LA NOVELA DE GENJI – Murasaki Shikibu

La novela de GenjiNo resulta fácil para un neófito tratar de hacer una reseña medianamente digna sobre una de las mayores obras de la literatura japonesa de todos los tiempos. Tampoco ayuda mucho a ello saber que, para el gran público castellano, es una novela prácticamente desconocida debido a su escasa difusión.

“Tropezarse” en una librería con un ejemplar de este tipo y descubrir, a medida que se avanza en su lectura, que nada es como nos parece resulta, cuanto menos, sorprendente y muy adictivo.

Pero para tratar de explicar tales consideraciones se hace necesario acercar al lector al mundo Genji.

En primer lugar, ¿por qué es tan desconocida esta obra? Cabe decir que, sobre todo, por la dificultad de su traducción. Los japoneses basaron su sistema de escritura en los caracteres chinos (el chino era, para los japoneses, el equivalente del griego para los romanos, o del latín para los hombres del Renacimiento) a los que llamaban kanji. Adoptaron estos caracteres e inventaron un sistema relativamente reducido de símbolos suplementarios, dando lugar a una fonética que, en realidad, era una versión simplificada de los kanji y que se denominaba kana. Pues bien, el genji está plasmado en escritura kana, que consta de cuarenta y seis signos aumentados con dos diacríticos especiales.

Esta novela fue escrita en el siglo X. Los primeros manuscritos aparecieron a finales del siglo XII, es decir, más de un siglo después de su conclusión y el primer texto completo en el siglo XIV. Ello supone que, a lo largo de los dos siglos que separan la composición de la novela de los primeros manuscritos supervivientes, el texto haya sido objeto de retoques, interpolaciones y lecturas erróneas.

La versión reseñada -una auténtica adaptación- se recrea en la clásica del inglés Arthur Waley, publicada entre 1924 y 1933 que, para algunos, constituyó un auténtico hito de la literatura inglesa, ya que amplificó el texto para hacerlo más inteligible al lector, siendo –a juicio de la crítica mayoritaria- la que mejor “explica” la historia, seguramente porque Waley amó el Genji con pasión de descubridor.

Aclaradas las dificultades de su desconocimiento, ora es de incardinar su contenido a la época Heian.

La Novela de Genji transcurre en Japón durante la segunda mitad del siglo X y el primer cuarto del XI. En aquellos tiempos, oscuros en el resto del mundo, donde el esplendor de Roma era puro recuerdo y la pobre Europa empezaba a levantarse a trancas y barrancas de su inmensa decadencia, tan sólo China y Japón podían enorgullecerse de contar con unas civilizaciones dignas de tal nombre.

En el año 784, la capital de Japón fue trasladada a una ciudad de nueva planta, diseñada a imitación de Ch´ang-an, la capital de China y que fue bautizada Heian Kyo, “La Ciudad de la Paz y la Tranquilidad”, la actual Kyoto. Dicho traslado dio lugar al inicio de un nuevo periodo absolutamente decisivo en la historia de Japón. Nunca la civilización nipona volvió a ser tan refinada, tan culta y tan llena de glamour, hasta el extremo que algunos han comparado esta época con el Grand Siècle de Luis XIV, pero un Grand Siècle de casi cuatro siglos de duración.

Claro está que esta “civilización” era patrimonio exclusivo de un uno por mil–minúscula la proporción- de los habitantes del país. El nivel de educación (por no hablar de cultura) de las clases bajas era inferior al de las sociedades primitivas actuales de Nueva Guinea. La cultura de la nobleza, en cambio, se manifestaba en un modo de vida extraordinariamente artificioso en torno a una utopía de carácter estético, un esteticismo sutil y al servicio de un lujo sin precedentes en la historia. A diferencia de las culturas de Egipto, de Persia y del Indo, donde la vida lujosa era vacía, fría y estereotipada, en la corte del Japón Heian la belleza en las formas, en el vestir y en las diversiones despertaba el entusiasmo de las “almas sensibles” y todos allí querían ser así porque no serlo significaba hacer el ridículo, o sea, no estar à la page.

La historia trata de la lucha del protagonista Genji, el Príncipe Resplandeciente, por recuperar los derechos derivados de su nacimiento (es hijo de un emperador) y de los cuales se ve injustamente privado en su infancia. Nos encontramos, pues, ante un auténtico agon en el sentido que los griegos daban al término. Un joven que se ve obligado por el destino a vivir una serie de experiencias más o menos iniciáticas hasta que se le reconoce lo que es legítimamente suyo. Así, Genji debe abandonar la casa paterna, tiene una serie de encuentros amorosos con mujeres de todo tipo, se granjea enemigos que buscan perjudicarlo, es condenado al exilio y finalmente regresa a la capital, obteniendo la posición que le corresponde y gobernando los destinos del país como una especie de “emperador a la sombra”.

No parece un hilo argumental muy distinto al de otro tipo de novelas. Sin embargo, adentrarse en la vida del Genji constituye todo un reto y un desafío para quién busca algo diferente.

Todo lo anterior, que se resume en apenas cinco líneas, da para mucho en la novela. Con su repaso, el lector se transporta a una época alucinante por lo extraño y lo ajeno. Si bien, a través de sus numerosas páginas, se percibe el devenir de la vida del Príncipe Resplandeciente tal y como se ha narrado, en la novela -por encima de todo-, se eleva la figura del amor y su forma de entenderlo en aquel periodo, tan diferente al nuestro, al que hemos conocido y nos han enseñado a través de la historia. Nos desvela, por arte de la pluma de la autora, cómo pensaban las mujeres Heian, cómo sentían, cómo amaban, padecían y sufrían. Cómo se educaban en el arte de la poesía y de la música. En la danza y la pintura. Y cómo de una simple caligrafía con un tipo de grosor y, según qué tipo y color de papel, averiguaba un noble Heian si estaba ante una mujer perfecta o no. Amor en estado puro. Tan puro que, a veces, el lector desconoce que lo que acaba de leer ha sido una relación sexual o, incluso, una violación y que sólo lo descubre – más tarde- con la discreta pero asombrada reacción de la dama.

La novela, aún así, da para mucho más.

¿Cómo se organizaba el poder y quién movía realmente los hilos en el Japón Heian?, ¿cómo influían los tabúes de orientación en las supersticiones japonesas?, ¿cómo eran sus casas y porqué esas distribuciones?, ¿cómo se establecían las jerarquías en el mundo de Genji?, ¿cómo era su religión?, ¿cómo veían los nobles Heian el ideal de belleza femenina y masculina?, ¿cómo se entendía la monogamia y la poligamia?, ¿cómo eran la vida social, los ceremoniales y la dolce vita?, ¿cómo era el refinamiento y el culto a la naturaleza?, ¿porqué la poesía y la música eran tan importantes?, ¿cómo era su caligrafía?, ¿existían los celos?.

Todas y cada una de estas preguntas tiene adecuada respuesta en la novela, admirándose el lector de la capacidad única que tiene la autora para cambiar de registro en un mismo capítulo y, a veces, en un mismo párrafo.

La novela de Genji constituye un relato de costumbres contemporáneas y es el mejor documento de que se dispone para conocer cómo se vivía, se pensaba y se sentía en un momento determinado de la historia de Japón, al menos en cuanto a las clases sociales más poderosas e ilustradas. No hay que olvidar que nos encontramos ante una obra del siglo X escrita por una contemporánea, Musaraki Shikibu, que retrata un mundo que conoce, una manera de pensar y una manera de vivir que son las de su tiempo, lo que otorga al libro un valor añadido. Es por eso que no narra simplemente una crónica de sucesos ocurridos, sino que nos encontramos ante una auténtica novela en el sentido más moderno del término.

En España, la vida del Príncipe Resplandeciente aparece como la primera versión con vocación de completa de la obra universal de Murasaki Shikibu en Ediciones Destino, en noviembre de 2005, bajo el título de La novela de Genji, por ser escrita como una novela de su tiempo. Esa es la explicación al título y no el de La historia de Genji, que debería ser el correcto a tenor de la traducción del original.

En su “debe”, a la novela cabe atribuirle alguna tara, derivada de su peculiar naturaleza y características. En primer lugar, la selva de personajes, que hace harto difícil seguir las trayectorias parentales sin tener que acudir al apéndice alfabético que la autora incluye al final del texto -menos mal- y que detalla las relaciones entre los actores. Este esfuerzo, además, se acrecienta si se deja de leer por un tiempo. En segundo lugar, se echan de menos gráficos e imágenes de su tiempo que faciliten las explicaciones y algún mapa simple de la época. En tercer lugar, el estilo y el ritmo de la novela que puede parecer, en algunas fases, algo –sólo algo- tedioso por lo extenso. Su lectura requiere, por tanto, delicadeza y paciencia. Finalmente, el precio.

En su “haber”, la propia técnica de narración empleada, una adaptación del original que hace muy llevadera su lectura, empezando por poner los nombres propios a los personajes que en los textos originales aparecen mentados sólo por sus cargos. Además, cuando se hace necesario, se acompañan a pie de página, notas marginales que hacen más comprensible el texto. Y a su favor también, saber que se lee algo fresco, lejano, exótico, diferente y especial. ¿Alguien da más?

Consta de dos tomos. El primero, Esplendor, es un relato de afirmación y triunfo. El segundo, Catástrofe, es de decadencia. No obstante, su lectura es independiente.

Características técnicas Volumen I: Ediciones Destino, Colección Ancora y Delfín, 6ª edición, marzo 2006. Cartoné. 15×23 cm, 886 pp, 30 €.

Características técnicas Volumen II: Ediciones Destino, Colección Ancora y Delfín, 1ª edición, mayo 2006. Cartoné.15X23 cm, 840 pp, 30 €.

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130 comentarios en “LA NOVELA DE GENJI – Murasaki Shikibu

  1. Dronne dice:

    Muy buena tu reseña, muchas gracias por ella, resulta muy ilustrativa.

    Veras, tengo una duda con respecto a este libro, hace tiempo que lo sigo pero su precio resulta un impedimento, el caso es que he leido en algun artículo que la edicion de Destino es una adaptación y que es una mala traducción del original.

    Existe otra edición de la editorial Atalanta más cara aun si cabe del 2005, el caso es que desde que lei aquella crítica no he vuelto a leer nada sobre este libro, asi que aprovecho tu reseña para preguntar si alguien sabe algo o a leido sobre las diferentes ediciones de este libro y si alguna presenta alguna desventaje sobre la otra.

    Un saludo.

  2. cavilius dice:

    Acongojado me quedo, y no sé si más por tu estupenda reseña o por el objeto de la misma. Nunca me hubiera imaginado esta obra en Hislibris y, sin embargo, ¿por qué no?

    La verdad es que yo repetiría lo que ha dicho Dronne (saludos, por cierto), ya que también me enteré de su publicación en España hace un par de años más o menos, y de que la acometieron esas dos editoriales. También oí que la más recomendable era la edición de la editorial Atalanta, la cual, como Murphy no falla casi nunca, es la más cara (creo que más de 40 euros). Caramba, y ahora recuerdo que me dije a mí mismo: «bueno, cuando salga la segunda parte, ya veremos…», y salió hace ya casi un año y ni acordarme, fíjate tú. Pero las críticas eran buenísimas: «la mejor novela jamás escrita», «a la altura del Quijote o más», y cosas parecidas. Eso me animaba y me anima a lanzarme, pero me echaban y me echan para atrás dos cosas: el precio y el no conocer absolutamente nada la cultura japonesa, lo cual pienso que me haría naufragar en medio de un océano de más de mil páginas. ¿Qué crees, jerufa, es fácil que se produzca el naufragio?

