LA ESPADA DE CARTAGO – Gisbert Haefs

La Espada de CartagoHay portadas atractivas, que te llaman desde lejos y te obligan a parar ante un expositor, iluminan con una luz especial ese libro, justo ése de entre los muchos compañeros con los que yace, y te hacen guiños maliciosos para que extiendas la mano, lo levantes, leas la contraportada o te sumerjas al azar en una página. Y las hay anodinas, que no dicen nada, junto a las que pasas con indiferencia.

Hay autores desconocidos, y autores consagrados. Entre estos últimos, algunos ya se han labrado un nombre tan grande en relación con un determinado género literario, que echar un vistazo a uno de sus libros, y dudar siquiera un segundo que vale la pena la elección parece una herejía.

Yo jamás hubiera detenido mi mirada sobre este libro, de no ser por el nombre de su autor. La portada me pareció poco atractiva, con una espada que parecía de baratillo, y un título de teleserie. Pero era un libro de Haefs, y Gisbert Haefs no es precisamente un desconocido en el cada vez más vasto mundo de la novela histórica. En las tapas de “La espada de Cartago” se mencionan títulos tan conocidos como Aníbal, Troya, El jardín de Amílcar, Rajá, Alejandro Magno, La primera muerte de Marco Aurelio o La Amante de Pilatos, una de las más recientes. Así que, a pesar de la portada, a pesar del título, acordándome del buen sabor de boca que me había dejado su Troya, y reconociendo que Haefs es una garantía , me decidí por ella.

Lo primero que me encontré al abrir el libro fue un plano de Qart Hadasht. A eso se llama un buen principio. Pero imposible descifrarlo: las pocas indicaciones que en él se encontraban era casi imposible leerlas. El plano está borroso porque su impresión ha sido defectuosa, como cuando te bajas de Internet una foto de baja calidad. Pues este plano es una representación simbólica de mis sensaciones con esta novela. Pocas veces me ha resultado más difícil expresar cuál ha sido el regusto que me ha dejado la lectura de un libro. Porque la novela es buena, pero ……. ¿por qué me he quedado con la sensación de que podía ser mejor?

Leí en una entrevista que el autor decía que “una novela histórica, para ser buena, debe ser novela de aventuras; sin ellas, no hay nada”. En este caso la aventura es de naturaleza policial, si se me permite el anacronismo. Se trata de una especie de “thriller” político ambientado en Cartago. Bomílcar, Señor de los Guardias, ex combatiente en Iberia a las órdenes de Amílcar, tiene que esclarecer un asesinato. Sabemos desde la primera frase de la novela quién es el asesino, pero es necesario aclarar el móvil y determinar su autor intelectual, porque en Qart Hadasht están a punto de tener lugar las elecciones, Roma acaba de declarar la guerra a Iliria , y Amílcar lucha en Iberia. El misterio mantiene enganchado al lector hasta el último renglón. Pero el desarrollo argumental no sirve para profundizar en el conocimiento de la sociedad púnica, más allá de unos datos superficiales que apenas se dejan entrever. Desde este punto de vista, la novela podía tener lugar en Cartago o en la Galia. En algunos momentos, además, he tenido la desagradable sensación de que este libro es la continuación de otro, con continuas referencias a hechos presuntamente conocidos, encuentros pasados, o viejas amistades iniciadas en otra lectura, lectura que al menos en mi caso no ha tenido lugar.

En la entrevista que he citado decía el Sr. Haefs que nosotros no sabemos muchas cosas de los púnicos, y por eso en su novela Aníbal el narrador era un heleno. Totalmente de acuerdo; pero es que, además, lo poco que se sabe se insinúa, se deduce. Nada se explica claramente. Parece que se da por supuesto que estamos todos al tanto de la situación política del año 229 a.C. en el mediterráneo oriental. Que todos sabemos que el sufete estaba por encima de los treinta ancianos del Consejo de Ancianos, cuál era la postura de los reyes númidas con relación a Roma, o qué tipo de relaciones mantenían Egipto y Cartago. Y eso resulta desconcertante, cuando el lector se esfuerza en situarse.

