“La atracción se había cernido sobre él como una trampa diabólica. Loco de angustia, había dado vueltas y vagado durante más de una hora en el laberinto, donde había chocado sin parar con nuevos espejos, antes de desplomarse en el suelo, al borde de la inconsciencia”.

París, 1830. Para situarnos, imaginemos la ambientación de Los miserables de Victor Hugo: estamos en el período conocido como la Monarquía de Julio, la sociedad está revolucionada, los ánimos de los parisinos están exaltados y Delacroix estaría por esos días inmortalizándolo alzado en armas y siguiendo la bandera que enarbola la Libertad hecha mujer. Hay inestabilidad política, disturbios en las calles, huelgas y barricadas. La revolución se cobra vidas, pero también hay lugar para otro tipo de muertes: ciertos crímenes extraños que nada tienen que ver con el contexto de las revueltas populares, y que por tanto deben ser investigados. Ya estamos en situación.

Ese es el escenario en el que se desarrolla La brigada de los misterios ocultos, una novela que podríamos colocar con comodidad para ella y para nosotros, bajo el epígrafe de “thriller histórico”. El planteamiento inicial es directo y sencillo: en una familia burguesa y bien posicionada socialmente, se produce una muerte inesperada. La causa del deceso no alberga duda: la víctima se suicidó, y además ante testigos. Sin embargo, las circunstancias bajo las que ha tenido lugar la muerte hacen que la familia decida solicitar una investigación a la policía parisina, la Sûreté. El joven inspector Valentin Verne es el encargado de descubrir si hubo algo turbio o extraño en la vida de la víctima que le llevara a quitarse la vida y, he aquí el dato más sorprendente, con una sonrisa en la boca. Y hasta aquí puedo decir. Con el avance de la investigación y de las pesquisas se verá, como es de imaginar, que en efecto las cosas no son tan plácidas como en principio parecían y que lo que se suponía claro y meridiano está repleto de sombras.

La novela juega la baza del doble argumento: en paralelo a las indagaciones policiales de Verne, se nos muestra también un submundo oscuro y extraño, en el que tienen cabida elementos como los avances de la ciencia de la época, el misterio de lo oculto y la crueldad física y psicológica. El desarrollo de ambas líneas argumentales entrevera la una con la otra y está bien llevado; y, como no podía ser de otra manera, ambos recorridos acaban confluyendo en una única historia en la que se ve involucrado (ya se atisba desde las primeras páginas, por eso no desvelo nada al decirlo) el propio inspector, cuyo pasado es cualquier cosa menos diáfano. Lo cierto es que la novela se ajusta de manera bastante exacta a ciertos patrones clásicos de las novelas de intriga: malvados misteriosos, buenos que no son tan buenos, pistas inesperadas, ambientes sórdidos… Un cóctel con ingredientes bien agitados por el autor, aunque tal vez le falte una chispa de fuerza a la mezcla.

El estilo es ágil y dinámico, la novela fluye con comodidad y el equilibrio entre diálogos y descripciones parece compensado. La ambientación, sin hacer excesivos alardes ni caer en el recurso fácil de las grandes parrafadas históricas, está bien lograda. Se incluyen en el texto algunos guiños a Eugène-François Vidocq, personaje real de la época que estuvo a los dos lados de la ley (fue delincuente y detective) y a Auguste Dupin, detective de ficción creado por Edgar Allan Poe y sin duda inspirado precisamente en Vidocq. La novela no se ceba con detalles truculentos, no abusa de la violencia y de otros elementos morbosos; hay la dosis justa de todo, y quizá se le puede achacar que esas dosis son un poco rácanas.

El autor, Éric Fouassier, es un experimentado escritor de novelas del género, y ha recibido diversos galardones. La brigada de los misterios ocultos ha sido una novela de éxito en Francia, y por ella Fouassier se hizo merecedor del premio Maison de la Presse (“Mesa de la Prensa”). La obra ha tenido continuación con un par de novelas más, una de ellas ya traducida en nuestro país por la misma editorial que ha traducido la primera.

Novela para desconectar, novela de género noir policíaco-histórico-misterioso, novela que no debería defraudar a los aficionados a este tipo de lecturas.

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Éric Fouassier, La brigada de los misterios ocultos. Barcelona, Principal de los Libros, 2023, 360 páginas.

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