GENTE DE LA EDAD MEDIA – Robert Fossier

Gente de la Edad Media. Robert FossierInteresante libro este, y atípico con respecto a otros libros sobre la Edad Media que he tenido la ocasión de leer.
Gente de la edad media es un estudio del hombre medieval. Esta afirmación, que puede parecer redundante, se sostiene en cuanto se explica un poco. Voy a ello. El autor, archivista y especialista en la edad media, parte del hecho cierto de que la mayoría de las fuentes, documentales y arqueológicas, sobre la Edad Media, se refieren a un sector minoritario de la población: la nobleza y el clero, tal vez también los grandes burgueses en los últimos siglos del periodo. Sin embargo éstos, al ser una minoría, no son importantes, no definen al hombre medieval. Fossier llega a decir, alto y claro, que el feudalismo ese con el que nos machacaron la cabeza en el colegio, y posteriormente, no es una institución tan importante. Nos dice que dentro del sistema feudal señor-vasallo estaban tan sólo la vigésima parte de las personas. ¿Qué podía importarle a un campesino del Lemosín que su señor fuera vasallo de uno o de otro si ello no cambiaba en absoluto su situación personal? El autor prefiere hablar de “señorío”, cuando estudia la Edad Media, y en este concepto sí se incluye el resto de la población: molineros, aguadores, labriegos, curtidores, buhoneros, soldados, talabarteros, etc., etc., etc. El hombre medieval, apenas mencionado en las fuentes, es objetivo último del estudio.

El libro habla de tiempos pasados, pero más que de Historia, que lo es, contiene un doble enfoque interesantísimo, y que lo hace atípico, como decía antes.

Por un lado el enfoque filosófico. Fossier estudia la forma de pensar del hombre medieval, comparándola a veces con la actual. Qué pensaba el hombre medieval de si mismo, de sus vecinos, de la fealdad como forma visual del pecado, del extranjero, especialmente de los infieles, de los poderosos, de Dios, del sexo opuesto. El bien y el mal, las obligaciones, el código de valores. Todo ellos cabe en este libro, que tiene como punto de partida la negación de la superioridad, bíblica, del hombre sobre la creación. Para Fossier el hombre no es mas que un animal, tal vez con ciertas dotes especiales que no son en absoluto de origen divino y que tampoco lo hacen, en muchos aspectos, muy distinto de los demás animales.

Y por ahí va el segundo enfoque. El autor nos enfoca su libro casi desde el punto de vista de la biología o de la zoología. Es como si estuviera estudiando un grupo de cebras, o leones, o de cualquier otro animal. Estudia el hábitat, las relaciones sociales, las jerarquías, las formas familiares, el sexo y sus costumbres, el desarrollo físico del animal desde su nacimiento hasta su muerte ¿Es posible que efectivamente el hombre medieval, y no sólo la élite, consumiera mas calorías diarias que el hombre actual y que la desnutrición se debiera mas a la mala distribución de estas calorías que la escasez? Esta idea y otras muchas se desarrollan, o no se desarrollan, en el libro.

Esta última afirmación me lleva a plantearme cómo está redactado el libro. La verdad es que mas allá de un índice bastante estructurado el libro da a menudo la sensación de ser como un río, una corriente, un monólogo en el que el autor va sacando los temas un poco mezclados a veces, saltando de una reflexión a otra con tal vez excesiva soltura. Hay aspectos en los que analiza y concluye, otros en los que da por analizado y no concluye, otros en los que acaba haciendo una serie de preguntas, en absoluto concluyentes pues no las responde y otros en los que reconoce que no sabe del tema, lanzando tan sólo el desafío a quien quiera reslver. En resumen, es como si el autor, sentado en la butaca de enfrente, disertara sobre sus temas favoritos.

No quiero terminar sin decir un par de cosillas sobre ese tal “el autor”, o “Fossier” (al que el tratamiento de textos se empeña en llamar Dossier).