Una de las cosas que más me gustan del autor, y en esta novela es también algo extraordinario, es cómo a través del lenguaje logra una magnífica recreación histórica de lo cotidiano. Es preciso, sutil, y un elemento crucial en la credibilidad de la historia. Se deshecha terminología más “actual”, aunque sea a costa de desorientar momentáneamente al lector . O a costa de tener que leer nombres como Kshyqti o Abdschamasch.

No puedo dejar de mencionar la famosa frase del Sr. Haefs sobre los 4 líquidos que son emblemáticos para las cosas de la vida. Señala que los elementos que convierten a una novela en buena son: sangre, sudor, vino y esperma. Pues aunque no se hacen grandes descripciones de batallas, efectivamente el autor nunca se ha cortado un pelo a la hora de describir la brutalidad de la sociedad de aquellos tiempos, bien en la guerra o a la hora de impartir justicia, pero considerándolo desde la perspectiva de la naturalidad, como algo que entonces era tenido por normal o inevitable. Y por supuesto, está siempre presente en los protagonistas una cierta tensión sexual (aunque muy moderada en esta novela, que en otras suyas que he leído termina uno cantando –como Rafaella- que para hacer bien el amor hay que viajar al sur… y en el tiempo). Y sudar se suda, claro. Que estamos en Cartago, y el Señor de los Guardias se tiene que ganar la paga. El vino, rebajado, o especiado… Resumiendo, creo que la novela contiene en dosis muy moderadas los vitales humores. Pero no por eso la valoración es negativa.

¿Lo que menos me ha gustado? El romano. Y digo él, porque es uno. Tal vez porque no éramos “viejos conocidos”, porque me he perdido algo en otra historia que nadie me ha contado, me ha parecido el personaje más plano, el más críptico, el menos creíble, el menos humano. Sólo se salva por un brindis memorable. Se me ha hecho raro, porque siempre me han gustado los personajes secundarios que crea este escritor.

No es imprescindible, pero es Haefs. En mi humilde opinión, una buena novela que podía haber sido excepcional.

EDHASA
375 páginas.

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31 comentarios en “LA ESPADA DE CARTAGO – Gisbert Haefs

  1. Vindex dice:

    A mí, Anibal me pareció excelente, pero según deduzco de tu reseña, «La espada de Cartago» no está a su altura, aunque me quedo con un importante detalle que nos dices y es que se logra una excelente recreación histórica de lo cotidiano, lo cual me resulta muy interesante y más en el caso de Cartago de la que tampoco sabemos.
    Gracias por tu reseña.

  2. Vindex dice:

    quise decir «tan poco sabemos»,,,,gluppp

  3. Incitatus dice:

    Amiga Valeria, siempre es una gozada leer tus reseñas, gran envidia das a aquellos reseñadores mucho menos literarios. Enhorabuena.

    Yo me leí el Aníbal de Haefs y me dejo bastante indiferente, un ni sí ni no, así que no creo que caíga en esta. Con respecto a lo que dices de la portada no puedo estar más de acuerdo, pero creo que es uno de los fallos de Edhasa, tienen grandes novelas pero las empaquetan muy feas por lo general, en mi humilde opinión.

    saludos

  4. Ariodante dice:

    Enhorabuena, Valeria, por tu reseña. Tampoco yo creo que lea el libro, porque leí Aníbal hace tiempo y aunque me gustó, no me entusiamó y por lo que explicas, esta obra es menor. Y te explicas de maravilla. Como mi listado de lecturas pendientes es ya largo en demasía, lo más seguro es que prescinda de ésta. Pero a quien da gusto leer es a ti, ciertamente. Asi que, ¡hasta la próxima!

  5. Vorimir dice:

    A mi generalmente me gusta el estilo de Haefs, pero esta novela me echaba mucho para atrás por quñe no soy nada amigo de los detectives en la historia y la dejé pasar.

    Y segun leo en tu reseña, no me equivoqué.

  6. Lucía dice:

    Amiga Valeria,
    ciertamente ha sido un placer leer esta entrada, por la claridez de tus palabras y el entusismo que has puesto en ellas.
    La literatura es una de mis bastantes pasiones. Otra es la fotografía, por eso estoy de acuerdo contigo en que esa portada no ha sido la más adecuada para «vender» una obra. Hay que buscar, como para casi todo en la vida, aquella imagen que es realmente suya.
    Gracias, un saludo.

