HOMERO, ILÍADA – Alessandro Baricco

«Todo empezó en un día de violencia.»

«Paradoja sobre paradoja. Un texto griego traducido al italiano que es adaptado en otro texto italiano y, al final, traducido, pongamos, al chino. Borges se habría frotado las manos», dice el autor de este libro. Y no le falta razón; cada traducción, cada adaptación, es un paso que nos aleja de Homero, aunque ¿quién quiere estar cerca de Homero? Lo que queremos es conocer su obra, comprenderla, disfrutarla. Aunque sea a distancia. Esa ha sido la motivación de Alessandro Baricco, y no es un mal objetivo al fin y al cabo.

Paradoja sobre paradoja: la adaptación de Baricco surge de una necesidad: la de leer a Homero, literalmente. Siendo el libro el resultado final de un alejamiento de Homero (una traducción de una adaptación de una traducción), resulta que la idea inicial había sido un acercamiento: efectivamente, cuenta el propio autor que pensó un buen día en lo hermoso que sería leer la Ilíada en público, hacer una lectura completa del poema para la gente, que todo el mundo que quisiera pudiera escucharlo. Retransmitido por la radio, por la televisión, por el medio que fuera, el caso sería dar a conocer a Homero, leer a Homero. Pero una lectura del poema entero habría requerido muchas horas seguidas de dedicación por parte del lector (o de los lectores) y muchísima atención y paciencia por parte de los oyentes. Tal cosa, si ya era difícil en tiempos de Homero, es imposible en los actuales. De modo que Baricco decidió adaptar el texto, recortarlo, condensarlo. El resultado, este libro, fue leído en público en dos ocasiones y «la cosa funcionó muy bien», dice el autor. Claro, ya no se trata de la Ilíada ni de Homero sino que se trata de este texto y de Baricco. Pero algo es algo.

La adaptación pretende, aparte de ser breve, «reconducir», digámoslo así, el texto homérico a la mentalidad moderna de modo que se entienda lo que sucede en él, que se comprendan las cosas que cuenta, hasta cierto punto al menos. Con esta idea en mente, Baricco se toma unas cuantas libertades con el poema. Quizá la más importante sea que prescinde de las apariciones de los dioses (no de ellos, no de que los hombres los nombren, crean en ellos o les hagan ruegos, sino de que aparezcan y actúen, como a menudo sucede en la Ilíada original); desde un punto de vista puramente narrativo no son necesarias sus intervenciones, ya que interrumpen la acción y cortan el ritmo. De nuevo según Baricco, «suprimir los dioses de la Ilíada posiblemente no es un buen sistema para comprender la civilización homérica, pero me parece un sistema óptimo para recuperar esa historia, trayéndola hasta la órbita de las narraciones que nos son contemporáneas». Fuera dioses, pues. El estilo también ha sido modificado: el olor a arcaico, a antiguo, ha desaparecido porque también entorpece y anquilosa una lectura moderna destinada a un público moderno. Baricco utiliza, y en ello se esmera, una prosa ágil, actual y viva, una prosa dinámica, una prosa para ser oída.

Otra aportación del autor al texto homérico ha sido sustituir al poeta, al narrador en tercera persona, por la propia narración de los protagonistas. Criseida, Tersites, Aquiles, Patroclo, Néstor, Agamenón y así hasta veintiún personajes describen los acontecimientos desde su personal punto de vista. Algo parecido a lo que hizo Colleen McCullough en La canción de Troya, que no es una adaptación sino propiamente una novela. Baricco actúa así para que el oyente moderno (siempre piensa en oyentes, no en lectores) lo tenga más fácil imaginando un pequeño grupo de personajes y los sucesos que les atañen a ellos, los cuales, ciertamente, constituyen piezas del puzzle iliádico, en lugar de una historia con multitud de participantes, unos con mayor peso que otros, la cual daría una sensación de impersonalidad conducente al aburrimiento y la pérdida de atención.

Finalmente, el autor también ha añadido texto de su propia cosecha con la intención de rematar las pequeñas historias que se van abriendo en el transcurso de la narración y que en la Ilíada original no quedan zanjadas, por ejemplo y sin ir más lejos el propio desenlace de la guerra de Troya. Esos injertos aparecen en cursiva para que en ellos sea reconocible el estigma de haber nacido de la mente de Baricco y no de la de Homero. Claro que, en una lectura en voz alta, ¿cómo va a saber el oyente cuándo empiezan y acaban las cursivas? En fin, pelillos a la mar.