    Además, otro punto a favor de que me llamara la atención la novela es que a mi siempre me ha interesado de cualquier cultura, más que cómo vivieron o qué cosas hicieron, cómo pensaron, qué concepción tuvieron del mundo, de su mundo. Y me da la impresión de que esta novela va mucho por ahí, ¿no? Alguna crítica decía que es la primera novela psicológica del mundo. ¿Qué opinas, jerufa?

    Saludos, y alucinado me hallo.

  3. Casio dice:

    La primera novela psicológica, la mejor novela mejor escrita, a la altura del Quijote. Madre, eso son palabras mayores, dicho así resulta lectura casi obligada, apartaré Shogun y me haré con éste claramente.
    ¿Pero decís que cuesta mucho encontrarla? Lástima, me dejas con los dientes largos…

    PD: Viendo la portada automaticamente me vienen recuerdos, aunque mucho no tenga que ver (será porque es de lo poco nipón que conozca), de los 7 Samurais de Kurosawa.

  4. cavilius dice:

    No, no es que cueste mucho encontrarla, Casio. Es que cuesta mucho.

  5. Sirithanna dice:

    ¡Vaya! Reseña, ya repetidamente, impresionante. Felicitaciones, jerufa. Son este tipo de reseñas y este tipo de libros los que a mí realmente me gustan. Quizás a ratos me la pueda leer en… ¿tu casa? Así no tengo que gastarme el dinerito y demás, tú sabes…

    De nuevo te felicito, me has dejado con muchas ganas de leerlo, aunque habría que ponerlo a la cola, que aún tengo muchos pendientes.

    Saludetes.

    PD: ¡La primera de la familia en contestarte! ¡¡Tomaaaaa!!

  6. rociga dice:

    He leido el amplio resumen y comentario de Jerufa sobre esta bonita novela que nos adentra en las costumbres del mítico Japón medieval y la ancestral China, con un diseño de sus personajes. Me parece una aportación de primer orden y a todos nos deja con la miel en los labios para conocer este tema tan recurrente. No obstante, creo que el precio no es obstáculo para hacer una buena lectura.Espero que seamos muchos en disfrutar de esta lectura.

  7. Jerufa dice:

    Disculpad la brevedad de la intervención, espero daros respuestas pronto. (Tengo el ordenador en «visita médica»). Gracias por vuestros comentarios y adelantaros que, por suerte, dispongo de las dos ediciones, gracias a la aportación de arwen. Cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero yo -desde luego-, me decanto por ediciones destino. Hablaremos.
    Un fuerte abrazo a todos y besitos especiales a mi encantadora sobrina.

  8. Valeria dice:

    Vaya jerufa, cómo me ha gustado el comentario. También parece que se advierte en ti cierta pasión de descubridor. Salvando las distancias, veía ante mis ojos esas composiciones coloristas pero a la vez silenciosas de algunos fotogramas de Kurosawa . He de confesarte que si alguna vez me contuve en las librerías no fue por el precio, que impone, sino por el temor a que se tratase de este tipo de literatura que parece que detiene hasta el aire que respiras. Me lo replantearé para el verano, ateniéndome a tus explicaciones; pues parece que es de esos libros donde los hilos son tan sutiles como la civilización que reflejan, y necesita cierta concentración.
    Pues a seguir así, incitando a la lectura. Saludos.

  9. javier dice:

    Muy interesante Jerufa, tanto el libro que reseñas y que yo no conocía, como el tema japo, creo que nuevo por estos lares. Mil seiscientas páginas son mucha para mí, pero aprovecho tu reseña para hacerte una pregunta interesada, ya que te veo puesta: últimamente me hablan mucho de los novelistas japos contemporáneos (sobre todo de Murakami) como si fueran el no-va-más, aunque suenen a ladrillo. ¿Has leído algo? Si es así, ya contarás.

    Saludos

  10. Arauxo dice:

    Gracias, Jerufa, maestro. Vaya obra, vaya autora, vaya época, vaya civilización, vaya reseña…

    A uno le cuesta todavía juntar las mandíbulas después de leerte. Es difícil encontrar un libro más exótico, más interesante y más ilustrativo para escribir una reseña. Y es también difícil encontrar una reseña tan completa, tan elegante y con la que se aprenda tanto como con ésta (al contrario que con esas soporíferas sábanas que escriben algunos griegos…) Porque casi todos los adjetivos que tu atribuyes al libro, fresco, lejano, exótico, diferente y especial cabe atribuirlos también a la reseña (salvo el de lejano, claro está, porque Onuba e Híspalis andan a un tiro de piedra…)

    Hombre, si hubiese que discutir, estaría dispuesto a iniciar el debate comentando estas palabras de tu reseña: «En aquellos tiempos, oscuros en el resto del mundo, donde el esplendor de Roma era puro recuerdo y la pobre Europa empezaba a levantarse a trancas y barrancas de su inmensa decadencia, tan sólo China y Japón podían enorgullecerse de contar con unas civilizaciones dignas de tal nombre«, porque creo que admiten bastantes matices… si no contundentes réplicas. Pero como no está en mi ánimo la polémica -porque después me riñes y me llamas provocador-, ya hablaremos otro día. Y, además, te lo perdono por deleitarnos con una reseña excelente y con una invitación tan interesante a aproximarnos a una civilización extraña y fascinante. Y también porque estás demasiado cerca y podrías venir a darme pescozones.

    En fin, así da gusto leer reseñas, la verdad.

    Un saludo.

  11. Paco T dice:

    Excelente, excelente reseña. Caray, por todo lo que comentas en ella, Jerufa, da un poco de yuyu meterse en semejante mundo. Dos cosas me han llamado especialmente la atención: la antigüedad de la obra y su relativo desconocimiento en España hasta fechas recientes, y la aparente contradicción de tus palabras al atribuir al debe y al haber de la obra similares defectos/virtudes: el estilo y el ritmo de la novela que puede parecer, en algunas fases, algo –sólo algo- tedioso por lo extenso. Su lectura requiere, por tanto, delicadeza y paciencia […] y después la propia técnica de narración empleada, una adaptación del original que hace muy llevadera su lectura […]. Quizá tu intención era remarcar las diferentes lecturas que pueden extraerse de la obra, en un análisis tan preciso como el que has hecho, pero también parece una contradicción…

    Por otra parte, coincido con opiniones anteriores en que el desconocimiento de la cultura nipona puede ser (y seguro que de hecho lo es) un obstáculo importante para comprender y enmarcar lo leído.

    Una última cuestión: ¿qué hay de la traducción? ¿Es directa del japonés o es un refrito de la inglesa? Lo menciono porque sería una lástima la tercería al traducir semejante obra maestra; ya sabes: traduttore, tradittore elevado al cuadrado.

    Saludos

  12. Aretes dice:

    Magnífica reseña, Jerufa.

    Sólo un apunte: lo de la sabanitis es contagioso ¿verdad?. Lo digo por empezar a ahorrar y comprar un disco duro supletorio…

  13. richar dice:

    Jerufa, muy buena reseña, sí señor. Ahora bien, en principio -y sólo en principio-, el tema no me atrae mucho, la verdad. Me leí hace no demasiado uno sobre unos samurais que perdían a su jefe… joer, qué memoria más deplorable la mía… era algo así como «los veintitantos nosécuántos» (sustituyendo «veintitantos» por el número exacto, y «nosécuántos» por la palabra que se usa para designar a los samurais que han perdido a su jefe/amo.

    Bueno, la cosa es que creo que era otro clásico de la literatura japonesa, y la verdad se me hizo denso como un bocata de callos. Lo acabé a duras penas.

    Así que enfrentarme a este que mencionas, que parece aún más ligerito, pues como que me da bastante canguele.

    En fin, igual algún día… eso sí, tu reseña cojonuda.

    Un saludo,
    Richar.

  14. Casio dice:

    ¿Puede ser Ronin (como la película de De Niro)? Lo digo sin gran conocimiento de causa, aviso. Ahí queda.

  15. richar dice:

    ¡¡Eso, eso!! «Los veintitantos Ronin». Gracias Casio, ya sólo falta conocer el número y el autor del libro.

    Saludos,
    Richar.

  16. arwen dice:

    Tengo el libro de Editorial Atalanta,de hecho se lo preste a Jerufa. Lo intente leer con paciencia y tranquilidad, porque eso es lo que necesita pero lo abandoné .
    Es una traducción muy literal,algunas veces,demasiado.Estamos acostumbrados a ese tipo de libros de lectura rápida en el que queremos que los acontecimientos sucedan rápido; con ésta novela es totalmente imposible. Aunque parezca mentira cuesta leerlo y entenderlo; está lleno de notas en la parte inferior de cada hoja que te obliga continuamente a parar la lectura; llega un momento en que piensas » ¿leo las notas? entonces pierdo el hilo, y sino las leo hay cosas de las que no me entero. Piensas que esas notas están puestas por algo.
    Las ilustraciones están hechas como a plumilla, son maravillosas.
    Y en cuanto al precio es bastante caro pero si un libro te interesa creo que eso da igual.

  17. ignacio el argentino dice:

    ¿No son 21 ronin?
    saludos

  18. richar dice:

    21…. mmmm… podrían ser, pero no me acaba de sonar… ¿27? Y perdona jerufa por llenar tu hilo de samurais…

    Saludos,
    Richar.

  19. Daniekes dice:

    Yo conozco la película «47 Ronin» de Hiroshi Inagaki. Buscando información encontre un libro llamado «Los cuareta y siete ronin. La historia de los leales samurais» de Tamenaga Shunsui. Supongo que os referiréis a éste. Si es tan bueno como la película, merece la pena.

  20. MANICO dice:

    Loado seas, jerufa. Póstrome ante ti decúbito prono para ensalzar tu magnifica reseña. Como diria el gran maestro de Ubrique, en dos palabras: IM-PRESIONANTE.
    pd:de todas formas prefiero la adaptación animada «Oliver y Genji».
    Saluditos muy cercanos.

  21. Nieves dice:

    Lo primero, desde luego felicitar a Jerufa por su reseña,yo la he leido ahora, cuando he acabo de leer el libro, hace justamente 10 minutos. Yo lo recomiendo a todo el que le guste leer, a mi me ha encantado, estaba enganchada a él como si fuera la mejor novela de intriga o espionaje; me faltan palabras para contar todo lo que me ha gustado: el estilo a mi me ha resultado fácil, a pesar de las poesías, que hay casi una o dos en cada página, pero de una belleza, con unas metáforas… alucinantes para una mentalidad contemporánea, occidental y materialista como la nuestra. Ah! y yo no leo poesía, no es mi estilo, pero aquí me han enganchado. La verdad lo recomiendo a todo el que se lo plantee.
    Por cierto, a mi hijo de 15 años que lee algo, pero tampoco es un devoralibros, también le está gustando, ya va por el segundo libro, nos repartíamos los tiempos de lectura, porque ninguno queríamos esperar a que el otro terminara. Y lo empezó él solo, sin que yo lo aleccionara, porque ya tengo comprobado que si yo recomiendo, … él rechaza. Erá la edad.
    Además no es incompatible con la lectura de comics, cada uno en su sitio tienen un gran mérito. Creo que me he enrollado, pero es que me emociono al pensar en el libro.
    Estoy en esta página porque quería información sobre algo que he echado de menos: ilustraciones para hacerme una idea más completa de la vestimenta, de los instrumentos musicales, de organización de las viviendas, etc.
    Un saludo y ¡al Genji!.

