JRUSCHOV MINTIÓ – Grover Furr

En la actualidad Iosif Stalin sigue provocando insultos y aplausos a partes iguales en la sociedad. El líder soviético es defenestrado por unos y ensalzados por otros desde que le llegara la muerte en marzo de 1953. A partir de entonces la publicación de biografías de este personaje ha sido abundante, siendo un camino que llega hasta el presente. Bien es cierto que lo que se sabe de Stalin hoy en día es mucho más de lo que se sabía hace veinte o treinta años. La apertura de archivos en Rusia y la desclasificación de estos han provocado que nueva y renovada información llegue a los historiadores, y, por tanto, a los interesados en la polémica figura. Al hilo de estas publicaciones encontramos Jruschov mintió del profesor y académico estadounidense Grover Furr. Un autor considerado la oveja negra dentro del círculo de historiadores académicos en Estados Unidos. La edición en castellano de la que dispongo es la publicada por Ediciones Edithor (Quito, noviembre 2020).

Jruschov mintió nace del interés de Furr por desmontar todas las afirmaciones que el líder soviético Nikita Jruschov pronunció sobre Iosif Stalin en el XX Congreso del PCUS en 1956 (el famoso y tan mencionado Informe Secreto). El autor es claro cuando dice en la introducción que ha logrado desmentir todas las afirmaciones excepto una, de la que no ha podido encontrar información. Por tanto, el libro se estructura en base a cada una de las declaraciones de Jruschov. La obra tiene doce capítulos y se divide en dos partes, siendo la segunda de anexos en la que se citan todas las fuentes primarias y de archivo que ha utilizado el profesor Furr. Jruschov mintió inicia su recorrido como no podía ser de otra forma con la muerte de Lenin y su “testamento”. Furr recorre las fuentes que aseveran tales o cuales afirmaciones para luego ir poniéndolas en duda, o desmontándolas, utilizando documentación de la época. La verdad es que el manejo de fuentes que hace este autor es asombroso, es lo que tiene conocer ruso. Poco a poco vamos avanzando en la historia con temas tales como las purgas, los ataques a Trotsky, el culto a la personalidad, los crímenes y complots, así como su actuación en la guerra (esta parte sin duda mi preferida). Los temas son tantos que exponerlos todos aquí sería inabarcable para la reseña.

El libro es inminentemente académico y su lectura densa. Cada afirmación de Jruschov es analizada y se corresponde con una parte de los anexos. Por tanto, cada capítulo tiene a su vez un reflejo en los anexos para comprobar las fuentes que ha usado el historiador.  No obstante, el aporte que hace a la historiografía o al menos al debate en torno a Stalin me parece importante. Ahora bien, ¿qué intenta Grover Furr con esta obra? Ante todo, como ya se ha dicho, desmentir muchas de las acusaciones que se le achacan al líder soviético en base al Informe Secreto, y por otro mostrarnos que el dictador soviético dispone de su propia leyenda. Esto no es algo positivo, al contrario. Stalin es uno de estos personajes que están rodeados de un aura que muchas veces no se corresponde con la realidad. La conclusión que se puede extraer de Jruschov mintió es obvia, las luchas de poder en los países provocan distorsiones graves de los personajes enfrentados. Nikita no utilizó sus revelaciones para brindar al mundo de la verdad, sino para atacar al anterior mandatario y sus políticas. Ya se sabe que con Jruschov la URSS da un giro en política y economía [Unos breves apuntes se dan en: El socialismo traicionado]. Por tanto, las declaraciones de Jruschov no deben ser utilizadas como verdad histórica porque tenían una intencionalidad muy clara.

A nivel técnico el volumen se encuentra especialmente bien editado. Las ediciones de Edithor son una maravilla. El texto contiene una tipografía correcta y además bonita. La bibliografía se cita a pie de página o sobre el mismo texto. Es algo habitual que el profesor Grover Furr añada un enlace para que el lector pueda ver más fuentes documentales que ha usado. En este caso también se añade. Una de las cuestiones que más me gusta es sin duda que el historiador nos indica que fuentes podemos ver en la red, ya que están subidas por algún organismo o web. Esto es de agradecer para el que quiera comprobar la verisimilitud de la documentación. En Historia no hay medias tintas, pero no se puede obviar que Stalin es terreno pantanoso y que todo debe estar claro como el agua. Por esta razón Jruschov mintió es una investigación magnífica para consultar muchos temas polémicos (en realidad toda su vida) que rodearon la figura de Iosif Stalin. El que se atreva a leerlo sin prejuicios descubrirá datos sumamente interesantes.

Grover Furr. Jruschov mintió, Quito, Ed. Edithor, 2020. 481 pp.

     

8 comentarios en “JRUSCHOV MINTIÓ – Grover Furr

  1. Antigono el Tuerto dice:

    De Stalin solo he leído, en su día, la biografía de Robert Payne, que fue editada allá por los años 60, es decir, cuando era muy reciente la muerte del personaje.
    Que Khruschev (o Jruschov) mintió en su denuncia al personaje, o más bien cargó las tintas, pues sí era evidente, pero tenía su lógica. Él (y otros como él) habían sido los comparsas, cuando no cómplices, del tirano, y tenían las manos tan manchadas de sangre como el dictador georgiano, así que les convenía escurrir el bulto y que Stalin cargara con las culpas. Pero es que, además, tenía sentido desde un punto de vista ideológico. Había que demostrar que Stalin era una aberración del sistema soviético, algo ajeno al partido fundado por Lenin, alguien que había traicionado al ideario del marxismo-leninismo, porque si no era así, si Lenin aceptó a Stalin como su sucesor, y si éste se movió dentro de los parámetros del partido, entonces eso tenía tremendas implicaciones, y era que el sistema comunista estaba podrido de raíz, y que era inevitable que derivara en una tiranía inhumana y totalitaria, y eso no lo podían admitir públicamente.

