EL PEDESTAL DE LAS ESTATUAS – Antonio Gala

El pedestal de las estatuas«¿Qué opina sobre «El pedestal de las estatuas», de Antonio Gala?».

Jose Calvo Poyato: «Lo siento, no conozco ese libro».

Jesús Maeso de la Torre: «No lo he leído, lo tengo pendiente para este verano, y aunque no creo que sea un dechado de corrección histórica, puesto que Antonio no es un historiador, seguro que será una obra maestra del lenguaje».

Urogallo de Hislibris: «Pues, sinceramente, me parece un empeño de lo más pobre. Ya el autor lo define como «Historia Novelesca», y creo que acierta del todo, por que lo único que tenemos entre las manos, a pesar de su volumen, es una historia de la monarquía en España desde el advenimiento de los Trástamara, hasta el final del reinado de Felipe II, concentrado sobre todo en los reyes católicos, Carlos Iº y Felipe IIº. Una historia, aderezada con las opiniones del autor, de lo más tópicas y próximas a la leyenda negra. De novela solo tiene la imaginación, pero es en cualquier caso un presunto manual de historia oculta, que no aporta nada a un manual de historia autentica… Sobre todo porque es de lo más superficial, y sólo tiene como interesante los prejuiciosos dardos del autor. Por decirlo claramente, esta obra es al «Imperio Español» de Hugh Thomas, lo que «El código Da Vinci» a los Evangelios. El supuesto memorial secreto de Antonio Pérez (como si este se hubiese guardado algún secreto), podría haber dado más jugo, en lugar de convertirse en este aburrimiento monolítico y monocorde.»

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60 comentarios en “EL PEDESTAL DE LAS ESTATUAS – Antonio Gala

  1. Arauxo dice:

    Es curioso, Urogallo, cómo desde hace poco tiempo a esta parte vuelve a resurgir con fuerza inusitada e incluso a «reivindicarse» como paradigma de maldad, la leyenda negra de España. Parecía que el estigma que había acompañado a la interpretación de la España de los Austrias, y especialmente el reinado de Felipe II, había sido felizmente superado desde la aparición en la escena historiográfica de ese puñado de hispanistas foráneos que, postergando los prejuicios, empezó a bucear en las fuentes partiendo del rigor intelectual y aplicando una metodología científica hace ya algunos decenios. Entre la primera «generación» merecen un lugar destacado G. Parker, B. Benassar y J. Elliot; una estela que ha sido seguida más tarde por otros autores como el que tú citas, Hugh Thomas. Evidentemente, en el compromiso con la investigación «seria», sin tabús pero sin prejuicios, han militado siempre una pléyade de historiadores españoles nada desdeñables que han socavado los cimientos de la leyenda negra a partir del -y como no podía ser de otra manera- estudio minucioso de las fuentes. Pero lo cierto es que la llegada de los historiadores foráneos otorgó a las nuevas interpretaciones sobre el Imperio español un plus de objetividad e imparcialidad que ha contribuido enormemente a su consideración internacional y a su difusión dentro y fuera de nuestras fronteras.

    Lo sorprendente es que, pese a ello, y cuando más claro que nunca estaba que la leyenda negra tenía más de leyenda que de negritud (lo cual no supone, desde luego, negar las sombras que acompañan a las luces), vuelve a resurgir, como digo, una interpretación que ya creíamos desterrada de la historiografía, desenterrando complejos y volviendo a descubrir fantasmas por doquier que asusten nuestras conciencias.

    Pero, curiosamente -y de ahí la paradoja- la nueva (que en realidad es viejísima, antiquísima, vetusta y caduca) interpretación… no procede de la investigación científica, del estudio de las fuentes ni de los historiadores, sino de novelistas, tertulianos, periodistas, políticos y aventureros que hablan por hablar, sin la menor solvencia intelectual y haciendo gala de una sorprendente temeridad cuando no de una supina ignorancia y con Dios sabe qué intereses mezquinos detrás.

    Y, por lo que dices -y se lee en la mayoría de las críticas-, la novela de Gala podría ser un ejemplo. Así que mira qué bien. Otra más para la colección.

    Parece que los modernistas y los hispanistas aun tienen mucho esfuerzo que realizar. Y no tanto de investigación, sino de difusión, para vencer la ignorancia, combatir la manipulación y sonrojar a los profetas apocalípticos de la «conciencia histórica nacional».

    Un saludo.

  2. Ascanio dice:

    Y la ignorancia alcanza su culmen en algunos foros.
    Gracias, Uro, porque alguna vez me había parado delante de ese libro. Ya no lo haré nunca más.

  3. cavilius dice:

    Curiosa reseña, citando y recitando. Muy propia.

  4. Javichu dice:

    Todo depende del prisma con el que se mire el libro. Yo a mitad del libro lo enfoqué como las «memorias» subjetivas de un consejero del rey que, a pesar de ser corrupto (como tantos otros), también se ve como uno de los principales artifices de los logros del reino, y que, a pesar de ello, ha caido en desgracia. Esto porvoca un fuerte resentimiento contra su rey al verse relegado por gente de menos valía. Y tengo que reconocer que desde que empecé a verlo de esta manera el libro ganó bastante. Me pareció muy entretenido, con un montón de historias interesantes (repito, desde e punto de vista de alguién resentido) y a veces muy divertido.

    Si se ve como un ensayo sobre la historia de España en ese periodo puede llevar a uno a perder la paciencia con tal cantidad de críticas (parece que la mayoría las decesiones tomadas por los reyes españoles fueron malas, y las pocas buenas fueron tomadas por error: vamos, que no hay quién se explique como llego España a ser la primera potencia de la época). Y ese es el problema, ya que si uno oye a Gala parece que la novela es un tratado de historia fidedigno…

    Resumiendo. A mi me pareció una novela muy entretenida que cuenta la historia desde le punto de vista de uno de sus protagonistas. Un protagonista repudiado por su rey y perseguido por la inquisición, que ha vendido sus servicios a los enenmigos de su patria. Y alguién así no puede tener un punto de vista positivo sobre aquel a quién traiciona. Y compararlo con el Código da Vinci… hombre Urogallo, este le da mil vueltas en cuanto a calidad.