  22. Sirithanna dice:

    Al habla la sobrinnnnna de jerufa.
    Me ha comentado que siente mucho no haber podido contestar a ninguna de las preguntas ni comentarios, pero es que el tema de los virus en su ordenador se ha alargado un poco y no podrá ponerse con tranquilidad a explayarse en sus contestaciones, aclarar dudas y demás hasta más o menos el lunes o el martes.
    Gracias y saludos.

  23. jerufa dice:

    Bueno…con más retraso del debido estoy aquí. Problemas graves del ordenador…ya sabeis, virus y cosas de esas…
    Voy por partes porque creo que la publicación de la reseña ha cogido a más de uno en fuera de juego. ¡Ya era hora, caramba, que aquí hay mucho listo!

  24. jerufa dice:

    Dronne: existen dos ediciones de la obra del Genji. Destino y Atalanta. Ambas han publicado primera y segunda parte. Precios Destino: 30 € cada tomo. Precios Atalanta: 48 y 32 €. Cada una de ellas tiene sus ventajas, a mi modo de ver. En Destino se ha buscado una adaptación del original más, digamos, novelada para hacer más fácil y llevadera la lectura. Entregados a ella, es cómoda y confortable de leer, con los peros signados. Si se busca una lectura fiel y más académica, por utilizar gráficamente esta expresión, recomendaría la de Atalanta. Esta lectura, sin embargo, requiere de más profesionalidad a la hora de atacarla, por cuanto exige de compromiso, fuerza, ánimo y mentalidad para disfrutar de ella. Los inconvenientes los ha señalado muy bien Arwen. Tanta nota a pie de página -enormemente ilustrativas, eso si-despista sobremanera y puede acabar fácilmente con la concentración del lector. Su tamaño tampoco ayuda (19 x 25 cms). Se mencionan escasamente los nombres (utiliza los «cargos») lo que hace dificil el seguimiento de las aventuras y desventuras del mundo Genji.
    Ahora, eso si. Dispone de unas ilustraciones que son una envidia. Y no hablo de 10 ó 15, no, no….hablo de 200 ó 300 dibujos a cuál más interesante. Es, a mi juicio, lo único que echo de menos en ediciones destino, esa profusión de detalles y de imágenes de la que hace gala Atalanta en su edición.
    Dicho esto, que cada cuál elija.
    Un saludo y gracias por tus comentarios.

  25. Dronne dice:

    Muchas gracias por tu aclaración, me dejas las cosas bastante más claras sobre las diferencias entre las dos ediciones, tenia una duda «existencial» con estos libros.

    Y si decido comprarlas ya tendre al menos un criterio para elegir, de todas maneras primero habrá que ahorrar…

    Una vez más gracias.

    Un saludo, y que la salud de tu ordenador mejore.

  26. jerufa dice:

    Gracias Cavilius. Viniendo de tí, acepto los cumplidos por duplicado.
    Entiendo que desconocer la cultura japonesa no ha de ser una traba para leer el libro. Y para muestra un botón: yo mismo. No he leido más que a Murasaki Shikibu. Simplemente, me pasó lo que a tí. Ví los libros, repasé los comentarios, ojeé las críticas y husmeé por dentro. Y como me llamó la atención, porque además, no tenía ni idea de que existieran esas presuntas obras maestras universales, pues me hice con ellas dispuesta a desafiarme a mi mismo y….voilà, he aqui el resultado. Una cosa más que sé y una cultura «perdida»que descubrí. No me arrepiento en absoluto de su lectura y, es más, se la recomiendo a todo aquel o aquella que esté dispuesto a asumir el reto de descubrir una cultura apasionante por lo diferente.
    Pero de tí pa mí, querido cavi…en tu caso y amando lo griego como lo amas, creo que podrías naufragar, si. Aunque cerca de las costas de Akashi.
    ¿También tú conoces
    la tristeza de las noches
    en la costa de Akashi
    sin más compañía que tus propios pensamientos?

  27. jerufa dice:

    Cavi, no me he olvidado de tu segunda cuestión. Tal vez mañana.
    Adió, adió.

  28. cavilius dice:

    Bueno, esperaré…

  29. Vindex dice:

    Puedo atestiguar personalmente que ni la lectura del libro ni la completísima reseña publicada por el amigo Jerufa le hayan dejado secuelas apreciables a simple vista, como las que me quedaron a mí tras escuchar «en vivo» la historia, y no poderle replicar adecuadamente como hubiera sido mi deseo.

  30. Fusako dice:

    Hola a todos y a todas,
    Aunque no soy (ni seré) una persona habitual en esta página web, he decidido participar porque mi querido amigo Jerufa me lo ha pedido. Mi pequeña nota creo que difiere un poco de los análisis que hacéis vosotros en este foro. Pero bueno…
    Leí la novela recién salida del horno editorial y ha constituído una gran aportación a mi particular acervo cultural. Sí había leído antes a autores japoneses, fundamentalmente a Yukio Mishima, y también había visto películas japonesa con samurais, etc…, es decir, conocía del Japón lo que conoce todo el mundo. Esta novela no tiene nada que ver, es describe una época Japón absolutamente desconocida para el gran público occidental y es por ello también aconsejo su lectura.
    Pero por lo que la aconsejo en realidad es por lo siguiente. Las grandes obras de la literatura universal se definen como tales por su capacidad de reflejar ante el resto de la Humanidad al propio ser humano y trascenderlo fuera del tiempo y del espacio, y eso sin duda lo consigue Murasaki Shikibu. No sé si recordar aquí que el Ser Humano así considerado es el mismo en todas partes y en todos los siglos de la historia, y nada hay en un héroe como Genji o en cualquier personaje masculino o femenino de la novela, que nos sea ajeno a nosotros mismos y que no podamos asumir o rechazar como valores propios.
    La novela, como todas las grandes obras, contribuye a conocer no sólo una época determinada del Japón sino también la condición humana, y si me apuráis al ser humano masculino. ¡Hombres de occidente, leed esta novela!¡No os podéis imaginar cuánto de más y diferente sois ser capaces de dar y actuar sin que vuestra masculinidad se resienta!
    Saludos

  31. Ascanio dice:

    ¡Por fin! Ya está aquí la que faltaba de la familia (con excepción de Mikiki, claro está). Antes de nada, pedirte disculpas mmmmmano, porque no he podido hincarle el diente a tu reseña hasta hoy.
    Y por supuesto me uno al coro de ¡Vivas! ¡Hurras! y ¡Yupis! por este pedazo de reseñón. Poco me imaginaba yo -cuando me enseñaste la portada del “librito” en tu casa- que tenía además una segunda parte y que estabas leyendo una auténtica obra de arte de la literatura japonesa. Porque tengo que reconocer que Murasaki Shikibu me es tan familiar como Cuchicuchi Trikitriki.
    Ahora vienen las preguntilias: el personaje de Genji, ¿tuvo alguna base real o es invención de la autora al cien por cien?
    Me llama muchísimo la atención es que se trate de una obra escrita por una mujer del siglo X. Y ante esto tengo otra cuestión que seguro sabrás responder viendo los temas que trata la novela: ¿eran frecuentes en aquella época y cultura las mujeres escritoras? ¿O estamos ante una excepción?
    Otra cosita que no acabo de entender muy bien. La novela fue escrita en el siglo X, y dices que aparecieron los primeros manuscritos en el S. XII. Estos manuscritos, ¿eran los originales de la autora? ¿O bien se trataba de adaptaciones de su novela hechas por otros autores posteriores? ¿Sabes si el texto original se encuentra muy “adulterado”?
    Me ha sorprendido también tu comentario sobre las casas niponas y sus distribuciones. Supongo que te refieres al feng shui, tan de moda actualmente. Yo, la verdad, nunca he creído en esas cosas de las líneas de energía, y de cómo colocar el mueble zapatero para que no te huelan los pies, cómo orientar la mesilla para que no te jorobe el despertador por la mañana, o de qué color pintar el baño para acabar con el estreñimiento.
    Bueno, mmmmano, felicitaciones a go-gó de nuevo para una reseña interesante, original, bonita y sorprendente.
    PS: Arwen, mmmmana, eres una caja de sorpresas. Mira que tienes libros raros, jamía…
    Sirithanna, ¿tengo que pelearme contigo para mangarle el libro a Jerufa?

  32. Jerufa dice:

    Disculpas de nuevo. Antes era un virus, ahora una «carrera». Espero que a partir de la próxima semana pueda responderos como os merecéis. No penseis que me vais a hacer callar.
    Adió, adió.

    PS: ¡Aúpa Fernando Alonso!

  33. Lorelay dice:

    Me has dejado impresionada con la reseña, en mi opinión, casi un análisis del libro y aunque esta literatura no me seduce demasiado por lo minuciosa que me parece su lectura quizás me anime para estas vacaciones, significa ello que me lo prestaras digo yo. Jerufa creo que debo insistirte e animarte para que hagas tus pinitos como escritor y, para ello podrías aprovechar el concurso de relatos cortos, ya que desde luego facultades te sobran, lo dicho anímate y al lápiz que el tiempo es oro. Suerte, tu sincera admiradora.

  34. Ascanio dice:

    Ea, eso es. Ahora se va por ahí de picos pardos, y a nosotros que nos parta un rayo. Y nos deja con las preguntas flotando por el ciberespacio…
    Si es que no hay derecho, hombre. Poca vergüenza.

  35. Sirithanna dice:

    ¿Lorelay? ¿No lleva ni dos meses en la página que ya tiene una admiradora? Esto me huele a chamusquina…

    Ascanio, pelearnos por supuesto, para eso estamos. Aunque deberías de aprovechar que aún estoy con el otro susodicho libro para mangárselo a jerufa sin que yo me entere. Por cierto, ¡que nos vemos en unos días!¡Oléeeeeee!

    PD: Y el otro en las carreras, que agggco, si es que el mundo está muy mal repartío.

  36. cavilius dice:

    Está a punto de salir la primera parte de La novela de Genji en edición de bolsillo, 900 páginas, al precio de unos 11 euros. No, si todavía habrá que comprárselo…

    Saludos

  37. clio dice:

    Que editorial ? si no es molestia, para estar ojo avizor

  38. cavilius dice:

    Es una molestia que ni te cuento.

    Editorial: Ediciones de Bolsillo, S.A.

  39. clio dice:

    Efjaristó (o algo así) Cavilius

  40. Casio dice:

    Gran noticia, por fin será un gasto asumible… Ahora ya no hay excusa, ¿eh?

  41. Jerufa dice:

    Hola. Al hilo de lo anterior sería bueno saber de qué traducción se trata.
    ¡Otra cosa! Debeis perdonarme por la prolongada ausencia pero por unas cosas u otras no hay manera de ponerse al ordenador. Ayer, para rematar la faena se me chafó el disco duro, así que ordenador pa trás otra vez. (escribo desde el trabajo obviamente). Sé que hay preguntas por ahí por responder y lo haré en cuanto me sea posible. Os pido disculpas por anticipado, pues no está en mi ánimo tener «desconcertada» a la concurrencia por más tiempo.
    Adió, adió.

  42. Arauxo dice:

    Sí, sí… Desde luego lo hay que le echan un rostro…

  43. jerufa dice:

    Vamos por partes.
    Hay por ahí un sector de hislibris que al hilo de la reseña, disparan samurais por doquier. Lamento decepcionarles, pero en esa época -tan diferente- el samurai era tan ajeno e inexistente en Japón como la música de samisen , la ceremonia del té, el arte de disponer las flores, los paisajes en miniatura del espiritu Zen, las geishas, los tatamis, las alcobas adornadas de kakemonos, el pescado crudo y la salsa de soja, por extraño que os parezca. Todo ello es posterior y ninguno existía en el mundo de Murasaki. Asín que…

  44. jerufa dice:

    En cuanto a la segunda preguntita de Cavi, ahora que la releo, observo que tiene bastante tomate. ¿No podrías hijito, concretar un poco? Es que entonces te lo vas a llevar todo.
    Continúo.

