GENERACIÓN MAO – Xinran

GENERACIÓN MAO - Xinran«Las cosas en el campo, lejos de las ciudades-escaparate de la costa, están 20, 30 años por detrás…». «En el campo Mao todavía es un dios…»

El primer relato, por sí mismo, resume y explica todo el libro. La autora, casada con un occidental, quiere que su hijo y sus compañeros comprendan lo que es China, y los sacrificios de los ancianos. ¿Cómo pueden las actuales generaciones considerarse desgraciadas ante la comparación con los horrores de los años 40-50?

Por ello, le pide a una anciana que les cuente su historia. Esta se sorprende. ¿Unos jóvenes que quieren escucharla? ¡Increíble! (En China como en cualquier lugar). Y les cuenta su vida. Para ella la revolución cultural no fue una mala época, todo lo contrario. Con las facultades de medicina cerradas y los médicos cuestionados por la acusación de burgueses, los curanderos tradicionales hicieron su agosto. Ganó mucho dinero y su vida fue fácil gracias a ello. Triunfó en medio del caos.

Desde su punto de vista, habría que cuestionarse la carga negativa de la Revolución Cultural, y se puede entender por que Mao sigue contemplándose con carácter casi divino en las zonas rurales más atrasadas. El caos quedó para los civilizados habitantes de las urbes. Cuanto más pobre era uno, más izquierdista, y por tanto más fácil progresar en aquellos tiempos. Ser hijo de campesinos pobres abría todas las puertas en la administración.

Normalmente hay muchas prevenciones por parte de los historiadores profesionales hacia las entrevistas. Puede parecer curioso, pero así es. Y no son los únicos que prefieren mantenerse a distancia de las fuentes primarias «biológicas». En el ejército británico se procura que los soldados conozcan lo más posible de la historia de sus regimientos. Pero naturalmente, la historia oficial. Resulta molesto que tengan la oportunidad de hablar con veteranos. Estos tienen la desagradable costumbre de recordar errores de los oficiales, amotinamientos, injusticias, fallos en el aprovisionamiento… Verdades que destruyen la visión heroica que los registros más antiguos han ido construyendo mediante un cuidadoso pulido.

Pero aquí están estas entrevistas. Verdad, realidad, autenticidad… Y también condicionamiento, claro. La autora no deja de interpretar esas cuestiones. Y más aún en una cultura tan definida por el grupo como la China. Y está claro que ha seleccionado de entre las entrevistas las que más le interesaban en función de su tesis general. Y sin embargo. ¿No es realidad en estado puro?

A las personas simples les bastan las motivaciones simples. ¿Por qué se alistó en el ejército rojo? Porque me daban de comer. ¿Por qué era bueno el partido comunista? Porque pude comer todos los días. También son respuestas lógicas. Resulta curioso como en «su época» todos los funcionarios eran trabajadores y honestos. Hoy en día todos son vagos, corruptos y ambiciosos. ¿Ahora la gente es peor, o simplemente hay más libertad para la crítica? Una cuestión interesante.

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7 comentarios en “GENERACIÓN MAO – Xinran

  1. Rodrigo dice:

    “Realidad en estado puro”. Una observación atrevida desde el punto de vista epistemológico, Uro, pero en general me parece que ofreces una perspectiva y unos matices sobradamente interesantes; que son también los del libro, claro está. (Ejem, y qué buen sociólogo hubieras sido.)

    La cuestión final parece contener mucho de aquello de “todo tiempo pasado fue mejor”, con las distorsiones típicas de cualquier forma de idealización de lo pretérito; pero seguro que hay más. Buen desafío sobre todo para quien conozca la realidad china, que no es mi caso.

    Entiendo entonces que el libro consiste en un conjunto de entrevistas. ¿Todos los sujetos entrevistados son ancianos y campesinos?