El resultado, hay que confesarlo, no está mal. De hecho está bastante bien. Es cierto que ha desaparecido todo el conjunto de epítetos que Homero adjudicaba a héroes, dioses, objetos y naturaleza en general. Cierto que tampoco están los riquísimos símiles con los que Homero ilustraba las acciones de los aqueos y los troyanos. Buena parte de la poesía que tiene la Ilíada se ha esfumado con esas mutilaciones. Y sin embargo se trata de un texto emocionante, vibrante, épico incluso, que sabe captar el interés hacia los hechos cantados por Homero y que se lee con una fluidez sorprendente. Es, seguramente, uno de los mejores acercamientos al poema de Homero que se han escrito últimamente, quizá porque el espíritu que lo ha guiado ha sido el mismo que guió a Homero cuando compuso el poema: la lectura en público, el deseo de agradar a una audiencia. Porque si la poesía épica es una poesía ante todo oral, cantada, recitada, lo que ha movido a Baricco a hacer esta adaptación ha sido precisamente eso, la voluntad de recitar en voz alta el poema, o al menos una versión que nuestras mentes modernas puedan entender y que nos pueda llegar a emocionar. Quizá haya sido esa la clave del éxito.

Alessandro Baricco es un tipo polifacético en el mundo de las letras. Ha escrito novela y ensayo pero también teatro, crítica musical, artículos de prensa… Reacio a los medios de comunicación (como Cormack McCarthy o como Salinger, de cuya obra es un gran admirador), en los últimos años ha gozado de éxito internacional gracias sobre todo a su novela Seda.

Con Homero, Ilíada, Baricco hace una propuesta genuina y original, una obra que pese a su vocación oral puede ser leída sin remilgos ni trabas porque, como se ha dicho, quizá eso sea más una virtud que un defecto. Y de nuevo, como suele decirse, bienvenido sea cualquier aproximación a los clásicos; y si el acercamiento es como este, mucho mejor.

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19 comentarios en “HOMERO, ILÍADA – Alessandro Baricco

  1. Clío dice:

    Si nuestro insigne griego nos lo recomienda, y el autor ya me gustó en Seda, no hay más remedio que hacerse con él y leerlo, ¿sería bueno leerlo en voz alta, aunque no haya público?. Muy buena reseña Cavilius, en tu línea.

  2. Josep dice:

    La reseña es excelente. La novela, en cambio, no me atrae. Tal vez porque tengo varias versiones de la Ilíada en casa, y porque me gusta tal y como nos ha llegado la versión homérica, y porque sigo recreándome mentalmente «en la sagrada Ilión, ante las puertas Esceas». Hay muchas novelas que pueden escribirse sobre Troya, y espero que me cuenten algo distinto. No sé, me lo pensaré.

  3. Farsalia dice:

    Me sucede como a Josep… me gusta más la reseña que el estilo de Baricco.

  4. cavilius dice:

    Cómo sois…
    Hombre, yo tengo también 5 ó 6 Ilíadas en casa y ni sé cuántas novelas sobre la guerra de Troya. Este librito no aporta nada a la historia, es verdad, más que disfrutar del estilo del autor. Que no es poco.

  5. Vorimir dice:

    La leí hace un par de años y me gustó bastante. Se lee rápidamente y entretiene, aunque no aporte nada nuevo, pero como obra de acercamiento o repaso a la obra homérica cumple con creces.

    Excelente reseña, Cavi.

  6. iñigo dice:

    Hombre, entiendo que sería un buen libro para no iniciados en las obra de Homero. Ese es mi caso… así que me lo apunto, por si me da algún día por meterme en carne de griegos cásicos.

  7. Rodrigo dice:

    Considerando la magnitud de la empresa, a mí me ha parecido una obrita bastante bien lograda. Desde luego, lo que tiene toda adaptación de un clásico es la voz propia del adaptador, o el estilo como ha señalado Cavilius. Y a mí es que me encanta el estilo de Baricco… aunque mejor sería decir estilos: no conozco mayor camaleón de la literatura que este autor.

    La reseña es espléndida, como siempre.