  2. APV dice:

    El asunto era complejo, muerto Stalin en 1953 la lucha por el poder entre las facciones fue muy fuerte. Beria no era alguien popular (se había hecho demasiados enemigos) y Khruschev se presentó como el hombre práctico y razonable frente a un Malenkov menos claro (también una pugna entre el Partido, marginado por Stalin y en el que se apoyó Khruschev, frente al aparato central).

    La clave es que tras tomar el poder necesita distanciarse del anterior régimen, por lo que presenta el Discurso Secreto, donde le echan toda la culpa a Stalin. Pero no hay que olvidar que los que estaban allí eran los mismos miembros del círculo interno del Stalinismo, que por interés o miedo le habían seguido y apoyado en sus acciones (en la película La muerte de Stalin se ve cuando Beria se pone a decir lo que los otros habían hecho).

    Grover Furr presenta versiones alternativas a los hechos, buscando apoyo documental para ello (hay que tener en cuenta que es profesor de Literatura inglesa medieval).
    Eso ha generado gran atracción entre ciertos círculos y en la Rusia actual donde les gustan sus puntos de vista pues niega el Holodomor (inventado), la masacre de Katyn (fueron los alemanes), los juicios de Moscú (eran culpables), Trosky planeaba matar a Stalin (vale posiblemente se lo harían uno al otro si tuvieran la posibilidad), la invasión de Polonia (Polonia ya no existía para el día 17),…

    1. Vorimir dice:

      Sí, el autor tiene pinta de simpatizante blanqueador más que de otra cosa, la verdad. Stalin to weno, los malos son los otros. Que todo puede ser matizable pero es que parece buscar solo fuentes e hipótesis que exculpen al líder ruso de los malos de su gobierno. No sé, no creo que me acercase ni con un palo salvo que tuviese el conocimiento de la época para poder refutarlo tranquilamente. Pero la impresión que da es esa, Stalin me gusta mucho, tengo un poster en mi cuarto, que malos son los otros, todo es Leyenda Negra. El Roca Barea del estalinismo. :D:D:D:D

      1. Personalmente no estoy de acuerdo con algunas de las teorías o hipótesis que esgrime Furr. Pero me parece un gran libro para mostrar la complejidad de un periodo tan convulso como fue la URSS de 1924 a 1939 donde las luchas de poder, sabotajes y una guerra civil latente eran el día a día (sin olvidar el asedio externo que hacían las potencias capitalistas).

        Como historiador estoy cansado de blancos y negros respecto a este tema. Parece ser que un día Stalin se levantó por la mañana y dijo «voy a matar a todos» y así fue. No busques ninguna explicación más, ya que te acusaran de stalinista. Era un loco al estilo de Hitler todo eso de «el genio del mal» y estas cosas tan típicas del Canal Historia.

        Las comparaciones con Roca Barea sobran. Furr puede interpretar las cosas de un modo u otro, pero la cantidad de fuentes primarias que utiliza me parece loable por su parte. Esperando esas refutaciones, sinceramente lo digo.

      2. Antigono el Tuerto dice:

        Obviamente, con Stalin pasa lo mismo que con Hitler; ni estaba loco, lo que hacía tenía su lógica, lógica cruel y genocida, pero lógica, y los que le rodeaban no estaban tan exentos de culpa. Véase el caso de Hitler tras la guerra mundial, cuando todo el alto mando alemán superviviente intentó escurrir el bulto y culpar de todo a Hitler, intentando exonerarse ellos mismos de las atrocidades y carnicerías sometidas. Los cómplices buscando la inocencia intentando echar las culpas (que sin duda las tenían) a los dos carniceros al mando.
        Y, efectivamente, entre los años 20 y 30, el PCUS deriva en una organización criminal en la que se medra a base de asesinatos y chivatazos para deshacerse de los competidores.

    2. No puedo negar nada de lo que dices en tu comentario APV. Pero sí debo matizar la cuestión del llamado «Holodomor». El cual ha sido objeto de debate desde ya la década de 1930 y que ahora ha vuelto a ser sonado por la periodista Anne Applebaum. Su libro, en el que acusa a Stalin de la hambruna contiene una gran cantidad de medias verdades que hacen que el libro pierda estabilidad.

      Esto ha sido señalado por el profesor Mark Tauger, de West Virginia: http://colectivotodoazen.blogspot.com/2019/01/resena-de-hambruna-roja-de-anne.html

      1. APV dice:

        Sobre el libro de Applebaum hay una reseña y ya se comentaron cosas, y las discrepancias que existen entorno a las causas, efectos y consecuencias de la hambruna.

        https://www.hislibris.com/hambruna-roja-anne-applebaum/

        Sobre la situación de la URSS, Stalin había consolidado su poder en la década de los 20, pero la situación política y su propio carácter, incentivado desde su «corte» (véase actuaron los sucesivos jefes de la seguridad del estado conspirando contra su predecesor y tratando de aumentar la paranoia para ganar poder, en cierta forma como en una autocracia) aumentaron la desconfianza. Pero el propio Stalin tomaba las decisiones y ponía notas al margen en las órdenes.

        En la Rusia actual para algunos es un mito, mientras que en países vecinos un anatema.

  3. Caín dice:

    El tema de la Matanza de Katyn creo que ya está bastante decantado para que un aspirante a Edgar Snow venga a exculpar a Stalin como lo hiciese aquel con Mao. Ni de riesgos me acerco a esta apología encubierta.

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