  5. Arauxo dice:

    Ea, pues nada. ¡Urogallo! ¡Al ring!

  6. Germánico dice:

    Uro… cómo te gusta incordiar…

  7. Urogallo dice:

    Hombre, la calidad, como ya dijo Maeso, estaría como mucho en el estilo literario…por que en el resto. Los tópicos son tan manidos como siempre, en lo que a leyenda negra se refiere:

    – Intransigencia religiosa.
    – Homofobia que encubre homosexualidad latente.
    – Inmoralidad sexual de los lideres politicos y religiosos.
    – Violencia.
    – Estrechez de miras.
    – Anti-intelectualismo.
    – Reivindicación idealizada del pasado musulmán.
    – Inferioridad cultural respecto a Europa.
    – Caracter nacional negativo, violento, envidioso….

    Tópicos, tópicos, tópicos…

  8. Javichu dice:

    No me refiero solo a la forma, sino también al fondo. Comparado con el Código de Vinci este libro es de lo más objetivo. Los hechos históricos al menos son verídicos, aunque la interpretación de los motivos que los provocaron sea tendenciosa. En el Código da Vinci se hacen juegos malabares con los datos, cambiandolos para adecuarlos a una historia que no hay por donde cogerla. Pero bueno, no creo que es debate deba ser si este libro es mejor o peor que el de Dan Brown.

    Estoy de acuerdo en lo que dices en cuanto a los tópicos. Es más, son exactamente los mismos que se ven en «El manuscrito carmesí». Pero, a pesar de esos tópicos, ambas me parecen dos buenas novelas (o «Historias Novelescas»). Porque una cosa hay que reconocerle a Gala, y es que sabe escribir. Que las interpretaciones que tiene el personaje de los hechos que suceden a su alrededor son muy subjetivas… es una de las ventajas que tiene usar al protagonista de la historia como narrador de la misma. En cuanto a que el propio Gala defienda esa misma interpretación de los hechos… Urogallo, salvo sorpresa cro que voy a coincidir plenamete contigo.

  9. David L dice:

    Estoy totalmente de acuerdo con Javichu. Si uno se toma este libro como un ensayo de Historia de España va listo…topicos y más tópicos sobre la leyenda negra española; ahora bien, si lo enfocas como unas memorias de un personaje resentido en grado máximo con la Monarquía española, entonces se puede tragar….A mí me lo dejó una compañera de trabajo y me lo he leído a pesar de que Gala no es santo de mi devoción…..el problema está en saber si es Antonio Pérez el que escribe en primera persona o es Antonio Gala a través del mencionado Pérez el que se desfoga un ratito…

    Un saludo.

  10. Urogallo dice:

    Aunque sigo discrepando ( Reyes amantes de sus válidos, hijos bastardos elevados al trono, locuras de amor…), quiero puntualizar una cosa. El memorial de Antonio Perez, todo lo más, podría abarcar el periodo de su vida, y recordemos que el libro comienza con el advenimiento de los trastámara ( De cuya negativa consideración salva, curiosamente, a Fernando de Antequera).

  11. David L dice:

    Buen apunte Urogallo.

    Un saludo.

  12. Javichu dice:

    Antonio Perez en su relato hace un repaso (en todos los sentidos) a los hechos acaecidos en el reino en tiempos anteriores a Felipe II aunque no los haya vivido. En ningún momento el protagonista dice que ha vivido esa época, y sus comentarios los hace basandose en los documentos que han llegado a él tanto de su padre como por otras vías. No creo que el hecho de que Antonio Perez hable de esos hecho le quite integridad al libro. De igual modo que yo puedo hablar de la Guerra de la Independencia sin haberla vivido.

    Sigo pensando que el libro es bastante bueno. El potagonista es un ser ambiguo que mientras intenta conseguir el perdón real colabora con todos los enemigos de dicho reino. Y al final se lleva un gran desengaño cuando ve que el resto de monarquías (inglesa y francesa) nos son ni mucho menos mejores que la española.

    En cuanto al hecho de que Gala se desfoga en la piel de Antonio Perez… pues todo parece indicar que si, pero habría que preguntarle al autor. Es increible ver como a los españolitos nos gusta eso de autoflagelarnos (cuanto tenemos que aprender en ese sentido de ingleses y franceses…)

  13. Urogallo dice:

    Bueno, antes de seguir el debate, vamos a darle la palabra a Antonio Gala, al que pude ver en Canal Sur:

    «Los españoles no podemos estar orgullosos de nada de lo ocurrido en la época de los Austrias».

    «¿Calumnias?.¿Leyenda Negra?.Son todo realidades que ocurrieron tal cual. Las hemos negado llamándolas leyenda negra.»

    «No se rompe España, como dice ese cenutrio, España no está hecha».

    «¿Tu has leido alguna vez lo que cuento en el libro?. Soy el primero que lo escribe».

    «Isabel la Católica era una guarra».

    «Nuestra historia solo tiene lado oscuro, con una sombra espántosa: Isabel la Católica».

    «No me gustan las novelas históricas. Mi libro es un libro, y no es historia novelada, es novelesco por lo que cuenta, pero todo cierto. Podría ser un manual».

    Y no pude ver más, por que tenía un compromiso…Solo me queda decir, «Que atrevida es la ignorancia». Aunque el tío tiene estilo, muy buena la frase de: «Cuando un pobre come jamòn, es que uno de los dos está malísimo».

