EL INTOCABLE – John Banville
Seguro que a muchos de los lectores les suena El CÃrculo de Cambridge o Los Cinco de Cambridge. Me refiero a un grupo de cinco alumnos de esta famosa universidad británica que fueron reclutados por el servicio de espionaje soviético en los años treinta. Precisamente, esta historia verÃdica es la base de la novela que hoy reseño, escrita por John Banville, flamante Premio PrÃncipe de Asturias 2014. No nos encontramos ante una novela histórica, pero su base real y algunos acontecimientos históricos sobrevuelan a lo largo de su redacción. Los nombres han sido cambiados, pero parte de los hechos se basan en experiencias vitales protagonizadas por estos cinco personajes, cercanos en sus años jóvenes a las ideas socialistas, que por diferentes razones trabajaron para la Unión Soviética hasta bien entrados los años 60.Â
El protagonista de la novela está basado en Anthony Blunt, uno de los cinco espÃas del grupo. Con el nombre de Victor Maskell el autor nos presenta al personaje más controvertido y especial del cÃrculo. Historiador de Arte, tenÃa contacto diario y directo con los monarcas británicos, ya que era el conservador jefe de la pinacoteca real, además de estar muy bien relacionado en los altos estamentos de la cultura y el gobierno. Fue reclutado años antes de la guerra, en un momento en que las ideas socialistas hacÃan suspirar y soñar a buena parte de la juventud británica. Sus razones para tomar esta decisión no se basan en la mera traición a su paÃs, sino más bien a la firme oposición frente al avance del nazismo en Europa. Posteriormente, su acervado odio hacia los EEUU y su postura en Europa le hicieron mantener su posición de agente soviético. En los años 60 es descubierto, pero mediante un acuerdo logra eludir prisión y mantiene su colaboración con el gobierno británico, hasta que por razones más polÃticas que reales el gobierno de Thatcher lo descubre públicamente, haciéndole caer en desgracia. Y aquà es donde comienza nuestra novela, que viaja entre la realidad de un hecho histórico y la ficción que ahonda en la personalidad y el entorno del famoso grupo de espÃas.
Tras el anuncio televisado de la noticia, Maskell decide contar su vida y vivencias a una curiosa y joven periodista. Poco a poco va presentando su vida, sus compañeros de viaje y las circunstancias que rodean los acontecimientos durante más de cuarenta años. Porque no se trata solo de una novela de espÃas. Es más, no la considero una novela al uso del género de espionaje. Es mucho más que eso. Es verdad que tras sus páginas encontramos momentos propios de secretos mensajes, reuniones clandestinas e intrusiones en determinados departamentos del gobierno. Efectivamente, el marco sobre el que gira la novela es este. Pero más profundo y detallado es el viaje que realiza el autor a lo largo de la vida personal y sentimental de VÃctor.
Varias caracterÃsticas ahondan en esta cuestión. Por un lado la homosexualidad del personaje y de otros compañeros de carrera. Las relaciones a escondidas y prohibidas en una sociedad tradicional hacen que su reducido entorno comparta el secreto de su misión con su propia realidad sexual. La convivencia en un apartamento del Soho, junto a otros compañeros, hace de su universo algo secreto, insondable, Ãntimo, a la vez que peligroso. Casi más que su propia situación de espÃa, la cual casi resulta un juego, un complemento a la nocturnidad y soledad de su homosexualidad.
Otro factor definitorio de nuestro protagonista, es su amor incondicional por el arte pictórico, sobre todo por la obra del pintor barroco francés Poussin. Particularmente su pasión por una obra, de la que es propietario, La muerte de Séneca. Constantemente las alusiones a su pintura, al arte y al trabajo de conservador de la galerÃa de la reina surgirán paralelamente a su vida de esteta, en la que la homosexualidad y el espionaje marcarán sus relaciones consigo mismo y su entorno.