  45. jerufa dice:

    Valeria: gracias.
    Efectivamente, se trata de una lectura -permíteme la expresión- diferente.
    Es decir, no te lo plantees como un libro más. Lo leo y ya está. No. Es una novela que te hará pensar, que te forzará -fíjate lo que te digo- a reflexionar, porque es tan opuesto y tan chocante a nuestra cultura el modo de vida Heian y su forma de comportarse que la mente no puede evitar pararse y darle vueltas a los pasajes que va leyendo. Es atractiva su lectura porque abre a la mente occidental una forma de comportamiento a la que no está acostumbrado y trata de asimilar. No se puede evitar la comparación continua y el porqué de ser tan diferentes en nuestra concepción de las cosas por unos cuantos kilómetros de separación. Sin duda, Vale, si lo enfocas con esta perspectiva, te armas de paciencia y dedices embarcarte en su lectura, te aseguro que no te arrepentirás y no te decepcionará. Es más, puede que hasta alucines.

  46. jerufa dice:

    Estimado Javier.
    En primer lugar, no estoy tan puesto en temas japoneses. De hecho estos dos tomos son los primeros que he leido con lo que no puedo responderte a tu pregunta.
    De todas formas, te anticipo que si bien los dos tomos hablan de la saga de Genji su lectura puede hacerse individualmente. Con eso es suficiente para apreciar su contenido de manera satisfactoria.
    ¡Ah!, no me cambies de sexo. Soy el, no ella.
    Adió, adió.

  47. jerufa dice:

    Querido Arauxo: muchísimas gracias por tus comentarios. Me dejas sin palabras.
    Lo de la polémica, ni cuenta. No estoy dispuesto a discutir con una «pared» acerca de la decadencia de la vieja Europa, pero si puedo hablarte de las jerarquias en aquél Japón o cualquier otra cuestión que a vuecencia le interese y le venga bien aprender. (Por supuesto, con ayuda de manuales y textos…hasta ahí podríamos llegar, hombre, que yo soy gente del vulgo!)

  48. jerufa dice:

    Paco T, gracias por los cumplidos. Trataré de responderte.
    Lamento que te haya inducido a confusión la propia redacción, pero intentaré aclarártelo. Cuando hablo de estilo y ritmo que puede resultar algo tedioso, me estoy refiriendo a que se trata de una novela extensa con un único guión. El hecho de versar toda la novela -aunque con infinidad de matices que pellizcan el interés del lector continuamente- sobre las vicisitudes del Principe Resplandeciente con sus mujeres puede hacer, a veces, cansina la lectura, porque además, parece que nunca pasa nada, pero sólo parece. Por eso digo que se necesita «delicadeza y paciencia».
    En cuanto a la técnica de narración, quizás sea mejor decir técnica de traducción y saldrás de dudas. Error mío. Me vengo a referir a que debido a la dificultades de su traducción y a los méritos y esfuerzos editoriales para hacer amena la historia al lector, esta edición -desde mi modesto punto de vista- es un éxito, porque permite la aproximación y el posterior conocimiento del mundo Genji sin traumatismos «mentales», cuestión que no me atrevo a aventurar respecto de la otra edición (Atalanta).

    y después la propia técnica de narración empleada, una adaptación del original que hace muy llevadera su lectura […]. Quizá tu intención era remarcar las diferentes lecturas que pueden extraerse de la obra, en un análisis tan preciso como el que has hecho, pero también parece una contradicción…

  49. jerufa dice:

    Ese último párrafo, elimínese.

  50. Paco T dice:

    Gracias, resalao. Como te veo muy ocupado con tanta pregunta atrasada, no te daré la murga más… ¡hasta que se tercie!

    Saludos

  51. jerufa dice:

    En cuanto a la traducción, me preguntas si es directo del japonés o un refrito de la inglesa.
    Ediciones Destino recrea la adaptación de Waley. es evidente que toda traducción es una recreación del original, pero si es del japonés, lo es más todavía. Y ello es así, porque esta lengua, desde sus orígenes más remotos, ha funcionado al margen de la precisión del chino o de la mayoría de las lenguas indoeuropeas. De hecho, los primeros europeos que visitan Japón a mediados del siglo XIX pensaron que el japonés era una «lengua de salvajes», por carecer del pronombre relativo, lo que hacía – a sus ojos- llegar al convencimiento de que jamás podría servir para dar forma al pensamiento abstracto. La falta de relativo hace que las preposiciones se sigan las unas a las otras como frases trinchadas carentes de un vínculo que las una. Conviene conocer antes de empezar una frase cuál será su última palabra.
    Por eso la costumbre entre los nipones de marcar cada preposición que llega al oyente con un movimiento de cabeza o un , para que el orador sepa que ha sido entendido y puede seguir adelante. En relación con ello, Bousquet dijo: «La frase japonesa más vulgar, traducida a cualquier idioma occidental, resulta completamente absurda y la traducción literal al japonés de la frase inglesa más sencilla resulta ininteligible para un japonés que desconozca el inglés». Para entendernos, los japoneses piensan «hacia atrás» o «al revés» que los occidentales, y ello determina la estructura de su lenguaje.
    Yukio Mishima se hacía traducir sus novelas al inglés, lengua que conocía bien, corregía personalmente la traducción y luego exigía a sus editores que, para posteriuores traducciones, utilizaran el modelo inglés «homologado», evitando el original japonés. Y hablamos de japonés «moderno». En el japonés Heian se evitan los nombres propios, se abusa de la primera persona sin que los autores aclarasen quiénes eran los que hablaban, el sujeto de una frase puede cambiar en mitad de una oración sin que se sepa el por qué. Pasado, presente y futuro se confunden y resulta -además- muy difícil establecer si una oración es afirmativa, negativa o interrogativa. Si a ello se une que la gramática nipona del periodo Heian era complicadísima y disponía de un léxico muy limitado, sabrás Paco T, que hablamos de una traducción que no se ha hecho del original japonés por pura lógica.

  52. jerufa dice:

    Pero voy a terminar, si me permites, de satisfacer tu curiosidad.
    Ante semejante texto, se supone que el traductor occidental «ha de buscarse la vida» a su manera. Destino recrea, como te comenté, a la traducción que en su día hizo Arthur Waley. Pero no ha sido la única, la alemana de Herberth E. Herlitschka (1937), la italiana a cura de Adriana Motti y de Piero Jahier y la rusa de Tatiana Sokolova-Deliusina (1991-1993) también lo han hecho.
    Waley optó en su momento por una amplificación del texto para hacerlo más inteligible al lector, lo hizo en 1935, The Tale of Genji, A Novel in Six Parts by Lady Murasaki, translated from the Japanese by…, George Allen & Unwin Ltd., Londres, para más señas. Dicha traducción -hoy en día- resulta en exceso recargada. Es por este motivo que la adaptación de Ediciones Destino simplifica el texto sin sacrificar nada esencial de él, ofreciendo una puntuación ágil, racional y más moderna ya que Waley incrustaba los diálogos y los poemas dentro de unos párrafos narrativos larguísimos y amazacotados, como bizcochos, que lo hacían en exceso, farragosos.
    Sin embargo, esta tarea se ha acompañado de otras versiones que han ayudado a aclarar dudas y llenar lagunas. Así, de la alemana de Oscar Benl muy cuidada y «germánica» se han observado con especial cuidado los poemas, porque los resuelve mejor que ninguna otra. De la versión inglesa del norteamericano Erward G. Seidensticker se ha seguido la literalidad, si bien ello conduce a una relativa confusión a la hora de hilvanar los acontecimientos. Sin embargo, la francesa de René Sieffert, no dispone de notas y resulta initeligible para los poemas y la inglesa, parcial pero hermosa, de Helen Craig McCullough también han sido contempladas y estudiadas para versionar y adaptar. Finalmente, Ivan Morris The world of the Shining Prince que resuelve muchísimas dudas, sobre todo en la interpretación de los nombres y títulos de los personajes.
    En los apéndices del libro se hablan de otras ediciones más modernas, mejores y con criterios notablemente distintos, además de profusamente anotadas y comentadas que no han llegado a cotejar por coincidencia en el tiempo.

  53. jerufa dice:

    Quizás en lo único en lo que no estoy de acuerdo con ediciones Destino es en la libertad tomada por la editorial para alterar a conciencia uno de los capítulos de la novela Diálogo en una tarde de lluvia -hermosísimo- y ponerlo de cabecera. Arguyen lo siguiente: «En la obra original este diálogo -el más largo, con mucho, del libro- aparece en la primera mitad del capítulo 2. Como sea que es opinión generalizada que, a pesar de su extraordinario interés porque esboza con suma claridad la filosofía sobre la mujer que determinará a lo largo de la crónica las relaciones de Genji y sus compañeros con el sexo opuesto, desde el punto de vista estructural desequilibra gravemente la narración, nos hemos tomado la libertad de cambiarlo de lugar y convertirlo en un prólogo. Creemos que la idea no es en absoluto disparatada: críticos eminentes lo han comparado al primer tiempo de una sinfonía, en el que se exponen todos los temas principales y por norma el primer tiempo es el que abre la sinfonía. Para diferenciar este prólogo de los capítulos que lo seguirán y dotarlo de mayor agilidad, hemos optado por darle forma teatral o, mejor, de diálogo filosófico a la manera de los de Diderot.»
    Estoy de acuerdo en la forma adaptada, no así en la alteración del orden, máxime cuando al llegar al capítulo 2 se comprende que su incardinación procede con toda lógica y sin desplome de estructura. Así opino.
    Paco T, ¿satisfecho?

  54. jerufa dice:

    En ese Capítulo -alucinante por lo que ya aventura- hablan Genji y tres amigos de los diferentes tipos de mujeres que conocen y describen según sus experiencias: la mujer celosa, la mujer frívola, la mujer enigmática y la mujer marisabidilla.
    Chapó.

  55. cavilius dice:

    Cielos, jerufa, ¿mi segunda pregunta? ¿Y cuál era? Ah, lo de la novela psicológica. ¿Que concrete? Pues, pues… sí, vale, concreto: concretamente te lo pregunto a ti. ¿Qué opinas?

  56. Jerufa dice:

    No era esa, a ver si te lees bien tus comentarios, despistado.
    Que sepas que me he partido de la risa.

  57. Arauxo dice:

    Desde luego, hay que ver lo que se aprende en Hislibris. Incluso a concretar, oye…

  58. clio dice:

    Pues yo alucino si con cada libro que lees, realizas ese estudio exhaustivo de las distintas traducciones y además reflexionas con la lectura, ¡Dios! Jerufa, que complejo me entra: «Solo sé que no sé nada», pero me gusta que tú si, y me lo cuentes. Buena reseña y mejores comentarios.Saludos

  59. Ascanio dice:

    Eeeeeeeeso é. Y a mí que me parta un rayo. Anda que…
    Por cierto, voy a empezar a estudiar japonés antiguo. Parece sencillito. Voy a mirar el último anuncio de CCC…

  60. pepe dice:

    Jerufa: Arwen decía más atrás que te había prestado la edición de Atalanta. Me gustaría saber si tienes planeado leerla o si ya lo has hecho, para valorar los comentarios que haces de ella. La verdad, estoy un poco confundido con respecto a por cual de las dos debo decidirme, pero absolutamente feliz, porque esta discusión sobre ediciones, traducciones y versiones es absolutamente apasionante.

