INVASION 1944 – Hans Speidel

INVASION 1944 - Hans SpeidelInvasión 1944 es un libro sobre la campaña de Normandía, pero no es sólo un libro de historia militar pues no es el tema principal. Es también un libro de política, pues trata sobre la conspiración para matar a Hitler del 20 de julio de 1944, principalmente sobre la participación de Rommel en dicha conspiración.

Antes de extendernos, sin embargo, empecemos por el autor.

Hans Speidel fue un testigo de excepción de los acontecimientos que narra, tanto por los puestos que ocupó durante esta época como por el que ocupó durante la posguerra.

Nacido en 1897, combatió durante la primera guerra mundial, acabando como oficial y siendo uno de los que permaneció en el ejército alemán durante los años de reducción causados por el tratado de Versalles. Durante la segunda guerra mundial participó en la campaña de Francia de 1940, y posteriormente actuó como Jefe de Estado Mayor del 5º Cuerpo de Ejército y del Grupo de Ejércitos Sur, ambos en el frente del este. En abril de 1944 es promovido al puesto de Jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos B, comandado por el Mariscal Rommel, cuya función fue detener la invasión aliada de Francia.

Así pues, es inevitable considerar a Speidel como uno de los oficiales mejor informados sobre el punto de vista alemán del desembarco. Y sobre las actitudes y pensamientos de su jefe.

Tras el intento de asesinar a Hitler, Speidel conservó su puesto durante un tiempo, hasta ser detenido y comparecer en la corte de honor que presidieron Rundstedt, Guderian y Keitel. Parece que se defendió lo suficientemente bien como para no ser expulsado del ejército, pero permaneció en prisión siete meses, hasta que se fugó y se entregó a las tropas francesas.

Con lo cual no es un autor sospechoso de simpatías pronazis, sino todo lo contrario. Aunque los sirvió bien, nunca estuvo de acuerdo con ellos e hizo lo posible por descabezarlos.

Y finalmente, tras la guerra escribió este libro y fue profesor de historia hasta que fue llamado a actuar como asesor en la fundación del nuevo ejército de la República Federal Alemana, al que se unió para acabar comandando las fuerzas terrestres desplegadas por la OTAN en Centroeuropa de 1957 a 1963.

Un hombre por encima de toda duda, un gran testigo.

Y sin embargo este libro, titulado originariamente Invasión 1944: Rommel y la Campaña de Normandía, no profundiza en absoluto sobre la invasión, y mucho menos sobre la campaña de Normandía.

En realidad se trata de un panegírico del Mariscal Rommel, magnificando extraordinariamente su actuación en la conjura del 20 de julio y en el intento de asesinar a Hitler que se llevó a cabo aquel día en su cuartel general de Prusia Oriental.

El texto nos presenta a un Rommel totalmente convencido de que Alemania está siendo llevada al desastre por Hitler y por los nazis. Un general que, con la convicción de que debe detenerse el desastre, está dispuesto a actuar contra el gobierno del tirano. Un hombre moral que se niega a dar su aceptación al asesinato del déspota, pues lo considera un golpe bajo, aunque si está dispuesto a ser designado para ocupar un alto puesto después de su desaparición de la escena. Finalmente nos presenta a un Rommel convaleciente que es definitivamente llevado al martirio y mancillado por el dictador y su camarilla. Y todo ello lo hace con tanta convicción y con tan alta nota, que ni las propias memorias del mariscal lo superan.

Por si nadie lo ha notado ya, se trata pues de un texto sumamente maniqueo, que si bien aporta datos muy interesantes sobre la participación de los mandos del oeste en la conjura –incluyendo un complejo complot para rendir todo el frente a los aliados-, aporta muy poco sobre la campaña en si. Mas aún, aporta muy poco sobre el propio Speidel, y eso si que es sorprendente.

La imagen que da el autor de si mismo durante estos delicados días es la de un concienzudo trabajador, un hombre aplicado, un buen Jefe de Estado Mayor. Y también la de un conspirador secundario; que sin embargo participa en todas las reuniones, conoce todas las decisiones y lleva a cabo los contactos necesarios. Pero siempre en sordina, siempre en ese lugar de sombra que queda justo al margen de los focos.

Y la verdad es que uno se pregunta si no hay un intento –tal vez consciente o tal vez involuntario- por parte de Speidel de reflejarse en Rommel, el héroe, tratando de mostrar, con calculada modestia, su propio heroísmo, pero sin citarlo.

Pero esto son sólo consideraciones. Baste para el interesado conocer el verdadero tema del libro, que no es el desembarco sino la conjura en el oeste. Y que como me gusta pensar: todas las memorias son interesantes tanto por lo que cuentan como por lo que no cuentan como por como lo cuentan.

Opino.

Hans Speidel
INVASION 1944
Inédita.

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8 comentarios en “INVASION 1944 – Hans Speidel

  1. juanrio dice:

    Pues vaya chasco me acabo de llevar con un libro que entendía que podía complementar el de Beevor…Me alegro de que lo hayas señalado porque, evidentemente, es muy engañoso, tanto el título como la portada. Si encima lo que cuenta es más cercano a Rommel, del que tenemos bastante literatura escrita, que sobre él, que es un personaje con una trayectoria muy interesante…en fin, muchas gracias, Koenig, por el ahorro y con otro me tentarás no tardando mucho.

