A las armas: Valientes Galaicos; y probad a la España y al mundo entero, que si habéis sido los últimos en acudir de una manera eficaz al llamamiento de nuestro legítimo y amado Soberano, por nuestro valor y heroísmo sois dignos de colocaros al par de los primeros.
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Regino Mergeliza de Vera

La Tercera Guerra Carlista tuvo sus ámbitos de actuación principalmente en Euskadi, Navarra, Cataluña, Aragón y Valencia. Pero no fueron los únicos y este libro nos muestra su desarrollo en Galicia.

Arranca esta obra presentando el origen del carlismo y su recuperación social y política en la década de 1860 mediante la prensa, propaganda, púlpito y parlamentarismo, atrayendo a los elementos conservadores y neocatólicos (aunque con tensión con los «godos» más partidarios de la solución militar). Analizando la sociología de un movimiento que aunque principalmente con bases en el mundo rural, no quedó circunscrito a éste si no que atrajo, según el autor, a elementos del proletariado y burguesía urbanas, y al mismo tiempo se hizo eco de las quejas sociales contra el gobierno tales como las quintas o los impuestos.

La segunda parte nos lleva al conflicto en sí, centrado en las provincias de Lugo y Ourense (mientras la Galicia costera tenía más inclinación prorrepublicana), donde desde 1872 los carlistas por motivos políticos, religiosos e incluso materiales (dos pesetas diarias de media se pagaba en las facciones además de los bonos de reclutamiento) se echarán al monte en nombre de su «legítimo rey», sostenidos por una red social que les apoya, bajo el liderazgo de jefes de partida como José Ostendi, Nuñez Saavedra, Bernardo Pichel, el cura Don Calixto, Juan Suarez, Manuel Osorio,…

Nos vemos así ante las complejidades (y en casos esperpentos) de un enfrentamiento civil con acciones que se centran en apoderarse de caudales públicos y rentas estancadas, destruir telégrafos o los registros municipales,…, teniendo un carácter limitado tanto por los boinas rojas, incapaces de hacer frente en combate a las columnas militares, como por parte del bando gubernamental, que adopta una posición legalista con procedimientos judiciales y conciliatoria.

Es en esta parte donde destaca el alto grado de detalle de este ensayo, que cuenta con cerca de un millar de notas a pie de página en relación a los sucesos que narra, apoyándose en los expedientes judiciales existentes e incluso las declaraciones de los carlistas capturados (tomándolas con cuidado) para contarlos, lo cual también limita el conocimiento de los hechos a lo que se ha recogido en esos procedimientos.

La tercera parte es un aspecto también interesante y poco conocido, el papel del norte de Portugal en el conflicto, con una raia que sirve de paso a los suministros carlistas, diversos apoyos locales (algunos derivados del miguelismo) y ciertos mandos como Sabariegos y luego Mergeliza tratando de articular a las partidas. Mientras se aprecia el papel de un gobierno de Lisboa bastante asustado por las diversas opciones para Madrid (bien la posibilidad de un príncipe alemán apoyado por la maquina de guerra prusiana para una unificación a lo Bismarck, bien una república que se contagie,…) que tratará de evitar el uso de su suelo en el conflicto.

Culmina la obra con una cuarta parte sobre los resultados y daños, bastante limitados comparados con las pérdidas humanas sufridas en otros territorios, y con lo que supuso para los vencidos tanto en multas y sanciones como en deportación e incluso ser enviados a luchar a Cuba.

En resumen se trata de un trabajo bien documentado sobre un conflicto en un área limitada, que abre el interés para saber más de alguna partida.

En cuanto al apartado material, el libro está bien, incluye indices toponímico y onomástico y algunas ilustraciones en blanco y negro. Aunque los mapas podían ser algo mayores, el papel de mayor calidad y le falta que la cubierta se doblase hacia dentro para proteger los bordes.

Esta entrada fue enviada el miércoles, 25 d+02:00 agosto d+02:00 2021 a las 10:44 y está archivada bajo Historia de Esp., Historias especializadas. Puedes seguir las respuestas a esta entrada a través de la fuente RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu propia página.