  14. Javichu dice:

    No se que gran pensador de nuestro tiempo dijo «las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno». Me parece muy bien que el Sr Gala aborrezca el Siglo de Oro español y que lo exponga en una novela, pero que no nos haga al resto comulgar con ruedas de molino con eso de «Podría ser un manual”. Es cierto que España tiene un pasado violento, no como otros pueblos conquistadores de la historia como los egipcios, persas, romanos, cartagineses, godos, mongoles, arabes, aztecas, fraceses, británicos… todos ellos, como todo el mundo sabe, relizaron conquistas pacíficas e integradoras. Debe ser por eso que no son pueblos abochornados por su pasado, pidiendo continuamente disculpas por el mero hecho de existir.

    Pero a pesar de los comentarios del autor sigo recomendando la novela «El pedestal de las estatuas». Es entretenida, está bien escrita y a mi no se me hizo pesada. El manual de historia con ese mismo título que el Sr Gala intenta vendernos me parece una mamarrachada.

  15. Luis dice:

    Yo lo leeré. Simpre pensé en este libro como en una novela para entretenerme, no para documentarme, por tanto no me interesa la realidad o no de la historia como algo que deba afectar a si leo o no el libro.

  16. El lenguaje es brillante me hizo recordar al frances de Cioran, para poder manipular hechos historicos hay que saber mucha historia, es picante y tendencioso …………..para opiniones vaya ……………yo desde que visite la alambra y vi el monstruoso palacio que Carlos V construyo justo alli no lo considere un ser muy inteligente pero de ahi a las opiniones del Sr Gala ……….total es como Botero pinta cosas horribles pero las pinta escandalosamente bien…………………..

  17. Urogallo dice:

    Esta ultima opinión no puede dejar de ser apoyada. En el coloquio señalado, hay que reconocerlo no solo el dominio técnico del idioma, si no también la elegancia, la oportunidad y la amenidad…Pero eso no le convierte en exegeta infalible de nuestra historia.

  18. Pepe Gayoso dice:

    Voy a leerlo un día de estos..Estaba muy ilusionado antes de empezar..pero ahora voy con algun prjuicio. Aunque reconozco que esa obsesion con la «reina católica» me estimula. Yo siempre creí que había sido el paladín de nuestro catolicismo; casi santa y poco menos que idolatrada por los defensores de la España eternamente católica, apóstolica y romana

  19. Ricardo dice:

    Tenemos un miedo atroz a que se conozcan nuestras vergüenzas históricas en público…¿Por qué? Acaso la historia de los pueblos no se ha hecho con sangre, sudor y lágrimas?…Miremos otras grandes monarquías y contemplemos…
    La opinión de Gala tiene mucho valor…¿Es mentira lo que cuenta? ¿Debemos creer en la palabra de un historiador politizado o en la letra original de Antonio Pérez ? ¿Es malo saber la verdad? ¿Hay que vivir en cuentos de hadas por REAL DECRETO?…
    Señores, yo no soy menos español que ustedes por conocer y creer en nuestra historia y desde luego yo soy muy español y desde luego yo creo en verdades históricas (e histéricas, por cierto) españolas como el trascendente documento que en «El pedestal…» nos muestra uno de nuestros artistas universales.

  20. Javichu dice:

    Disiento contigo Ricardo. No creo que los españoles tengamos miedo de que se conozcan nuestras vergüenzas históricas. Es más, creo que somos con diferencia el país del mundo que más se avergüenza de su historia (exceptuando quizás a los alemanes debido al holocausto) y que siente un morboso placer en autoflagelarse con ella. ¿Y por qué? No lo sé. Quizás tenga que ver con nuestra herencia católica de continuos pecadores; ó por los no muy alejados tiempos de represión en los que había que sentirse orgulloso de ser español por decreto; ó simplemente a que somos un país de idiotas.

    Dios me libre de decir que nuestra historia es un ejemplo de humanidad. Pero no hay ni un solo país (ni uno) que no tenga en su historia hechos que avergonzarían a cualquier persona que viva en la época actual, y muchos de ellos con brutalidades equiparables o superiores a las cometidas por los españoles.

    Pero el tema del debate es el libro, no la apreciación que tenemos historia de España. Como ya he dicho en comentarios anteriores a mi el libro me parece una muy buena novela. Es el tono de “palabra de Dios” que le da el Sr. Gala lo que me enerva. Si los Trastamara-Austrias fueron tales como el Sr. Gala los pinta, madre mía como debían ser los gobernantes del resto de países, ya que a pesar de sus obvias deficiencias se construyó en torno a ellos el imperio más poderoso conocido hasta la época.

    Yo no escuché al Sr. Gala en la entrevista que Urogallo trascribe más arriba, pero sí lo escuché en aquel programa que hizo Antena 3 sobre los 100 personajes más importantes de la historia española (programa bastante malo por otra parte). Y las declaraciones fueron de un tono similar. Expresiones tales como “Isabel la Católica era una guarra” ó “Los españoles no podemos estar orgullosos de nada de lo ocurrido en la época de los Austrias” pueden estar muy bien como opiniones personales, pero no como análisis histórico.

  21. Urogallo dice:

    ¿Ricardo tú te has leido el hilo?. Recordemos por decimomilésima vez: Es Antonio Gala el que escribe, NO Antonio Pérez.

  22. goteron dice:

    Los Trastámara fueron una rama bastarda que gobierna Castilla después de un regicidio mediofraterno y apoyado por la Iglesia Católica. La Beltraneja era hija de Enrique IV y la encarcelaron en vida. El Papa Borgia, muy virtuoso, encumbró a los Reyes Católicos. España, primera potencia ,pero el pueblo hambriento. Hoy estamos mejor pero hipotecados. Gala no es ningún necio y tiene mucha razón. ¿Y la Inquisición?¿ Fue una institucion normal?

  23. goteron dice:

    Pondría como libros de texto para conocer al poder dos libros El pedestal de la Estatuas y El negocio de la libertad de Jesús Cacho.