  8. Para odisea querer comprarte en Atenas un texto en griego clásico de la de Homero y descubrir que no existe tal edición y tener que conformarte con una adaptación al griego actual.

  9. cavilius dice:

    No he leído nada más de este hombre, Rodrigo, aunque estoy tentado de hacer el intento con Seda.

    Para conseguir a buen precio una Ilíada bilingüe en griego (yo diría que clásico, solo faltaría) y castellano, y después de mucho mirar aquí y allá, recurrí a la edición de la Universidad Autónoma de México. No lo sé pero supongo que deben de tener también publicada la Odisea.

  10. ARIODANTE dice:

    Excelente reseña que comparto completamente en su contenido, Cavi. Hace tiempo que, desde que leí este libro, se lo he ido recomendando a mucha gente. Hay que leerlo pensando en cómo y por qué ha sido concebido. Pero aun así, a pesar de que no hay dioses, no hay poesía, no hay muchas cosas, pero hay una historia: la profunda voz de Homero nos llega a través de Baricco, y cuando Príamo suplica a Aquiles el cuerpo de Héctor, os aseguro que me surgieron lágrimas en los ojos.
    Cavi, lee «Seda», te lo recomiendo encarecidamente, pero léelo desmarcándote de esta otra lectura. No tiene naaada que ver, pero seguro que lo disfrutas.

  11. Valeria dice:

    Y además son muy pocas páginas, no te ocupará mucho tiempo.

  12. P. dice:

    Disculpad ¿existe alguna traducción o edición de la Ilíada y la Odisea que sea reconocida como mejor o más interesante? Tengo ambas y las repaso frecuentemente, pero hace tiempo que pienso en buscarme alguna traducción alternativa.

    Gracias.

  13. cavilius dice:

    ¿Y qué ediciones tienes, P.? De la Ilíada tengo muy manoseadas un par de ediciones de la traducción de Emilio Crespo que a mí me resulta de agradable lectura (aclaro que, dada mi ignorancia del idioma original, ese es el criterio imperfecto y subjetivo que uso para decidir si una traducción es o no buena: que me sea cómoda y fluida de leer). Alguna que otra rareza tengo también, y luego la ya clásica de Luis Segalá y Estalella, que dominó durante prácticamente todo el siglo pasado en España y que a mí me encanta, con sus peros pero me encanta. Actualmente existen muchas traducciones en el mercado (alguna rítmica, que o te apasiona o te sienta como una lanzada en la ijada) que no he leído, me temo.

    De la Odisea otro tanto: una muy difundida es la de José Manuel Pabón que a mí me cuesta horrores leer; hay otras muchas, pero una de Carlos García Gual que no he leído a priori tiene todo mi crédito. Y por supuesto, la versión de Luis Segalá y Estalella es toda una delicia.

    Me da a mí que no te he ayudado ni un poquito…

  14. Farsalia dice:

    Me gusta mucho la edición en verso de la Ilíada de Antonio López Eire en Cátedra; tengo pendiente de lectura la reciente edición de Óscar Martínez García en Alianza. De la Odisea, la de Carlos García Gual en Gredos.

  15. P. dice:

    Sí ayuda porque al menos ahora ya sé algunos nombres. Estaré atento a encontrarme con las versiones de Segalá, y la verdad es que después de leer alguna cosilla de García Gual esa también tienta.

    Por desgracia en mi versión de Odisea (editorial Alba, 1996) no consta el traductor. La Ilíada es de Edaf, con traducción de un tal Emiliano Aguado.

    ¡Gracias!

  16. Lopekan dice:

    Esta reseña me recuerda que el mito sabe abrirse camino, encontrar vericuetos por los que elevar su vieja sabia y reverdecer. El mito auténtico se reconoce, aunque ahora sea otra cosa que oral, aunque se reconvierta en novelado, o radiofónico, le añadan nuevos finales, se le caigan dioses, sea ucronía o incluso cómic.
    No hay mayor hermandad que la que construyen unos mitos comunes.

  17. iñigo dice:

    Comprado y lo empiezo hoy.

  18. iñigo dice:

    Que rápido se lee y que pena acabarlo… para ser mi primera aproximación a esta obra milenaria, estoy encantado. Gracias por la recomendación. Lo releeré habitualmente, seguro.

  19. Andrés dice:

    Ya lo tengo en mis manos, en cuanto acabe el de Yo, Claudo empiezo!!

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