  7. Valeria dice:

    Hola a todos. Yo no he leído «Aníbal» . Tenía pensado empezarlo uno de estos días, porque al parecer crítica y lectores coinciden en señalar que es de las mejores novelas de Haefs. Pero sí he leído Troya y La primera muerte de Marco Aurelio. Y reconozco que Troya me ha gustado mucho más que las otras. Pero si en las próximas vacaciones alguien desea una lectura ligera, ésta sería una magnífica elección.
    Lucía, bienvenida a esta casa de locos por los libros.
    Y gracias a todos.

  8. pepe dice:

    Excelente tu reseña como siempre, Veleria. Coincido con lo que se ha comentado más atrás: Haefs es un escritor eficaz pero que no despierta entusiasmo. He leído Anibal y Troya, y creo que las dos tienen ciertas cualidades, pero no terminan de cuajar. En la de Troya, si no me confundo, los personajes están más humanizados y son bastante creibles, pero luego resulta que hay una isla secreta que es bastante increible…

  9. Valeria dice:

    Estoy de acuerdo contigo, Pepe. Pero aunque la isla que citas fuera Jauja, siempre me quedó un grato recuerdo del Ulises que aparece en esa novela.

  10. pepe dice:

    Uno de los otros griegos, creo que Aquiles, aparece bastante bien retratado como un gigante sicópata asesino. En fin, es un gusto volver a leerte, Valeria. ¿Dónde te metes últimamente?

  11. pepe dice:

    Por cierto, olvidaba decir que a mí la portada del libro reseñado no me disgusta.

  12. Koenig dice:

    Buenas tardes.

    Interesante reseña en efecto, Valeria.

    Recuerdo que en tiempos leí Anibal, y me encantó. De hecho, es de los escasos libros que he leído dos veces. También leí Troya, y no sólo me encantó sino que me pareció original. Ni siquiera me llamó la atención lo de la isla secreta. Se me ocurre que con las técnicas de navegación de la época, es probable que mas de una isla estuviera «difusamente» localizada (a modo de ejemplo, creo que recordar que durante la república tardía romana, los piratas infestaban el Mediterráneo desde bases que debían ser, como la isla de la novela, «difusamente» secretas. Y esto en un Mediterráneo bastante mas poblado).

    Con respecto a otras novelas de Haefs. Pues siempre me ha dado cierto repelús inexplicable hacerme con ellas. Como si algo dentro de mi me dijera que con esas dos el escritor ya había dado todo lo que podía dar. Impresión que probablemente sea injusta, y que tal vez se alimente de portadas poco invitadoras. Quien sabe.

    Saludos.

    Koenig.

  13. cavilius dice:

    Pues me haces dudar, Vale, porque ahora no sé si hacerme con el libro o no. Hasta ahora sólo he leído su Troya, y el recuerdo que tengo es de agrado. Leí en muchos sitios que Aníbal es una de las mejores novelas históricas de todos los tiempos, y me hice con ella para cuando tenga un verano tranquilo y pueda leerla. Así que en general la idea que tenía de este hombre era de notable alto. ¿Tú le darías un notable pelado, entonces, o incluso menos?

    Saludos.

  14. Ariodante dice:

    Y ¿qué me dices de «La primera muerte de Marco Aurelio»? ¿qué es exactamente lo que cuenta? Porque el tema de marco Aurelio me interesa, pero con todo lo que le está cayendo al pobre Haefs en estos comentarios, ya no sé qué pensar…

  15. Emilio Tejera dice:

    Efectivamente, Valeria, no te equivocas al decir que te daba la sensación de que esta novela era una segunda parte de otra. Yo no he leído «La espada de Cartago», pero el nombre de Bomílcar me ha hecho recordar la obra «El jardín de Amílcar» de Haefs, también una «novela de misterio» histórica, ambientada nada más terminada la Primera Guerra Púnica, protagonizada (según creo entender por tu reseña), por la misma pareja de detectives ocasionales de un romano y un cartaginés que en «La espada…».