  24. Urogallo dice:

    Siento discrepar: «El negocio de la libertad» es un libro basado en investigaciones y hechos probados, en sucesos actuales por todos conocidos ( pero no por todos reconocidos), y «el pedestal de las estatuas» una disgresión conspiranoica sin ninguna base real.

  25. Arauxo dice:

    Los Trastámara fueron una rama bastarda que gobierna Castilla después de un regicidio mediofraterno y apoyado por la Iglesia Católica. La Beltraneja era hija de Enrique IV y la encarcelaron en vida. El Papa Borgia, muy virtuoso, encumbró a los Reyes Católicos. España, primera potencia ,pero el pueblo hambriento«, Goteron dixit…

    ¡¡Qué buena síntesis, Goteron, de la Baja Edad Media española y de los albores de la Modernidad!! Estoy harto de leerme tochos aburridísimos de cientos de páginas sobre la época, con análisis densísimos de los acontecimientos e interpretaciones harto complejas repletas de engorrosísimos matices… ¡y no me había dado cuenta de que la cuestión era muchísimo más fácil de lo que todos esos papanatas escriben en sus ladrillos infumables! Es que las buenas síntesis sólo están al alcance de las mentes privilegiadas…

    Yo, convencido de la utilidad y necesidad de simplificar lo que hasta hoy habíamos entendido como complejo, voy también a realizar mi propuesta de Historia de España. Ahí va:

    «Estábamos tan tranquilitos por aquí, regateando tan a gusto con los fenicios y los griegos, y tuvieron que venir los imperialistas de los romanos a jorobarnos. Y cuando andábamos cogiéndole el gustito a las luchas de gladiadores, ¡zas!, viene la Iglesia Católica con el tonto de Recaredo y el manipulador de San Isidoro y nos vuelven a fastidiar el entretenimiento. Menos mal que Tariq y Almanzor les dieron pal pelo y nos construyeron la Alhambra. Pero aun así, el fanático de don Pelayo y los alfonsitos que vinieron después siguieron liando la madeja, hasta que llegó la guarra de Isabel la Católica con la Inquisición -que, faltaría más, no fue una institución normal-y ¡ea!, otra vez que si los judíos, que si fuera los moros de aquí, que si nos vamos a descubrir América pa ponernos las botas matando gente… Y total, para cuatro días que duró el Imperio…. Y llegaron los Austrias con su prognatismo y sus megalomanías, el capullo del Conde-Duque que no hizo una a derechas… y toma guerras y más guerras… ¡Y se plantan aquí de repente los Borbones con sus caras de bobo y sus escarceos amorosos, acabando de un plumazo con las libertades de las que gozábamos en la Confederación Nacional de Pueblos Ibéricos! En definitiva, que llega Napoleón, lo echamos de aquí, nos dedicamos a escribir constituciones como churros, le quitamos las tierras a los mamones de los curas y nos plantamos, como quien no quiere la cosa, en el sosiego y la meliflua tranquilidad de la República, que tuvieron que venir a estropearla en seguida los curas aliados con los fachas. Menos mal que llegó Felipe González y entramos en Europa…

    ¡¡Y durante todo este tiempo el pueblo hambriento!! Desde luego que hoy estamos mejor pero hipotecados… ¡Maldito sea el guarro de San Fernando, que por su culpa tengo un peaso hipoteca que me entran mareos cuando me llega el extracto del banco!

  26. Ascanio dice:

    Amén, amén y amén.
    ¡Ja, ja, ja! Ay, Arauxo, lo que se te echaba de menos…

  27. Valeria dice:

    Pues yo no he leido de ninguno de los dos libros de texto propuestos por Goteron, pero suscribo lo que ha señalado Javichu antes: que una cosa son los análisis históricos, y otra cosa las opiniones personales. Y así nos va. Supongo que efectivamente la reina católica no sería usuaria de las termas o de los baños turcos, pero no creo que sus súbditos de por entonces fueran mejor que ella en esas cuestiones higiénicas. Pero claro, si miramos hacia atrás pretendiendo cualificar una época histórica desde nuestros valores de hoy en día… pues no se salvan ni los ingleses del siglo XXI, que ponen moqueta en el WC.

  28. Urogallo dice:

    Luis XIV presumió al final de su vida, de haberse bañado solo dos veces…¡Y por prescripción facultativa!. Su biznieto y sucesor, Luis XV ni siquiera debió bañarse una sola vez, ya que se aseaba tras los ejercicios ( venatorios y amatorios) con toallas empapadas en alcohol con las que se limpiaba el sudor.

    Y no veo yo a escritores franceses difamandolos por ser unos guarros.

  29. Arauxo dice:

    «…Pero claro, si miramos hacia atrás pretendiendo cualificar una época histórica desde nuestros valores de hoy en día…» Qué quisquillosa te estás volviendo, Valeria… A ver si ahora vamos a tener que enjuiciar las Cruzadas, qué sé yo… ¡con la mentalidad del siglo XII, sin poder referirnos en absoluto a la Convención de Ginebra!

  30. Valeria dice:

    De acuerdo, entonces. Dejaré mis escrúpulos a un lado para exigir la supresión del estudio de las Cruzadas én los libros de texto por no respetar en la composición de las tropas la ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

  31. pepe gayoso dice:

    por fin termine de leerlo… El final, sinceramente, no me ha gustado. Vaya lió que se ha montado , a mi modo de entender, con las ultimas andanzas de Antonio Pérez. Ahora mismo no se la idea que A. Gala tiene de ese personaje.
    Le admira, le compadece, no lo se. Si no sabia como era la figura del secretario de Felipe II, sigo sin saberlo…Fue un traidor a su rey, o fue víctima de las circunstancias?
    Parece una novela bien documentada en algunos momentos, pero en otros el embrollo es macanudo.
    Como novela puede que este bien, aunque un poco pesada. Como novela histórica, no la veo para nada.

  32. richar dice:

    Saludos pepe y bienvenido por estos lares. No recuerdo haberte leído antes por aquí, así que nada, que disfrutes de tu estancia (larga, esperamos) y que ya nos leemos…

    Saludos,
    Richar.