Robert Fossier nació en 1927. Además de archivista y paleógrafo, es especialista en la sociedad de la edad media, tema sobre el que ha publicado una buena quincena de libros. Su primer trabajo trató sobre “La vida Económica de la Abadía de Clairvaux desde su Origen hasta el S XVI”, siguiendo “La Tierra de los Hombres en Picardía hasta el final del S XIII”, “Historia de Picardía”, “La Infancia de Europa: Siglos Xº a XIIº : Aspectos Económicos y Sociales”, “Historia Económica y Social de la Edad Media Occidental”, y “La Sociedad Medieval”, entre otros. Su carrera lo lleva desde el puesto de Conservador en la Biblioteca Histórica de París, a ser profesor en varios liceos y finalmente profesor en la Universidad de la Sorbona, recibiendo en 1971 la medalla de plata del Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Sus investigaciones lo llevarán, por ejemplo, a resistirse a hablar de feudalismo, y a ampliar el término “incastellamento”, forjando el de “encellulement”, mas amplio.

Para terminar y volviendo al principio. Es un libro interesantísimo, desconcertante, revelador, transgresor, frustrante a veces, que mueve a buscar más y, según el autor, imprescindible, pues como él mismo dice: “A pesar de la convicción que manifiestan casi todos los historiadores medievalistas, estoy convencido de que el hombre medieval, somos nosotros”.

Opino. Como siempre.

Robert Fossier
GENTE DE LA EDAD MEDIA
Taurus

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25 comentarios en “GENTE DE LA EDAD MEDIA – Robert Fossier

  1. cavilius dice:

    Pues me parece interesantísimo el planteamiento, Koenig. Me apunto el título por si alguna vez me da por leer algo de la Edad Media.

    Saludos.

  2. Javi_LR dice:

    Soy de la misma opinión. Por cierto, me recuerda mucho a los planteamientos de los annalistas, sin el afán científico de éstos, más caótico, pero, a la vez, tratando el asunto casi como algo zoológico, al igual que alguna corriente extrema surgida de la escuela de los Annales.

    Curioso en verdad, Koenig.

  3. Vorimir dice:

    Ya había oido hablar de él y le tengo el ojo echado, aunque ahora mismo hay otros por delante en la lista…

    Buena reseña Koenig.

  4. pepe dice:

    Estupenda reseña, Koenig. Me gustaría saber qué conclusiones saca el autor de tan novedoso enfoque sobre la debatida cuestión Isabel, ¿reina o madre? Bueno, disculpa la broma. Me refiero a la cuestión de si la (alta) Edad Media fue o dejó de ser una edad oscura (me interesa sobre todo el punto de vista cultural). Hace poco alguien, quizá tú mismo, reseñó un libro cuya tesis era que la transición de la antiguedad a la edad media no fue tan traumática como se había venido sosteniendo. ¿Se dice aquí algo de eso?

  5. Incitatus dice:

    Koenig buena reseña, tengo el libro en la pila B de la mesilla de la derecha ;-), ¡por lo que dices merece la pena subirlo en la lista de prioridades!

  6. pepe dice:

    Koenig, ¿para cuando una nueva performance en la feria del libro? Me han dicho que viene la Cornelia Funke y quiero que le firme un librito a mi niña. Y si de paso hay que saludar a Emilio Calderón, que estará firmando lo de la porcelana, le saludamos. Podemos aprovechar también para intentar que Rodolfo Chiquilicuatre nos firme un ejemplar de Relaciones vecinales en la alta edad media y su influencia en eurovisión. ¿Te imaginas que pudiéramos hacernos una foto con él? qué ilusión más grande, anda que no iban a rabiar algunos hisbrileños cuando la vieran colgada en el foro… Yo puedo ir las tardes del sábado y el domingo. Ya me dirás algo, guapetón.

  7. Koenig. dice:

    Buenas tardes.

    Por capítulos.

    Con respecto a los «annales», el Fossier se refiere en bastantes a Bloch, tanto para indicar lo sabio que era como para destripar algunas de sus teorías.

    Con respecto a la oscura edad media. Lo primero que deja claro Fossier en su libro es que la edad media duró diez siglos, contuvo muchos cambios, muchas realidades, y que una sola definición no vale para todo el periodo. Además de esto, se posiciona en contra de la teoría de la edad oscura. Desde el punto de vista cultural, el pueblo no era culto, pero sabía lo que necesitaba saber: estaciones, cuidado de los niños, religión, la muerte, el nacimiento. Ahora bien ¿leían a Aristóteles? Pues no, pero ¿Lo leemos ahora?

    Isabel ¿reina o madre? Pues no te creas, habla de ello :-) (para Clío: «dos puntos porque ahora me explico, guion para separarlo bien y cierro paréntesis porque esto ya no es un chiste). El libro habla del nacimiento, la maternidad, el embarazo, los sentimientos maternales, y de como todo ello influía en la vida diaria de la mujer y de la familia.

