HERMANOS DE ALMA – David Diop
La guerra es violencia, salvajismo, brutalidad,…, pero los mandos militares quieren que se desarrolle de manera teatral, ordenado y preciso, como un reloj dentro de su esfera.
¿Qué sucede cuando el salvajismo se filtra más allá de la tierra de nadie, cuando el horror que citaba Kurtz penetra en la mente de los hombres; y lo hace no en lejanas e inhóspitas selvas sino en el propio corazón de Europa?
Pues que el miedo se extiende entre los ojos azules, los soldados chocolate y los soldados toubabs; miedo al dëmm, al devorador de almas, que vaga por los campos de batalla extendiendo su sombra sobre unos y otros.
Así a través de los ojos, o no, de Alfa Ndiaye veremos lo que supone para los seres humanos la guerra, como el alma o las almas pueden cambiar, en una espiral descendente que afecta incluso a un león, en medio de aterradores silbatos y manos.
Se trata por tanto de una visión de lo psicológico, muy distinta de los ensayos y tratados militares donde se habla de movimientos y batallas, las cuales a nivel de suelo no afectan tanto como los compañeros que desaparecen.
En cuanto al su estructura, la novela cuenta con una narración sencilla compuesta por capítulos breves, que nos va presentando lo que supone para los jóvenes africanos implicarse en una guerra en tierras lejanas, bajo las banderas de su metrópolis colonial, pero también lo que supuso el colonialismo para su propio mundo con sus ventajas y desventajas tanto materiales como humanas, articulando también lo que va a ser el futuro neocolonialismo.
En conjunto es una obra sólida pero quizás puede resultar algo corta, y queda interés en conocer más detalles de la visión africana de ese mundo colonial.
David Diop, Hermanos de alma. Barcelona, Anagrama, 2019, 308 pp.
La novela parece interesante, sobre todo por el tema que trata, que no es muy frecuente. La experiencia de las tropas coloniales en la Gran Guerra y el impacto que tuvo en los colonizados. Buena reseña.
Pues hace ya un tiempo que la leí, y recuerdo que, como dice el reseñador, se me quedó un poco corta. Tal vez por eso pasó sin dejar una huella especial. Aunque he de reconocer que es unan novela con un planteamiento que se sale de lo corriente: un senegalés combatiendo en la primera guerra mundial, como representación del sinsentido y la locura de cualquier guerra.