John Banville nos muestra en una redacción en primera persona, una historia, la historia de Victor Maskell, en la que poco a poco y conforme recuerda su pasado va decapando su vida y los acontecimientos que suceden a su alrededor. Desde su época de universitario, pasando por los acontecimientos de la guerra civil española y la posterior guerra mundial, hasta la oscura guerra frÃa, donde el desencanto por una idea, la soviética, casi caduca, deviene a nuestro personaje a dedicarse por completo a su pasión, la pintura. Con un ritmo lento, algo denso, pero riquÃsimo en descripciones, sentimientos y amistad, Banville se sumerge en la pasión, en el amor y el deseo homosexual, y, por qué no, en la desorientación de cada uno de sus compañeros de viaje. Su investigación del alma humana supera  la banalidad de la historia de espionaje, que siendo buena, no es el nudo del relato. La realidad homosexual, el amor por la pintura, la soledad del incomprendido, las bacanales donde la ginebra y los jóvenes, son el nexo de este grupo de personas que naufragan en un tiempo, en una sociedad, a la que pertenecen, pero de la que no creen formar parte. Y todo ello, Banville, lo genera con una narrativa elegante, casi aristocrática, jugando con los diálogos y los largos párrafos, donde el protagonista interioriza sobre su realidad y su futuro, y también sobre su pasado. Un novela madura, llena de simbolismos, que no dejo de recomendar. Gratificante, poderosa y contada con cierto sentimentalismo, propio del que cuenta una vida pasada, que no por ello estéril.
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Sobre otro de los miembros del CÃrculo de Cambridge hay un muy buen libro, aunque en inglés: – «Young Philby» de Robert Littell.
Hay un episodio curioso en la vida de Philby: fue condecorado por Franco. En mi blog de curiosidades de la Historia cuento cómo pasó.
http://curiosidadesdelahistoriablog.blogspot.com.es/2014/07/cuando-franco-condecoro-un-espia.html
Bien post Daniel. Gracias por tu aportación.
Muy interesante. Por lo que conozco de Banville, que no es tanto como quisiera, imagino por dónde irán los tiros en esta novela. Sobre todo sabiendo que firma con su verdadero nombre y no con su seudónimo de Benjamin Black.
Estupenda recomendación, Iñigo. Tomo nota.
Pues yo acabo de encargarla en Amazon, tras leer esta reseña y recordando los comentarios que me hiciste cuando la estabas leyendo. Una reseña estupenda, que situa muy bien las claves de la novela. Anthony Blunt siempre me resultó un personaje muy interesante, además, por su relación con el arte.
Gracias por vuestros comentarios. La novela me rédito cautivadora por su fondo y sobre todo por la forma. Banville escribe muy bien.
QuerÃa decir -pareció- Esto me pasa por escribir desde el móvil.
Que delicioso es el aroma a Guerra FrÃa…
Es verdad.
Yo estos dÃas estoy decidiendo si celebrar o condenar el aniversario de la caÃda del Muro. Con el telón de acero se fue me infancia, snif…
Contra la URSS vivÃamos mejor.
Este libro lo tengo desde hace un par de años y nunca he encontrado el momento de leerlo. A ver si con este excelente impulso de Iñigo me animo.
De Banville, además de los de B.Black, he leÃdo «Ancient light» (Antigua luz, en castellano, pero el tÃtulo es mucho más bonito en inglés), una maravillosa novela del último premio PrÃncipe.
Por cierto, que estuve intentando verle por Oviedo y no fui capaz, cachis…
Mi condena es firme e inapelable. Nada útil puede ser hermoso.
Efectivamente la Guerra FrÃa en Europa despide cierto terrible halo de misterio. Gracias por vuestros comentarios.
Sobre la Guerra FrÃa y el papel de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial hay una serie de novelas policÃacas muy recomendables. El autor es alemán, se llama Christian von Ditfurth y las tres primeras están traducidas al castellano. A mà me encantaron.