  2. pepe dice:

    Es natural que los historiadores tengan algunas prevenciones contra las entrevistas (que se lo digan a Ian Gibson, que le están volviendo loco con la búsqueda de los restos de Lorca, que él sabía de buena tinta donde estaban porque se lo había dicho Manuel el comunista…) pero acierta Urogallo cuando dice que, aunque no sean fiables, son realidad en estado puro (acierta también Rodrigo con su comentario). Juanrio reseñó hace poco un libro de entrevistas y circulan algunos más por ahí, uno a los prisioneros alemanes juzgados en Nuremberg, que supongo hará las delicias del personal. En cuanto al libro objeto de la reseña me parece interesante, y también la reseña en sí. Enhorabuena.

  3. Urogallo dice:

    La realidad nunca está en estado puro, y tienes razón Pepe, una entrevista jamás es objetiva. Por ejemplo, recuerdo un estudio donde una tercera parte de los visitantes de Disneylandia afirmaban haber visto a algún personaje de la Warner…Pero a veces es interesante afrontar las cuestiones desde la visión descarnada de los protagonistas y no volvernos idolatras del documento.

    En realidad creo que las entrevistas son el ejemplo claro de lo que es la historia: Limitaciones de conocimiento, reflexión y modificación de los detalles, transmisión parcial, revisión en base a experiencias posteriores…

    Todos los entrevistados son ancianos, muy ancianos, pero no todos campesinos, aunque son las más interesantes por la simplicidad de los conceptos. Otros testimonios no son tan positivos,y contribuyen a la tesis de la autora de lo mucho que ha avanzado China. No obstante yo me quedo con esa imagen de los campesinos para los que la revolución ha sido un avance continuo, aunque ahora esté dando muestras de agotamiento.

    Una postura curiosa cuando se nos está vendiendo a todas horas el modelo chino de desarrollo como un exito.

  4. Rodrigo dice:

    Gracias por la respuesta, Uro.

    No es tanto que las entrevistas sean en sí mismas realidad, una obviedad a estas alturas, sino el que sirvan como fuente para el conocimiento histórico, con sus ventajas y limitaciones. Creo que estamos de acuerdo sobre esto.

    Me parece que la historia oral se ha venido cultivando desde hace un tiempo con bastante éxito. Sin ir más lejos, el caso del libro de Christian Appy sobre la Guerra de Vietnam. Que no he leído pero me gustaría.

    Seguro que las entrevistas son un punto fuerte de libros de historia como los de Max Hastings (tengo pendiente Némesis) y Laurence Rees; acaso sea sintomático que ambos autores provengan del periodismo.

  5. Germánico dice:

    Debe recordarse en este punto que el Uro es sociólogo consorte.

    Un libro que parece muy interesante y que tengo en casa (cedido por el reseñador) desde hace un par de meses. Urge adelantarlo.

    Es curioso… Estamos acostumbrados a la horrorosa perspectiva que de la Revolución China, et allii, nos dan los manuales al uso. Sin pretender negar ese punto de vista, resulta curioso escuchar lo que opinan las clases más humildes, las que nunca salen en los manuales. Esos, por ejemplo, que dicen que la Revolución (o el Ejército Rojo, o lo que proceda) fue buena porque pasaron a comer todos los días. Obviamente, no sólo por eso tales movimientos pasan a ser buenos, pero es una perspectiva interesante. Al igual que también lo es, creo, comparar el horror final de determinados movimientos revolucionarios con el horror inicial que los desencadenó.

  6. Urogallo dice:

    Si, es una cosa muy actual. Appy lo que hace es seleccionar trozos especialmente relevantes o identificativos, mientras que Hastings las emplea para enriquecer el relato tradicional de las campañas con puntos de vista nuevos. Ambas posibilidades me parecen de lo más interesantes.

    Aquí la autora intenta, simplemente, transmitir la fuente oral primaria. Pero es de esperar que haya seleccionado las entrevistas más interesantes, en función de una tesis aprioristica.

    Al fin y al cabo, nadie empieza una investigación si no es para encontrar algo que ya tenía claro desde el principio.

  7. la historia (o el pasado) es como uno la recuerda, no necesariamente como fué.

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