ESCLAVOS DEL HONOR – Raúl Borrás
Uno de mis primeros recuerdos asociados a la historia es el de un dibujo: una iglesia blanca con un tejado a dos aguas. Una construcción simple pero sólida, cuya ubicación en un escenario tropical se consigue al rodearla de palmeras. En versiones más elaboradas, la iglesia aparece defendida por unos soldados que vestían el uniforme más extraño que imaginarse pudiera: unos trajes blancos completados con sombreros de paja. Acostumbrado a las armaduras medievales y a los trajes de camuflaje de las películas de acción, aquellos hombres más parecían pacientes de hospital que una aguerrida milicia.
Pero lo eran. Sostenían en sus manos armas pesadas y contundentes. Abrían fuego sin cesar.
Pequeños textos asociados a las diversas ilustraciones, apenas un puñado de palabras, dejaban de lado toda duda sobre la ferocidad de los así vestidos. Aquellos hombres, aislados en el lugar más lejano que se pudiera imaginar, habían resistido 337 días defendiendo, sin noticias de la derrota, un Imperio que ya había muerto. Con su único esfuerzo, extendieron hasta 1899 la tragedia del 98.
60 españoles, incluyendo varios sacerdotes, habían mantenido ondeando su bandera frente a la derrota y al destino.
Desde luego, era una imagen con fuerza, una historia de las que una vez leídas, ya no se pueden olvidar.
Y está claro que Raúl Borrás nunca pudo hacerlo. Que la persiguió durante años, rastreando datos, hurgando entre libros, preguntando, investigando, almacenando revistas, recortes… Imaginándola, recreándola sin cesar, hasta plasmarla en una novela. En su primera novela.
Había capturado la gesta entre sus páginas, atándola con tinta.
Esclavos del honor no es una novela épica. Es una novela realista, casi costumbrista, descriptiva, minuciosa y fluida sobre un suceso épico. No sólo sobre los hombres que lo protagonizaron. También sobre sus enemigos, sobre sus líderes políticos y hasta sobre sus familias. Al contrario de lo que suelen hacer las narraciones tradicionales, Borrás no olvida el contexto general en el que se produjo el suceso para, del mismo modo que Baler era casi la antípoda de España, conseguir con su novela una imagen clara y extensa, en el otro extremo de aquellas ilustraciones con un par de líneas de texto.
Comprender y describir. Revivir el momento histórico, no sólo de manos de los soldados. También de los sacerdotes, los periodistas y los políticos. Y esta imagen completa hace posible, desde una perspectiva puramente técnica, que la novela, aún desde una narración lineal y cronológica, permita a los lectores evadirse regularmente de la tensión insoportable del asedio. Liberarse y descansar, como no pudieron hacerlo los soldados de Martín Cerezo, para pasear durante unas páginas por los salones del Congreso, por las avenidas de París o por los cuarteles de Manila.
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Lo tengo desde finales de año pero me temo que no podré meterle mano en meses; sí le vi que parece bastante tocho y leyendo la reseña veo que viene a raíz de completar el asedio con historias familiares y de política. Será una de mis lecturas de este verano y ya re-comentaré. :D
Espero comenzarla este fin de semana. Tengo muchas ganas… todo son buenas críticas, Raúl!!!
Yo tengo por norma no leer ningún libro reseñado/recomendado por el reseñador, y la verdad es que me ha ido bastante bien en la vida…
Este no será una excepción.
La leí y me aburrió su punto enciclopédico, su exceso de información más propio de un libro de historia que de una novela. Para ser novelista no basta la voluntad y el trabajo, que en el caso de Borrás son encomiables en mi opinión, sino que también hace falta el talento que convierte a un escritor en novelista. Creo que decirselo al autor es hacerle un favor, por eso digo que me parece mediocre novela, no tan mediocre como la película producida por Cerezo pero sí mediocre, o innecesaria, por decirlo de otra manera. Me pregunto qué lleva a tanta gente a empeñarse en escribir tantas novelas como si eso estuviese al alcance de cualquiera, en vez de conformarse con leerlas, que ya es algo estupendo.
En estos casos, en el XIX, se pedía que saliese el autor
Por cierto, desde que Urogallo se apartó de ciertas buenas lecturas como las de Reverte creo que demasiado a menudo yerra el tiro.
Vorimir, te concedo el plazo de 337 días
Luna Nueva.
En el caso de esta obra, mi querido Pepe, lo que se nos presenta es la espontánea verdad del heroismo: El heroísmo diario, agotador y cotidiano. Un género que podríamos denominar casi costumbrista, en el que saltamos del problema del Beri Beri al siempre complicado asunto de los puros encendidos de sus señorías en el congreso (Imaginemos 400 ceniceros, también eso es historia) No siendo el autor natural de esa época, lo que nos ofrece es costumbrismo, verismo si lo preferimos. No es, claramente, la suya una opción por héroes desesperados, o por tragedias al nivel del Ayax clásico. Son los suyos héroes cuyas mujeres se pierden en el laberinto de la burocracia.
El tono es diferente, como la naturaleza.
