, me dio una visión muy buena, sobre todo de la primera guerra que no tenía yo muy vista. Además cuando lo leí me descubrió un gran invento: el «corvus» que estoy intentando patentar para la lucha de nuestras fragatas contra los piratas somalíes del Indico…

  66. Akawi dice:

    Davout un placer. Me alegro de que te gustara el libro.

    Tengo todavía pendiente «César» porque es un enorme tocho. A ver si lo leo este invierno.

  67. Germánico dice:

    ¿Será César un libro para el languido invierno, donde las pasiones de la juventud se serenan?.

  68. Akawi dice:

    ¡Puede ser!
    Los calores son muy malos para captar el sentido, la poesia o la dignitas romana. ¿No crees?

    En verano voy alocada, en invierno soy más placentera. jejeje… ¡Bribón!.

  69. Pingback: Anónimo
  70. TIGLATH dice:

    Han pasado tres años de que Akawi publicó esta reseña, aparte de este ensayo ¿hay algún otro interesante para aprender sobre el tema? Estoy interesado en ello. Gracias.

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