Bueeeenaaaas..! Ya me he acabado la novela, y la verdad es que me ha gustado, y tienes razón, Iñigo, en que se concentra más en el aspecto introspectivo, en el permanente conflicto interior de Maskell/ Blunt, que en las actividades propiamente de espionaje, que quedan muy diluidas y muy en segunda fila. De hecho, da la impresión de que se las toma mas como un divertimento, un juego, porque lo que a él realmente le importa es el arte…y los Boys.
En la parte primera se hace un poco pesada, porque las descripciones de las juerguecitas, borracheras y demás, son repetitivas y algo cargantes. Da la impresión de que todos se toman la vida en plan de cachondeo….También hay partes que deja muy difusas, como la relación con su esposa Vivienne, a la que parece haber visto de cerca solo unos pocos dÃas en su vida…en fin, creo que la novela no es redonda, aunque sea bastante buena.
Me pregunto hasta qué punto Banville se habrá acercado a las Memorias de Blunt. Ahora me entran ganas de leerlas.
Ariodante, me alegro que la hayas leÃdo a pesar de que creo que no te ha convencido en exceso. Pero de todas maneras, Banville, creo que escribe muy bien, adentrándose en el lado más oscuro de su pesonaje… sin olvidar su entorno y la época.
SÃ, sÃ. La novela es muy buena. Banville escribe muy bien, ya lo he comprobado en otras lecturas suyas. Y tambien he comprobado que Banville (que publicó el libro en 1997) no pudo tener acceso a las Memorias, que hasta 2009 no fueron hechas publicas por la British Library, por tanto se inventa una infancia irlandesa inexistente, claro. Hay que mentalizarse de que esto es una novela, una ficción con forma de autobiografÃa, pero de ningún modo es una biografÃa. Banville se ha inspirado en una vida con muchas oscuridades y zonas de penumbra, lo que le permite al autor imaginar qué hubiera podido ser o qué habrÃa sido si…. eso.
Ahora que ya he digerido y reflexionado sobre la novela para escribir mi reseña (saldrá en El Placer) veo que me gusta más. Cierto que han habido tramos un poco lentos, pero el conjunto merece la pena. Quiero que quede eso claro.
Y te agradezco que, gracias a tu reseña, me haya decidido a leer el libro.
Por supuesto que no es una biografÃa. Toma como base unos personajes históricos, como comento en la reseña, para novelar una historia personal del protagonista. Gracias Ario.
Terminada. Por mi parte, poco más que añadir a lo comentado por Ario e Iñigo, la reseña es de hecho bastante fiel al libro. Banville es un eminente novelista de personajes, los desmenuza –que es otra forma de decir que los construye- poquito a poco a medida que despliega el sutil arte de la introspección, en que el autor prodiga sus reconocidas dotes estilÃsticas. Naturalmente, a Banville se lo lee a sabiendas de que la acción y la intriga cuentan menos que la introspección, de otro modo mejor ni meterse con sus libros. Es cuestión de sumergirse en una prosa que es como un océano de imágenes, imágenes que transmiten una serie de impresiones y reflexiones, recuerdos y sensaciones; una vez que nos adentramos en él y nos dejamos llevar por el oleaje en vez de bracear a contracorriente, ya podemos disfrutar de una novela que, si bien no es la mejor del mundo, sà que tiene lo suyo.
Gracias por la recomendación, Iñigo.
Anthony Blunt era un personaje peculiar, de una distinguida familia británica espÃo para los soviéticos, el era historiador de arte su pintor favorito Nicolás Poussin (1594-1665). Blunt era un hombre refinado, conservador en muchos aspectos cuesta creer que era comunista o ni siquiera de izquierda tampoco era idealista como otos espÃas, espiaba para la URSS por sentir la adrenalina del peligro? por antipatÃa cultural al materialismo estadounidense? por tener alguna anécdota que contar? en fin el cÃrculo de Cambridge es un caso interesante para estudiar.