    ¿Una foto con Don Rodolfo? Pillín, pillín. No se, todavía me estoy preguntando a que autor iré a fastidiar este año…

    Saludos a todos.

  8. Guayo dice:

    Hola Koening, interesante libro, el tema es uno de mis favoritos, siempre hay alguna luz que desmitifica este periodo tan mal entendido, digo mal entendido por que es normal oír en la radio, tv y leer en los periódicos sobre actitudes, mentalidades o acciones medievales, calificándolas de retrogradas, tampoco quiero defender lo indefendible, no era un periodo que carecía de sus tinieblas. Hay un libro de Jean Verdon con el mismo tema donde explica muy bien que la sociedad medieval era una sociedad mayoritariamente de campesinos, la población de las ciudades constituía una minoría, en 200 y algo de paginas toca un poco de todo, claro solo superficialmente, desde que Belibaste lo mencionara en el foro de Hislibris, quede muy interesado en el libro, pero tendré que esperar que este disponible por estos lados.

    En palabras de Jacques Le Goff, “ La edad Media no es ni oscura ni dorada”

  9. lola2 dice:

    Qué libro más interesante me lo apunto para el verano. Gracias por la reseña.

  10. Arauxo dice:

    Buenos días.

    1. Qué bueno que viniste, Koenig. Menos mal que todavía queda en Hislibris algún medievofílico como tú (aunque, más que medievofílico, tú eres omnifílico; e igual te tragas un tocho sobre la posguerra que un interesantísimo libro sobre el siglo XIII). Y es que antes se paseaban por aquí un par de aficionados a la Edad Media que de vez en cuando aportaban algo, pero nadie sabe que ha sido de ellos en los últimos tiempos…

    2. Voy a permitirme el lujo de hacerte una precisión terminológica, Koenig. En España, al menos, no existen los archivistas. Ya sé, ya sé que en la «reseña» que la editorial propone sobre el libro y en los comentarios que circulan por ahí sobre Fossier lo definen como tal, pero ese término no es más que el producto de una mala traducción del francés («archiviste«). En España, los profesionales de la Archivística son archiveros. Y no porque el Diccionario así lo diga (el de la RAE admite la voz «archivista», pero para su definición remite a la de «archivero»), sino porque ese es el término consolidado por el uso y la tradición. De hecho, esa es la palabra que da nombre al Cuerpo Superior Facultativo de Archiveros desde 1858 en que nació (y por analogía a todos los cuerpos de archiveros municipales o autonómicos desde entonces). Es verdad que en Hispanoamérica otras voces (como la de archivólogo) han intentado disputarle a la de archivero su supremacía, pero la victoria parece haberse decantado hacia éste última, después de una encarnizada y sangrienta contienda terminológica… Con todo, nuestros amigos de allende el océano me corregirán si me equivoco.

    3. Fossier «huele» o recuerda a la Escuela de Annales, Javi y Koenig, porque… es uno de ellos. Con independencia de su mayor o menor adscripción a las tesis de Bloch, Fossier forma parte de ese nutrido grupo de historiadores franceses (y medievalistas, para más señas) que han seguido la estela de Bloch y Fébvre desde la fundación, hacia el final de la década de los veinte, de la revista Annales y la escuela historiográfica a ella vinculada: Pirenne, Duby, Le Goff, Pernoud… De hecho, la producción bibliográfica de Fossier está y ha estado siempre impregnada, embebida e imbuida hasta los tuétanos de ese interés por lo social, por la vida cotidiana, por la gente corriente, por las mentalidades e incluso por la reciente Historia total que tanto caracteriza al espíritu de la novelle histoire (y que tanto parecen interesar a Cavilius…), por contraposición a la historiografía positivista tradicional, más atenta al estudio de los grandes acontecimientos históricos, a las biografías de sus protagonistas, al devenir de la Gran Historia y a la tangibilidad sde los datos y de los documentos. Basta con echar un vistazo a los títulos de Fossier -alguno de los cualees tú mismo mencionas, Koenig- para corroborarlo: El trabajo en la Edad Media, Historia del campesinado en el Occidente medieval, La sociedad medieval… Fossier es -aunque a veces pretenda disimularlo- un annalista como la copa de un pino. Y un gran historiador por añadidura, pese a todos los defectos de fábrica que pueda arrastrar por su annalismo militante.