  33. goteron dice:

    He pretendido hacer una síntesis seria de la Hª. Arauxo desmuestra si lo que he dicho no es verdad. Si tomamos la historia de cachondeo así nos luce el pelo. El pasado nos enseña el presente y no me vengas con mentalidades de la época. Poco ha cambiado la Hª con respecto al PODER con mayúscula. Repito, Gala no es un necio pero sí un mediático.
    Las Repúblicas no han sido paradisiácas pero lo intentaron. Por qué acabaron con las Misiones Pedagógicas entre otras cosas? No seas tan chistoso y sé más serio.

  34. Aretes dice:

    Uy, ¿chistoso?. Una faceta desconocida de Arauxo…

  35. Arauxo dice:

    Lo siento, Goteron, pero es que yo soy así de superficial y vano. Me siento incapaz de profundizar con seriedad en los asuntos que abordas, especialmente sin referirme a las mentalidades de la época. Me tomo la Historia a cachondeo y así me luce el pelo. Y como soy un pejiguera, intento buscar matices donde no los hay, porque todo el mundo sabe que poco ha cambiado la Historia con respecto al PODER con mayúscula. Básicamente, las estructuras de poder en el Egipto del Imperio Medio son las mismas que en el Imperio Español: entre Mentuotep II y Felipe II apenas se perciben diferencias (y, además, los dos eran segundos). Y todos sabemos que, en efecto, las Repúblicas no han sido paradisíacas pero lo intentaron, a diferencia de otros sistemas de gobierno maléficos y sádicos, que siempre intentaron lo contrario. La intención es lo que cuenta, hombre.

    Procuraré ser más serio en el futuro, hombre, a ver si consigo elaborar síntesis como Dios manda.

  36. Epaminondas dice:

    ¿Quizá el ínclito Gotera será tan gentil de iluminarnos en estos asuntos?

    Me encantaría leer tan autorizada opinión.

  37. Jerufa dice:

    Arauxo, para sesiones de síntesis lingüística contacta conmigo.

  38. goteron dice:

    Arauxo dice usted que es «superficial y vano». Más adelante se considera un «pejiguera». Se ha definido así. Para mí ninguna persona es una lata porque exponga sus ideas lo que me molesta es el que intente despreciar al oponente. Mentuhotep II era un jefe teocrático y felipe II, un feudal-absolutista. ¿Hay alguna diferencia en cuanto al PODER?
    Pero si hay similitudes:los dos gobernaron durante muchos años, más de cuarenta años. Hicieron guerras, nombraron a altos funcionarios para controlar los respectivos imperios y los nobles y los altos sacerdotes aumentaron sus privilegios. Los dos explotaron minas con esclavos.
    Diferencias que en Egipto la economía prosperó y en Castilla hubo 3 bancarrotas, si no recuerdo mal, debido a las guerras exteriores. Situación de pobreza por doquier.
    En cuanto al modelo económico sólo hay diferencia en el modo de producción. El PODER siempre está en las mismas manos, llámense faraones-sacerdotes, patricios, feudales ,burgueses, stalinistas o maoistas.

  39. goteron dice:

    A Epaminondas le diré que ni soy ilustre, ni afamado pero sí esclarecido puesto que soy rubio.
    Le diré, con autorización, que durante la Iª República Española, su tercer presidente, D. Nicolás Salmerón y Alonso, por cierto, paisano mío, renunció a la presidencia de la República Española por no firmar unas penas de muerte, dictadas para restablecer la disciplina del ejército.
    En cuanto a la IIª República Española en el art. 6º de la Constición dice lo siguiente: «España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional».
    Por cierto creo que esto lo sabe todo el mundo, sólo es un comentario.

  40. cavilius dice:

    Buenas noches, goteron.

    Recientemente leí una novela titulada La piedra del poder, de Mirko Jelusich, y por asociación de ideas me ha llamado la atención la relevancia que le das a eso del «poder» (con mayúsculas). Dices que el poder siempre está en las mismas manos (o en las manos de los mismos, para entendernos), se llamen éstos como se llamen. Por tanto, parece que queda claro que el poder, sea lo que sea, existe por sí mismo y que necesita de un tenedor que lo sostenga y lo pueda ejercer. Pero si no importa cómo se llame este tenedor (llámense faraones-sacerdotes, patricios…, decías), ¿qué es lo que importa entonces? ¿El mero hecho de que esté en manos de alguien? Pero esto es tautológico: si el poder existe, es claro que existe porque está en manos de alguien, lo cual era una premisa del razonamiento. ¿El hecho de que esas manos nunca sean las mías sino las de los otros? Pero si siempre son las manos de los otros parece que estamos estableciendo que el poder, por definición, nunca estará en mis manos sino en las ajenas y que además estas manos ajenas no serán diversas sino las mismas, frente a las cuales estarán únicamente las mías. Y, por tanto, si el poder es algo que por definición, y según mi razonamiento, forma parte de esas manos ajenas, quizá sea preferible cambiar mi definición puesto que beneficia más a los otros que a mí mismo.

    Saludos.

  41. Arauxo dice:

    Señor Goteron:

    1. No intento despreciar a ningún oponente. Usted ofreció una síntesis de varios siglos de Historia de España absolutamente simplista desde cualquier perspectiva racional. Yo utilicé la ironía para contrargumentar, proponiendo otra síntesis igual de absurda. Pero como la ironía parece haber abierto una brecha insalvable en este asunto, le presento mis disculpas.

