Friki-test: Rosa Ribas
Algunos conoceríais a Rosa Ribas -especialmente como autora de El pintor de Flandes– y otros la hemos conocido gracias a su presencia en Hislibris durante los últimos tiempos. Como en el hilo sobre su novela ya ha ido respondiendo a todas las preguntas que le hemos ido lanzando, no tenía demasiado sentido hacerle una de nuestras peculiares entrevistas. Así que la hemos sometido al friki-test de Hislibris. Este es el resultado, gracias Rosa.
Tus tres libros favoritos.
¿Sólo tres? En este momento diría que son Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, Jakob el mentiroso de Jurek Becker y El largo adiós de Raymond Chandler.
Un libro que no hayas podido terminar.
Actualmente más de uno. Antes ponía mucho empeño en terminar todos los libros que empezaba. Incluso cuando me atascaba por completo, lo dejaba reposar un poco y lo retomaba en otro momento, como me sucedió con Die Blendung (Auto de fe) de Elías Canetti, cuyos otros libros me encantan. Die Blendung la terminé en el segundo intento.
Creo que la recepción de una obra no depende sólo de su calidad intrínseca, sino también de las circunstancias del lector en el momento de la lectura, que hacen que esté mejor o peor predispuesto a un tema, un estilo o un enfoque. Así que a Ulises le daré otra oportunidad y también me la daré a mí misma, porque, de lo contrario, me perderé algo. En otros casos, cuando pienso que ese libro no me va a aportar nada, lo dejo. Hay tantas cosas buenas por leer…
¿Cuántos libros tienes?
Entre 2.000 y 2.500.
Un libro que te ha gustado pero te da vergüenza reconocerlo.
El corsario negro de Emilio Salgari.
El último libro que has leído.
Acabo de terminar un librito del historiador Georg Schmidt sobre la Guerra de los Treinta Años y he releído una novela del checo Bohumil Hrabal, Yo, que he servido al rey de Inglaterra, una novela maravillosa. En realidad uno de mis libros favoritos, así que al final he citado cuatro.
El que estás leyendo ahora.
Estoy leyendo dos: Conjura contra América de Philip Roth y Kepler de Arthur Koestler.
El último que has comprado.
Nachts unter der steinernen Brücke (De noche, bajo el puente de piedra) de Leo Perutz.
Tapa dura o bolsillo.
Me gustan más los libros de tapa dura, pero hay que reconocer que los de bolsillo tienen muchas ventajas. Desde que vivo en el extranjero, por ejemplo, tengo que controlar mis compras cada vez que estoy en España. Siempre llevo listas de los libros que quiero pero no soy muy disciplinada y acostumbran a caer unos cuantos más. Así que si tengo la opción, compro la edición de bolsillo para reducir peso y volumen. Se ve en mi biblioteca: tengo más libros alemanes en tapa dura y más libros españoles en edición de bolsillo.
El libro escrito por ti del que te sientas más orgulloso.
Mi producción no es –todavía- muy grande. Actualmente trabajo en mi cuarta novela. Con todo, puestos a elegir, tomaré la primera, la que no va a salir del cajón pero que me ha servido para aprender, para darme cuenta de que escribir es lo que quiero hacer. Gracias a este primer trabajo, con todos su defectos, errores y, también, aciertos, empecé a considerarme escritora. Cuando mencioné esta obra en mi blog (http://ya-aqui.blogspot.com/) , un comentarista (http://diariosderayuela.blogspot.com/) escribió lo siguiente “Respecto a la más antigua, esa que según dices duerme algo así como el sueño de los justos, quizás le venga bien (como a todas esas obras primeras en las que muchas veces no nos reconocemos) una cita de George Christoph Lichtenberg que el ilustrado alemán aplicaba a la poesía: «El sacrificio de los primogénitos aún es recomendable, sobre todo en el caso de los versos»”.
Me pareció muy acertado y a la vez tiene algo consolador. La primera novela no fue trabajo perdido. Estoy orgullosa de haberla llevado a término.
¿Dónde lees?
En todas partes. Me gusta especialmente leer en los trenes.
¿Cómo ordenas los libros?
¡Uff! Ahora sí que voy a quedar de lo más pedante. Pero, bueno, confesaré. Separamos entre literatura y otros libros.
La literatura está en primer lugar por idiomas (no el idioma original, sino el del libro): español, catalán, alemán, inglés e italiano. Después los tenemos por orden alfabético de autores. Los libros que no son de literatura -en nuestra biblioteca sobre todo, lingüística, didáctica de la lengua, historia y arte- están por temas sin diferenciar en qué lengua están escritos.
Tu libro más valioso.
Desde el punto de vista de su valor económico, creo que es un libro de refranes y proverbios españoles traducidos al francés editado en Bruselas en 1612, que me regalaron mis suegros.