    Saludos.

  61. rociga dice:

    He comprobado que JERUFA realiza todos los comentarios y aclaraciones oportunos sobre esta bonita obra que nos traslada a la vida y costumbres del antiguo Japón. Demuestra un gran dominio del contenido de la obra.No obstante, estoy en desacuerdo con la opinión de que la obra fuese un precedente remoto de la novela psicológica de los tiempos modernos.

  62. jerufa dice:

    Bueno, sentado al ordenador le toca el turno a Ascanio.
    Primera preguntilia: Me dices si el personaje principal tuvo alguna base real o es invención de la autora. Pues bien, parece ser que Genji es ficticio, si bien la novela da todas las pistas para deducir que se inspira en un personaje histórico. Los personajes son compuestos a partir de seres de carne y hueso, pero deben mucho a la imaginación de su creadora. Como gran escritora que fue, Murasaki Shikibu llevó a cabo la hazaña sublime de inventarse una realidad ficticia, aunque paralela a la real y, que diez siglos más tarde, puede parecernos más real que la realidad misma. ¿O tú te imaginas el asedio de Troya de forma distinta a como la relata Homero?

  63. jerufa dice:

    Segunda preguntilia:
    Preguntas sobre si es frecuente que en aquella época hubiera mujeres escritoras.
    Bueno, antes de nada he de reconocer una pequeña omisión que he advertido en la reseña -por otra parte ya de por sí, extensa- como es la falta de información hacia la autora de la novela, lo que considero casi una falta de respeto y consideración. Valgan estas palabras en este foro al menos como rendido homenaje hacia una espléndida mujer del lejano oriente que hizo tanto por dar a conocer su cultura.
    En realidad, poco se sabe de Murasaki Shikibu, que nació entre el 970 y el 978. Parece ser que fue hija de un cortesano de rango medio perteneciente a la poderosa familia -yo casi diría saga- de los fujiwara, que llegó a gobernar la provincia de Echizen, al norte de la capital. Entre sus obras, figura su famoso Diario donde se define así: «Hermosa pero tímida, poco amiga de miradas ajenas, retraída, amante de las viejas historias, tan aficionada a la poesia que casi todo lo demás no cuenta para ella, y desdeñosa del mundo entero, he aqui la opinión desagradable que la gente tiene de mí. Y, sin embargo, cuando me conocen me consideran dulce y muy distinta de lo que les han hecho creer. Sé que la gente me tiene por una especie de proscrita, pero me he acostumbrado a ello y me digo para mis adentros: yo soy como soy».
    Murasaki Shikibu, que entró al servicio de una de las consortes del emperador Ichijo y que deslumbró a la propia emperatriz con sus habilidades con la escritura, pronto se convirtió en la figura central de un círculo literario femenino junto con las poetisas Izumi Shikibu y Akazome Emon. Este circulo, a su vez, rivalizaba con otro formado en torno a otra esposa del emperador, Teishi, cuya figura más brillante fue la famosa y descarada Sei Shonagon, autora del Libro de cabecera o de la almohada, al parecer, de lectura deliciosa.
    En respuesta a tu pregunta, queridísima Ascanio, queda claro y evidente que aunque Murasaki tenía indudablemente un talento natural que la sitúa muy por encima de sus contemporáneas -y de la gran mayoría, creo yo, de sus sucesoras en el arte de novelar-, no fue en absoluto un personaje excepcional en el sentido de anómalo o raro en la cultura Heian.

  64. jerufa dice:

    Otra curiosidad que no quiero dejar de subrayar en relación al nombre de la autora. El libro se denomina La Novela de Genji y no La Historia de Genji como en realidad debiera, si bien los motivos de este cambio están recogidos ya en la reseña. Pero…¿y el nombre de la autora?.
    Para los traductores del Genji siempre se ha planteado un problema, los nombres propios. Siguiente una práctica muy japonesa y Heian, la autora, en todo momento, evita los nombres propios de la mayor parte de los personajes de la obra y, muy especialmente, los de las damas. Mientras los hombres son nombrados por sus títulos y cargos, para referirse a las mujeres se sirve de perífrasis varias a partir de características físicas, objetos, lugares o poemas a ellas asociados. Asi, y para que lo entendais, Yugao (flor de luna) es en realidad «la dama que vive en la Sexta Avenida», Suetsumuhana (la flor del azafranillo), «la dama que tiene la nariz como la flor del azafranillo», Utsusemi (el caparazón de la cigarra) -no me negareis la belleza de los nombres-, «la dama a la que alude el poema sobre el caparazón de la cigarra», Kiritsubo (kiri significa «paulonia»), «la dama que vive en el pabellón de las paulonias y Fujitsubo (Fuji significa «glicinia»), «la dama que fue instalada junto al jardín de las glicinias».
    Para evitar esas largas perífrasis, los traductores optan por tomar como nombre propio de esas mujeres la palabra principal que sirve para caracterizarlas, olvidándose del resto.
    Así las cosas, no resulta nada descabellado pensar que la autora de la obra no se llamara realmente Murasaki, sino «la dama que escribió sobre Murasaki» o bien «la dama que creó el personaje de Murasaki», explicando ello la coincidencia del nombre de la autora con el de su heroína en la novela.

  65. jerufa dice:

    Tercera preguntilia:
    Hablas sobre la originalidad o posible adulteración de la obra.
    No se ha conservado ningún manuscrito del relato de fecha más o menos cercana a la época en que vivió Murasaki Shikibu. Los primeros fragmentos textuales conocidos aparecen en la Genji monogatari emaki, una serie incompleta de ilustraciones de finales del siglo XII. Sin embargo, se sabe que en 1021 un texto del Genji ya existía cuando se relata que una joven que regresó a la capital desde una provincia lejana ya recibió una copia del Genji como regalo de su tía.
    En el siglo XIII, el texto se estaba corrompiendo a causa de las sucesivas copias, y dos eruditos, cada uno por su cuenta, se dispusieron a restaurarlo. Uno de ellos fue Minamoto no Mitsuyuki, cuya obra completó, en 1255, su hijo Chikayuki. El otro fue el poeta y hombre de letras Fujiwara no Teika que inició un proyecto más o menos similar por la misma época. Teika escribió en su diario que su copia desapareció en la década de 1190 y que, por lo tanto, se aplicó a reunir y cotejar otras. Éstos fueron los primeros comentarios a la obra y lo más exacto a la misma.
    El primer texto completo con los 54 libros que lo componen, es del siglo XIV. Con el paso del tiempo el lenguaje del Genji se hace ininteligible para los mismos japoneses y en 1381 se confecciona el primer diccionario especializado para entenderlo. Durante los primeros siglos lo que más interesó a los lectores fueron sus poemas y no fue hasta el siglo XVIII que se empezó a contemplar y disfrutar de la obra como una totalidad. A partir de ese momento, los trabajos y libros escritos sobre la obra -sobre todo en Japón- se cuentan por miles. Se dice en los círculos literarios especializados que quizás tan solo Shakespeare ha dado lugar a más páginas de análisis y exégesis.
    Creo que con esto, mmmana, he respondido a tus preguntilias. Pido disculpas a la concurrencia por semejante tostón, pero la culpable de todo la tiene -como casi siempre- Ascanio.
    Adió, adió.

  66. jerufa dice:

    Pepe, dispongo en la actualidad de las dos ediciones, cierto. De hecho, la información mostrada parte de ambos textos. En cuanto a si he leido la de Atalanta, te diré que no porque me compré la primera que ví, que fue la de Destino. No la voy a leer, para tu información. Tán sólo he leído algunos capítulos para cotejarlos y compararlos con la otra edición y ya os comenté que coincidía con arwen. Cuesta más leer la de Atalanta, pero es más profusa y detallosa, más ajustada al original y menos adaptada que la de Destino. Contiene unos hermosísimos dibujos que adolece Destino y es abundante en notas al pie. De todas formas, para acometer semejante obra se necesita mucha disposición, tranquilidad y calma. Más que nada porque es lectura diferente a la que estamos acostumbrados. Por eso – en mi opinión y para una primera toma de contacto- recomendaría la de Ediciones Destino.
    Saludetes.

  67. Valeria dice:

    Jerufa, menuda tesis doctoral.

  68. Paco T dice:

    Oñio, Jerufa, ¿y me preguntas si estoy satisfecho? Creo que no he visto un dominio mayor que el tuyo sobre una obra en concreto en todas las reseñas de Hislibris que he leído hasta ahora. Y no es broma ni peloteo.
    Saludos

  69. clio dice:

    Jerufa, una preguntita igual un poco tonta, pero el Fujiyama, seria » la montaña de las glicinias» ? (cada vez me apetece más que salga la edic. de bolsillo para comprarla)

  70. jerufa dice:

    Tonta no sé si es, pero jodida…con ganas que sí.
    La única explicación lógica que puedo dar es que en la isla de Honsu, donde se halla el volcán, crece una especie endémica de la glicinia, con flores azul y violeta.
    Aún así, que sepas que el volcán fuji no existía tampoco en la época Heian. ¡ea!

  71. Ascanio dice:

    Querido mmmano Jerufa, muchísimas gracias por tus explicaciones. He tardado en contestar por dos razones. La primera es que, como bien sabes, los fines de semana me resulta casi (y sin casi) imposible entrar en Hislibris. Y la segunda es que he estado recogiendo las babas que se me han caído al suelo ante tal despliegue de sabiduría y conocimientos. De hecho, veremos a ver si no tengo que ir al hospital para que me vuelvan a encajar las mandíbulas.

  72. Arauxo dice:

    Estamos presenciando un momento glorioso en Hislibris, de esos que sólo se repiten una vez cada milenio, cuando los planetas se alinean bajo el signo de Géminis: la forja de un Maestro…

  73. Jerufa dice:

    Pues va a ser que no. Me limito a comentar pasajes e información contenida en los libros. Lamento decepcionaros. Pero ya veis, uno que es modesto…
    Adió, adió.

  74. Arauxo dice:

    Modesto, el Maestro que, en Efecto, sabe de Esto…

  75. Laurence dice:

    ¡Hola, buenas tardes!. Bueno… me ha costado tres días registrarme porque no he parado de leer entradas, comentarios, entrevistas, reseñas, etc, etc. En muchas de ellas la tentación de responder o de añadir algo era casi irresistible, pero entre el excelso nivel de quienes participaban en los temas, por un lado, y, por otro, que tenía la sensación de que llegaba ya tarde a casi todo, no me he atrevido a poner nada.

    Pero esta entrada/reseña ya me ha roto todos mis esquemas.

    Así que hago mi «bautizo de sangre» (haciendo un símil con las katanas) no para añadir nada más al respecto, harto difícil, sino para felicitar con toda la sinceridad y la honestidad que se puede a Jerufa, por muy modesto que quiera ser. Porque por mucho que comentes pasajes e información contenida en los libros, como dices, el arduo trabajo de recopilación, transcripción, y, sobre todo, el hecho de incitar el interés por el tema, es incuestionable.

    Ni que decir tiene que soy una defensora a ultranza de Genji y su autora. Que tengo los dos libros de Atalanta, por los que me decidí finalmente después de leer en varias críticas los pros y contras de las dos ediciones que existían, y que no me arrepiento de ello. Eso sí…. Jerufa lo ha repetido varias veces, y con mucho atino.. paciencia y no olvidar que se lee una excelsa obra magistral nipona de una época casi desconocida y con una mentalidad casi antagónica a la occidental, pero de una belleza y una sutileza en manos de Murasaki Shikibu digna de toda alabanza.