    2. En su propuesta, Usted vinculaba la realidad “hipotecada” de la España actual con el ascenso al poder por parte de los Trastámara, la postergación de la Beltraneja, el “encumbramiento” de los Reyes Católicos, el apoyo de la Iglesia, la formación del imperio español, el hambre del pueblo y la Inquisición. Lo siento, pero no es un servidor el que debe rebatir semejante asociación de hechos multiseculares, sino Ud. el que debe justificar la conexión entre unos y otros, porque si Ud. no lo explica mejor, es imposible entender su argumento. No se pueden utilizar en un razonamiento elementos aparentemente inconexos para justificar no sé que hipótesis cuyo significado tampoco se entiende. Y cuando digo que no se puede me refiero, lógicamente, a la incapacidad de suscitar en la mente de su interlocutor una interpretación mínimamente coherente. Porque si de posibilidad hablamos, puede Ud. expresar todo lo que le venga en gana.

    3. Yo no sé que pretende Ud. decir con que hoy estamos mejor pero hipotecados. No entiendo una palabra. ¿Mejor que cuando? ¿Hipotecados respecto a qué? ¿Quiénes estamos así? ¿En que influyen la sarta de acontecimientos históricos que Ud. propone en nuestra mejor situación y en nuestras hipotecas actuales?

    4. Confieso que tampoco entiendo su propósito al citar que Los Trastámara fueron una rama bastarda que gobierna Castilla después de un regicidio mediofraterno…. Se le olvida a Ud. añadir que dicho acontecimiento se enmarca dentro de una guerra civil (con importantes implicaciones internacionales como en el caso de Francia, Inglaterra o la Santa Sede) que asoló Castilla entre 1366 y 1369. Los Trastámara fueron, en efecto, los vencedores en dicho conflicto. Y, en efecto también, Enrique II era hijo ilegítimo de Alfonso XI ¿Y qué debemos hacer a partir de aquí? ¿Nos fustigamos? ¿Sacamos en procesión alguna imagen para hacer penitencia? ¿Le suscita a Ud. algún problema de conciencia el hecho de que un bastardo acceda al trono? ¿La monarquía castellana está maldita desde entonces? ¿Tal vez la España actual lo está y por eso vivimos hipotecados?

    5. Le recuerdo también, Señor Goteron, que Enrique III de Trastámara (nieto de Enrique II y apodado “El doliente”) casó con Catalina de Lancaster. Esta señora era hija del Duque de Lancaster y Constanza de Castilla, a su vez hija de Pedro I y doña María de Padilla, Es decir, que Enrique III casó con una legítima descendiente del rey destronado Pedro I y con ello termina el conflicto dinástico inherente a su asesinato. Con este enlace matrimonial, la nueva dinastía (bastarda o lo que a Ud. le parezca) se legitimó. Y el hecho real es que Juan II de Castilla (hijo del matrimonio) fue, por tanto, descendiente directo de la Casa de Castilla. En cuanto a la legitimidad de la dinastía reinante, colorín, colorado este cuento se ha acabado.

    6. ¿Qué tiene esto que ver con el problema de la Beltraneja, los Reyes Católicos, el Imperio español o las hipotecas actuales de los españolitos? No tengo la menor idea: supongo que Ud. nos lo dirá.

    7. Nos dice Ud., eso sí, que La Beltraneja era hija de Enrique IV y la encarcelaron en vida.. Es correcto. Pero se le olvida a Ud. añadir que ese fue el resultado de otra guerra civil castellana, la de sucesión de 1475 a 1479, de la que salió vencedora Isabel, hermana de Enrique IV. Y a partir de aquí le formulo otra vez las preguntas del apartado 4: ¿Nos fustigamos de nuevo? ¿Las hipotecas de los españolitos de hoy (sigo suponiendo que Ud. nos explicará en qué consisten) son la penitencia que tenemos que pagar por los pecados de nuestros antepasados?

    8. Perdone Ud. mi tono, pero… ¿Qué puñetas –con perdón- significa que la Inquisición fuese o no una institución normal? ¿”Normal” para quién? ¿Para qué? ¿Era más normal o menos normal que la Inquisición francesa? ¿Era más normal o menos normal que otras instituciones de la época? ¿Quién dicta la normalidad? ¿Al Gore? ¿Rigoberta Menchú? ¿Antonio Gala?

    Cambio.

  42. Arauxo dice:

    Sigo.

    9. Ud. me pide que no me vengas con mentalidades de la época ¿Ah, no? ¿Entonces con qué mentalidad debo pretender entender realidades que desparecieron hace cuatro, cinco o veinte siglos? ¿Con la de los sindicatos de hoy, por poner un ejemplo? ¿Debo enjuiciar el imperio español desde los presupuestos de Amnistía Internacional? ¿Y la Conquista de las Galias desde los preceptos de la Convención de Ginebra? ¿Cómo demonios puede alguien interpretar un momento histórico despreciando las mentalidades de la época y enterarse de algo? Yo no me siento capaz de hacerlo; si Ud. ha conseguido la fórmula mágica, hágamelo saber, por favor, y yo le quedaré eternamente agradecido.

    10. Afirma Ud. que Mentuhotep II era un jefe teocrático. Siento contradecirle, pero era mucho más que eso. Y no, no voy a explicarle porqué (puede Ud. pensar que es porque no lo sé, si eso le complace), porque llegados a este punto, declaro mi incapacidad para explicárselo en un párrafo.

    11. Afirma Ud. que Felipe II era un feudal-absolutista. Me siento igual de incapacitado que en el apartado anterior, pero sí le adelantaré alguna cosa: Felipe II no tuvo nada de rey ni jefe feudal. El feudalismo poco tiene que ver con lo que cree la mayoría de la gente. En España apenas hubo feudalismo –ni siquiera en el medievo-, excepto en algunas regiones del norte peninsular. Y no lo hubo porque la Península Ibérica estuvo sumida en un proceso que la diferencia absolutamente del resto de la Europa feudal: la Reconquista. Si Ud. quiere, otro día hablamos de feudalismo, pero le aseguro que Felipe II tenía de feudal lo mismo que Gordon Brown o Chiquito de la Calzada.