Desde el punto de vista afectivo, los libros de Julio Verne que heredé de mi padre.
¿Qué usas para marcar la página?
Cualquier papelito que tenga a mano: billetes de autobús, tickets de la compra, fichas,… Tegno puntos de lectura, algunos muy bonitos, pero nunca los encuentro cuando los necesito.
¿Escribes anotaciones en los libros?
Cuando estoy documentándome para una novela prefiero tomar apuntes aparte, en fichas, en tablas, etc. Si quiero encontrar algo rápidamente, pongo papelitos entre las páginas o etiquetas adhesivas, tipo post-it.
En textos literarios suelo marcar con un lápiz los pasajes que me gustan especialmente.
¿Has recibido mails raros de tus fans? ¿Alguna anécdota?
La verdad es que no. He recibido preguntas que me han hecho sudar tinta china para responderlas, pero me lo he pasado muy bien haciéndolo.
Cuando sufrí un poco fue durante una presentación de la novela en Frankfurt en la que la moderadora, sabiendo que soy hispanista, me preguntó si el título El pintor de Flandes se inspiraba en El libro de buen amor. Por un lado, no quería estropearle a la moderadora su alarde de conocimiento de la literatura española, pero me parece que para formar un sintagma como “el pintor de Flandes” no es necesaria remontarse tan lejos en la historia de la literatura. Creo que si se hiciera una estadística de las estructuras de los títulos de las novelas, la que está formada por Artículo + Sustantivo + de + Sustantivo sería una de las más habituales.
Por otro, me obligó a reconocer en público que el título no lo elegí yo, sino que lo puso la editorial porque es más comercial que mi título original.
Pero por lo que respecta a los correos de los lectores, no puedo quejarme: han sido muy amables y muy estimulantes.
En la línea, richar, no decaes. Y estupendas respuestas de Rosa. Me queda una pregunta: ¿cuál era el título original que los editores se atrevieron a hacerte cambiar? Como si el título no fuera parte de la novela (y no de las menos importantes precisamente). Estas cosas sublevan ¿no?
Saludos
«El largo adiós», qué gran novela. Como todas las de Chandler, por otra parte. Lo malo de la edición que tengo yo (Bruguera) es que está hecha para Sudamérica,y… buf, cuesta acostumbrarse al vocabulario. No entro en juzgar calidades; es sólo que me choca.
¿Por qué te avergüenzas de lo de Salgari? Yo reconozco que me encantan las series del Corsario y de Sandokán. Sobre todo esta última.
Saludos.
Vaya cavilius, me has pisado mi pregunta, que yo también me he sorprendido al ver que te cambiaban el título de la novela. ¿Se puede saber el orginial? Yo apuesto por algo tipo «Vida de Paul Van Dyck: de cómo me llegué a la corte de Madrid por pintar tremendo cuadro y las aventuras que pasé».
No está mal, ¿no? jiji
Saludos,
Richar.
Yo no me he sorprendido del cambio, porque desagraciadamente a eso ya nos tienen acostumbrados las editoriales, desde libros juveniles como «Harry Potter y el príncipe mestizo», que acabó como «HP y el Misterio del Príncipe» hasta los de McCoullough, «El Caballo de Octubre», que acabó en «El Caballo de César». Lo que no me explico es por qué se empeñan. Yo nunca compraría un libro llamado El Caballo de César, es que me viene a la cabeza la mula Francis.
El titulo es esencial. Que nos diga el título , pero por favor, sin contarnos nada, que aún no lo he empezado.
Saludos a todos.
Pues con la literatura aún se cortan, pero los cambios de título en el cine son BRUTALES Y TOTALMENTE INJUSTIFICADOS. Ya hace tiempo que dejé de llevarme por los títulos en español, y me fijo sólo en el original. ¿Quién iría a ver una película titulada, por ejemplo, «Asesinato, 1, 2, 3»? Y eso por decir la primera que me ha venido a la cabeza. Hay miles de ejemplos tan ridículos o más que este.
Saludos.
Hola:
antes que nada, dar las gracia a Richar por pasarme el friki-test. Disfruté muchísimo contestándolo. Las preguntas me hicieron pensar mucho.
A la primera le dediqué mucho tiempo. Recorrí toda la biblioteca, hice listas, después fui eliminando textos (eso era dificilísimo), hasta que quedaron cuatro. Después vi que una pregunta me permitía colar uno de los finalistas y los otros tres formaron la lista.
Lo que me pasó es que me entró después una especie de afán «listero» y empecé a anotar: las novelas históricas preferidas, las policiacas, losclásicos, losautores alemanes, etc. Aparte de ir sacando libros que me gustaría releer.
Con otras preguntas disfruté al descubrir hábitos de lectura o escritura de los que no era consciente.