    Finalmente, una reseña sobre la traducción de Atalanta. El traductor al castellano, Jordi Fibla, se basa en la más reciente versión inglesa de Royall Tyler, que es profesor emérito de japonés en la universidad nacional de Australia. A ello se añade que Jordi Fibla ha traducido junto a su mujer, japonesa, algunas otras obras literarias de Japón a partir de su lengua original

    Una vez más mi enhorabuena a Jerufa por toda la reseña, información, comentarios y toda la pasión que ha transmitido con sus palabras. Soberbio. (y hasta ha conseguido que me «arrancara» a escribir, cosa que pensaba que no haría, sino que me limitaría a ser una fiel observadora… ja¡¡).

  76. jerufa dice:

    Estimada y apreciada Laurence.
    Ante todo perdona el retraso en contestarte, pero estando un fin de semana por medio la cosa se ha antojado complicada.
    Bufff…, chica! leer tu comentario me ha dejado bastante sonrojado. Muchas gracias. Digas lo que digas, sigo pensando que no merezco tanto elogio. Soy buen «encajador» de la información, no una lumbrera, como abundan por aqui…
    En relación con tus palabras, dos cositas.
    La primera, que me encanta que te hayas leido la versión de la competencia, ello «nos supone» – y perdona que te secuestre- un doble beneficio a la hora de «defender informando» la reseña acerca de cualquier comentario que pueda suscitarse. Personas como tú, por una particular sensibilidad a la hora de enfocar una lectura – eso lo da Genji per se- son muy interesantes en el blog y no dudo que tu aportación en este hilo será valiosísimo. Así que, como en Puertas de Fuego, hagámonos fuertes y respondamos en equipo.
    La segunda, como no podía ser menos, es agradecerte tu participación en hislibris gracias a la lectura de La novela de Genji. Si eso ha servido para que te decidas a intervenir, doble enhorabuena para quién escribe.
    Espero, en tanto en cuanto Richar no lo haga, darte mi más efusiva bienvenida a este blog y animarte a que escribas y muestres a todos tus opiniones y tus conocimientos. Te lo agradeceremos todos y yo el primero, pues quiero que sepas que, desde que descubrí allá por diciembre de 2006, por medio de mi queridísima hermana Ascanio, este estupendo blog, todos los libros que he adquirido o me han regalado gracias a la información compatida han sido un rotundo éxito. Y eso no es fácil.
    Así, aprovecho para dar las gracias a toda la comunidad hislibreña por la fantastica senda del conocimiento en que me han metido.
    Ya ves, esta noche estoy romántico.
    Un caluroso abrazo de acogida a Laurence y ojalá podamos «compartirte» por mucho tiempo en Hislibris.

  77. richar dice:

    Oye, jerufa, que ya le he dado la bienvenida en otro hilo, hemos charlado, compartido opiniones y tó de tó…

    Saludos,
    Richar.

  78. jerufa dice:

    En mi reseña no, canalla. (risitas)
    Ya sé que te fastidian «mis» japoneses -como a Arauxo-, pero mi hilo es mi hilo, que caray!
    Adió, adió.

  79. Arauxo dice:

    (Aquí sigo calladito, ¿eh?, y con más paciencia que Job bendito)

  80. Laurence dice:

    Un placer saludarte «personalmente» jerufa. Y una vez más, muchas gracias por vuestra cálida bienvenida. Con Richar ya empiezo a sentirlo como si lo conociera de toda la vida con tantas bienvenidas.. jajaja… hasta he prometido serle medio bueno y no enrollarme demasiado en mis respuestas.

    La verdad es que no hace mucho que me he iniciado en la lectura «oriental» y, especialmente en la japonesa. Pero desde que vi el título de Genji en la librería había algo que irremediablemente hacía que mi mirada se volviera hacia el libro. Hasta que me decidí a comprar el primero y después me regalaron el segundo.

    Es cierto que ya había leído otros libros, sobre todo de literatura «fantástica» enclavada en el japón feudal, que siempre me ha apasionado (tanto por la época histórica -fan a muerte de la Edad Media – como de una cultura tan distinta a la nuestra – motivo por el que también me gusta tanto la egiptología, por ejemplo… otra de mis pasiones). Cositas como «La leyenda de los Otori», «shogun», «El arte de la guerra», «El bushido» y «Shikè» que lo tengo pendiente (una de mis últimas compras en Zaragoza).

    Pero Genji no tiene nada que ver con todo eso… Es… especial…

    Y ahora me están tentando para introducirme en el mundo de la literatura japonesa. He leído «El rumor del oleaje» de Yukio Mishima y la verdad me ha encantado. Una obra breve, intimista, de lectura ágil y que transmite con facilidad sentimientos y el consabido sentido del honor japonés aún en época reciente. Así que seguiré ampliando mis lecturas. (Más toda la bibliografía que he ido recopilando de vuestras reseñas y respuestas….. que tela…).

    Así que ya sabes, si te gusta el tema, nos tendremos mutuamente al tanto de nuevos libros de interés ;-)

    Arauxo… cualquiera diría que no te gustan los lindos japonesitos…con lo chiquitines y monos que son ellos¡¡ …

    Saludos.

  81. Arauxo dice:

    Ea, Jerufa, otro para el club de los chinos. Digoooooo, de los japoneses, hombre…

  82. jerufa dice:

    En principio, no tengo compromisos de lectura con Japón a corto plazo. Así que, de momento, tendrás que llevar tu ese estandarte informativo. De seguro, dejarás el pabellón bien alto. Un abrazo.

  83. Germánico dice:

    Yo libros de más al Este de los Urales… buf, como que me cuesta…

  84. Arauxo dice:

    Y a mí. Llego hasta el alemán. El ruso ya me cuesta trabajito.

  85. Germánico dice:

    Yo, sn embargo, domino ambos idiomas.

  86. PILI dice:

    HOLA,ME REGALARON PARA MI SANTO UN LIBRO RELACIONADO CON JAPON Y AHORA SOY UNA ADICTA A ESTE MUNDO. ME HE LEIDO EL LIBRO DE GENJI EN CATALAN Y PARA MI SORPRESA SON SOLO UNOS CAPITULOS . YA ME HE INFORMADO Y ME HE PEDIDO LOS DOS VOLUMENES ENTEROS. SI HAY ALGUIEN QUE LE GUSTE EL LIBRO PODRIAMOS COMPARTIR OPINIONES. YA DIRA ALGUIEN ALGO.

  87. jerufa dice:

    Bienvenida Pili.
    Genji son algo más que algunos capitulos. Ya lo comprobarás, pero seguro que no te decepcionará. Es una lectura diferente de un mundo diferente. No creas, acometer La novela de Genji dice mucho de la capacidad, comprensión y paciencia del lector, dispuesto a mi manera de ver, a dejarse seducir por una lectura que le mantendrá absolutamente asombrado. No está su lectura -y pido disculpas de antemano por si alguien pudiera molestarse- al alcance de cualquiera.

  88. PILI dice:

    hola jerufa,el libro que me he leido abarca del nacimiento hasta que llega de la costa y alli se acaba,y claro me he quedado con las ganas de todo!!! la verdad es que me encanta,lo compre en catalan para la fluidez del vocabulario ,pues yo soy castellana. ahora ya he encargado los dos tomos editados en castellano pero no me llegaran hasta dentro de un mes. mientras estoy leyendo el diario de sei sonagon(la rival de murasaki sikibu) y me esta gustando mucho. la verdad es que este mundo de la literatura japonesa me esta gustando muchisimo. ya iremos hablando. gracias por contestar pues pensaba que nadie estaria por la labor.

  89. jerufa dice:

    Pues nada, ¡adelante con ello!
    Aquí en Hislibris, la gente sí permanece atenta y dispuesta a echar una mano. Lo que pasa es que de japoneses está la cosa un poco joía! :-)
    Pregunta por griegos, romanos, medievales o guerras mundiales, ¡vas a ver lo que es bueno!
    Un abrazo y bienvenida de nuevo.

  90. PILI dice:

    HOLA QUE TAL? ME DIRIJO A TODOS ESOS AMANTES DE LA LECTURA PARA DESEAROS A TODOS FELIZ AÑO Y QUE SIGAMOS DISFRUTANDO TANTO CADA UNO CON LAS LECTURAS QUE MAS LE GUSTEN. EN MI CASO AHORA TODO LO RELACIONADO CON JAPON, PERO HAY MUCHAS MAS. SOY FAN NUMERO UNO DE CARLOS RUIZ ZAFON ENTRE OTROS. UN ABRAZO .

  91. antonio dice:

    Hola a todos.
    Leí «La novela de Genji» el año pasado. Son dos tomos editados por Círculo de Lectores, aunque por las referencias que dais, sospecho que son los editados por Destino y cedidos al Círculo. Me gustó muchísimo. Me impresionó tanto que se lectura se hizo adictiva y acabé prontísimo. La lectura es amena. No sé como será el texto original, pero desde luego este atrae la atención hasta absorberte completamente y olvidarte de lo que te rodea.
    Mi personaje preferido es Suetsumuhuna (flor del azafranillo). Me da mucha pena. Me parece el antecedente de las heroínas decimonónicas que se consumen por un amor imposible. No parece desde luego una novela medieval al uso. Se nota que el Japón retratado tenia el refinamiento traído de China y que en Europa se había perdido con la caída del Imperio Romano. Los libros son caros, pero sinceramente, a mí me compensó.
    un saludo

  92. Ariel dice:

    Es una obra magnífica y un disfrute su lectura

  93. clio dice:

    Te pongo el enlace de una exposición en la Biblioteca Central de la UNED, Jerufa, para que vengas..
    http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,644264,93_20540419&_dad=portal&_schema=PORTAL&id_noticia=1120

  94. jerufa dice:

    Jó, Clío, que lástima. ¡Y yo que estuve allí hasta el 15!
    Bueno, al menos me queda el consuelo de que Pepe se acerque a verlas y así se anime a descubrir Genji.

    Un besito, maja.

  95. pepe dice:

    Querido Jerufa, el pollo está en el horno.

  96. Casio dice:

    A la atención de pepe y Jerufa.

    También yo tengo he recibido el pollo. Pongo a precalentar el horno.

    Seguiremos informando

  97. Casio dice:

    Ya lo decía mi madre: el lenguaje en clave te juega malas pasadas.

  98. pepe dice:

    Bueno, quizá fui un poco exagerado porque el pollo no está todavía en el horno, pero ya está en casa. Lo que está precisamente ahora en el horno es una magnífica novela de Richard Russo.

  99. juanrio dice:

    ¿Cual es, Pepe?

  100. pepe dice:

    Juanrio, como dicen en mi pueblo, te conozco como si te hubiera pario… No te contesto aquí, porque luego me dice Jerufa que le enredo el hilo pero ahora te contesto donde sé que no me pueden protestar.

  101. juanrio dice:

    Que duro es este Jerufa….

  102. jerufa dice:

    ¡Eh, eh, que jerufa está muy calladito!
    Que pollo teneis, ¿el de Mercadona o el de Corral?
    Ji, ji, ji…

  103. Ascanio dice:

    Tú a ver si dejas ya a los chinos éstos y te pasas por mi reseña de Eliot.

  104. Aretes dice:

    No puede, ¿no ves que está en el horno?

  105. jerufa dice:

    Pepe, me tienes en ascuas, hijo.

