EL FACTOR CLAVE – Erik Durschmied

El factor clave, de Erik DurschmiedEl subtítulo del libro es muy descriptivo del contenido del mismo: “Como el azar y la estupidez han cambiado la historia”. El autor recorre la historia de la guerra y las batallas, contando unos cuantos casos en los que en mayor o menor medida, el azar o algo que parecía insignificante en un primer momento, acabó inclinando la balanza hacia un lado. Las batallas comienzas con la lucha por la defensa de la Vera Cruz por parte de los cruzados y acaba en la primera guerra del golfo. En medio, pasamos por la guerra de Crimea, por Angicourt, por Waterloo, por las guerras boer y por supuesto, por varios casos en la Segunda Guerra Mundial. En total, el libro recoge casi una veintena de historietas, todas interesantes.

Como no podía ser de otra forma, un libro que se dedica a narrar de forma breve algunas batallas, haciendo hincapié en elementos sorpresa o hecho inesperados, es una lectura entretenida. No se necesitan conocimientos sobre los conflictos para comprender las batallas referenciadas, y el autor no se recrea en datos y análisis. La narración es ágil y se sigue sin problemas, salvo quizás en la batalla de Waterloo en la que el autor muestra su predilección por el tema napoleónico y profundiza en la batalla más de lo que lo hace en otros casos, en el libro.

Si tuviera que destacar alguna de las historias, quizás la narración de la persecución y final del acorazado Bismarck sería mi predilecta. La historia es muy atractiva y está contada de un modo muy sencillo. El hecho sorprendente de la historia, lo que sería el factor clave, en el caso de la persecución del Bismarck, no es de los más extraños o atractivos, pero la narración y quizás el tema, merecen la pena.

Por otra parte, el libro proviene de una compra de saldo porque está editado dentro de la colección Guerras y Conflictos de la editorial RBA. Una razón más para recomendarlo, porque no será complicado de encontrar y su precio no es alto. Sin duda, una buena lectura relajada, sin llegar a la novela, pero casi.

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11 comentarios en “EL FACTOR CLAVE – Erik Durschmied

  1. Licurgo dice:

    Como bien dices, es un libro muy ameno y, en algunos momentos, divertido.
    Para mí, además del caso del Bismark, los casos de Antietam (guerra de Secesión) y Waterloo (no me había dado cuenta de que profundizaba más), son los que más han quedado en mi memoria.
    Por supuesto, lo de las abejas es espectacular.
    saludos.

  2. Urogallo dice:

    Este fue el último que me compré yo de dicha colección. Como ya han comentado, resaltar la amenidad, y por otro lado la falta de profundidad.

    Es un libro destinado a ser divertido, y resaltar algunos hechos curiosos que cambiaron la historia, como una especie de antítesis del materialismo histórico.

    Entretenido, sin duda.

  3. Libro muy ameno y recomendable, pero esa colección «Guerras y Conflictos» es de Salvat, no de RBA. Dentro de esa misma colección hay muchos otros libros interesantes y que se encuentran también por ahí a precio de saldo.

  4. Gadatas dice:

    Te pega, Curistoria, desde luego.
    Te pega enseñar y hablar de este libro ;).

  5. Curistoria dice:

    Gracias Jesús por la puntualización, siento el error.

    Urogallo, cierto es que el libro no trata las historias con profundidad, pero en este caso es bueno porque perdería su sentido.

    Saludos.

  6. Toronaga dice:

    Un libro divertido….

  7. sanpifer dice:

    Un libro que si se compra de saldo es más que recomendable….

    Personalmente encontré algunas historias pelín absurdas, como cuando explica que la batalla de Waterloo se perdió porque la caballería francesa (de Ney, creo) se retrasó al «clavar los cañones» ingleses, lo cual consistía precisamente en obturar con clavos el orificio de disparo de los cañones enemigos capturados, para inutilizarlos. Al parecer, este retraso, dice que propició que los ingleses recuparan su artillería y luego la emplearan contra los cuadros de infantería franceses.
    Una conclusión demasiado sencilla a mi entender.

    Luego en el caso de Tannenberg creo que la derrota rusa la achaca a la total enemistad entre los dos generales rusos al mando de los dos cuerpos de ejércitos, motivada por una vieja rivalidad juvenil (uno «abofeteó» al otro), y que hizo que, en lugar de apollarse mutuamente, cada general actuara a su antojo, con el consabido resultado….

  8. Licurgo dice:

    Parecen simples, pero el azar es un elemento más en el arte de la guerra; Ney era un magnífico oficial de caballería, pero un pésimo general de cuerpo de ejército. Además de no clavar los cañones enemigos, se «olvidó» de hacer que su infantería apoyara la carga de caballería de cerca, tomar la posición enemiga y romper la línea de cresta donde se apoyaba el duque de Wellington.
    Por otra parte, la enemistad entre generales aliados es una causa de debilidad en una buena parte de los combates de la Historia; aparte de los rusos en Tannenberg, la enemistad entre dos mariscales franceses durante las guerras napoleónicas (que no había terminado en duelo por circunstancias, aunque retados estaban) estuvo a punto de hacer perder a Napoleón la batalla de Jena/Auerstad (en esa, además, la inconsciencia de Ney estuvo a punto de hacerle perder una buena parte de la caballería al realizar una carga tan profunda que quedó aislado de las fuerzas propias tras las líneas prusianas).
    Otras se quedaron en simples anécdotas; durante Market-Garden, y pese a tener órdenes explícitas de no llevar consigo las órdenes generales, un planeador británico accidentado, y cuyos ocupantes murieron en el choque, cayó en manos alemanas, y con él los planes a los que hacía referencia. Estos, fueron enviados a las manos del Mariscal jefe del Grupo de Ejércitos B, Walther Model y no se creyó su suerte, pensando que estaba siendo engañado, así que no aprovechó el «factor clave» de que dispuso. En esa batalla, con independencia de la sorprendente capacidad de improvisación de Model, un factor decisivo fue que los británicos cayeron en la zona en la que se estaba recuperando, nada menos, que un cuerpo de ejército panzer de las SS que no había sido detectado por el reconocimiento aliado.
    En fín, Alea jacta est…
    Saludos.

  9. Urogallo dice:

    De hecho Napoleón era famoso por tener siempre en cuenta la suerte…

  10. Josep el benetusiano (por si acaso hay otro) dice:

    Pues si os ha parecido absurdo el episodio de los clavos y los cañones, ¿qué decir de los puros de la Guerra de Secesión?
    A mí hubo más de una historia que me pareció cogida con alfileres. También es cierto que leí este libro hace años y justo después de «Historia de la Incompetencia Militar»; las comparaciones suelen ser odiosas

  11. Urogallo dice:

    Creo que lo enfocas mal, el otro hablaba de incompetencia criminal, que matematicamente tenía que conllevar la destrucción.

    Que al Bismarck un golpe de pura suerte ( aunque otros dicen, y copio la metafora, que el tiro que hundió al Hodd fué más afortunado que el torpedo de Luke en la Iª Estrella de la Muerte) le impidiese llegar a Brest no podía estar determinado por la incompetencia de nadie ( ni siquiera por el radiograma de una hora de Lutjens).

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