No se si sirve de argumento o no, pero me parece recordar que la anterior novela que reseñé fue «Los centuriones». Una obra sublime, sin ninguna duda… Y sin ningún contenido, sólo forma.
Aquí hay contenido, no filosofía.
Larteguy conoció a ciertos hombres reales, y los convirtió en mitos, en ideales. Una labor de reconstrucción muy literaria.
No menos literaria es la de Borrás, que no los conoció, y que de áridas obras históricas los hace hombres reales.
Amigo Derfel, es que la mayoría de reseñas que últimamente cuelgan son de novelas escritas por aspirantes a escritor, muchas de ellas autopublicaciones de alguien del foro o amigo del del foro. Aún recuerdo como alababan la trilogía de Carlos Aurensanz y como piqué comprando el primer libro del que no fui capaz de leer más de 100 páginas. Luego consultas a cerca de dichos libros en otras webs y resulta que la pena de Hislibris es a la única a quienes les ha gustado (o eso nos dicen a los demás)
¡Qué vergüenza Oscar! Hablar sin conocimiento de causa, sin ahondaren el periplo que hay detrás de estos escritores, su trabajo de años, las editoriales que los avalan. ¿Dices autopublicaciones? Explícate a que te refieres porque andas muy desencaminado. Date una vuelta por las reseñas de este año y verás de verdad el nivel, la calidad y sobre todo la seriedad de las publicaciones comentadas… Tu comentario no tiene explicación y razón de sí, simplemente porque es injustificable… Penoso.
Querido Oscar:
Su yerro es inaceptable. Derfel sólo me odia a mí, y miente, cómo mienten los despechados.
Le reto a consultar mi lista de reseñas….Es más, permítame que le desautorice:
LA LUCHA POR EL PODER: EUROPA 1815-1914 – Richard J. Evans
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Urogallo Artículos – Ensayos, Historia por épocas Europa, Francisco José, lucha, poder, Richard J. Evans
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26/12/2017
LA SEÑORA SIMPSON – Charles Higham
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Urogallo Biografías —Sin etiquetas
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28/11/2017
LOS NOMBRES MUERTOS – Jesús Cañadas
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Urogallo Novelas de género —Sin etiquetas
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31/10/2017
BLANCOS CONTRA ROJOS: LA GUERRA CIVIL RUSA – Evan Mawdsley
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Urogallo Artículos – Ensayos, Grandes contiendas, Historia de países —Sin etiquetas
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17/10/2017
LOS CENTURIONES – Jean Lartéguy
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Urogallo Novela histórica —Sin etiquetas
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12/05/2017
MANUEL GODOY. LA AVENTURA DEL PODER – Emilio La Parra
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Urogallo Biografías, Historia de Esp. —Sin etiquetas
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29/12/2016
EL REINO DE HIERRO – Christopher Clark
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Y las 10 anteriores son todos ensayos.
Tampoco haría yo mucho caso a un tipo que se llama hoy Óscar; hace tres meses, Juan; y hace seis, Oscaroga. Creo que este tipo de personas tienen un apelativo claro que no es precisamente honroso y un par de juicios que me ahorro.
Anda la osa, ¿Descalifica un comentario el que el usuario no dé su nombre real ni su correo personal para participar en un foro del Internet? En fin, tu comentario sí que trasmite ira, Javi LR o como te llames.
Urogallo yo no me refería a tus reseñas en concreto, sino al hecho de que en estos últimos años he visto colgadas bastantes sobre libros, novelas o ensayos, escritas por, digamos, autores noveles, que habéis alabado y que yo como un pardillo he llegado a picar comprando, sin informarme antes en más páginas webs. Que a mí me parece bien que cada uno tenga sus gustos y defienda tal o cual publicación y todo aspirante a escritor tiene derecho a publicar sus escritos, Lo que no me gusta es que en esas reseñas se recomiende esos libros sin mencionar la trayectoria real del autor.
La trayectoria real de un autor no es garantía de nada en cuanto a los gustos de los lectores. Se trate de autores de reconocido prestigio, o autores con gran número de obras publicadas (que no siempre es lo mismo), una obra es algo expuesto siempre a la valoración crítica del lector. Ni por el hecho de ser una primera novela tiene por qué ser mala, ni por el hecho de haber escrito doscientas novelas antes tengo la garantía de que va a ser una obra maestra y me va a encantar.
El reseñador, que es lector, puede recomendar su lectura, pero también puede decir que no le ha gustado nada, y ejemplos de ambas cosas las hay en esta página. Y también de debates razonados entre diferentes lectors con diferentes opiniones, sin llegar a generalizaciones despectivas.
Yo lo tendría muy claro: si tan decepcionantes han sido en tu caso las recomendaciones de esta página, no las sigas. Aunque también puede aprovechar y explicar por qué no te han gustado, que alguna razón más habrá con independencia de la trayectoria del autor para decir por qué no te ha gustado una novela, y con el debate nos enriquecemos todos.
Y sobre este libro no opino, porque aún no lo he leido. Y si me gusta o no me gusta lo voy a decir con independencia de que sea una autopublicación o el Premio Planeta, lo diga Agamenón o su porquero.