  106. Jordi Fibla dice:

    No existe unanimidad sobre el significado de Fuji-san (san, otra lectura del mismo ideograma, es preferible a yama). En este caso Fuji nio tiene nada que vber con glicina. El profesor Basil Hall Chamberlain («Japanese Things», un libro de comienzos del siglo XX, aunque se reeditó en 1981, editorial Charles E. Tuttle, Tokyo) dice que probablemernte esta «fuji» no es una palabra japonesa. Podría ser una corrupción de «Huchi» o «Fuchi», el nombre ainú de la diosa del fuego, pues en la antigüedad el territorio alrededor del volcán pertenecía a los ainús, aborígenes que luego fueron desplazados hasta Hokkaido. Otro profesdor cree que Fuji deriva de la palabra ainú «push» que significa «brotar», lo cual habrían sido apropiado, dado el carácter volcánico de la montaña, pero que también podrían haber dado al río Fujikawa que fluye por ella, puesto que los ainús tenían la costumbre de no poner nombre a las montañas, por imponentes que fuesen, y en cambio nombraban cuidadosamente todos los ríos. El cambio de letras de «push» al clásico «fuzi», como se diría en tiempos de Genji, estaría acorde con la norma japonesa, pero el de «Huchi» a «Fuzi» sería anormal.

    Un saludo, si todavía hay alguien ahí.

    J.F.

  107. pepe dice:

    Me alegra mucho leer tu etimológico comentario, Jordi. En la wikipedia dicen que existen razones (distribuciones geográficas de topónimos y cosas así) para argumentar que Fuji es más yamato que ainú. Supongo traduttore, has de saber que es un placer tenerte por aquí. Por insistencia de Jerufa he comprado la novela pero la edición de Destino, de modo que

  108. pepe dice:

    A ver, que este teclado es demasiado pequeño y le doy a varias teclas a la vez. Quería decir (i) que celebro tener aquí a uno de los traductores, (ii) que me gustaría tener la edición que tú has traducido pero tengo la otra (que era más barata), (iii) que el año pasado perdí Mason y Dixon cuando lo llevaba por la mitad y ya había empezado a acostumbrarme al humor de la pareja (por si te sobra algún ejemplar), (iv) que el trabajo de traducción en general me parece de una gran dificultad y que no se valora lo suficiente, (v) que te animes a participar de vez en cuando con algún comentario.

  109. Jordi Fibla dice:

    Es muy satisfactorio que exista en España un grupo de personas notablemente amplio interesado por la cultura japonesa. Desde luego, estamos por debajo de los demás países de nuestro entorno, en todos los cuales se ha hecho una traducción directa del «Genji» (o por lo menos pasa por directa). Personalmente estoy en contra de las traducciones indirectas, pero hay obras que por su tamaño y complejidad son comercialmente inviables.

    Cuando me ofrecieron el encargo tuve serias dudas. Antecedentes no me faltaban, puesto que en los años noventa traduje del inglés dos enormes novelas de Eiji Yoshikawa, «Musashi» y «Taiko», pero una cosa es la literatura popular y otra el clásico más importante de una cultura.

    Tenía la versión de Waley, que había leído fragmentariamente, y me parecía inadecuada porque, aunque el inglés de Waley es precioso, carece de la neutralidad suficienrte para reflejar el sobrio lenguaje japonés del siglo XI. Por otro lado, la equiparación de budismo y cristianismo, con sus obispos y abades, o el uso de términos romanos, como las vestales, me incomodaba.

    Habia leìdo una reseña en «Time» de la nueva traducción de Tyler y me proponía comoprarla a la mayor brevedad. En estas circunstancias me ofrecieron la traducción. Suponía leer la obra como mínimo cuatro veces y recibir una remuneración por el tiempo invertido. Ello me proporcionaría un conocimiento del «Genji» mucho más profundo del que habría obtenido leyendo la obra sin intención de traducirla. Consulté otras críticas y la unanimidad era total: la versión de Tyler no sólo dejaba obsoleta a la de Waley sino que superaba con mucho a la de Seidensticker.

    Con todo, no habría aceptado el encargo de haber sabido dos cosas: en primer lugar, que había una traducción directa en marcha, realizada por un profesor residente en Japón, Roberto H. Oeste que al parecer sería publicada por la editorial Almuzara y, en segundo lugar, que la editorial Destino preparaba otra versión. De eso me enteré cuanto mi traducción estaba muy avanzada y no había vuelta atrás.

    Debo detenerme aquí. Seguiremos en contacto.

    Jordi

  110. Jordi Fibla dice:

    Bueno, concluyo lo que he tenido que interrumpir.
    Perdón por los gazapos. Es Robert H. Oest, profesor en una universidad japonesa y de quien no he podido averiguar nada. Lo único que hay de él en la Red se refiere a unos sonetos de Gabriela Mistral. Desconozco su historial y sus conocimientos para traducir el «Genji» del japonés de la era Heian. Pero si ese hombre estaba dispuesto a traducir la obra poco menos que por amor al arte, para una editorial poco conocida que difícilmente puede hacer grandes inversiones, parece de sentido común que la aparición simultánea en el mercado de dos versiones indirectas debió de ser un duro golpe para el proyecto. No digo que acabara con él, puesto que no sé nada, pero lo cierto es que un lustro después de que se publicaran las versiones indirectas ni siquiera se ha anunciado la próxima aparición de la directa.

    Y estoy deseando que suceda tal cosa, que cualquier día de estos se anuncie que, pese a la saturación del mercado y poniendo fin al agravio cometido contra la señora Murasaki y la literatura clásica japonesa (como sería un agravio que los japoneses hubieran traducido el «Quijote» del inglés), por fin aparecerá una versión directa del «Genji» en español.

    Las crítica se ha decantado por mi versión en contra de la de Roca-Ferrer, pero a mi juicio debería haber sido mucho más contundente con el hecho esencial de que ninguna de las dos es directa. Yo mismo podría decir muchas más cosas sobre la edición de Destino de las que ha señalado la crítica y, desde luego, las habría dicho cuando pude hablar ante micrófonos y cámaras sila mía hubiese sido una traducción del japonés clásico. Puesto que no es así, puesto que si llega a darse el lamentable caso de que la española, entre todas las grandes lenguas occidentales, es la única que carece de una versión directa del «Genji», habré contribuido a esa penosa circunstancia, mi crítica personal no estaría justificada.

    En definitiva, traduje el libro a sabiendas de que no debería hacerlo, a fin de leerlo a fondo, con la profundidad abisal que sólo permite la traducción. La recompensa intelectual ha sido elevada, pero habré de cargar con el remordimiento durante el resto de mi vida, a no ser que el señor Oest u otro abnegado académico honre a la señora Murasaki vertiendo al español de hoy un texto japonés de 1200, ya que no existe ningún original anterior, un texto increíblemente difícil de desentrañar pero que franceses, anglosajones, alemanes, italianos y hasta finlandeses han encontrado la manera de traducir.

    Hasta otra,

    Jordi

  111. Jordi Fibla dice:

    Tal vez estéis ocupados, pero parece como si hubiera habido una desbandada general tras mis declaraciones, tal vez consideradas intempestivas. Alguien podría decirse: Pero si el mismo Roca-Ferrer dice en su interesantísimo prólogo que el japonés es tan endiablamente difícil (¡hombre, los nipones piensan «al revés», ¿qué quiere usted?) que él mismo se traduce sus libros, y pensar que esto justifica hasta cierto punto la traducción indirecta. Sin embargo, no hay que perder de vista que Roca-Ferrer tradujo la obra a partir de cuatro o cinco traducciones a distintas lenguas, todas ellas directas del japonés de Heian. Es decir, el japonés, incluso la complicada lengua clásica, es perfectamente traducible. No se entiende la supuesta manía de Mishima de traducirse a sí mismo, ni tampoco se entiende que después de escribir a raudales, practicar el kendo y el culturismo hasta deslomarse y relacionarse con grupúsculos ultranacionalistas, tuviera tiempo para hacer algo que, como bien debe de saber el señor Roca-Ferrer, exige tantísimo tiempo.

    Insisto en que no voy a criticar a mi colega, por la única razón de que, si bien por motivos que no tienen nada que ver con los suyos, también hice una traducción indirecta y, como antes he dicho, si esto me parece tolerable en ciertos casos, no lo es en el que nos ocupa. Pero tampoco quiero insistir en esto, porque las razones personales de uno pueden ser difíciles de entender. permitidme tan sólo que os diga de dónde sale esa extraña afirmación sobre Mishima con la que nos regaló en su día el señor Roca-Ferrer.

    Basta consultar «Mishima, a biography», de John Nathan, Tuttle Publishing, Tokyo, 1975, que en las páginas 198-201 se ocupa de la película de Mishima «Yukoku» (patriotismo), basada en un relato del mismo título (publicado en español por Ediciones Siruela, dentro del volumen «La perla y otros cuentos», 1987). En 1965 Mihsima escribió a su biógrafo y traductor John Nathan, diciéndole que consideraba necesario escribir un comentario en inglés sobre «Yukoku», puesto que su inglés era muy deficiente (falso, pero restarte méritos es una exigencia de la cortesía japonesa) y rogándole que se lo corrigiera y que, una vez el texto impecable, buscara a alguien que hiciera las versiones en francés y alemán. El motivo de todo esto era que su película iba a verse en el extranjero antes que en Japón, una película en la que aparece minuciosamente filmado un seppuku, y Mishima no quería que sus motivaciones se malinterpretaran. De ahí ese comentario explicativo de lo que se había propuesto exponer y su interés por que estuviera impecablemente escrito en inglés. Estamos hablando de un par de folios sobre una cuestión muy puntual. De eso a deducir que Mishima traducía todos sus libros e imponía su versión inglesa como original de las demás versiones media algo más que un abismo.

    Mishima no es fácil, sobre todo por su uso de kanjis que normalmente no se utilizan ni se utilizaban en su época. Por ejemplo, si ha de escribir «rosa», «loro», «francés» o «café» utiliza kanji en lugar del habitual silabario katakana. Y además, a menudo sus ideas estéticas sn bastante complicadas. Pero en conjunto es perfectamente traducible, como lo es el «Genji», a otro nivel. Es evidene que sólo puede hacerlo alguien que no sólo domina el japonésderno sino que ha estudiado a fondo la lengua y la literatura clásicas. No es ese el caso de la mayoría de japoneses, por los que ellos también han de leerlo traducido al japonés moderno. Al hablar de las versiones indirectas españolas, se ha señalado que tal vez habría sido preferible traducir una de esas versiones modernas. En primer lugar, no sería económicamente factible, puesto que traducir del japonés resulta bastante más caro que hacerlo del inglés, y cuando se trata de una obra de 1500 o más páginas resulta prohibitivo. Y en segundo lugar, ¿qué versión elegir entre las existentes? La más popuilar en Japón, de la que se ha vendido más de un millón de ejemplares es la de la monja budista Jakucho Setouchi. El texto está muy simplificado. No es una recreación, como hace mi colega con más o menos fortuna (no, no voy a criticarle, palabra), sino una reducción a lo básico. Aquí tenéis el comienzo del libro en traducción directa de la versión de Setouchi. Comparadlo con las versiones indirectas españolas.

    Este es un relato muy, muy antiguo. Era la época de un emperador cuyo nombre ha sido olvidado. Entonces numerosas concubinas vivían en la corte imperial, todas ellas compitiendo por ser la única a la que el emperador amara. Entre las concubinas había una afortunada cortesana a quien el emperador amaba más que a cualquier otra. Puesto que sus aposentos se hallaban en el palacio llamado Kiritsubo, la conocían como la dama Kiritsubo. Su posición en la corte no era muy elevada, y las concubinas de alto rango que llevaban allí más tiempo, al igual que las que tenían confianza en sí mismas, envidiaban todas a Kiritsubo y la odiaban.