    12. Me pregunta Ud… ¿Hay alguna diferencia en cuanto al PODER? Pues mire Ud: todas. Las diferencias entre el régimen político del Imperio Medio y las del reinado de Felipe II son de tal magnitud que no caben en un comentario. Afirma Ud. que los dos gobernaron durante muchos años, más de cuarenta años. Hicieron guerras, nombraron a altos funcionarios para controlar los respectivos imperios y los nobles y los altos sacerdotes aumentaron sus privilegios. Los dos explotaron minas con esclavos. Se le olvida a Ud. otra semejanza: ambos tenían páncreas.

    13. Porque mire Ud., señor Goteron, el problema es que en toda su argumentación Ud. olvida un elemento fundamental: los matices existen. Y, a veces, son tan importantes, que el análisis de los matices arroja un resultado radicalmente diferente. Y se lo explicaré con uno de sus ejemplos. Dice Ud. que en cuanto al modelo económico sólo hay diferencia [entre Egipto y la España imperial] en el modo de producción.. Perdóneme, pero… ¡se me caído la mandíbula inferior! Porque si dos modelos económicos se diferencian en sus modos de producción –que es, precisamente donde radica su naturaleza-, la pregunta que se me ocurre es la contraria ¿En qué diablos se parecen, por todas las divinidades de la Historia? ¿En qué se parecen el esclavismo romano y el capitalismo liberal? ¿En qué se parecen el feudalismo europeo y el socialismo soviético? ¿En que en todos ellos hay gente más rica y gente más pobre? Pues no había yo llegado a ese grado de profundidad…

    14. En una cosa tiene Ud. razón: El PODER siempre está en las mismas manos, llámense faraones-sacerdotes, patricios, feudales ,burgueses, stalinistas o maoistas.. O sea: en las manos de los seres humanos que, por haber accedido al poder, se llaman, poderosos. Claro. Sutil razonamiento de gran utilidad. Afortunadamente, Cavilius me ha ahorrado cualquier reflexión al respecto.

    15. Sus comentarios sobre la República son muy hermosos. Lo que no acabo de entender es qué tienen que ver con todo lo demás. ¿Pretende Ud. comparar la constitución republicana con la legislación de Enrique II de Trastámara, con la de Felipe II o con la de Mentuotep II? ¿Pretende Ud. apoyarse en esa comparación incomparable para defender las virtudes del régimen republicano frente a los defectos de no-sé-qué monarquía?

    16. Y, por último, Señor Goteron y a la vista de sus comentarios, se me ocurre preguntarle algo sin ningún interés en ofenderlo: ¿Cuál es su tesis? ¿Qué pretende Ud. defender mezclando los Trastámara con las hipotecas de los españoles de hoy? ¿Para qué puñetas sirve todo esto y qué es exactamente lo que estamos discutiendo? ¿Estamos debatiendo sobre la naturaleza del poder? ¿Sobre las ventajas de la república frente a la monarquía como sistema político? ¿Sobre la malísima realidad de la España de hoy? ¿Sobre los malos que fuimos y somos los españoles? ¿Sobre el hambre en el mundo? ¿Sobre el cambio climático?

    Un saludo mientras me debato entre la confusión y la consternación…

  43. Arauxo dice:

    (Vaya. El segundo en moderación…)

  44. Epaminondas dice:

    Muy interesante, espero con fruición el texto en moderación…

    (Cavi tío, te rallas…)

  45. Derfel dice:

    ¿Pero quién modera, si Richar está de vacaciones? No me entero…

  46. Epaminondas dice:

    oh!, entonces Arauxo estás ******

  47. cavilius dice:

    El padre de la criatura, supongo.

    Porque si no, ya me dirás también quién va a ir colgando más reseñas…

  48. Derfel dice:

    Ay, amigo…

    Oye, Cavilius: cómo se nota que tienes estudios…

  49. cavilius dice:

    … piltrafilla…

  50. colorin dice:

    Esta polémica me divierte y encima aprendo. Estudio 2º de bachillerato . Saludos a todos y sigan así.

  51. goteron5@hotmail.com dice:

    Yo estoy en contra de todo Poder. Ni dioses, ni reyes, ni tiranos, que es lo que ha habido hasta ahora. Gracias por vuestras respuestas tan interesantes. Por cierto Sr. Cavilius, Mirko Jelusich no es un escritor nazi o colaborador?

  52. cavilius dice:

    Pues no tengo ni idea. Simpatizante, quizá.

    La novela me pareció bastante entretenida, por cierto.

  53. Avempace dice:

    Acabo de descubrir estos comentarios y me apasionan. la discusion entre Goteron y ARauxo es interesantísima. Pero por las fechas veo que estoy desfasado : noviembre de 2007 y yo leo y escribo esto en septiembre de 2008. TEngo que enterarme que es esto de Hislibris.

  54. Ascanio dice:

    Uy, pues es difícil de explicar en un par de líneas…
    Bueno, Avempace, llevo un ratito curioseando y ya veo que te estás paseando a gusto por aquí. Esa es la única manera de enterarse de qué va esto. (Psss…entre tú y yo…si te enteras, mándame un privado y me lo cuentas, que yo todavía estoy en la inopia).

    PS: Sí, ya he vuelto de vacaciones, ¿pasa algo?

  55. Urogallo dice:

    Dios mio, y empieza por los comentarios antes de la reseña, que particular forma de leer.

  56. KHALYMERO dice:

    Es un libro original en cuanto a planteamiento. En cuanto a datos, es cierto que son muchos, variados y algunos de difícil retención. En todo caso, creo que es un libro pensado para los amantes de la historia. El libro en sí no está mal. Los hay mejores, pero el libro contiene un repaso a aquella parte de la Historia de España y a los que nos gusta este tema, el libro es interesante.