    Por cierto que… resulta absolutamente admirable que este hombre siga publicando libros con más de ochenta años. Toda una vida dedicada al estudio de la Historia. Chapó (así, hombre, en castellano, que ya he usado muchos más galicismos de lo que me permite mi médico de cabecera).

    Sobre la cuestión de la Edad Oscura, no voy a volver dar la lata ni a Guayo ni a nadie porque ya me he pronunciado reiteradas veces sobre ella y mi opinión -si es que a alguien le importa- es sobradamente conocida en Hislibris.

    Lo dicho, Koenig: chapó también para ti por la elección. Y perdona la sábana, pero es que no he podido resistirme, galo.

    Un saludo.

  11. Koenig dice:

    Estimado sevillano, sabes muy bien que tus sábanas son bienvenidas, al menos en mi caso. Aceptaré además «Archivero», que hoy es lunes y hay que empezar bien la semana. A fin de cuentas, lo importante es entenderse y coincidir en los términos.

    Y ya que de términos hablamos, hay uno en concreto que me he visto obligado a poner en francés en la reseña «Encellulement», dado que no he encontrado una traducción del mismo al español que me convenciera. Pero voy a aprovechar que te prodigas por aquí para preguntártelo, ya que me temo que uno de los efectos del «omnifílico» es no llegar a saber suficientemente de todo. Claro que siempre queda el recurso de preguntar.

    Con respecto a los «Annales», efectivamente a la hora de buscar información sobre Fossier leí an algún lugar que pertenecía a dicha escuela. Sin embargo es algo en lo que tengo que meterme con cuidado, ya que si de historia algo se, de corrientes y metodología mucho menos, y la verdad, meterse a hablar de algo que uno no domina es hacer un desfavor a quienes puedan estar interesados en ello.

    Opino, claro.

    Saludos.

  12. Arauxo dice:

    Querido galo:

    Has hecho bien en utilizar el fossieriano término de encellulement, pese al barbarismo. Porque el palabro no ha sido traducido aún consensuadamente dentro del ámbito profesional. Hay quien ha propuesto enceldamiento, enparroquiamiento, enclaustramiento… y no sé qué es peor, la verdad. Personalmente creo que al proceso al que Fossier se refiere (emulando el encastillamiento de Tourbet), es decir, la agrupación de los individuos en unidades sociales básicas del mundo rural (aldeas, parroquias, señoríos…) o incluso urbano (gremios, collaciones, barrios…) no tiene equivalencia en castellano. Y no la puede tener entre otras cosas porque es un palabrajo inventado por el propio Fossier, por lo que parece acertado mantener la expresión francesa o incluso traducirla literalmente: encelulamiento, que sonará aproximadamente igual de mal que debe hacerlo el original en francés.

    Pero lo que sí me ha gustado, galo, es lo del «desfavor». Toma ya. Eso sí que es un palabro hermoso…

  13. Arauxo dice:

    … opino, claro.

  14. Koenig dice:

    Buenos días de nuevo.

    Con respecto a «encellulement» en francés algo si puedo decir. Y es que la palabra «celule» se refiere tanto a célula como a celda. «Enceldamiento» sería pues una palabra mas acorde a la idea, sobre todo si se tiene en cuenta que «celule» es una acepción de celda que tiene tanto de penitenciario como de monástico, tiene algo de recoleto y cuando son varias, de distribución organizada. Por otro lado, «Enceldamiento», en castellano, como que no me parecía que contuviera la idea.

    Claro que no seré yo quien se permita aconsejar a mentes mejor amuebladas que la mía al respecto de estas cosas.

    Saludos.

  15. Cristina_H dice:

    Arauxo: si te sirve de consuelo, también es recalcitrante la preguntita de «Isabel ¿reina o madre?» :-)
    Estoy frustradííííííísima pq veo que permanece la duda… Está claro que hay que consultar este libro para tener argumentos de peso que resulten convincentes. Muy interesante, Koenig. Gracias.

  16. rikardo dice:

    donde lo puedo komprar? me interesa mucho

  17. Koenig dice:

    Actualmente está a la venta en todas las librerías.

  18. Diego dice:

    jajaja……….acabo de terminar de leerlo, y si alguno piensa en comprarlo…..mi recomendacion, es que no lo hagan, es sumamente latero, no se si el resto de sus libros sean iguales, pero este es pesimo

  19. Koenig dice:

    Buenos días.

