GENERAL JUAN HERNÁNDEZ SARAVIA: EL AYUDANTE MILITAR DE AZAÑA – Manuela Aroca Mohedano

GENERAL JUAN HERNÁNDEZ SARAVIA: EL AYUDANTE MILITAR DE AZAÑA, Manuela Aroca MohedanoLa biografía del general Juan Hernández Saravia, el ayudante militar de Azaña, es la primera obra publicada de la historiadora Manuela Aroca Mohedano, doctora en Historia Contemporánea por la Universidad nacional a Distancia. Publicada por la editorial Oberon en el año 2006.

La obra consta de 10 capítulos que abarcan desde la infancia de Juan Hernández Saravia, hasta su muerte en el exilio en México a los 81 años de edad.

Esta biografía nos acerca a un personaje del que tal vez la historiografía sobre la Guerra Civil española nos ha tenido ciertamente en el olvido. H. Saravia fue militar artillero, republicano confeso, miembro de la UMRA, ministro de la Guerra, jefe de grupos de Ejércitos( GERO) y ministro en varios gobiernos republicanos en el exilio una vez acabada la GCE. Aunque su labor más conocida fue la de ser el más fiel y seguro ayudante militar del que fuera último Presidente de la II República durante la Guerra Civil española: D. Manuel Azaña.

El Arma de artilleria, al que perteneció Hernández Saravia, fue el principal impulsor del incipiente republicanismo entre una parte de las fuerzas armadas. La implicación de este Arma en la formación de las llamadas Juntas de Defensa (partidarias de los ascensos por antigüedad frente a los asociados a méritos de guerra, en este caso los llamados africanistas) hizo que Saravia se sintiera más atraído por la ideología juntera, atracción que acabó derivando en una progresiva ideología antimonárquica. El posterior conflicto, ya en plena Dictadura del general Miguel Primo de Rivera, entre éste y los junteros, apoyado el primero por el monarca Alfonso XIII, y motivado por el tema de ascensos, contribuyó a que muchos artilleros, entre ellos Hernández Saravia, se unieran definitivamente al movimiento republicano.

Una vez instaurada la II República, Saravia es nombrado Jefe del Gabinte Militar del ministro de la Guerra, Sr. Azaña. A pesar de su claro y nunca ocultado catolicismo practicante, algo que la autora destaca como un hecho no suficientemente conocido, no tuvo reparos en apoyar siempre la política republicana de Azaña. Su particular visión de la religión se centraba en desarrollarla en el ámbito privado y personal.

La autora nos deja en duda cuando afirma que la intransigencia de Saravia a los ascensos por méritos de guerra, en la polémica reforma militar de Azaña, influyó su condición de artillero, algo que no benefició a la implantación de la misma entre algunos de sus compañeros militares. Importante fue también su papel en la desarticulación del golpe de agosto del 32 encabezado por el general Sanjurjo. Más polémica fue su papel en Casas Viejas. Su cuñado, Manuel Rojas, fue el triste protagonista de esta matanza de anarquistas. Su implicación familiar afectó a la hora de coordinar con éxito las tareas de información y análisis del suceso. Según la autora, una vez estallado el golpe militar Saravia fue protagonista principal de la entrega de armas al pueblo ordenadas por el jefe de Gobierno, Sr. Giral, el 19 de julio de 1936. Entrando ya en su papel en la guerra, se detallan su paso como hombre fuerte del ministerio en los iniciales días del levantamiento y su nombramiento como Ministro de la Guerra en agosto del 36 en sustitución del general Castelló, afectado éste de una fuerte depresión nerviosa.

Otro de los aspectos que me han sorprendido de esta biografía, y que yo desconocía, es el importante papel jugado, a criterio de la autora, del general Saravia en la Batalla de Teruel, una batalla de la que siempre ha gozado de un gran protagonismo el general Rojo. Para Aroca Mohedano, Prieto fue el ideólogo político, Rojo el estratégico, y Hernández Saravia el táctico de esta batalla en tierras del Bajo Aragón.

Tras el fiasco de Teruel, Hernández Saravia sería nombrado, muy a pesar del Jefe del Estado Mayor Central, Vicente Rojo, como jefe del GERO (Grupo de Ejércitos de la Región Oriental.) La autora se hace la pregunta del por qué de este nombramiento cuando su jefe inmediato no confiaba en él y la camarilla de generales «populares» (Modesto, Lister, el Campesino) copaban toda la dirección de la guerra. Parece encontrar la respuesta en el intento de ofrecer en el exterior una imagen de legalidad ya que la falta de militares profesionales era un continuo problema para el mando republicano. Hernández Saravia era general de brigada.

Tras la derrota republicana, Saravia huye por la frontera y se mantendrá fiel a su idolatrado Manuel Azaña, al que acompaña en Montauban en las últimas horas de vida del que fuera último Presidente de la II República en la Guerra Civil española. Ya en el exilio, Hernández Saravia ocuparía la cartera de Defensa del primer gobierno republicano tras la derrota en 1939, y acabará sus días en México manteniéndose fiel a sus convicciones republicanas y perjurando de los acuerdos que Prieto y los sectores izquierdistas mantenían con el hijo de Alfonso XIII, D. Juan de Borbón. Saravia morirá en México el 3 de mayo de 1962 a los 81 años de edad.