En definitiva, que me pareció un cuestionario muy interesante y enriquecedor.
Gracias de nuevo.
Respecto al título de la novela, el original era «Prado núm. 1940».
Esta cifra corresponde al número de catálogo del cuadro «La degollación de San Juan Bautista» en el Museo del Prado.
Igual como creo que se me da bien poner títulos a los relatos, me cuesta ponérselos a mis novelas. Pero en este caso, lo tenía muy claro. No era un título de trabajo.
Los criterios de la editorial eran los siguientes: «El pintor de Flandes», orienta más al lector sobre la época y los contenidos de la obra. «Prado núm. 1940» puede llevar a confusión porque parece que se trata de una novela sobre la guerra civil. Además, el hecho de que la obra se encuentre actualmente en el Prado no tiene ninguna relevancia en la novela.
Tengo que admitir que con todo tenían razón, pero «Prado núm.1940» era más bonito. Para mí la novela se llama «Prado», que es el modo como me referí a ella mientras la escribía.
Richar, tu propuesta de título suena muy bien, muy barroca.
A mí tu libro, rosa, me lo han traído los Reyes Magos. ¡que bien…es que lo pedí! Lo leeré pronto.
En cuanto a lo de los títulos, a mí me da mucho coraje de eso, pero he de reconocer que no siempre pensamos el título correcto o acertamos a la hora de encajarlo. Saber poner título también es un arte. Es vestirlo bien, sin andrajos ni suciedades. Lo mismo pasa con los cuadros. ¡Cómo desmerecen aquéllos cuyos marcos son pobres y sin gusto!
¡Ojo!, no quiero decir con eso que el propuesto en su día no fuera correcto, ¿eh?…que no se me malinterprete.
Un saludo.
Hola Germánico:
Chandler es un maestro indiscutible. Varias de sus novelas se cuentan entre los libros que admiro. Escogí la que a mi entender es la mejor. Su breve ensayo «The simple art of murder» es un texto que vale la pena recomendar.
Los tres libros del Corsario Negro fueron mi lectura favorita en la adolescencia. La imagen de los fantasmas de los dos hermanos muertos surgiendo de las aguas para reclamar venganza es una de las que más huella me dejó. Me encantaban Carmaux y Wan Stiller y odiaba, por supuesto, al gobernador Wan Guld, malo malísimo por excelencia.
Cuando empecé a estudiar italiano, me compré el libro. Lo devoré. A pesar de que en algunos momentos es muy tópico, a pesar de que en otros es cursi, a pesar de que el resumen del argumento a muchos les da risa (quizás con razón), lo adoro.
Cuando lo leí de nuevo, noté que la lectura en italiano no me costaba porque recordaba muchísimo el texto y que el corazón se me aceleraba cuando me acercaba al final. Confieso que en la escena final después de que el corsario abandone a su amada, la hija de Wan Guld en la barca y Carmaux se acerca a Wan Stiller para decirle «Guarda lassú: il Corsaro Nero piange!…» se me hizo de nuevo un nudo en la garganta.
«Mira allá arriba. El Corsario Negro llora» !Qué final!
Valeria, me he reído mucho con tu asociación del título con la mula Francis. Creo que ya no podré ver ese libro sin que me entre la risa.
Espero que te guste la novela. Ya me contarás. Te agradeceré cualquier crítica o comentario. Y si tienes preguntas, como seguiré viniendo por aquí, no dudes en plantearlas.
Uy, no sé qué pasa, pero mis comentarios no se publican. !Socorro!
Ahhh ese «Ulises» veo que no soy el único ya no me siento tan mal…gracias Rosa, saludos
Julio
Inciso: por alguna extraña razón, los comentarios de Rosa se quedan en moderación (quizás por el filtro antiescritores que tengo puesto, quién sabe). Acabo de aprobar varios que iban intercalados con el resto de los mensajes, así que es posible que os haya respondido más arriba.
En cuanto al título original, he de decir, sinceramente, que me gusta como título, aunque estoy totalmente de acuerdo con el comentario de la editorial… pero sólo en este caso. Bueno, y en el de titular la novela de Pressfield como «Puertas de fuego» y no como «Puertas calientes».
Un saludo,
Richar.
Je, je. Rosa, recuerdo esa escena perfectamente. Es el final de la primera novela, ¿verdad? Yo compré ese librito en la edición de Juventud, creo recordar, con el dinero que me pagó mi abuela por recogerle las manzanas de la finca. Joé, qué tiempos… El libro lo perdí, claro, o se lo regalé a mis primos-agujeros negros.
Saludos.
Gran «freaky test» y mejores respuestas. Richar, patenta el modelo y hazlo extensible a tus lectores.
Rosa: coincido contigo en muchas cosas: El largo adiós, y 100 años de soledad. Yo también los habría elegido.