Toda obra (novela o ensayo) está sujeta a valoraciones, y cada reseñador puede adoptar su propia visión subjetiva sobre la misma.
Obviamente el lector puede tener en cuenta la reseña para su compra o no.
En caso de que no se esté de acuerdo con una reseña, es bueno decirlo, explicando su propia visión de la obra, en un diálogo que mejora la reseña y permite ver otras perspectivas sobre dicho libro.
Me aburren las biografías de los autores… Excepto la de Fuller, por aquello de ser ocultista y fascista, cómo un malvado de Hello.
No las suelo incluir ni lo haré en el futuro. Juzgar una obra a la luz de los hechos vitales del autor es cómo juzgar a la Gioconda a la luz de las perversas acciones de su pintor
Malvado de Hellboy
Bueno hay veces que es bueno conocer el estilo del autor para saber con que nos sorprenderá (como el gusto por añadir cosas de su cosecha por parte de Caidin y de Kurowski) o quien es realmente (como Paul Carell que era el Obersturmbannführer Paul Karl Schmidt responsable de la revista Signal).
Pardiez!!!!!!!
Y además Urogallo no tiene gustos personales ni preferencias, es solo un bot de la página que reseña de vez en cuando desde la más fría lógica matemática.
Todas mis reseñas parten del más frío silogismo
A mi me la trajeron los Reyes pero me la ha requisado mi padre, que es muy de Baler. Se niega a devolvérmela y le está gustando mucho. Supongo que eso desmiente el mito de que los REyes son los padres.
Caliban66, eso tiene un nombre: regalo Homer. Es como regalarle una bola de bolos a tu mujer cuando a ella no le gusta jugar. XD
Buenas, a mí sí me ha gustado esta novela. Tiene algún que otro aspecto por pulir, como cualquier primera novela, pero en definitiva Raúl Borrás nos brinda una narración muy interesante con un lenguaje vivo, repleto de giros y de situaciones dramáticas -también otras risibles y esperpénticas-. Creo que lo mejor es la manera en que acompaña el relato de ese año de resistencia épica con lo que estaba ocurriendo en Madrid, con las lamentables declaraciones y decisiones de los políticos que, sin desviarse de esa constante que ha acompañado durante siglos a nuestro país, no supieron estar a la altura de las circunstancias y se limitaron a intentar lavar su propia imagen ante la opinión pública.
Voy por el 31 día de asedio…
Finalizada! Bueno, a mí me ha gustado. Raul, vaya por delante mi felicitación. La narración tiene, obviamente, detalles mejorables y algunos errores de lenguaje, quizá demasiado contemporaneo, pero no tan importantes que lleguen a estropear el efecto de conjunto. Para ser una primera novela, creo que está bastante bien construida, dentro, como ya se ha dicho, de un estilo costumbrista. Quizás alarga un tanto en exceso la situación, consiguiendo que el lector llegue a sentir el agobio del interminable asedio, pero a lo mejor eso es justamente lo que persigue. Intercala diversos puntos de vista y situaciones paralelas en Madrid, Manila y otros lugares, para enmarcar mejor el contexto. Yo creo que es un libro que merece leerse.
Coincido con tus comentarios Ario… aporto la reseña que pibliqué hace semanas… con permiso… http://elpuentelejano.blogspot.com.es/2018/02/esclavos-del-honor-raul-borras-san-leon.html?m=1
Buena reseña, Iñigo. Yo también creo que hubiera resultado mejor con algunas paginas menos; sobre todo algunos capítulos que parecen un tanto repetitivos. Pero aún así, están bien equilibrados los momentos de tranquilidad y los de acción, con lo que elle toro se mantiene un impasse continuo.
Y a diferencia contigo, me muestro más de acuerdo con Urogallo cuando dice que no es una novela épica. Los hechos se consideraron épicos. La narración no lo es, sino que muestra más realismo, costumbrismo, cotidianidad. Acerca los personajes al lector,muestra sus pequeños o grandes problemas cotidianos, su ansiedad, sus dudas… su valor.
Perfecto los momentos épicos no faltan en la novela… pocos pero los hay. Entiendo que Raül se centra más en la resistencia pasiva, mucho más compleja de narrar.
Exato
Exacto, quiero decir, caray con el teclado!
Excelente novela que he leído en tres días, diría que del tirón. No se cuanto tiempo hacía que no leía una novela histórica sin tener que abandonarla por exceso de cartón piedra, con esta no ha sido el caso. Bien estructurada, muy bien documentada, no hay un detalle que se le haya escapado al autor, no hay un paso en falso. Los protagonistas están vivos y parecen hablar al estilo de finales del XIX, si nos basamos en las obras de autores de la época. La parte política hace un eficaz contrapeso a la parte del sitio y defensa de la iglesia de Baler. Una novela larga que a mi no me ha parecido tal porque vas acompañando a los cazadores españoles que, con gran acierto, Raúl Borrás ha sabido individualizar. Los personajes de los dos teniente, Martín y Vigill, sobresalientes, y la parte de los tratamientos médicos, de la angustia por la falta de comida, de las salidas y emboscadas te hacen vibrar. Mi enhorabuena al autor y a esperar la próxima.