Decir que este libro me ha gustado sería poco, son casi 400 páginas de historia, sobre todo de la historia del republicanismo en España. La autora nos ha mostrado al personaje en todas sus vertientes, la militar, la política, la católica y, sobre todo, la humana. Un hombre fiel a sus ideas y a las personas, sobre todo a la figura del que fuera el hombre-estrella de la izquierda republicana en la España de los años 30, Manuel Azaña.

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10 comentarios en “GENERAL JUAN HERNÁNDEZ SARAVIA: EL AYUDANTE MILITAR DE AZAÑA – Manuela Aroca Mohedano

  1. juanrio dice:

    Enhorabuena, David, una vez más me descubres un libro sobre la GCE que desconocía. Este era, creo, uno de los pocos militares importantes de aquella época sobre el que apenas había bibliografía. Como bien indicas en tu reseña, el hecho de que no estuviera adscrito a ningún partido político, el ser católico, en un momento y lugar en el que eso no era muy apreciado, y el que uniera su suerte a la de Azaña, que durante tantos años fué denigrado por ambos bandos, hace que se le haya tenido por un personaje menor. Me alegro de que esta biografía lo ponga en su lugar.

  2. tico dice:

    Muchas gracias por el dato David . Mas para aquellos, como yo, que nos queremos empapar mas de esta época de la historia de España. Se ve bueno, y mas por ser obra de una historiadora. Ademas de tratar, de un colega militar que fue apreciado por méritos propios.Como siempre, los oficiales de Artillería, dejando huella en los ejércitos de todo el mundo.(Sin falsa modestia obviamente).

  3. Valeria dice:

    Gracias por la reseña, David. Reconozco que este tema lo suelo dejar de lado por muchas y múltiples razones, desde la falta de interés personal por sucesos tan cercanos (mis preferencias históricas están en otros siglos) hasta los prejuicios y manipulaciones que aún hoy se producen en torno a nuestra guerra civil.
    Pero es una delicia leer todo lo que nos comentas, sugieres o propones sobre el tema. Y te confesaré que este libro en concreto me ha llamado especialmente la atención.
    Un saludo.

  4. David L dice:

    Perdón por no responder antes a vuestros mensajes, pero he estado fuera unos días y ni tan siquiera había llegado a ver la reseña publicada.

    Pues sí, juanrio, es curioso que un hombre tan devotamente católico como era el general Hernández Saravia llegara a ser la mano derecha y el principal consejero militar de Azaña. Es algo que cuesta entender si nos atenemos a los clichés que a veces acompañan a la Guerra Civil española.

    Un saludo.

  5. Akawi dice:

    Estupenda reseña David L. para esta época que tan informado estás, al igual que la I y II Guerra Mundial, que se nota que te apasionan.

    Yo no estoy aún preparada para leer estas novelas, prefiero la Grecia y Roma clásicas, pero siempre te leo y reconozco que son buenos temas para tantos aficionados a la historia militar, que seguro te agradeceran.

    Saludos.

  6. David L dice:

    Gracias Akawi,

    Intento aportar mi granito de arena sobre los temas que más me gustan leer. Si sirve para orientar a algún que otro aficionado a la GCE pues mejor que mejor.

    Un saludo.

  7. Enrique dice:

    Hola,

    Juan Hernandez Saravia era mi tio bisabuelo, así que agradezco enormemente el conocer esta parte de la historia de mi familia.

    Por cierto, que toda la familia era, en esa época, claramente de derechas, así que es un caso muy peculiar.

    He comprado el libro y lo estoy leyendo. La casa donde nació era la casa de mis abuelos y sigue en la familia y he pasado muchos buenos momentos allí.

  8. Xavi dice:

    Un libro precioso y de los que ayuda a clarificar y a poner las cosas en su sitio. Nos habla de una persona… de un militar con un código de honor y de humanidad (con mayúsculas las dos) extraordinario; de un militar que como muchos otros (empezando por Vicente Rojo, uno de los héroes de la batalla de Madrid) se mantuvo fiel a la legalidad, a pesar de que no compartia y se oponia a los excesos por los que se dejaron llevar algunos elementos y grupos partidarios (como él mismo) de la República. Juan Hernández Saravia dejó a un lado sus opiniones personales y se mantuvo fiel al orden legal y democráticamente establecido. Si todos los oficiales de la República se hubieran comportado com él o como Valentín Fuentes o como tantos y tantos otros, España se hubiera evitado la horrorosa y cruel guerra civil.

  9. AJLA dice:

    EL General Vicente Rojo Lluch también era católico practicante y ello no le impidió ser fiel a su juramento y a la República. Un genio militar ignorado por la Historia oficial de España. Ya va siendo hora de que a estos héroes, hombres de bien y militares brillantes se les haga justicia. Franco y sus «fascistas», ganaron a lo bestia por las armas extranjeras que les fueron negadas a los republicanos, por los fascistas de Francia y de Gran Bretaña, total para que luego les dieran por ahí los nazis.

  10. Buenos Días,

    Dispongo de un ejemplar de época de la fotografía del general que aparece en cubierta del libro. En el reverso figura la información siguiente: «El general Hernandez Saravia, jefe del ejercito de Levante» con un sello del «Servicio español de información». Ne sé quien fue el fotógrafo. Alguien tiene mas informacion sobre esta fotografía?

    Un cordial saludo.

    Alberto de Andrés, Suiza

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