    En un plano más personal, y si me lo permitís, a mí me hubiera encantado haber podido poner un plano de Qart Hadasht en mi novela. Es curioso cómo conozco mejor la Cartago antigua (la que ahora no queda en pie) que muchas de las ciudades en las que he estado y por las que todavía se puede transitar sin mayor problema. Creo que ha sido la ciudad que más he llegado a amar…

  16. Laurence dice:

    Felicidades Valeria, me ha encantado tu reseña. Es muy amena y muy personal. Y fíjate, aquí la expresión «para gustos colores» viene que ni pintada, porque a mi precisamente lo que me atrajo de este libro (y eso que lo vi en un escaparate de pasada mientras conducía) fue su color. La portada es insulsa (y ciertamente la espada parece de baratillo), pero predomina el morado en su portada¡¡…. y es mi color favorito, así que…. :)

    Y me alegro que Emilio haya confirmado que los personajes de esta novela ya aparecen en «El jardín de Amílcar» porque le tenía ganas al jardín, de hecho creo que fue a Germánico a quien le pregunté por el libro porque comentó que lo tenía aunque no lo había leído. Así que Emilio aprovecho la oportunidad de que tú lo has leído y te traslado la pregunta.. ¿qué tal está «El jardín…?.

    Yo sólo tengo su Aníbal, y sí que le tengo ganillas a éste (aunque sea más «light» históricamente hablando y más detectivesco que otra cosa); si encima el jardín está bien… pues dos nuevos libros para la saca.

    Por cierto Emilio, ¿tú no te animas a facilitar a través de blog, algún enlace o algo por el estilo, algún plano sobre la Cartago antigua? Porque sería de agradecer.

    Saludos.

  17. Valeria dice:

    ¡Qué animado se pone esto!
    Pepe querido, estoy abducida por el trabajo, que llevo una racha muy mala. Pero en cuanto puedo me asomo por aquí para seguiros la pista. Y reseña obliga, además. No me olvido que tengo que retomar -cuando sea capaz de hacerlo con la debida dedicación- una conversación contigo sobre periodismo y literatura.
    Koenig, opino que Haefs es bastante irregular. Tengo la corazonada de que puede hacer cosas muy buenas y originales, con novelas dignas pero así, a secas. Aunque en mi caso fue de menos a más. Y enlazo con lo que tengo que comentarle a Ariodante: La primera muerte es una novela de intriga, en la que el protagonista debe frenar una conjura para acabar con el emperador Marco Aurelio, y se centra en el mundo del teatro romano. Personalmente no me arrepentí de leerla, porque me gusta cómo escribe Haefs, pero en palabras de Pepe «no despertó mi entusiasmo».
    Laurence: ¡Vaya vista si eres capaz de conducir y fijarte en los libros de un escaparate!. Pero vete con cuidado, no vaya a ser que un día te emociones y metas el coche en la librería.
    Cavi, yo haré como la LOGSE, y para liarla un poquito más diré que el objetivo (disfrutar el libro) ha sido alcanzado con nomalidad.
    Y por último, Emilio, te doy las gracias por visitarnos de nuevo y por aclararme cuál era ese libro en el que parece que nace La espada de Cartago. ¿Qué les costaría a los editores espeficificar que se trata de una nueva historia del famoso Bomílcar, protagonista de tal y cual?
    Y como había decidido darme un baño púnico esta semana santa, y leerme además de Aníbal tu libro, pues me uno a la petición de Laurence. Me encantaría conocer ese plano de Cartago.
    Un abrazo a todos.

  18. Vorimir dice:

    Pues precisamente yo ando leyendo el libro de Emilio Tejera ahra mismo (debo ir por la mitad más o menos).

    Sin ser una maravilla (me sobra tanto amor empalagoso y la mujer romana liberal cual feminista de hoy dia, jur jur), pero en cuanto a ambientación y valor didactico le doy muy buena nota por ahora… ya comentaré en su respectivo post cuando la acabe…

  19. lola2 dice:

    Qué pena que el libro no esté a la altura de otros del mismo autor. Gracias por reseñarlo Valeria.