    Las opiniones de Antonio GAla… llega un momento en que uno se pierde en el libro pero no en el sentido de los hechos históricos sino en el de las opiniones.
    Particularmente, llega un momento que no distingo entre las opiniones de Antonio Pérez y las de Antonio Gala. Las de este último se notan y mucho en determinados párrafos… Las de Antonio Pérez… ¿son todas? ¿Están aderezadas o mezcladas con las del escritor?

    En mi opinión es un buen libro de historia, original en su planteamiento, pero flaquea algo en cuanto a puesta en escena.

  57. Miren Ustedes dice:

    No he leído aun el libro -lo haré-pero, dejando aparte las cuestiones de la homofobia y de la reivindicación del pasado musulmán que pueden ser temas muy propios del pensamiento de Gala, el resto de los tópicos que menciona Uro, no por tópicos dejan de ser características absolutamente ciertas del periodo descrito. Aún echo en falta entre los tópicos, alguna que otra «virtud» nacional más, como el pernicioso adocenamiento de la sociedad española en general, propiciado por la afluencia del oro americano y la cortedad de miras de los dirigentes de la época. Por cierto, el oro acabó en manos de los prestamistas para pagar las deudas en que incurrió la monarquía española empeñada en guerrear por toda Europa por «defender» (léase imponer) la religión católica y la supremacía de su dinastía (no tanto la de España).

  58. Naranjito dice:

    buenas tardes,

    en primer lugar permitidme que os tutee a todos. he tratado de leer todos los párrafos pero necesitaría mucho tiempo del que ahora no dispongo. Yo he comenzado a leer el libro. Llevo 150 páginas y debo admitir que, aun gustándome ese autor, me está costando un poco avanzar.
    Me gustaría comentar con vosotros algunos aspectos. En primer lugar pienso que Antonio Gala, el día que decidió «tirarse a la piscina» del género novelesco cayó un poquito en picado pues, en mi humilde opinión, es un brillante dramaturgo y poeta y él así se ha definido, pero como novelista resulta menos audaz.

    Alguno habéis comentado que, acertadamente, hay que entender este texto con cierta prevención pues el autor no es historiador. Entonces ¿nos ha engañado a todos? pues el mismo Gala cacarea hasta el hartazgo que es triplemente licenciado siendo, entre otros mérito, historiador. Si no es así….debemos pensar que el chorreo de información que despliega en este libro es producto de las lecturas de las que se ha debido empapar desde hace un siglo y que habilmente pone en forma de texto ordenado y legible.
    Por el momento me resulta aventurado opinar cómo podría catalogar el libro: ¿una historia novelesca como habéis repetido? ¿unas memorias? ¿un testamento político? ¿o un juicio de residencia como el que debían pasar los virreyes posteriores destinados en América?
    Me ha divertido mucho los resúmenes o interpretaciones que algunos habéis hecho sobre la historia española de dos siglos…en lo que llevo leído, Gala presenta a Antonio Pérez como un señor muy moderno para su época que considera a Carlos I/V (según desde donde lo queramos observar) como alguien educado «en la antigua tradición» (como el mago Merlín….). Carlos V a mi entender se limitó a seguir una directrices que ya había marcado su abuela y además hay bastante poco originalidad: a la obstinación religiosa (la contención del turco, el revuelo que había armado Enrique VIII, el batiburrillo de los príncipes electores, la necesidad de contar con un Papa proclive a la causa nacional…)se une la obsesión por construir la idea de la Europa unida (creo que se menciona en el libro), que como todos sabemos ya lo habían intentado los romanos, luego Carlomagno, y más tarde Napoleón…supongo que Carlos V quiso abarcar demasiadas realidades. Se pasó la vida galopando hasta que, viendo que nada de lo que deseaba llegaba a buen puerto, se bajó del caballo en el dique seco. Según el libro, Antonio Pérez reprocha al Emperador haber contribuido a la división de las ramas Habsburgo pero los Borbones posteriores también estuvieron por todas partes y mucho más ramificados…¿entonces??? ¿y luego de que sirvió? Felipe II se enclaustró en El Escorial pensando que podría seguir el proyecto de su padre y sin embargo propició la cuesta abajo de la dinastía….
    Ramón Menéndez Pidal nos recuerda, en el prólogo a alguno de los numerosos tomos de la Historia de España que dirigió, que las memorias y las crónicas deben ser leídas con mucha precaución por la falta de objetividad…tal vez es una forma de ver este libro y de ahí el resentimiento de Pérez del que habláis. Pérez como todos los validos tuvo su cuota de poder y fue, como el resto, un oportunista.
    saludos

  59. MarcoAntonio dice:

    Sólo me voy a referir a la «archivanigloriosa» respuesta del Sr. Maeso, típica del que va luciendo su licencia de diplomado en Historia para venderse mejor y, de paso, menoscabar las obras de otros, sin previo juicio pero con todos los infundados prejuicios del que se llama historiador sin apenas haber escrito libros de Historia y pretende hacer valer sus novelas históricas apoyándose en su condición de licenciado en la materia, ignorando que el conocimiento histórico tal como es reflejado en una novela no es patrimonio exclusivo de quienes pasaron cinco añitos en la universidad, sino de todo aquel que ha volcado parte de su vida al estudio de las humanidades, consagrando su razón al estudio de la Historia con contrastado juicio y sirviéndose de su vocación para escribir sobre ello con o sin relaciones públicas universitarias, que parece que suele ser el «marchamo» de esta subcategoría de escritores que gusta de exhibir su licencia «exclusiva y excluyente» para escribir novelas históricas y de sacar la «tarjeta roja» a todo el que no luce su currículum específico.

    Me gustaría recordar aquí que muchos de nuestros más afamados médicos han sido grandes literatos y expertos conocedores de nuestra Historia. Ello no hace más que demostrar el carácter polifacético de las humanidades. Cuánta mayor credibilidad no va a demostrar el que se dedica o ha consagrado su vida a las humanidades en general.

    Por cierto… ¿era Heródoto historiador o novelista?
    Respuesta: Era un gran amante de la humanidad e investigador insaciable.

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