EL TALLER DE ARTEMISIA. CINCO SIGLOS DE MUJERES PINTORAS, DE SOFONISBA ANGUISSOLA A FRIDA KAHLO – Sandra Ferrer
La capacidad de mirar es inherente al ser humano, asà como la de observar, percibir e incluso admirar. Pero la predisposición con que miramos un cuadro o cualquier otra manifestación artÃstica, sin duda, está condicionada por un legado cultural que resulta un lastre para el género femenino. Hoy en dÃa la mayorÃa de los que admiran una obra de arte da por sentado que el autor es un hombre y esto se extrapola a otras disciplinas, por supuesto. Más allá de las disquisiciones de género o de dar visibilidad a las grandes artistas es necesario mirar y, para ello, necesitamos conocer. Los retos a los que nos enfrentamos quienes consideramos una prioridad el mostrar el trabajo de tantas mujeres invisibilizadas por su condición sexual son muchos. Un trabajo lento y difÃcil que, a fuerza de tesón, va tomando forma en las mentes, primero de los comunicadores culturales como son profesores y medios de comunicación, hasta alcanzar a una creciente parcela de la población. La misión es un tanteo a ciegas, con lupa y precisión de arqueólogo, la mayorÃa de las veces. Es necesario excavar en las fuentes y a veces solo conseguimos intuir cómo fue la vida de estas mujeres, cuyo espacio estaba vetado en el ámbito público. Se trata de justicia histórica. Ni más ni menos.
Lejos de una reivindicación de pataleta, yo abogo por mostrar, por enseñar, por mirar. La calidad de las obras realizadas por mujeres habla por sà sola. Y de esto va precisamente el libro de Sandra Ferrer, El taller de Artemisia. La autora es una divulgadora española, especializada en Historia de la Mujer y en cuestiones de género, y con formación en periodismo e historia. Respecto a su contribución a la visibilidad de la mujer en el arte encontramos obras como Breve historia de Isabel la Católica, Mujeres en la historia, Amor divino, amor profano o Pioneras del feminismo.
El volumen El taller de Artemisia está dedicado a las siguientes autoras: Sofonisba Anguissola, Artemisia Gentileschi, Elisabeth Vigeé-Lebrun, Rosa Bonheur, Berthe Morisot, Paula Modersohn-Becker, Tamara Lempika, Frida Khalo, Maruja Mallo, Remedios Varo y un último capÃtulo dedicado a autoras españolas como Catalina de Mendoza, Josefa de Óbidos, Laura Albéniz, Rosario Weiss o Pepita Teixidor.
Me vais a permitir que comparta con vosotros una reflexión que me asaltó en el preciso momento en que leà el Ãndice de esta obra. «Otra vez las misma autoras». Resulta difÃcil que alguna de ellas no nos suene, siquiera de oÃdas, porque en los últimos años sus nombres copan los tÃtulos de artÃculos, reflexiones, incluso textos muy bien documentados. Pero, y aquà mi reflexión, esto también pasa con los artistas masculinos. DalÃ, Picasso, Monet, Van Gogh. Últimamente parece que nadie más merece la atención del gran público. Por eso creo que la elección de estas autoras, lejos de tratarse de una redundancia, a mà me parece que va por el buen camino. Ya era hora de que nos suenen el nombre de las pintoras tanto como el de los pintores.
El lector que se acerque a este volumen va a encontrar una serie de biografÃas defendidas con solvencia. No me refiero sólo al hecho de estar muy bien documentadas, en este caso Sandra Ferrer narra con criterio las vidas de estas mujeres dedicadas al noble oficio de la pintura. Una serie de biografÃas noveladas que facilitan la lectura de una forma amena y contribuyen al conocimiento y difusión de las obras y del contexto histórico en el que vivieron estas mujeres. Una buena opción para acercarse a la producción pictórica y a los avatares del destino de cada una de ellas, y a lo que las hizo únicas.
Con una buena introducción, cuyo tÃtulo es toda una manifestación de intenciones, Sandra Ferrer, desmonta una imagen preconcebida: «De musas a genios». Mujeres que rompieron moldes y reglas sociales, como puso de manifiesto la vehemencia de Rosa Bonheur, «No soporto a las mujeres que piden permiso para pensar».
Por sorprendente que parezca, en la mayorÃa de los casos, estas artistas encontraron apoyo en la familia, en concreto, en sus padres. La figura paterna como maestro, ya que muchos de sus progenitores eran conocidos en el mundillo del arte, condicionó e influyó de manera directa en ellas. Estos autores, más o menos reconocidos, se encargaron del aprendizaje de sus hijas en cuanto fueron conscientes del potencial que tenÃan. No quiere decir esto que facilitasen el camino como hubiera sido en el caso de haber sido varones, pero se cumple la circunstancia de que un artista sabe reconocer a otro en cuanto lo ve. Y esto ocurrió con algunas de ellas. El tesón y la oportunidad de formarse con buenos maestros, aun cuando muchas firmaban con seudónimo o bajo la tutela paterna, (no olvidemos que en teorÃa no podÃan cobrar por su trabajo y que sus padres sacaban beneficio de sus obras), dieron sus frutos. Obviamente y lejos de generalizar, resulta curioso y a veces sorprendente conocer a la realidad de cada una. Y hay para elegir. Artistas de diferentes géneros, pero todas de pincel ágil. Como hemos comprobado en muchos ejemplos a lo largo de la historia, el contexto social y personal trascienden la obra de arte. Las circunstancias personales, como una violación en el caso de Artemisia Gentileschi o el temperamento explosivo de Lempika, quedaron plasmados en sus cuadros. Y no todas tuvieron vidas desgraciadas, algunas consiguieron el éxito y el reconocimiento. Incluso hubo un caso que alcanzó cotas impensables para una mujer. Este fue el caso de Rosa Bonheur. Una mujer alejada de los estereotipos de la Europa decimonónica y, sin embargo, sus cuadros, con el universo animal como fin último, despertaron la «rosamanÃa», y recibió por ellos innumerables premios y distinciones. Artistas viscerales y con un punto de genialidad que Sandra Ferrer desgrana con acierto en éste volumen, que como digo, invita a la lectura y a la reflexión.
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Sandra Ferrer, El taller de Artemisia: cinco siglos de mujeres pintoras, de Sofonisba Anguissola a Frida Kahlo. Barcelona, Principal de los Libros, 2023, 384 páginas.
De Ferrer Valero leà su anterior obra, La revolución de las invisibles: mujeres en la historia de España (Principal de los Libros, 2022), y en el que ya trataba a algunas artistas (Sofonisba Anguissola, por ejemplo), aunque no con el detalle que supongo le daré en este volumen; la entrevistamos hace unos meses en la radio (desde 1:09:26). Este pinta muy bien, estupenda reseña.
Yo de Sandra Ferrer Valero me leà hace algún tiempo: «Pioneras del feminismo». Buscaba algo relativo a las sufragistas y mira por donde, de rebote, éste me encanto. E igualmente también hace tiempo leÃ: «Breve Historia de las mujeres», que también os lo recomiendo (creo que éste en concreto fue el primero que leà de esta escritora).
Saludetes.
Este libro puede venir muy bien incluso a los opositores a profesores de GeografÃa e Historia, en las últimas tres convocatorias hay una mujer artista en las prácticas de Arte (Tamara Lempika fue una, por ejemplo).
Interesante propuesta. Gracias mil.