  2. David L dice:

    Pues vaya sorpresa, yo pensaba que este libro se centraba exclusivamente en el desembarco de Normandía. Lo había ojeado por encima, es un libro con una tipografía bastante grande y, si mal no recuerdo, de apenas 200 páginas. ¿A quién se le ocurriría el título? ¿Sería al autor, o ha sido cosa del marketing?

    Parece que una de sus funciones es “vendernos” la imagen de Rommel como la de un ser impoluto, aunque hay una frase que ha comentado Koenig que no me cuadra. Comenta el autor que Rommel era un “hombre moral que se niega a dar su aceptación al asesinato del déspota, pues lo considera un golpe bajo, aunque está dispuesto a ser designado para ocupar un alto puesto después de su desaparición de la escena” Speidel dixit. Bien, a mí me parece que si Rommel esperaba a que otros hicieran el trabajo sucio para después unirse al carro ganador la cosa no es como para presentarlo de “hombre moral”, más bien sería lo contrario, ¿no creéis?

    Un saludo.

  3. Koenig dice:

    Buenos días.

    David, con respecto a la frase que marcas, no es del autor directamente, sino un resumen mío de la posición de Rommel que se refleja en el texto.

    Por otro lado la impresión final es la que tu comentas. Me explico. Parece ser que Rommel no quiso ni oír hablar de asesinato, sino que quería que Hitler fuera detenido y juzgado. Por otro lado parece también que no fue informado del plan de Stauffemberg. Pero que desde luego si estaba de acuerdo en que era necesario neutralizar a Hitler (palabra tal vez mas precisa que desaparición, que he utilizado antes)

    Sin embargo no casa con la personalidad de Rommel: que realmente pensara que la detención de Hitler iba a ser fácil (máximo teniendo en cuenta que otra de sus premisas es no provocar una guerra civil); y que no se le informara -si estaba tan implicado como dice Speidel- del intento que iba a llevar a cabo Stauffemberg.

    Como decía. A mi, leyendo entre líneas, me dio la impresión de que:
    – o Rommel no estaba tan implicado como Speidel da a entender (cosa que casa con otras biografías e incluso, creo recordar, con las memorias del mariscal)
    – o que decidió hacerse el loco con respecto al asesinato para salvar su reputación.
    – o que Speidel trata deliberadamente, dentro del marco del panegírico, de salvar la reputación de su jefe.

    Pero en fin, todo esto es mala leche y ganas de elucubrar, por supuesto :-)

    Opino pues.

    Saludos.

  4. Sargon dice:

    Buenas,

    Yo disiento de vuestras opiniones. A mi el libro me gustó mucho y para mi cumple perfectamente con las espectativas. No es un libro que narre la campaña de Normandía a nivel de trinchera, tampoco es lo que esperaba. Pero si narra la invasión desde el plano de un Estado Mayor, y eso si lo esperaba. Describe perfectamente cómo se encontraba la Werhmacht para defender el «Muro Atlántico», con soldados viejos, la mayoría de reemplazos forzosos de otras nacionalidades y la pesada maraña estructural de mandos y burocracia en que se había convertido el ejército ocupante.
    Todo esto pasó factura y de forma grave durante las primeras horas del desembarco.
    Sobre Rommel, siempre quedará la duda de cúal fue su papel en el el complot aumentando el mito sobre su figura.

  5. Koenig dice:

    Buenas de nuevo.

    No estoy de acuerdo Sargón. Si nos fijamos en la información de que dispone un estado mayor:Estadillos de las unidades e historial de sus jefes, Estado del suministro y de las vías de comunicación, Órdenes emitidas (a todos los niveles, pues deben recibir copias), Reportes de operaciones, etc. ; es un material que no se refleja en el libro. Ni siquiera en forma de recuerdos.

    Por otro lado, estarás de acuerdo conmigo en que dedica casi tanto (si no mas) esfuerzo a narrar los motivos, la conjura y sus consecuencias; que la batalla en si. Y sin embargo al final no cuenta qué le pasó a él (este fue uno de los detalles del libro que mas me sorprendió, por cierto).

    Opino claro.

    Saludos.

  6. Fernando dice:

    Es curiosa la trayectoria de estos generales de segunda fila de la Wehrmacht, que estuvieron en el frente del oeste y se enfrentaron a los Aliados, para terminar cooperando con ellos una vez terminada la 2GM. Es el caso tambien de Von Mantteufel, comandante de las brigadas panzer en la campaña de las Ardenas y que posteriormente fue incluso recibido por el presidente Eisenhower en su despacho de la Casa Blanca.

  7. Koenig dice:

    Buf, de segunda y de primera.

    Cierto que algunos no pudieron significarse demasiado, pero colaboraron muy importantemente, aunque tuvo que ser como asesores, a la reconstrucción del ejército de la RFA (Manstein, por ejemplo)

  8. Victor dice:

    Hans Speidel fue el único de los involucrados en el complot que no sufrió tortura alguna, y aún más sorprendente sobrevivió. Cobardía del militar: pactó con los nazis para salvar el pellejo, dando nombres de aquellos relacionados con la operación Valkiria.

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