    ¿Preferís esta versión directa?

    Saludos,

    J.

  112. pepe dice:

    Jordi, creo que sobrevaloras el interés que hay en Hislibris por la literatura nipona. Es fácil coincidir contigo en varios puntos, como el de que las traducciones directas son siempre preferibles a las indirectas. Desconozco cual pueda ser la razón de que nadie se haya atrevido con la empresa de llevar a cabo una traducción directa de Genji, quizá sea tan solo cuestión de que alguna entidad cultural japonesa o española esté dispuesta a poner sobre la mesa la cantidad de dinero necesaria. No sé si entiendo bien tu última pregunta y no tengo a mano ninguna traducción para comparar. Adivino que quizá te refieres a que resulta dificil conseguir un equililbrio entre el rigor (que se pierde cuanto más nos alejamos de la transcripción literal) y el valor literario, que se gana con una elaboración que va en detrimento del «tono original» que suponemos debe tener la obra. Cuando llegue a casa compararé los dos párrafos a ver si me aclaro. Por cierto, no ha habido desbandada: este hilo hace tiempo que dejó de centrar el interés de los parroquianos debido a que cada día hay una nueva reseña sobre algo nuevo, y vamos todos con la lengua fuera. Sin embargo, te puedo asegurar que son muchas las personas que leen con interés lo que has escrito y que agradecen tu participación. Muy otra cosa es que se animen a dejar un comentario. Les pasa como al ruiseñor del haiku:

    El ruiseñor
    unos días no viene,
    otros dos veces

    1. Javi_LR dice:

      Tiene mucha razón en lo que dice Pepe, Jordi. Yo, al menos, he leído con mucho interés lo que apuntabas. Lamentablemente, no tengo mucho que añadir a no ser que sean digresiones que tiendan a otras cosas que conozco un poco más. Cosas de griegos y tal.

      Bienvenido a Hislibris, Jordi.

  113. Jordi Fibla dice:

    La pregunta se refiere a que esta traducción sabe a poco para el gusto occidental. Si se hubiera publicado la versión japonesa de Jakucho Setouchi, la obra habría parecido menos importante, simplemente porque ese estilo sencillo, que va al grano y se deja de florituras (y en la versión de Waley las florituras son como el azúcar en un pastel) no nos acabaría de gustar. Ignoro cómo son las demás versiones al japonés moderno, pero esta es la más popular y la tengo en un texto de estudio del japonés con un nivel medio de dificultad.

    Soy consciente de que mi preocupación porque tal vez se haya impedido que exista una versión del «Genji» en español apenas tiene resonancia, como no podría ser de otra manera.

    Muchas gracias por vuestros amables comentarios y un cordial saludo.

    Jordi

  114. Ascanio dice:

    Hola, Jordi.
    Primero, excusar a la autor de esta reseña (Jerufa, mi hermano) porque últimamente está muy liado con el trabajo y apenas tiene tiempo para aparecer. De todas maneras, avisado está ya de tus intervenciones. A ver si tiene un ratito y al menos se pasa por aquí para saludarte.
    Segundo, darte las gracias por tus intervenciones, porque demuestras una erudición acerca de la cultura nipona que no tenemos ninguno de los que frecuentamos Hislibris. Como dice Pepe, quizás el ver aquí esta reseña te ha hecho sobrevalorar nuestro conocimiento de Japón. Entre las más de mil reseñas que hay en Hislibris, sólo hay una sobre novela japonesa, y alguna sobre comics manga.
    Tercero, y como dice Javi, yo tampoco tengo mucho que añadir, ni siquiera de griegos. Sólo se me ocurre felicitar a los traductores que se toman en serio su trabajo, que no destrozan las obras originales y que transforman la lectura en un placer. Creo que, en eso, todos los que entramos en Hislibris sí estamos de acuerdo. Y creo que también estaremos de acuerdo en agradecerte sinceramente tus intervenciones y el interés que has mostrado en nuestra web (porque la consideramos «nuestra»).
    Un saludo.

  115. Jordi Fibla dice:

    Gracias, Pepe, Javi y Ascanio. Sé que me he pasado un poco de rosca, pero es que cuando traduces una obra así y la lees entre cuatro y seis veces, según los pasajes, luego te persigue durante mucho tiempo y a poco que te dejen la lías.

    Seguiré con interés las intervenciones en este blog.

    Un cordial saludo,

    Jordi

  116. pepe dice:

    Además de seguir las intervenciones y de hacer algún comentario, también puedes animarte a escribir la reseña de un libro. Por ejemplo, de alguno de los que has traducido últimamente (la única restricción es que tenga un ligero barniz histórico). Estoy seguro de que será un verdadero placer leerte.

  117. Jordi Fibla dice:

    Gracias por la invitación. Lo haré con mucho gusto en cuanto disponga de tiempo.

  118. Laurence dice:

    Pues sí que es verdad que es mejor tener una traducción directa, y que quizá la de Jordi Fiblá, que es la que yo tengo, a veces pueda parecer un tanto literal. Aunque yo más bien achaqué esa literalidad y esas florituras al estilo propio de la cultura nipona, que es cualquier cosa menos sencilla y simplificada.

    También te tengo como traductor con «Musashi» y espero que en breve te pueda tener también con la obra de «Taiko».

    Todo un placer el tenerte por aquí. Espero que podamos seguir viéndote y disfrutando de tus conocimientos.

    Saludos.

  119. Jordi Fibla dice:

    No creo que la versión de Royall Tyler sea «literal», sino que como las anteriores, las de Waley y Seidensticker, es una interpretación lo más ajustada posible al sentido del original. En lo que difieren básicamente es en la forma y eso que he llamado florituras, es decir, detalles ausentes en el original pero que supuestamente harán más atractivo el texto al lector. Así los lectores británicos de la versión de Waley se maravillaban de que aquellos japoneses de mil años atrás hablasen y hasta se comportasen como ellos. Y en cuanto a mi versión, intenta ser lo más fiel posible al texto de Tyler, que es un experto en la lengua de la era Heian y cuyo propósito confesado al embarcarse en la traducción fue el de ser fiel al máximo.

    Sobre esta cuestión de las florituras Jorge Luis Borges escribió un precioso ensayo que figura en su libro «Historia de la eternidad». Habla de los traductores de «Las mil y una noches» y se refiere a la traducción francesa de J.C. Madrud, que pasaba por ser la más fiel al original. He aquí un ejemplo:

    El agua seguía cuatro canales trazados en el piso de la sala con desvíos encantadores, y cada canal tenía un lecho de color especial: el primer canal tenía un lecho de pórfido rosado; el segundo, de topacios; el tercero, de esmeraldas, y el cuarto, de turquesas, de modo que el agua se teñía según el lecho, y herida por la atenuada luz que filtraban las sederías en la altura, proyectaba sobre los objetos ambientes y los muros de mármol una dulzura de paisaje marino.

    Borges se planteó cómo era posible que aquellos árabes del siglo XIII, por refinados que fuesen, escribieran de esa manera que recuerda a Oscar Wilde y el modernismo de fines del siglo XIX. Cotejó tres versiones alemanas y dos inglesas y comprobó que en el original ese texto dice:

    Las cuatro acequias desembocaban en una pila, que era de mármol de diversos colores.

    Hay una tendencia, incluso inconsciente, a manipular obras muy antiguas para satisfacer el gusto del lector actual. Sin embargo, quien lea «Las mil y una noches» traducido por Madrud, está leyendo al traductor casi más que a los autores, y quien lea «The Tale of Genji» de Arthur Waley está leyendo una novela de Waley que recrea el texto japonés pero que es otra cosa.

    Sí, «Taiko» va a reeditarse próximamente. Es una novela histórica, sobre Hideyoshi, el gran unificador de Japón. Como me habéis invitado amablemente a aportar alguna reseña, creo que la de esta extensa novela sería apropiada, y me propongo hacerlo cuando disponga de tiempo.

    Saludos,

    Jordi

  120. Laurence dice:

    Estaré pendiente de esa reedición de «Taiko», que llevo mucho esperándola, así como de tu reseña sobre la novela. Estoy convencida que serán más los que la leerán gustosos, pero ya tienes a una que fijo que la va a disfrutar.

    Saludos.

  121. Alex dice:

    Buenas a todos,
    me gustaría leer este libro, me atrae mucho la cultura japonesa y he leido algo de Mishima. Alguien podría recomendarme cuál debería comprarme. Soy un simple mortal y sólo busco pasar buenos ratos leyendo este invierno.
    Saudos y gracias de antemano!

  122. Murasaki dice:

    Hola, solo queria añadir… si es que hay que añadir que yo tambien soy una ferviente seguidora de murasaki, comence a buscar sobre ella en el 2003 (entonces apenas dos comentarios en google), pero no desisti, pude encontrar un libro que se titula con con el nombre de la autora de la obra del genji, murasaki sikibhu y que esta basada en un libro autobigrafico, es bastante interesante pues te invita a realizar un viaje en el tiempo sintiendo que no ha pasado los siglos. De las traducciones de la obra Resplandor he decir que la traducción al castellano es algo mala.

  123. TsukiNoKagami dice:

    Bueno, bueno… La reseña es de calidad.
    He leído por ahí algún comentario de gente que no se atrevía a leer el Genji Monogatari por no tener ni idea de la cultura japonesa en general, o del Período Heian en particular. Para ellos, recomiendo «El mundo del Príncipe Resplandeciente», de Ivan Morris (Atalanta), que básicamente es una guía histórica, literaria y cultural de la época en que fue escrito el Genji. Es de gran ayuda.
    También he leído otro comentario de alguien que no se decidía a leerlo porque había leído «Los cuarenta y siete Ronin» y le había parecido muy denso. Cada uno tiene su opinión, pero para mí ése es un libro entretenidísimo y muy fácil de leer. Y muy corto. Además, es siete siglos posterior al Genji Monogatari. Es como no querer leer El Quijote porque El Cantar del Mío Cid te pareció denso…
    Nada más, enhorabuena por la reseña, me ha encantado. Animo a todos a leer el Genji Monogatari. Aparte de por su calidad, que es indiscutible, creo que es un privilegio poder leer una historia que se escribió hace 1000 años, y descubrir que gentes tan alejadas en el tiempo y en el espacio sentían como nosotros. Leer el Genji es un placer.
    ¡Saludos!

  124. jerufa dice:

    Todavía estoy esperando los comentarios de Pepe si algún día se anima a leerla.

  125. Murasaki dice:

    Me encanta ver como pasan los años y aun se comenta sobre Murasaki.

  126. viruji dice:

    Me estoy terminando el primero de los libros de Murasaki de Destino, aunque no soy ajena a la cultura japonesa, pues llevo tiempo estudiandola, esta edicion hace que la lectura sea muy sencilla. Entre los capitulos (o libros) hay unas excepcionales notas del traductor que explican distintos aspectos relacionados con la época en relación a la cultura, distribucion de poder y sociedad que son muy interesantes.
    Si bien me parece una lectura muy recomendable desde mi humilde opinión me parece un poco excesivo compararla con El Quijote como se hace por ahí, cuestion de gustos.
    Muchas gracias por la reseña, muy acertada. Un saludo

  127. Pingback: Anónimo
  128. jerufa dice:

    He vuelto a echar un vistazo a la reseña y los comentarios y la verdad, aún no me explico como fui capaz de atreverme.
    saludos a todos.

  129. juanrio dice:

    jerufa ¿Cómo tú por aquí? Cuanto tiempo sin leerte, un abrazo.

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