  20. Emilio Tejera dice:

    Respuestas a varias preguntas que me han planteado: no conozco páginas por Internet con mapas de Cartago, pero para eso casi mejor comprarse algunos de los monográficos sobre la historia de Cartago de Lancel o de González Wagner, por ejemplo (tienen mapas muy esquemáticos, aparte de ser muy interesantes, os lo digo con sinceridad). Y en cuanto a «El jardín de Amílcar», lo empecé, pero lo dejé a medias, así que lo tengo en la lista de pendientes. Lo que me dió la sensación, por lo que leí, era que la idea era muy buena, pero no me acababa de convencer el estilo literario y la forma en que se planteaban las cosas. Pero lo dicho, no he leído todavía lo suficiente como para dar una opinión definitiva sobre el libro.

  21. Germánico dice:

    Ññññññññññññññññññññññoooooooooooo… Se borró mi comentario. En fin… Buena reseña, Valeria.

  22. Germánico un día antes dice:

    Lo que he leído de Haefs no me ha gustado, la verdad (y ahí tengo esperando desde hace un par de años “El jardín de Amílcar”, que no acabo de animarme), pero tu reseña, muy buena. Enhorabuena.

  23. Germánico dice:

    Coño, gracias, Jefe. La verdad, el comentario es tan tonto que no te tenías que haber molestado.

  24. Lan dice:

    Hola a todos.
    Es este mi primer post aquí, así que aprovecho estas líneas para presentar mis respetos y saludar.
    Sobre La espada de Cartago, siendo para mí el más leve de todos los libros de Haefs (me los he leído todos y varias veces algunos) sigue siendo mucho mejor que la mayoría de los libros que hoy en día se publican en este subgénero tan querido que es la Novela Histórica del mundo Antiguo. Efectivamente juega con los mismos personajes que El jardín de Amilcar, que a mí me gustó bastante.
    Sobre el estilo, diré que es puro Haefs. A mí me encanta; su riqueza de personajes, sus ágiles y versátiles diálogos y su notable documentación histórica. Como arqueólogo os diré que es una de sus mejores facetas, conoce al dedillo la Historia de los periodos y localizaciones que trata, como se percibe en sus dos obras maestras Troya y Aníbal.
    Personalmente os animo a leer la obra con disfrute, y si es posible haceros antes con El jardín de Amílcar, e incluso con la imprescindible Aníbal.

    Ave et Vale.

    Lan.

  25. Laurence dice:

    Pues muchas gracias por las respuestas Emilio (de hecho aprovecharé cuando pase a recoger mi último pedido de la librería para echarle un ojo a esos monográficos sobre la historia de Cartago que comentas).

    Y a ti Lan, bienvenido. Al final veo que me haré tanto con el jardín como con la espada, para que le hagan compañía a Aníbal..

    Un saludo.

  26. antigono dice:

    Aníbal es uno de los mejores libros que he leido en mi vida, pero no soy imparcial pues Aníbal es mi personaje favorito de la historia.
    Sinceramente no pude con Troya, no me cautivó a pesar de que le dí el mínimo de páginas y tiempo, en cuanto al Jardín de Amilcar es un buen complemento para Aníbal, por lo menos para rellenar de alguna forma el vacío que te deja este último.
    En cualquier caso quiero decir que este autor tiene un nivel muy alto aunque no sea tan conocido como otros autores del género, saludos.

  27. Valeria dice:

    Saludos, antígono, y bienvenido por esta reseña.

  28. Marbenes dice:

    Antígono, qué bien que lo comentes, porque no me gustó Troya y por ese motivo no me atrevía a hincarle el diente a otros de Haefs que tengo pendientes. ¡Ahora sí lo haré gracais a tu comentario! Por cierto, bienvenido.

  29. antigono dice:

    Disculpad mis modales, gracias a todos por vuestra bienvenida, saludos!!

  30. Ricaredus dice:

    Excelente novela Anibal, casi real en su recreacion, los detallees tan germanos en su meticulosidad, gran investigacion y la vez trama.,no tratan solo sobre Anibal si no de todo el conjunto punico, asi como otro aleman en el «puente de alcantara» Franz Baer cautivante

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