    Una opinión irrebatible, pues no aporta razones, pero una opinión al fin y al cabo.
    Y como me gusta pensar, cuantos mas opinemos, mejor.

    Un saludo.

  20. uno mas dice:

    Es un libro que me plantea diferentes sensaciones. Por un lado, siento que no me ha llenado del todo, que a pesar de intenar desmitificar se queda en lo superficial del periodo medieval. Por otro lado, no se si es un libro realmente interesante para quien se acerque por primera vez al estudio del hombre medieval, pues creo que da demasiadas cosas por conocidas. Como bien dice el autor en su conclusión, su obra se queda a medio camino, no convencerá ni al erudito ni al profano. Como alguien dijo aquí, es como navegar por un río en el que se abren numerosos meandros, algunos conocidos, otros dejados atrás…
    Un punto a favor del libro, el hecho de que no habla de la edad media como una época oscura. ¿acaso vivimos en una época dorada? ¡por favor¡ Y por otro lado, como profesor que fui de instituto, y espero volver a ser, hace referencia a múltiples hechos que pueden servir para hacer que mi trabajo sea mejor y atraer al alumnado hacia la Historia.
    Abrazos.

  21. Medievalista dice:

    Jacques Le Goff es a mi entender el mas grande medievalista, le sigue de cerca Alain Guerreau, Georges Duby y Marc Bloch. Robert Fossier no es mas que alguien secundario. No a las leyendas negras ni doradas!, si quieren un libro bueno lean la civilizacion del occidente medieval.
    Respecto a los comentarios de arriba coincido con algunos pero creo que la complejidad de la edad media es muy dificil plasmarla en unas meras líneas so pena de pasar el ridículo.
    Respecto al libro ya lo lei y me parecio francamente malo, Banqueros y mercaderes de le goff es mas adecuado y sumado a guerreros y campesinos de duby se tiene una buena perspectiva de los tiempos feudales.
    Este comentario no intenta ser lapidario respecto a Fossier que es un gran miembro de nuestra comunidad de medievalistas solo que esta obra precisamente no es la mas idonea de él. No solo se detiene en intrascendencias tales como la descripcion pausada de clases, hecho que quedo ya superado con la teoria de Le Goff de la historia totalitaria.
    Saludos a todos los amantes de la Historia Medieval, tambien para los de la antigüedad tardía: estamos en el mismo barco!!!

  22. Quinn dice:

    Hola a todos

    Quería comentar que he leído este libro durante el verano pasado, y me ha decepcionado bastante. No digo que no tenga cosas interesantes, pero el conjunto no ha sido lo que esperaba.

    Entre las partes positivas, me parecen bien los intentos por derribar varios mitos que han ocasionado que a la Edad Media se la trate como Edad Oscura. Puntos como la colocación del feudalismo o la servidumbre en su justo lugar son interesantes, aunque el autor ha profundizado poco en estos temas.

    En la parte negativa, no tengo claro si el autor ha intentado diseccionar al hombre medieval o al actual. Parece más como si estuviera hablando de los siglos XX y XXI que de la Edad Media, ya que hay una excesiva comparación entre las dos épocas. Y esto, para mí, desvirtúa bastante el libro como texto medievalista.

    Por otro lado, la pretensión de ver al hombre prácticamente desde un punto de vista únicamente biológico tampoco me ha convencido. Y algunos comentarios que hace, en concreto respecto a los españoles y con cifras bastante falseadas dicen poco en favor del autor, sobre todo porque habla con mucha ligereza de épocas en las que el no es un especialista (en concreto Edad Moderna y la época actual).

    En fin, que puede que haya gente a la que le guste el libro, pero yo personalmente no lo recomendaría. Voy a seguir el consejo de Medievalista y tratar de leer Mercaderes y banqueros de Le Goff y Guerreros y campesinos de Duby.

    Saludos a todos los amantes de la Historia y de la Edad Media en particular

  23. xyxyla dice:

    Opino igual que muchos, para medievalistas Le Goff, Duby y por supuesto Henry Pirenne. Su Mahoma y Carlomagno o las Ciudades en La Edad Media son de lo mejor para todo aquel que quiera adentrarse en el apasionante mundo de la Edad Media.
    Un saludo

  24. Excelente libro de los más completos y confiables de la Epoca Medieval, además el autor siendo archivista y paleografo es de lo mejor

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