Philip Roth es para mí uno de los mejores escritores estadounidenses vivos, es ya todo un clásico en vida. Simplemente le falta el Nóbel.
No me dejes con la intriga y dime, cuando te lo acabes, que te pareció el de Leo Perutz… es uno de esos libros con los que me gustaría que me enterrasen.
De la comparación entre el título de tu novela con El libro del buen amor… todavía me estoy riendo.
Y sin ser maledicente: ¿ el cambio del título de tu libro no se debió tal vez
a hacer una analogía con otro título de un autor excesivamente sobrevalorado y famoso?.
saludos.
Rosa, cuenta con ello, cuando me lea tu libro comentamos. Pero me has dejado sin habla: ¡lees también en italiano! Quien tuviera la lámpara de Aladino para pedir el famoso don de lenguas. Tiene que ser increíble eso de leer libros en su idioma original.
Un saludo a todos.
Hola, Jerufa:
me hace mucha ilusión pensar que mi libro estaba entre los pedidos a los Reyes. Tiene algo especial.
Ya me dirás cómo lo encuentras y, como le dije a Valeria, me alegraré mucho de saber tu opinión y responder a cualquier pregunta que surja.
Lo de los títulos es muy difícil. Curiosamente, como conté más arriba, con las novelas me cuesta, mientras que los relatos a veces surjen del propio título. Leí una vez en una entrevista -pero ahora no recuerdo si fue a Quim Monzó o a Juan Marsé- que uno de estos dos autores era muy bueno poniendo títulos y los regalaba a otros amigos escritores. Si tenéis el teléfono de alguno de ellos, avisadme, quizás me puedan echar un cable…
Julio, veo que compartimos asignatura pendiente.
Vaya, vaya, Richar. Filtro antiescritores. Snif, snif.
Exacto, Germánico, es el final del primer libro.
Lo de los primos-agujeros negros me ha gustado mucho. En la variante amigos-agujeros negros, te lo voy a copiar. Es que tengo un par.
Qué pena que perdieras los libros, sobre todo teniendo en cuenta cómo los conseguiste. Los míos son de Editorial Molino de 1955.
Nando, en cuanto haya leído el libro de Perutz, te lo comento. Me apetece mucho porque es un autor del que conozco varias obras y todas me han parecido excelente.
Roth ha sido mi descubrimiento del 2006. Leí «El lamento de Portnoy», que me encantó y ahora estoy enfrascada en «Conjura contra América». Es uno de esos autores de lo que me alegra ver que me quedan muchos libros por conocer.
Respecto a lo del título, aunque nunca me lo hayan dicho abiertamente, creo, Watson, que estamos sobre una buena pista. Coincimos, además, en el aprecio por el autor.
Pues Rosa…¿te quieres creer que lo pedí en un Centro de El Corte Inglés y no lo tenían?. ¡Les metí una bulla por eso que no veas!. Ya ves…es que me has caido bien.
Nota: no vale discutir otra vez sobre ECI. Ya lo hicisteis en otra ocasión.
Chao.
Yo estaría encantada de sugerir títulos, y mejores seguro que el propuesto por Richar (sin faltar al jefe, que el jefe es el jefe y siempre tiene la razón) pero para eso tendría que conocer el contenido del libro antes de imprimirse, así que salvo que me ponga a trabajar en una editorial, lo veo difícil. Hasta otra.
Te cedo el uso del término encantado, Rosa. Que te plagien siempre es un orgullo, ju, ju. [Perdona la broma tonta.]
Un abrazo.
Muchas gracias, Jerufa.
Las dos últimas veces que estuve en España me entristeció ver que apenas lo tenían en alguna librería. Pero, por lo que he ido aprendiendo del mundo de la edición, con nueve meses un libro ya es viejo. Y no digamos con un año. El próximo martes (el 16) hará justo un año que apareció el Pintor.
La casualidad ha querido que precisamente el lunes 15 vaya a salir la edición de bolsillo. Me lo comunicaron hace un par de días de la editorial. Lo publica Puzzle Ediciones. Es muy gracioso ver el libro en versión pequeñita.
Gracias, Germánico.
Te aseguro que usaré tu creación con conocimiento de causa y fundamento. Es que cuando leí lo de los primos-agujeros negros me vinieron al instante un par de nombres a la mente. Buen hallazgo.
¡Ay! En esas malignas formaciones de anti-materia de mi propia sangre, desaparecieron mis Click, mis Madelman, mis Geyperman, mi milenaria colección de soldaditos de plástico, mi Exin Castillos, muchos de mis libros infantiles,… Y todo ello en contra de la opinión de mi madre. ¡Qué razón tenía, la pobre! Claro que cuando uno se empieza a sentir un hombrecito, hace estas insensateces…
Saludos
quisiera saber cuales son los autores de la lectura española que voy a realizar un ensayo